Intervención de Ciro Murayama, en el Foro Estatal de Distritación Nacional Electoral 2021-2023

Escrito por: INE
Tema: Discursos

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), CIRO MURAYAMA RENDÓN, EN EL FORO ESTATAL DE DISTRITACIÓN NACIONAL ELECTORAL 2021-2023

Muchas gracias por recibirnos aquí en la capital del estado.

Quiero agradecer al vocal ejecutivo local del INE, al delegado del Instituto Nacional Electoral, a José Luis Vázquez López. A la presencia también, a la Presidenta del Instituto Electoral de Coahuila, a la maestra Gabriela de León Farías; al director Ejecutivo del Registro Federal de Electores; por supuesto, a la maestra Marcela Cheng y a Rodrigo Morales, integrantes del Comité Técnico de la Distritación.

Y en especial a quienes nos han, nos acompañan el día de hoy, a los representantes del señor Gobernador constitucional del estado, al Consejero Jurídico del estado, al licenciado Luis Estrada Flores; al representante del alcalde de Saltillo, de la ciudad que hoy nos acoge, al licenciado Carlos Robles.

Por supuesto al delegado del INEGI, que como veremos, pues es una institución fundamental para que podamos hacer nuestros trabajos de distritación.

Al Fiscal de Atención a Delitos Electorales, el maestro Sánchez Cabello; a las magistradas del Tribunal Electoral de Coahuila, la magistrada Treviño, la magistrada Félix Neira. 

Al representante del Tribunal Superior de Justicia del Estado, muchas gracias.

Y, como ya se mencionaba, a los representantes de los partidos políticos, porque es de la mano de los partidos que llevaremos a cabo este ejercicio.

Y, por supuesto, a todos los integrantes del Consejo General del Instituto Electoral de Coahuila y a nuestros compañeros y compañeras del INE aquí en el estado, en la Junta Local y en las juntas distritales.

El día de hoy, aquí en la ciudad de Saltillo, Coahuila, tenemos el gusto de iniciar con el primer foro, en todo el país, de presentación de los trabajos de distritación electoral 2021-2023 con los cuales quedará redefinida la geografía política a nivel federal y en cada una de las 32 entidades federativas que componen la República Mexicana. Así que muchas gracias por acudir a esta convocatoria del Instituto Nacional Electoral.

Permítanme exponer la razón, los alcances y el propósito de la distritación electoral, un trabajo eminentemente técnico y neutral, pero con un enorme significado político del que depende que se ejerza bien el derecho a la representación popular. Así que voy al grano.

La Constitución General de la República, en su artículo 53, a la letra indica: “La demarcación territorial de los 300 distritos electorales uninominales será la que resulte de dividir la población total del país entre los distritos señalados. La distribución de los distritos electorales uninominales entre las entidades federativas se hará teniendo en cuenta el último censo general de población, sin que en ningún caso la representación de una entidad federativa pueda ser menor de dos diputados de mayoría.” Fin de la cita. 

El hecho de que se mandate a seguir el Censo y no el Padrón Electoral hace sentido: si bien la elección recae en ciudadanos mayores de edad –los que forman parte del Padrón Electoral y del Listado Nominal-, la representación del Poder Legislativo es de toda la población, de los habitantes.

Como es sabido, en México el censo de población y vivienda se realiza al iniciar cada década y está en manos de un organismo especializado, constitucionalmente autónomo, el INEGI, como le conocemos todos. 

Así que en 2020 fue un año de Censo de Población y, venturosamente, a pesar de la pandemia COVID-19, el INEGI mostró una vez más su profesionalismo y compromiso de servicio y realizó con toda pulcritud su trabajo de conteo total de la población que vive en el país, en cada estado y en cada municipio, y unos meses después hizo públicos los resultados.

El Censo 2020 es, así, el insumo clave para la distritación tanto en el plano federal como al interior de cada entidad federativa.

Sabemos que en 2020 en México vivíamos 126 millones 14 mil, 24 personas, así que, de acuerdo con la Constitución, esta es la cifra que debe dividirse entre los 300 distritos uninominales federales para ver cuántos distritos corresponderán a cada entidad sin que en ningún caso algún estado pueda tener menos de dos diputados de Mayoría Relativa. Así, el promedio de habitantes por distrito electoral será la división de los 126 millones entre los 300 distritos, lo que da 420 mil personas.

El paso que sigue, para calcular el número de distritos por entidad federativa, es dividir la población de cada estado por esos 420 mil. En el caso de Coahuila, que hoy nos recibe, la población del Censo de 2020 ascendió a 3 millones 146 mil 771 habitantes. Al dividir ese número entre el promedio de habitantes por distrito en el país, 420 mil, arroja un resultado de 7.49. Esto es, le corresponden, de entrada, siete distritos y tiene una fracción de 0.49. 

Permítanme señalar que como es normal que la división de la población de los estados entre 420 mil habitantes por distrito no arroje números enteros, habrá entidades con fracciones. Siendo así, en todo el país la división de las poblaciones de las 32 entidades entre 420 mil da 282 distritos a partes enteras, y hay entonces 18 distritos más para llegar al total de 300, que han de asignarse con el criterio de resto mayor; es decir, los 18 estados que tengan la fracción entre cero y uno más alta después de que se les asignan los distritos a parte entera, recibirán un distrito más.

Como decía, Coahuila tiene siete distritos por parte entera y le sobra una fracción de 0.49. Es de los 18 estados que tienen un resto mayor más alto y, por tanto, le toca un distrito electoral federal más para llegar a ocho. Siendo así, en las elecciones a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión de 2024, 2027 y 2030, Coahuila va a tener ocho distritos electorales federales, e igual número de diputados federales de Mayoría Relativa. Después de 2030, pues ya veremos porque habrá un nuevo Censo y habrá que hacer la redistritación antes de las elecciones de 2033.

Coahuila, así, frente a las elecciones de 2018 y 2021, que se hicieron con la distritación hasta hoy vigente y que se desprendió del censo de población de 2010, va a tener un distrito más, y consecuentemente una diputación federal más.

Aquí quiero ser muy claro y atajar los dichos de quienes señalan que el INE da y quita distritos electorales a las entidades federativas según las preferencias políticas de los votantes. Es falso. Como se puede demostrar, toda entidad que respecto al Censo de 2010 tiene un distrito más o menos a partir del Censo de 2020 lo hace en función de su población, no de las preferencias de sus electores. Es el número de habitantes lo que arroja el número de distritos, no las adhesiones políticas.

Esto lo podemos demostrar de forma diáfana para el caso de Coahuila. Gana un distrito más, sí, porque su población en 2010 era de 2 millones 748 mil 391 habitantes, que representaban el 2.45 por ciento del total nacional. 

Diez años después, Coahuila tiene 3 millones 146 mil 771 residentes, el 2.5 por ciento de la población de todo México, lo que implica que en diez años esta entidad tuvo un crecimiento poblacional de 398 mil personas, prácticamente equivalentes a los 420 mil que en promedio debe tener cada distrito. 

En términos porcentuales, el número de habitantes de Coahuila creció en diez años en 14.5 por ciento, a una velocidad mayor que el promedio nacional que fue de 12.18 por ciento. Ergo, la conclusión es sencilla: si la población de Coahuila creció en casi 400 mil personas, es natural que obtenga un distrito electoral más.

Algo similar pasa con Nuevo León, estado vecino a Coahuila, que en 2010 tenía 4.65 millones de habitantes, el 4.1 por ciento de la población y le correspondieron 10 distritos. Diez años después, Nuevo León tiene un millón 130 mil habitantes más y tendrá 14 distritos. Es la gente, decidiendo dónde vive, la que determina dónde habrá más o menos distritos.

También incrementan el número de distritos, en uno, Baja California, Puebla, Querétaro y Yucatán, frente a la distritación vigente. En cambio, qué entidades pierden distritos: aquellas en donde su población creció más lentamente que el promedio nacional y que, entonces, en términos relativos perdieron peso en el total. 

Es lo que ocurre con la Ciudad de México, que pasará de 24 a 22 distritos electorales, del Estado de México que va de 41 a 40 distritos, Guerrero que pasa de 9 a 8 distritos, Michoacán de 11 a 10, Tamaulipas de 9 a 8 y Veracruz de 20 a 19.

Así que el INE sólo traduce los datos de la población del censo del INEGI en distritos federales. Como puede verse, es la dinámica demográfica la que va determinando cómo se define el número de distritos. Es comprensible que haya zonas de mejor desempeño económico que atraigan población como las de Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Puebla, Baja California o Yucatán.

O que haya factores como la inseguridad o la falta de oportunidades laborales que hagan que la gente emigre de su estado de nacimiento y que, por tanto, esas entidades pierdan peso en el total. La explicación de la migración y de los cambios demográficos al interior del país, creo, tiene que ver con la economía, el empleo, las oportunidades de educación, la seguridad, no con los resultados electorales.

Al INE no le interesa cómo vota la gente, si por la opción A, B, C o D; nosotros hemos visto pasar delante de nosotros una y otra alternancia, y siempre organizamos elecciones para que la ciudadanía vote en secreto y libertad, así que no tenemos compromiso con partido político alguno o con el gobierno en turno.

Lo que nos interesa, sí, es que la gente tenga garantizado su derecho al voto y a la representación. Y el derecho a una representación igualitaria pasa por tener distritos del mismo tamaño en cuanto a su población, por eso cada diez años, después de cada censo, debemos hacer una nueva distritación. Es un ejercicio recurrente, reiterado, una actualización de la geografía electoral para que la representación no se distorsione. Es cumplir a la letra con el artículo 53 de la Constitución, nada más, pero nada menos.

Permítanme remarcar la importancia política de la distritación, de no tener unos distritos con muchos habitantes y otros con poca población.

Cuando los distritos electorales no están bien distribuidos y no tienen un número de habitantes equivalente, se puede dar un fenómeno de sobre y subrepresentación, de tal forma que pueden existir legisladores representando a mucha más gente que otros. Y ello es grave, pues como señala el Diccionario electoral del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, cito: “La sobre y subrepresentación no sólo afecta el derecho al voto igual de cada elector o el derecho a una representación igual de cada habitante, sino que también tiene consecuencias en la gobernanza, generando ventajas a favor de algunos partidos políticos o corrientes ideológicas en detrimento de otras”. Fin de la cita.

Se trata, como también señala este Diccionario electoral, de un daño al principio básico de la democracia representativa “del voto igual: una persona/un voto”.

Por eso, para que no se den esas distorsiones, la Constitución mandata a que en México los distritos sean homogéneos y que su trazo se actualice después de cada censo de población, tanto a nivel federal como local. A partir de 2014 esta atribución, en los dos planos, nacional y de las entidades le corresponde al Instituto Nacional Electoral, y por eso estamos aquí con ustedes.

En un momento más, el ingeniero René Miranda, Director Ejecutivo del Registro Federal de Electores del INE, así como los integrantes del comité técnico de la distritación electoral, la maestra Marcela Cheng y Rodrigo Morales, explicarán a detalle los criterios que seguirá el INE, con toda transparencia, para la confección de los distritos.

Permítanme apuntar solamente que, en primer lugar, se tomará, como ya se dijo, en cuenta la población del país y de las entidades, cuidando además que ninguna tenga menos de dos distritos.

Asimismo, cuando sea factible, se procurará integrar distritos donde al menos el 40 por ciento de la población sea indígena o afromexicana, cosa que, por cierto, es difícil que se logre en Coahuila por las características de la población en el estado; pues la población indígena asciende, de acuerdo con el INEGI, con datos que verificamos con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, a 62 mil177 personas en el estado, y la afromexicana a 22 mil 444 personas, y no hay algún municipio en Coahuila con 40 por ciento o más de población indígena y afromexicana.

El cuarto criterio será procurar la integridad municipal, esto es, que no se tengan que fraccionar municipios y que lo óptimo sea que todos los habitantes de un municipio pertenezcan al mismo distrito electoral.

El quinto criterio es el de la compacidad, es decir, que el perímetro de los distritos tenga forma geométrica y no de figuras raras, como una salamandra; el sexto criterio son los tiempos de traslado: a mejor tiempo de transporte al interior del distrito mejor, tanto para campañas como para las tareas de organización y logística electoral.

El séptimo criterio consiste en la continuidad geográfica, de forma tal que no haya islotes de territorio de un distrito al interior de otro, y el octavo criterio busca atender factores socioeconómicos y accidentes geográficos. Ese es nuestro modelo de trabajo y así se confeccionarán los distritos federales y locales.

Es decir, no hay un criterio para Coahuila y otro para Chiapas, otro para Tamaulipas, serán los mismos criterios técnicos en todo el país.

Como ustedes saben mejor que yo, en Coahuila hay 16 distritos electorales locales, los que corresponden a las diputaciones de Mayoría Relativa al Honorable Congreso del Estado. Dado que la población del estado es de 3 millones 146 mil 771 habitantes, el promedio de personas que debe tener cada distrito local es de 196 mil 673 personas.

Ahora bien, para asegurar la integridad municipal, la compacidad en los trazos y los mejores tiempos de traslado se acordó que el máximo de desviación poblacional frente a la media sea de más menos 15 por ciento. Eso quiere decir que ningún distrito local en Coahuila tendrá menos de 167 mil 172 habitantes, ni más de 226 mil 173 personas.

Hoy, sin embargo, hay seis distritos que salen de esos rangos. La buena noticia es que tras la distritación 2021-2023, la población de Coahuila va a mejorar su derecho a la misma representación: todos los coahuilenses habitarán en distritos electorales con poblaciones similares; y todos los diputados de mayoría relativa van a representar en el Congreso del estado a un número equivalente de personas.

Permítanme concluir señalando que, junto a estos foros de explicación de la distritación ante autoridades y actores políticos de las entidades, también celebraremos una consulta a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas para conocer su opinión de la distritación, en particular acerca de la integración de sus municipios a determinado distrito electoral y para conocer sus preferencias de ubicación de las cabeceras distritales.

Hoy, aquí en Coahuila, habrá un foro de explicación a indígenas y afromexicanos sobre la distritación en Torreón y otro en Múzquiz. Las principales lenguas o pueblos convocados a esta consulta en Coahuila son Náhuatl, Kickapoo, Zapoteco, Huasteco, Mazahua y Mascogo.

Después de que les presentemos los criterios, serán los indígenas y afromexicanos quienes deliberen en plena libertad, sin la presencia del INE, y luego nos harán llegar sus opiniones. Para demostrar que la consulta a indígenas y afromexicanos se lleva a cabo conforme al protocolo aprobado por el Consejo General del INE, habrá la presencia de un órgano garante, supervisando la consulta. Se trata de investigadoras e investigadores del Instituto de Geografía de la UNAM, donde también participan investigadores de los institutos de Investigaciones Sociales y de Jurídicas de la propia Universidad Nacional.

El día de hoy inician los foros de distritación. Es un gusto que sea aquí, en Saltillo, en Coahuila, donde comience este esfuerzo previsto en la Constitución para asegurar el pleno derecho a la representación popular.

En México la conquista del voto libre fue una gesta de generaciones, a quienes debemos honrar. También lo fue la lucha por la representación de la diversidad. La democracia es la coexistencia en la pluralidad, el ejercicio de los derechos políticos, la libertad de expresión y de disenso, la regla de la mayoría, pero a la vez el respeto a las minorías.

Sabemos que, en los tiempos que corren, hay nubes oscuras sobre las democracias en el mundo. Pretensiones autoritarias de control y desaparición de contrapesos, de hostilidad a los órganos autónomos e independientes se repiten una y otra vez ante nuestros ojos. Por eso, con esta distritación neutral, hecha con imparcialidad, el INE defiende su autonomía y a la democracia.

Muchas gracias por su atención.

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