Versión estenográfica de la bienvenida y conferencia magistral del exPresidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, en el Foro Regional para América de la Cumbre de la Democracia electoral

Escrito por: INE
Tema: Cumbre de la Democracia Electoral

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA BIENVENIDA Y CONFERENCIA MAGISTRAL DEL EXPRESIDENTE DE COSTA RICA, LUIS GUILLERMO SOLÍS: “REFLEXIONES SOBRE EL ESTADO DE LA DEMOCRACIA EN PERSPECTIVA GLOBAL”, FORO REGIONAL PARA AMÉRICA DE LA CUMBRE DE LA DEMOCRACIA ELECTORAL


Coordinador de Asuntos Internacionales del INE, Manuel Carrillo Poblano: Sean ustedes bienvenidos a esta Segunda Cumbre sobre Democracia Electoral, que estamos celebrando una serie de organizaciones internacionales, autoridades electorales y asociaciones de autoridades electorales, con cinco cumbres regionales.

Se llevó a cabo la de Europa el pasado 8 y 9 de junio, hoy iniciamos la de América; próximamente en el mes de julio tendremos la reunión regional de África; en agosto tendremos la Cumbre Regional de Asia; así como la Cumbre Regional a finales de agosto en Norte de África y Medio Oriente.

Estos foros regionales pretenden discutir las diferentes problemáticas de la democracia en las distintas regiones, de tal manera que en septiembre podamos tener una gran Cumbre, donde podamos discutir las distintas opiniones y perspectivas de las cumbres regionales.

Es un honor para mí presentar ahora al señor Anthony Banbury, quien es el Presidente de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales, quien será nuestro presentador y moderador en esta conferencia.

(Intervención en inglés)

Anthony Banbury, Presidente de IFES: Muchísimas gracias, Manuel.

Saludos a ti y a todos.

Quisiera agradecer a Lorenzo Córdova, al Presidente Consejero, así como a todos mis amigos del instituto electoral de México.

También quisiera dar mis saludos a todas las asociaciones y sus aportaciones a este foro regional tan oportuno e importante.

También quiero reconocer de manera especial al ex Presidente de Costa Rica, Guillermo Solís, quien dará su conferencia magistral en unos momentos.

Es un verdadero honor, Presidente Solís, que esté con nosotros.

Gracias.

El INE constantemente ha demostrado su compromiso con dar elecciones incluyentes y transparentes para una de las democracias más grandes del mundo, y ha logrado éxitos muy importantes frente a desafíos muy importantes que incluyen las elecciones federales el año pasado, así como también de consultas populares, así como también las elecciones de estado que acaba de pasar.

Y este compromiso del INE también va con la voluntad de compartir su experiencia global y sus procesos innovadores, y también facilita espacios para poder tener diálogos profundos y deliberaciones sobre el estado de las elecciones para la democracia en esta región y regiones alrededor del mundo.

Gracias, INE, por organizar esta serie de foros regionales que culminan en el Foro Global que acaba de mencionar el señor Navarro.

Ahora, el retroceso de la democracia en Latinoamérica y el mundo se ha documentado mucho, claramente está establecido; hay mucha literatura, hay muchos informes sobre el retroceso de la democracia y lo profundo que ha sido desde International IDEA, Freedom House y otros.

No voy a pasar tiempo platicándoles lo que ustedes ya saben acerca de la situación de la democracia del mundo o de Latinoamérica, pero sí quiero compartir una estadística, el 80 por ciento de la población mundial, vive en países o bajo gobiernos que son caracterizados como parcialmente libres o no libres, es un 80 por ciento, el hecho de que tantas personas estén viviendo bajo regímenes o sistemas que no son totalmente libres, tiene un efecto muy importante sobre la sociedad y la vida de las personas.

Nosotros entendemos el impacto de este retroceso democrático y sabemos que debe de haber independencia de las diferentes ramas de gobierno, sabemos que tenemos que tener cooperación entre instituciones gubernamentales a nivel ejecutivo.

Hemos tenido episodios de represión política, hemos dicho que hay menos espacios para la sociedad civil, hay restricciones sobre el periodismo libre y la supresión de garantías individuales, libertades, este impacto de retroceso democrático varía de región a región y de país a país, pero sí está sucediendo en todo el mundo, en diferentes etapas, en todos los países, sin importar en qué estado estén de desarrollo democrático.

Vemos que está sucediendo en democracias avanzadas, también, el día de hoy estoy en Washington D.C. y sabemos que en Estados Unidos hemos visto evidencia de un retroceso democrático preocupante.

También vemos el gerrymandering de los distritos electorales para tener poder para las minorías, vemos que hay falta de rendición de cuentas de los delitos cometidos por la policía, vemos una erosión del respeto por las instituciones democráticas clave y una amenaza a los derechos fundamentales, todos recordemos que tenemos un retroceso democrático, esté sucediendo en países y regiones alrededor del mundo, es un problema serio que está teniendo un impacto que nos preocupa mucho.

Pero tenemos que entender cuáles son las causas del retroceso democrático para atenderlas, cada región tiene sus propias características cada gobierno, cada sociedad y cada país tiene su característica muy particular.

Entonces, no podemos sobre generalizar, sin embargo, sí hay conclusiones básicas que podemos sacar.

En mi evaluación hay tres causas principales que están haciendo de este retroceso democrático, primero que nada y el más importante es que hay un fracaso fundamental de los gobiernos elegidos de manera democrática de dar soluciones tangibles a los problemas reales que enfrentan sus electores, problemas sociales, es decir, lo básico que requiere la gente dentro de un país, en segundo lugar un envenenamiento de la información y vemos que hay mayor dificultad para una distinción entre información precisa e información errónea.

Y en tercer lugar vemos que hay esfuerzos deliberados, concertados de actores extranjeros, de debilitar sistemas democráticos y atacar valores democráticos y de ofrecer alternativas autoritarias a la democracia.

Podríamos hablar de cada uno de estos puntos mucho tiempo, pero no lo haré en este momento. Estos son los puntos más importantes, sin embargo, hay mucho que considerar en cada uno de los puntos. 

De manera conjunta, esas tres tendencias, estos tres desarrollos nos han llevado no solo a una falta de confianza en nuestro gobierno y el gobierno democrático, sino que hay una falta de satisfacción con la democracia en sí, y sin lugar a dudas, se da una indiferencia hacia la protección de la democracia y esto provoca un cambio importante en la adición en la sociedad hacia la democracia.

Quisiera compartir un par de estadística ahí de una vez.

En toda Latinoamérica, el apoyo a la democracia disminuyó de 65 por ciento en el 97 a 49 por ciento en el 2020, estamos hablando de una disminución muy importante en el apoyo popular a la democracia, al mismo tiempo la satisfacción con la democracia en esta región cayó de 45 por ciento en el 2009 a 25 por ciento en el 2020, y la falta de satisfacción con la democracia creció de 50 por ciento a 70 por ciento, en ese mismo periodo.

Son estadísticas sencillas que nos indican que hay una tendencia muy fuerte de la erosión del apoyo hacia la democracia y una confianza en que la democracia hará mejor su vida.

Y sin esa creencia en la democracia, nos queda claro cuál es el retroceso democrático que se ha dado últimamente.

Ahora, los partidos políticos y los regímenes en Latinoamérica han sido afectados fuertemente por lo que conocemos como el voto del castigo. En 14 elecciones en Latinoamérica, que se hicieron entre 2019 y 2022, no incluyo Nicaragua porque no fue una elección democrática.

En estas 14 elecciones de los últimos tres años, el partido que estaba en poder perdió, siempre fue el caso en todos.

Entonces, vemos una crisis profunda de democracia.

Uno escucha una y otra vez que los altos funcionarios hablan de un momento existencial en el desarrollo democrático.

Entonces, ¿qué hacer al respecto?, ¿qué vamos a hacer?, sabemos que tenemos un retroceso, ¿qué vamos a hacer al respecto?

Creo que sí hay buenas noticias, en un periodo corto, estamos hablando de los últimos cinco años, ha habido un cambio muy importante en la consciencia de la seriedad del problema, así como también un reconocimiento de que existe este problema en una escala generalizada.

En un principio habíamos organizaciones como International IDEA haciendo informes, pero gradualmente esta conciencia de la amenaza a la democracia y al retroceso democrático que se está dando, ahora va a un entendimiento más generalizado que incluye entre políticos, entre legislaturas, organizaciones de asistencias, sociedad civil, etcétera.

Otro desarrollo importante es el hecho de que ahora hay un compromiso en los niveles políticos más altos, de hacer algo al respecto, ya hay conciencia, pero también compromiso, hay un reconocimiento de la seriedad del problema y un compromiso de atender este problema.

Recientemente, en la Cumbre de las Américas que se dio en los Ángeles, hubo 5 declaraciones políticas que se adoptaron de que tenemos que tener un futuro resiliente y sustentable.

La cumbre de democracia de la administración de Biden en diciembre pasado, también fue una indicación de la seriedad de este problema y cómo se está atendiendo a nivel político más importante de gobiernos al rededor del mundo.

Entonces tenemos un reconocimiento amplio del problema, tenemos voluntad política en los niveles más altos del gobierno, y también tenemos recursos, cada vez vemos más recursos asignados por parte de gobiernos, ya sea para atender el problema de manera nacional o a través de ayuda internacional para tener promoción democrática y protección, pero claramente hay mucho más que se tiene que hacer.

Creo que lo que es clave aquí es tener una estrategia, una vez que reconocemos eso tenemos que tener una estrategia para atenderlo de manera global, regional y nacional.

Y estas estrategias se tiene que basar en un entendimiento claro de las causas del retroceso democrático, y la conversación que tendremos el día de hoy seguramente hará aportaciones muy valiosas para tener un mayor entendimiento.

Es muy importante enfatizar que, cuando uno va a congresos y escuchamos a los ponentes, escuchamos estadísticas del retroceso democrático, pero no es suficiente solamente decir que lo tenemos, sino que tenemos que ver el por qué y qué vamos a hacer para cambiar este retroceso democrático, entonces tenemos que tener una estrategia global regional y nacional y esto es sumamente importante.

El segundo punto que me parece muy importante, como parte de estas estrategias, es el desarrollo de nuevos enfoques para una promoción democrática y protección, nuevos enfoques, nuevas herramientas.

Y estos enfoques y herramientas deben de depender de cada contexto, la democracia, en cierto contexto, está en un ambiente que va a hacia adelante o está bajo ataque y va hacia atrás, hay avances en algunas áreas y retroceso en otras, ¿cuáles con las causas?

Hay un elemento de interferencia extranjera, hay un fracaso de parte de los gobiernos de ofrecer un bienestar para su gente, entonces, empezar con este claro entendimiento y luego aplicar herramientas y enfoque que están hechas a las medidas de cada circunstancia, en mi opinión es algo fundamental.

Si tenemos herramientas muy fuertes para un desarrollo democrático en ambientes favorecedores donde sí hay mucho apoyo para el desarrollo democrático, por ejemplo, el trabajo que ha hecho INE durante ya mucho tiempo.

El INE es un experto global y estas son herramientas esenciales, tenemos que complementar estas herramientas con herramientas nuevas que sean eficaces cuando la democracia está siendo atacada por un autoritarismo interno o externo.

Y eso requerirá de nuevas sociedades, requerirá de innovación, creatividad, una valentía moral, requiere de la participación del gobierno y de la sociedad civil, de los académicos del sector privado, todos tienen que trabajar conjuntamente de maneras nuevas para desarrollar más herramientas que van a, por ejemplo, revelar dónde tenemos una desinformación.

Tenemos que revisar si tenemos campañas orgánicas que reflejan las voces de la gente tal, o más bien son campañas creadas, financiadas con líderes corruptos autoritarios, con intereses externos extranjeros.

Estamos hablando de dos desafíos muy diferentes cuando estamos revisando la información y tenemos que entender el ambiente de información en un contexto de democracia electoral y esto es esencial para atender esas cuestiones y garantizar que la sociedad tenga el beneficio de recibir información precisa.

Estoy feliz de escucharlos hablar, sí, estamos enfrentando desafíos profundos en la democracia y quiero felicitar nuevamente al INE por organizar este foro.

Para mí ahora es un gran placer poder presentar a Luis Guillermo Solís Rivera, que es el presidente 47 de la República de Costa Rica, el Presidente Solís empezó como un fabricante de zapatos pequeños y es el fundador de la universidad en Costa Rica y su historia realmente representa los valores de la identidad de Costa Rica.

Porque él viene de una familia de mucho trabajo, habla también de la preservación medioambiental, respeto a la paz, pluralismo y soberanía, y antes de que él fuera elegido como Presidente de Costa Rica, el expresidente Solís tuvo diferentes puestos como embajador para asuntos centroamericanos y también tiene una carrera académica que incluye 30 años en la Universidad de Costa Rica, donde él tuvo diferentes puestos que incluía ser rector, fue profesor diplomático y el expresidente Solís tiene muchísima experiencia democrática, entonces, estamos muy contentos de escucharlo.

Es un verdadero privilegio y honor que esté con nosotros.

Muchas gracias, expresidente Solís, le cedo el micrófono.

Luis Guillermo Solís, expresidente de Costa Rica: Muchas gracias, señor Banbury, muy buenos días para todas y para todos.

Es un verdadero honor y un gran privilegio para mí, participar en esta congregación de demócratas en favor de la democracia electoral, en esta cumbre.

Agradezco a las organizaciones que patrocinan este espacio y a todas les envío un reconocimiento especial por el esfuerzo enorme que a lo largo ya de muchos años han realizado en favor de las democracias en todo el mundo.

Ciertamente en América Latina, muchas de ellas, pero en el mundo entero, la mayoría.

Y quiero felicitarles porque es muy oportuna la convocatoria de esta conferencia o estas conferencias regionales sobre la democracia electoral, porque pocas veces ha sido tan necesario hacer esa reflexión, pensar y repensar la democracia.

Y pocas veces también ha sido tan difícil como ahora, encontrar respuestas a los reclamos de las ciudadanías en plural, respecto de las capacidades de las democracias, de atender sus demandas, y hacerlo oportunamente, hacerlo con eficiencia, hacerlo con transparencia y hacerlo de tal manera que con más democracia, no con menos, se logren objetivos de desarrollo humano cada vez más altos.

Y creo que en ese sentido y antes de iniciar mi breve reflexión, quisiera pedir un recuerdo, emocionado ciertamente, pero muy respetuoso a todas las personas que hoy en América Latina se encuentran privadas de libertad, precisamente, por defender los derechos humanos y la causa democrática.

Me parece necesario recordar que, a pesar de que estamos en un hemisferio que ha tenido ya una oportunidad de florecer en democracia, esa democracia latinoamericana se encuentran atacadas hoy por autoritarismos nuevos, de nuevo cuño, y en se sentido, hay muchos de nuestros conciudadanos y conciudadanas que se encuentran bajo un estado precario de vida y de respeto a sus derechos humanos.

Bueno, habiendo dicho eso, y quisiera iniciar plantando lo que yo llamaría cinco disfuncionalidades evidentes de la democracia latinoamericana, recordando que, en efecto, como el señor Banbury lo decía de manera tan elocuente, no se pueden identificar todas las democracias con las mismas características ni tampoco se pueden solucionar algunos de sus problemas de la misma manera.  

Entonces, he pretendido agrupar estas cinco disfuncionalidades que me parecen tienen esta condición generalizable, digamos, en nuestra región, pero entendiendo que cada caso será diferente y requiere de una aproximación distinta.

La primera disfuncionalidad es que nuestras democracias no están garantizando los servicios básicos a la población y en esto uno puede ponerse muy inspirado y realmente muy idealista, pero una democracia que no responde dando acceso a la gente a los servicios básicos de educación, salud, techo, comida, trabajo, por decir cinco también.

No es una democracia viable, tarde o temprano se sufrirá el embate del enojo ciudadano, y me parece que estamos cortos en todos los países con respecto a esos servicios básicos que no se están garantizando. O si existen, no son suficientes, habida cuenta de problemas de orden financiero, o porque hay limitaciones de orden tecnológico, en fin.

Pero lo cierto es que la gente no está recibiendo esos servicios básicos.

En segundo lugar, la segunda disfuncionalidad, es que la economía que no está necesariamente caminando mal, es decir, las condiciones económicas no necesariamente son como lo han sido en muchos momentos de orden crítico, no han sido esas condiciones desarrolladas de forma, digamos, sana, equilibrada y capaz de generar empleo decente.

Y hay grandes contingentes de la ciudadanía, y no solamente los pobres llamados así en general, sino, por ejemplo, las mujeres que siguen siendo, voy a señalar una única estadística, se les paga el 25 por ciento menos que a los hombres por igual tipo de trabajo realizado.

Están al margen, han sido excluidas del empleo decente, como lo define la UIT.

En ese sentido, creo que el hecho de que las economías no crecen, pero no lo suficiente es una disfuncionalidad significativa, porque en una sociedad, como la nuestra de mercado, como la nuestra de mercado, en la inmensa mayoría de los países, esa incapacidad saca del bienestar a más de la mitad de la población.

La tercera disfuncionalidad que tiene que ver, quizá, con el corazón más frágil de los sistemas democráticos tiene que ver con él y respeto a la institucionalidad y a los derechos humanos.

Las democracias son frágiles, precisamente, porque para que funcionen tienen que tener instituciones sobre las que se sustenten, y la confianza, y la credibilidad que la gente les da.

Y creo más lo segundo que lo primero, sí, uno puede tener una fuerte institucionalidad democrática, una gran normativa que regule los procesos democráticos, que, si la gente no cree que aquello tenga sentido, no aguanta, no aguantan ni siquiera el arranque del proceso.

Por eso es que hemos visto cómo países que entran a procesos electorales poco después de tener muchas crisis logran apenas estabilizar para tener elecciones, y se caen posteriormente sus gobiernos.

Entonces, a mi juicio, éste es uno de los temas más perdurables.

Yo soy historiador de formación, y a lo largo de la historia de América Latina hemos visto como las instituciones han tenido tantas dificultades en desarrollarse, son individuos y generalmente hombres, dicho sea de paso, los que han gobernado y llevado adelante la conducción de los estados latinoamericanos con todos los problemas que ello ha conllevado.

Pero la institucionalidad débil, la fragilidad, a mí me horroriza, francamente, a estas alturas del Siglo XXI.

Cuarto lugar, un tema que ya no es nuevo, pero que sigue siendo crucial de los recursos naturales el uso irresponsable y no sostenible de ellos, y los efectos que esto tiene sobre el desarrollo humano. Lo hemos visto con los temas de cambio climático, pero también con eventos extremos que son muy grandes y, además, muy frecuentes en nuestra región, y que tienen una carga económica muy fuerte sobre los países.

Ahora voy a referirme por supuesto al COVID, cuyo efecto, cuyo impacto en nuestra región, pues, nos lanzó nuevamente a niveles de pobreza que no habíamos visto en 20 años, pero esto no es nada más que uno, en la zona del Caribe afectada por huracanes, por terremotos, por erupciones volcánicas, lo mismo en la costa del Pacífico, prácticamente toda América Latina, pandemias como las que ya hemos visto, sequías en otras partes, en fin, todo el conjunto, digamos, de factores naturales que ha aumentado como parte de un, a medida que se agudiza el expolio natural de nuestros ambientes.

Y, finalmente, un sistema que ha sido incapaz de fomentar un entorno internacional, un entorno hemisférico de democracias y que se expresa en la crisis, lo que yo llamaría la crisis del multilateralismo y de la integración regional; pocas veces hemos visto en tiempos, digamos, modernos, recientes, a las democracias tan solas, o juntas pero tan incapaces, tan inútiles de trabajar en favor unas de las otras en los marcos multilaterales, y lo digo con dolor, porque las exclusiones multilaterales no pueden hacer nada mucho más allá de lo que los países les permitan hacer, eso es la verdad.

Y hay países que, precisamente, por su falta de compromiso con la democracia están empeñados en que las multilaterales no funcionen, las traban con el consenso, las traban quitándoles presupuesto, las traban buscando reglas de aprobación, de procesos que no logran formar mayoría lo suficientemente fuertes, en fin.

Creo que hay una necesidad de acercamiento, de acoplamiento democrático en esos espacios que estamos viendo muy debilitados, y esto tiene que ver desde naciones unidos hasta los organismos subregionales de integración, o sea, es todo el conjunto, digamos, de jefaturas.

Entonces, frente a esas disfuncionalidades y probablemente otras que se podrían señalar, ¿cuáles son las consecuencias que ello tiene? ¿Cuáles con las consecuencias? Voy a mencionar cinco, para irnos en múltiplos de cinco.

Primero, la exclusión, la pobreza y la desigualdad, que se han vuelto galopantes; el número de pobres se ha duplicado en 10 años, y una sociedad ciertamente para que funcione en democracia no tiene por qué ser rica, puede funcionar con niveles de pobreza manejables, digamos, pero con estos niveles de exclusión y especialmente de desigualdad, es decir, cuando los quintiles de la población están tan separados unos de otros y, por lo tanto, factores como la educación pública o la salud pública no están llegándole a la mayor parte de la ciudadanía, esto con lleva, por supuesto, un efecto paralizante sobre la democracia que me parece muy grave.

Segundo tema que tiene mucho que ver con el primero, por supuesto, es el desempleo, y en particular la informalidad, es decir, nuestras poblaciones están, cuando tienen empleo, disfrutando de un empleo pésima, de pésima calidad, escuchaba y vuelvo al concepto de empleo decente de la Organización Internacional del Trabajo, para diferenciar ese empleo, del que podríamos llamar empleo basura y que es, sin embargo, el empleo que en una proporción enorme, apenas permite sobrevivir a buena parte de nuestra población.

Entonces, el tema del desempleo para mí es muy, muy importante, quiero decir que, dentro de estas consideraciones, una importante tiene que ver con migración, ¿verdad?, estamos viendo un hemisferio en donde la gente migra, a mí me gusta decir, donde la gente es expulsada de sus países por esas condiciones y esto tiene, por supuesto, otras verberaciones que podemos ver posteriormente.

En tercer lugar, el ataque indiscriminado contra la institucionalidad y principalmente contra los poderes judiciales y los poderes electorales, esto ha abierto una puerta a esto que se llama, o hemos llamado algunos la judicialización de la política, en inglés eso se llama lawfare, es el uso de la legalidad con fines partidistas que ha sido tan devastador para tantos países.

Porque además cuestiona la totalidad del aparato institucional del estado, hace que la democracia pierda calidad, pierda confianza, la gente se siente desconcertada frente a las acciones de un poder judicial manipulado en muchos casos para, como objetivos políticos, por supuesto la agenda ambiental muy abandonada porque con poco interés de que ésta tenga la centralidad que debe de tener en el desarrollo.

Y la consecuencia última, la quinta, es esta aparición y aparentemente auge de modelos autoritarios que se presentan revestidos de eficiencia y de virtud, utilizando los mecanismos de la democracia para acceder al poder y una vez en él, para perpetuarse sin vuelta atrás.

Es decir, dejando al descubierto la posibilidad del desarrollo y el intercambio, el cambio democrático natural que uno esperaría como parte del ejercicio político normal y esto nos abre una puerta, que es el tema muy delicado de la seguridad, ¿verdad?, cómo se invoca de la inseguridad, cómo ésta se invoca para justificar todo tipo de excesos, cosa que por supuesto en nada favorece al desarrollo democrático.

Y aquí quisiera derivar de estas consecuencias, algunos impactos que creo deben ser mencionados:

El primero que quisiera reiterar, es éste del uso de los mecanismos electorales para entronizar autoritarismos, un nuevo presupuesto tiene siempre la referencia del Hitler, el censo de Hitler en Alemania de los años 30, ¿verdad?

Desafortunadamente estamos viendo cómo esto se está generalizando también, llegar al poder usando los mecanismos de la democracia, para después tornar el sistema en un sistema autoritario.

Pero un segundo impacto tiene que ver con la polarización que ha generado dificultades para ejercer dos condiciones esenciales en democracia, que es el diálogo, por un lado, y la concertación por el otro lado.

Conste que yo no creo que la marca democrática principal sea el consenso, todo lo contrario, yo creo que la marca democrática es el consenso bien administrado, es decir, normado, tutelado por instituciones y canalizado por ellas, de forma tal que las diferencias que existen naturalmente en una sociedad se puedan tramitar con eficiencia. 

Pero para que eso ocurra, tenemos que hablar-nos, tenemos que concertar-nos, hay que construir esos acuerdos, y la polarización que está generando este autoritarismo impide que lleguemos a ese efecto.

Y claro, a lo que lleva eso es a la creación de grandes niveles de desconfianza que es una sensación generalizada, no es la desconfianza que puede existir naturalmente en una sociedad, porque no sabemos si los papeles del estado van a valer tres puntos menos o tres puntos más, o si va a llover o no va a llover en el periodo de siembra.

No, ésta es una sensación de descontrol y desconfianza generalizada, que genera inevitablemente, que produce o inevitablemente enojo ciudadano, un enojo que lleva a que todos nos queramos pelear contra todos, ¿verdad?, y este enojo lo que… en democracia podría ser útil, es decir, una ciudadanía crítica y una ciudadanía autocrítica, que se levanta fuerte, vigorosa contra los abusos del sistema político, se termina convirtiendo, entonces, en un… o produciendo un estallido de violencia como los que hemos visto durante los últimos dos años en toda la región.

Una desconfianza, entonces, que lleva a la violencia, al enojo ciudadano, y no es el divino cabreo que alguna gente podría llamar como algo positivo, sino esta necesidad de que se vayan todos, que es como se ha formulado el grito de muchos países, tirando por la borda todo el sistema, no solamente las partes que no funcionan.

Y claro, desafortunadamente, el resultado final de eso es un miedo que paraliza y este miedo que paraliza se ve alimentado, y el enojo que lo acompaña, se ve alimentado por la corrupción pública y privada que parecieran imparables, acompañadas a algo que también se mencionó ahora en la introducción del señor Banbury, que son las redes sociales que mienten y los factores externos, maliciosos que están interesados en que los sistemas democráticos no sean exitosos.

Y conste, no quisiera de ninguna manera sugerir que los problemas de la democracia son inventos conspirativos de algunos contra otros, eso no lo veo, pero sí creo que hay factores nacionales, específicos que, en determinadas coyunturas pueden desear una radicalización de los movimientos ciudadanos, con el fin de impedir que la democracia funcione.

En ese contexto, quisiera referirme brevemente a la centralidad de los procesos electorales y creo que es una centralidad no solamente formal, tiene mucho que ver con la esencia política de los regímenes democráticos, porque alude a la legitimidad y el origen.

Las elecciones, evidentemente, no son la solución para todos los problemas de los sistemas políticos, no tienen la capacidad para resolver la mayor parte de los problemas estructurales que ya mencioné.

Puede haber elecciones muy, muy buenas y un gobierno muy, muy incapaz para liderar, qué sé yo, con millones de desarrollo económico, por decir algo. Pero tampoco pueden resolver los temas de pobre o mal liderazgo político, y, por lo tanto, se ven sometidas a esa dificultad.

Sin embargo, no tenemos otro mecanismo mejor que el de las elecciones para conferir legitimidad de origen a los gobiernos, darles un sello de confianza, generar, digamos, condiciones de inicio de su gestión de buena calidad.

Y, por lo tanto, hay que garantizar que las elecciones que confieren legitimidad de origen se lleven a cabo bajo las más escrupulosas reglas de respeto a los derechos ciudadanos, dentro y fuera del país.

Tenemos que hacer lo necesario para que las elecciones sean cada vez mejores, las elecciones y los procesos electorales en su conjunto, evidentemente, tanto aquellos procesos que toman lugar antes de las elecciones, como los que posteriormente son necesarios para afincarlas.

Y hay algunos factores decisivos que ustedes, que son expertas y expertos electorales, conocen mejor que yo, y solo lo menciono para que quede en el récord, que son temas importantes que como observador, que he tenido la fortuna de serlo en dos procesos electorales con Organización de Estados Americanos, a la cual guardo un gran respeto por el esfuerzo que realiza y por la capacidad y excelencia de los cuadros que la recogen; uno de ellos, el director Gerardo de Icaza está con nosotros aquí esta tarde, lo saludo, esta mañana, con mucho respeto.

Aprendes, son esenciales.

La especialidad que deben tener las autoridades electorales; el padrón electoral depurado y actualizado; los documentos de entidad confiables; la amplia participación de los partidos políticos, cuidando las urnas; la observación, tanto local como internacional. Esto es fundamental, lo más variada posible, que haya una ventana de luz sobre las elecciones desde la cual los observadores puedan mirarlas.

La seguridad para los votantes en primer lugar, y para el material electoral; y el traslado de las boletas electorales; la transparencia y la rapidez en el proceso; el cuidado contra los ataques de ciberseguridad que ahora se han vuelto una gran amenaza, los ataques externos, en fin.

Recuperar, decir una y otra vez que el proceso electoral es importante, y en nada se contrapone, y ésta es una discusión que tiene ya muy rato pero quieto también que la pongamos sobre la mesa.

En nada se contrapone la formalidad del proceso electoral, que tiene una formalidad y una legalidad muy particular, con la participación, la democracia participativa. No son cosas diferentes, ni mucho menos opuestas, son complementarias y se necesitan mutuamente, así como una gran participación en la organización, en el debate de los temas, en la construcción, digamos, de las agendas nacionales y de los consensos nacionales, como en el momento de escoger utilizar los mecanismos que, efectivamente, les dan legalidad.

Termino diciendo, si ustedes me lo permiten, otras cinco cosas.

Primero, quisiera reiterar que las elecciones, a mi juicio, siguen siendo insustituibles, pero no cualquier tipo de elecciones, tienen que ser no elecciones que se centren en el acto electoral o en la forma que se escoja para realizar, sino en el conjunto del proceso mismo, es decir, las elecciones como parte de un proceso más largo, proceso electoral, en donde un elemento capital que hemos perdido, esto va a sonar un poco reaccionario, pero por favor entiéndalo en la nota más progresista posible, el peso de la educación cívica.

Es decir, enseñar desde la escuela a la niñez, a nuestras y nuestros niños, la importancia de la elección como parte de un proceso ciudadano de buena calidad, que busca el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades, y no solamente en el ámbito nacional, sino en cualquiera de los ámbitos locales.

En segundo lugar, responsabilizar a los estados nacionales, por la calidad de los procesos electorales que cada país tiene.

Yo no descarto de ninguna manera, y como lo he señalado ya, le doy la bienvenida a la presencia de observadores internacionales y organizaciones internacionales como las que están avalando este congreso mundial en el cual participamos.

Pero la responsabilidad de dar buen contenido económico y las facilidades para que los procesos electorales sean de excelente calidad sigue siendo en los estados nacionales, no se puede transferir a otros.

A mí me parece que hay que centrar y obligar, digamos, a una reflexión en donde el gobierno respectivo y del estado nacional respectivo, asume esa responsabilidad esencialmente.

Claro, habrá condiciones a veces, que necesitan el acompañamiento internacional por razones de orden financiero, de orden técnico, incluso de orden político; en Centroamérica lo entendemos bien después de los procesos de paz de los años 80, en donde si no hubiera sido por el acompañamiento y, de hecho, la construcción realizada por organismos internacionales, muchas elecciones no se habrían realizado.

Pero eso tiene un límite.

Una vez que pasa cierto tiempo, la responsabilidad se centra en el estado.

Tercero. Quisiera recordar que la democracia no es para siempre y creo que lo estamos viendo y estamos pagando nuestro descuido, no podemos darla por un hecho, se está revirtiendo en muchos lugares y me temo que vamos a seguir viendo ese deterioro por lo que ya expliqué, por las condiciones estructurales y también porque, políticamente, la institucionalidad se está viendo sometida a un proceso sumamente grave de erosión.

Y, por lo tanto, requiere en estos momentos, de un cuidado especial. Me parece que los políticos, las políticas, de América Latina, tienen que asumir un papel muy importante en ese sentido.

En cuarto lugar, siento que tenemos que defender la democracia y esto también puede sonar un poco feo porque defensa a la democracia, como se usó esa defensa en tiempos de la Guerra Fría, bueno, ni quiero imaginármelo otra vez.

Pero es que cómo cuesta a veces que nos pongamos de acuerdo y que salgamos a decir las cosas como son; cómo a veces cuesta, decir que un gobierno no es un gobierno democrático, poco democrático que es una dictadura, cómo la dictadura de Nicaragua, es una dictadura ya está, ¿verdad?

Y eso a mí me parece que es necesario porque nos enredamos, nos confundimos, le quitamos capacidad de, en pocas palabras, cuentan, y yo creo que las definiciones son importantes, y cuando hay violaciones a los derechos humanos tan graves como las que estamos viendo, cuando hay una persecución evidente contra las personas que participan en un proceso electoral, cuando hay una violación de los derechos básicos, actos de terrorismo de estado, de crimines de esa humanidad que se han cometido, etcétera, no salir a defender a las organizaciones y a las personas que están en esos transes, se vuele complicado.

Por lo tanto, creo que es importante es obligatorio que las democracias se acompañen, que se cuiden mutuamente, que se faciliten mecanismos de apoyo.

Los ataques que están sufriendo las democracias viene de muchos lugares y la defensa también, creo, debe ser colectiva, y hay afortunadamente en América Latina normativa que lo permita y que hay que apoyarla, hay que revivirla y hay que ponerla a utilizar.

Y termino con una última idea, y es la importancia de lo local, a veces las elecciones las miramos solamente en el plano nacional, en el plano más amplio y se nos olvida que estas elecciones también tiene un referente local muy apegado al territorio, el estado más cercano a la gente y creo que entender ese fenómeno, acompañar a las estructuras locales en los procesos de elección son muy importantes.

Lo voy a dejar aquí, nuevamente agradeciendo mucho la invitación que se me hizo para participar en esta mañana, desearles mucho éxito tanto en esta conferencia como en las que se realizan a futuro, y desearles a todas y todos mucha felicidad y mucho éxito, que estén muy bien.

Anthony Banbury, Presidente de IFES: Muchísimas gracias, Presidente Solís, muchísimas gracias, sus comentarios han sido sumamente interesantes y sustantivos, he pasado muchísimo tiempo tratado de pensar en estos problemas y de los retos que enfrenta la democracia y generalmente me han dado a mí y a muchas otras personas nuevas perspectivas de algunas cuestiones adicionales en las que tenemos que pensar.

Me imagino, pero no sólo imagino, sé que podríamos pasarnos todo el día reflexionando en lo que usted acaba de compartir con nosotros, en profundizar más en estas cinco áreas que nos presentó, nos planteó, me encantaría tener el tiempo para hacerlo y estoy seguro de que los que lo han escuchado les gustaría también tener la oportunidad de explorarlas, pero no tenemos tanto tiempo, entonces, voy a recapitular en unas cuantas cuestiones que en realidad resaltaron de su plática.

Primero que nada las cinco disfuncionalidades, creo que fue una manera excelente de verlo, de tener una perspectiva y tienen que ver con mi discurso de apertura, para comenzar a poder tener avances, tener un entendimiento sano y profundo de lo que está sucediendo, en donde se encuentran los retos, no podemos encontrar soluciones sin analizar primero, y comprender primero, los retos y su descripción de esas cinco disfuncionalidades, nos proporcionan un mapa muy interesante para entender los retos que estamos enfrentando.

Mencionó tantos puntos tan interesantes, pero esta cuestión de las democracias frágiles y de cómo no debemos de darlas por sentado, no es suficiente para crear instituciones y para tener algunas reglas y procedimientos e incluso leyes y apoyarlas.

Porque si no están proporcionando lo que la gente necesita y la gente pierde la fe en esas instituciones o esas instituciones se ven atacadas por líderes autoritarios, entonces eso es, no va a ser suficiente y necesitamos construir democracias resistentes, y yo creo que esto es sumamente crítico e importante, cuando un país está en una trayectoria de moverse hacia adelante y está buscando apoyo de desarrollo democrático y de líderes buenos que promuevan ese avance, ese progreso, ese tipo de instituciones están, se encuentran menos en riesgo y pueden hacer lo que se espera que hagan con las reglas que estipularon.

Pero cuando las instituciones se ven atacadas, cuando hay este tipo de insatisfacción de los ciudadanos, entonces no es suficiente y esas instituciones deben estar apoyadas y deben de ser resilientes, es decir, construir instituciones resistentes y resilientes, creo que es esencial.

Y su plática acerca de los, el autoritarismo y los autoritarios que utilizan las elecciones para tener el poder o para llegar al poder en sus cuerpos electorales y luego sus líderes incompetentes que llegan al poder a través de los medios democráticos y que utilizan ese poder para socavar las instituciones democráticas profesionales, incluyendo los organismos que las pusieron en el poder.

Creo que es un reto tan, tan importante en estos días y que hemos visto en muchos países en todo el mundo y en cómo abordar esto, cómo enfrentarlo, como usted lo dijo, no hay nada mejor que las elecciones.

¿Pero qué pasa cuando las elecciones son las que hacen que esos líderes lleguen al poder? esto es algo que tenemos que considerar, tomar mucho en consideración y discutir acerca de ello.

Su plática acerca de cómo los líderes autoritarios están generando desconfianza entre la población, que después lleva al enojo y a la violencia y al miedo, y el impacto que esto tiene en la sociedad y el miedo que, por supuesto, explotan los líderes autoritarios, creo que esto necesita que lo pensemos mucho para saber cómo pudiéramos borrarlo.

Las cinco cuestiones que mencionó al final también son sumamente importantes y provocativas cada una de ellas.

Me encantaría revisarlas una por una, pero solamente puedo, tengo cinco minutos más, pero estoy seguro de que todos los demás que escucharon su plática estarán reflexionando y habrán tomado notas para saber cómo poder entender mejor y abordar esas cinco cuestiones.

Nos ha proporcionado tanto en qué pensar, yo sé que yo como Presidente de la Fundación Electoral para Sistemas Electorales creo que ustedes que son gente tan inteligente ha inyectado usted muchísimas ideas para poder pensar en esto, y para poder hacer investigación y ver a más profundidad todas estas cuestiones.

Entonces, me gustaría únicamente agradecerle muchísimo por su exposición.

Y ahora le voy a pasar el micrófono a Manuel Carrillo, del INE, para poder continuar con la sesión.

Muchísimas gracias, señor Presidente.

Coordinador de Asuntos Internacionales del INE, Manuel Carrillo Poblano: Muchas gracias, mister Banbury.

Muchas gracias, Presidente Luis Guillermo Solís.

Después de estas espléndidas intervenciones que nos dejan en la mesa, con conjunto de elementos que tienen que ver con nuestro pasado, nuestro presente y, posiblemente, nuestra proyección hacia futuro para cuidar de nuestra democracia.

Es decir, bien decían los dos speakers, el tema de la responsabilidad de los demócratas para cuidar a la democracia nadie lo va a hacer por nosotros mismos, y asumir las distintas responsabilidades en cada uno de los ámbitos que nosotros tenemos bajo nuestra responsabilidad.

Agradecemos al Presidente Luis Guillermo Solís su participación, su presencia aquí en este Foro; al señor Anthony Banbury, igualmente, el Presidente de IFES por su espléndida conducción.

Estaremos informando a las demás audiencias sobre los distintos foros regionales, mencionaba yo al inicio de este panel que tenemos ya para el 25 y 26 de julio la Summit Regional a los países de África; y tenemos para la Summit Regional de Asia 11 y 12 de octubre; en la región Árabe, 24 y 25 de agosto, para que 21, 22 y 23 de septiembre llevemos a cabo la reunión global, a la cual todos estarán invitados.

Muchas gracias a todos ustedes. Les informo que en unos 10, 15 minutos, estaremos con el siguiente panel cuyo título es: “Línea de Flotación de las Democracias Representativas”.

Muchas gracias y hacemos un breve receso.

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