Intervención de Lorenzo Córdova, en la videoconferencia, Las ciencias sociales y el coronavirus, de la Cátedra Francisco I. Madero

Escrito por: INE
Tema: Coberturas especiales

 

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN LA VIDEOCONFERENCIA “LAS CIENCIAS SOCIALES Y EL CORONAVIRUS”, EN EL MARCO DE LA CÁTEDRA FRANCISCO I. MADERO

 

Muy buenas tardes, tengan todas y todos.

Saludo con muchísimo gusto al doctor Jorge Cadena Roa, nuestro invitado y nuestro conferencista del día de hoy.

Por supuesto, a mi aquerido y admirado doctor Fernando Castañeda, el coordinador de la Cátedra Francisco I. Madero.

A todos los miembros del Comité, a los colegas y a los compañeros de los equipos técnicos, tanto de la Cátedra en la UNAM, como del Instituto Nacional Electoral que hacen posible esta secuencia de conferencias que llega hoy a su sexta edición, de un éxito que creo que vale la pena congratularse porque es el resultado de las sinergias que dos instituciones aliadas estratégicas como la UNAM y el Instituto Nacional Electoral han venido desarrollando.

Hemos tenido, como decía, ya cinco de estas videoconferencias, en las que hemos contado con la estimulante participación y destacada oferta intelectual de académicas e investigadores, para deliberar e informar la discusión pública sobre una amplia diversidad de asuntos como los modelos matemáticos para entender la pandemia del COVID-19, la fragilidad democrática, la economía de la salud, los grupos vulnerables frente a la pandemia y, los impactos de este en el empleo.

Como lo sugiere esta diversidad de temas que se han abordado, la Cátedra ha desplegado sus esfuerzos, no sólo para mantenerse actuando en tiempos de pandemia, sin detener su marcha, sino también, para seguir vigente como un espacio de reflexión colectiva sobre los temas de una gran actualidad como los que se han ocupado las conferencias, incluyendo la del día de hoy.

Todos los temas que se han discutido en este espacio hacen referencia, pues al contexto de emergencia sanitaria y contagio real y latente que supone la pandemia de COVID-19, que lo hacen, además, desde la perspectiva analítica de sus implicaciones políticas, económicas y sociales.

En pocas palabras en el mejor sentido, desde una perspectiva científica como lo quiere justamente la Cátedra Francisco I. Madero.

Por supuesto, ninguno de esto, y la Universidad, como espacio de recreación de la ciencia y de las ciencias sociales que, incluidas, por supuesto.

Por supuesto, ninguno de estos temas, ni con este enfoque estaban contemplados en el plan de trabajo de la Cátedra en enero de este año. Esto habla muy bien del Comité Académico, del Consejo Consultivo y de todo el equipo operativo coordinado por el doctor Fernando Castañeda que la Cátedra haya logrado adaptarse rápida y exitosamente de forma inteligente a estos nuevos tiempos.

Desde aquí de nuevo, Fernando y a todo el equipo, a todo el Comité Académico, felicidades por el éxito logrado hasta ahora y, por el que, continuará en las semanas por venir, y en los meses y en los años, no sin la pandemia, pero sí el trabajo, por supuesto, de la Cátedra.

Luego de repasar el despliegue analítico de la Cátedra durante las semanas recientes la sesión de hoy en la que contaremos con el muy destacado integrante de la Universidad, miembro de la Junta de Gobierno de nuestra máxima casa de estudios, el doctor Jorge Cadena Roa, a quien saludo con mucho afecto. Es una suerte de momento integrador.

Hablar de las ciencias sociales en tiempos de COVID-19 nos sugiere una reiteración de las inquietudes intelectuales que avivan y dan sentido a la Cátedra Francisco I. Madero, y que se han manifestado en este periodo de vida extraordinaria de la que hemos estado siendo partícipes de una u de otra forma en los meses recientes.

En efecto, si bien el nuevo virus SARS-CoV-2 y la enfermedad de COVID-19, así como su propagación de manera pandémica han alertado al mundo sobre la necesidad de proteger nuestra salud, de seguir hábitos de higiene y protocolos sanitarios en lugares públicos, o de estar atentos a las capacidades de atención hospitalaria y del proceso de desarrollo de una vacuna, también nos deben alertar sobre las dimensiones políticas, sociales y, por supuesto, económicas de esta pandemia.

En otras palabras, y como seguramente nos lo explicará el doctor Cadena Roa, si bien la pandemia, cualquiera que sea, supone un problema de salud de primer orden y, por lo tanto, arraigado en conocimiento y evidencia científica, como mencionaba, o así debería de hacerlo al menos.

No es menos cierto que las pandemias son también fenómenos sociales y como tales se deben explicar también desde una perspectiva social, así como política y económica en sus dimensiones y efectos.

El surgimiento, evolución y control y salida de una pandemia dependen no sólo de la higiene, del análisis matemático o el desarrollo de vacunas, todos temas todos ellos vitales sin lugar a dudas.

También depende de que comprendamos la dinámica social de una comunidad afectada por la pandemia, de las exigencias y preferencias de sustento económico de esa comunidad, y de la relación que existe entre las autoridades y la ciudadanía.

Porque no es lo mismo enfrentar el surgimiento y evolución de una pandemia en una democracia que en un régimen con resortes autoritarios.

No se dice con frecuencia, pero todos estos elementos interactúan en la dimensión estrictamente de salud para poder explicar el devenir de una pandemia.

La dinámica del virus que ahora enfrentamos como humanidad, su ritmo de contagio e inmunidad, así como los esfuerzos institucionales por desplegar la atención médica y hospitalaria necesaria y desarrollar la vacuna, son una parte fundamental de esta historia que aún no acaba de escribirse.

Pero en esta historia, insisto, también debemos ayudar a comprender e incorporar, así con mayor visibilidad, la respuesta social a la enfermedad y las interacciones que ésta ha desencadenado en la población, en la industria y entre la ciudadanía y los gobiernos.

La enfermedad del COVID-19 nos va revelando, al tiempo que refuerza y cataliza nuestras relaciones sociales, en lo económico, lo político y lo cultural. Ante nuestros ojos se exponen de forma aguda las desigualdades económicas de siembre, así como nuevas formas de discriminación hasta ahora impensadas, como a la que han estado expuestos, tristemente, muchos profesionistas de la salud o, nos muestra por otro lado, la permanencia de las violencias, de género, del crimen organizado y las incertidumbres del mundo del trabajo.

Pero, al mismo tiempo, la pandemia galvaniza las relaciones sociales solidarias y nos ofrece esperanzas de cambio, ancladas en nuevas formas de acción colectiva, siempre y cuando éstas, se sobrepongan y prevalezcan frente a las primeras.

No sabemos aún de qué forma todos estos procesos sociales habrán de transformar las realidades de la sociedad mexicana, ni de la comunidad humana a la que pertenecemos, pero lo que sí sabemos es que sin las ciencias sociales, sin su rigor analítico, su pertinencia y creatividad intelectuales, sin su aportación como fuente de conocimiento y comprensión de la vida humana, sin su dimensión científica, insisto, difícilmente podremos encontrar las salidas que necesitamos, sobre todo las que nos permitan fortalecer la resiliencia que los tiempos actuales nos demandan a todos a nivel planetario.

Por estas razones, la conferencia de hoy del doctor Jorge Cadena Roa, me parece fundamental, estoy seguro que su visión, aportaciones y claridad, sensatez y seriedad que todos conocemos, nos darán pistas e ideas estimulantes para entender el papel vital de las ciencias sociales en los tiempos que corren.

Muchísimas gracias, Jorge, por haber aceptado participar en esta Cátedra y, por supuesto, de nueva cuenta a todos los que la hacen posible, empezando por el doctor Fernando Castañeda, mi agradecimiento infinito.

Muchísimas gracias.

 

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