Versión estenográfica de la presentación del libro México, nación transterritorial. El desafío del siglo XXI

Escrito por: INE
Tema: Discursos

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO MÉXICO, NACIÓN TRANSTERRITORIAL. EL DESAFÍO DEL SIGLO XXI, REALIZADA EN EL LOBBY DEL AUDITORIO DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL 

Presentadora: El Instituto Nacional Electoral da la más cordial bienvenida a la Presentación del libro México, nación transterritorial. El desafío del siglo XXI. 

Presiden este acto el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral, doctor Lorenzo Córdova Vianello.

El autor de la publicación, doctor Tonatiuh Guillén López.

Y la Consejera Electoral del Instituto Nacional Electoral, maestra Claudia Zavala Pérez.

Para dar inicio, damos la palabra al doctor Lorenzo Córdova Vianello.

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchísimas gracias. 

Muy buenos días tengan todas y todos ustedes, es un verdadero privilegio recibirlos, y recibirlos en ésta la casa de la democracia esta mañana, además con un pretexto de lujo para esta Institución, que es la presentación del libro de nuestro querido y admirado Tonatiuh Guillén, “México, nación transterritorial. El desafío del siglo XXI”.

Saludo con mucho afecto a mi colega, la Consejera Claudia Zavala; a todas y todos; y, en particular, a la diputada Amalia García, amiga de esta Institución y admirada política mexicana; y a Enriqueta Cabrera también con quien hace mucho tiempo nos une no solamente una amistad, sino además una serie, digamos, de actividades que desde los distintos ámbitos, el de la opinión pública, el de la cultura, pues ha, quiero pensar, contribuido en gran medida en la construcción de una cultura democrática. 

Gracias, de verdad, por permitirnos, Tonatiuh, presentar este libro en este espacio. En lo que no estoy cierto, pero a 17 días de dejar el encargo, probablemente sea mi última presentación del libro como Presidente del INE, después como vuelvo a la Universidad, espero que haya muchas presentaciones más de libros tuyos, míos y otros, así que gracias, de veras, Tonatiuh por tu interés, tu disposición de presentar esta valiosa investigación en el INE.

Y, además, es particularmente relevante y lo digo aquí frente a Claudia, que es la Presidenta de la Comisión del Voto de los Mexicanos en el Extranjero, no solamente para comprender una realidad compleja sobre la que tal vez se ha estudiado poco respecto de la importancia que tiene para nuestro país, aunque Tonatiuh ha sido uno de los más incansables estudiosos de este tema, que es pues la presencia, como lo dicen del otro lado de la frontera, del otro México, ¿no?, del que a veces nos olvidamos y que, en muchos sentidos, al que mucho le debemos como sociedad, como nación. 

Otro México y debo decirlo porque estos primeros 9 años de vida del INE, también son años de balance. En este periodo se ha apostado, se ha visto no solo por mandato constitucional, sino también por convicción institucional y se ha procurado en una lógica no solamente de comprender el México más allá de la frontera, sino también para poder, a partir de ello, garantizar de mejor manera sus derechos políticos y la expansión de los mismos. 

El libro que hoy tenemos el gusto de presentar mi colega, la Consejera Zavala y un servidor, constituye una pieza de investigación de un gran valor académica, al abordar de manera rigurosa la pregunta sobre cómo se define hoy en México nuestra nación, y cómo es la estructura social nacional de nuestro país.


A partir de ello, el autor nos lleva de la mano a través de diferentes apartados y momentos de la historia nacional. Esta sola característica hace ya de por sí del libro un insumo, me parece, de consulta obligada.

No pretendo hacer una síntesis aquí de la obra, no voy a boicotear lo que toda presentación tiene que hacer, que es justamente estimular y provocar a quienes nos escuchan sobre la importancia y pertinencia de leer la obra, no, como dicen ahora los jóvenes, spoilearla, ¿no?

Pero sí me interesa rescatar algunas de las ideas que me resultaron de mayor interés, y sobre todo, hacer énfasis que el autor pone en la evolución de la pertenencia de las personas a la nación mexicana bajo el reconocimiento jurídico constitucional de la nacionalidad, que es algo que en consecuencia trasciende, por supuesto, las fronteras, trasciende el ámbito espacial, el ámbito territorial.

El doctor Tonatiuh Guillén nos explica que la nación mexicana contemporánea toma forma, por decirlo de alguna manera, en la Constitución Política de 1917. Desde entonces, la regulación de la nacionalidad mexicana pasaría por diferentes reformas hasta llegar a su actual redacción, con la última y trascendental modificación constitucional de mayo de 2021.

En el libro queda claro que las reformas de 1997 y 2021 son las que abren la puerta a este nuevo momento de la nación mexicana, su actual característica transterritorial, como la denomina el propio autor.

En 1997, la posibilidad finalmente de la doble nacionalidad fue concedida explícitamente para la primera generación nacida en el extranjero.

Por su parte, la reforma 2021 eliminó la restricción generacional, por lo que dejó de ser requisito que los padres y madres hubieran nacido en territorio mexicano, o alguno de ellos, para ser reconocido como tal.

Por tal motivo, nos recuerda el autor, cito: “Hoy el curso de la nación mexicana se desenvuelve también en territorio extranjero”, y es esta realidad, termino ya la cita, de nacionalidad transterritorial la que el libro describe y busca posicionar en el debate público.

En esta nueva realidad, tal como lo ilustra Tonatiuh, la nación mexicana está compuesta por más de 160 millones de personas quienes, por virtud de nuestra Constitución, son titulares plenas de derechos, incluyendo, naturalmente, los derechos políticos.

Para el autor, la transterritorialidad es una nueva cualidad total de la nación mexicana, es una parte definitoria del concepto mexicano de nación, en consecuencia.

Yo coincido con la lectura que hace el doctor Guillén, respecto de que con la sola entrada en vigor de las reformas constitucionales de 1997 y 2021, millones de personas no nacidas en el territorio nacional ven jurídicamente constituido su derecho a la nacionalidad mexicana.

Y es que, bien visto, el libro que hoy presentamos es también una interesante propuesta de interpretación constitucional en materia de nación y nacionalidad, porque además de ofrecer una descripción de la evolución normativa del artículo 30 Constitucional, nos propone, quienes somos parte de la nación, nos propone una interpretación sistemática del actual primer párrafo del artículo Segundo de la Constitución que establece, sin ambages, que: “la nación mexicana es única e indivisible”.

Nota a pie, que la nación mexicana sea única e indivisible no quiere decir que cabe bajo un único manto, bajo un inconforme pensamiento, bajo una única voz. En los tiempos que hoy corren a veces es bueno recordarlo, que la nación mexicana sea única e indivisible hay que entenderla en su riqueza, pluralidad, diversidad que constituye a su vez su principal riqueza.

Así nuestra nación se conforma por las personas mexicanas por nacimiento, ya sea en el territorio nacional o transterritorialmente, así como por las personas mexicanas naturalizadas.

Y esto, por cierto, permite una adaptación al margen en algún momento, recuerdo haber escrito un artículo que denominé La discriminación constitucionalizada, en donde esto hace reflexiones que ahora menciono del doctor Guillén, trascienden en el texto constitucional de ser una mera referencia sistemática, descriptiva de quienes formamos parte de la nación.

Y lamentablemente, hasta ahí el 30, es absolutamente neutro, pero posteriormente la propia Constitución utiliza esta descripción de los mexicanos por nacimiento y los mexicanos por naturalización, para discriminar entre unos y otros, y para constituir auténticamente mexicanos de primera y mexicanos de segunda.

Por ejemplo, hablando de los derechos políticos, los mexicanos por naturalización, mexicanos que no dependieron de la aleatoria circunstancia de nacer en México o de ser hijo de mexicano, mexicana, sino que quisieron convertirse en mexicanos, que no siéndolo originalmente decidieron por voluntad pertenecer a la nación mexicana no tengan los mismos derechos políticos de quienes, por una, yo digo, venturosa casualidad nacimos en este país, en su territorio, o nacimos hijos de quienes son mexicanas o mexicanos.

Los mexicanos por naturalización siguen sin tener acceso, no digo a los cargos de representación popular por tener vedado el derecho al voto pasivo, sino además, con una concepción chovinista y decimonónica, ni siquiera pueden ser, supongo que para no poner en riesgo la seguridad nacional, directores, ¿qué sé yo?, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad, porque la propia Ley Orgánica, por ejemplo, o directores de la Escuela Nacional de Música de nuestra UNAM, lo que seguramente es algo gravísimo en términos de seguridad nacional.

Imagínense un polaco que quiso convertirse en mexicano, que se vuelva Director de la Escuela Nacional de Música, el riesgo que significa para la entidad nacional. Esto simple y sencillamente para decir que la agenda de los derechos es una agenda todavía pendiente en nuestro país.

Y en ese sentido, el libro de Tonatiuh nos ayuda sin lugar a dudas a contextualizar este problema.

Pero vuelvo al texto para no, no digo desvariar porque no creo que sean desvaríos, estoy convencido de que tenemos mucho en la agenda de convertir a esta democracia, auténticamente una democracia incluyente, y que garanticen los derechos políticos de todas y todos, sin discriminar. Pero en lugar de andar modificando la Constitución en temas que ya están resueltos, a lo mejor valdría la pena que la así llamado constituyente permanente se avocara a reformar la Constitución para modernizarla.

Es decir, para ir hacia adelante, no para volver a un pasado que, afortunadamente, dejamos atrás.

Pero no me pierdo, vuelvo al libro de Tonatiuh.

En palabras del autor metafóricas y también líricas, “lo que ahora existe son dos grandes telares elaborando simultáneamente el mismo tejido nacional, cada cual, con sus características inherentes”

Ciertamente, la nueva etapa de la nación, demanda diseñar e instrumentar un aspecto institucional más complejo y especializado de acuerdo con objetivos claros y poblaciones específicas en el extranjero, es decir, con una perspectiva de justamente una nación transterritorial.

No debe escapar a nuestra reflexión, el llamado que hace Tonatiuh Guillén, al Estado mexicano en su conjunto, a garantizar los derechos políticos y en general todos los derechos de este grupo de personas mexicanas, justo en la tónica que acababa de mencionar.

En épocas de reformas electorales como las actuales, no debería haber pasado desapercibido al Poder Legislativo la advertencia que desde el año 2021 hizo nuestro autor en la obra que presentamos.

Cito, “si las vigentes regulaciones políticas y electorales tienen por base su diseño de la nación territorial, su efecto de exclusión contra la población mexicana en el extranjero es inevitable” y, por cierto, aquí termina la cita y agregó yo, y eso no se va a resolver minando la confiabilidad y la certeza de nuestro sistema electoral, eso no se va a resolver dándole al gobierno de donde se sustrajo para poder democratizarnos la facultad de definir quienes son los votantes, los potenciales electores, la facultad de validar quién puede votar desde el extranjero, como lo pretende el así llamado Plan B.

Ni tampoco se va a resolver, en esta lógica de ampliar derechos políticos y maximizar la inclusión de las y los mexicanos que viven fuera de nuestro país, eliminando como requisito para poder votar la que ha sido como lo ha denominado la Consejera Zavala, la clave para el ejercicio de todos nuestros derechos políticos que es la credencial para votar con fotografía, para decirlo en pocas palabras, ampliar la base electoral, maximizar los derechos no puede, no debe hacerse, poniendo en riesgo la certeza electoral.

Qué bueno que ahora se quiera permitir que para votar desde el extranjero, los mexicanos no necesiten la credencial para votar, sino la credencial, perdón, lo que quiero decir que qué bueno que se intenta ampliar la base electoral fuera de México, pero que malo que esto se haga planteando que vas a documentos cuyo control trasciende la vigilancia del INE, y dependen del gobierno en turno,  a veces me da la impresión que quienes gobiernan piensen que lo voy a hacer para siempre, pero una democracia como la historia de los últimos 30 años, nos recuerda que el gobierno es un mandato temporal, que las y los ciudadanos le damos a quienes temporalmente ocupan esas funciones.

Insisto, coincido con Tonatiuh en el planteamiento, repruebo como mexicano, como titular de órgano electoral la ruta que se sigue, es decir, no por ampliar la base electoral en el extranjero minemos lo que tanto nos ha costado con confianza y seguridad jurídica en nuestras elecciones, porque si no, incluso suponiendo que se trata de un buen propósito, que voten más mexicanos desde el extranjero, esto no se consigue colocando en riesgo la credibilidad y la legalidad de nuestras elecciones.

Digámoslo como lo es, las reformas constitucionales de 1997 y 2021, reconocen que las personas migrantes, oriundas y ahora también sus hijas e hijas, y toda su descendencia, son parte de la nación mexicana y son titulares de derechos humanos, incluyendo los derechos políticos.

No debemos descartar que el legislador no haya entendido lo que aprobó con esas reformas, ustedes saben, a veces pasa con mucha más frecuencia de lo que quisiéramos o de lo que nuestra capacidad de sorpresa puede tolerar, que el legislador a veces, no digo no sabe lo que votó, o sea, sino ni siquiera lo lee. El Plan B es un buen ejemplo de ello. 

Sin embargo, corresponde al Estado mexicano, en su conjunto, promover, proteger, respetar y garantizar los derechos humanos de este sector de la población nacional. 

De no asumirse como una tarea de Estado, correremos el riesgo también advertido clara y explícitamente por el autor, de que, cito de nuevo “la nación transterritorial sea artificial y que al final predomine la segmentación y no los principios constitucionales de unicidad e indivisibilidad de la nación mexicana en su pluralidad y diversidad”.

Aunque en el INE somos conscientes de que la construcción de la nación transnacional es un camino al que todavía falta mucho por construir, hay que enfatizar que contamos ya con avances en materia de ciudadanía activa de personas mexicanas residentes en el extranjero. 

Habría que empezar por decir que el proceso electoral de 2017-2018 se consolidó, en éste, una Lista Nominal con más de 180 mil personas relectoras residentes en el extranjero, de casi un millón de potenciales votantes, lo cual nos habla también de lo mucho que hay que hacer para convencer a los connacionales que viven fuera del país, de que vale la pena tener su INE no solamente para identificarse, sino también para ejercer activamente los derechos políticos, en primer lugar el del voto. 

Y el INE pudo constatar también, eso hay que reconocerlo, a pesar de esta cifra y de este pendiente, un incremento en su participación en las elecciones realizadas en 2018 respecto de las elecciones anteriores. Las de 2018 han sido las elecciones realizadas en el país con el mayor número de votos provenientes desde el extranjero aunque todavía, sin lugar a dudas, vuelvo a insistir, lejos de lo que sería deseable. 

En lo que se refiere a la credencialización de las personas mexicanas residentes en el extranjero, al 28 de febrero de este año, el último corte que hoy tenemos, el INE ha procesado 1.7 millones de credenciales, lejos todavía de la cantidad de mexicanos que tenemos, pero eso no lo vamos a resolver dejándolos votar con un documento como el pasaporte o la credencial para votar. 

Vuelvo a insistir, perdón, no para votar, la matrícula consular, vuelvo a insistir. 

De las cuales ya han sido entregadas 1.3 millones, ése es el número de potenciales votantes al día de hoy, que podrían participar en las elecciones de 2024. 

De cara a los procesos electorales de Coahuila y del Estado de México, entidades en donde para la elección de gobernador existe la posibilidad del voto desde el extranjero, el 4 de junio de este año, han sido procesadas 30 mil 258 y 74 mil 393 credenciales respectivamente, aunque no todos son los que tienen estas credenciales, han decidido participar en dichos comicios. 

En el INE estamos abocados al impulso de esta agenda, en el proceso electoral local de 2020-2021, se contó con una Lista Nominal de residentes en el extranjero de 32 mil 305 personas, de las cuales votaron 18 mil 079. Y aquí hay un dato, en 2021 solamente pudieron votar para elecciones locales porque todavía los mexicanos residentes en el extranjero no pueden votar para las elecciones de diputados. 

Y aquí permítanme anotar una paradoja: En estos días de cierre de balance, me dicen y qué hay que autocriticar, porque ustedes nada más están edulcorando el trabajo bien hecho, cosa que hay que hacer.

Bueno, que las medidas afirmativas que hemos tomado el INE y el Tribunal Electoral, nos han llevado a una paradoja. A los mexicanos residentes en el extranjero, a nuestros migrantes ya se les reconoció para la Cámara de Diputados el derecho de voto pasivo, en efecto, en la actual legislatura, a la que pertenece la diputada García, hay migrantes por primera vez, diputados migrantes. 

El único problema es que se nos olvidó activar el voto activo. Es decir, esos diputados migrantes fueron elegidos por ciudadanos mexicanos que vivimos en México. 

Y creo que es un poco una paradoja, porque en teoría, hasta donde la práctica constitucional enseña, primero hay que activar el voto activo y después el pasivo, porque no es una buena cosa que los migrantes hoy estén representados por quienes decidimos los que no somos migrantes, pero bueno, hay prensa aquí, así que hay un elemento adicional de los pendientes para que luego no digan que aquí no hay autocrítica, ¿no?

Para los procesos electorales 2022-2023 con corte del 10 de marzo de este año, es decir, Coahuila y Estado de México, ya se cuenta con un total de 17 mil 842 solicitudes de registro, de las cuales cuatro mil 839 son para esta modalidad de voto electrónico a través de Internet, o bien, del voto electrónico a través, por primera vez lo haremos, Claudia, gracias a la iniciativa de la Comisión que tú presides, que podrá emitirse el voto en urnas electrónicas en cuatro consulados en el exterior.

De este universo de personas, siete mil 257 ejercerán sus derechos políticos con su credencial expedida en el extranjero y 585 con su credencial expedida en México y ojalá en el futuro no haya quien pueda ejercer su voto con pasaporte o matrícula consular, porque eso quiere decir que estaremos en problemas y que el Plan B fue declarado constitucional por las instancias que deben salvaguardar y restablecer el orden constitucional y democrático en el país. 

Por otro lado, como ya decía, debo reconocer que por primera vez en nuestra democracia y en acatamiento de una determinación del Tribunal Electoral, el INE ordenó en las elecciones de 2021 a partidos políticos, a lo que los partidos políticos nacionales postularan a mexicanas y mexicanos migrantes en cada una de las 5 listas plurinominales, en cada una de las 5 circunscripciones dentro de los primeros 10 lugares de sus listas.

No obstante, como ya mencionaba, esta determinación que, sin lugar a dudas, es encomiable en la maximización de los derechos políticos de los mexicanos que viven fuera del país, refleja un claro oscuro, una paradoja en el sentido de que, como ya mencionaba, esos representantes no fueron electos por quienes presuntamente representan.

La ampliación del concepto de nación, término que es inmejorablemente ilustrada por el doctor Tonatiuh Guillén, en esta obra nos pone ante enormes retos para consolidar un modelo de Estado-Nación, en el que ser nacional no necesariamente es sinónimo de ser habitante, de ser residente, sobre todo entendiendo que nuestro país la movilidad demográfica, la migración atraviesa no solo nuestra historia y la vida de nuestras familias, sino en muchos sentidos también la identidad nacional. 

Muchas gracias, Tonatiuh por darnos la oportunidad de reflexionar sobre estos temas y por ayudarnos a entender la dimensión del desafío que supone garantizar los derechos políticos de todas y todos los mexicanos, independientemente del lugar donde se encuentran.

Muchas gracias.

Presentadora: A continuación, damos la palabra a la maestra Claudia Zavala Pérez.

Consejera Electoral del INE, Beatriz Claudia Zavala Pérez: Muchas gracias, Julieta.

Saludo con mucho gusto a todas las personas a quienes nos acompañan presencial, y por la vía virtual.

Doctor Tonatiuh, un gusto tenerlo por aquí. Presidente, un gusto compartir esta mesa y esta presentación.

Es muy importante, Diputada Amalia, que, de verdad, quienes están en los órganos representativos pongan atención a quienes se dedican a conocer y a desentrañar nuestra historia, porque eso es lo que nos permite ver hacia dónde queremos llegar.

Y gracias por estar aquí, reconozco que nos acompaña siempre, pero sobre todo por ser abierta a estos insumos.

Gracias a todos ustedes también por estar aquí en sus múltiples actividades.

Yo estoy convencida que conocer la historia, el origen de los conceptos, la razón de ser de los conceptos y de las instituciones nos permite tomar conciencia de dónde venimos para poder saber a dónde queremos llegar.

Y creo, doctor Tonatiuh, que tú nos das esos elementos en toda tu investigación.

México, nación transterritorial, última entrega de doctor Tonatiuh Guillén, emprende el ambicioso esfuerzo de relatar el viraje que ha tenido la idea de nación mexicana a lo largo del tiempo, a partir de los diversos diseños normativos e institucionales de los últimos 200 años y de sus transformaciones sociales y culturales.

En su análisis, el autor no pierde de vista el recorrido que ha experimentado nuestro país, desde el momento en que puede considerarse como tal, con la llegada del México independiente. Y de ahí su evolución a partir de una idea de nación, que se cimienta en la ideología del momento, pero también en la realidad social y en los cambios internos y exógenos que le han dado forma en tiempos recientes.

México es una nación compleja, cuya historia ha determinado su forma de observar el mundo, y de reflexionar sobre sí misma para comprender su identidad.

Desde nuestros orígenes mesoamericanos, el país puede reconocerse como un mundo histórico, en el que el mosaico de culturas, cosmovisiones e identidades dieron forma a un imperio universal, que tras su derrocamiento sería sustituido por otro: el imperio español.

La conquista fue un hecho histórico que pretendió promover la unidad de los opuestos: lo indígena y lo europeo, con el fin de concentrar en un mismo territorio la cultura y la religión ancestrales, con la política, la tradición y la idiosincrasia occidental, con miras a alcanzar cierta estabilidad.

Sin embargo, esa fusión de opuestos fue germen de contrariedad y pesadilla, y al final, el punto de quiebre que provocaría la necesaria ruptura: la independencia disruptiva, que en su camino de destrucción logró una cimiente creativa, la construcción de una identidad nacional.

Esto lo documenta muy bien nuestro autor en la primera parte de su libro.

El orden novohispano impuso un orden vertical con una lógica descendente condenado a perdurar, pero no a transformarse.

La sociedad colonial regida por el derecho divino y el absolutismo monárquico no dio espacios a la pluralidad del mundo indígena o a la expresividad de la mestiza.

Una guerra fue el factor necesario para lograr el cambio de paradigma, con la insurgencia independentista se construyó la primera idea de nación mexicana desde los escombros.

Era urgente derribar el poder central derivado de la colonia y poner punto final a la explotación sistemática; en consecuencia, los independentistas dieron forma a una idea de nación de alcance continental, la nación americana, que más que una realidad, supuso un futuro al cual aspirar.

En ese momento la nación miró hacia adentro de sí con el propósito de encontrar sus orígenes, sin embargo, como apunta el doctor Tonatiuh Guillén, “el reconocimiento explícito de los pueblos indios como esencia de la nación, no estaba en el panorama conceptual de las élites finalmente triunfantes del periodo de independencia”, tampoco de los grupos que apoyaban a la monarquía o a la república.

Los independentistas del siglo XIX prefirieron apostar por la abstracción y los escenarios de secesión, a dar pasos dirigidos a lograr la inclusión. De modo que las élites dirigentes de la independencia se consolidaron como herederas del viejo orden social español, y artífices de un sistema feudal, y no como precursoras de nuevas estructuras sociales, a pesar de su aparente rechazo de la corona y del viejo régimen.

Esa visión patriarcal que en muchos momentos nos las hace y nos la pone explícita el autor, literal dice así, padres, masculino, y lo vuelve a reiterar a lo largo de la obra. Esa visión patriarcal excluyente que negó nuestros orígenes, encontró en la Constitución de 1857 una traducción jurídica acorde a sus necesidades y la palestra adecuada para hacer un pronunciamiento político, la nación será anti extranjera, antiimperialista, republicana, federal y laica.

La crítica al orden colonial se redujo, entonces, a cambiar la ley, pero no a la realidad, con base en una triple negación, la del legado español, la de los orígenes indígenas y la de la religión católica.

Y se enarboló el principio jurídico de la igualdad ante la ley como medida de todas las cosas, a pesar de sus propias contradicciones.

En ese contexto, la nación se fundó en una razón, todos somos iguales. Pero quienes confeccionaron ese principio no fueron capaces de fundamentar su afirmación, de modo que el enunciado no fue congruente con la realidad ni con la necesidad de darle sustancia y contenido a la consigna, antes de difundir el mensaje como una buena noticia, convirtiéndose la utopía en el cimiento de la base social y de las instituciones. 

El nuevo pacto político social surgido de la revolución, fue el último intento de las élites para someter la vida social a un proyecto racional. En ese escenario, la revolución pretendió volver a sus orígenes y en el trayecto construyó un concepto de nación que miró al pasado. 

En esa mirada, la nación no fue incluyente ni dejó de ser patriarcal, la regulación constitucional y legal de 1917 a 1996, excluyó a momentos a las mujeres, al condicionar la nacionalidad a la figura paterna, a las y los indígenas, a las y los inmigrantes y residentes en el extranjero, así como aquellos que tenían doble nacionalidad. 

Al invisibilizarlos y mantenerlos en el ostracismo y fuera del concepto de nación, por un tema de costumbres, de cultura, de lengua, pero sobre todo, de territorialidad. 

En ese momento la construcción de la idea de nación fue resultado de un proceso interno que se negó a ver hacia afuera, que se evadió de la realidad y le apostó al pronunciamiento nacionalista grandilocuente, no así a cubrir las necesidades que revelaba una sociedad en permanente mutación. 

El doctor Tonatiuh apunta con acierto, “México no ha sido una nación, sino una variación de naciones, relacionadas históricamente, entretejidas, pero con rasgos diferentes”. 

Fue necesario que pasaran 80 años para que en 1997 el constituyente mexicano se percatara de sus lamentables olvidos y mudara del concepto de nación territorial a otro extraterritorial o transterritorial como lo utiliza nuestro autor. 

En términos del doctor Guillén, hacia finales de siglo XX, el nacionalismo radical de principios del siglo había perdido su ímpetu. 

En consecuencia, con la reforma de 1997 y después con la de 2021, la nación mexicana creció de 10 millones de personas a 14 millones de personas, todas nacidas fuera del territorio nacional. 

El viraje de una nación territorial a otra transterritorial o extraterritorial ha supuesto la transformación de las normas constitucionales y de las instituciones, pero sobre todo, ha hecho necesario tomar en cuenta el contexto social al que nos enfrentamos como un país, con el fin de ampliar la mirada introspectiva hacia adentro que caracterizó etapas previas y lanzarlas hacia afuera de los límites del territorio, e incluir todo aquello que es nuestro, que forma parte de nosotros, fuera de las fronteras. 

Y aquí quiero decirles que el libro en lo personal, me aportó muchísimo y agradezco al Presidente que me haya incorporado, porque sí estoy clara, ya el Presidente ahora Lorenzo, nos hizo ver en qué estamos trabajando, pero creo que la perspectiva va más allá, justo reconocer que las y los mexicanos somos mexicanas y mexicanos con nuestros derechos, con independencia de dónde estamos, dónde nazcamos. 

Y reconocer también que falta mucho por trabajar, pero que hemos empezado a trabajar desde el INE, falta articularnos a nivel Estado Mexicano. 

Pero desde el INE tenemos la perspectiva de los derechos no solo de votar y en este caso con las paradojas de ser votado, sino también en una amplia visión, la participación política de las y los mexicanos que se encuentran fuera de México, ya sea que nacieron allá, esas segundas, terceras generaciones y que debemos trabajar por ello.

Por eso, desde el INE hemos implementado unas acciones, además para promover la credencialización como elemento esencial para el ejercicio de sus derechos político-electorales, ampliar la visión a una educación cívica. Porque tenemos que tener claro que quienes nacieron allá, están acostumbrados a otro modelo y a otro sistema y que habrá que decirles cómo es nuestro sistema electoral. 

Porque es muy diferente, por ejemplo, del que conocen en Estados Unidos. Allá lo que es permitido, aquí está prohibido y hay que ir caminando de la mano y hay que atrapar a las juventudes, a la niñez no solo es el reclamo de nuestras mexicanas y mexicanos, me buscas nada más cuando te intereso para voto y no. 

Hoy el INE está trabajando desde la niñez, desde la adolescencia para ir preparando a las y los mexicanos a un pleno ejercicio de sus derechos. 

Tenemos mucho qué hacer. Yo lamento que el legislativo no hubiera preparado el camino para hacer una reforma que verdaderamente se hiciera cargo de los problemas que se tienen. 

La paradoja de que puedan ser votados personas migrantes y no puedan votar la comunidad que se encuentra residiendo en el extranjero, es muy grave no porque nosotros no podamos decidir quién, sino porque a ellos se les está limitando en ese derecho para las diputaciones.

Y ahora viene el proceso con las senadurías y seguro va a haber el reclamo de ser votado en las senadurías y el modelo no se ajustó. No se les dio una respuesta. 

Yo lamento mucho esto que no se hayan sentado desde el legislativo para poder ver la amplitud de los derechos. 

El libro, doctor, te agradezco muchísimo, me dejó mucho aprendizaje y tengo más claridad en que como consejera electoral seguiré trabajando de la mano con mis colegas para poder garantizar esos derechos. Y seguiré trabajando incansablemente para que pese a todos los obstáculos que podamos encontrar, siempre tengamos la visión protectora de garantía de sus derechos, porque ellas y ellos, la historia y tú nos los dejas muy claro, ha sido muy injusta en dejarlos fuera. 

Y hoy tenemos más de 38 millones de mexicanas y mexicanos que deben ejercer su derecho y vamos a ganarnos su confianza, así como lo hemos hecho aquí en México. 

Muchísimas gracias, doctor. 

Gracias. 

Presentadora: A continuación, damos el uso de la voz al doctor Tonatiuh Guillén López.

Tonatiuh Guillén López: Muy buenos días.

Muchas gracias.

Por razones muy distintas, tengo pues una felicidad muy especial de estar hoy aquí, primero por estar en el INE, esta gran institución, por lo que defiende el INE, por lo que significa el INE.

Y por ello, pues es un orgullo estar aquí por compartir y ser solidarios en esta coyuntura. Esa motivación, muy particular, la tengo ahora.

Y agradezco especialmente a la consejera Claudia Zavala, muchas gracias a Lorenzo Córdova, Consejero Presidente, su maravillosa exposición de los temas del libro, el haber abierto este espacio.

Y sobre todo, su generosidad y compromiso con esta nueva dimensión de la nación mexicana, y el énfasis que ha puesto en sus implicaciones políticas para la población mexicana que existe y está reconocida como tal, como parte de la nación, y que no vive en el territorio.

Es ese gran cambio es el que estamos no optando, sino es ya una realidad, no es una opción el reconocer o el tener enfrente a la nación transterritorial es ya una realidad.

El gran desafío es asumirlo y adecuar al Estado todas las instituciones del Estado para que sintonicen con esa nueva realidad de la nación.

Agradezco los comentarios que se hicieron a libro, porque lo describen bien. Y sí es un libro dedicado a la nación mexicana en su bicentenario, ahí nació el balance, el inicio de la reflexión.

Y es un libro que recorre la evolución de la nación, desde la perspectiva de sus conceptos. O sea, la nación mexicana se ha dado así misma conceptos de nación: unos, siglo XIX; otros XX; y otro más en el XXI.

Y en cada concepto va implícita una definición del espacio de pertenencia de quienes formamos la nación, y quienes no forman la nación.

Y en esta evolución del concepto de la nación, en realidad el énfasis final es hacia el siglo XXI, por eso la nación transterritorial.

Pero en esta historia de largo plazo de la nación, pues sí me gustaría detenerme en tres costos que ha tenido esta evolución, porque la nación pues no se diseña en espacios mágicos y todo blandito, y no siempre ha estado en situaciones críticas difíciles.

Y en esta historia, si uno lo mira de largo tiempo, hay tres grandes procesos y poblaciones marginadas, o relativamente marginadas, o apenas en proceso de inclusión. Lo podemos ver así en el largo plazo de los 200 años.

La primera población, excluida la población indígena, cuando Hidalgo dice, vamos a liberar a la nación mexicana, a la nación americana, cuando dice liberar, quiere decir que existió una nación antes, o sea Hidalgo no, crea una nación conceptualmente estamos hablando, sino libera una que ya existía, cuál es la que existía, una población indígena, como haya estado, pero es la referencia la población originaria, pero a la hora de la representación política, esa nación quedó fuera de la jugada.

La segunda población excluida y todavía no termina esa película de corregirse, son las mujeres, el concepto de nación, de nacionalidad, de herencia de nacionalidad era literalmente paternal, la patria estaba en la sangre de los hombres y las mujeres tenían una nacionalidad condicionada.

Había un tiempo en que si la mujer se casaba con extranjero, pues asumía, decía naturalmente la nacionalidad del esposo, y ya después nos pusimos muy flexibles y dijimos y si se muere el esposo muy podrá recuperar la nacionalidad mexicana.

Pero, hay un maltrato terrible en la nacionalidad en las mujeres, y la tercera población excluida de esta evolución de nación, es la población migrante, entonces toda la evolución del concepto de nación ha ido avanzando en cubrir esos saldos, esas deudas históricas, y con la población migrante, apenas se avanzó de manera sustancial hasta el año 97 y en el año 21 gracias a la iniciativa de la senadora Olga Sánchez Cordero, se le quitó una línea al artículo constitucional que condicionaba la herencia de nacionalidad que padre o madre hubiera nacido en territorio mexicano.

Y quitar solo esa línea implicó otro espectro social de nación, de repente crecimos 12, 13 millones más, que la nación reconoce como mexicanas y mexicanos.

Estas adaptaciones del concepto de nación y aquí me quedo solo con la parte de la población mexicana y el exterior, genera, que el espectro social, que la nación define como propio, pues ahora seamos más o menos 130 millones en el territorio y otros 308 chance 40 fuera del territorio.

Y agrego, con plenos derechos, estamos hablando de mexicanas y mexicanos, salvo las restricciones que hay para la doble nacionalidad, sobre todo en algunos cargos que luego se nos brinca, veremos algunos ejemplos. Salvo las restricciones que hay de doble nacionalidad, todo lo demás son los derechos que le pertenecen y que le reconoce la nación a los mexicanos en el territorio y fuera del territorio. Y eso de plenos derechos hay que tomarlo completamente en serio.

¿Cuál es la implicación más importante?

En una sociedad democrática y esperemos que estos jaloneos finalmente conduzcan a otra etapa superior de nuestra democracia y no a un escenario regresivo, pero en una sociedad democrática la hipótesis es que el Estado se adapta a la estructura de su sociedad y no al revés, no es la sociedad la que se adapta a la estructura del Estado.

Si la hipótesis es correcta, el Estado mexicano, y aquí es el Estado mexicano, todas sus instituciones, todos sus poderes, en todos los ámbitos necesita relacionarse y debe relacionarse con toda la estructura de la nación.

En otras palabras, el Gobierno Federal no puede estar mirando solo a la población que está en el territorio, ni los gobiernos de los estados a la población que tiene al lado, ni los municipios a la población que tiene ahí. De alguna manera, están siempre interactuando con una estructura social mayor y así va para todo.

Entonces, la adaptación y el reconocimiento del Estado, de su nueva estructura social, es un proceso progresivo, pero hay que empezarlo. Y qué bueno que el INE, por ejemplo, está en esa ruta, pero va para todos. 

Ahora he tenido unos diálogos superinteresantes con INEGI. Bueno, INEGI tiene que redefinir su horizonte de lo que se llaman las cuentas nacionales, la planeación del desarrollo, la cultura. La diversidad cultural pues va a ser tan nacional la cultura mexicana que evolucionó en Yucatán, como la que evolucionó en Los Ángeles. Y el arte chicano y la cultura chicana y la música y todas sus expresiones artísticas, forman parte de lo nuestro. 

Ahora, lo cierto es que nuestro diseño constitucional, sobre todo el que arrancó en el XVII, era muy excluyente de la migración. 

Recordarán que tuvimos un siglo XIX muy terrible con invasiones y pérdida de territorio y cuánta cosa. Entonces, se explica muy bien el tono anti extranjero, pero ahí de pasadita el daño colateral fue con nuestros migrantes y en nuestra definición de nación. 

Entonces, apenas estamos rectificando esa historia, pero lo quiero poner en términos más grandes y es que la redefinición de nuestra estructura social de nación, nos deja en otra etapa histórica de todo, de la población, de la cultura, del Estado, de nuestras relaciones en la sociedad misma. Las remesas con todo y lo importantes que son, solamente son un fragmento de toda la interacción social que ocurre entre nuestra población, entre nosotros, es muchísimo más que eso. 

Bueno, entonces, termino con comentarios prácticos, muy prácticos, que la nación una vez que se ha extendido, tiene el gran desafío de la reforma del Estado y tiene desafíos de cortísimo plazo, tan simples como es la formalización de la nacionalidad porque mucha población en el extranjero no sabe que ha sido reconocida como parte de la nación y nuestras instituciones como relaciones exteriores, embajadas y consulados, necesitan redefinir su paradigma, sus funciones, sus acciones, desde lo más sencillo como es empezar a formalizar, es una tarea imprescindible de formalizar actas de nacimiento, pasaportes, CURP, lo que sea, pero esa formalización es imprescindible y es un proceso grande que va a terminar en algún momento, en la credencial electoral. 

Y el otro gran asunto político es que ya lo del voto en el extranjero ya nos quedó como un tema pequeño, diputación de migrantes ya nos quedó como un tema pequeño. Senador migrante, ya está pequeño, el gran asunto es el que sigue, la representación política. 

Entonces, ¿cómo se representa esa parte de la nación en la estructura del Estado nacional?, gran asunto, no simple de resolver, nada simple, pero es el gran asunto. 

Entonces, sobre esa base hay que repensar todo, desarrollo, planeación, cultura, estado, la homologación escolar, los sistemas escolares, va todo. 

Entonces, ése… al final es ése el mensaje del libro, la nación transterritorial y la reforma del Estado obligada de la nueva realidad de la nación, es eso, a resumidas cuentas es eso. 

Pero es una tarea histórica gigantesca, no es una medida, es un proceso enorme y que nos va a tardar, no es tampoco mágico, pero hay que empezarlo y hay relaciones exteriores creo que tiene una parte crítica, pero todas las instituciones, todas. 

Decía hace un rato INEGI, mismo INE, los estados, entonces, todo tiene que empezar a repensarse en función de las nuevas dimensiones de la nación. 

Y termino agradeciendo a cada una de las personas aquí presentes, que hayan llegado, lo aprecio muchísimo, lo valoro muchísimo, me siento muy feliz de su compañía y también a las personas que nos acompañan vía remota, nuevamente gracias. 

Querido Lorenzo, muchas gracias, querida Claudia, gracias. 

Y gracias a todos ustedes.

Presentadora: Para continuar, damos la palabra a la consejera Claudia Zavala Pérez para la sesión de preguntas y respuestas.

Consejera Electoral del INE, Beatriz Claudia Zavala Pérez: Gracias, Julieta.

Pues nuestras compañeras están listas para pasar el micrófono, por acá ya tenemos… ah, allá primero y después venimos con usted para las preguntas, por favor.

Les pediría que no fuéramos tan extensos para que pudiéramos abarcar más personas.

Pregunta: Ah, bueno. Buenas tardes.

Primero, muchas gracias a los tres, me parece que son personas con una sensibilidad a la problemática social muy amplia, entonces mi admiración para ustedes.

Y mi pregunta va más relacionada con un fenómeno que apenas se está visibilizando aquí en México, que es el desplazamiento forzado interno. Como lo podemos ver, en Zacatecas literalmente las personas corren de sus casas para salvaguardar sus vidas sin ningún tipo de documentación.

Recientemente, un estudio de Naciones Unidas señaló que el INE sí tenía procesos como, que contemplaban situaciones así, pero aún hay una brecha muy grande.

En su experiencia, ¿cómo podríamos flexibilizar ciertos procesos justamente para contemplar a esta población que escapa de la violencia?, y sobre todo porque muchos de ellos se convierten en solicitantes de refugio en Estados Unidos.


Eso sería todo.

Muchas gracias.

Consejera Electoral del INE, Beatriz Claudia Zavala Pérez: Muchas gracias.

Pasamos el micrófono por acá, por favor, Lupita, y después al señor aquí enfrente, por favor.

Pregunta: Bueno, quería agradecer al doctor Tonatiuh Guillén por este libro necesario, me parece.

Quiero hacer la pregunta muy rápido.

A mí me parece que también se debería de contar el país en donde viven 40 millones de mexicanos, tomar en cuentan el país donde viven 40 millones de mexicanos, que es Estados Unidos, y me pregunto si no sería un buen ejercicio, quizás presente o quizás futuro, pensar en una especie de ingeniería gubernamental.

¿Cómo sería, qué tendría que cambiar Estados Unidos o el gobierno de Estados Unidos para replantear sus propias instituciones de gobierno ante una nueva concepción mexicana de la nación, que incluye a 40 millones de mexicanos en Estados Unidos?

Ciertamente Estados Unidos tendría que cambiar algunas de sus instituciones gubernamentales, y creo que sería un buen ejercicio que nosotros como mexicanos, que pensamos en un México transterritorial con 40 millones de mexicanos en Estados Unidos, nosotros mismos deberíamos, creo, pensar en cuáles serían estas instituciones que Estados Unidos debería cambiar para adaptarse al nuevo México transterritorial.

Entonces, me parece que podría ser un ejercicio futuro.


Eso es todo.

Consejera Electoral del INE, Beatriz Claudia Zavala Pérez: Muchas gracias.

Le pasa el micrófono, gracias.

Pregunta: Gracias.

Soy Félix Muñiz de la Revista Punto Aéreo, en Radiograma, espero que pueda preguntar, no sé si como periodista pueda preguntar.

Consejera Electoral del INE, Beatriz Claudia Zavala Pérez: Pues estamos con el libro, sí, adelante.

Pregunta: Okey, sí, sí, el libro, ah bueno.

Preguntarte, Lorenzo, ¿este voto en el extranjero representaría un peligro para las elecciones?, por el hecho de que no esté bien sustentado su acreditación.

Y para el doctor Tonatiuh, entonces, estos 38 millones de mexicanos que tienen todos los derechos, ¿tendría que pasar forzosamente por una reforma para avalar esos derechos y ellos ejerzan ese derecho?

Serían mis preguntas.

Consejera Electoral del INE, Beatriz Claudia Zavala Pérez: Muchas gracias.

Le parece, doctor, si damos, a estas tres preguntas damos una respuesta, doctor Tonatiuh.

Sí, por favor…

Tonatiuh Guillén López: Sí, muchas gracias.

Voy a hacerlo muy breve.

De desplazamiento forzado y refugio, que son nuestros nuevos movimientos hacia el norte, pues es parte de una tragedia social y humana que no debiéramos estar viendo cómo la parchamos, sino cómo debiéramos evitarla.

Ahí es donde tiene que estar el centro de la atención, no andar dándole vueltas al tema, directamente hay un problema de seguridad, directamente hay un problema de regiones ocupadas por organizaciones traficantes, y hay población que necesita protección ahí.

Creo que más que ver, dándole vueltas al tema.

Segundo, en Estados Unidos inevitablemente la relación bilateral ya se movió, tiene otras dimensiones y otras características. Ahora, y hay un tema que tenemos que analizar con mucha atención, que es la población binacional, son millones la población binacional.

Entonces, no es una cuestión simple. No pensaría en cuestiones de diseño institucional en Estados Unidos, más bien, empezaría por pensarlas desde acá, cómo nos vamos adaptando a ese proceso.

Así que tenemos que dar una discusión más fina sobre, por ejemplo, la doble nacionalidad e instituciones de seguridad nacional, que definen el interés nacional, no dije mal de seguridad, de instituciones que definen el interés nacional.

Supónganse un Presidente que es francés y al mismo tiempo es mexicano, en una situación de conflicto con Francia, cualquiera que sea el resultado de un lado va a quedar bien, y del otro lado va a quedar mal.

Entonces, hay espacios del interés nacional que sí hay que afinar.

Pero ése sería la única circunstancia, todo lo demás no. Creo que el Director del Instituto de Investigaciones Estéticas no habría problema. Pero eso decía la cuestión de la franja de interés nacional, ése hay que revisarla con cuidado.

Y de las reformas a los 38 millones de mexicanos o más, porque también hay que pensar en los mexicanos que están en Canadá, en España, en Reino Unido y otras partes del mundo. Pero es un proceso, reitero, que debe empezar el Estado mexicano progresivamente, no hay que avanzar sin estrategia, pero sí hay que avanzar.

Entonces, yo sugeriría dos, tres entradas: la primera es relaciones exteriores, hay que redefinir nuestro concepto de esta institución de Secretaría, nuestro paradigma de esta institución.

Y otros como INEGI, sería súper valioso que INEGI nos diera ya de entrada un escenario de amplitud, porque sobre eso movemos todo, sobre eso pensamos, pensamos a la nación distinta. Hace poco alguien me dijo una frase que creo que viene muy bien, profesor Cordera, dice «sí hay que pensar al país distinto” pues es eso, y empezar a moverse en función de ello.

Consejera Electoral del INE, Beatriz Claudia Zavala Pérez: Gracias, doctor Tonatiuh.

Presidente.

Consejero Presidente del INE,  Lorenzo Córdova Vianello: Primero es, respecto del tema del desplazamiento interno y qué hacer, pero yo coincido con Tonatiuh, este es un programa que tiene que pensarse sobre cómo se resuelve y asumir que es un problema de Estado, no es un problema solo las instancias de seguridad, no es un problema solo del INE, sino tiene que verse como un problema del Estado, de mismo modo, que aunque podría parecer que ese es un tema exclusivamente del INE, es un problema del Estado, el poder definir de entrada cuál es el impacto real más allá de lo que se dice, de lo que se sospecha o de lo que nos arrojan algunos reportajes, del venturoso periodismo de investigación que sí existe en nuestro país, por ejemplo, respecto de la presencia del crimen organizado en las elecciones, eso no es un problema del INE, hombre, no es un problema solo del INE.

Nosotros no somos instancias seguridad.

Qué hay que hacer frente a eso, para eso están las instancias de seguridad pero tampoco es un problema que insisto nos debe llevar a una reflexión común, como órganos del Estado y coincido con Tonatiuh en ese sentido.

Segundo, un problema de reconocimiento de fenómeno, nombre para poder enfrentar una problemática, primero hay que aceptar que tenemos ese problema, si vamos a estar con una lógica negacioncita y volteamos hacia otro lado como Estado, como órganos del Estado, pues jamás vamos a poder resolverlo.

Y yo diría, aquí si ya entro en el detalle, es decir, y mientras tanto, porque esto solamente…a mí me encantaría que los problemas se resolvieran de la noche a la mañana, son problemas de tal magnitud, de tal dimensión, de tal calado, de tal enraizamiento y potencial dañino en la estructura de la sociedad mexicana, que mientras tanto hay que encontrar algo.

Y creo que tal vez ahí vale la pena, tratar de extender o de ampliar las acciones institucionales, aquí sí pienso en el INE, en lo que el INE puede hacer, era tu pregunta, tratando de emular lo que por ejemplo hacemos para tratar de garantizar el derecho a la identidad de los migrantes, que han sido expulsados o repatriados como eufemísticamente el libro de Tonatiuh incluso nos ayuda a replantear eso, o sea si el concepto de nación es transterritorial, esto de que utilicen términos migratorios, a es que los mexicanos que son repatriados a nuestro país, pues no, el concepto de nación y de patria por ahí van.

Pero más allá de eso, no quiero aquí decir una descripción conceptual, qué hacemos por ejemplo con estos mexicanos que normalmente son regresados a nuestro país, reinternados dirían en nuestro país, les quita todo, dinero, identificaciones y demás, hay un problema de identidad, lo que hemos venido trabajando, luego si dice poco porque en el discurso oficial vende mucho decir que el INE está peleado con el gobierno, y por cierto menos con este, con este gobierno hemos desarrollado más actividades que con ningún otro, hasta dinero le ahorramos de manera copiosa, por cierto, ya que el dinero parece ser un eje monotemático en los tiempos que corren.

Y si no, pregúntenle a la Secretaría de Gobernación cuánto dinero le ahorramos haciéndole el monitoreo de los medios de comunicación, que en el gobierno anterior se pagaba a privados, ahora de manera gratuita, 500 millones de pesos cada dos años, por cierto.

¿Y qué es lo que hacemos en este sentido?

De la mano de las autoridades migratorias, Tonatiuh lo sabe muy bien, en los momentos de repatriación nosotros instalamos módulos temporales para que, si los mexicanos que son repatriados estuvieran alguna vez inscritos en el Padrón Electoral, con la sola huella les generamos este mecanismo que es fundamental no solo para ejercer derechos políticos, sino para identificar que es la Credencial Para Votar Con Fotografía. 

Y tenemos mecanismos expeditos para que en solo 3 días esa credencial esté incluso en los lugares de destino. 

Si se hubiera internado por Tijuana y vas a Zacatlán de las Manzanas, en Puebla, en el módulo más cercana tengas la credencial esperándote para evitar, además de la tragedia que implica la repatriación, además el no contar con identidad. 

Mi impresión es que mecanismos de esta naturaleza podrían, como paliativos, las curitas a las que hacía referencia Tonatiuh, no como solución de un problema, que es un problema de Estado, como decía, avanzar en ese sentido. 

Y luego, muy brevemente, a propósito del voto en el extranjero, tu pregunta Félix, a ver es que el problema que se pierde es el control sobre las elecciones.

¿En qué se centró la construcción de la democracia mexicana?

¿Cuál fue el primer gran acto sobre el cual se construyó un sistema electoral confiable y elecciones auténticas?

Arrebatarle al gobierno el control del Listado Nominal del Padrón Electoral. Porque en el pasado no tan remoto, hace 35 años, quien definía quién podía votar era el gobierno y lo hacía en muchos casos, como está documentado en nuestra histórica político-electoral, de manera absolutamente discrecional. 

En el pasado no hoy, aunque alguno haya quien vive en el trasnochado, en el pasado, antes de que el IFE se hiciera cargo del Padrón Electoral, los muertos aparecían en el Padrón Electoral y muchas veces aparecía que habían votado. 

Los militantes de la oposición eran rasurados del Padrón Electoral. Los simpatizantes del partido oficial, aparecían en ocasiones con el mismo nombre y en otras ocasiones con distintos nombres, lo que permitía la facilidad de votar más de una vez.

Es decir, el Padrón Electoral en el pasado que no hoy, que no en los últimos 30 años, como algunos insisten dolosamente en señalar, el fraude se estructuraba en el control político del Padrón Electoral y, consecuentemente, del listado de votantes. 

Nuestra democratización, Amalia lo sabe bien como una de las artífices, una de las constructoras de esta obra colectiva que se nuestro proceso de democratización, pasó precisamente no solo por construir una autoridad electoral que ya no dependiera del gobierno, que la CFE no dependiera del gobierno, me refiero a la Comisión Federal Electoral, no a la Comisión Federal de Electricidad, esa es otra historia, más allá de la similitud de los titulares.

Que la Comisión Federal Electoral dejara, el órgano organizador dejara de depender del gobierno, y fuera un órgano que paulatinamente devino en un órgano del Estado, pero no un órgano autónomo, quien administrara las elecciones, sino de manera particular que el listado no fuera manipulado de votantes, no fuera manipulado políticamente.

En pocas palabras, de ahí nació la democratización, que el gobierno no tuviera interferencia, intervención es definir quién puede y quién no puede votar, sino que esto se hiciera por un órgano autónomo con la vigilancia y auditoría de todos los partidos políticos, como la piedra básica, la piedra fundamental, la piedra de toque donde puedes construir confianza.

Dicho en pocas palabras, si tú tienes un INE autónomo y afortunadamente seguiremos teniendo un INE autónomo, y los riesgos de captura son los que son, pero afortunadamente hay consejeras y consejeros que van a seguir en sus cargos, manteniendo y garantizando la autonomía de este órgano.

Si tú tienes un INE autónomo, pero el INE ya no es el que va a decidir quién puede votar o no puede votar, ya no vamos a tener elecciones auténticas. Ése es el verdadero riesgo.

¿Y qué es lo que el mal llamado, o el así llamado Plan B plantea? Que ese universo, que Tonatiuh nos recuerda, puede llegar a 38 millones de connacionales, habría que definir cuántos de estos son mayores de edad, pero en todo caso son muchos, y muchos, y muchos puedan eventualmente participar en las elecciones, bajo la validación, así dice, así es el Plan B.

Hay quien dice que mentimos, pues no, no mentimos, lo que pasa es que sí leímos lo que otros que lo votaron no leyeron.

La reforma a la LGIPE dice, a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, que el Listado de los Votantes del Extranjero lo va a validar la Secretaría de Relaciones Exteriores. Y dice esa reforma que para poder votar desde el extranjero bastará o contar con la Credencial Para Votar Con Fotografía, un millón 300 mil, de acuerdo con las cifras que he mencionado que están registrados y validados por el INE, y vigilados por todos los partidos, o el pasaporte, o la matrícula consular.

El INE no tiene ni la más remota idea de cuántos mexicanos en el extranjero cuenta con pasaporte, ni de cuántas matrículas consulares hay. Quien lo sabe es la Secretaría de Relaciones Exteriores, y es una dependencia del gobierno.

¿Qué quiero decir? Que el verdadero riesgo que se abre con esta reforma es que volvamos a la época en la que afortunadamente, no los mexicanos que estamos en el país, pero sí los mexicanos que están fuera puedan votar en un listado que quien lo va a definir es el gobierno.

Justo como ocurría en las épocas en las que sí había fraudes electorales realmente existentes, no inventados, porque para los fraudes imaginarios pues eso no es una discusión de una autoridad electoral sino una discusión que se tiene que tomar con otros especialistas, otros doctores, no doctores en derecho o de…

Entonces, claro que hay un problema, por eso, por eso, porque el INE defiende el sistema democrático, en nuestra controversia constitucional señalamos entre los múltiples agravios, entre las múltiples violaciones a la Constitución, que la definición de quienes pueden votar en el extranjero está en riesgo en términos de autenticidad, porque ya no la va a definir un órgano autónomo del Estado mexicano, sino el gobierno en turno. 

Consejera Electoral del INE, Beatriz Claudia Zavala Pérez: Gracias, Presidente. 

Bueno, solo te voy a complementar un dato porque me parece que es importante respecto del desplazamiento forzado y es que en el INE, por ejemplo, hemos trabajado con el estado de Texas para que los padres que tienen una situación irregular, pero cuentan con su credencial, con ella, la credencial de elector, sea suficiente para que puedan registrar a sus hijos. 

Eso es muy importante, un pasos muy importante que se ha logrado y estamos trabajando en diferentes estados, ustedes saben, en cada estado pues tienen sus propias reglas, sus propias formas, y estamos trabajando también para que haya un reconocimiento de nuestra credencial porque les vamos a explicar todas las seguridades que tiene, todas las seguridades que tiene una credencial y se quedan sorprendidos y hemos estado avanzando. 

Coincido con el doctor Tonatiuh, esto es poco a poco, es paulatino. Lamentablemente los derechos de conquista, o sea, tardamos mucho en reconocerlos y luego para materializarlos es poco a poco. 

Entonces, pero me parece que eso es importante para el enfoque que nos pediste y pues muchas gracias, doctor Tonatiuh, por el empacho intelectual que nos diste, la gran tarea que nos dejas, pero sobre todo, las aportaciones que nos das para seguir haciendo nuestras funciones que es servir a las y los ciudadanos.

Gracias, Presidente.

Gracias a todas y todos, Ana Laura, muchas gracias por estar aquí con nosotros. 

Gracias a todas y todos. 

Buenas tardes. 

Presentadora: Es así como concluye este evento. 

El Instituto Nacional Electoral agradece a quienes presidieron, a las y los asistentes, y a quienes han seguido la transmisión a través de redes sociales y página web del INE. 

Que tengan muy buenas tardes. 

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