Intervención de Uuc-kib Espadas, en la sesión de instalación del Comité Técnico para el Seguimiento y Evaluación de los Trabajos de Distritación Nacional

Escrito por: INE
Tema: Consejeras y Consejeros Electorales

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, UUC-KIB ESPADAS ANCONA, EN LA SESIÓN DE INSTALACIÓN DEL COMITÉ TÉCNICO PARA EL SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DE LOS TRABAJOS DE DISTRITACIÓN NACIONAL

Un ciudadano, un voto. Esa es la misión del Comité de expertos que hoy instalamos.

Y, señoras y señores asistentes: dividir el país en 300 distritos, dividir a los electores en 300 grupos idealmente del mismo tamaño, no es y no soy yo el que se los voy a explicar a los expertos, una tarea que en la práctica sea fácil, ya se han mencionado algunas de la enorme cantidad de variables que este comité tendrá que articular en lo que, en lo concreto es la compleja tarea de lograr que el peso de cada ciudadana y de cada ciudadano sea el mismo en las urnas.

Esto tiene que ver, se deriva directamente de un principio de proporcionalidad en el peso del voto de los electores que atraviesa la historia constitucional de México desde antes de ser México.

El procedimiento del cual esta redistritación forma parte, nace junto con el embrión de la nueva democracia mexicana, y no sé si ya terminó de nacer a estas alturas, pero que sin duda se gestó en 1977 con la reforma política de José López Portillo y Federico Reyes Heroles.

Este modelo, el nuevo modelo de distritación varía fundamentalmente del viejo modelo de la constitución de Cádiz, que es el que fungió como única forma de elección hasta 1962 en una característica fundamental, por primera vez la constitución establece un número fijo de distritos electorales en cada uno de los cuales se elegirá un diputado.

En el modelo gaditano se establecía una cuota de electores para designar a cada uno de los diputados, estas cuotas fueron variando entre 20 mil, 40 mil, hasta alcanzar, si la memoria no me falla, los 200 mil en los momentos previos al cambio de modelo.

En consecuencia, no se tratará de ver cuántos distritos resultan de dividir a la población, a partir de cuotas de electores, sino de lo contrario, de dividir a la población en una cuota fija de distritos, 300, cada uno de los cuales con las características que se han distrito y otra serie de particularidades que no mencionaré.

Me parece fundamental que en este tránsito de modelo distrital, de Cádiz al propio, el criterio de proporcionalidad se mantiene, es decir, esta lógica constitucional, este espíritu de la ley, el pretender que el peso en el Congreso represente el peso de la población y sus diversidades cobró en el siglo XX nuevas expresiones, la primera de ellas la tuvimos justo en 1962 cuando el modelo de proporcionalidad territorial había ya probado su insuficiencia para calcar la diversidad política del país en el Congreso de la Unión.

Nacieron así los diputados de partido que serían sustituidos, afortunadamente, en 1977 por los nuevos diputados de Representación Proporcional en donde el criterio general de proporcionalidad que hemos tenido siempre en la Constitución asume un segundo sistema de representación.

Y, me parece que la tarea que ustedes enfrentan hoy es una tarea de suma importancia que, en la historia de este país, muy especialmente a nivel estatal, hay una historia de, hubo una historia de adecuación de los distritos a las necesidades del partido de Estado.

El caso de mi estado, el de Yucatán, es emblemático de ello, la presencia opositora en la ciudad de Mérida se disolvía cortando la ciudad de Mérida como un pastel y distribuyendo sus rebanadas en distritos que incluían municipios del exterior para neutralizar el voto opositor y lograr así congresos unánimes para el entonces partido de Estado.

Es verdad que a nivel federal las cosas no funcionaron de esa manera y con ese nivel de lo grotesco, nunca por lo menos a partir de 1977, pero lo cierto es que no deja de ser una tarea delicada lograr distritos equilibrados dentro de los márgenes que se establecen, no es un asunto menor y tengo la certeza de que la amplísima experiencia que tienen ustedes en este terreno, dará, nos rendirá el mejor de los resultados posibles.

No puedo decir, sin embargo, que deseo que este proceso continúe, nunca lo he ocultado, mi último deseo de que, en un futuro, cuanto más pronto mejor, la distritación deje de existir en país porque pasemos a un sistema de elección proporcional directa en la cual su tarea no será definir distritos, sino definir circunscripciones y allá sí, su tarea podrá, con toda certeza garantizar que por cada ciudadana y por cada ciudadano de este país efectivamente haya un voto.

Les deseo, pues, el mejor de los éxitos en su tarea de redistritación, esperando que muy pronto nos reunamos para extender los santos óleos a este sistema y transitar a lo que sigue.

Mientras este bonito momento ocurre, contamos con su experiencia, contamos con su profesionalismo y tenemos la certeza de que el producto que resultará de su trabajo será el idóneo para la realización del nuestro.

Muchas gracias.

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