Firma de convenio de colaboración INE-TEPJF

Escrito por: INE
Tema: Convenio de colaboración

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA FIRMA DE CONVENIO DE COLABORACIÓN ENTRE EL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE) Y EL TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN (TEPJF)

Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Dolores Ruvalcaba: Les da la más cordial bienvenida a la Firmas del Convenio específico de Colaboración Académica que celebra por una parte, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y, por la otra, el Instituto Nacional Electoral.

Es un gusto para mí presentar a quienes nos acompañan en el presídium, el Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

El Consejero Lorenzo Córdova Vianello, Presidente del Instituto Nacional Electoral.

Bienvenido.

El magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Y el licenciado Edmundo Jacobo Molina, Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral.

Agradecemos a quien se encuentran aquí presentes en la Escuela Judicial Electoral y a quienes nos siguen a través de nuestras redes sociales.

El convenio específico de colaboración académica que se firmará el día de hoy tiene como objeto establecer las bases específicas de colaboración y coordinación entre las partes, para la participación del personal del Instituto Nacional Electoral, en la maestría en Derecho Electoral, impartida por el Tribunal Electoral a través de su Escuela Judicial Electoral que permitirá a las y los servidores públicos cursar estudios especializados en la materia para abonar a su profesionalización.

Vamos a solicitarle atentamente al licenciado Edmundo Jacobo Molina, Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral, que por favor nos dirija un mensaje.

Adelante, por favor.

Secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina: Muchas gracias.

Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.

Señor Magistrado Presidente Reyes Rodríguez Mondragón, Consejero Presidente, doctor Lorenzo Córdova Vianello, Magistrado Felipe Fuentes Barrera, doctora Gabriela Ruvalcaba y, qué gusto saludar al doctor Flavio Galván, a quien hace tiempo no veía y encontrármelo en esta sala, Flavio qué gusto, a todas ustedes, a todos ustedes, muy buenas tardes.

Las reformas electorales que en los años 90 sembraron las bases para la articulación de un sistema electoral compuesto por autoridades especializadas en sus respectivos ámbitos de competencia, permitieron generar las condiciones normativas suficientes para la existencia de contiendas políticas, equitativas, a fin de elegir democráticamente a las y los representantes populares.

Uno de los ingredientes primordiales para el éxito de esas reformas, fue la apuesta por la profesionalización de quienes integran los órganos electorales, aspecto que quedó reconocido en diversas previsiones legales, empezando por la Constitución misma al prever por un lado, que las funciones electorales serán retribuidas cuando se realicen profesionalmente y por otro, incorporando el profesionalismo como uno de los principios rectores que orientan el funcionamiento de las autoridades electorales.

En el caso del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el primer paso fundamental surgió a propuesta de José Fernando Franco González Salas, cuyo nombre, en merecido homenaje identifica el aula magna en que nos encontramos, quien en enero de 1995 propuso la creación del Centro de Capacitación Judicial Electoral del entonces Tribunal Federal Electoral como instancia para fomentar los estudios en la materia hasta entonces con muy poca difusión en el país. 

Este centro sería reconocido por el legislador en las reformas a la ley orgánica del Poder Judicial de la Federación, de noviembre de 1996al amparo de las cuales tendría un nuevo impulso que se mantendría y consolidaría con el paso de los años, como la evidencia a la reforma legal de 2018 que atestiguó su transformación en la escuela judicial electoral. 

Traigo a colación de manera muy breve estos antecedentes, para ofrecer el contexto mínimo que permita apreciar la importancia del acto que aquí nos congrega. 

En efecto, hoy es un día significativo para el sistema electoral mexicano, porque se aporta una evidencia más de la lógica de cooperación y coordinación que siempre ha caracterizado a las instituciones que lo componen, todas, todo en aras de continuar con su fortalecimiento. 

En efecto, el convenio que está por suscribirse establece las bases de colaboración y coordinación para que el personal del Instituto Nacional Electoral pueda participar en la maestría en derecho electoral, impartida por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por conducto de su escuela judicial electoral, que permitirá a las y los servidores públicos cursar estudios especializados en la materia y con esto abonar a su profesionalización. 

Los espacios que se garantizan para integrantes del Servicio Profesional Electoral, así como de la Rama Administrativa del Instituto Nacional Electoral, facilitarán refrendar el compromiso constitucional de contar con el personal calificado necesario para el ejercicio de las atribuciones que le han sido conferidas por el ordenamiento jurídico. 

Con este convenio se refrenda el compromiso del Instituto Nacional Electoral, para apoyar el desarrollo profesional de su personal con diversos programas de profesionalización. 

Este acuerdo refuerza de una manera muy importante, la oferta existente que se tiene con varias instituciones públicas y privadas, para cursar diversos cursos y diplomados relacionados con la materia electoral, pero también, en temas como planeación y administración, presupuestación y evaluación de políticas y programas públicos, tópicos indispensables para la realización del servicio público. 

No puedo cerrar esta intervención sin reconocer la relevancia de este convenio, que no solo abona al fortalecimiento de la profesionalización, y con ello a la calidad de la ejecución de nuestras tareas, sino porque además fortalece el vínculo indispensable entre las dos autoridades centrales del sistema electoral de nuestro país y permite que los criterios jurisdiccionales permeen el quehacer de la autoridad administrativa. 

La verdad es un gran honor dar este paso, uno más de los pasos de colaboración entre la autoridad jurisdiccional y la autoridad administrativa electoral. 

Felicidades, muchas gracias. 

Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Dolores Ruvalcaba: Muchas gracias, licenciado Edmundo Jacobo Molina, por sus valiosas palabras. 

A continuación, le pedimos atentamente al Magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera de la Sala Superior del Tribunal Electoral, quien firmará como testigo de honor, que por favor nos dirija un mensaje. 

Magistrado Sala Superior del TEPJF, Felipe Alfredo Fuentes Barrera: Muchas gracias, Gabriela. 

Muy buenas tardes a todas y a todos. 

Saludo con afecto y respeto a mi querido amigo, el Magistrado Presidente de este Tribunal Electoral, el Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón; al Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral, también nuestro amigo, el doctor Lorenzo Córdova Vianello; al Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral nuestro amigo Edmundo Jacobo Molina, a mi querida amiga Gaby Ruvalcaba, muchas gracias por su apoyo siempre permanente a estas tareas del Tribunal Electoral en el ámbito académico, al público en general, a todas y todos los que nos acompañan presencialmente y a través de las redes sociales. 

Quisiera iniciar este mensaje recordando que el vínculo que une al Instituto Nacional Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es indisoluble. 

Como todas y todos sabemos, nuestra constitución nos ha asignado a cada uno un papel específico, pero nuestra misión es compartida, llevar a la realidad y proteger el sistema democrático que México ha decidido darse a sí mismo para regular el acceso y el ejercicio del poder público. 

En ese contexto nuestro país ha logrado consolidarse como una auténtica democracia gracias a la activa participación de la ciudadanía en los procesos que la materializan, pero, sin duda, también gracias al puntual y excelente desempeño de sus autoridades electorales a lo largo de estas casi 3 décadas, así lo refrenda usted y ustedes lo recordarán días pasados se publicó una encuesta publicada por un medio impreso de comunicación donde se da un reconcomiendo a la sinergia, a la unión entre el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación del 59 por ciento de aceptación. Esto habla de suyo de que juntos haremos una mejor democracia. 

Pero la alianza que existe entre nuestras instituciones, si bien se funda en un mandato expreso de nuestra constitución, se sostiene sobre una firme convección y un permanente espíritu de buena voluntad que ha regido un sin número de acciones concretas de colaboración entre quienes integramos estas instituciones. 

El convenio que hoy se firma profundiza la unión entre las instituciones y se une a la larga lista de acuerdos de coordinación que han existido o están vigentes entre el Instituto y el Tribunal en todos los sentidos, los cuales nos han permitido dar operatividad a importantes mecanismos con el objetivo de potenciar la función electoral, citaría algunos ejemplos:

En materia de fiscalización tenemos un convenio que ha funcionado muy bien para darle fuerza al sistema de fiscalización existente en México. 

En materia de procedimientos sancionadores, o bien, para impulsar la digitalización de procesos como lo exige este siglo XXl con la implementación del juicio en línea entre otras instituciones. 

Esta vez, la suma de esfuerzos se abocará a un tema sumamente relevante para el fortalecimiento de nuestra democracia, como lo es la capacitación del funcionariado del Instituto Nacional Electoral a través de la maestría en Derecho Electoral que imparte la Escuela Judicial Electoral. 

Es para mí un honor fungir como testigo de la firma de este convenio que abrirá un importante espacio para la reflexión crítica y la formación en torno a las diferentes líneas jurisprudenciales de este Tribunal y que se han edificado a lo largo de los años, así como sobre el sistema normativo electoral que hoy nos rige. 

Estoy convencido de que la calidad y el grado de éxito de cualquier programa académico radica en el intercambio de ideas que puede establecerse entre el docente y los alumnos, o bien, entre los propios alumnos en un espacio de aprendizaje cooperativo o colaborativo, según sea el caso. 

Considero que el ingreso de funcionarias y funcionarios del INE a la maestría en derecho electoral aumentará notablemente su labor pedagógica, ya que a través de su conocimiento y experiencia en la Rama Administrativo Electoral, las y los alumnos provenientes del Instituto brindaran una visión más integral y holística a la materia comicial.

Esto, a su vez, creo que es un círculo virtuoso, porque beneficiará a ambas instituciones a partir del análisis de los problemas compartidos a los que nos enfrentamos, pero desde el ángulo y papel que a cada uno nos ha tocado llevar a cabo para encontrar soluciones que sean conjuntas y con una ideología que vaya en sinergia hacia el futuro.

De igual forma estimo que los trabajos académicos y editoriales que se generen a lo largo de los diferentes cursos serán una importante fuente de reflexión para quienes tenemos la responsabilidad de tomar las mejores decisiones en pos del desarrollo y protección de nuestro sistema electoral.

Las y los servidores públicos debemos comprometernos con una formación constante que combine el saber teórico, pero, a su vez, potencie la aplicación práctica, para propiciar, desde luego, la construcción de conocimiento como lo exponen los métodos pedagógicos actuales alrededor del mundo.

Celebro profundamente que, tanto el INE como el Tribunal, estemos comprometidos con la formación y capacitación permanente y caminemos juntos en la consecución de ese objetivo.

De manera particular, agradezco al presidente de este Tribunal Electoral, magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, así como al Consejero Presidente del INE, doctor Lorenzo Córdova Vianello por el inquebrantable compromiso que poseen ambos con la labor académica como herramienta de fortalecimiento institucional.

Mi gratitud también a la doctora Gabriela Ruvalcaba por la guía y esfuerzo para coordinar este tipo de programas de excelencia.

Que el convenio que hoy firmamos sea para bien de ambas partes, pero, sobre todo, para nuestra democracia y para nuestro México entero.

Muchas gracias.

Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Dolores Ruvalcaba: Agradecemos al magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera su valioso mensaje.

En seguida, le solicitamos atentamente al Consejero Lorenzo Córdova Vianello, Presidente del Instituto Nacional Electoral que, por favor, nos dirija unas palabras.

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello,: Muchas gracias, muy buenas tardes a todas y a todos, saludo con mucho afecto y agradecimiento al magistrado presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón; también, por supuesto, a mí siempre y afectuoso y deferente amigo, el Magistrado Felipe Fuentes; al Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral, al licenciado Edmundo Jacobo; por supuesto a nuestra anfitriona, la doctora Gabriela Ruvalcaba y, también, igual que Edmundo, no puedo dejar de saludar a mi querido amigo, maestro y mentor de muchos de quienes estamos aquí, el doctor Flavio Galván, es siempre un privilegio, Flavio, encontrarte y más en sede jurisdiccional.

Gracias.

La profesionalización de las autoridades electorales ha sido uno de los rasgos que han contribuido a la certeza e imparcialidad de los procesos electorales en México. 

La profesionalización de quienes fungirían como árbitros de las elecciones fue una exigencia de la sociedad y de los partidos políticos para erradicar la improvisación y la arbitrariedad con la que se organizaban en el pasado la competencia democrática en aquellas épocas, afortunadamente, idas de un México del así llamado partido hegemónico.

En efecto, en 1990, como decía ya el Secretario Ejecutivo, Edmundo Jacobo, fue el de profesionalización fue originalmente uno de los cinco principios rectores con los que se cimentó la nueva institucionalidad electoral en la reforma que dio origen, por un lado, al Instituto Federal Electoral; y por otro lado, al Tribunal Federal Electoral.

IFE y TRIFE que son el antecedente, el fundamento del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación hoy.

Esta exigencia no fue, en su momento, ni una ocurrencia ni una casualidad del proceso legislativo que encausó el proceso de transición a la democracia, por el contrario, impulsar la profesionalización de las autoridades electorales fue la respuesta del proceso de cambio democrático a la necesidad de contar con autoridades absolutamente imparciales, ajenas a cualquier filia o fobia en el ejercicio de sus funciones, y refractarias a las presiones de los gobiernos y de los partidos políticos.

Más aún, la profesionalización de quienes tienen la responsabilidad de aplicar la ley y los abigarrados procedimientos electorales se confeccionó eslabonada a la creación de un servicio civil de carrera, que desde la Constitución brinda la estructura laboral de la autoridad electoral, de la injerencia indebida por parte de contendientes y gobernantes.

De ahí que desde la mencionada Reforma Electoral de 1990 que dio, entonces, al entonces IFE, se haya establecido en la Constitución las bases para que la autoridad electoral creara un servicio civil de carrera, que tuviera un estatuto y las bases para el ingreso, promoción, remoción y estímulos de quienes decidieran dedicar su vida laboral a la recreación de elecciones limpias, equitativas e imparciales.

Para 1993, se modificó nuevamente la Constitución y el principio de profesionalización desapareció del rango constitucional, pero esto no significó de ninguna manera un retroceso.

Para 1993, el IFE contó ya con una primera edición de su Estatuto del Servicio Profesional Electoral, y para entonces ya formaba parte de la propia esencia de funcionamiento institucional y de la integralidad de las normas que rigieron a la autoridad administrativa.

En el ámbito del Tribunal Electoral, y perdón el coloquialismo, tampoco cantan mal las rancheras, y aunque el Tribunal Electoral fue incorporado el 96 al Poder Judicial de la Federación, los esfuerzos que se han hecho en una lógica de ir generando un servicio judicial al interior del propio Tribunal hablan de que la lógica de la profesionalización permea en todo el aparato electoral, tanto en la dimensión administrativa como en la dimensión jurisdiccional.

Con la Reforma de 2014, dicha disposición fue potenciada, me refiero a la que mandata la creación de un servicio de civil de carrera, un servicio electoral de carrera en el ámbito de la autoridad administrativa, pues se dispuso que para la instrumentación del sistema nacional de elecciones se construyera un servicio profesional electoral de carácter nacional, a partir de la estructura y características que tenía el servicio civil desarrollado por el IFE.

Es en ese sentido que la profesionalización de las autoridades electorales y la creación de un servicio profesional electoral son rasgos característicos de la democracia mexicana y del proceso de construcción de la misma, y que han contribuido enormemente a la construcción de la confianza que la sociedad tiene en sus autoridades electorales.

Para dimensionar la importancia de dichas características, permítanme hacer una aclaración o un señalamiento en perspectiva comparada.

Ni la profesionalización, ni la creación de servicios civiles de carrera son atributos generalizados entre las autoridades electorales de otros países, mucho me temo que, por el contrario, son rasgos atípicos y en muchos sentidos son atributos aspiracionales por la mayoría de las autoridades electorales de américa latina, como la externado, por cierto, las autoridades integrantes de la Unión Interamericana de Organismos Electorales, la UNIORE.

De hecho, permítanme compartirles que el tema de la profesionalización fue uno de los asuntos centrales de la undécimo cuarta asamblea de la UNIORE celebrada en 2018.

En esa ocasión las y los integrantes de la Unión, si bien destacamos como se ha avanzado en los sistemas democráticos del continente, también consideramos que uno de los cuatro temas que resultaba necesario fortalecer en el futuro inmediato, era precisamente el de la profesionalización de los integrantes de nuestras estructuras.

En efecto, en esa asamblea se reconoció que el fortalecimiento de las autoridades electorales pasaba por tres aspectos que habían demostrado tener una centralidad indiscutible para que las elecciones se recreen con libertad de imparcialidad: la independencia, el profesionalismo y la cooperación internacional.

Así, ante la indiscutible relevancia que desde cualquier ángulo tiene la profesionalización de las autoridades electorales, ya sea como medida para el cumplimiento de una disposición constitucional o como una herramienta que contribuye a la calidad, imparcialidad y credibilidad, es que celebro profundamente que el día de hoy el Instituto Nacional Electoral pueda firmar con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación este convenio de colaboración en materia de capacitación.

Como se ha mencionado, el propósito de este convenio es establecer las bases para que, hasta 25 servidores públicos del INE en una primera instancia, espero, puedan cursar la maestría en Derecho Electoral que impartirá el Tribunal Electoral a través de las instancias de capacitación correspondientes en el ámbito de este esta escuela judicial y electoral.

Sin duda, contribuir a la profesionalización de las y los servidores públicos del INE como autoridad administrativa y rectora del Sistema Nacional de Elecciones, es una forma de fortalecer, una manera de fortalecer la calidad con la que se organizan los procesos electorales y un mecanismo para favorecer el desarrollo profesional de quienes con su trabajo diario han elevado la calidad de la democracia mexicana.

Y celebro mucho y de verdad creo que habla de esta nueva venturosa etapa de construcción conjunta entre las instancias electorales el Tribunal y el Instituto, esa generosa y deferente referencia respecto a que impartir clases a 25 funcionarios electorales también servirá, de alguna manera, como una retroalimentación para la tareas jurisdiccionales que imparte este Tribunal.

Muchas gracias, Felipe y cuenten con esa construcción colectiva que hemos venido empujando.

Estoy seguro que estos 25 espacios que inicialmente se han pactado con este convenio se cubrirán rápidamente entre el personal del Instituto Nacional Electoral.

Concluyo agradeciendo a las y los magistrados del Tribunal Electoral por su disposición para compartir estos espacios en el posgrado que se impartirá próximamente y por el apoyo que ello implica para contribuir a la especialización en Derecho Electoral de las y los servidores públicos del INE.

Estoy convencido que convenios como este demuestran las sinergias que se pueden lograr en beneficio de la recreación de las elecciones y nos recuerdan la importancia que, para la calidad de la democracia, tienen que seguir fortaleciendo los altos niveles de desempeño y calidad técnica del personal que integra el INE acompañado, para ello, del Tribunal Electoral.

Sin el proceso de transición, a la incógnita de quiénes podían ejercer el derecho al sufragio, se respondió con la creación de un Padrón Electoral, organizado desde cero a cargo de la autoridad electoral con la vigilancia en los partidos políticos y, a la inequidad de los recursos con que contaban los partidos para la competencia electoral y a las dificultades que estos tenían de acceder a la radio y la televisión, correspondió un modelo de financiamiento público y un modelo de comunicación política que garantice equidad y gratuidad para los contendientes en los medios electrónicos, a la constante exigencia de profesionalización de las y los servidores públicos, que directamente están involucrados en la organización de los comicios, nosotros seguiremos contribuyendo con mayor capacitación.

Y este acuerdo, no solo refrenda una ruta venturosa que recoge, y hay un testigo aquí de honor de esa historia, las mejores prácticas institucionales que a lo largo del tiempo desplegaron el INE y el Tribunal Electoral, de una comunicación cercana, comprensiva y comprometida con el proceso democrático, un acompañamiento cercano, pero respetuoso de nuestras competencias y atribuciones, que refrenda ese compromiso de la profesionalización a través de este Centro de Estudios y Formación de la Escuela Judicial Electoral. 

Ocuparnos de la profesionalización del personal de las autoridades electorales, es una forma de contribuir al cumplimiento del andamiaje constitucional para robustecer nuestra democracia y es también una forma de cuidar el buen desarrollo y la calidad de nuestras elecciones. 

Muchísimas gracias, señores magistrados, señora directora, por abrir las puertas del personal del INE para esta maestría en algo que, estoy convencido, redundará en un beneficio institucional recíproco. 

Muchísimas gracias. 

Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Dolores Ruvalcaba: Agradecemos al Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, sus valiosas palabras. 

Ahora, le solicitamos atentamente, al Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que por favor, nos dirija un mensaje. 

Por favor, Presidente. 

Magistrado Presidente Sala Superior del TEPJF, Reyes Rodríguez Mondragón: Gracias. 

Muy buenas tardes a todas y a todos quienes nos acompañan aquí en la Escuela Judicial, en esta aula magna denominada, efectivamente, “Fernando Franco González Salas”, en un reconocimiento a su trayectoria en el Tribunal Electoral. 

Hace cinco meses que nos encontramos también aquí las y los integrantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral, las magistradas, los magistrados de las salas regionales, Sala Superior del Tribunal Electoral, de las magistraturas de los tribunales electorales estatales, en una segunda reunión después de habernos encontrado también con las consejeras y consejeros de los institutos electorales estatales. 

En ese momento iniciaban los procesos electorales que se van a celebrar el próximo 5 de junio, cerrábamos filas para organizar y arbitrar las contiendas electorales, y desde ese momento hasta la fecha, pues también ya ha pasado la celebración de la primera jornada de Revocación de Mandato.

Hemos realizado encuentros de las seis entidades federativas con proceso electorales, entre el INE y el Tribunal Electoral, y hoy estamos aquí para celebrar la firma de este convenio de colaboración que, sin duda, es un recordatorio para todas y todos nosotros, de que la Escuela Judicial Electoral tiene las puertas abiertas a todo el sistema nacional de elecciones, especialmente al Instituto Nacional Electoral, al Presidente Consejero Lorenzo Córdova Vianello, quien esperemos que también imparta aquí clases, conferencias, sabemos que está próximo a la conclusión de su encargo, en abril del próximo año, lo tiene contado en una aplicación que me enseña cada vez que nos encontramos, ¿no?

Y, por supuesto para que acudan a los distintos programas que imparte la Escuela Judicial.

También el Secretario Ejecutivo Edmundo Jacobo, agradecerle porque en todos estos meses, en estos cinco meses en donde estábamos planeando una serie de actividades de colaboración, ha sido invaluable su apoyo, también estaba aquí el Magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera, en diciembre del año pasado, empujando como siempre los trabajos de capacitación, pero también estos encuentros de colaboración institucional.

No solo la Escuela Judicial Electoral está con las puertas abiertas, ¿no?, sino que además nosotros nos enriquecemos de la participación que pueda tener, en este caso celebramos un convenio de colaboración de maestría que tienen reconocimiento, validez oficial de la Secretaría de Educación Pública, si es así ¿verdad?, doctora Ruvalcaba, gracias por la hospitalidad y por la coordinación de estos programas.

También nos acompañan el doctor Flavio Galván, la visitadora Aide Macedo, contralor interno Enrique Sumuano, el Director Jurídico Christopher Marroquín, así como dos directores generales de Comunicación Social, del Tribunal y el INE, que ya también han dado clase aquí, estimado Lorenzo, porque tenemos un Taller de Periodismo, en donde afortunadamente tenemos un cupo lleno y mucho interés por saber cómo se trabaja desde el interior de las instituciones, tanto en la organización, elecciones como la impartición de justicia, así que, el Instituto Nacional Electoral, pues también nos provee de esos conocimientos, no sólo con los y las estudiantes, sino también con la impartición de programas.

El sistema político mexicano, como ya se ha explicado, viene aquí, transitó a la democracia, a la transición y luego a una etapa de consolidación democrática, principalmente a la creación de las instituciones electorales, estas se han venido consolidando a nivel federal, a nivel estatal.

Solo para dar un dato, a nivel federal desde 1996, el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral han organizado, celebrado y calificado 17 elecciones, 17 procesos electorales para distintos cargos, que se han competido a nivel de Presidencia de la República, Senado y Cámara de Diputadas y Diputados.

La capacidad para desempeñar las tareas que implica la organización de esos procesos electorales, sin duda son resultado, por un lado del compromiso que como instituciones tenemos, ¿no?, con la democracia, con la ciudadanía, pero también, por la capacidad institucional que hay para aplicar las reglas y conducir los procesos de manera sostenible, procesos justos y con organizaciones independientes del poder político.

Además, se ha contado con el respaldo de la ciudadanía en cada uno de esos procesos electorales no solo con su participación activa, sino también con la confianza pública a la que ya refería el Magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera.

Citaba la última encuesta, publicada en El Financiero, en donde se reconoce que por el 59 por ciento de la opinión pública encuestada la aprobación con la labor de vigilancia de los procesos electorales que realiza el Tribunal y el Instituto.

Esta confianza que deposita la ciudadanía en nuestro actuar es resultado, principalmente, de dos elementos: por un lado, de las características institucionales, es decir, del carácter autónomo, independiente e imparcial que exige la Constitución al INE y al Tribunal Electoral.

Al igual que en la mayoría de los países latinoamericanos, la independencia institucional es una puesta para privilegiar el Estado de Derecho como una condición indispensable y como un bien público necesario para el funcionamiento de nuestras democracias.

Por el otro lado, estas capacidades institucionales también están relacionadas con el perfil profesional y especializado de las funcionarias y los funcionarios públicos.

En el ámbito electoral, se han establecido servicios civiles de carrera como una de las rutas más sólidas para alcanzar un cuerpo profesional y competitivo.

Al igual que ocurre en otros países, como Perú, Chile o Colombia, estos cuerpos cumplen con tres supuestos clave:

Primero, garantizan la neutralidad de la función pública; segundo, fomentan la competencia como un medio para reclutar y formar al personal; y tercero, utilizan el mérito como un criterio para la permanencia y el ascenso del funcionariado público.

De hecho, en los trabajos de fortalecimiento del Tribunal Electoral, hemos emprendido una revisión del servicio civil de carrera que tiene el INE, y estamos elaborando una propuesta de reforma que integre los elementos más importantes de los servicios profesionales de carrera a nuestra carrera judicial y a la carrera administrativa.

Entre estos elementos, destacarán, primero, impulsar concursos públicos de oposición más abiertos, más transparentes e incluyentes.

Segundo, priorizar la capacitación institucional de manera integral, brindando conocimiento, sí, pero también desarrollando competencias.

Tercero, introduciendo un esquema de evaluación del desempeño para empatar perfiles y carreras.

Cuarto, darle el carácter obligatorio al programa de formación judicial y desarrollo profesional. Esto implicará sin duda la reestructuración de la Escuela Judicial Electoral.

Esta propuesta se estará presentando en las próximas semanas al Pleno, a la Comisión de Fortalecimiento que se integra por el Pleno de la Sala Superior y una representación de las magistraturas regionales.

La apuesta es por fortalecer la capacidad institucional que en buena medida recae en el actuar profesional y especializado de las servidoras y servidores públicos.

En el Tribunal Electoral, al igual que el Instituto Nacional Electoral estamos seguros que nosotros apostamos por seguir hacia adelante, por ver hacia el futuro, nosotros estamos en la lógica de la construcción institucional, no en las lógicas contrarias, de la cooptación o de la captura institucional, estamos en la lógica de fortalecer nuestra independencia y, por supuesto, tratando de fortalecer con acciones internas para enfrentar los retos que vienen hacia el futuro en las elecciones de este año, del 23 y del 24.

Y para ello nutrimos el profesionalismo con convenios, con acuerdos como el que hoy celebramos, para que servidoras y servidores públicos del Instituto participen en la maestría en Derecho Electoral que imparte la Escuela Judicial.

Uno de nuestros principales objetivos al impulsar esta colaboración es contribuir al conocimiento por el cual, o a través del cual, moldeamos una mejor democracia. Cuando las funcionarias y los funcionarios electorales nos capacitamos, no solo estamos analizando a la democracia, al fenómeno electoral en sí mismo, sino que también estamos nutriéndolo o influyendo en él.

Por lo tanto, lo que se aprende en esta maestría no permanece solo en la computadora o en el cuaderno de notas, sino que también es un conocimiento practico, que nutre el desempeño cotidiano y la labora de las instituciones en la democracia mexicana.

Amigas y amigos, para concluir diría que la calidad de una democracia se sostiene en las instituciones que trabajan en ella. Hoy, México cuenta con autoridades electorales que gozan del respaldo de la ciudadanía, está en nosotros mantener esa confianza al proteger de forma efectiva los derechos de la ciudadanía, así como en abonar al fortalecimiento del estado de derecho en nuestro país. 

Celebro que una vez más, el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral, demos un paso juntos en esa dirección. 

Enhorabuena.

Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Dolores Ruvalcaba: Muchas gracias, Magistrado Presidente Reyes Rodríguez Mondragón por su valioso mensaje.

A continuación, se llevará a cabo la firma del convenio de colaboración académica que celebran por una parte el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, representado en este acto por su Presidente, el Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, y por la otra el Instituto Nacional Electoral, representado en este acto por su Presidente, el Consejero Lorenzo Córdova Vianello y su Secretario Ejecutivo, el licenciado Edmundo Jacobo Molina.

Asimismo firmarán como testigo de honor, por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el Magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera y el Magistrado Felipe de la Mata Pizaña, además como testigos firman la Directora Ejecutiva de Administración, Ana Laura Martínez de Lara y su servidora, Gabriela Dolores Ruvalcaba García, Directora de la Escuela Judicial Electoral.

A continuación, se les invita a la toma de la fotografía oficial. 

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