Muy buenas tardes a todas y todos ustedes.
Es un verdadero gusto, un placer y un honor recibir en esta institución la visita de una mexicana y dos mexicanos distinguidos que, desde la sociedad civil, han emprendido una incansable lucha por transformar el rostro de la democracia mexicana y encausarla hacia una auténtica democracia constitucional
Es decir, una democracia que no solamente reside en su dimensión electoral, sino también busca hacer del estado de derecho y la rendición de cuentas el otro gran componente fundamental de la democracia, una realidad todavía en muchos sentidos pendiente.
De veras es un verdadero honor, un placer recibir en ésta que es su casa a Gustavo de Hoyos, Presidente Nacional de COPARMEX; a María Elena Morera, Presidenta de Causa en Común y, por supuesto, a Claudio X. González, Presidente de Mexicanos Contra la Corrupción.
Bienvenidos y muchísimas gracias por la confianza y el acompañamiento crítico, sin condescendencias como tiene que ser, creo, el acompañamiento de la sociedad civil organizada a los entes del Estado mexicano.
Incorporar el uso de la tecnología a los procedimientos electorales, ha sido uno de los rasgos virtuosos de la democracia mexicana. A lo largo de 25 años de estar atentos a las innovaciones tecnológicas, nos ha permitido como autoridad electoral actualizar y replantear los mecanismos propios de la organización electoral e incluso simplificar procesos dispuestos en la ley, con la finalidad de contribuir a la eficacia de nuestras atribuciones a la certeza de las elecciones y a racionalizar el ejercicio de los recursos que la sociedad nos otorga.
Por ejemplo, en materia registral, las innovaciones tecnológicas han generado una dinámica de constante modernización en los trabajos de actualización, depuración y verificación del Padrón Electoral. Un padrón, por cierto, que para esta elección tendrá un índice de cobertura de 99.8 por ciento, cosa que nunca había ocurrido en la historia del país y que constituye un índice de cobertura inigualable a nivel mundial.
Así como la Lista Nominal y que la constante incorporación de medidas que fortalecen la confiabilidad de la credencial de elector hayan sido una realidad. Todo esto ha sido gracias a la incorporación de innovaciones tecnológicas.
La transparencia y precisión de los procedimientos implementados con el apoyo de la tecnología en esta materia, han posibilitado que el Padrón Electoral del INE sea la base de datos personales y multi biométrica más grande, confiable y segura de las y los ciudadanos en el país.
De ahí que el Padrón Electoral, además de servir como la base de datos personales que garantiza la universalidad del sufragio, el derecho a votar y ser votado y el principio de una cabeza un voto, constituye la base con la que se fundamenta la identidad de las y los mexicanos dentro y fuera del territorio nacional, el combate al robo de identidad por parte de autoridades financieras, fiscales y de procuración de justicia, así como incluso para el reconocimiento de la identidad de cadáveres desconocidos.
Éste, lo anticipo, lo hemos platicado desde hace tiempo con María Elena, constituye la base sobre la que, con esfuerzos compartidos, avanzaremos hacia una mucho más sólida, mucho más confiable y sobre todo un mecanismo de garantía y protección de los derechos de identidad en el país.
Otra aportación de la tecnología a la certeza y transparencia de nuestros procesos electorales es la aplicación para teléfonos celulares, conocida como la “app del INE”, la cual fue utilizada, como ya se mencionaba, en el proceso de recopilación de apoyos de los aspirantes independientes a un cargo de elección en los meses pasados y que es motivo de uno de los convenios que firmamos el día de hoy con la Confederación Patronal de la República Mexicana.
La app es, desde mi perspectiva, una aplicación tecnológica que llegó para quedarse y sobre la cual transcurrirán los mecanismos de participación ciudadana incorporados, como ya lo mencionaba Gustavo, en la reforma electoral de 2012 y potenciados en la de 2014 que llegó, insisto, para quedarse.
Es así por cuatro motivos al menos. Porque contribuye a transparentar de cara a la sociedad el proceso de obtención de apoyos ciudadanos para candidaturas independientes, para consultas populares, para iniciativas ciudadanas porque garantiza la protección de los datos personales de quienes apoyan una candidatura o una iniciativa de ley surgida de la ciudadanía.
Porque facilita evaluar el desempeño de quienes están ayudando a obtener los apoyos que exige la legislación para cualquiera de esos instrumentos de participación ciudadana y, finalmente, porque proporciona un folio único asociado al aspirante, al auxiliar, al teléfono celular utilizado, con lo cual cada apoyo es rastreable. Siempre garantizando la confidencialidad de los datos personales proporcionadas por las y los ciudadanos.
Por si hubiera alguna duda. Cada apoyo genera un expediente electrónico cuya integridad es verificable y auditable. Seamos claros, esa app está diseñada para facilitar a las y los ciudadanos honestos el cumplimiento de los requisitos de ley en la obtención de una candidatura, así como a aquellas organizaciones de la sociedad que desean incidir en las decisiones públicas, en las decisiones legislativas.
De ahí que, aunque, sí, es indebido, con la app sea posible fotografiar una lata de cerveza, un par de zapatos o cualquier otra cosa que enfoque el usuario con la cámara del teléfono celular acreditado, pero siempre y permítanme subrayar, siempre, se emitirá un folio único que deja huella y que posibilita identificar, sin margen de error, a quien esté usando indebidamente la aplicación.
La app no es un sistema autonómico. Es una herramienta que facilita el proceso de cumplimiento de requisitos de ley que forma parte de un procedimiento que involucra a otros equipos informáticos y también a personal técnico que responde a los lineamientos de uso aprobados por el Consejo General y validados en su momento por el Tribunal Electoral.
Para decirlo de una vez, la app no está diseñada, no se pensó para eso, para evitar las trampas, sino para evitar las prácticas clientelares y el tráfico de datos personales y para que quienes buscan respaldos de ciudadanos lo hagan cara a cara, de manera individualizada, como se deriva del mandato de ley.
La evolución lograda por la democracia mexicana y las exigencias de probidad que la sociedad exige para quienes aspiren a ocupar un cargo de representación del Estado mexicano o compilar apoyos para una iniciativa ciudadana o compilar apoyos para una consulta popular, son responsabilidad, como ocurre en democracia, de todos y cada uno de las y los ciudadanos involucrados.
Por ello, celebro los convenios de colaboración que el día de hoy suscribimos con COPARMEX. Celebro que uno de ellos sea justo para establecer las bases con las que el INE permitirá a la COPARMEX utilizar la aplicación del proceso de recolección de apoyo ciudadanos exigidos por la legislación, para presentar una iniciativa de ley al artículo 102 Constitucional, que ha concitado la alianza de instancias desde la sociedad, estratégicas y comprometidas como la democracia, como son Causa en Común y Mexicanos Contra la Corrupción, entre muchas otras.
Y establece, además, este convenio, las bases en las que el INE verificará la autenticidad de cada apoyo individual y resguardará la confidencialidad de los datos personales recabados.
El otro convenio, como se mencionaba, precisa las bases para generar sinergias que no son nuevas, diría sinergias renovadas, entre el INE y la COPARMEX, con el propósito de fomentar la participación igualitaria entre hombres y mujeres, la realización de actividades que contribuyan a mejorar la cultura cívica y la instrumentación de la Estrategia Nacional de Cultura Cívica, entre otras acciones relacionadas con la cultura democrática y la participación electoral.
Estos convenios reflejan no sólo el reconocimiento de que la democracia es una obra colectiva, sino el compromiso de COPARMEX y sus organizaciones afiliadas para apegarse a las reglas del juego democrático y contribuir tanto a la participación informada, como al ejercicio del voto libre el próximo 1º de julio.
Permítame concluir con una reflexión sobre el momento en que se encuentra el Proceso Electoral 2018. La elección más grande de nuestra historia avanza y avanza bien. La ciudadanía está respondiendo con entusiasmo a la convocatoria del INE y se está apropiando día a día de su elección.
Son más ya de dos millones 400 mil ciudadanas y ciudadanos quienes han aceptado ser funcionarios de casilla, quienes son aptos para cumplir tal función, quienes ya han sido capacitados en una primera etapa, respecto del millón 400 mil ciudadanos que necesitamos para que operen en los centros de votación. Ésa es la mejor prueba de que la ciudadanía está cumpliendo con su parte, en la construcción de este Proceso Electoral.
Avanzamos con certeza e imparcialidad a la elección más grande, ciudadanizada, la más fiscalizada y la más vigilada de nuestra historia democrática. En congruencia con ello y considerando que estamos a sólo tres días de que se realice el primer debate televisivo entre la y los candidatos registrados a la Presidencia de la República, me parece que es conveniente hacer una invitación para que COPARMEX y todas sus invitaciones, así como cada afiliada y afiliado a dicha confederación, sigan el debate, procesen sus propias conclusiones y como corresponde a las y los ciudadanos en democracia, generen a quienes buscan beneficiarse con nuestro voto contextos de exigencia.
Ver el debate, seguirlo, cuestionarlo, es una forma de informarse y de contribuir a que gane la ciudadanía el próximo 1º de julio.
Estoy convencido que dicho ejercicio nos ayudará a conocer las posturas, convicciones y personalidad de quienes aspiran a conducir los destinos de nuestro país por casi seis años. La próxima presidencia se elegirá por cinco años y 10 meses –hay que recordarlo– y no más que por ese periodo.
Así es la democracia, es un juego cíclico que se repite en donde quien gana no gana todo, en donde quien pierde no pierde todo y ello no ocurre de una vez y para siempre.
Sin más, agradezco a la COPARMEX y a las organizaciones aliadas en esta causa, su interés por utilizar la aplicación como herramienta para cumplir con los requisitos necesarios para presentar una iniciativa de reforma constitucional y por su compromiso, constante y permanente, para contribuir a mejorar la cultura cívica de nuestra sociedad que constituye todavía, hay que decirlo, uno de los déficits de nuestra convivencia democrática. Muchísimas, muchísimas gracias.
Versión estenográfica de la intervención del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, en la Firma de Convenios de Colaboración entre el INE y la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), realizada en el lobby del instituto
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