Intervención de Lorenzo Córdova, en el Foro de Reforma Política en la cuarta transformación

Escrito por: INE
Tema: Democracia

Es un verdadero placer estar esta mañana aquí en este recinto histórico del Senado de la República, y me siento de deveras muy honrado por la invitación.

A mi amigo, el Senador José Narro, la verdad mil gracias por esta iniciativa que, como ya lo decía Citlalli hace unos momentos, debe convertirse en el arranque de una discusión lo más amplia, lo más profunda, lo más incluyente, lo más, tan ríspida como sea necesaria, pero tan respetuosa como sea posible. Pero, sobre todo, tan profunda, porque de lo que se trata es de generar las mejores condiciones, no solamente políticas, eso le corresponderá a las Cámaras de Congreso de la Unión y a los actores políticos en cuan total, sino, sobre todo, técnicas y también en términos de transparencia; es decir, una discusión que, con mucha franqueza, con toda la rispidez que sea necesaria, vuelvo a insistir, con el respeto que sea posible, se dé de frente a la ciudadanía.

Yo la verdad lo celebro mucho, Pepe, gracias por invitarme, gracias por la franqueza con la que se ha hablado aquí, gracias, sobre todo, por permitirme escuchar la intervención, todas, pero en particular del ingeniero Raymundo Cárdenas un protagonista, como hemos escuchado, de buena parte de los cambios políticos, un constructor de la democracia, que es una obra colectiva y, sobre todo, un conocedor de la historia y un defensor, lo digo de una vez, de la Representación Proporcional a la que desde ahora me afilio como una de las principales conquistas democráticas que habrá que preservar.

Gracias, de veras por esta invitación y desde ahora Pepe, Citlalli, señoras y señores senadores, cuenten con el Instituto Nacional Electoral, como se lo dije en su momento, ya no está la Senadora Olga Sánchez Cordero, cuando asumió la Presidencia del Senado, cuando fue Secretaria de Gobernación, en su momento, como se lo dije a Porfirio Muñoz Ledo, que fue el primer Senador, digamos, de la legislatura que emanó, perdón, el primer Presidente de la Cámara de Diputados de la legislatura que emanó de 2018, cuenten con el Instituto Nacional Electoral  como un acompañante técnico, que no es otra cosa, respecto de las decisiones de una eventual futura reforma electoral.

El INE está para generar toda esta información, retroalimentación que sea indispensable.

Hoy vemos, se ha comentado aquí algunos problemas, se nos ha acusado también y entiendo, esa es la política, de algunas decisiones que no fueron tomados por nosotros. Por ejemplo, la promoción de la Consulta Popular, la verdad es lamentable que el INE solamente haya tenido 15 días para poder promover, pero es falso, como algunos dicen que eso haya sido el producto de una mala intensión o de una falta de compromiso del INE, esa es una decisión que se tomó en las Cámaras del Congreso de la Unión.

Recuerden ustedes que en un primer momento se aprobó la convocatoria desde noviembre del año de 2020, nada más que luego se dieron cuenta, y así lo dijo una Representante en la Cámara de Diputados, una Representante popular, que eso implicaba la suspensión de la propaganda gubernamental desde el día siguiente y por esos en cambió la convocatoria hasta el 15 de julio del 2021, y le dio al INE sólo 15 días para poder hacer la propaganda.

¿Qué quiero decir con esto?

Cuenten en el momento de toma de decisiones con el INE como un aliado, con un respaldo, como un órgano que sí es autónomo y defiende todos los días su autonomía, pero que es u órgano del Estado Mexicano y que, por lo tanto, tiene que colaborar con el resto de las instituciones, tanto de los poderes, del Poder Legislativo, como del gobierno federal. Y por eso me enorgullece decir que, con este gobierno, ha sido un gobierno con el que hemos firmado una cantidad de acuerdos de colaboración probablemente inédita en la historia, y que hoy permiten, por ejemplo, que gracias al INE la Secretaría de Gobernación pueda tener acceso al monitoreo de los medios de radio y televisión ahorrándose 500 millones de pesos que cada dos año en el pasado erogaba para contratar un servicio privado.

El INE está para apoyar a las instituciones del Estado Mexicano y, eso sí, defenderemos siempre nuestra autonomía e independencia con todo respeto para, como debe ocurrir, con todo respeto para el resto de las instituciones políticas, de las instituciones del propio Estado.

Cuenten con ello y de cara a una discusión como la reforma, una potencial reforma electoral, de veras, el NE está para poder poner sobre la mesa muchas cuestiones técnicas que no necesariamente se tienen en el Senado o en la Cámara de las y los Diputados.

Es decir, hay consecuencias de las decisiones que muchas veces tiene impactos, incluso económicos y es pertinente que se tenga claridad. Y de este lado, de veras, la mejor disposición de colaboración hoy y en adelante.

Por lo menos hablo a título personal hasta el 3 de abril de 2023, después, con mucho gusto, desde mi cubículo de la Universidad, seguiré colaborando en todo lo que ustedes dispongan.

Dicho eso, permítanme hacer una breve reflexión histórica, para mí era muy importante plantearlo, desde ahora ofrecer el acompañamiento técnico del Instituto Nacional Electoral.

Permítanme alguna reflexión en términos generales, he borrado mucho después de escuchar a Raymundo a propósito de la historia, y simple y sencillamente vean esto como una especie de complemento o de música de acompañamiento a los que Raymundo ya aquí nos ha expuesto, para después centrar a un primer balance somero de la reforma de 2014, de unas reflexiones sobre la necesidad eventualmente o no de una reforma electoral y hacia dónde debería estar encaminada.

Y, si se me permite, aprovechando este primer espacio de diálogo, primero de muchos, espero, pues algunos apuntes sobre, desde mi punto de vista y en eso quiero ser claro, es mi punto de vista, no hemos tenido en el INE todavía una discusión incluyente que pueda plantear una postura institucional hacia donde debería encaminarse una eventual reforma electoral.

El primer punto que quiero poner sobre la mesa es que hoy tenemos un sistema electoral fuerte, robusto, sin duda mejorable, pero que es u punto de referencia a nivel mundial. 

Hace unos días el Presidente de la República hablaba de Costa Rica, en Querétaro, como un modelo de sistema electoral. Es muy curioso cómo en Costa Rica desde hace 10 años están pensando modificar su sistema electoral, que les ha funcionado a ello, y el punto de referencia es el sistema electoral mexicano. 

Hemos acudido en varias ocasiones porque, vaya, en muchos lados del mundo, a pesar de las críticas legítimas y válidas que se hagan nuestro sistema electoral, quieren ser como nosotros; es decir, quieren, nuestro modelo electoral, si algo hemos hecho bien, Raymundo, el trabajo en los últimos 30 años ha sido precisamente lo electoral, eso no quiere decir que nos echemos a la hamaca y que no haya cambios, sin duda hay que mejorar el sistema electoral, y hay áreas de mejora, pero a diferencia de otros ámbitos, como el combate a la pobreza, el combate a la desigualdad, el combate a la corrupción, el combate a la impunidad, el combate a la violencia, que siguen siendo los grandes problemas estructurales y que afectan todo.

A mí cuando me pregunta “¿qué hacemos para combatir la compra del voto?” “pues acabemos la pobreza, mientras tengamos 54-55 millones de pobres ahí vamos a tener ahí una cantera inagotable de potenciales voluntades que pueden ser compradas.

Es decir, lo que quiero decir es que los grandes problemas estructurales también se reflejan en el ámbito electoral y no se van a resolver desde el ámbito electoral al menos no sólo.

Dicho eso, con mucha honestidad. 

El sistema electoral mexicano es un sistema que ha sido el resultado de una larga evolución y que es un sistema que es punto de referencia en muchos lados.

Voy a ser anticlimático y sí soy el primero en reconocerlo que en materia de fiscalización de los recursos de los partidos políticos hay mucho todavía por hacer; sin embargo, en ningún lado del mundo se fiscaliza a los partidos como se les fiscaliza e México, en ninguno. Chile es un modelo a nivel internacional de fiscalización, bueno, hace cinco años el INE fue invitado para platicar de nuestro sistema de fiscalización porque en Chile estaban pensando cómo iban a empezar a introducir las primeras reglas en materia de fiscalización. 

Es decir, yo creo que no es para auto alagarnos, no es para entrar a un zona de conformismo, el sistema electoral mexicano es perfectible, pero es un sistema profundamente robusto porque ha sido el resultado de una serie de luchas históricas que se han logrado arrebatar al poder y que, hoy nos permiten que sea la voluntad de las y los ciudadanos las que defina quién nos gobierna.

Dicho eso, creo que nuestros sistema electoral y permítanme un ejercicio de esquematización paralelo al que Raymundo nos ha puesto aquí, nuestro sistema electoral tiende a ser, visto como el producto de una evolución histórica, y esto me parece muy importante, porque de cara a una reforma electoral creo que como sociedad tenemos que vencer la tentación de una refundación de nuestro sistema electoral.

Es decir, lo que quiero decir es que nuestro sistema electoral funciona, es mejorable y avancemos hacia esas mejoras, pero nuestro sistema electoral no se trata de reinventar el agua tibia porque a la mejor nos equivocamos.

Dicen los anglosajones que lo que funciona no se arregla porque se puede descomponer. Yo creo que sí hay que mejorar nuestros sistema electoral, pero bajo la premisa de que es un sistema electora perfectible pero que no hay que reinventar, lo básico lo hemos ya hecho.

Tenemos un sistema en donde el respeto al voto existe, tenemos un sistema en donde, la equidad en las condiciones de la competencia se ha logrado arduamente, tenemos un sistema en donde, pues digamos, lamentablemente esto no es absoluto, pero hay un blindaje en términos generales frente a la intromisión que, en el pasado, por ejemplo, tenían los medios de comunicación poniendo y definiendo, poniendo candidatos y definiendo la ruta de los destinos electorales.

Es decir, reconozcamos lo que hemos hecho y apostemos a mejorar, pero no a tirar, como suele decirse, el niño con el agua sucia.

Esquemáticamente.

Nuestras reformas electorales, desde la de 1977 a la fecha han pasado por cuatro grandes etapas, desde mi punto de vista.

La primera tuvo una primera generación de reformas, tuvieron el propósito de abrir un sistema político cerrado y excluyente y de permitir la representación de la, germinal, entonces y a la postre, cada vez más robusta, pluralidad política.

La segunda generación de reformas se orientó luego del fraude de 1988 al establecimiento de procedimientos que dieran credibilidad en las elecciones. Y ahí volvemos un sistema electoral barroco, complejo en donde sí, lo más caro, lo decían ustedes, lo más caro de nuestro sistema electoral es el trabajo de campo, cerca del 60 por ciento del costo de una elección se lo lleva el trabajo de campo.

¿Saben cuántas o cuántos órganos electorales en el mundo tienen que realizar la insaculación del 13 por ciento del Padrón Electoral, que son más de 12 millones de ciudadanas y ciudadanos y visitarlos a todos y cada uno en sus domicilios? En ningún país del mundo, salvo en México, y so está en la ley.

La Revocación de Mandato, pues está en la ley que tenemos que hacer eso.

Es decir, lo que quiero decir y eso alguien decía y por qué no, como en otros países una vez que hay funcionarios electorales, creo que fue Citlalli, pues aprovechemos al experiencia de los que ya tuvimos insaculados. Ah, el problema de ahí es la desconfianza.

¿Cuál fue la razón Raymundo, a ti te tocó, por la cual en cada proceso electoral se insacula a la ciudadanía, se visita a la ciudadanía, se le capacita y se tienen a nuevos funcionarios respecto del proceso electoral previo? La desconfianza. Que los partidos políticos no sepan quienes son los que van a recibir y contar los votos para que no puedan ir y cooptarlos anticipadamente como ocurría en el pasado cuando la Comisión Federal Electoral, la CFE, aquella, no la de hoy, bueno también existía la CFE como Comisión Federal de Electricidad, organizaba las elecciones, era le gobierno a través de la CFE quien decidía quienes recibían y contaban los votos.

Esos son mecanismos que a lo largo de la historia nos permitieron generar imparcialidad y confianza en torno a los procesos electorales y eso, lamentablemente tienen, hay que reconocerlo, un costo. Que hay que ver cómo abaratamos, sin duda, pero de eso hablaré más al final de mi intervención si me permiten.

La tercera generación de reformas, se encaminaron, son las que se encaminaron a generar equidad en las condiciones de la competencia. Sí fue aquella reforma, en muchos sentidos refundacional, aunque no me gusta este término porque la verdad lo que hace, digamos, una gran transformación del sistema electoral, manteniendo la solidez, sobre todo en términos de los procedimientos, que se había generado desde 1980, que fue la de 1996 a través del financiamiento público y un nuevo modelo de comunicación política, se generaron las bases de la equidad que, como ya reconocía Raymundo, no es casual, no es casual que en las elecciones del 97 por primera vez con ese financiamiento público que hay que racionalizar, se consiguió la primera falta, ausencias de mayorías en la historia del país, predefinidas en la Cámara de Diputados.

Y no es casual que, en la primera elección presidencial, en donde se aplicó ese modelo de financiamiento, la del 2000, hubiera habido alternancia, más allá de las decepciones que pudieran haber tenido los gobiernos democráticamente electos.

Después, en la reforma de 2007 se estableció un nuevo modelo de comunicación política que le permitió a todos los actores contar con una base de equidad en la competencia electoral.

Y, la cuarta generación de reformas que es la última, la que abarca la reforma de 2014 transformó el modelo electoral federal en un sistema nacional de elecciones con el propósito de evitar la intromisión o de por lo menos contener la intromisión de los gobiernos locales en la gestión de los procesos electorales locales.

Dicho eso, un primer balance, si ustedes me preguntan a mí sin tenemos un buen sistema electoral, mi respuesta es clara e indefectible: sí, sí lo tenemos. Es mejorable, sin duda.

¿Hacia dónde debería, pues, avanzar una reforma electoral? Hacia la mejora de lo que tenemos, no una reinvención del agua tibia porque a lo mejor corremos riesgos innecesarios.

Dicho eso, hoy, y las pruebas están sobre la mesa, no me gusta hablar y no quiero que digan: ah, dice el Presidente del INE que tenemos un buen sistema electoral, ahí están los datos que lo evidencian.

En los últimos ocho años, el Instituto Nacional Electoral que, por cierto, ha estado involucrado. Luego se dice, qué hace el INE; hay quien dice el INE no hace nada más que hacer elecciones. Bueno, eso ya no es cierto, pero eso ya no es poca cosa, en los últimos ocho años el INE ha participado en la organización de 308 procesos electorales, los tres federales del 15, del 18 y del 21 y un sinnúmero de procesos electorales locales.

El proceso que permitió la elección de la Asamblea Constituyente, que sesionó en este recinto, de la Ciudad de México.

Hemos participado, para bien o para mal, queridos a veces o no, pero obligados por el Tribuna en otras ocasiones en la renovación de, hemos participado en los procesos de renovación de las dirigencias de dos partidos políticos, Morena y antes el PRD, además de que hemos participado ya ahora con la Revocación de Mandato en dos procesos de democracia directa en los últimos años. 308 elecciones de distinto tipo.

Y, el gran dato, el índice de alternancia en estos procesos electorales, en estos 308 procesos electorales, alcanza el 68 por ciento, lo cual significa, desde mi punto de vista, de manera indubitable que el voto cuenta.

Si fueran los gobiernos nos que definen las elecciones, no habría alternancia. Si tenemos el dato duro de que en estos ocho años la posibilidad que tiene un partido político que gana una elección, de volver a ganar la siguiente ronda electoral, es de apenas una de cada tres probabilidades, pues es que el voto en México, con todos los problemas de coacción que siguen existiendo, el voto es el que define quién gana y es el que define a nuestros gobernantes y a nuestros representantes.

Así que, en términos generales, tenemos un sistema electoral funcional, ¿podemos mejorarlo, conviene mejorarlo?, sin lugar a dudas. Nuestro sistema es, sin duda, perfectible y mejorable y, desde ese punto de vista, aunque una reforma electoral, y así una diferencia de matiz, creo que en el fondo es una cuestión más bien de expresión, de cómo expresamos el punto.

Desde mi punto de vista, una reforma electoral no es indispensable. Si no se logran los consensos necesarios para promover una reforma electoral y vamos con el actual sistema electoral a 2024, no va a haber problema.

En 2021 organizamos la mejor elección, desde el punto de vista técnico, hombre, por cierto, la elección intermedia con la mayor participación ciudadana en lo que va del siglo, a pesar de la pandemia. Si ustedes ven las curvas y en esto pues la colaboración con la Secretaría de Salud Federal, la coordinación, lo ha dicho el mismo doctor López-Gatell en las conferencias que sostenía, la comunicación que teníamos con el INE nos permitió tomar medidas muy pertinentes que no modificaron la curva de los contagios.

Es decir, empezaba la tercera ola, empezó de hecho tres semanas antes de las elecciones del 6 de junio del año pasado, pero si uno observa las tres semanas posteriores que es cuando los contagios se evidencian, la tendencia sí, ascendente, no se modificó por la realización de las elecciones; es decir, hasta desde el punto de vista de contagios, la responsabilidad de la ciudadanía y de todos los actores políticos que cumplimos con las medidas básicas sanitarias nos permitieron que hasta en un contexto de pandemia tuviéramos una elección impecable.

Nunca, desde el punto de vista técnico, desde el punto de vista de los sistemas electorales, el PREP, los conteos rápidos funcionaron a la perfección, nunca se había tenido tal nivel, digámoslo así, de sofisticación incluso tecnológica; el llamado PREP casilla, cerca del 75 por ciento de las actas que el PREP reflejó se tomaron con los celulares a los que dotamos, que son por cierto los únicos, por cierto, funcionarios del INE que tienen celular, el personal de campo.

Luego se dice, que les quiten los celulares a los consejeros, no, no desde hace cinco años ya los cancelamos, por cierto, pero bueno, es una cosa menor. La gente en el campo tiene celulares a partir de los cuales se nutren los sistemas de información.

El 75 por ciento de las actas del PREP y si no me equivoco es hasta más. He querido ser en esto hasta conservador para que luego no me digan, en lo demás no, para que luego no me digan que estoy abusando de las cifras, no. Se capturaron con los celulares, desde las casillas, nunca nos había pasado y eso implica ahorros en términos del propio costo electoral.

Dicho eso, si no hay reforma, si por alguna circunstancia no se logran los consensos que son necesarios para que haya una reforma electoral, vamos a ir a la elección de 2024 con un sistema electoral fuerte y robusto.

Se puede mejorar, sin lugar a dudas, sí.

Permítanme unas reflexiones sobre la reforma en cuanto tal.

Primera reflexión, desde 1996 no hemos hecho ninguna reforma electoral que se haya puesto a prueba en una elección presidencial, lo dejo como dato. Siempre, la de 96, la 2007 y la de 2014, las tres últimas grandes reformas electorales se hicieron y se probaron en elecciones intermedias: la del 96 en las elecciones del 97 y la de 2007 en las elecciones de 2009 y la de 14 en las elecciones de 2015.

Lo dejo solamente como dato, esto no implica que no haya reformas que puedan ponerse a prueba en una elección presidencial, pero la elección de 2024 es una elección que todos tenemos que cuidar; algunos las cuidaremos ya como ciudadanos y desde nuestros cubículos.

¿Por qué?, porque la del 24 va a ser la elección más grande de nuestra historia, tanto en número de potenciales votantes como en número de cargos que se van a elegir ese día y tenemos que tener la mayor certeza en torno a las reglas que tenemos, pero por supuesto esa es una decisión que le corresponde tomar a los partidos políticos y a las cámaras del Congreso.

Solamente dejo esto como un elemento y también permítanme una cosa, como un recordatorio de que si no hay reforma electoral antes de 2024 es pertinente que los trabajos, eventualmente se continúen y no se interrumpan.

La reforma es un proceso, no es un asunto de temporal, de coyunturas políticas determinadas, así que bienvenido el arranque de trabajos como los que este foro significa.

Segunda consideración. Si la intención es la de empujar una quinta generación, si tomamos en cuenta esta propuesta de interpretación que he hecho, de reformas electorales de nuestra vida democrática, es indispensable tener claros los objetivos.

Vuelvo a insistir y creo que hay que tener, que decidir si queremos una reforma refundacional o no. yo creo que no es conveniente, porque de lo que se trata es de mejorar lo que tenemos y asumamos que todas nuestras reformas electorales han sido graduales y progresivas.

Lo que hoy tenemos es un sistema electoral que es el resultado de esa larga lucha incesante, digámoslo así, por ir perfeccionando nuestras reglas, generar una mejor representación política, fortalecer al pluralismo, consolidar la autonomía e independencia de las autoridades electorales y perfeccionar los mecanismos que garantizan la equidad en las contiendas.

Si la reforma, permítanme decirlo así, va a caminar en sentido contrario, es decir, si la reforma va a lastimar la equidad en las contiendas, si va a mermar la calidad democrática de la representación, si va a disminuir las garantías del voto libre, si va a provocar que no tengamos elecciones ciertas y confiables y si lastima la autonomía e independencia de las autoridades electorales, no vale la pena una reforma electoral.

Una reforma electoral tiene que ir a fortalecer todos estos elementos que han sido los ejes sobre los cuales hemos transitado.

Tercera consideración. El consenso, una reforma electoral, decía Norberto Bobbio, es la reforma que define las reglas del juego democrático y las reglas del juego democrático tienen que tener el consenso más amplio posible.

Yo entiendo que la Constitución establece ciertas condiciones para la reforma constitucional, mayoría calificada de dos terceras partes, que la ley basta con tener una mayoría absoluta, pero si se cae en la tentación de aplicar una mera mayoría, probablemente en el futuro, aunque la reforma sea la mejor reforma de nuestra historia, se puede generar un problema en el futuro.

Ya lo vivimos, cuando las reglas no son producto del consenso, siempre va a haber alguien que se dice lastimado y que va a acusar que las reglas no eran justas. Cuando la designación de las autoridades electorales no es producto del más amplio consenso, ya lo vivimos, el PRD en 2003 fue excluido, por las razones que sean, fue excluido de la designación de quienes arbitraron la elección de 2006 y eso genera un problema.

Es un atento y respetuosísimo recordatorio a las mayorías que hoy existen en el Congreso de cuidarse de aprobar una reforma electoral por mera mayoría y

privilegiar siempre el consenso, porque en otros temas se valen los mayoriteos, en éste se puede abrir un problema políticamente muy delicado hacia el futuro.

Voy al final. ¿Cuáles deberían de ser, desde mi punto de vista, los ejes de una reforma electoral futura?, prácticamente me limito a seis, a enunciar seis grandes ejes, por supuesto, los detalles luego tendremos mucha ocasión de irlos hablando y discutiendo.

Primero, una reforma tiene que servir para mejorar y perfeccionar el sistema representativo que hoy tenemos. Si se hace una reforma para dar marcha atrás en esto es una reforma que no vale la pena. Raymundo tu fuiste uno de los, la reforma de 1996 es una reforma que da una vuelta de tuerca importantísima en eso que ya mencionabas, a introducción de la Representación Proporcional que es una gran conquista democrática de nuestro país y que, por cierto, una demanda de la izquierda, desde siempre.

En este sentido, creo que tenemos que apostar para que una reforma permita que en el futuro el Congreso refleje de la mejor manera posible el pluralismo político que existe en el país y que es la riqueza democrática de nuestra sociedad.

Creo, y yo soy un defensor como aquí muchos lo han señalado, yo soy un defensor de la Representación Proporcional, en este sentido coincido perfectamente con lo que decía Diego Alberto. Es más, yo creo que deberíamos maximizar la Representación Proporcional, porque la Representación Proporcional ha sido es el mecanismo, es el mecanismo que permite una mejor representación en los órganos del Estado, los órganos legislativos, del pluralismo político, que es intenso vibrante, y, e innegable

La Representación Proporcional es una gran conquista histórica de la izquierda ¿hacia dónde creo que podrían avanzar una reforma mejorando de esa calidad de la representación, a eliminar la sobre representación del ocho por ciento que hoy permite nuestra Constitución?

Raymundo, tú no me vas a dejar mentir porque fuiste uno de sus ejecutores, ese ocho por ciento que hoy está en la Constitución fue una demanda del gobierno para avanzar, esto me lo contó Porfirio muchas veces, para avanzar en la reforma de 1996; el gobierno no quería perder el control en las cámaras y aceptó, incluso del 16 por ciento le bajaron a el ocho por ciento hasta donde tengo entendido, aceptó la REFORMA siempre y cuando la dejaran a su salvaguarda.

¿Por qué un sistema democrático tiene que ser una sobrerrepresentación del ocho por ciento? porque una sobre representación del 8% implica una subrepresentación de otros por el mismo porcentaje.

Creo que el modelo democrático en este sentido es el alemán para hacernos la sobre representación lo más pura posible.

Segundo, se dice, por cierto, esto lo dijo el Presidente Calderón, recuerdo en este espacio, una discusión que tuvimos algunos integrantes de jurídicas a propósito del Decálogo del Presidente Calderón, que buscaba reducir la Representación Proporcional.

Luego el PRI cuando gobernaron, en este último gobierno, planteó la reducción de la Representación Proporcional, quitar Diputados de Representación Proporcional.

¿Por qué lo quitamos? Si el problema es el tamaño del Congreso, yo no lo veo, pero si lo es, ¿por qué no reducimos a 400 legisladores la Cámara de Diputados? Y quitemos 100 de mayoría relativa. Por cierto, el INE se abarataría muchísimo, ¡eh! Hablando de costos, porque en lugar de tener 300 oficinas en los 300 distritos, tendríamos 200 oficinas. Y tengamos los 200 legisladores de Representación Proporcional que nos permitirían tener una representación mucho más, con un reflejo mucho más fiel de lo que existe.

Tercer. El Senado, tienen razón quienes dicen que los 32 Senadores de lista no representan, rompen esta lógica aquí plasmada en estos muros del Senado como un órgano representativo del Pacto Federal.

Digo, ¿por qué no vamos a una representación por estados? De nuevo, pero hagámoslo como muchos hemos escrito, con 32 circunscripciones plurinominales, que en cada estado se elijan a 3 o a 4, los que se quiera, Senadores de representación proporcional pura, si son 4 el que el partido que tiene el 25 por ciento sellaron el curul, el que tiene cincuenta, dos, y el resto se reparte mediante resto mayor. Así volvemos a ganar la representación del Senado a la Cámara como una representación del Pacto Federal, pero mantenemos esa victoria, ese triunfo. Vuelvo a insistir, la izquierda que es la proporcionalidad.

Segundo planteamiento. Coincido con lo que ha dicho aquí. Creo que, y creo que Raymundo lo dijo de una manera impecable, el financiamiento público es una gran conquista democrática, pero los montos a los que hemos llegado hoy generan incentivos perversos. Dirigir un partido político, hoy es como ser el jefe de una empresa, de una gran empresa, y creo que la racionalización de los montos debe ser algo que discutamos.

Esta es una discusión que tiene que tener múltiples perspectivas. La primera, no basta nada más con reducir, cerrar la llave del financiamiento público. Si nos equivocamos en los montos podemos provocar que los partidos vayan a buscar recursos donde no queremos que los busquen, y lamentablemente en este momento hay quien está dispuesto a financiar la política pública, pero encantado. Y yo no quiero un Congreso como el de Estados Unidos en donde como dicen los propios norteamericanos, lo dice, es decir que “es una representación de interés corporativa”

Sí, hay muchos mecanismos, yo entiendo que los partidos minoritarios te van a decir “no, no, no, espérame” Bueno, hay muchas soluciones. ¿quién nos dice que esta fórmula que en 1996 fue exitosa, de setenta a treinta, debe seguirse manteniendo? A lo mejor un buen incentivo es la reducción del financiamiento público generando nuevas condiciones de distribución. 

No lo sé, lo que digo es que, cuidado con hacer reformas en este tema machete, porque, con machete, porque si algo hemos ganado es que el financiamiento público hoy permite una base de fiar en las contribuciones de la competencia, y sí es mucho, es más, déjenme decirles algo, y la Reforma de 2014 no habido nada, por qué, no me vas a dejar mentir, César, Lorenzo, en el ámbito local se multiplicó el dinero público para los partidos.

Todo mundo piensa en el financiamiento federal ¿eh?, y es muchísimo, más de 5 mil millones, casi 6 mil millones, bueno no casi, 6 mil millones de pesos este año. Sí, pero en el ámbito local es casi lo mismo ¿eh?, es otro tanto, y eso muchas veces se pierde de vista y coloca en una situación absolutamente indeseable.

Hay OPLES cuyo financiamiento, la mayor parte, ya esto es para los partidos, no para su gestión. Yo lo que digo es, tengamos una discusión, tengámosla seria, y además pensemos, pero no perdamos de vista, pensemos no hacer, sin perder de vista la base de equidad, que en su momento el financiamiento público generó.

Perdón si me atraso, quiero aprovechar este espacio que para mí es verdaderamente privilegiado, ustedes disculpen.

Tercer gran uso. Los costos de los procesos electorales. Mi querido Diego Alberto, si distritan bien la, el cuadrito que propusieron no es certero y no es cierto.

Digo, en esta lógica como decía Citlalli, y hablémonos con respeto y de frente, creo que así se tiene que hablar entre demócratas, y se tiene que hablar con gente que yo creo que más allá de nuestras diferencias, lo digo desde aquí, tenemos coincidencias en los objetivos. Tal vez hay diferencia en el camino, pero yo no creo que aquí nadie quiera un sistema electoral que no sea más y más democrático en cada ocasión.

Es falso, es falso que el sistema electoral mexicano sea el más caro del mundo. Con datos, si quieren discutirlos, eso es falso.

El sistema electoral norte americano es mucho más caro, lo que pasa es que nadie sabe cuánto cuesta, porque ahí está completamente descentralizado entre los estados. Y claro, si le metemos lo que se gasta en las campañas, es el más caro.

El sistema electoral de Brasil, que, por cierto, no lo pusieron en su cuadro. En su cuadro pusieron el gasto del INE del año pasado, y faltaron a la verdad diciendo algo, le metieron también el dinero de los partidos. Si vamos a hablar de lo que cuesta el órgano electoral, porque el cuadro decía “costo de órganos electorales” no de sistema electoral, de “órganos electorales”, no le carguen al INE lo que es de ustedes. ¿no? Le metieron lo de los partidos.

Segundo. Todos los países que pusieron son países que no tuvieron elecciones generales ese año, y agarran el presupuesto del INE que tuvo elecciones federales, las más grandes de nuestra historia. ¿Por qué no pusieron a Brasil? ¿por qué no comparamos el costo del INE del año pasado con el costo del Tribunal Superior Electoral de este año que va a tener elecciones presidenciales?

De una vez les anticipo lo que va a pasar. Es más caro el sistema electoral brasileño. Y me van a decir “claro, pero son 150 millones de electores y acá nada más 92”. Cierto, nada más que en Brasil, desde hace 20 años, el principal gasto electoral ya lo hicieron, que son urnas electrónicas, ¡ese gasto ya está hecho!, y a pesar de todo es más caro el sistema electoral brasileño.

Si comparamos, por ejemplo, el costo, no quiero ser imprudente, del Tribunal Electoral de Panamá con el nuestro, por voto es más caro aquel, por elector o por padrón electoral, es más caro aquel que el nuestro.

Entonces, discutamos, nadie está diciendo, ni defiende aquí, privilegios que muchas veces son más inventados por desconocimiento que otra cosa. ¿El sistema electoral mexicano es caro? Sí, pero es el producto de una desconfianza que lo vuelve caro.

Vuelvo a insistir, te decía, 13 millones de ciudadanos que se tienen que insacular, ¡y se tienen que visitar a todos! ¡No es porque el INE lo quiera hacer! ¡Es porque nos lo mandata la ley! 

Y ya lo decía, en Gran Bretaña, es bien barato el sistema de Gran Bretaña ¿eh?, y, por cierto, Boris Johnson ahora le quiere meter más controles desde el gobierno a la comisión electoral. En Inglaterra, son los funcionarios públicos los que son funcionarios de mesa. Todos son funcionarios públicos ¡todos!

¿Estamos en México en una lógica en que los funcionarios públicos van a ser los funcionarios de mesa? Dime.

En Gran Bretaña los funcionarios de mesa de una elección son los mismos durante veinte años ¡son los mismos siempre!, pero acá tenemos un problema, la desconfianza que implicaba pues que debe haber un control indeseable sobre los funcionarios de la mesa.

Es falso también que el INE es el órgano más caro del mundo, electoral. Por cierto, en la tablita, de nuevo errores. Pregúntenos y los ayudamos a construir esas tablas, en el mejor de los sentidos. En la tablita que ustedes hicieron pública, el segundo órgano electoral más caro, después del de México, era el de Colombia, sí, pero pusieron el Consejo Nacional Electoral de Colombia. El Consejo Nacional Electoral de Colombia se parece más al Tribunal Electoral, es un órgano de resolución de conflictos. El órgano que equivale al INE es la Registraduría Nacional del Estado Civil, y son los que hacen elecciones, son los responsables de las casillas, y nada más, ahí si ya no les habría cuadrado para el argumento, porque es (inaudible).

Hay que disminuir los costos, sí, pero hagámoslo, deveras, con honestidad en el debate. ¿Cuáles son los principales costos de la desconfianza? Perdónenme, en nuestro sistema electoral es la desconfianza, tenemos procedimientos muy caros. En ningún país del mundo se imprimen boletas en papel seguridad ¡en ninguno! Y ahora, lamentablemente tuvimos que imprimir boletas para la Revocación de Mandato, por el tema financiero, en papel formal, afortunadamente con medidas de seguridad que usara talleres gráficos, pero hasta allí. Dicho eso, ¿eh? El INE sí quería, siempre quiso ponerse un (inaudible) fáciles. El problema es que no se le generaron al INE los recursos para poder cumplir la ley, y quien lo reconoce es la Suprema Corte de Justicia.

Dado la falta de responsabilidad y de solidaridad de la Cámara de Diputados y de la Secretaría de Hacienda, que no generaron recursos, dicen que no tiene, este año, hasta donde yo entendí la Corte ya obligó a un alto, a un gran empresario de estado, a pagar 2 mil 600 millones de pesos, o sea, dinero sí va a haber, más desde el presupuesto de egresos, y no se le permitió al INE poner ciento sesenta, casillas como el INE quiso. Ojalá y esto no vuelva a ocurrir, ya ahorita vamos a la Revocación de Mandato, la vamos a hacer bien, con todas las garantías. No, lamentablemente, no estarán todas las casillas, no es lo que el INE hubiera querido, pero todos los ciudadanos van a tener un voto.

Y pedimos el acompañamiento de los partidos para que en la ubicación de, lamentablemente, estas solo 57 mil casillas, por cierto, va a haber casillas especiales para que los electores del país puedan participar, pues sea lo más transparente posible y se elimine cualquier sombra de duda. No es lo ideal, que no nos vuelva a pasar, no lo digo por mí. Yo en un año, un mes y unos días más dejaré mi cargo, si esto pasa en 2024, vamos a poner en riesgo a la democracia mexicana.

Dicho eso, avancemos al voto electrónico.

Les ofrezco, Pepe, aquí, algo que ya he hecho en la Cámara de Diputados, y si acordamos en el Consejo General, organizar un foro, pero eso ahora que implique una exposición, trayendo a México todos los casos de voto electrónico que hay en el mundo.

Traigamos las urnas de Brasil, traigamos las urnas, los mecanismos de votación electrónica, que en realidad es (inaudible) electrónico de Argentina, y así en adelante.

Traigamos aquí las urnas que estamos utilizando, pero déjenme contarles una anécdota, vamos con el voto electrónico, eso nos va a abaratar las elecciones, por cierto, los migrantes ya votan por Internet en un sistema que no generó ningún tipo de problema y que ya desarrolló el INE.

Ya estamos ahí, y lo probamos en las elecciones del año pasado para que no se tuviera que probar en las elecciones del 24. ¿Y eso abarata costos?, claro, ¿requiere una inversión inicial? Sin duda, pero a la postre vuelve a las elecciones mucho más baratas.

Dicho eso, el problema no es ese, el problema es la desconfianza. Déjenme contárselos con una anécdota, y quiero ser muy prudente. El año pasado, en las elecciones de julio el INE instaló 100 casillas electrónicas, 100 urnas electrónicas; 50 en Coahuila, 50 en Jalisco.

Y, por cierto, son las urnas electrónicas de esos estados, pero con voto ya no de programa piloto, era una votación constitucional, y la verdad los resultados son impecables.

Cuando acordamos que íbamos a probar esas 100 urnas una senadora de Chihuahua, no digo más, una senadora de Chihuahua salió a declarar que el INE estaba preparando el peor fraude electoral de la historia a través del voto electrónico.

Bueno, le hablé a la senadora por teléfono, conseguí su celular, le hablé y le dije: oiga senadora, está mal informando, son nada más 100 de 162 mil urnas que vamos a poner, y le invito a que lo veo.

Creo que la mejor manera de vencer la desconfianza, y entiendo que haya reticencia, es que todos veamos cómo funciona. Traigamos aquí en este espacio una exposición en la que ustedes mismos, a todos los políticos vean cómo funciona, y si eso les genera la confianza y los consensos adelante.

Lo que sí creo es que cuidado con abaratar los procesos electorales si no hay un consenso político detrás, porque vamos a abrir un problema mucho mayor en ese sentido.

¿Quién no quiere elecciones más baratas? El INE es el primero que quiere hacerlo, pero también hay una serie de atribuciones que el INE no pidió y que cuestan. De nuevo en una lógica de comparación, hay que comparar peras con peras, y no peras con melones.

Cuántos órganos electorales, todos los órganos electorales en el mundo hacen elecciones, cuántos tienen que además llevar un Padrón Electoral de manera permanente que, por cierto, es el principal mecanismo de identidad; varios, pero no todos, la Registraduría Nacional del Estado Civil en Colombia, sí; el Tribunal Electoral de Brasil, sí; pero no todos.

Segundo. ¿Cuántos órganos electorales en el mundo fiscalizan a los partidos? Menos, inclusive, de los que llevan padrones.

Tercero. ¿Cuántos órganos electorales administrativos son los responsables de resolver las controversias entre los partidos? Menos todavía, y aquí sí no llevamos la joya de la corona. ¿Cuántos órganos electorales monitorean todas las señales de radio y televisión que se emiten en un país? Ninguno, salvo el INE.

Entonces, seamos honestos de todo lo que se le ha venido, a lo largo de distintas, indilgando al INE como responsabilidad para poder hacer un ejercicio real de los costos, y a lo mejor, perdón que lo diga así, a lo mejor vale la pena tener ese costo.

Nosotros le hemos ofrecido a la senadora Olga Sánchez Cordero, no me va a dejar mentir, uno de los grandes problemas que tenemos hoy es que no tenemos credencializados a los menores de edad.

No hay un padrón de menores de edad, de ciudadanos sí, ese lo lleva el INE. La responsabilidad es de la Secretaría de Gobernación, pero no tiene la infraestructura, y es carísima, eh.

El INE no tiene facultades para credencializar a menores, pero tiene la infraestructura y la confianza ciudadana. Nosotros vamos a nuestros módulos y confiamos, los adultos, por qué no llevamos a nuestros hijos.

Basta un convenio, ni siquiera es reforma electoral, un convenio con Gobernación para que les credencialicemos, al costo, que pague gobernación nada más el costo de la credencial, todo el gasto operativo ya lo cobra el INE, y vayamos avanzando hacia mejores uso y mayor eficiencia de los dineros públicos, que la disposición es total.

Perdónenme. Cuarto punto, justicia electoral. Hay dos temas que yo, perdón, a lo mejor es un tema, exclusivamente, digamos, el problema cotidiano, yo creo que tenemos unos problemas no menores, aquí se hablaba de Monex, de Odebrecht, qué se yo.

Por cierto, nada más aquí reivindico una cosa, que lamentablemente perdimos la votación, porque yo creo que fue un error la visión que tomó el Consejo Genera del INE para sancionar el caso de Monexgate, es más, yo propuse la sanción, y lamentablemente no contó con el respaldo de la mayoría del Consejo de entonces.

Segundo. Odebrecht, bueno, ¿el problema con Odebrecht saben cuál es? Que nosotros no podemos pedir la información a las autoridades brasileñas, tendríamos que ir por un interrogatorio internacional y eso nos llevaría siete años.

El problema que hoy tenemos es que la Fiscalía General de la República nos niega, aduciendo el secreto ministerial, el acceso a las carpetas de investigación, es más, el Tribunal Electoral ya obligó a la Fiscalía a entregarnos las carpetas, y la Fiscalía, y respeto mucho las rutas jurídicas, fue en controversia ante la Suprema Corte de Justicia para no entregarnos, no dejarnos el acceso a las carpetas de investigación.

A lo mejor una futura reforma electoral como la de 2007 que le abrió definitivamente al IFE en su momento los secretos bancarios, fiduciario y fiscal para poder fiscalizar, pasa por obligar a la Fiscalía a compartir esas carpetas, sin las cuales todo el tema de Odebrecht es vía Fiscalía General de la República y antes Procuraduría.

Esos son los que tienen la posibilidad, admitir los convenios de tener acceso a indagatorias de otros países, y si hay dinero indebido en las campañas creo que el INE tiene que conocerlo, pero no puede, no tiene atribuciones para hacerlo, sino que tiene que recurrir a una Procuraduría, a una Fiscalía, que no, que decide. Y es muy legítimo ese derecho, hoy en una controversia que no nos va a entregar esos recursos.

Y luego las medidas cautelares, Citlalli, todos los días hay “el INE está en contra del partido A, en contra del partido B, ahora es el partido B; a ver, la verdad, si uno ve las medidas cautelares que ha emitido el INE ha repartido parejo para todos y los que ustedes han sido siempre, siempre, los mismos.

Nada más un favor, nos quedamos a medias en la reforma de 2014, sacamos los procedimientos sancionadores al IFE, del INE ahora, para llevarlos al Tribunal, pero dejaron las medidas cautelares en el INE, hagámoslo como en el amparo, ¿quién otorga las suspensiones? El mismo juez de la causa, es absurdo lo que hoy tenemos.

Porque las medias cautelares que toma el INE se impugnan a Sala Superior, pero el fondo del asunto lo resuelve la Sala Especializada, que luego puede impugnarse, puede impugnar su resolución ante la Sala Superior, y ha pasado que hay un, sin sentido, hombre, pasemos todas las medidas cautelares al Tribunal Electoral y va a ser un frente de confrontación menor con los partidos políticos.

Quinto punto. Simplificaré este esquema. Perdónenme, termino. Hay demasiadas prohibiciones, y se vuelve absurdo. ¿Saben cuántas revocaciones, ejercicios de Revocación de Mandato hay en el mundo en donde el funcionario imputado, el funcionario respecto del que se plantea la revocación no puede hablar? En México.

Ah, qué mala onda del INE, no, lo pusieron ustedes legisladores en la Ley de Revocación de Mandato. Es más, lo pusieron en la Constitución, hoy va a haber un litigio, entiendo, ya estamos… litigios contra la prohibición de propaganda gubernamental, que ya está corriendo desde el viernes pasado.

Si, pero es que en el artículo 35 de la Constitución lo pusieron ustedes, lo puso esta legislatura, del Senado, en 2019.

No es un asunto del INE, claro, seamos honestos, fair play, no digan que, por culpa del INE, el INE tiene que cumplir lo que dice la Constitución. O sea, el problema es si tenemos condiciones, digo yo.

Es absurdo que los partidos políticos, bueno, eso lo decide la Corte, pero desde mi punto de vista es absurdo que los actores políticos no puedan pronunciarse en un ejercicio de esta naturaleza, pero no es el INE, es el diseño legal que nos hemos dado, y a lo mejor hay que simplificarlo.

Les haría la vida muchísimo más fácil a las autoridades electorales en el futuro, y de veras aquí termino; recoger o corregir en la ley, vuelvo a insistir, o recoger y llevar a la ley, o corregir en la propia ley muchas de las decisiones, algunas de las cuales, creo, han sido excesivas, que hemos tomado las autoridades electorales y los tribunales, decisiones administrativas, decisiones jurisdiccionales. 

Hago una cuenta, yo estoy convencido de las medidas afirmativas que hoy nos permiten, estoy muy orgulloso de ello, que hoy ya 35 legisladores pertenecientes a pueblos y comunidades indígenas, luego hay algunos fraudes, pero esa es otra historia, por las decisiones afirmativas que tomamos, yo estoy orgullosísimo de ello.

Hay migrantes, un absurdo que me comentaba ahorita con Pepe, hay 11 diputados migrantes, o sean, los migrantes tienen derecho a la representación, pero no pueden votar, porque solamente votan para el Senado y para la Presidencia de la República, y es era absurdo que tengamos representantes migrantes que votamos los que vivimos en México.

A ver, muchas de esas cosas tienen que corregirse, y hay veces que, y lo digo como una crítica, las acciones afirmativas deberíamos haberlas tomado de manera más oportuna.

Citlalli, los emitidos a ustedes partidos políticos en una bronca cuando ya tienen procesos internos tomando medidas afirmativas, de las que yo estoy profundamente orgulloso, y volvería a votar, pero a lo mejor el procesamiento no fue el mejor.

Les toca a ustedes, como ha ocurrido en el pasado, a través de una eventual reforma electoral, retomar lo que hemos hecho. Muchas de las acciones afirmativas, de las decisiones que hemos tenido valen la pena que estén en él, y corregir eventualmente, lo que ustedes, desde una perspectiva, digámoslo así, de construcción de consensos políticos, consideren que tenemos que mejorar.

Ultima cosa Citlalli, referente, y con ese respeto. El INE no está en manos de nadie, y te lo voy a decir como se lo dijo al entonces representante de Morena ante el INE, hoy Presidente de la Cámara de Diputados, persona con, un diputado que le encantan las denuncias penales que siguen abiertas. Dicho eso, en algún momento una colega mía, consejera, le dijo, oiga, respétenos más, porque el INE no somos Córdova y Murayama, aquí votamos 11, y muchas de las decisiones en el discurso público, y lo entiendo, eh, se quieren personalizar dolosamente, en realidad invisibilizan a mis colegas, algunos de los cuáles fueron nombrados hace un año y medio con las actuales, o con una mayoría distinta a las del pasado.

Las decisiones, como, por ejemplo, las casillas, en la Revocación de Mandato fueron tomadas por unanimidad. En el INE las decisiones, todas las decisiones se toman de manera colegiada, y la discusión interna es dura.

La cantidad de tiempo, que es tiempo bien invertido en construir consensos, ustedes son legisladores, saben lo que significa eso. Éste es un órgano más chiquito, pero ahí votamos, no vota uno, ni votan dos.

Entonces, dicho eso, toda la disposición a seguir trabajando juntos, porque sí creo, como le dije al principio, que haya un tipo de confluencia que necesitamos tener.

Todos, con distintas perspectivas, con distintos puntos de vista, aquí tenemos el mismo compromiso, y creo, confío, la misma intención, fortalecer nuestro sistema democrático.

Una disculpa si me he extendido, espero que esto no vaya a ser usado en el futuro como “he venido a reventar un foro de debates”, sino más bien creo que éste es el arranque de una discusión larga y rica, respetuosa, y creo constructiva que tendremos que dar en el futuro.

Muchísimas gracias.

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