Intervención de Dania Ravel, durante la mesa de diálogo: Participación y representación de las personas de la diversidad sexual en el Proceso Electora, 2020-2021

Escrito por: INE
Tema: Discursos

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DE LA CONSEJERA DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), DANIA PAOLA RAVEL CUEVAS, DURANTE LA MESA DE DIÁLOGO: “PARTICIPACIÓN Y REPRESENTACIÓN DE LAS PERSONAS DE LA DIVERSIDAD SEXUAL EN EL PROCESO ELECTORAL 2020-2021″

Muchas gracias, muy buenos días.

Me da un gusto enorme estar con ustedes en esta mesa de diálogo en la que platicaremos y reflexionaremos en conjunto y desde distintos frentes, respecto de los avances y retos para lograr la participación y representación efectiva de las personas pertenecientes a la diversidad sexual y de género en el marco de las elecciones 2021.

Saludo con afecto a la licenciada Victoria Virginia Davenport Fentanes, Presidenta de Humana Nación Trans TTT, Movimiento Feminista de Mujeres Diversas. Me da mucho gusto verte Gloria y verte muy bien.

Al maestro Alex Alí Méndez Díaz, abogado y activista del Frente Oaxaqueño por el Respeto y Reconocimiento de la Diversidad Sexual.

A la maestra Gloria Angélica Careaga Pérez, investigadora y directora de la Fundación Arcoíris.

Así como a la Diputada, que se incorporará más tarde, Lucía Riojas Martínez.

También saludo y agradezco a las y los representaciones d ellos partidos políticos quienes participarán en la segunda parte de esta mesa de diálogo, por atender a esta invitación.

Además, quiero agradecer la participación de la doctora Ericka López Sánchez, quien estará a cargo de la moderación.

La verdad es que esto implica que no solamente tenemos panelistas de lujo sino también, una moderación de lujo.

Es maravilloso tener este espacio de encuentro entre (inaudible) de la diversidad y de género y personas representantes de los partidos políticos, porque la colaboración, vinculación y escucha activa entre las y los actores políticos, las autoridades electorales, las organizaciones de la sociedad civil y personas de la academia es fundamental e indispensable, sobre todo, teniendo en cuenta que las normas por sí mismas no dotan de efectividad a los derechos, lo hemos específicamente con los derechos de las mujeres. Una cosa es la igualdad formal, pero una muy distinta, es la igualdad sustantiva.

Y lo mismo ocurre en este rubro, siguen existiendo grandes resistencias para garantizar los derechos humanos de todas las personas en igualdad de condiciones y libre de discriminación, así uno de los grandes retos en los que necesitamos escuchar y atender las demandas de las organizaciones de la sociedad civil y la academia es no permitir la simulación y garantizar de manera transversal en las acciones afirmativas el principio constitucional de paridad de género.

Recordemos que uno de los componentes esenciales de un sistema de gobierno democrático es el reconocimiento y efectividad de los derechos humanos y sus garantías.

La consolidación de una sociedad diversa que sea justa e incluyente tiene como precepto básico el ejercicio real de los derechos político-electorales de todas las personas.

Flávia Piovesan, segunda Vicepresidenta de Comisión Interamericana de Derechos Humanos, quien fungió previamente como relatora sobre los derechos de las personas LGBT en la misma Comisión, ha señalado que los derechos políticos so derechos humanos y que estos empoderan a quienes los practican debido a que impactan en la manera en la que las personas ejercen el resto de sus derechos.

Esto implica la visibilizarían de las demandas, intereses y necesidades de distintos grupos poblacionales y, en particular, de aquellos colectivos que han sido históricamente discriminados o vulnerados.

Quizá uno de los factores más complicados que han tenido las democracias, incluso las de nuestros días, ha sido su lucha permanente por no desvirtuarse, por no perder el respaldo ni la legitimación de la ciudadanía, en particular cuando se mantienen en el gobierno, gobiernos inefectivos o liderazgos políticos cuestionados por una mala gestión o una toma de decisiones equivocadas en distintos contextos.

La democracia está cimentada sobre lo que considero son dos de sus principios rectores: la igualdad y la libertad. El valor o principio de la igualdad es un pilar clave para la democracia, junto con el ejercicio de las libertades individuales proporciona sentido y orientación a los sistemas democráticos contemporáneos. 

La igualdad nos sirve para construir un piso mínimo en el que las participaciones de la ciudadanía tengan el mismo valor, mientras que la libertad política nos ayuda a elegir con el voto a las personas que ocuparán un cargo público o quienes tomarán decisiones en representación de ciertos colectivos, en caso de ser elegidas para participar políticamente en el país.

Así, la relación entre democracia y derechos humanos es crucial, es un vínculo complejo, interdependiente y simbiótico, los derechos humanos y la democracia se protegen y subsisten en un Estado democrático.

La mejor protección de los derechos humanos emana de un marco democrático sostenible, cimentado en el Estado de Derecho, si la democracia es incluyente es porque sólo a través de esta condición podemos garantizar sus principios fundantes y legitimarla.

No podemos garantizar sus principios fundantes y legitimarla.

No podemos afirmar que vivimos en una democracia si aún persisten grupos que, debido a su sexo, género, orientación sexual, por vivir con alguna discapacidad, por tener una raza, por cualquier pretexto siguen siendo discriminados y no pueden ejercer plenamente sus derechos humanos, particularmente sus derechos político-electorales.

Así, el activismo impulsado por personas de la diversidad sexual y de género, apunta a la participación en escenarios electorales para incidir de manera más decisiva en la vida pública.

No obstante, a pesar de todos los esfuerzos y las luchas que han librado, aún persisten rasgos sustantivos, derivados, todos, de la discriminación, de ahí derivan todos esos rezagos y obstáculos.

Según el informe, “El prejuicio no conoce fronteras”, publicado por Sin Violencias LGBT en América Latina, un promedio de 20 personas con una orientación sexual o identidad de género diversa fueron asesinadas cada mes entre 2014 y 2019.

América Latina sigue siendo una de las regiones donde más se contabilizan crímenes de odio contra la diversidad sexual. Las mujeres trans o personas trans con expresión femenina son víctimas de feminicidios, siendo México uno de los países más peligrosos para las mujeres trans en el mundo, no sólo en el hemisferio, tan sólo detrás de Brasil.

Según datos de la asociación civil Soy Humano, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio y Letra S, los crímenes de odio cometidos contra personas LGBTI+ siguen siendo sumados, siguen siendo sumamente alarmantes.

Aunado a ello, en México sólo 14 entidades federativas tienen la normatividad o el procedimiento administrativo adecuado, relacionado con el reconocimiento a la identidad de género, a pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya ha reconocido que es un derecho humano que debe ser garantizado.

La violencia y la discriminación que enfrentan las personas LGBTTTIQ+, sólo por ejercer su derecho a ser, no puede ni debe pasar desapercibida, mucho menos para las autoridades que debemos velar por que todas las personas puedan gozar plenamente de sus derechos.

Por ese motivo, para garantizar el ejercicio efectivo al voto, se aprobó en el marco de las elecciones de 2018 el Protocolo Trans, para garantizar que las personas transgénero, transexuales y travestis ejercieran su voto en igualdad de condiciones y sin discriminación en todos los tipos de elección y mecanismos de participación ciudadana.

En 2019 el INE emitió el protocolo para garantizar el derecho a la no discriminación por identidad y expresión de género a las personas que laboran en el INE, y también ese año previmos que las personas puedan optar porque el dato del sexo en la credencial para votar no aparezca visible.

Y eso se lo agradezco también a Gloria que me lo hizo notar en una reunión que tuvimos para perspectiva interseccional. Ella me decía: “oye, Dania, ¿por qué en las credenciales para votar tiene que aparecer el dato del sexo?”.

Bueno, la respuesta era sencilla, porque así lo dice la ley. Pero me puso en perspectiva que eso hacía susceptibles a muchas personas trans de vivir discriminación, porque simplemente la credencial para votar la damos absolutamente en cualquier parte para identificarnos, incluso para ir a visitar a una amiga a un fraccionamiento, a un amigo en un departamento te piden la credencial para votar y eso las puede hacer susceptibles de discriminación.

Desde luego, pues, era algo que yo no lo había percatado porque no lo vivo, y al ponérmelo esto en evidencia cuando hicimos el nuevo modelo de la credencial para votar previmos la posibilidad de que las personas, al ir a los Módulos de Atención Ciudadana puedan decidir si quieren que ese dato aparezca visible o no en la credencial para votar, o quieren que aparezca, por ejemplo, encriptado en el Código QR para que todas las demás personas no puedan verlo, y con esto no puedan ser susceptibles de discriminación.

Entonces, esa fue una de las cuestiones que hicimos en compañía de, pues, estos colectivos y de las personas que nos ayudan a darnos cuenta de todas estas cosas.

Para este proceso electoral, además, los partidos políticos y coaliciones postularán fórmulas de candidaturas integradas por personas de la diversidad sexual en cinco de los 300 distritos que conforman el país.

A pesar de que estas medidas no implican un cambio social inmediato ni garantizan de manera aislada el éxito de un proyecto democrático más incluyente, colocan en el centro de la discusión la necesidad y trascendencia impostergables de la participación y la representación política de quienes pertenecen a grupos en situación de vulnerabilidad o de discriminación.

En México se han ido moldeando las bases para una nueva etapa que reconoce la diversidad como una de sus mayores fortalezas. 

Desde el INE hemos hecho todo lo posible para que estas elecciones no sólo sean las más grandes de nuestra historia, sino también, las más incluyentes.

Las medidas para la igualdad son indispensables e importantes en sociedades tan desiguales en las que persisten mecanismos estructurales de discriminación y violencia, por eso las seguiremos empleando hasta que logremos corregir y compensar el contexto estructural en que persiste la discriminación.

Muchas gracias.

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