Participación de Lorenzo Córdova, durante la presentación del libro, Derecho Electoral Latinoamericano

Escrito por: INE
Tema: derechos político-electorales

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, DURANTE LA PRESENTACIÓN VIRTUAL DEL LIBRO «DERECHO ELECTORAL LATINOAMERICANO. UN ENFOQUE COMPARATIVO», ORGANIZADO POR LA BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA (BUAP)

Al contrario, muchas gracias, doctor Rodríguez, señor director, para mí es un verdadero privilegio poder participar en esta presentación de esta obra fundamental para el derecho electoral en América Latina y, además poder sumarme a las felicitaciones por el décimo aniversario del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico de la BUAP.

La verdad para mí es un verdadero placer, además poder compartir este espacio, aunque sea virtualmente, no le resta ni la cercanía ni el afecto, ni el reconocimiento y admiración a mis colegas de mesa, al doctor Leonardo Valdés, el último Presidente del Instituto Federal Electoral, que es la antesala del actual Instituto Nacional Electoral y con quien además tuve el inmenso privilegio, no solamente de compartir largas experiencias en el ámbito de la SOMEE y de distintos espacios académicos, sino también como compañero de mesa en la herradura bajo su presidencia, un abrazo muy afectuoso, Leonardo.

Y muy agradecido de permitirme compartir algunas reflexiones sobre este texto que, como ya decíamos, es un texto fundamental para poder entender el derecho electoral en América Latina y los sistemas electorales, me atrevería a decir, porque quiero anticiparlo aun cuando éste es un libro que parte del derecho electoral, trasciende el derecho electoral y se vuelve en una obra también de teoría política o una obra de sistemas electorales en América Latina.

Y, por supuesto, la posibilidad de poder compartir también esta mesa con los doctores Figueras y el doctor Espinosa, a quienes saludo con mucho aprecio y agradecimiento.

Yo quisiera centrar mis reflexiones en tres grandes aspectos: el primero es, pues además del agradecimiento por la invitación para presentar un libro que, es un libro de cajón para decirlo sin medias tintas, para estudiosos, para autoridades electorales y para especialistas y que tiene además una vocación cuasi enciclopédica.

No pudimos ver la presentación de Leonardo, pero esto es de lo que estamos hablando, de lo que estamos presentando el día de hoy, es decir, no es un libro cualquiera, es un libro que es producto de una evolución no menor, pero es un libro que prácticamente para todos los operadores electorales, para los estudiosos de los fenómenos electorales se convierte en una especie de punto de referencia por la amplitud con la que, desde una perspectiva comparada, y lo que no le quita puntualidad y análisis, digamos, completo, aborda un enorme catálogo de temas, muchos de ellos complejos y de una enorme actualidad en el ámbito de los sistemas electorales.

Éste es un texto que, como sus dos antecesores, las dos ediciones que, en realidad alguna, ya Leonardo nos reconstruyó, digámoslo así, la génesis de este texto, ésta no es una tercera edición propiamente dicha, aunque se planteé así, es un libro completamente nuevo que, sin lugar a dudas, echa raíces en los dos esfuerzos que le antecedieron, pero hoy es un texto de consulta indispensable para todos los interesados en conocer la dimensión electoral de nuestra vida democrática.

Decía que el libro está centrado en un enfoque comparativo que, sin embargo, no es solamente un libro de derecho comparado, es un libro conceptual en donde, por supuesto, se analizan, digámoslo así, desde un enfoque, sí, de confrontación, de comparación de los distintos sistemas electorales, pero a partir de un paraguas conceptual que no es menor y es algo que se agradece, se reproduce en todos y cada uno de los 48 textos que integran este volumen. 

Y es que no es casual, creo que más allá, insisto, del trabajo, del importante trabajo de edición, de compilación que han hecho Daniel y Leonardo, pues trasciende en todo esto el enfoque conceptual que ha caracterizado la aproximación que Dieter Nohlen ha hecho como uno los principales estudiosos de los sistemas electorales latinoamericanos. 

Es decir, hay un enfoque conceptual que es compartido, que forma parte de una especie de piso que es desarrollado por cada uno de los autores, pero que finalmente responde a esta perspectiva Nohliana, si se me permite, que se ha venido desarrollado ampliamente por muchos años, que se origina en los trabajos que Dieter Nohlen realizó en el Instituto de Ciencia Política de la célebre Universidad de Heidelberg, y que se centra en entender que contexto hace la diferencia por lo tanto no hay una búsqueda de mejores soluciones, sino más bien de comparación, de soluciones que son las ideales para cada contexto político-electoral. 

Creo que esa es la lógica transversal que alimenta todos los ensayos, el casi medio centenar de ensayos que componen este libro y me parece que es importantísimo subrayarlo. 

Es un libro al final del día, y no es casual, digo yo que, en las distintas ediciones, en las distintas génesis de este tratado, ha implicado ya, digamos, no sólo la participación de Dieter Nohlen, sino también la asunción y desarrollo de ese enfoque conceptual al que hacía referencia.

Este libro, ya nos lo comentaba Leonardo, representa una, formalmente una tercera edición de aquel que se publicó en 1988 y que fue resultado de ese proyecto de cooperación científica internacional, pero se trata sin embargo de un libro nuevo. 

No sólo porque todos sus textos, como nos decía Leonardo, han sido revisitados y actualizados, sino porque muchos de los textos son inéditos y abarcan metodológicamente un nuevo enfoque un cuarto de siglo después.

Y es que los problemas de las democracias latinoamericanas enfrentado a los sistemas electorales norteamericanos durante los años 90 son radicalmente distintos de los que están enfrentando hoy, un cuarto de siglo después. 

Y es que así los 48 textos que integran esta edición, que fueron elaborados por académicos y especialistas de diversos países, como Leonardo nos lo recordaba, y abarcan desde aspectos esenciales sobre el funcionamiento de las autoridades electorales y las bases de la competencia electoral, también han implicado un replanteamiento a la luz de cuáles son las necesidades y las problemáticas que caracterizan a los textos, perdóname, a las distintas temáticas hoy pues en el arranque de la tercera década de este siglo.

Déjenme decirlo de esta manera, cuando fue concebida originalmente la primera edición, el abuelo, déjenme llamarlo así, de este libro, e incluso la segunda edición, el padre del libro que hoy comentamos, la preocupación esencial que subyacía a la obra era distinta. 

Estábamos en una etapa entonces, digámoslo así, de cierre de los procesos de transición a la democracia y de arranque de la consolidación de nuestros sistemas electorales que constituían el cauce por el cual la transición latinoamericana a la democracia en distintos tiempos, con distintas velocidades, a regímenes diferentes había venido a ocurrir. 

Hoy el problema ya no es un problema de consolidación democrática y mucho menos de transición a la democracia, hoy los problemas que es pensar los sistemas electorales a la luz de los grandes desafíos e incluso los riesgos de retroceso democrático, y me parece que eso es indispensable como una aproximación metodológica de esta edición; es decir, del nieto de la primera o de hijo de la segunda, como se quiera ver.  

Me parece que esto es un asunto que vale la pena resaltar porque es un texto que tiene un replanteamiento distinto y que, en buena medida se ve reflejado en estos tres textos inéditos a los que Leonardo hacía referencia y que constituyen los últimos de los 48 ensayos que integran este libro.

El dedicado a la integridad electoral, el dedicado a la calidad de la democracia y el dedicado a los retos y recomendaciones que es, digamos, riesgoso y azaroso desde un punto de vista conceptual pero muy bien logrado en términos de resultado, como el último de los capítulos de este libro.

En este sentido, reconocer que el contexto importa que la perspectiva comparada siempre contribuye a entender mejor los procedimientos y desafíos que enfrenta la recreación de la democracia en cada nación son aspectos transversales en todo el libro.

Si uno analiza, digámoslo así, el modo en que han sido construidos los distintos ensayos, no hay un énfasis, puede haberlo, énfasis específicos en algunos modelos electorales, algunos sistemas electorales en particular, sobre todo a la luz de ciertos temas.

Pienso, por ejemplo, el tema de fiscalización, en donde la referencia central que se hace en el ensayo correspondiente al caso mexicano pues es inevitable, porque ningún sistema de la región, ningún sistema electoral de la región ha hecho un esfuerzo y una apuesta tan consistente, tan elaborada como en el caso mexicano, y el caso mexicano, desde ese punto de vista se convierte en un punto de referencia.

Pero, ni siquiera en el caso en el caso de la fiscalización la visión, digamos, del ensayo correspondiente, es una visión nación centrista, para decirlo de alguna manera, sino que nunca pierde esta dimensión Nohliana de que el contexto hace la diferencia y que las soluciones que eventualmente se plantean en un sistema político, en un sistema electoral determinado, no necesariamente son exportables a otros.

Quiero terminar esta primera parte haciendo referencia a dos ámbitos en particular, uno de ellos es el que tiene que ver, por ejemplo, con la reelección, un texto también desarrollado por Dieter Nohlen y que, además, pues en el caso mexicano además es particularmente reciente.

En el texto sobre reelección se muestra cómo este concepto no implica lo mismo en la actualidad donde tenemos sistemas de partidos e instituciones electorales que garantiza que sea el voto y que el voto sea libre, que en el siglo XIX cuando se carecían de instituciones sólidas y el presidencialismo era tan fuerte que la, perdón, el siglo XX, que la reelección podía significar un cheque en blanco para la perpetuación del poder.

Es decir, creo que, en esta lógica, insisto, de que el contexto hace la diferencia, no solamente este artículo de Dieter, digamos, hace énfasis en las diferentes realidades políticas entre naciones, sino también en las distintas etapas de desarrollo institucional a lo largo del tiempo. 

El otro ensayo sobre el que me gustaría hacer un énfasis es el nuevo ensayo sobre la calidad de la democracia, ya que dependiendo del concepto de democracia que se utilice, nos recuerda Nohlen, dependerá lo que se mida y lo que se coseche.

Ha sido una concepción muy amplia de democracia, puede generar también implícitos varios peligros o riesgos, uno de ellos es que esta concepción de democracia pueda ser causante de su probable mal desempeño. 

Las políticas públicas y el resultado dependen de múltiples factores, no solamente del sistema electoral propiamente, o bien la falta de precisión conceptual puede terminar por afectar la percepción de los procedimientos electorales.

Si por democracia se asume una concepción holística, una concepción mucho más amplia, pues podemos acabar teniendo, y eso es una crítica que me parece importantísima y lo vinculo con el otro ensayo que ya mencionaba Leonardo, el de Integridad Electoral, un concepto centrado sobre todo en las apreciaciones que puede llevar, y ha llevado a algunas prestigiosas, incluso, académicas, muy reconocidas académicas, a llevar a catalogar a la democracia mexicana en un nivel de integridad electoral y de calidad de la democracia que está por abajo o que raya, por ejemplo, en la de un sistema que de democrático no tiene nada, tendrá otras virtudes sin lugar a dudas, como lo es Cuba.

Creo que el concepto de democracia acaba siendo fundamental para poder definir la integridad electoral, por un lado, pero también la calidad de la propia democracia.

Quiero pasar a un segundo tipo de reflexiones y tiene que ver con la importancia que los estudios sobre las cuestiones electorales han venido teniendo en la recreación democrática, parto de una premisa: el derecho electoral y la democracia, el desarrollo del derecho electoral y la democracia se retroalimentan mutuamente.

De hecho, podríamos decir que los sistemas democráticos siempre están en una lógica de perfeccionamiento, los alemanes, como nos lo recuerda reiteradamente Daniel Zovatto, el otro coautor o compilador, junto con Leonardo y Dieter, de esta obra dice que, citando a los alemanes, que los alemanes señalan que la reforma electoral es algo permanente, es un fenómeno constante, que no se detiene.

Bajo esta lógica podríamos decir que los sistemas democráticos siempre están en perfeccionamiento porque se genera una especie de espiral de retroalimentación de la aplicación de los procedimientos y su puesta en marcha en cada proceso electoral, por un lado, con la lógica de perfeccionamiento que la aplicación práctica, este ejercicio de ensayo-error, van planteando.

Y esto Dieter, por cierto, lo señala desde el prólogo de la obra que comentamos, derecho electoral y democracia inevitablemente se retroalimentan, esto explica la incesante producción de conceptos y procedimientos para analizar e incluso reglamentar la convivencia democrática.

Pongo un ejemplo concreto, el nuestro, México, antes de la crisis política de 1988 y de la creación del IFE, en el ya lejano 1990, en aquel México era irrelevante la opacidad de los procedimientos y la arbitrariedad con la que la autoridad electoral decidía la organización electoral.}

La crisis política de 1988 y la necesidad de inyectarle credibilidad a las elecciones dieron origen a un sistema electoral, a un conjunto de normas que integran, desde entonces, nuestro derecho electoral, en aquel entonces con el COFIPE, abigarrado de procedimientos, y se generó, por cierto, a la par un boom en los estudios de derecho electoral y de la democracia.

Desde entonces no ha parado esta lógica virtuosa de retroalimentación entre conceptos, por un lado, y procedimientos, tanto en la academia, como en el plano de la práctica electoral, de los propios organismos electorales.

No me detengo sobre el punto, pero la cantidad de temas, de conceptos que han tenido que replantearse a la luz de esta virtuosa relación entre análisis conceptual y práctica electoral es numerosísima.

Por ahí han pasado los conceptos de sistemas de partido, que nos han llevado desde la lógica de un sistema de partido hegemónico a uno de pluralismo moderado para utilizar la célebre clasificación de Giovanni Sartori, el concepto en función de los organismos constitucionales autónomos como parte del proceso de creación, de transición a la democracia, los sistemas de garantía o de doble garantía, los juicios, los distintos juicios que han tenido que construirse como mecanismos de protección de los derechos político-electorales, entre muchísimos otros conceptos.

Cada uno de estos temas ha requerido un desarrollo conceptual, de procedimientos, por otro lado, e incluso de resoluciones jurisdiccionales o incluso medidas afirmativas desde los órganos electorales. 

Cada proceso electoral, para decirlo en breve, enriquece los procedimientos, evidencia las antinomias, refleja los aprendizajes de los competidores y de las autoridades electorales y va robusteciendo poco a poco el sistema electoral que tiene, también, hay que decirlo, un acompañamiento de cada academia.

Cada vez que hay una elección es importantísimo el repensamiento de la academia, no solamente como un acompañamiento a lo que ocurre en el plano de los procedimientos y de las instituciones, sino también como un espacio para poder construir los puntos de referencia.

Quiero terminar esta intervención haciendo, inevitablemente, y aquí les ofrezco una disculpa, Leonardo, esto lo aprendí de ti cuando eras Presidente del IFE, estamos a 40 días de la elección, así que es inevitable hacer una referencia al contexto, al presentar una obra conceptual fundamental y creo que, además, por el espacio privilegiado es una obligación que, como Presidente ahora del INE, tengo que hacer.

Estamos a 40 días, justo hoy, de la jornada electoral más grande de nuestra historia y también probablemente de una de las más complejas y el proceso electoral avanza conforme a lo que ha dispuesto la legislación y los calendarios, no podría ser de otra manera, tenemos 30 años de construcción institucional que permiten que, a pesar de las complejidades y de lo inédito del contexto, el sistema electoral avance en la que es, repito, la elección más grande y probablemente más compleja que hayamos enfrentado.

Los plazos, actividades y las etapas se van cumpliendo. Ha concluido la producción del papel seguridad y del líquido indeleble, se han registrado las candidaturas, iniciaron las campañas electorales prácticamente en todo, a nivel local y a nivel federal, en unos días más concluirá la producción de las boletas y la verificación y depuración del Padrón Electoral, una cosa fundamental que a veces es ya tan natural que damos por sentado, ocurrirá el miércoles próximo, en un par de días, sólo por mencionar alguna de las actividades más relevantes.

Que un modelo electoral tan complejo como el mexicano funcione a cabalidad, no ha sido una tarea fácil. Para dar una idea del tamaño de la elección basta recordar que el próximo 6 de junio habrá elecciones en todas las entidades para al menos algún cargo local, además de las elecciones de diputaciones federales.

Se instalarán más de 162 mil casillas para que casi 94 millones de electores podamos acudir a las urnas, y esto ha implicado una movilización, como pasa en la organización de las elecciones en México, una movilización ciudadana inédita.

Y hay una primera gran noticia, o una segunda gran noticia, la primera es que la elección avanza que, vale la pena compartir en este espacio, la ciudadanía se está apropiando, como nunca antes, y a pesar de ocurrir en tiempos de pandemia, de esta elección.

Más de 48 mil ciudadanas y ciudadanos, nuestros capacitadores asistentes electorales han recorrido a lo largo y ancho el país, han visitado en sus domicilios a más de 13.3 millones de personas con todos los mecanismos de seguridad sanitaria, que han sido insaculadas para poder integrar las casillas, el día de hoy, del millón 460 mil ciudadanas y ciudadanos que necesitamos, ya contamos con dos millones 933 mil ciudadanas y ciudadanos que han aceptado y que son aptas, es decir, que cumplen con los requisitos de ley, más del 200 por ciento.

La elección va, porque las y los ciudadanos se han apropiado de su elección y, al día de hoy, el corte es de esta mañana, prácticamente el 70 por ciento del millón 460 mil nombramientos de funcionarios y funcionarias de casilla ya ha ocurrido, llevamos 12 días en esta etapa y faltan 39 todavía por venir. 

Esto habla de que la elección funciona, la elección va, el sistema electoral es un sistema propicio, pero sobre todo que la sociedad mexicana está reconociendo en las elecciones una vez más el espacio de recreación de la democracia y sobre todo de apropiación y defensa de lo que tanto nos ha costado construir. 

No podría, pues, cerrar esta presentación de un texto fundamental para entender a nuestro sistema electoral, nuestros sistemas electorales, en una vocación comparada, sin presumir que el sistema electoral mexicano, producto no de la lucha, no de la voluntad de un solo hombre, de una sola fuerza política, de una sola ideología, sino de esfuerzos de generaciones de mexicanas y mexicanos desde distintas trincheras, desde la acción electoral, desde la acción política, desde el periodismo y por supuesto desde la academia, han producido, son buenas noticias, nos toca a todas y a todos defender desde las distintas trincheras en las que operamos esto que es de construcción colectiva que venturosamente hoy nos permiten que sean sólo las electoras, los electores con su voto quienes decidan el futuro del país. 

Agradezco muchísimo la oportunidad de nueva cuenta Leonardo, creo que ésta es la tercera o cuarta presentación de este libro y en todas, y no seguiré cansándome de hacerlo, las que vengan, quiero terminar con una felicitación por el esfuerzo y la obra titánica que hoy se concreta en el texto que presentamos, muchas felicidades de nueva cuenta y muchas gracias.     

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