Presentación del protocolo para garantizar el Derecho a la No Discriminación por Identidad y Expresión de Género de las personas que laboran en el INE

Escrito por: INE
Tema: Consejeras y Consejeros Electorales

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA PRESENTACIÓN DEL “PROTOCOLO PARA GARANTIZAR EL DERECHO A LA NO DISCRIMINACIÓN POR IDENTIDAD Y EXPRESIÓN DE GÉNERO DE LAS PERSONAS QUE LABORAN EN EL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL”, CELEBRADA EN LOBBY DEL AUDITORIO DEL INE

 

Presentadora: Sean bienvenidas y bienvenidos al evento conmemorativo por el Día Internacional del Orgullo LGBT, en el que se presenta el Protocolo para garantizar el derecho a la no discriminación por identidad y expresión de género de las personas que laboran en el Instituto Nacional Electoral.

Agradecemos la presencia en este evento del licenciado Edmundo Jacobo Molina, Secretario Ejecutivo del INE.

Del licenciado Jesús George Zamora, Titular del Órgano Interno de Control del INE.

De integrantes de la Junta General Ejecutiva.

De funcionarias y funcionarios de El Banco de México, de la Comisión Nacional de Derecho Humanos, del INE y de organizaciones de la sociedad civil, la academia y medios de comunicación que no acompañan.

Para abrir este evento, contamos con la presencia del doctor Lorenzo Córdova Vianello, Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral.

Del maestro Luis Raúl González Pérez, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Y de la maestra Dania Paola Ravel Cuevas, Consejera Electoral del Instituto Nacional Electoral.

Para dar inicio, damos la palabra a la maestra Dania Paola Ravel Cuevas.

Consejera Electoral del INE, Dania Paola Ravel Cuevas: Muchas gracias.

Muy bueno días a todos y a todas.

Me siento muy feliz de estar con ustedes el día de hoy en la presentación del “Protocolo para promover, proteger, respetar y garantizar el derecho a la no discriminación por identidad y expresión de género en el Instituto Nacional Electoral”, pues es producto de varios años de trabajo que por fin se concretaron el pasado 20 de junio, cuando se aprobó en la Junta General Ejecutiva.

Este documento surge del compromiso del Instituto para garantizar, dentro del ámbito de nuestras competencias, los derechos humanos de la ciudadanía en igualdad de condiciones y sin ningún tipo de discriminación ni violencia.

En este caso, los de las personas transgénero, transexuales y travesti, ya que somos conscientes de las dificultades y obstáculos que enfrenta la comunidad trans en el día a día por el simple hecho de ser quienes son, y de que estos no se presentan únicamente en el ejercicio de los derechos político electorales, sino que trascienden en todos los ámbitos de su vida.

Y estoy convencida, que mientras existan personas que no puedan ejercer plenamente sus derechos, no podemos hablar de que vivimos en una democracia.

Por ello, la labor de esta autoridad como garante en el fortalecimiento de nuestra democracia se encuentra ligada necesariamente a la creación de espacios seguros y libres de discriminación, tanto al exterior, como al interior, para así contribuir en la construcción de una sociedad más justa.

No es casual que esta presentación se realiza en el marco del día 28 de junio, Día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ, puesto que, por mucho tiempo la orientación sexual, así como la identidad y expresión de género han sido motivos o, mejor dicho, pretextos para excluir y discriminar, para invisibilizar y negar los derechos a quienes no encajan dentro de los moldes establecidos.

Por eso, y para combatir esas ideas, hoy continuamos la celebración de la diversidad, sin perder de vista la exigencia de la inclusión de todas y todos en cada uno de los espacios.

En ese sentido, es necesario destacar los avances que han existido en la materia, gracias a la lucha histórica que ha sorteado la comunidad por el respeto y garantía de sus derechos.

Por ejemplo, ya que sólo seis entidades federativas contemplan procedimientos administrativos adecuados para realizar la rectificación de los datos del acta de nacimiento de las personas, a saber, la Ciudad de México, Nayarit, Michoacán, Coahuila, Colima e Hidalgo.

El INE ha facilitado los trámites para que quienes ya cuentan con dicha rectificación puedan adecuar su credencial para votar y esta refleje su identidad de género.

Así desde 2015 y hasta el 31 de mayo de 2019, tenemos registro de ocho mil 642 solicitudes de cambio de sexo y de nombre y de sexo.

Aquí quiero añadir, además, que también las personas tienen la posibilidad de acudir a los módulos de atención ciudadana para hacer la actualización de la fotografía de la credencial para votar, aún y cuando ésta no coincida en su expresión de género con los datos plasmados en la misma.

Quiero aprovechar también, para agradecer el acompañamiento que siempre nos han dado las organizaciones de la sociedad civil, las personas defensoras de los derechos de las personas trans, porque he aprendido mucho gracias a ellas.

Por ejemplo, cuando estábamos nosotros trabajando para hacer el protocolo para que no sufrieran discriminación el día de la jornada electoral las personas trans cuya expresión de género no concordara con los datos plasmados en la credencial para votar, incluida la fotografía, y también cuando estuvimos trabajando para hacer un estudio con una perspectiva de inter seccionalidad en el monitoreo de medios de comunicación en las campañas de 2018 había varias personas expertas que me decían: por qué tiene que aparecer en la credencial para votar el dato del sexo. Eso nos hace susceptibles a que nos discriminen, y la verdad es que no abona mayormente al tema de la identificación.

Lo cierto es que el artículo 156 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales dice expresamente qué datos tienen que aparecer en la credencial para votar, y el sexo es uno de ellos.

Sin embargo, recordando esto que me decían, cuando nosotros empezamos a hacer la revisión del diseño de la nueva credencial para votar dije: a ver, si podemos poner el domicilio de manera voluntaria o no, creo que podríamos hacer exactamente lo mismo con el dato del sexo.

A mayor abundamiento, hay ya sentencias de la Sala Superior que tienen que ver con el dato del domicilio que dicen “bueno, con que aparezca, pero puede aparecer no visible”. Entonces, dije, bueno, podríamos hacer lo mismo con el sexo, le podemos preguntar a las personas cuando vayan a sacar su credencial para votar ¿quieren que aparezca visible en el anverso? como siempre ha ocurrido o quieren que no aparezca visible en el reverso y que aparezca encriptado en el Código QR.

Con eso nosotros cumplimos con la normativa porque sí está apareciendo, pero no está siendo visible y, por lo tanto, no hacemos a las personas susceptibles a discriminación.

Entonces, así lo vamos a hacer a partir del 1° de diciembre de este año que se van a producir las nuevas credenciales para votar. Con esta medida nosotros pensamos que podemos coadyuvar al respeto a los derechos a la intimidad, la vida privada y al libre desarrollo de la personalidad.

Ahora, bien, sabemos que la erradicación de los prejuicios y la discriminación no es tarea sencilla, ya que encuentran sus bases en roles y estereotipos que tienen profundas raíces, tanto en nuestra cultura como en nuestra sociedad.

Para ejemplificarlo referiré dos conclusiones a las que llega un estudio respecto a la cobertura del proceso electoral 2017-2018 elaborado por la Coordinación de Comunicación Social para la Comisión Temporal para el Fortalecimiento de la Igualdad de Género y No Discriminación.

La primera de ellas señala que la visión estereotipada de las personas de la comunidad LGBTTTIQ es la que genera las peores consecuencias en el sistema político porque, como se evidencia en la cobertura de la prensa, es el único caso en el cual la legislación se utiliza para conculcar sus derechos, no para garantizarlos.

En tanto que la segunda menciona que la cobertura sobre las poblaciones en situación de vulnerabilidad analizadas aumenta durante las campañas por razones diversas.

En unos casos para ofrecer políticas públicas específicas, como para las personas con discapacidad, mayores y juventudes, o bien, para manifestar expresamente la negación de los mismos, como en el caso de los derechos de la comunidad LGBTTTIQ.

Esta discriminación se da en cualquier ámbito y se reproduce en todos los espacios, por ello es el mayor reto al que nos enfrentamos como autoridades para garantizar el respeto de los derechos de las personas trans, así como parte de nuestra responsabilidad de romper con estos estigmas, la actualización del Protocolo para la Transición y No Discriminación de los Derechos de las Personas Transgenéricas y Transexuales que laboran en el INE, era necesaria e inminente.

Por lo que, en 2017, en conjunto con la maestra Estefanía Vela, iniciaron las actividades en ese sentido, con un objetivo muy claro en mente: que este nuevo Protocolo coadyuvara de mejor manera y más ampliamente, de acuerdo con el contexto actual, en la erradicación de la discriminación por identidad y expresión de género en el Instituto.

Así, las direcciones ejecutivas, las unidades técnicas, las consejeras y consejeros se involucraron en el proyecto para complementarlo, nutrirlo y poder construir un documento integral que, esperamos nos permita avanzar cada vez más en la inclusión laboral de las personas trans.

Confío en que la aplicación del Protocolo para promover, proteger, respetar y garantizar el derecho a la no discriminación por identidad y expresión de género en el Instituto Nacional Electoral, será un insumo fundamental que guiará nuestras labores como trabajadoras y trabajadores del INE, por lo que extiendo una cordial invitación para que se acerquen a él, lo conozcan y se lo apropien.

Espero que cada una de las medidas que contiene, sea aprovechada ampliamente por quienes forman parte de esta Institución. Además, estoy convencida de que las capacitaciones que se brindarán permanentemente en la materia, funcionarán para que todas y todos aprendamos a reconocer y comprender el valor de la diversidad, así como para construir diálogos y acuerdos basados en el respeto.

Antes de concluir y, en relación a la celebración del Día Internacional del Orgullo LGTTIQ, me gustaría citar las palabras de Siobhan Guerrero que dice: “la noción de multitud resquebraja la idea de sujetos políticos unificados por experiencias o trayectorias históricas comunes. Demanda y posibilita una forma de democracia absoluta que requiere una transformación en las subjetividades que abra la posibilidad de reconocer la diferencia y la no obviedad radical del otro”.

Así, no me queda más que agradecer a quienes colaboraron en la construcción de este Protocolo, a quienes nos acompañarán como ponentes en las siguientes mesas y, particularmente, a aquellas personas que han brindado al Instituto un voto de confianza al decidir desarrollar y fortalecer sus carreras profesionales en él.

Les aseguro que seguiremos trabajando para lograr conquistar el ideal democrático, aquél en el que todas y cada una de las personas puedan ejercer todos sus derechos en igualdad de condiciones, sin discriminación y sin violencia.

Gracias.

Presentadora: A continuación, damos el uso de la voz al maestro Luis Raúl González Pérez.

Presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez: Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

Me da mucho gusto estar en este Instituto, agradecerle, como siempre, a mí amigo el doctor Lorenzo Córdova, que siempre piense y distinga a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y más, en un acto tan importante como el día de hoy en este avance importantísimo que se va a tener dentro de los derechos humanos en la diversidad sexual.

Saludo también a la maestra Dania Ravel, y le reconozco este impulso que ha propiciado para tener hoy este Protocolo.

Menciono también, a mi amigo Edmundo Jacobo, aquí presente, a mi amiga Adriana Favela, y a los funcionarios Jesús George Zamora, a Osvaldo Peralta.

Y a gradezco la presencia de la Cuarta Visitadora de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Eréndira Cruz, quien me acompaña, compañera de trabajo.

Por primera vez en el 2008 la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, la OEA, aprobó la resolución “Derechos humanos, orientación sexual e identidad de género”, en la que los estados miembros manifestaban su preocupación por los actos de violencia y violaciones de derechos humanos contra personas a causa de su orientación e identidad de género.

En tanto que el Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones unidad, la ONU, en su observación general número 20, cito: “la no discriminación y los derechos económicos, sociales y culturales del 2 de julio del 2009, considera que el lugar de trabajo es uno de los espacios que requieren intervenirse a fin de generar estrategias en contra de la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género”.

Como ustedes saben, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce de manera amplia en su artículo Primero, los derechos humanos, incluyendo aquellos que han sido suscritos a través de convenios y tratados internacionales, lo que fue posible después de la reforma constitucional del 2011 en materia de derechos humanos.

Este artículo, además de manera clara establece la prohibición de la discriminación, cito: “motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente, que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.

Este reconocimiento, sin embargo, fue posible por la lucha histórica de personas, colectivos y organizaciones que defendieron que la diferencia no debía implicar la discriminación, hombres y mujeres de la diversidad sexual se hicieron ver por una sociedad y unas instituciones que, durante mucho tiempo, los y las hizo invisibles.

Para esta Comisión Nacional, es necesario seguir impulsando el diseño e implementación de normas contra la discriminación que incluyan categorías protegidas tales como, la orientación sexual, la identidad y la expresión de género, para lo cual se requiere generar, tanto un clima de respeto, como la definición de sanciones para quienes, desde el servicio público, cometan actos motivados por homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia, lo que es más delicado cuando los actos discriminatorios se dan entre personas que comparten un mismo entorno laboral.

Por ello la CNDH, da la bienvenida al Protocolo para garantizar el derecho a la no discriminación, por identidad y expresión de genero de las personas que laboran en este prestigiado Instituto Nacional Electoral.

El que evidencia que en el INE hay una intención de sumar a su lógica institucional procedimientos que impulsen los derechos humanos, procedimientos que fortalezcan el derecho a la no discriminación y el respeto, el respeto a las diferencias.

Esperamos que a partir de este Protocolo otras instituciones y órganos autónomos decidan transitar por rutas de inclusión, no discriminación y promoción de derechos.

Es importante decir, que los protocolos son procedimientos transitorios que se realizan para visualizar situaciones específicas y ofrecen garantías de no repetición de estas.

Mediante pautas de actuación, de atención y de sanción, pero lo trascendente es que como instituciones productos de una sociedad que poco a poco va interiorizando su derecho a tener derechos, entre los que se encuentra el derecho a la no discriminación, en algún momento construyamos una cultura de respeto pleno a la otredad.

Una cultura de derechos en la que no se requiere este tipo de herramientas. En el 2018, la CNDH participó con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación en la Encuesta sobre Discriminación por Motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género, conocida como ENDOSIG, con el objetivo de conocer las opiniones, expresiones y experiencias de discriminación, exclusión y violencia que enfrentan las personas por su orientación sexual, su identidad y expresión de género en México, para orientar políticas públicas que promovieran la inclusión y reduzcan la discriminación y la desigualdad de oportunidades.

Considero que este Protocolo para garantizar el derecho a la no discriminación por identidad y expresión de género de las personas que laboran en el Instituto Nacional Electoral, ha sido sensible también a los resultados evidenciados por esta encuesta.

La ENDOSIG 2018 revela que el 49.4 por ciento de la población encuestada tuvo que ocultar su orientación o identidad de género. En su vida cotidiana, las personas del colectivo LGBTTIQ experimentan de forma frecuenta expresiones de violencia y restricciones sociales que afectan su bienestar y desarrollo, por lo que aún es un gran desafío para los derechos humanos, poner fin a estas prácticas de rechazo y discriminación.

Preocupa que desde el desconocimiento de la teoría de género y de la complejidad cultural, se haga uso de la llamada “ideología de género”, para descalificar los derechos humanos, particularmente aquellos que se vinculan con la igualdad y la no discriminación.

Desde aquí hacemos el reconocimiento a la teoría de género y al feminismo, ya que ofrecieron categorías de análisis y herramientas interpretativas, para cuestionar el orden sociocultural y desmontar aquello que se concebía como “natural”. Particularmente lo relacionado al ejercicio de la sexualidad.

Los invito a que continuemos trabajando en colectivo, por un México sin discriminación, por un país diverso.

Muchas gracias por invitarme.

Presentadora: Finalmente, damos la palabra al doctor Lorenzo Córdova Vianello.

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchísimas gracias, muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

Saludo a todas y a todos quienes están aquí con mucho afecto.

A las funcionarias y funcionarios de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, empezando por nuestro querido y entrañable Ombudsman, el doctor, el maestro Luis Raúl González Pérez.

Eréndira Cruz, aliada de muchas causas y a acompañante de muchas causas de esta institución.

Por supuesto a mis colegas, en primer lugar, a la Consejera Dania Ravel, a la Consejera Adriana Favela, señor Secretario Ejecutivo, señor Contralor Titular de nuestro Órgano Interno de Control.

A todas y todos quien nos acompaña en esta mañana es un gusto recibirles.

Creo que, para nosotros es muy simbólico y lo agradezco mucho, el acompañamiento en un evento que tiene el propósito, a partir de la introducción de un documento paradigmático para nosotros el contar con el acompañamiento siempre incondicional, siempre solidario y siempre presente, actual, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Finalmente, la CNDH y el Instituto, hoy Nacional Electoral, antes Federal Electoral, son probablemente las dos instituciones, instituciones que nacieron gemeladas en un mismo momento de nuestra historia. La CNDH en 1989, el IFE en 1990, con independencia de sus génesis institucionales posteriores, la de una y otra institución, pero que nacieron en un momento paradigmático y con un propósito común, construir democracia en México.

El tránsito a la democracia, lo digo sin medias tintas, no puede explicarse sin estas dos instituciones, dos instituciones que tienen, además, un propósito paralelo, la defensa desde dos ámbitos distintos de los derechos humanos, una especializada en los derechos políticos, el Instituto Federal Electoral, pero no sólo, y la otra, centrada justamente, en la defensa de los derechos fundamentales, porque es impensable un sistema democrático que no se centre ante todo en la defensa de los derechos, incluyendo entre ellos, de manera predominante, el derecho a la no discriminación.

Vuelvo a insistir, la CNDH y el INE, hoy, son el mejor ejemplo de la construcción institucional que en México se logró para transitar a la democracia, y la subsistencia de la democracia, lo digo con énfasis y sin medias tintas, es impensable sin la defensa de esa institucionalidad que ha sido cause y hoy es garantía de la recreación democrática hacia el futuro.

Así que, gracias Luis Raúl el acompañamiento de la CNDH para con el INE es fundamental, y más en un evento tan simbólico para nosotros como la presentación de este Protocolo, porque en el INE tenemos un propósito que se refrenda, creo, con este documento, que es el de ser una institución, no sólo ya paradigmática en cuanto a su eficiencia y el haberle proporcionado a las y los mexicanos condiciones para que la ruta democrática sea una ruta ordinaria con la cual, como decían los clásicos, los ciudadanos pueden cambiar a sus gobernantes sin derramamiento de sangre. Sino también, porque tenemos el propósito de convertirnos en el mejor lugar para trabajar en el Estado Mexicano, y desde este punto de vista el hacer del derecho a la no discriminación una política interna y, sobre todo, una realidad cotidiana para todas y cada uno de las y los trabajadores del Instituto es fundamental.

Sería una paradoja pensar que esto no fuera así, finalmente el INE es una institución de garantía de los derechos políticos, sin duda, de las y los mexicanos, no podríamos ser una institución que se explique en ese sentido, si no somos una institución que protege y defiende los derechos, todos los derechos fundamentales de quienes laboran en esta institución.

El INE es una institución que promueve la convivencia en clave democrática en todos los ámbitos posibles. Lo hace, además de manera permanente, esta es una institución que no trabaja sólo en tiempos electorales, lo digo un poco para relajar la solemnidad con la que he querido iniciar.

Cuando a mí me preguntan “¿qué hace el INE cuando no hay elecciones?”, yo respondo, “no lo sé, porque desde que el IFE se convirtió en INE no ha habido un momento en que dejemos, dejemos de hacer elecciones”.

En una semana más terminaremos el proceso de fiscalización de las elecciones de 2019, estas elecciones terminarán en agosto, y en septiembre comenzaremos las elecciones de 2020. Es la realidad de esta institución, pero lo que quiero decir es que, no solamente se hacen elecciones todo el tiempo, y quien diga lo contrario pues no entiende o no conoce lo que hace esta institución, sino que, además, la defensa de los derechos desde nuestro ámbito de competencia también es de manera permanente, como lo es, sin duda, la de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Para dar una idea de lo que hacemos en este sentido permítanme poner unos ejemplos. Impulsamos y contribuimos a la equidad en la competencia electoral. Proporcionamos de manera segura y confiable el principal documento de identidad de las y los mexicanos de 18 años y más; y sin ningún problema podemos credencializar, perdón que insista en el punto, a los menores de edad y llevar el registro con los índices de seguridad, confianza, protección de datos; otro de los derechos que nos ocupan, como lo hacemos con los mayores de edad.

Impulsamos de manera permanente proyectos de cultura cívica para facilitar que las personas ejerzan sus derechos humanos y políticos y sus responsabilidades en democracia, y en el marco de las elecciones de 2018, las más grandes y complejas de nuestra historia, tomamos diversas decisiones institucionales y normativas que garantizaron cuotas de representación a los pueblos y comunidades indígenas en la Cámara de Diputados.

Emitimos criterios normativos que facilitaron a las personas trans, como ya lo decía la Consejera Ravel, el ejercicio del sufragio libre de cualquier forma de discriminación; y con el apoyo de otras instituciones y organizaciones de la sociedad civil generamos las condiciones para que México tuviera por primera vez en su historia un congreso paritario.

Por eso sostenemos que para el INE la inclusión de grupos vulnerables y la defensa de los derechos de las minorías ha sido una causa transversal a nuestras decisiones y parte de la esencia, de la razón de ser del propio Instituto Nacional Electoral.

Eso es justamente lo que explica la elaboración del protocolo para garantizar el derecho a la no discriminación por identidad y expresión de género de quienes laboran en el Instituto. Sería incongruente que una institución de garantía como lo es el INE tuviera vacíos en su normatividad interna en materia de inclusión y no discriminación.

Defender, proteger y garantizar los derechos de todas las personas en la competencia electoral en todo el territorio electoral nos lleva también a ser innovadores y proactivos para evitar cualquier tipo de acto discriminatorio y garantizar los derechos de las personas, entre otras cosas, con independencia de su identidad y expresión de género para quienes trabajan en el Instituto Nacional Electoral y son parte integrante de lo que llamamos la gran familia electoral.

Es un orgullo que hoy podamos dar a conocer en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ, retomando en consecuencia las experiencias, por una parte, del protocolo que en 2010 aprobó el entonces IFE para salvaguardar los derechos humanos de las personas trans, y de adecuar sus datos personales a su identidad de género.

Por otra parte, sintetiza los trabajos que durante varios meses realizaron especialistas y organizaciones de la sociedad en colaboración con la Unidad de Género y No Discriminación del Instituto con la Comisión de Género y No Discriminación que preside la Consejera Ravel, así como los resultados de diversas consultas efectuadas entre compañeras y compañeros de las direcciones ejecutivas y de unidad que integran el Instituto.

Aportaciones de todos estos, digamos, comprometidas personas y unidades de la institución en concretar este documento. Nuestro objetivo con este protocolo es establecer criterios y acciones que aseguren el pleno respeto de la identidad y expresión de género de todas las personas que trabajan en el Instituto.

Se trata de salvaguardar diversos derechos de las personas con independencia de su identidad y expresión de género, como el derecho al libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la seguridad personal y a la protección, el derecho a la protección de datos personales y el acceso a su rectificación o cancelación y, por supuesto, el derecho al respeto a la vida privada.

Se trata, para decirlo en pocas palabras, que todas las personas en el INE se sientan libres y seguras. Es por ello que en el protocolo se precisan los procedimientos para la rectificación de la identidad y expresión de género de quienes laboran en el Instituto, así como un conjunto de acciones para prevenir la violencia y la discriminación por efectos, por consecuencia de la expresión e identidad de género.

En tal sentido agradezco a todas las personas que contribuyeron a la elaboración de este protocolo, el cual contribuirá a que el INE siga siendo una institución libre de discriminación y en la que se seguirá respetando invariablemente la identidad y la expresión de género.

Concluyo con una reflexión sobre la importancia de la inclusión de nuestro sistema electoral en la que retomo un elemento que colocó en su intervención el Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

El éxito de las reformas electorales que se han aprobado a lo largo de 40 años se debe a la ruta incremental hacia la inclusión y el sistemático ensanchamiento de derechos y libertades de todas y todos los mexicanos.

Finalmente, no podría haber sido de otra manera, se trató, esta ruta, de democratizar a nuestro país, democratizar al Estado, democratizar la lucha por el acceso al poder, y democratizar la vida de la sociedad.

Y eso no significa otra cosa, si uno atiende a los clásicos, a los teóricos contemporáneos de la democracia, sino a establecer un régimen de inclusión.

Si algo define a la democracia moderna es precisamente la inclusión en términos del ejercicio de derechos de todas las personas, con independencia de su condición económica, con independencia de su sexo o expresión de género, con independencia de su raza, de su religión, en fin. Se trata de incluir a todos en el proceso de decisión, de toma de las decisiones colectivas.

Esa es la palabra de orden de un sistema democrático y esto supone dos cosas: que en todos los ámbitos de la vida pública y de la vida privada, de la vida social en su dimensión pública, de la vida social en su dimensión privada, prevalezca la lógica de no discriminación en el ejercicio y titularidad de los derechos, por un lado, pero por otro lado y, como consecuencia de lo anterior, el respeto a las diferencias, como señalaba el maestro González Pérez.

En una democracia, en donde las diferencias no se respetan, no se toleran, no se convive pacíficamente; es decir, sin violencia, no estamos por mucho que se diga, por mucho que se hable, por mucha narrativa o retórica que se planté, en una democracia.

En una democracia en donde hay excluidos, no estamos ante una auténtica democracia y, eso es justamente, la ruta que supuso la creación de un Estado democrático, que supuso la creación de un sistema mixto de representación para que todos, mayorías y minorías, puedan participar en la acción de gobierno. Que supuso el fortalecimiento del pluralismo y el respeto del mismo, como una expresión indispensable de la diferencia y el disenso en una sociedad moderna.

Un derecho fundamental en democracia, es poder pensar distinto, sin que eso tenga ningún tipo de consecuencia, ni jurídica, ni política, ni social. Eso supuso el establecimiento de un sistema de cuotas y, posteriormente, de un sistema paritario para la competencia electoral. Y el establecimiento, por cierto, de cuotas de representación para los pueblos y comunidades indígenas que todavía no es una norma legal.

Es una decisión afirmativa de este Instituto y, ya que se piensa mucho en estos días en reforma electoral, no he visto una iniciativa que planteé volver ley lo que fue una decisión de esta institución; parecería que las preocupaciones más bien oscilan en una tendencia que no está poniendo en el centro de la discusión, ésa que decía, es la esencia de la democracia: el respeto a la diversidad, a la tolerancia y las garantías para que la pluralidad política, social, ideológica, esté garantizada en este país.

Han sido todos, éstas y muchas otras, medidas que han fortalecido no sólo nuestro sistema electoral, sino que le han dado vigor a la pluralidad de inclusión a la sociedad mexicana bajo la premisa de que, democracia no es solamente, lo es, pero no sólo ese miserable expediente técnico al que hacía referencia Ortega y Gasset, las elecciones.

La democracia va mucho más allá y significa Estado de derecho y Estado de derecho, antes que nada, significa respeto de la diversidad y garantía de los derechos con independencia de que, pensemos lo que pensemos y de que seamos, porque así lo decidimos, lo que queramos ser.

El México del nuevo siglo es, sin duda, sin duda, mucho más libre y democrático que el que teníamos en el Siglo XX, precisamente por las contribuciones del pluralismo y la representatividad de sus instituciones y ésa, es una conquista de todas y todos.

Suele decirse que los derechos no caen desde lo alto. La lucha por los derechos en el mundo moderno, al igual, por cierto, que la lucha por la democracia, es una lucha que se construyó desde abajo y que involucró no a una sola fracción, no a un solo partido, no a un solo hombre, sino a todas y todos los que todos los días construyen una sociedad democrática y eso supone una sociedad diversa, una sociedad incluyente, una sociedad respetuosa de las diferencias, como decía nuestro Ombudsman, y esa convivencia ocurre en paz.

Confío en que seguiremos defendiendo las diferencias, el derecho a ser diferente, que enriquece nuestra democracia, al disenso, que enriquece la convivencia plural y, por ende, al pluralismo que hoy tiene nuestra sociedad, como la mejor forma de asegurar que nuestra democracia tenga futuro, un futuro libre, rico en la diversidad y pleno, en consecuencia, en el ejercicio de derechos y libertades.

Muchísimas gracias.

Presentadora: Muchas gracias a quienes integraron el presídium de la presentación del Protocolo, a continuación, daremos paso al primer panel, por lo que tendremos un breve receso de cinco minutos para realizar el acomodo correspondiente. Les pedimos permanecer en sus lugares.

Muchas gracias.

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