La situación de emergencia debe enfrentarse con herramientas democráticas: Lorenzo Córdova

Escrito por: INE
Tema: Coberturas especiales

Número: 085

  • En tiempos de pandemia, se debe cuidar la joven y frágil democracia mexicana para no dar paso a la autocracia, advierten académicos en la videoconferencia “Fragilidad Democrática

 

El Instituto Nacional Electoral (INE) llevó a cabo la videoconferencia “Fragilidad Democrática” como parte del ciclo de conferencias de la Cátedra Francisco I. Madero, realizada conjuntamente con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En transmisión virtual, el Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello advirtió que, en el mundo, algunos países, incluso con democracias modernas, han enfrentado la pandemia del Coronavirus con una vocación poco democrática.

“Las democracias constitucionales, desafortunadamente, no son inmunes a las situaciones de emergencia, pero las situaciones de emergencia en una democracia constitucional se enfrentan con y a través de las herramientas que la propia democracia constitucional dispone”, afirmó.

Reconoció que son tiempos de fragilidad democrática, pero también “de reflexionar y de reivindicar los valores y los principios que nos han permitido convivir en paz en una sociedad tan plural y tan diversa como es la mexicana”.

Consideró que nos encontramos en una situación todavía generalizada de confinamiento y de excepción decretada por la emergencia sanitaria, por lo que “en los tiempos que vienen, la democracia tendrá que constituirse a plenitud y convivir con los nuevos tiempos post Coronavirus”.

Recordó que, en muchas ocasiones de la historia, crisis económicas, crisis políticas, e incluso crisis sanitarias, han derivado en crisis democráticas en donde esta forma de gobierno se agota.

Córdova afirmó que existe la oportunidad para reivindicar la apuesta que, durante décadas, sociedades como la mexicana han venido haciendo por construir una democracia -muy precaria en muchos sentidos, deficitaria en muchos otros- con una gran serie de promesas incumplidas, pero que finalmente nos ha llevado a un régimen de libertades.

El miedo a la muerte se acompaña por el miedo profundo por el empobrecimiento o el desempleo

En su intervención, la doctora por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Martha Singer, mencionó que la situación de emergencia provocada por el Coronavirus COVID-19 ha llevado a las sociedades democráticas a reaccionar de maneras distintas que van desde la suspensión de garantías, hasta limitaciones de acuerdo con los marcos jurídicos de cada país.

“El miedo a la muerte se acompaña por el miedo profundo por el empobrecimiento o el desempleo, asediada por la incertidumbre y la condición de excepción” dijo; sin embargo, se ha preferido enfrentar el problema de manera nacional y no global.

Refirió que en algunos países se ha colocado en un mando único, privilegiando el interés privado, recurriendo incluso a la amenaza y la violencia. En otros casos, por el contrario, se han aprovechado la horizontalidad de la democracia y el bien común.

“En tiempos de reclusión, el debate público debe ampliarse, reconocernos como una sociedad plural y acompañar el ensanchamiento del espacio público”.

Por ello, coincidió con el doctor en Ciencias Sociales y profesor-investigador de El Colegio de la Frontera Norte, Alejandro Monsiváis, no sólo en escuchar las voces plurales, sino a las instituciones de la democracia que ayudan a procesar y nos acercan a un tipo ideal democrático central, y propiciar el debate colectivo para cuidar a la joven y frágil democracia mexicana.

La erosión de la democracia avanza sigilosamente

Monsiváis señaló que en 20 años, la democracia en México no retrocedió, sino que progresó en la relación de libertades y derechos humanos y que coyunturas y crisis sanitarias como las que se viven en el país, representan oportunidades para algunos gobernantes.

Una erosión de la democracia, agregó, implica “vivir bajo condiciones de dominación política. Es decir, cuando estamos sometidos ante una autoridad que no es responsable más que ante sí misma”. Advirtió que la ruta más común de erosionar la democracia, es cuando gobernantes electos, apoyados de sus aliados, empujan procesos que limitan las garantías individuales bajo reglas democráticas, avanzan sigilosamente y remontan el régimen por partes.

“La erosión de la democracia avanza sigilosamente, desmontando al régimen por partes, estratégicamente no en bloques y lo hace como producto deliberado de decisiones y de intenciones estratégicas de las élites y de los gobernantes, lo que se facilita en la medida que los votantes tenemos problemas de acción y coordinación colectiva”, afirmó.

Y lo anterior, se facilita porque los ciudadanos entendemos la democracia como competencia y elecciones, “no como el conglomerado de instituciones que se requieren para que las elecciones, partidos y competencia, sirvan como instrumento de control ciudadano, por lo que coyunturas como la crisis del Coronavirus sirven para que los gobernantes con apoyo popular tengan oportunidades que no esperaban y que reciben con beneplácito”.

 

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