Versión estenográfica de la conferencia magistral, Ética y Periodismo, dictada por Adela Cortina, dentro del Foro Internacional: La importancia del periodismo en la integridad electoral

Escrito por: INE
Tema: Conferencia Magistral

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA CONFERENCIA MAGISTRAL “ÉTICA Y PERIODISMO”, DICTADA POR ADELA CORTINA, DENTRO DEL FORO INTERNACIONAL: LA IMPORTANCIA DEL PERIODISMO EN LA INTEGRIDAD ELECTORAL, EN EL MARCO DE LA CUMBRE DE LA DEMOCRACIA ELECTORAL

Presentadora: Muchas gracias por acompañarnos a este segundo día de actividades del Foro Internacional “Periodismo e Integridad Electoral”.

En esta primera conferencia nos acompaña el Consejero Electoral Ciro Murayama y la doctora Adela Cortina.

Le cedo la palabra al doctor Murayama para que pueda hacer la presentación.

Muchas gracias.

Consejero Electoral del INE, Ciro Murayama Rendón: Muy buenos días, buenas tardes en Valencia, en España, damos la bienvenida a la doctora Adela Cortina con esta conferencia magistral, iniciamos la segunda jornada de este Foro Internacional “Periodismo e Integridad Electoral”.

Permítanme presentar unas breves líneas acerca de la muy amplia trayectoria de nuestra invitada, de la doctora Cortina, quien es catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Valencia de donde es oriunda y de donde cursó su licenciatura, para después realizar estudios también en las universidades de Múnich y Frankfurt, se ha especializado en investigación y reflexión sobre la ética, con aplicación a las empresas, la política, sanidad, las biotecnologías, medios de comunicación, las profesiones y la educación y de filosofía política en cuestiones de ciudadanía, democracia y desarrollo.

La doctora Cortina ha recibido el doctorado Honoris Causa por la Universidad Jaume I de Castellón y por la Universidad Politécnica de Cartagena, es parte integrante de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, siendo la primera mujer que ingresa a esa institución. Y entre sus obras se encuentran: “Ética sin Moral”, “Ética Aplicada” y “Democracia Radical”, “Ciudadanos del Mundo”, “Por una Ética del Consumo”, “Las Fronteras de la Persona”, “Justicia Cordial”, así como “Neuroética” y “Neuropolítica”.

No me voy a extender más, para permitir que inicie esta conferencia que esperamos con tanto interés, y así dar pie a que, una vez que termine su exposición la doctora Cortina podamos abrir un espacio de coloquio, de conversación, de diálogo con nuestra ponente.

Una vez más, muchas gracias, doctora Cortina, buenas tardes allá en Valencia, es una conversación desde el mediterráneo para México.

Así que, muchas gracias, tiene usted el uso de la voz.

Adelante.

Adela Cortina: Ante todo, muchas gracias, al Instituto Nacional Electoral por esta invitación, que me honre enormemente y poder conectar de nuevo con un país al que tanto quiero, como es México, aunque tenga que ser por este medio virtual, en vez de ir allá, que es lo que realmente me gustaría para estar con ustedes, gozar otra vez, no solo de su cocina, sino de toda su belleza y su sabiduría. Para mí es un honor estar con ustedes.

Y, muchas gracias, al doctor Ciro Murayama por su presentación, por su cálida presentación y por dejarme participar en un tema que me parece tan importante, como es el que se está tratando en este encuentro, en este foro.

El tema que yo voy a desarrollar en principio es el de “Ética y Periodismo”. Y voy a empezar haciendo una declaración que me parece importante y es no hay una democracia sólida, sin un periodismo ético, no hay democracia sólida sin un periodismo ético.

Por eso, creo que el foro que ustedes están llevando a cabo, el del mayor interés para no solo para un país, sino también en el nivel internacional y mundial que hoy en día no podemos hablar más que desde el punto de vista de lo local y de global, creo que es del mayor interés saber que no hay una democracia sólida, sin periodismo ético.

El periodismo ético es una necesidad vital para los países y creo que de eso es de lo que vamos a estar hablando y ahora no solo son como una prensa que queda en un solo país, sino que es una prensa necesariamente trasnacional y, además, de las redes sociales, con lo cual ese periodismo ético es una necesidad vital para que haya sociedades democráticas.

Creo que se puede afirmar que de entre las organizaciones políticas que han resultado adecuadas para los seres humanos pues como decía Churchill la democracia también es el mejor modo de hacerlo. Efectivamente la democracia es la mejor forma de organización política que hemos encontrado y creo que es un deber moral y político mantenerla, reforzarla y consolidarla.

Y eso es especialmente importante hoy en día, porque la democracia está en peligro, la democracia está en retroceso y es necesario consolidarla por el bien de todos los seres humanos y por el bien de la naturaleza.

En ese sentido, creo que es bueno recordar cómo en los años setenta del siglo XX, hablaba Samuel Huntington de una Tercera Ola de la Democracia. Decía que se producía una tercera ola de la democracia, porque efectivamente iba ascendiendo el número de países que querían, iba aumentando el número de países que querían convertirse en países democráticos y, efectivamente, no solamente eran los tradicionales, sino que fueron pasando, incorporándose países de Europa, de América Latina, de Asia, fueron sumándose a este mundo democrático y, además, se fue reforzando la calidad de los países tradicionalmente democráticos.

Estábamos en un momento, yo recuerdo que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, pues elaboró un informe sobre la democracia en América Latina. Por aquel tiempo en el que decía con mucha alegría, menos mal que ya ha pasado aquella época en que el tránsito de un gobierno a otro era a través de un golpe de Estado o de una asonada, ahora se pasa de un gobierno a otro sencillamente mediante elecciones.

América Latina se había democratizado también como muchos otros lugares de la tierra y estábamos en un verdadero auge de la democracia.

Pero esto era por los años setentas del siglo XX y en el cambio de siglo, desgraciadamente, se pronuncia lo que se ha llamado, como sabemos, una recesión de la democracia, la vida y el montarla de una recesión de la democracia.

¿Y qué quiere decir recesión? Pues que no hay países que quieran democratizarse, se han congelado los países democráticos, algunos que habían aparecido como democráticos muy prometedores. Sin embargo, se han convertido en países claramente iliberales, lo que se puede llamar una democracia iliberal si es que eso es algún tipo de democracia.

Y otros se han convertido sencillamente en tiranías, y en nuestro momento la punga entre democracia y autocracia creo que es una de las grandes dificultades que tenemos presentes desgraciadamente.

La cosa ha cambiado y tenemos que potenciar la democracia, tenemos que defender la democracia, y para vamos a comentar. El periodismo es imprescindible, de lo que haga el mundo de la prensa va a depender mucho el futuro de la humanidad.

En los años setenta también del siglo pasado nace lo que se llama las “éticas aplicadas”, que imagino que ustedes conocerán. Las éticas aplicadas consisten en la aplicación de la ética cívica para los distintos ámbitos de la vida social, un país pluralista, como es México, como es España tiene distintos ámbitos, y en esos ámbitos se va aplicando paulatinamente una ética, que es la ética de los ciudadanos, aquella ética que comparte en realidad toda la ciudadanía, no porque todo el mundo la practique, sino porque todo el mundo dice o cree que contiene los valores que serían deseables, los valores que quisiéramos implantar en nuestros países, los valores de libertad e igualdad, de solidaridad, de aprecio mutuo.

Esos valores serían los propios de una ética ciudadana, de una ética de la ciudadanía que tendría una gran ventaja de unir a los ciudadanos a través de lo que se ha llamado de alguna manera la “amistad cívica”.

¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que en un país, aunque las gentes tienen distintos amigos personales y distintas opciones personales. Sin embargo, comparten una serie de objetivos y de valores que les permiten construir su vida juntos.

Me parece que es crucial que cada país descubra cuáles son los valores compartidos por todos, no es muy fácil darse cuenta de cuáles son, pero es necesario, porque si no hay valores compartidos no podemos construir la vida juntos. Y por eso a mí siempre me gustó desde hace tiempo distinguir en la ética lo que se ha llamado los mínimos de justicia y los máximos de vida buena. Los mínimos de justicia son aquellos valores que toda la ciudadanía comparte, mientras que los máximos de vida buena son los proyectos de felicidad que la gente tiene, cada uno tiene su proyecto de felicidad, y lo bueno de una sociedad plural, como es México, como es España es que hay distintos proyectos de felicidad, pero que las gentes comparten unos mínimos de justicia.

¿Por qué empiezo por esto? Porque en los años setenta, coincidiendo con ese auge de la democracia, van creciendo las éticas aplicadas, las éticas aplicadas son la aplicación de la ética cívica a los distintos aspectos de la vida social, las tres primeras fueron la bioética, la ética económica y empresarial y la ética del desarrollo, pero luego fueron proliferando esas éticas y nace la ética política, la robo ética, una gran cantidad de aspectos, de todos los aspectos de la vida social, y una fundamental es la ética mediática, la ética de los medios de comunicación.

La ética de los medios de comunicación sería la aplicación de la ética cívica, a ese ámbito de la prensa, la radio y la televisión que son los medios de comunicación, y ahora a las redes sociales.

Se decía, y yo creo que se puede estar de acuerdo con ello, que la ética mediática es la ética más importante de un país, es muy importante la bioética, la ética política, la ética del desarrollo, la robo ética, la info ética son muy importantes. Pero la ética de los medios de comunicación es fundamental, porque los ciudadanos, la ciudadanía solamente podemos ver nuestro mundo en proximidad, pero lo que se aleja de nuestra proximidad lo conocemos a través de los medios, y a la hora de tomar posesión ante la realidad, tenemos que creer en lo que nos cuentan los medios, porque si no podemos creer en ellos no sabemos nada de nuestro mundo, más allá de nuestra familia y de nuestras cuatro amistades, con lo cual hay una, como sabemos una construcción mediática de la realidad.

Una construcción mediática de la realidad que es al a que aferra a la ciudadanía y tenemos que conocer el mundo a través de esos medios y si nos engañan, realmente nuestra situación es deplorable porque tenemos que tomar decisiones no en condiciones de incertidumbre, sino en condiciones de ignorancia, no sabríamos lo que ocurre y podemos tomar decisiones, pero eso no es libertad porque no sabemos en realidad entre qué estamos decidiendo.

Se decía que la ética de los medios de comunicación es la más importante de un país y yo así lo creo, porque es la que nos permite conocer lo que hay más allá de nuestro entorno inmediato.

Y surge esa ética mediática que tiene unas característica que yo voy a comentar muy brevemente para ver si en nuestro momento esas características han sufrido un cambio a partir de la aparición de Internet y a partir de la aparición de las redes sociales, con lo cual tendríamos en los años setenta del siglo XX, se va forjando esa ética de los medios de comunicación y ocurriría que cuando aparecen las redes sociales en el cambio de siglo, parece que de algún modo el panorama va cambiando y eso es lo que voy a hablar en estos breves minutos.

¿Qué es la ética de los medios de comunicación y en qué consiste?

Bueno, la actividad mediática es una actividad como es la actividad sanitaria, la actividad educativa, la actividad política. La actividad mediática es una actividad. Y, como decía Aristóteles, las actividades, nuestro quehacer, las actividades vienen legitimadas y tienen un sentido por dirigirse a una meta.

Lo más importante de cualquiera de las actividades humanas, es descubrir cuál es la meta que les da sentido y legitimidad social.

Y así como pensamos que la actividad política necesita una legitimidad, lo bien cierto es que las demás actividades también necesitan una legitimidad. Si existe prensa, radio, televisión tiene que tener un sentido y tiene que tener una legitimidad, porque tiene que ser aceptada por la ciudadanía. La ciudadanía tiene que dar por bueno que haya medios de comunicación que les presten un servicio, que les presten un bien.

A mí me parece muy interesante una caracterización que hacía el filósofo estadounidense Alasdair MacIntyre, cuando él decía hablaba de las actividades, de las prácticas de las que estoy ahora comentando como actividades sociales cooperativas en las que concurren distintos agentes para conseguir lo que él llama (inaudible), que es un bien interno.

Cada actividad de un bien interno, un bien que le da sentido, que le da legitimidad y que no ofrece ninguna otra de las actividades, porque no es la misma la actividad, el bien de la medicina, que el bien de los medios de comunicación, que el bien de los políticos, o el bien de los educadores.

Hay que ver qué es lo que especifica a cada una de las actividades y la actividad mediática tiene un bien que le es propio. Y por eso quienes se dedican al periodismo, quienes se dedican a la prensa, quienes se dedican a la radio, a la televisión tienen que buscar ese bien, tiene que ofrecer ese bien, claro que pueden entrar en esa actividad por dinero, pueden entrar por poder, pueden entrar por cualquier razón, pero cuando entran en ese ámbito tienen que perseguir el bien que es propio de la actividad, no tienen más remedio, porque es lo propio de una ética profesional, de una actividad profesional como sería la de los medios de comunicación.

Yo siempre he dicho que en todas las carreras universitarias tendría que haber asignatura en la que los estudiantes reflexionaran sobre cuál es la meta de la actividad que están intentando ejercer, porque quien vaya a ser médico o enfermera tiene que saber qué es lo que implica hacerlo; quien quiera ser educador tiene que pensar en qué es lo que implica hacerlo y qué es lo que tienen que buscar quienes entran en el tema de los medios de comunicación sea del tipo que sea.

Pues creo que en esos años setenta en que nace la ética mediática o se refuerza la ética mediática empiezan aparecer códigos de periodistas, si recuerdan, códigos de periodistas, declaraciones de periodistas, porque se dan cuenta de que cuando un periodista realiza una mala actuación perjudica a todo el gremio. Y cuando alguien, de cualquier profesión, realiza una mala actuación perjudica a todos, porque entonces la ciudadanía ya no confía en las gentes de esa profesión.

Empiezan aparecer los códigos de ética, empiezan aparecer de la profesión periodística, empiezan aparecer todo ese tipo de declaraciones de los periodistas, ¿y qué es lo que se proponen los medios de comunicación? Sería muy bueno poder hacer ahora un seminario con ustedes y que me digan cuál creen que es la meta de los medios de comunicación, pero como no es posible voy a decir yo qué es lo que entiendo, y si hay razón en el diálogo comentamos un poco el asunto.

Creo que los medios de comunicación nacieron con el afán de aumentar la libertad de la ciudadanía intentando potenciar pueblo y no masa. Y me explico, ¿qué es la masa? Es un conjunto de individuos agregados que no tienen demasiada relación entre sí y de grupos que no tienen relación entre sí, y que no coinciden en prácticamente nada, salvo que llegue un momento de gran emoción y de pronto se siente muy emocionados, se unen, pero inmediatamente vuelve a disgregarse.

¿Qué es el pueblo? La democracia es el gobierno del pueblo, pero que haya democracia tiene que haber pueblo, y el pueblo es un conjunto de personas que se saben el vínculo, que se saben en relación, que saben que tienen valores comunes y que saben que tienen objetivos comunes, por ejemplo, el de perseguir que su nación, que su patria sea un lugar en que nadie pase hambre, en que nadie pase frío, en que nadie pase sed, que todos tengan los medios para vivir de una manera digna. Esa es una tarea que compete a todas las gentes de un pueblo, y se genera una vista cívica en el sentido de “eso es lo que tenemos que perseguir”.

Yo sé que lo que estoy diciendo parece absolutamente ideal, pero no es ideal, es que no hay pueblo si no hay unas metas comunes, y se puede hablar de que tenemos el gobierno del pueblo, pero no hay pueblo porque no hay metas comunes. Y es muy importante reflexionar y saber cuáles son las metas comunes.

En el caso de los medios de comunicación la tarea que tienen es fundamentalmente la de aumentar la libertad de los ciudadanos intentando que se cree pueblo, gente que comparten unos puntos de vista y no masa, no individuos aislados entre sí que es lo que pretenden algunas ideologías individualistas y dicen que los seres humanos somos individuos aislados que nos juntamos de vez en cuando, pero en realidad no estamos unidos por ningún vínculo, es todo lo contrario.

Los seres humanos somos personas que quiere decir individuos en relación, estamos vinculados necesariamente unos a otros, nos unen unos lazos y por eso es importante recordar esos lazos y reforzar.

¿Qué hacen los medios de comunicación en ese sentido? Pues aumentan la libertad de la ciudadanía y aumentan sus lazos, mediante las siguientes actuaciones.

Por una parte, dando informaciones que las gentes no pueden hacer por sí mismas, informaciones contrastadas. Hay una enorme polémica sobre si son informaciones objetivas, que significa objetividad, habríamos de discutirlo enormemente, pero por lo menos las informaciones que se den tienen que ser informaciones contrastadas que requiere de alguna manera verificadas.

Es necesario verificar una información y no lanzar una gran cantidad de informaciones sin saber si realmente responden a la verdad de las cosas.

Evidentemente, estarán ustedes pensando que esto es verdaderamente complicado en tiempos en los que, como dicen en su foro, el gran tema es la desinformación. Lo primero es que se suelen dar informaciones sin contrastar, sin saber incluso inventadas y manipuladas hasta el punto de que hay quienes han hablado de que tenemos un derecho a no ser engañados, que hay que reconocer un nuevo derecho humano que es el derecho a no ser engañadas, con lo cual las informaciones que tienen que dar los medios de comunicación son informaciones por lo menos contrastadas, después entraremos en técnicas y todas aquellas cuestiones, pero por de pronto que sean verificadas y que sean contrastadas.

En segundo lugar, tienen que dar opiniones que pueden ser diversas, pero por lo menos deben de ser razonables, que no sean opiniones verdaderamente distorsionadas y distorsionantes. Los medios tienen que intentar pasar opiniones que sean lo más razonables posible para crear una ciudadanía que efectivamente se acostumbra a argumentar, a pensar, a crear una opinión pública razonante que sea capaz de argumentar, que dé, tienen que dar los medios interpretaciones de los hechos, pero interpretaciones plausibles, interpretaciones en las que hay que distinguir entre interpretación y opinión. No es lo mismo dar una interpretación, una opinión que una información y los medios tienen la obligación de distinguir entre esos tres elementos, de tal manera que la gente sepa cuando se está leyendo un artículo de opinión, uno de información o una interpretación.

Y es verdaderamente difícil porque los medios lógicamente tienen unas tendencias y hay una tendencia interpretar y a contar desde unas determinadas prospectivas.

El siguiente sentido o el siguiente elemento que tiene que tener esa comunicación que sería ética, es que es preciso comunicar los hechos que son relevantes para el público, los hechos que son relevantes para el público.

No se trata de informar de todo lo habido y por haber en este mundo. Hay una serie de informaciones que al público no le afectan. Hay que tratar de ver cuáles son esas informaciones que sí que son relevantes para el público y que, por lo tanto, tienen que tenerlas en su haber para poder después decidir con libertad.

Y un punto siguiente y creo que es realmente importante, que hay que hacer posible la libre expresión de los profesionales y de la ciudadanía.

La libertad de expresión es fundamental en cualquier país para que, si quieres ser un demócrata, la libertad de expresión es clave y hoy en día tenemos el gran problema y el conflicto entre libertad de expresión y discurso del odio, como sabemos, pero la libertad de expresión es fundamental, porque si los medios están reprimidos, entonces, no pueden informar a la ciudadanía y la ciudadanía está en la ignorancia.

Y aquí me parece que es muy importante recordar que esa libertad de expresión puede venir amordazada, por supuesto, por poderes políticos claramente pero puede venir amordazada también por, pues, gentes, por mafias, por una serie de territoristas o de gentes que tratan de eliminar a todos aquellos que dicen una verdad que les incomoda.

Yo no tengo que explicarles muchos más porque en México hay un gran problema de periodistas que pierden la vida, precisamente, por decir la verdad y sin embargo, es una clave la libertad de expresión.

Por eso, creo que es muy importante y lo voy a retomar después, que el poder político que se comprometa a proteger a los periodistas para que no tengan que ser unos verdaderos héroes sencillamente por cumplir su tarea de decir la verdad.

Eso ocurre, entiendo yo, en todas las profesiones, pero en la de periodismo en determinados lugares es verdaderamente complicado ejercer cuando no se tiene la protección suficiente como para decir la verdad sin perder la vida, incluso, o sin ser verdaderamente dañado.

Bueno, eso es fundamental, porque un país sin libertad de expresión sin periodistas que puedan decir lo que entienden que debe de ser y 100 ciudadanos que puedan expresarse, porque el periodista no solamente tiene que ejercer su libertad de expresión sino permitir a la ciudadanía que ejerza también esa libertad de expresión para que se puedan conocer los puntos de vista de las diferentes gentes. Esa es una sociedad pluralista, esa es una sociedad rica que vive en libertad y que construyen juntos uno.

Todo ello va dirigido a potenciar una opinión pública racionante, necesitamos en todos nuestros países que son países plurales con distintas opiniones, con distintas propuestas que las gentes puedan argumentar públicamente sobre los distintos puntos de vista, sobre las distintas situaciones y para eso es necesario conocer los hechos y voy a dar un punto ya que creo que es muy importante.

Creo que cuando se está hablando en el momento actual de que estamos en la época de la post verdad, pues, sencillamente se está diciendo una mentira, porque no estoy en absoluto de acuerdo con que exista tal cosa llamada post verdad, sino que lo que hay es, sencillamente, gentes que dicen mentiras sea a través de los medios, sea a través de la política, sea, sencillamente dicen mentiras, se llama fake news, si ustedes quieren o deep fake, me da lo mismo y en lo fondo son los bulos de toda la vida, las mentiras de toda la vida y lo que ocurre es que ahora, algunos han dado en decir que es un época nueva, porque la mentira, la post verdad es una mentira distorsionada con la que se intenta influir en el público para convencer a las gentes en el sentido que interesa a quien dice la mentira.

Bueno, eso ha sido una mentira desde siempre, siempre se ha querido influir y por eso en los medios de comunicación es muy peligros llegar a esa idea de la post verdad, es una post verdad y no es nuevo en el cambio de siglo, en los años setenta todavía no.

Para acabar esta primera parte de la actividad mediática, querría decir que un periodismo ético responsable de sus expresiones y de sus opiniones tanto desde el periodista como desde la empresa informativa potencia a la ciudadanía y genera confianza.

Hace falta un periodismo ético responsable de sus expresiones y de sus opiniones tanto desde el punto de vista del periodista como desde la empresa informativa.

¿Por qué digo esto? Pues, porque a continuación voy a entrar en el cambio de siglo que son los años 2000, la entrada de internet, la entrada de las redes sociales y entonces, aparece ese periodismo que es el periodismo, como se dice, bueno, se dice democrático porque no hay jerarquías, porque no hay diferencias, porque todo el mundo puede expresarse, porque todo el mundo puede hablar, es una empresa ciudadana pero no hay una empresa que realmente se responsabilice de lo que se está diciendo, que es lo que sigue ocurriendo en el periodismo clásico.

Es muy importante y yo lo quiero decir desde ahora, que el periodista trabaja en una empresa informativa con lo cual se entrecruzan dos éticas aplicadas, en este caso la ética de la profesión periodística y la ética de la empresa, de la empresa informativa.

Hay gentes que cuando se habla de que es una empresa informativa dicen: ah, bueno, si es una empresa las empresas lo único que quieren es maximizar el beneficio caiga quien caiga y, por lo tanto, el periodista tiene que hacer lo que le diga la empresa informativa.

Eso no es verdad, hay una ética de la empresa y, justamente, en los años setenta, como he mencionado antes, una de las primeras éticas aplicadas es la ética de la economía y de la empresa.

La ética de la economía y de la empresa, es fundamental porque las empresas tienen que ser éticas, las empresas informativas y las empresas de todas las demás características, las empresas tienen que ser éticas.

Y yo lo digo esto con mucha seriedad porque soy directora de una fundación de ética de la empresa que lleva por nombre EDNOR. Y EDNOR, Ética de los Negocios y las Organizaciones, y que creamos nuestra fundación porque estamos convencidos de que, que las empresas sean éticas es fundamental para que funcionen bien los países.

La ciudadanía puede ser excelentes, los políticos pueden ser excelentes pero si las empresas no funcionan éticamente un país no funciona bien.

La empresa informativa es muy importante, porque en ocasiones el periodista no puede decir lo que piensa porque no lo se lo permite su empresa informativa y es una de las razones por las que nos pareció muy importante trabajar en la ética de la empresa, porque lo que no se puede hacer y lo voy a decir hasta el final, es que alguien, un profesional para hacer mínimamente ético dentro de su profesión tenga que ser un héroe.

El hecho de que un periodista tenga que ser un héroe para decir la verdad, para transmitir informaciones contrastadas, etcétera, sin que tenga ningún problema después que tenga que ser un héroe, no puede ser, la gente tiene que vivir su vida moral sin necesidad de arriesgar su salud, su bienestar, sus posibilidades. Y por eso tiene que haber una ética de la empresa informativa, la empresa tiene que ser ética, y no obligar a sus profesionales a realizar determinadas actuaciones que son inmorales y que no tienen por qué hacer en absoluto, se les amenaza con el despido, se les amenaza. Eso no puede ser, la empresa informativa tiene que ser una empresa ética, y ahí se cruza la ética de la empresa informativa y la del periodista, esas dos tienen que funcionar bien.

Ya desde los años setenta decíamos que la actividad mediática tiene dos características que le resulta muy arriesgadas, y es que información es poder, como dice todo el mundo, información es mercancía, información es poder e información es mercancía. La información es poder quien la recabe, los periodistas, la gente del mundo de la prensa tienen una enorme influencia en lo que piensan las gentes de un país, una enorme influencia es un bien muy peculiar, no es un bien material en la información, todo lo que he estado comentado, no es un bien material tangible, es un intangible, pero es un intangible enormemente poderoso en la construcción de las sociedades.

Todos sabemos que una empresa informativa potente tiene mucho poder, y un profesional competente tiene mucho poder, efectivamente, tienen una enorme influencia en el pensamiento de las gentes, en la cultura, en el modo de hacer y, evidentemente, cuando alguien tiene un inmenso poder también resulta muy atractivo y muy apetecible para quienes quieren crear una sociedad a su gusto que piense lo que la persona que quiere pagar por ello está dispuesta a pagar.

Es muy apetecible ese poder, y lo quieren los políticos, y lo quieren los empresarios, todo el mundo quiere contar con los medios de comunicación porque es un enorme poder dentro de una sociedad. He dicho desde el principio creo que la ética de los medios es la más importante de una sociedad, por eso hay quienes quieren influir en la mentalidad de la gente, quieren hacerse con los medios de comunicación y con todo esto.

Por otra parte, información es mercancía, es algo que se vende y se compra, claro, se puede conseguir una gran cantidad de dinero, dando un tipo de información, y además el periodista o el empresario de la información tiene que conseguir ayudas económicas para poder salir adelante, porque con la propaganda y con los anuncios no es suficiente.

Creo que estos dos lados de información es poder y es mercancía, pero en los que pusieron bastante dificultad en ocasiones a quienes querían ejercer una ética, una profesión mediática verdaderamente ética, tuvieron sus problemas, porque todo esto se podía utilizar muy mal.

Para acabar este punto solamente quería decir dos cosas, entiendo que una sociedad en que decir la verdad, desde el punto de la vista de la prensa, es un riesgo vital, requiere una implicación profunda del poder político, como hizo antes, una sociedad en que decir la verdad es un riesgo vital, requiere una implicación profunda del poder político y de la ciudadanía. No puede ser que alguien que quiera decir la verdad esté por eso arriesgando o su bienestar o su vida o la de sus gentes.

Y, por otra parte, tiene que haber una ética de las instituciones y las organizaciones para no obligar a quienes quieran ser buenos profesionales a ser héroes.

Ese es mi resumen de la primera parte de lo que sería el tema de la actividad mediática.

Pero claro, con el cambio de siglo vino la revolución digital y la manera de transmitir la información totalmente de lo analógico a lo digital, el cambio fue no solamente un cambio de medio, de transmisión, sino que fue un cambio de mentalidad también para quienes tenían que transmitir.

Aparecen nuevos canales de comunicación distintos de los tradicionales y, efectivamente, empiezan a aparecer las redes sociales y se piensa que llega un momento de mayor democratización, que las redes sociales hacen mucho más posible una democracia que los medios tradicionales. Porque las redes sociales para decir ellas pues cualquier puede o decir información, puede publicar su opinión a través de blogs o de tuits, puede consumir información de una manera rápida, instantánea, barata, gratuita, puede selecciones a sus personajes influyentes y prescriptores, en qué comunidad se inscribe, nace el periodismo ciudadano, porque la ciudadanía puede difundir información a través de las plataformas tecnológicas y con ello se pone fin a las jerarquías informativas, parece que las jerarquías informativas y empieza el mundo de la democratización de la prensa y de toda la actividades mediática. Parece que tendríamos que aumentar en democracia a partir de todos estos medios.

Y, en efecto, creo y me imagino que los presentes también lo creerán que las redes sociales son un medio de comunicación muy bueno para conectar a unos con otros e incluso para poder dar informaciones, eludiendo la fiscalización de sus países que son países opacos, de esas tiranías que no dejan informar y que a través de las redes sociales se pueden transmitir informaciones que no permitiría el poder político de países tiránicos y de países opacos, etcétera.

En ese sentido, las redes sociales son un factor muy bueno de información, de pasar información a pesar de que haya quienes estén impidiendo o intentando impedir que esa información vaya más adelante.

Además, posibilitan la conectividad, por supuesto, estamos en la época de las conexiones, posibilitan una conectividad entre distintas gentes que pueden construir de alguna manera su vida juntos, aunque esté en la lejanía. Entonces, aguardan cuestiones efectivamente las redes sociales bien usadas son un excelente medio para la comunicación mediática, por supuesto que lo son y por eso entiendo que los medios de comunicación tampoco han tenido más remedio de los tradicionales que pasar a través de las redes y hoy en día están también en ese mundo.

Sin embargo, creo que todos los presentes, y lo he leído en el planteamiento que hacen ustedes de este foro, junto con la aparición de todos esos medios extraordinarios aparecen unas situaciones verdaderamente deplorables, y esas situaciones deplorables son que los medios o las redes manejadas desde determinados lugares han conseguido, en eso que a ustedes les preocupa tanto, que a la hora de las contiendas electorales se manipule de unos países a otros y dentro de los propios países se manipule a los electores, se les manipule en sus emociones, en sus ilusiones y se vaya desenfocando lo que podría ser una elección, dentro de las consultas electorales, una elección informada, serena por parte de los electores. Ese sería el gran problema.

Entonces creo que el momento aquel de Trump cuando se pensaba que no iba a ganar, y de pronto gana. Lo que pasó en Colombia cuando se pensaba que el proceso iba a tener éxito, estábamos convencidos, estaba convencida, y me quedé verdaderamente asombrada cuando resultó que no, que no había seguido adelante. Eso ocurrió exactamente igual con el Brexit, creíamos que no iba a haber Brexit, sin embargo de pronto hay una serie de movimientos que hacen que haya Brexit.

En España tenemos la misma experiencia en el tema de Cataluña, en cantidad de lugares van apareciendo esos fenómenos en los que nos damos cuenta de que unos países influyen en otros, unas agencias influyen en la voluntad de los electores y cambian totalmente las posiciones de las gentes, con lo cual esos medios que podían ser unos medios democratizadores son unos medios que cambian las opiniones y las posiciones de las gentes, y que lo hacen además a través de dos medios, que son verdaderamente peligrosos, que son las opiniones tóxicas, las manipulaciones tóxicos y por otra parte el refuerzo de la polarización.

Decía el instituto que analiza el nivel de las democracias de Gotemburgo en el año 2021, hace un análisis de la situación de las democracias, y dice que causas del retroceso de la democracia son en cierta medida las injerencias en unos países en otros a través de esas redes, que además son redes tóxicas y polarizadoras.

La polarización sabemos lo que es, es verdaderamente doloroso porque la polarización consiste en un país determinado o entre los países en ir generando esa separación de unos frente a otros a través de un clima de discurso del odio, a través de ir transmitiendo en las redes unos esquemas simples, unos esquemas fundamentalmente emotivos en absoluto, argumentativos que van enfrentando a unas personas y otras basándose en esa, y ya que sabemos que hay una base biológica de que los seres humanos nos fuimos desarrollando, se fue desarrollando nuestro cerebro a través en principio de las posiciones emocionales de unos contra otros. Y lo que se va haciendo con la polarización es enfrentar cada vez más a la ciudadanía de unos frente a otros y generando cada vez una mayor polarización.

Y esto se hace dando unos esquemas muy simples en los que la gente se puede sentir muy realizada y en la que se puede oponer a los demás.

En ese sentido, a mí me pareció muy interesante un libro o me ha parecido muy interesante un libro de Ronald Divier que entiende que hay que hablar de cuáles son las verdades dolorosas en relación con los medios de comunicación, con las redes sociales.

Las redes sociales tienen esas excelentes ventajas que antes he comentado, pero tienen también, por otra parte, unos enormes inconvenientes y hay que sacar a la luz cuáles son los inconvenientes, porque los países y la ciudadanía se tienen que proteger frente a las desinformaciones.

Por una parte, entiendo Divier y yo creo que está muy bien visto, en primer lugar, él da tres verdades dolorosas que dicen: Yo acabo de dar una cuarta y es la de que las redes pueden servir para enfrentar a las gentes a través de la polarización de las posiciones; y que, por otra parte, pueden envenenar las elecciones y unos países en otros, incluso en el propio país.

Y Divier recuerda que el negocio de las redes sociales, de los medios sociales se construyen sobre la vigilancia de datos personales con productos que están diseñados en último término para espiarnos y para enviarnos propaganda en la línea de nuestros intereses.

Con esto recuerda la idea de Zuboff, que me de Shoshana Zuboff que me pareció muy adecuada y habrán ustedes oído nombrar del capitalismo de la vigilancia, de que se trata de que las redes sociales que parecen extraordinariamente democráticas y que pueden ayudar muchísimo, sin embargo, lo que intentan no es lo que intentaba el periodismo clásico que era aumentar la libertad de las gentes creando pueblo y no masa, dándoles informaciones contrastadas, abriéndoles un mundo que no descubre, que no conocen, etcétera.

No, no, las redes sociales lo que quieren es que las personas permanezcan en la red todo el tiempo posible, porque el negocio de las redes consiste en conseguir que las gentes estén en la red el mayor tiempo posible.

Ha cambiado totalmente la meta, no se trata de aumentar la libertad de fomentar el pueblo y la discusión libre y argumentada, sino se trata de conseguir que las gentes permanezcan en la red el mayor tiempo posible dando sus datos, dando todas sus posibilidades para tenerlos verdaderamente controlados, con lo cual se pueden emplear después esos datos en el plan comercial o se pueden emplear esos datos en el plan de lo que serían los países totalitarios que intentan poco a poco ir, bueno, teniendo controlados a todos a través de lo que sería ese capitalismo de la vigilancia.

Por otra parte, las redes sociales tienen la dificultad de que para que la gente permanezca en la red, tienen que ser verdaderamente seductoras, tienen que ser de alguna manera tóxicas y hacer que las gentes estén todo el tiempo embarcadas y al final pues los seres humanos dejan de ser autónomos y se hacen heterónomos, es decir, se convierten en gentes, en seres que están siendo manejados por las redes.

Con todo esto la cuestión es qué hacer si queremos mantener, si queremos salvar la democracia y si queremos salvar la democracia yo creo que plantearía las siguientes propuestas.

En primer lugar, fomentar un periodismo profesional en la línea que he descrito al comienzo y empresas informativas que sean éticas, fomentar un periodismo profesional, el periodismo profesional sigue siendo indispensable, el hecho de que se transmita a través del medio de las redes, el medio informático, el medio virtual, no quiere decir que tengan que cambiar las metas de la profesión periodística, la actividad mediática es la misma y tiene que haber un periodismo, que sea un periodismo profesional, un periodismo detectable, que se sepa quién es el que está firmando el artículo, que se sepa cuál es la empresa informativa que está transmitiendo esas informaciones.

Es necesario ver la trazabilidad de la noticia, de dónde viene la noticia, de dónde procede la noticia, porque si no al final nos ponemos en manos de los algoritmos, no sabemos cuál es la trazabilidad del algoritmo, no sabemos quién lo ha creado, no sabemos quién es lo está manejando. Y en ese sentido estamos en la verdadera ignorancia.

Es fundamental que haya un periodismo profesional que se emplea a fondo con su nombre y apellidos, hacer un periodismo de investigación, en ocasiones, un periodismo que dé la información de qué es lo que está pasando en nuestro país y transmitiendo la información a los demás país, pero de una manera verdaderamente contrastada, veraz, sin dejarse en absoluto engañar por toda la historia de la post verdad y por aquello de que nunca la verdad estropee un buen titular, que es una de las cosas peores que se han hecho en este mundo, tiene que ser verdaderamente responsable y verdaderamente detectable.

Por eso creo que los medios de comunicación tienen que seguir trabajando en ese sentido y no dar por sentado que han sido sustituidos por las redes sociales, en absoluto, junto a las redes sociales tienen que estar presentes los medios tradicionales de comunicación, ya no con un formato que sea analógico, sino con un formato virtual, pero tiene que seguir siguiendo el periodismo de siempre que está buscando informar y que está dando noticia, investigando y trabajando.

Para esto, y es la segunda propuesta que quería hacer, ese tipo de periodismo tiene que venir apoyado desde el gobierno y desde la ciudadanía, tiene que venir muy apoyado por los gobiernos y por la ciudadanía, no se puede dejar solos a los buenos periodistas, hay que trabajar junto con los y las buenas periodistas para que se sientan protegidos, para que se sientan a cubierto y no dejados de la mano de Dios, porque cualquiera les puede quitar la vida, cualquiera les puede quitar la salud, cualquier puede perjudicar a sus familias y cualquiera puede quitarles todos sus bienes.

Eso es verdaderamente improcedente, es inadmisible, porque como he dicho antes, y viene siendo la tónica de lo que vengo diciendo, si alguien quiere ejercer su profesión de una manera ética no tiene por qué arriesgar su vida para poder hacer un buen periodismo, una buena información. Porque la y el buen periodista están dando un servicio enorme a toda la sociedad, nos proporcionan esas informaciones que no podemos recabar por nuestra cuenta, nos están aumentando la libertad, están potenciándonos como pueblo y no como simple masa.

El buen periodismo está ayudando a toda la sociedad enormemente y por eso la sociedad no tenemos que permitir que nuestros periodistas para cumplir con la meta de su profesión, tengan que estar poniendo en riesgo su salud, su vida o la de sus familiares, no tenemos que permitirlo ni el gobierno, ni las empresas, ni la sociedad.

Tenemos que hacer un pacto con tantos pactos que se hacen en este mundo, un pacto para apoyar al periodismo.

En tercer lugar, me parece fundamental hacer un acuerdo mundial de ciber vigilancia y también acuerdos locales de vigilancia, de todos estos mecanismos que están siendo utilizados para distorsionar la mente de las gentes.

Estamos viendo, efectivamente, que en cuanto llega un periodo electoral se trata de distorsionar la mente de la gente, pero no en cuanto llega un periodo, mucho antes.

En todos los países se está intentando distorsionar continuamente para que las gentes a la hora de las elecciones voten a unas gentes determinadas y no a otras. Esto sabemos que es así, lo estamos viviendo.

Tiene que haber también un acuerdo mundial y, además, acuerdos sectoriales de ciber vigilancia.

Por supuesto en cuarto lugar, cultivar la poliarquía de los medios de comunicación. No se puede permitir que en un país haya un solo medio de comunicación como ocurre en ocasiones y que todos los demás estén clausuradas, no puede haber un solo medio de comunicación en un país, tiene que cultivarse por lo menos la poliarquía. Y aunque los distintos medios tengan cada uno su mensaje, tengan cada uno sus sesgos, su ideología la gente tiene que tener distintos medios y saber cuál es la propuesta, cuál es la ideología que hay detrás de ellos. Y a partir de ahí la gente tiene que elegir cuál es el medio que le resulta más convincente.

Y, por último, porque creo que siempre es la clave en cualquier sociedad democráticas, al fin y al cabo, la democracia es el gobierno del pueblo y me parece que es fundamental educar en una ciudadanía mediática. Cuando se habla de ciudadanía hay que educar en una ciudadanía mediática, una ciudadanía que sea capaz de discernir de algún modo, aunque eso es muy difícil cuáles son los mensajes falsos, cuáles son los mensajes que están intentando llevarse a través de las redes para convencer a las gentes.

Por eso a mí me pareció muy importante que haya una ciudadanía participativa, pero creo que, sobre todo, tiene que haber una ciudadanía que sea lúcida y que sea responsable.

Hay que educar en las escuelas, en los colegios, en las familias para que haya unos ciudadanos y ciudadanas con capacidad de discernimiento. Utilizamos muchas veces la palabra que sean ciudadanos y ciudadanas críticos.

La palabra crítico quiere decir con capacidad de discernir, viene del griego krinein que quiere decir discernir, alguien que critica no es alguien que insulta, alguien que critica es alguien que difiere.

Y tenemos que intentar educar a una ciudadanía con capacidad de discernimiento y ponerle a su servicio esos medios que cada vez hay más para distinguir cuando una información es falsa y cuándo es una verdadera información, aunque cada vez es muchísimo más difícil, pero es una tarea que hay que hacer.

Muchas gracias por la invitación a participar a este importante foro en esta mañana de México y en esta tarde de España, ha sido un placer estar con ustedes.

Muchísimas gracias.

Consejero Electoral del INE, Ciro Murayama Rendón: Muchísimas gracias, doctora Cortina, ha sido a los presentes, estoy convencido, y para quienes nos siguen a través de transmisión digital una conferencia tan estimulante, como por momentos preocupante por los riesgos para la democracia, que quiere decir los riesgos para la convivencia pacífica y civilizada en nuestras sociedades que entraña esta recesión democrática que, desde la perspectiva de los medios, usted ha explicado de manera precisa y muy sugerente.

Antes de permitir que quienes nos acompañan, entre quienes hay, por cierto, distintos profesionales de la comunicación, reporteras, periodistas de diversos medios de aquí de México.

Quisiera yo señalar que, en efecto, esta recesión democrática que contrasta con la ola de la democratización que por ventura se cruzó también América Latina después de que tuviera inicios muy importantes, gracias a lo que ocurrió en España con los pactos de la Moncloa, en Portugal con la Revolución de los Claveles, en América Latina con el fin de las dictaduras, en México con un proceso de democratización que nos permitió abandonar lo Giovanni Sartori calificó como un sistema de partido hegemónico para llegar a una germinal democracia caracterizada por un sistema plural de partidos.

Pues ahora estamos, en efecto, en una nueva ola de construcción democrática, y lo vemos en países de prácticamente todos los continentes, como usted bien decía, naciones que al inicio del siglo se consideraban democráticas. Hoy han dejado de serlo lamentablemente.

Y en este proceso de destrucción democrática no estamos viendo necesariamente la irrupción de golpes de Estado, es decir, de unos ataques externos al sistema democrática, sino con frecuencia una suerte de enfermedad autoinmune de generación de procesos de descomposición desde dentro de la democracia y con frecuencia por gobernantes que habiendo llegado al poder a través de las reglas de la democracia, una vez que llegan a él, se dedican a destruirlas y claro ejemplo lo ha dado usted con la conducta de Trump al no aceptar la derrota, incluso, pues, incentivar como estamos conociendo el intento de tomar de Capitolio el 6 de enero de 2021.

Entonces, en esta recesión democrática juega un papel preocupante el despliegue desde el poder de prácticas autoritarias y que en el terreno de los medios de comunicación siguiendo los términos que usted nos ha compartido y enseñado esta mañana mexicana, esta tarde en España es cuando la amistad cívica que usted sugiere como una condición para la coexistencia democrática en nuestras sociedades se sustituye por una enemistad cívica sembrada desde el poder, es decir, cuando desde el poder se dispersa el odio para que no pueda haber una conversación pública tolerante, razonada; cuando desde el poder se transmite información no contrastada sin opiniones razonables sino distorsionadas y distorsionantes opiniones tóxicas y polarización, es el caso de lo que ha hecho también el Presidente, voy a hablar de América Latina, Bolsonaro, que apenas acaba de intentar combatir la victoria electoral de Lula. Afortunadamente el Tribunal Electoral de Brasil acaba de desechar esa pretensión.

Así que tenemos no sólo el embate de los poderes facticos hacia la conversación pública, hacia la amistad cívica, sino con frecuencia desde los cargos de poder y de responsabilidad, y eso en casos como el mexicano, quiero yo decirlo a título, por supuesto, estrictamente personal, se ha traducido en una lejanía, en un desentendimiento de este gravísimo problema de inseguridad hacia la integridad de los periodistas.

Llevamos sólo en este año 19, si no me equivoco, periodistas asesinados por hacer su trabajo, es decir, es más fácil que se pierda la vida de un periodista en México que en zonas declaradas de conflicto bélico y esta expresión de una acelerada expansión y privatización de la violencia, a diferencia del planteamiento de Weber, de que el monopolio de la legitimidad de la violencia desde el Estado para proteger a quienes integran la sociedad lo que estamos viendo es una renuncia desde el poder político para ejercer esa violencia contra quienes sí la están ejerciendo de manera discriminada, grupos privados que son los que están atentando permanentemente contra la población y contra los periodistas que tratan de contribuir a esta libertad que se edifica a partir de individuos con vínculos comunes y con información contrastada.

Creo que en el caso mexicano, esto es un, no podemos hablar del periodismo sin subrayar esta ominosa sobra de la inseguridad y de la amenaza permanente y no podemos, creo, dejar de subrayar que desde el poder político no hay un compromiso expreso con la integridad de los periodistas y eso quiere decir que no hay un compromiso con la libertad de expresión, con la libertad de información ni con el derecho a no ser engañados, que me parece un concepto muy importante.

Así que pues yo reacciono, agradeciendo su conferencia y por supuesto, retomando las propuestas que nos comparte para subrayar que, pues sin periodismo ético no hay democracia que se pueda consolidad, que no podemos abandonar esta ética de la actividad mediática, por supuesto, que necesitamos un periodismo apoyado desde la ciudadanía y desde el gobierno, y si no lo hace el gobierno reforcemos el apoyo ciudadano y de las instituciones distintas, públicas, privadas que formamos parte del ecosistema democrático, un ecosistema que está siendo contaminado pero que también está haciendo el presidente como hemos visto con las nutridas manifestaciones ciudadanas en defensa de su democracia aquí en México, la necesidad de un pacto mundial de ciber seguridad para frenar la distorsión, cultivar la poliarquía de los medios y, por supuesto, educar en una ciudadanía mediática, creo yo que es indispensable.

Hoy uno no puede hablar con un niño, una niña, un joven sin advertir de los riesgos que para su integridad suponen el estar en contacto con las redes sociales.

Antes educábamos para salir a la calle, para aprender a cruzar avenidas, para usar el transporte público, para evitar lugares peligrosos, pero hoy estos lugares a esos lugares se puede acceder desde el sillón de la casa, desde una computadora, desde un teléfono y poner en riesgo la integridad de la gente.

Así que es un enorme desafío pero es el desafío de la democracia y de nuestra convivencia pacífica, diría yo, es el desafío de la civilización.

Pues, muchísimas gracias, de nuevo y voy a solicitar que quienes quieran formularle preguntas, reflexiones a la doctora Cortina lo puedan hacer, si levantan la mano, por favor.

Adelante.

Pregunta: Muy buenos días, muchas gracias por esta conferencia.

Usted hablaba de un concepto sumamente interesante que es la generación de una ciudadanía mediática tan necesaria, totalmente de acuerdo en que debemos trabajar, desde luego, con las capas generacionales pues más jóvenes al respecto.

¿Podría abundar un poquito más respecto de este concepto y cómo desde las instituciones podemos pues colaborar con ello y la sociedad, desde luego?

Adela Cortina: Pues yo creo que, en la escuela, sobre todo desde la escuela porque es la educación formal, es posible con los niños y las niñas ir mostrándoles qué posibilidades tienen de discernir en la información que se les da a través de las redes, qué es lo que son bulos de lo que son informaciones verdaderas.

Existen unos elementos o unos mecanismos que los periodistas y las periodistas conocen bien para discernir en esos casos. Y yo creo que es muy importante que en las escuelas se les explique a los niños.

Por una parte, como se ha dicho antes, explicarles bien que en las redes sociales se vierte de todo, que sepan que lo que viene a través de esas redes se pueden encontrar de todo tipo de cosas.

Pero, además, creo que es importante que conozcan los mecanismos que permiten discernir cuándo una información, en su información veraz y cuándo es una información que está manipulada y que está alterada.

Me parece una tarea muy importante para los pobres profesores y profesoras que acaban después muy cansados de tener que transmitir tantas cosas, pero creo que es uno de los eventos esenciales que deben de darse en la educación formal, porque si no, no podemos educar una ciudadanía verdaderamente lúcida por mucho que se ponga voluntad en ello.

Creo que el ministerio de educación de todos los países tendría que estar trabajando en esa dimensión de dar a conocer a los alumnos y a las alumnas qué son las redes sociales, qué es lo que se busca con las redes sociales, qué es lo que se puede conseguir con ellas y cuándo pueden diferenciar una información de un auténtico bulo. Y, además, enseñarles que no crean que es verdad eso de que estamos en posverdad, sino que la verdad sigue siendo importantísima para llevar adelante una vida fecunda.

Consejero Electoral del INE, Ciro Murayama Rendón: Muchas gracias.

Rubén Álvarez, adelante.

Coordinador Nacional de Comunicación Social del INE, Rubén Álvarez Mendiola: Muchas gracias, buenas tardes doctora Cortina. Buenos días, colegas aquí en la Ciudad de México.

Doctora, usted dijo una frase que me parece que es fundamental, pero sí me gustaría que nos ayudara o me ayudara a entender un poco más la dimensión de la misma.

Dice usted, dijo usted no se puede dejar solos a los buenos periodistas. No voy a discutir quiénes son buenos y no tan buenos periodistas y habrá diversos puntos de vista al respecto.

Pero, digamos, pongamos que estamos de acuerdo en que hay buenos periodistas y no tan buenos periodistas. Sin embargo, cuando usted habla de no dejarlos solos, habla de la sociedad misma, la sociedad en su conjunto la sociedad civil, pero también de los gobiernos.

Y aquí sí me gustaría que usted me ayudara a entender un poco más a profundidad a qué se refiere cuando los gobiernos no deben dejar solos a los buenos periodistas.

Y luego no confundir esto con aquellos periodistas que siendo bien cuidados por los gobiernos se convierten en propagandistas, y no en periodistas.

Entonces cómo justamente discernir esto a lo que usted se refiere como no dejar solos a los buenos periodistas.

Adela Cortina: Muchas gracias por la pregunta, que también me parece muy importante como la anterior.

Cuando hablaba de los buenos periodistas me refería a las gentes vocacionadas que están intentando conseguir ese bien interno del que hablaba yo antes como una clave de la actividad mediática, efectivamente, creo que el buen periodista, y en eso se le conoce, es alguien que está muy preocupado por descubrir la verdad y los acontecimientos, por transmitir esa verdad de los acontecimientos para aumentar los conocimientos de las gentes, para aumentar su libertad, para aumentar sus posibilidades, como hizo antes. Y trata muy bien de discernir y de confrontar y de llamar por teléfono cuando es posible para tratar de contrastar o contrastarlo con otros medios, alguien que quiere conocer la verdad contrastarla y transmitirla a las gentes para que las gentes conozcan mejor la realidad.

Yo creo que ese es el buen periodista, el que no quiere hacer grandes trucos, grandes magias, sino todo lo contrario, transmitir la verdad a la gente, investigar sobre ello y dárselo a conocer, se pueden tener mejores o perores capacidades en cada una de las profesionales, hay quienes tienen una mejor capacidad y hay quienes tienen menos capacidad.

Pero cuando yo hablo del buen periodista me refiero al que tiene esa meta, sus capacidades, sus cualidades serán las que sean, pero el bueno es el que intenta alcanzar esa meta y no se contenta solo con tener un dinero o tener un poder, que también es importantísimo, pero no es el bien interno de una profesión.

Creo que a esas personas que intentan colaborar transmitiendo la verdad la sociedad les debe mucho, y por eso los gobernantes como representantes elegidos de una sociedad deberían estar a su servicio, deberían protegerles porque son un bien muy precioso. Un buen periodista en ese sentido, que yo he dicho ahora, es un bien muy precioso, como es un bien muy precioso un buen médico, una buena enfermera, un buen enseñante. Todos esos son bienes muy preciosos.

Las actividades profesionales tienden a unas metas que son bienes preciosos para las sociedades, sin esos bienes la sociedad sería mucho más injusta y mucho más triste si no hubiera gentes que se ocuparan de la salud, gentes que se ocuparan de la educación, gentes que se ocuparan de levantar edificios; la sociedad sería mucho más pobre y mucho más triste.

Por eso yo creo que cuidar la educación de los profesionales es fundamental, me acuerdo de que en algún momento cuando estaba muy preocupada por la situación, en Francia dijeron: La cuestión es potenciar la ética cívica y potenciar la ética de las profesiones.

Y yo creo que eso es un punto que la gente eso lo olvida, pero son muy importantes, una sociedad con buenos profesionales en cada uno de los ámbitos que busca alcanzar la meta de la profesión, porque es un bien muy precioso para la sociedad. Creo que es un bien extraordinario. Y por eso la sociedad tiene que cuidarlos de alguna manera.

Bueno, en general no suelen necesitar grandes cuidados, pero en el caso del periodismo y en los últimos tiempos y en países como el de ustedes, como muy bien ha dicho el doctor Ciro Murayama, efectivamente está corriendo unos peligros quienes quieren ejercer bien su profesión. Y eso es algo que no debe de admitirse, porque para que alguien intente alcanzar la meta de la profesión y a eso me refiero con el buen periodista, tiene que ser alguien apoyado por los gobiernos, por las instituciones y por la sociedad no se les puede dejar solos en absoluto.

Y por eso recuerdo que cuando desde hace muchos años pensamos en crear una fundación para ética de la empresa, una de las cosas que pensamos es que las organizaciones y las instituciones tienen que ser éticas para que quienes trabajan en ellas no tengan que ser héroes para ser éticos dentro de la normalidad.

En ética solemos distinguir entre los supererogatorio y lo que se le puede exigir a cualquiera. A cualquiera se le puede exigir que si es un periodista trate de discernir que es lo verdadero, lo falso, transmitir lo bueno, qué es lo supererogatorio aquello que no se puede exigir a todo eso.

Y yo creo que hay periodistas a los que se está exigiendo que gana actuaciones supererogatorias, algo que no se puede exigir a todos porque están dejándose la vida o arriesgado la vida. Y eso es más allá de lo que se puede pedir sencillamente alguien para que ejerza medianamente y bien su profesión.

Por eso creo que quien trata de alcanzar la meta de una profesión, tiene que ser ayudado por una sociedad, porque es meta es muy buena para la sociedad y todos podemos enriquecernos con ella.

Consejero Electoral del INE, Ciro Murayama Rendón: Tenemos una intervención más.

Adelante, por favor.

Pregunta: Sí, planteaba usted que tiene que haber también una ética en las empresas periodísticas. Desgraciadamente en México tenemos, por ejemplo, a un dueño de una de las empresas periodistas y televisoras más grandes que se llama Ricardo Salinas Pliego, que dijo que los que no pueden ir a acatar es porque no han trabajado lo suficiente y así como esos comentarios trata a sus empleados, ¿podemos hacer algo para luchar junto con estas empresas y estos personajes para que haya una ética periodistas en las empresas? ¿O tenemos que abandonar esa lucha y empezar a hacer nuestras propias empresas?

Adela Cortina: Bueno, yo creo que en eso me parece que es usted un poco pesimista. Y yo creo que, bueno, casi nunca se puede universalizar sino que suele haber empresas que no son muy éticas y otras empresas que son más éticas, justamente cuando nosotros creamos nuestra fundación fue con la convicción de que no todas las empresas son inmorales en absoluto, sino que hay unas empresas que son más morales y otras que son menos morales.

Y creíamos que es importante fomentar la actitud de las que ya son más morales y tratar de las que no sean, se vayan apuntando, porque a fin de cuentas también las empresas al medio y largo plazo necesitan tener una reputación, necesitan ser acogidas por el público y es muy importante creando esa profecía que se cumpla a sí misma.

El decir de la empresa si usted actúa correctamente, si usted actúa moralmente en el medio y largo plazo que es el tiempo humano podría usted conseguir tener una buena reputación y, por tanto, una mayor clientela y, por tanto, una mejor cuenta de resultados. Ese era un poco la idea.

Yo creo que el tema es el de entrar a las empresas por dentro y en tratar desde la ciudadanía y desde la clientela de que acudan a las empresas que efectivamente cumple con la meta de lo que es una empresa, y la meta de una empresa a fin de cuentas, a mí me gusta mucho aquella expresión del Premio Nobel de Economía, Amartya Sen que decía que las buenas empresas o la buena economía es la que ayuda a crear buenas sociedades, la buena economía o la buena empresa no solo es la que intenta maximizar el beneficio, caiga quien caiga, sino la que intenta cuidar a que haya buenas sociedades.

Y yo creo que ese es el camino por el que tenemos que intentar ir, también en la empresa informativa, que es empresa, pero no por eso hay que dejarle que maximice el beneficio y que diga barbaridades, sino que hay que exigirle, porque una empresa tiene que ser ética.

Consejero Electoral del INE, Ciro Murayama Rendón: Gracias.

Adelante.

Una pregunta más.

Pregunta: Usted mencionaba que estamos pasando por una etapa post verdad, pero usted considera que no, ¿en qué etapa estaríamos?

Esa sería mi pregunta.

Adela Cortina: Mira, yo creo que estamos en una época, como toda la vida, en que hay gentes que dicen bulos y gentes que mienten, y las personas no siempre decimos la verdad, cada uno de nosotros, y no siempre estamos diciendo mentiras.

Creo que no hemos cambiado en absoluto en ese punto, sino que lo que ha cambiado es que como podemos transmitir los bulos y las mentiras a través de unas redes que lo transmiten a todas las partes del mundo y que algo se viraliza, y lo sabe absolutamente todo el mundo, al final es muy difícil entre esa maraña de información, como yo se ha dicho, y yo estoy de acuerdo, hay una especie de encarnizamiento informativo, igual que se habla de encarnizamiento terapéutico, se habla de encarnizamiento informativo, hay una multitud, una magnitud de información tal que las gentes no tenemos tiempo de informarnos de todo, de saber de todo, y entonces los bulos se transmiten con toda seguridad.

Yo desde que oí hablar por primera vez de la post verdad y decir que es una mentira distorsionada que intenta manipular a las gentes desde el punto de vista emotivo, para llevarles a pensar lo mismo que piensa la persona que está transmitiendo esa información, yo creo que eso es lo que ha sido el bulo de toda la vida.

Y además cuando decían fake news, me decía: ¿Qué querrán decir con fake news? “Bulos”, ¿el bulo es una palabra? No, mal y corriente que consiste efectivamente en eso desde toda la vida, siempre se han contado bulos de los adversarios precisamente para desacreditarlos y para poder ganar poder quien está desacreditando al adversario. Recuerden ustedes, porque sabrán bulos y les habrán contado, pero a nivel universal y en el propio pueblo en el que se está viviendo, se contaban bulos de éste y del otro para desacreditarlo. No estamos en una época de post verdad.

En ese sentido estamos en una época igual que antes, lo que pasa es que el gran cambio es que antes cuando alguien se le cogía en una mentira trababa de decir “que no, que no había mentido, que no era no así”. Ahora, creo que más bien la reacción en muchas ocasiones es la de decir: “bueno, he mentido, ¿y qué?”.

Parece que no tiene consecuencias. El hecho de que alguien mienta, bueno pues ha mentido y qué pasa.

Bueno, eso es lo que a mi juicio no es admisible. Que alguien mienta no es admisible porque el dar la verdad nos distorsiona la realidad y no sabemos en dónde estamos situados.

Consejero Electoral del INE, Ciro Murayama Rendón: Muchas gracias.

Pues nos estamos acercando, doctora, ya al tiempo convenido. No queremos abusar de su generosidad y disposición hacia el Instituto Nacional Electoral.

Realmente ha sido una conferencia magistral que nos ha contagiado de esta vitalidad ética en los conceptos que ha expuesto esta mañana, subrayando pues en efecto que viejas conductas de la humanidad, ahora exponenciadas por el cambio tecnológico y la multiplicación de las redes sociales, pues están generando efectos nocivos sobre la convivencia de las sociedades, pero también nos ha ofrecido una guía conceptual y ética de cuáles serían, deben ser los pasos, los objetivos, las metas que podemos trazarnos para recuperar justamente la ética de la actividad periodística y, con ello, robustecer nuestra democracia.

Así que, hasta el Mediterráneo, hasta Valencia todo nuestro agradecimiento, nuestro reconocimiento. Espero que por los micrófonos pueda escuchar el nutrido abrazo que se merece por su exposición.

Gracias de nuevo, muchísimas gracias.

Adelia Cortina: Muchísimas gracias por la invitación. Muchísimas gracias por la atención y hasta siempre.

Consejero Electoral del INE, Ciro Murayama Rendón: Siempre gracias.

Muy bien, pues con esto concluimos esta magnífica conferencia. Gracias.

Y continuamos en un momento.

Presentadora: Muchas gracias, Consejero.

Vamos a darnos unos 10 minutos para acomodar el siguiente panel. Los esperamos en 10 minutos por aquí para hablar sobre el tema de las redes sociales y la libertad de expresión.

Gracias.

(RECESO)