Uno de los proyectos que el Instituto Nacional Electoral (INE) impulsará con mayor fuerza con el objetivo de modernizar la organización de los procesos electorales, eficientar diversos procesos como la emisión de los resultados electorales, así como buscar abaratar los costos en la operación de las casillas electorales y la recepción de la votación de las y los electores, es el uso y, eventualmente, la instrumentación del voto electrónico a través del uso de urnas electrónicas.
En 2020, una vez que el Consejo General del INE aprobara los lineamientos para instrumentar el voto electrónico, se determinó el uso de este mecanismo de forma vinculante en las elecciones locales de Coahuila e Hidalgo en donde sólo se colocaron 94 urnas electrónicas. Para el proceso electoral local de este año 2021, el INE acordó el uso de 100 urnas electrónicas para las elecciones de Coahuila y Jalisco. En diversas entidades se han usado urnas electrónicas desde hace más de 15 años.
En ambas elecciones de 2020 y 2021 los resultados fueron satisfactorios, no obstante, el costo de implementar una urna electrónica para recibir la votación de las y los electores por casilla electoral, genera más gastos por la logística de traslado, por la contratación de personal técnico, entre otros, por lo que, desde la Comisión de Organización Electoral, órgano auxiliar del Consejo General del INE, se propondrá un modelo que logre eficientar y buscar una auténtica reducción de los costos en la elección.
La propuesta partirá del análisis de la operación que llevan a cabo otros países como Brasil y la India, en el que la votación de las y los electores se registra en centros de votación. Estos centros buscan que las personas registradas en el listado nominal de una sección electoral voten en dicho centro por lo que la meta sería que las urnas electrónicas alcancen al mayor número de electores posibles logrando con ello, a la par, otros aspectos tales como la agilización de la emisión del voto, el uso de la tecnología para la identificación de las y los electores, la reducción en la publicación de los resultados electorales, entre otros.
En este sentido, para 2022 en donde habrá elecciones locales en 6 entidades federativas, se propondrá la instrumentación de diversos mecanismos y el análisis de medidas, como centros de votación, con miras a ir pavimentando el camino para 2024.
De igual forma y con el objetivo de incrementar la participación ciudadana, el INE a través de la Comisión de Organización Electoral se encuentra estudiando la implementación de una prueba piloto del voto anticipado para las elecciones de 2022. Este ejercicio implicaría ofrecer facilidades a las y los electores que, por diversos motivos no pueden presentarse a la casilla el día de la jornada electoral, haciendo con ello posible la emisión de su sufragio de forma anticipada.
Es importante referir que el voto anticipado es un mecanismo que ya se ha instrumentado en países como Australia, Estados Unidos, Francia, Canadá, Ecuador, Nueva Zelandia y Suecia bajo distintas modalidades, es decir, de forma presencial, por correo postal o bien a través de unidades móviles. En México fue instrumentado en las elecciones de este año para las personas que se encuentran en prisión preventiva.
Finalmente, la Comisión de Organización Electoral realizará los estudios correspondientes para presentar las ventajas, áreas de oportunidad y requisitos para que el voto, en su modalidad electrónica por internet, pueda ser instrumentado no solo para las y los mexicanos residentes en el extranjero, sino también para los y las que residimos al interior de la República mexicana, con el doble objetivo de eficientar el ejercicio del voto y, consecuentemente, el abaratamiento del mismo, así como incrementar la participación de las y los votantes que resulta fundamental para la legitimidad de nuestro sistema democrático.
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