Versión Estenográfica de la Conferencia Magistral Estacional de Invierno 2019, Ciencia y Democracia. Quo vadis, México, dictada por el Doctor Antonio Lazcano

Escrito por: INE
Tema: Conferencia Magistral

 

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA CONFERENCIA MAGISTRAL ESTACIONAL DE INVIERNO 2019, “CIENCIA Y DEMOCRACIA: QUO VADIS, MÉXICO?”, DICTADA POR EL DOCTOR ANTONIO LAZCANO ARAUJO

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Estamos al aire.

 

Bienvenidas, bienvenidos.

 

Un gusto de recibirlas en las plataformas de comunicación del Instituto Nacional electoral, estamos reiniciando ahora en tiempos de pandemia a través de estas comunicaciones virtuales el ciclo de conferencias magistrales que hemos establecido, restablecido desde hace algunos años. El Ciclo de Conferencias Estacionales.

 

Y, aunque por un desface comprensible por la pandemia, estamos hoy dando paso a la Conferencia Magistral de invierno, estacional de invierno- primavera.

 

Y tenemos para ello un invitado de lujo, la verdad, para el Instituto Nacional Electoral, para mí en lo particular es un verdadero privilegio contar con la presencia en este espacio de uno de los científicos mexicanos más destacados, más reconocidos, más brillantes y que, han consolidado, digamos, la ciencia, de nuestro país en los tiempos recientes.

 

El doctor Antonio Lazcano Araujo, conocido por muchísimos, prácticamente una referencia obligada para todo aquél que estudie Biología, y para todo aquél que está interesado, insisto, en las cuestiones científicas del país.

 

El doctor Lazcano, permítanme presentarlo muy brevemente, su fama lo precede, precede esta presentación, sin lugar a dudas, y es profesor emérito de nuestra Universidad Nacional Autónoma de México, en donde desde hace décadas se dedica a la investigación y docencia sobre el origen y evolución temprana de la vida.

 

Justo ahora comentaba al doctor Lazcano mi primera aproximación, mi primera cercanía con él fue justamente en la preparatoria, entrando al CCH en la UNAM, cuando en la clase de Biología, su “Origen de la vida” de un punto de referencia para quienes se dedican a estas disciplinas.

 

Ha trabajado en diversos aspectos químicos de la tierra primitiva, análisis de meteoritos, evolución de microorganismos, ha sido profesor invitado en múltiples universidades de gran renombre, de gran prestigio internacional en los Estados Unidos, en América Latina, en Europa.

 

Ha sido investigador visitante en numerosos centros de investigación e institutos de los más prestigiosos a nivel internacional. Ha colaborado con instancias científicas de primer nivel a nivel mundial; de manera recurrente publica textos en revistas prestigiosísimas como The Scientist; es investigador nacional nivel 3, emérito de nuestros sistema nacional de investigadores; ha recibido varios doctorados honoris causa, tanto a nivel de universidades internacionales como mexicanas; y, además, es miembro desde  2014, de  nuestro Colegio Nacional, la institución pública que congrega a los científicos, a los investigadores, a los difusores, divulgadores de la ciencia y de las artes más prestigiados de nuestro país.

 

Es, pues, un verdadero privilegio recibir aquí al doctor Antonio Lazcano Araujo para que nos dicte la conferencia “Ciencia y democracia: quo vadis, México?”.

 

Yo quisiera aprovechar precisamente un par de minutos para cederle la plaza al doctor Lazcano, en teoría yo tendría que hacer comentarios a la conferencia, no creo que sea apto ni digno de hacerlo, así que prefiero hacer algunas reflexiones al inicio, doctor Lazcano si me permite, para poder dejarle el foro a usted.

 

La relación ciencia y democracia es una relación intrínseca profundamente intrincada, y me atrevería a decir, indisoluble.

 

Ambas dimensiones, la dimensión científica y la dimensión política o democrática son dimensiones que se fundan en parámetros comunes, en principios comunes que son, por cierto, algunos de los valores fundamentales del mundo moderno.

 

Pienso, por ejemplo, en el carácter laico que la democracia por definición tiene, no hay una democracia que no sea laica, así como la ciencia, la ciencia moderna por definición es laica.

 

Y es que tanto una, la forma de gobierno democrática, como la otra, la ciencia moderna, parten de una premisa de que el conocimiento y la interacción política de las personas en democracia pasa por una premisa de tolerancia, de construcción a partir de una lógica dialéctica.

 

Y por la negación de verdades dogmáticas, de verdades con mayúscula, y en todo caso, lo que no significa la búsqueda de la verdad, por ejemplo, por parte de la ciencia, pero una verdad con minúscula, una verdad que siempre está sujeta a la crítica, a la revisión, y que no parte consecuentemente del dogma.

 

Ahí, en donde hay una forma de gobierno que pretende imponer una verdad, un dogma, estamos frente, inevitablemente, a una forma de gobierno autoritaria. Ahí en donde estamos frente a una ciencia que parte de un dogma estamos, inevitablemente, ante una ciencia pre moderna o anti moderna.

 

La democracia y la ciencia además están fundadas en principios comunes, reconocidos desde nuestra propia Constitución. El artículo tercero es un artículo en donde estas dos dimensiones de la vida social, de la vida humana: ciencia y democracia, están íntimamente vinculadas y están recogidas, insisto, en párrafos sucesivos.

 

La educación, dice nuestro artículo tercero constitucional, se funda en el progreso científico y luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.

 

Justo antes de preconizar que la democracia, entendida como una forma de vida fundada en el constante mejoramiento del pueblo, además de una forma de un régimen político y jurídico, se funda también en esa misma lógica, en la lógica –insisto- de la laicidad.

 

Termino diciendo lo siguiente: la dimensión electoral y la ciencia han estado íntimamente vinculadas y esta institución, el Instituto Nacional Electoral, justamente desde que se convirtió en la palanca del cambio político, ha estado íntimamente vinculado con el mundo de la ciencia.

 

No es casual que momentos ejemplares, fundacionales de los procesos electorales, momentos importantísimos sobre los que se ha fundado la certeza y la confianza de nuestros procesos, pase precisamente por la convocatoria y el auxilio que científicos destacados de centros de enseñanza y de investigación superior, fundamentales en nuestro país, para acompañar el trabajo de construcción de elecciones democráticas.

 

Ahí están los comités técnicos del Padrón Electoral, del Conteo Rápido, del Programa de Resultados Electorales Preliminares, entre muchos otros, que implican un involucramiento directo de la ciencia en la construcción democrática de nuestras elecciones.

 

Doctor Lazcano, es un verdadero privilegio que en este ciclo de conferencias que, son por definición multidisciplinarias, como lo es en buena medida la ciencia, y como lo es ineludiblemente la democracia, podamos contar con figuras tan destacadas de la academia, del ámbito científico, como en este caso usted.

 

Estamos honrados, quiero agradecerle, de veras, la colaboración con el Instituto Nacional Electoral en tiempos en los que la reivindicación de la ciencia es también una manera de reivindicar nuestro compromiso y vocación democrática.

 

Muchísimas gracias, doctor Lazcano, le cedo el uso de la palabra.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Muchísimas gracias, doctor Córdova.

 

De verdad que me siento muy halagado de estar con ustedes, debo decir que el estar aquí en este foro virtual, electrónico, compartiendo pantalla, micrófono, auditorio con usted, para mí me remueve muchas cosas importantes, porque como comentábamos justo antes de comenzar, yo tuve la suerte de ser alumno de su madre en unos seminarios absolutamente esplendorosos, donde las letras clásicas, el griego antiguo dejó de ser simplemente un alfabeto, un texto muy amado, para convertirse en realidad en un análisis histórico, social, cultural de una parte que también de nuestra cultura que a menudo nos olvidamos.

 

Y a menudo se dice que la democracia nació, o al menos surgió en alguno de sus principios en el mundo helénico, en el mundo griego, y la verdad de las cosas es que la ciencia también tiene algunas de sus raíces en ese mundo, sin duda alguna.

 

Quiero hacer una aclaración antes de empezar con la charla, dos aclaraciones importantes:

 

Uno, esta plática estaba pensada mucho antes de que estuviéramos viviendo la tragedia de salud que el mundo entero está sufriendo, y todavía hasta anoche pensé en modificarla para que reflejara la situación actual, pero preferí dejar las imágenes y el texto, lo voy a leer tal como estaban planeados desde un principio, para que comparemos un poco la situación de antes y después de que empieza, arranca la pandemia se empieza a extender por todos lados.

 

El segundo punto muy importante que quisiera yo mencionar, es que la descripción que ha hecho el doctor Córdova de las características que comparten la ciencia y la democracia no podía haberlo hecho mejor alguien de la comunidad científica, pero hay un punto que es muy importante, que a menudo la gente se olvida: la ciencia no es democrática, la ciencia es participativa; y esa participación existe un proceso de reflexión crítico tanto en el modo de conocimiento o de descripción de los fenómenos naturales como en la manera en que las verdades se juzgan, son examinadas.

 

Uno no puede votar si la pandemia de COVID-19 la causa un virus, uno no puede votar si los meteoritos caen del cielo, uno no puede votar si el calor va de un cuerpo que tiene mayor temperatura a uno de menor temperatura, uno trata de mostrar de manera objetiva cuál es la realidad y a veces esa realidad se confunde un poco, pero a mí me gusta mucho decirle a mis alumnos, sobre todo, que la ciencia es como la democracia, que tarde o temprano corrige sus errores, y yo espero que, efectivamente, eso ocurra más pronto que tarde en todos los lugares.

 

Déjenme comenzar, entonces, con la primer imagen, tan pronto como lo permita la computadora, cosa que no está permitiendo, pero bueno.

 

Antes de comenzar la charla, platicábamos el doctor Córdova y yo que en realidad tenemos una suerte enorme de ahora poder contar con medios como los teléfonos celulares, la red y demás, y si uno ve lo que ocurrió con quienes padecieron la pandemia de 1918 la llamada “Influenza española”, en realidad ni remotamente tenían acceso a todos los instrumentos que tenemos hoy en día, pero muy bien.

 

Entonces, el título de la charla, como ven ustedes, “Ciencia y democracia”, y se me ocurrió agregarle este subtítulo “Quo vadis, México?”, porque hay una película que seguramente algunos de ustedes han visto en la televisión, no hay una versión moderna que sea tan buena como las antiguas, que es una película que tenía precisamente ese título.

 

Y desde luego que las cosas a veces no funcionan bien con los instrumentos modernos que tenemos la suerte de contar.

 

¿Me están escuchando ustedes?, porque aquí, ¿sí?, a ver, okey vamos, sí, a ver, perdón.

 

Bien, decía yo que hay una película muy famosa, de esas películas de los años cincuentas, que dirigió nada menos que LeRoy, que era un director de Hollywood, de esos que le gustaban los espectáculos enormes, hacía incendiar Roma, ponía aviones en el puenteo.

 

Había una actriz muy guapa que era desde luego Deborah Kerr, que algunos recordarán por otro tipo de películas, y la idea era básicamente presentar el mundo en el momento en que se está dando un mundo mediterráneo, en el momento en que se está dando la transición hacia el cristianismo.

 

Los dioses (Fallas de transmisión)

 

La pregunta de quo vadis porque según uno de los mitos acariciados por el cristianismo es que, huyendo de la persecución que Nerón hacía en los cristianos, San Pedro, el apóstol Pedro va huyendo de Roma y en el camino se encuentra a Cristo que va caminando a Roma, y le hace la pregunta en latín, San Pedro hablaba latín, desde luego, y Cristo, bueno, supongo que hablaría todas las lenguas y le pregunta: “quo vadis, señor”, “quo vadis domine”, “¿hacia dónde va, señor?”; y él le dice: “bueno, voy hacia Roma a sacrificarme por los cristianos ya que tú no estás dispuesto a hacerlo”.

 

Es exactamente la pregunta que yo quiero hacer: ¿hacia dónde va la ciencia mexicana?, o es la pregunta que yo quisiera formar aparte de esta reflexión con ustedes.

 

Estamos teniendo problemas con las imágenes y quisiera aclararlo.

 

No sé…

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: No sé si se estaba viendo, perdónenme, si me señalan.

 

Yo tengo aquí la presentación, podría hacer el intento, si alguien me puede decir si la estamos, si se ve la transmisión, lo agradecería.

 

Sí, parece que se ve.

 

Doctor Lazcano, yo la voy pasando, usted me dice.

 

A ver, tenemos un problema de comunicación.

 

(Falla de transmisión)

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: A todos los que nos siguen, queremos ofrecerles una disculpa, parece que hay un problema de comunicación, como pueden ver, con el doctor Lazcano. Estamos tratando de enlazarlo de nueva cuenta.

 

Rogamos su comprensión y su paciencia, son de las malas jugadas que a veces la tecnología suele hacernos.

 

Tratamos de restablecer la comunicación, desde el INE estaremos manejando, digamos, su presentación. Les pedimos su paciencia y les agradecemos su presencia, por supuesto.

 

Gracias.

 

¿Doctor Lazcano?

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Sí.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Qué tal Antonio, ¿cómo estamos?

 

Ya parece, déjame nada más checar si estamos al aire.

 

Si quieres en lo que te ayudo por la cuestión de la transmisión, yo tengo aquí la copia de la presentación, yo la voy pasando, tú me dices “la que sigue”, “la que sigue”, y así vamos adelante, si te parece.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Bueno, lo podemos manejar así.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Ya que me confirmen si estamos nada más al aire o si interrumpimos la transmisión, yo lo agradecería.

 

Estamos al aire, entonces.

 

Bien, ofrecemos de nueva cuenta una disculpa, son las malas jugadas de la tecnología.

 

Yo pongo la presentación, doctor Lazcano, usted me va diciendo cuando la voy pasando.

 

Adelante, gracias.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Cómo no, vamos a ver.

 

Lo que me dicen, algunas personas me están enviando mensajes al celular, es que no se me oye.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Okey.

 

Déjeme, chequemos esto nada más.

 

No sé si el ingeniero Torres que está haciendo el enlace nos puede conformar si…

 

Coordinador de la Unidad de Servicios de Informática del INE, Jorge Humberto Torres Antuñano: Sí se escucha.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: ¿Se escucha al aire, Jorge?

 

Coordinador de la Unidad de Servicios de Informática del INE, Jorge Humberto Torres Antuñano: Así es.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Perfecto, muy bien.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Sí, me dicen que ya me escuchan.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Perfecto.

 

Adelante.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Vamos a ver, se cerró todo repentinamente, eh.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Yo tengo la presentación, la estoy transmitiendo, entiendo que se ve, pero no sé si quiera intentar transmitirla usted directamente, doctor.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: A ver, vamos a hacer el intento.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Yo dejo de compartir.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Gente que me dice que sí están viendo la pantalla, pero ahora el que no ve las imágenes soy yo, ni remota, ni siquiera aquí mismo.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Le voy a pedir, doctor Lazcano, al ingeniero Torres que se comunique con usted para ver si puede auxiliarlo en la transmisión, en la presentación y reanudar la conferencia, por favor.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Perdón, eh, a la gente que muy amablemente nos está escuchando.

 

(Falla de transmisión)

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Muy bien, entonces mis disculpas, a veces las cosas no funcionan tan bien como uno quisiera, pero sigo creyendo que es una bendición tener esos instrumentos de comunicación ahora.

 

Entonces, nos habíamos quedado con la “guapota” de Deborah Kerr, que es una de las, la actriz principal en esa película de Quo Vadis, que es esa famosa, basada en la famosa novela en donde cristo regresa a Roma para ser crucificado porque el apóstol Pedro huye temeroso del martirio.

 

La pregunta de quo vadis en latín quiere decir: ¿hacia dónde vas?, quo vadis domine, ¿hacia dónde vas señor?, y aquí preferí dejarla hacia quo vadis México?, ¿hacia dónde va la ciencia en México?, y decía yo que uno de los grandes problemas para entender hacia dónde va la ciencia en México hoy, tiene que comenzar precisamente por el contexto internacional.

 

Como se ve en la siguiente imagen, que me va a hacer favor el doctor Córdova de pasar, que el aparato científico internacional enfrenta una serie de problemas que déjenme enlistarlos muy rápidamente.

 

En primer lugar, el crecimiento de movimientos anticientíficos: uno ve una idea muy generalizada, sobre todo en países desarrollados, de que hay que estar en contra de las vacunas, de que la ciencia no es necesariamente válida, que hay que regresar a visiones místicas para decidir la naturaleza.

 

Otro problema muy severo es la imposición de modas científicas que están definidas por unos pocos polos de poder académico, específicamente sabemos que Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Corea del Sur, de una manera cada vez más conspicua China también, imponen una serie de modas científicas y las personas o las comunidades científicas de otro países no tan potentes en el escenario internacional, tienen a veces problemas para investigar asuntos que pueden ser prioritarios para sus propias naciones, pero que sin embargo, al no estar en el contexto de los grandes problemas, como los definen algunos grupos, ciertamente no van a encontrar cabida en el escenario internacional.

 

En tercer lugar, como se puede ver en la siguiente imagen, tenemos la reducción de la inversión pública en la investigación académica. Ése es un problema que es perfectamente visible, por ejemplo, en el caso italiano se ha dado de manera muy clara, en el caso estadounidense, en el caso alemán, por el contrario, la inversión es cada vez mayor; en Inglaterra la comunidad académica se queja de una cantidad cada vez menor de recursos que se invierten para mantenerse en las líneas de frontera de la investigación.

 

En cuarto lugar, tenemos un problema que no es nada trivial, que es el de lo que he llamado aquí, si podemos ver la que sigue, la demografía del aparato de la investigación científica.

 

Hay diferencias notables de género, el número de mujeres que participan en la investigación científica, o que tienen puestos de dirección, puestos de decisión, ciertamente no es tan grande como el de los hombres.

 

Hay países que sencillamente no están representados, a pesar del extraordinario potencial que tienen en términos de la gente joven, que podría tener acceso a la investigación.

 

Hay diferencias étnicas notables, por ejemplo, en Estados Unidos, que es uno de los aparatos científicos más potentes que tenemos, el número de negros, de afroamericanos, o de latinos que están presentes en la investigación es realmente muy reducido, no refleja las proporciones que vemos en la sociedad estadounidense.

 

Y, como se ve en la siguiente imagen, tenemos un punto adicional muy severo, que es el desdén creciente hacia la investigación en ciencias sociales y en humanidades. Esto es muy, muy visible en el caso estadounidense; es muy visible en el caso inglés; es ciertamente un problema en la situación española.

 

En el caso mexicano, en la UNAM, hay que decir que hay un empeño por mantener el equilibrio en términos de recursos, de espacios académicos hacia las ciencias sociales y a las humanidades, pero ciertamente la situación es bastante grave.

 

Como se ve en la siguiente imagen, tenemos otro problema adicional, que es la implementación de prácticas gerenciales en la organización de la investigación.

 

¿Esto qué significa? Que hubo un momento en que la investigación la hacían individuos o grupos reducidos, hay disciplinas donde esto se mantiene, como, por ejemplo, en las matemáticas, ciertamente es lo que ocurre en buena parte de las humanidades.

 

Pero, por ejemplo, es famoso la publicación de artículos cada vez más frecuentes en la revista científica, en áreas como la física de altas energías, la electrónica, la biología molecular, o la genómica, en donde el o la jefe y jefa de un grupo de investigación dirige grupos en donde pueden haber hasta, de verdad, hasta 800, 900 personas.

 

Cada quien hace una parte muy pequeñita, y un miembro de estos grupos de investigación no sabe lo que están haciendo los demás. Y el jefe o la jefa de esos grupos de investigación, realmente pasa su tiempo tratando de conseguir recursos, tratando de organizar, distribuir las tareas. Pero se ha perdido esta idea maravillosa, en donde el o la estudiante se acercan con la investigadora a un nivel personal para aprender la técnica, la discusión, etcétera.

 

Esto es muy visible, por ejemplo, en la investigación espacial, en el caso, por ejemplo, de los aceleradores de partículas, que vemos es un problema tremendo.

 

Luego tenemos soluciones parciales a la precariedad laboral, que el número de personas que llegan a los 40 o 50 años sin un puesto permanente, viviendo de becas, de puestos temporales, en donde los pagos vienen de proyecto, o los postdoc eternos, la gente que consigue una beca posdoctoral de dos o tres años, a pesar de sus capacidades intelectuales, científicas, investigativas, y que ciertamente no consiguen una posición permanente.

 

Como se ve en la siguiente imagen, tenemos otro problema que no es modo alguno trivial, que es el problema de un sistema de financiamiento complejo, que mezcla capital público y privado, provocando presiones de distinto tipo.

 

Un caso muy famoso, que no voy a entrar en detalles, se dio en Francia hace años, cuando un científico muy conspicuo afirmaba que era falso que el fumar causara problemas de salud, el asunto alcanzó proporciones de escándalo porque era obvio que las inversiones que venían del estado francés estaban preocupados por la salud pública. Y aquí lo que estamos viendo es una mezcla muy, muy complicada en donde no queda claro para qué, de quién son, quiénes son los dueños, en un momento dado, del producto de investigación.

 

Tenemos la imperfección en los mecanismos de evaluación de trabajo científico, un caso muy claro lo tenemos en el Sistema Nacional de Investigadores, que desde hace mucho tiempo, desde hace varios sexenios se ha señalado que tienen que ir más allá del impacto que tienen las revistas científicas o donde se publica, cómo evaluar, por ejemplo, lo que hace una técnica comparado con lo que hace un estudiante de postdoc, no siempre es muy claro aquí.

 

Tenemos un incremento en las denuncias de fraudes y falsificación de resultados, que yo creo que es un reflejo de este ambiente donde lo que hay es una atmósfera de competencia y no una atmósfera de colaboración, tarde o temprano los fraudes, las falsificaciones de resultados se pueden llegar a conocer, pero estos son problemas muy reales.

 

Y algo que ocurre mucho en el caso de las ciencias naturales y exactas, no sé qué pase en las ciencias sociales, es el aumento exponencial en revistas piratas, cada vez más es mayor el número, es cada vez más grande el número de invitaciones que recibe uno para enviar trabajos a revistas que son presentadas con título o formato que recuerda las publicaciones muy establecidas, pero que en realidad son negocios en donde uno puede caer muy fácilmente.

 

Generalmente aquí hay un reciclamiento de trabajos y el o la investigadora, la investigación, queda sujeta a unos vaivenes muy terribles porque resulta que creyeron que habían publicado en algo, en una revista con validez y resulta que son lo que llamamos las revistas piratas.

 

Ahora, ¿cuál es la situación en México?, y aquí inevitablemente tengo que ser muy sucinto; siempre se dice que en realidad México permaneció ajeno a la ilustración y, por lo tanto, ajeno a la gran revolución científica que se estaba dando en Europa, pero la verdad de las cosas es que en los antecedentes históricos de la ciencia mexicana no son meras anécdotas.

 

Pero lo que sí es cierto es que en el siglo XIX, cuando la ciencia se está institucionalizando en Europa sobre todo, primero, luego en Estados Unidos, México era un país que estaba sufriendo asonadas, invasiones, una inestabilidad política extraordinaria, y un aparato científico no puede prosperar en esta situación.

 

Hubo países latinoamericanos donde ocurrieron situaciones similares, aunque curiosamente, en lugares como Chile o Argentina esto no se vio de manera tan conspicua como en México.

 

Otro punto que es importante señalar, es que el aparato científico mexicano es relativamente reciente, y aparato científico me refiero en realidad a ya la investigación hecha en instituciones más allá de los esfuerzos individuales, no hay contradicción entre el inciso b) y el inciso a) si lo piensan en términos de los esfuerzos individuales.

 

Y también es cierto que la organización actual de la ciencia en México se implementó hace apenas unos 50 años.

 

En México la investigación científica prácticamente no ha sido apoyada por la industria privada, aquí las explicaciones son muy obvias, tenemos un capitalismo dependiente, la iniciativa privada no ha sido, en términos globales, una gran impulsora de la investigación en México.

 

Y la investigación científica se ha desarrollado sobre todo al amparo de la universidad pública, en especial la UNAM, porque las universidades en los estados estaban en situaciones de… difícilmente de comparar, unas pocas secretarías de estado, en su momento la Secretaría de Agricultura, de Pesca, de Salud desde luego, y las instituciones de salud como los institutos nacionales de Salud, Nutrición, Cardiología, etcétera.

 

Como se ve en la siguiente imagen, uno puede decir con frecuencia, y se dice con frecuencia, que la situación marginal de la ciencia mexicana se debe al papel tan limitado que juega en la economía y en la producción, y esa es una visión marxista de cómo se desarrolla la ciencia.

 

Es una visión que yo ceo que en este caso está completamente equivocada, porque claro, en la visión del marxismo, en una visión marxista ortodoxa, si la gente no interviene en producción, pues va a jugar un papel limitado en los movimientos sociales, intelectuales y demás.

 

Pero cuando uno piensa en el desarrollo que en México tenemos en la Sismología, en la astronomía, en la arqueología, en la lingüística, en el conocimiento de la riqueza biológica; es evidente que el impacto social de la investigación en nuestro país no se pueden vivir únicamente en términos de su papel en la producción.

 

Es decir, hay áreas que han tenido un desarrollo absolutamente espectacular, en donde México está en las primeras líneas de desarrollo científico internacional aunque no necesariamente estemos jugando el mismo papel en la producción que en la electrónica, por ejemplo en Estados Unidos, o el la medicina en la farmacéutica en Alemania, por ejemplo.

 

Ahora, ¿por qué tenemos esta situación tan peculiar de la ciencia en México? Bueno, si podemos pasar a la siguiente imagen verán ustedes que hay un problema, es un listado evidentemente parcial, es la falta de continuidad política.

 

Es decir, tenemos la ausencia de proyectos y políticas transexenales, evidentemente la ciencia ha sido vista tradicionalmente como un apéndice en los informes presidenciales y los grandes proyectos de investigación, en general dependen de instituciones que han tenido apoyo estatal, apoyo social durante periodos que van de 40 a 50 años o más.

 

Otro punto nada trivial son las limitaciones económicas en términos salariales, becas, renovación generacional, infraestructura científica, etcétera.

 

El problema con el Sistema Nacional de Investigación, todos lo sabemos, fue un intento yo creo que en retrospectiva muy exitosa para complementar los salarios de los científicos, de los investigadores de la comunidad que se habría visto afectada por la inflación, el número de becas no siempre es constante; un caso muy concreto es el 2017, cuando hubo un recorte brutal durante el gobierno del licenciado Peña Nieto a las becas, esto produce una falta de continuidad generacional en el sentido de que los jefes, la directoras de grupos de investigación en la UNAM, que es el caso que yo conozco mejor, tienen edades que andan por ahí de los 60 años o más, y luego tenemos falta de generaciones sucesivas.

 

La infraestructura científica es cara, no nada más debe uno comprar un cromatógrafo de gases, sino que evidentemente el aparato está siendo mejorado constantemente, a veces anualmente se mejora parte de la infraestructura, y es imposible para un país que invierte poco en ciencia como México, mantenerse a ese ritmo.

 

Otro problema muy severo es la fragilidad de las perspectivas de desarrollo académico que afecta, sobre todo, a jóvenes y mujeres.

 

Es famoso que la proporción de mujeres en los niveles más altos del SNI no corresponde a la proporción que tenemos en el nivel de candidatos, o nivel uno; muchos jóvenes entran con una devoción, que yo encuentro muy conmovedora, a hacer una carrera científica, pero luego se topan con que no van a tener una posibilidad de empleo permanente, y esto claro, se traduce en una falta de continuidad generacional.

 

Persiste la centralización excesiva, que es un producto histórico, es cierto que tenemos comunidades muy sólidas de investigación en Baja California, en Morelia, ahora en León, en Yucatán, en Veracruz, pero realmente las grandes bibliotecas, los grandes laboratorios, los grandes números de estudiantes los vemos básicamente en la Ciudad de México, sigue siendo un problema muy, muy agudo que yo encuentro, que lastima, que es en el fondo antidemocrático porque finalmente termina sangrando de gente joven a los estados que prefieren venirse a estudiar a la ciudad y hacer una carrera académica en la Ciudad de México.

 

Bueno, como se ve en la siguiente imagen, es importante señalar que buena parte de los problemas y aciertos que definen el aparato científico mexicano son herencia de las administraciones anteriores.

 

Sería injusto, totalmente injusto decir que los puntos del inciso 1) al 5) que acabo de señalar, son responsabilidad del gobierno actual o del CONACYT actual. Eso no es cierto. Son problemas que venimos arrastrando durante décadas, pero también es cierto que en el pasado se había ido incrementando, sobre todo en los últimos 10 o 15 años, una participación cada vez mayor de los investigadores en las decisiones de la ciencia en México.

 

Ahora, ¿cuál es la perspectiva o cuál es la situación durante el gobierno actual, el gobierno del licenciado López Obrador? Como se ve en la siguiente imagen, primero a mí una cosa que encuentro muy preocupante es el desarrollo de una atmósfera anti-intelectual que es fomentada por el Presidente mismo.

 

Muchos nos quedamos atónitos cuando el Presidente empezó a caracterizar a los investigadores de una manera completamente injusta, como si fuéramos parásitos sociales gozando de sueldos, viajes, preventas, encerrados en cubículos y completamente alejados de la realidad.

 

Uno pensaría que las referencias frecuentes que el Presidente ha hecho en las últimas semanas, apenas en las últimas semanas, hacia el papel de los científicos, es un reflejo de, digamos, una mayor comprensión del papel que la comunidad está haciendo involucrándose, por ejemplo, en la pandemia, en tratar de resolver la pandemia, pero hoy en la mañana el Presidente confundió a los científicos de ahora con el grupo de los llamados científicos en la época de don Porfirio Díaz. Eso no deja de ser una contradicción en alguien que dice querer mucho la historia, sentirse atraído por la historia, pero el hecho concreto es que haya habido estos intentos por descalificar el trabajo de investigación, el trabajo creativo, el trabajo de los científicos.

 

Hay las propuestas populistas y acceso a la educación superior y a la creación masiva de universidades nuevas. Por supuesto que el país necesita muchas universidades nuevas, por supuesto que necesitamos inversión y reforzamiento de las universidades que existen, pero por ejemplo, en muchos estados el rector en turno a menudo se ve como el siguiente futuro gobernador, y estoy usando aquí sólo el género masculino porque eso ha sido perfectamente visible, y la respuesta para fortalecer la educación superior no va a venir de la idea de retirar, por ejemplo, exámenes de admisión o crear nuevas universidades, sino que crear una universidad requiere de un estudio muy sesudo, una consciencia de problemas muy específicos de cada región, de efectivamente inyectar en el aparato educativo grandes, recursos, no solo económicos, sino también sociales.

 

Y, desde luego, esto se vuelve especialmente importante en un país como México, en donde como he mencionado, aunque existen los centros públicos de investigación cada vez más vistos como un botín de control político por la doctora Álvarez-Buylla y no como parte de una red que juega un papel indispensable en el desarrollo de la sociedad, en un país donde la investigación se hace, en buena medida, en las universidades; uno no puede pensar en propuestas populistas para cómo crearlas.

 

Un problema muy terrible, que yo encuentro muy terrible, es el debilitamiento del laicismo como un componente esencial del pacto social de la República.

 

Ya el doctor Córdova decía que democracia y ciencia con laicas, pero si nosotros nos ponemos a ver, uno de los actos para mí más bochornosos, no encuentro otro adjetivo, es el que protagonizó el Presidente de la República cuando en Tijuana habló él y en seguida le cedió el podio a un cura y luego a un predicador protestante, curas, predicadores, rabinos que, imanes tienen su lugar en los templos y en modo alguno uno puede debilitar el laicismo como un componente esencial, no solo para mantener una sociedad en equilibrio, una sociedad democrática, sino también evidentemente para poder desarrollar un aparato científico.

 

Una cosa que muchos sentimos, yo fui uno de los que muy, de manera muy visible me burle de ello, muchos sentimos que era un poco raro el empeño de la Directora actual del CONACYT por buscar alternativas a la ciencia y aquí la cito literalmente: “…la ciencia occidental, racionaliza, hegemónica y dominante, que produce resultados inútiles como la llegada a la luna…”.

 

Vamos a examinar cada una de estas frases, la ciencia contemporánea no puede prescindir del algebra y el álgebra es un desarrollo inicialmente musulmán, que no es precisamente muy occidental que digamos.

 

La alquimia como antecedente de la química, se desarrolla de manera excepcional por las comunidades judías y árabes durante la edad media.

 

El racionalismo como uno en los grandes triunfos de la ilustración, es un componente esencial en la búsqueda de nuestra comprensión de la verdad, de nuestra comprensión de la naturaleza.

 

“Hegemónica y dominante” en este contexto se oye como un discurso francamente panfletario y “resultados inútiles como la llegada a la luna”, bueno, déjenme decirles que el planeta del cual sabemos más gracias a la exploración espacial es la Tierra, en la medida en que pueda comparar la Tierra con Marte, con la Luna, con Venus, puede entender mucho mejor, por ejemplo, la evolución de la atmosfera y al entender la evolución de la atmosfera, lo que estoy entendiendo en realidad es sencillamente problemas como la contaminación del calentamiento global, etcétera.

 

De manera que éste fue un discurso panfletario fuera de toda proporción.

 

Ahora, arranca la administración actual del CONACYT, ya con el gobierno del licenciado López Obrador y una de las primeras cosas que vimos y reflejado en el CONACYT, como ocurrió en otras áreas del gobierno, fue el desmantelamiento del aparato administrativo del CONACYT, provocado por los despidos de funcionarios de carrera y su sustitución por personas elegidas por razones de incondicionalidad política.

 

Un ejemplo muy claro de una situación equivalente, lo vimos ahora en la Secretaría de Salud, al entrar el nuevo Secretario de Salud, el doctor Alcocer, que fue un muy buen investigador y ya se jubiló, un buen investigador y como Secretario de Salud creo que ha dejado mucho que desear, pero lo primero que se hizo fue despedir de directores para arriba a todos los que estaban en la Dirección General de Epidemiología y entró gente que vemos ahora que simplemente no está sabiendo manejar de manera correcta y con la transparencia adecuada una pandemia, en donde se nos está ciertamente yendo la vida como individuos o como país.

 

La incondicionalidad política, en el caso del CONACYT, se vio reflejada cuando colegas que habían sido elegidos inmediatamente al mes o dos meses renunciaron, porque sencillamente no toleraban los vaivenes, las ocurrencias que tenía la Directora del CONACYT, que sigue teniendo.

 

En lugar de hacer un análisis crítico de las administraciones anteriores, lo que hubo es un recuento ideologizado, pleno de rencores e inexactitudes.

 

La doctora Álvarez-Buylla afirmó de una manera categórica en un encuentro que tuvo con una comisión de senadores, que había habido fraudes en el CONACYT, desproporcionados, fraudes que ella dijo que alcanzaban cantidades mayores, vemos en la llamada “Estafa Maestra”, bueno, seguimos esperando el recuento de estos fraudes y seguimos esperando el castigo a los culpables, si es que los hubo.

 

Hubo más bien como una cegadora allí ideológica, que no respeto los aciertos y que en realidad ha producido unos vacíos de profesionalismo en el CONACYT pavorosos.

 

Hubo, por ejemplo, muy rápidamente, el tratar de controlar a la comunidad científica de distintas maneras, se perdieron instrumentos de difusión científica, se perdió, se generó un ambiente de una tensión enorme entre la comunidad científica y la dirección actual del CONACYT, provocada por un intento de imponer una visión completamente parcial de lo que debe ser la ciencia en el país.

 

Que ha habido una sucesión de escándalos en el CONACYT actual que reflejan la ausencia de un modelo administrativo, que esté reflejando en un proyecto de desarrollo científico y académico sólido. Ejemplos: el intentar acabar con la dirección, con la eficiencia de la dirección encargada de ver aciertos y riesgos de organismos genéticamente modificados, que es algo a lo que la Directora actual del CONACYT le tiene un pavor casi místico para poner en su lugar, y no estoy haciendo bromas, a una licenciada en modas.

 

Hubo la substitución de todo un grupo espléndido de prensa en el CONACYT por un muchacho que era un estudiante fallido de Química, a la mitad de estudios de licenciatura en Ciencias Sociales, y que no tenía ninguna experiencia en el campo.

 

Quedó finalmente, en una de las direcciones del CONACYT, una persona que como ella misma escribe o escribió en su página que rápidamente retiró, creía en la astrología racionalista.

 

Si quiere creer en astrología racionalista, que vaya y compre los horóscopos a cualquier tienda, a cualquier papelería, pero ciertamente no puede estar en el CONACYT representando, o siendo una vocera de la ciencia.

 

Entonces, aquí lo que ve uno es realmente un reflejo de una serie de bandazos que no están tomando en cuenta la realidad.

 

Como se ve en la siguiente imagen, hemos tenido otros problemas severísimos que se están dejando de ver en estos días, que se dejan de ver ayer, antier, hoy, que son los recortes presupuestales que incluyen la pérdida de derechos laborales de investigadores, y limitan la renovación de la planta académica.

 

Por ejemplo, en el CINVESTAV, que es un centro de excelencia en México, en el CINVESTAV la gente perdió los seguros médicos, o hay recortes presupuestales tan recientes como la decisión, ha habido otros, pero la decisión de hace unos días de recortar en un 75 por ciento los gastos operativos, el clamor de los centros públicos de investigación para que no recorten presupuesto, que impide el pago de la luz, que impide el pago de Internet, que impide el pago de revistas, y que finalmente lo que van a terminar acentuando es la falta de renovación de la planta académica, porque yo me pregunto qué le puedo ofrecer a mis estudiantes de licenciatura y de posgrado como una alternativa laboral cuando terminen sus grados.

 

El problema de la centralización del poder político en la Directora General del CONACYT, mismo la doctora Álvarez Buylla, lo que refuerza una endogamia ideológica y política del aparato actual.

 

¿A qué me refiero con esto? A que, en cualquier lugar en el mundo, cualquier país moderno, democrático, realmente no se puede en modo alguno pretender que la directora o director de una agencia, de una oficina de ciencia sea quien centralice el poder político. La ciencia es necesariamente participativa, y aquí, evidentemente, es la Directora General del CONACYT quien pretende dar una serie de lineamientos que sean aplicables para todo el país.

 

El debilitamiento presupuestal de sociedades y asociaciones académicas, y aquí déjenme mencionar un caso que para mí es prácticamente una denuncia.

 

En México teníamos las Olimpiadas de Biología, de Matemáticas, de Química, etcétera, que eran un estímulo intelectual científico extraordinario para los jóvenes, era un primer acercamiento de estudiantes, de muchachitas, de muchachitos de secundaria, de bachillerato, de comienzos de la licenciatura hacia las ciencias.

 

Y ella, por ejemplo, en el caso de la Olimpiada de Matemáticas, cortó los recursos y fue gracias a Guillermo del Toro, el espléndido Director de Cine, que se pudo continuar con ello.

 

Teníamos las redes nacionales, por ejemplo, de virología, que se estaban, perfectamente, bien instrumentadas, y lo que ocurrió ahí fue que las suspendió, de virología, no estoy haciendo bromas. En el momento actual en el que lo que necesitamos son jóvenes que estén dedicándose a la virología, es claro.

 

Esta red dejó de existir por la falta de visión del CONACYT.

 

La Academia Mexicana de Ciencias tuvo recortes presupuestales, incapacidad para poder mantener la planta de trabajadores. México tiene un grupo de personas dedicadas a la divulgación y a la difusión de la ciencia que ha promovido vocaciones académicas de una manera extraordinaria.

 

Un ejemplo clarísimo de cómo se ha frenado esto es, no solamente la clausura, la suspensión de revistas como Ciencia y Desarrollo, sino lo puedo mencionar muy claramente, el no haber tenido un proyecto de divulgación y difusión que educara a la gente en nuestro país, sobre los riesgos de la pandemia.

 

Quienes hemos asumido esta responsabilidad, a nivel institucional, son la UAM, la UNAM, el Politécnico, etcétera, y sociedades científicas.

 

El debilitamiento de la evaluación por pares. A la doctora Álvarez-Buylla y a la gente muy cercana a ella, le molesta enormemente esta evaluación por pares, de proyectos, de currícula, de propuestas y, finalmente lo que ella quiere, eso muy visible, no estoy haciendo una descripción muy centralizada en una persona, es debilitar los pares.

 

Los pares que significa, en nuestro caso, las comunidades científicas mismas.

 

Si uno revisa cómo surge, por ejemplo, la Royal Society o la academia de Lincei e históricamente, representan el proceso de independencia del conocimiento científico de los poderes religiosos y políticos.

 

Por ejemplo, cuando el Rey Jaime I de Inglaterra, el sucesor de Isabel I, estaba en el trono inglés, él creía en las brujas, es cuando se escribe Macbeth precisamente. Él creía en las brujas, organizaba quemas públicas de brujas, escribió libros sobre magia y en contra de las brujas.

 

¿Qué es lo que está ocurriendo en ese momento en la sociedad inglesa? Bueno, se está creando la Royal Society que marca una independencia muy clara de los poderes religiosos, de las obsesiones místicas del monarca y de los poderes políticos, cosa que, por ejemplo, hemos visto que se ha debilitado en el pasado en otros países, en la Unión Soviética como con Lysenko, por ejemplo, cuando se trató de imponer el modelo del materialismo dialectico en términos del tipo de ciencia que se quería hacer.

 

Como se puede ver en la siguiente imagen, en lo que realmente estamos viendo es una contracción brutal del aparato académico, que se refleja en las reducciones presupuestales y en la ausencia de un modelo de crecimiento en donde sea la comunidad la que marque, perfectamente consciente de qué es lo que necesita el país, el sentido en el que tiene que ir las áreas prioritarias en el caso mexicano.

 

Ahora, ¿qué es lo que yo veo que debe ocurrir?, como se ven en la siguiente imagen. Creo que más allá, realmente más allá de lo que pueda ocurrir en las elecciones futuras, si podemos ver la siguiente imagen.

 

Más allá de lo que ocurre en las elecciones futuras, es claro que la política científica no volverá a ser la misma en México, ha sufrido un golpe brutal, hay una consciencia cada vez mayor de la comunidad de que debe participar en la definición de las políticas de investigación científica y tecnológica nacional, y creo que es perfectamente claro que nadie pretende volver al CONACYT de Peña Nieto, o de Calderón, o de Fox, o de quien haya estado del licenciado, del doctor Zedillo, sino que, en realidad yo creo que lo que nosotros tenemos que hacer es reorganizarnos para, en mejorar las perspectivas de la investigación científica, definir la comunidad, jugar un papel esencial en la definición de la investigación científica.

 

Ahora, ¿alternativas existen? Bueno, yo creo que, como se ve en la siguiente imagen, lo que nosotros tenemos que insistir mucho es, si podemos ver la que sigue…

 

Muy bien, gracias.

 

Gracias, doctor Córdova.

 

En el reconocimiento que el aparato científico mexicano debe estar insertado del todo en el contexto internacional.

 

La idea de volcarnos hacia los conocimientos tradicionales que son descritos de una manera más o menos mística es un absurdo total, yo creo que tenemos que exigir la laicidad como un elemento esencial en el desarrollo histórico en la ciencia, y preservar desarrollarla.

 

Que no significa una actitud antirreligiosa en modo alguno, es perfectamente claro que la ciencia no se puede desarrollar en ausencia de un espíritu laico, tenemos que tener políticas incluyentes de investigación que poyen el desarrollo de las ciencias sociales y las humanidades.

 

La crisis actual que estamos viviendo con la pandemia es un reflejo de, cómo aunque la solución va a venir en parte para la pandemia de la bilogía molecular, de la medicina, de la epidemiología, no podemos desatender las consecuencias que está teniendo en términos económicos, sociales, etcétera.

 

Yo creo que hay que obligar a la sociedad mexicana a voltear sus ojos hacia las ciencias naturales y exactas como parte integral de la cultura; ni la cultura, en términos humanísticos y artísticos, está reñida con las ciencias naturales exactas, ni viceversa, son parte de un todo.

 

Yo creo que tenemos que garantizar un desarrollo de la investigación que evite las visiones ideologizadas y populistas; claramente los investigadores, las investigadoras, las científicas, la comunidad tiene preferencias ideológicas, tiene militancias políticas, pero no puede ser que nosotros escuchemos, lo que en el fondo son visiones simplistas, ridículas de una ciencia neoliberal.

 

Volver al conocimiento popular como una fuente de inspiración es algo que los científicos mexicanos llevan mucho tiempo haciendo, pero, aunque nadie duda del valor, por ejemplo, de la milpa en términos de mantener la diversidad agrícola, y en términos de sutilidad para la nutrición, la milpa no nos va a resolver el problema de cómo se cristaliza una proteína de la cápside de un virus.

 

Tenemos que reconocer que la comunidad tiene que participar en la definición y evaluación de las políticas científicas en forma participativa, no en forma unilateral como se pretende ahora, tiene que haber una reformulación crítica de las políticas salariales y de apoyos económicos que fomenten carreras académicas y no la competencia. Eso la comunidad lo ha dicho desde hace mucho.

 

Tiene que haber un incremento progresivo del gasto nacional en ciencia y tecnología, hasta alcanzar el dos por ciento del Producto Interno Bruto, que es lo que todo mundo reconoce que es indispensable, y otra vez, la crisis actual con la pandemia está demostrando la importancia de, precisamente, la ciencia.

 

Y como se ve en la siguiente imagen, uno se podría preguntar, también como parte de las alternativas que podrían existir, la pregunta es ¿hacia dónde va la ciencia, quo vadis?

 

Bueno, con esto comencé yo, presentándoles el póster, el cartel de la película, pero hay otro cartel de esa misma época y esa escena famosa donde Nerón está cantando la lira, él cantando, componiendo, mientras Roma está ardiendo, yo creo que ésa es exactamente la situación que podemos evitar.

 

Ha habido excesos en el caso de la investigación científica a nivel internacional, en estos está, desde luego, el caso de Lysenko en la Unión Soviética, la época del Macartismo en los Estados Unidos, la imposición de ciertas áreas de la biología molecular como parte de la preocupación por impulsar el estudio de los riesgos de las bombas atómicas, el daño al DNA por ejemplo, es un ejemplo claro.

 

Pero hay otro ejemplo que es menos conocido que raya en lo grotesco pero que quisiera presentarles con las tres últimas imágenes.

 

La siguiente corresponde a un artículo espléndido, desde el punto de vista científico, que reporta la síntesis de la insulina de bovino, ése fue un triunfo científico extraordinario de los científicos chinos en los años 60. Y si ustedes se fijan, en el segundo párrafo, en la siguiente imagen, van a ver lo que se dice en la siguiente imagen.

 

Gracias, doctor.

 

La primer síntesis exitosa completa de una proteína fue lograda en 1965 en la República Popular de China, manteniendo al frente la gran bandera roja del pensamiento del Gran Timonel Mao Zedong, y del pensamiento y manifestando la superioridad del sistema socialista, hemos logrado, bajo la dirección correcta de nuestro partido, la síntesis total de la insulina de bovinos.

 

Como se ve en la siguiente imagen, el asunto sigue porque dice en el tercer párrafo:

 

“…a través de las distintas etapas de nuestra investigación, hemos seguido de manera cercana, las enseñanzas del Timonel Mao Zedong, eliminando las supersticiones, analizando las contradicciones, prestando el respeto adecuado a la práctica, y a menudo resumiendo nuestras experiencias…”.

 

Ésta es la última imagen que les quería yo presentar, y es simplemente una llamada de atención sobre estos excesos que rayan en lo grotesco, rayan en lo ridículo, pero que no están tan lejanos, me temo, y esta es mi opinión estrictamente personal, de estas afirmaciones que ha hecho la Directora General del CONACYT sobre ciencia neoliberal, o volver a las raíces científicas del pueblo mexicano recorriendo el conocimiento popular tradicional.

 

Muchas gracias.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchísimas gracias, doctor Lazcano.

 

Había prometido, había planteado que inmediatamente después de su intervención daríamos paso a las preguntas.

 

Han llegado algunas preguntas que me voy a permitir formularle, doctor, de parte de nuestra audiencia, pero para dar solo espacio a que puedan llegar algunas adicionales, voy a romper el compromiso que había hecho en un primer momento de no hacer una intervención al final, pero esto es simple y sencillamente una especie de ejercicio de telonero, si se me permite la expresión, para permitir que lleguen más preguntas.

 

Y es algo que me ha provocado inevitablemente su sugestiva, crítica, como creo que es el espíritu científico que debe tener el conocimiento y que me gustaría aterrizar, lo digo telegráficamente, en el ámbito sí de las ciencias sociales, en el ámbito de lo que los tiempos que corren implican una especie de revisionismo científico.

 

Este Instituto es el resultado de una larga historia, este Instituto este año, en el año 2020 cumplirá 30 años de existencia desde que con la Reforma de 1989-1990 se fundó el Instituto Federal Electoral, que es el antecesor directo de esta institución, y con ello se dio un paso muy adelante desde el punto de vista institucional en la construcción democrática.

 

El Instituto Federal Electoral nació en los años, en 1990, como producto también de una historia que se remonta en los años previos, en la elección de 1988, la crisis que provocó ese momento de gran conflictividad política en la sociedad mexicana y que hoy justo a 30 años, nos ha llevado desde el INE, a reivindicar a nuestra democracia como un producto de la historia.

 

Estoy intentando aterrizar justo las reflexiones que usted decía, más desde el ámbito de las ciencias exactas, en el mundo de las ciencias al que usted pertenece, en el ámbito de las ciencias sociales.

 

Bueno, las elecciones de 2018 probablemente han sido las elecciones más complejas, más grandes, más participativas y mejor logradas, desde el punto de vista técnico y organizativo.

 

La ciudadanía se volcó, pudo votar en libertad de condiciones que ya existían.

 

De uno años para acá ha venido intentando construirse, lamentablemente desde nuestra  universidad, una nueva lectura de la transición a la democracia, como si la democracia hubiera nacido el 1º de julio de 2018; ojalá y el 1º de julio de 2018 haya nacido una nueva dirección del país que nos permita resolver los problemas, estamos enfrentando, lo decía usted, una situación muy complicada, muy compleja y todavía el éxito de la apuesta que se ha hecho está, digámoslo así, por definirse, por ojalá concretarse, en fin.

 

Hay muchas críticas, ojalá y la conducción del país en pos de resolver estos problemas parta de esa lógica democrática, de escucharnos, de dialogar, de construir en el ámbito de la pluralidad.

 

Sin embargo, en esa lectura de la transición y perdón aquí la evocación a las enseñanzas que el doctor Lazcano nos ha dejado en toda su largo estudio sobre el origen de la vida, es una especie de contraposición de una teoría creacionista de la democracia, frente a una teoría que muchos hemos sostenido, es y debe ser la lectura, sino correcta, por lo menos omnicomprensiva y más justa con los esfuerzos de muchos luchadores, de muchos actores políticos, sociales, científicos, comprometidos con la transición democrática que nos han traído a donde hoy estamos.

 

Ésa es una reflexión que quería hacer, compartir doctor Lazcano, antes de realizar, formular las preguntas.

 

Estoy viendo que hay un tema de transmisión que se ha finalizado, le ruego que me lo confirmen.

 

Ah, estamos al aire, perfecto.

 

Muy bien, para poder pasar doctor Lazcano, a las preguntas, me han hecho llegar algunas adicionales a las que ya me habían planteado.

 

La primera que nos hace Erick Rosas, de alguna manera ha sido abordada, no sé si quiera profundizar más ya en su intervención, decía:

 

Agradeciendo por la plática, quería saber de usted, doctor Lazcano, qué opinión le merece las declaraciones del Presidente de la República, estigmatizando a los científicos, comparándolos con aquel grupo de políticos que en el Porfiriato se denominó “Los científicos”, aunque su mayor parte nos comenta Erick Rosas, por cierto, ellos no se dedicaban a la ciencia.

 

No lo escuchamos doctor, el micrófono…

 

Ya está.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Bien, muchas gracias.

 

Sí, a mí me sorprendieron, bueno en realidad no, ya casi nada me sorprende del Presidente de la República, lo debo decir, pero sí fue un poco extraño escuchar que comparaba a una bioquímica actual o a un físico nuclear de nuestros días, con José Yves Limantour o con Pablo Macedo.

 

No, no, yo creo que ahí el Presidente se dejó llevar por las nomenclaturas y no mostró el espíritu crítico que uno pensaría debe tener toda persona que se dedica a la historia.

 

El grupo de “Los científicos” fue denominado así, en términos muy peyorativos por gente que era crítica de quienes defendían en un sentido positivista la importancia de la educación y del desarrollo como Limantour, como don Justo Sierra, etcétera; y ciertamente no tiene nada que ver, no tiene absolutamente nada que ver, es un simplismo horrorizaste el creer que tienen algo que ver con la comunidad científica contemporánea.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Doctor Lazcano, hay una pregunta mucho más específica de Dulce Domínguez: ¿cómo podemos saber la veracidad de las revistas electrónicas?, a propósito, supongo, de aquello que comentaba de publicaciones de baja calidad, sobre todo para la protección de los y las investigadoras.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Bueno, ya hay directorios, quiere decir que han hecho directorios, y desde la administración previa del CONACYT, los colegas de las (Falla de transmisión) dictaminadoras habían elaborado un directorio, habían reelaborado un directorio sobre las revistas que son piratas, que a veces pueden tener formatos que engañan a la gente de buena fe.

 

A mí me ocurrió cuando un colega me invitó a hacer el editor en jefe de una revista que se llama “Life”, acepté con mucho gusto, él había tenido una buena experiencia, pero por problemas de salud, después de un año la quiso dejar; entré yo en acción como Director, y a los seis meses me di cuenta que eso era una tomada de pelo, y que estaba yo corriendo el riesgo de engañar a mis colegas.

 

Dejé la Dirección en manos de un colega estadounidense, bueno, él es alemán, pero está en Estados Unidos, que es un investigador muy serio, y también a los ocho meses dijo: “esto es una tomada de pelo”, y la revista se ha ido agotando.

 

Son negocios, toda revista de investigación se tiene que sostener económicamente, pero desafortunadamente muchos de estos son negocios.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Gracias, doctor Lazcano.

 

Tal vez no debió haber hecho ese comentario final, porque han llegado muchísimas preguntas, afortunadamente, pero bueno.

 

Creo que ahora vamos abusar de usted, doctor, si usted nos permite, gracias.

 

Muy interesante, gracias.

 

Hay una pregunta de Ingrid Hernández, que cuestiona, o quiere cuestionarle, sobre: si la fuga de cerebros que hay en México se debe al poco apoyo a la investigación como razón principal.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Bueno, yo creo que es un poco apoyo a la investigación que México está íntimamente ligado, por ejemplo, al poco apoyo a las universidades para que se desarrollen en un sentido equilibrado no solamente con la docencia, sino también con la investigación y la difusión.

 

¿Por qué menciono esto? Porque, por ejemplo, en Estados Unidos y en Europa, pero sobre todo en Estados Unidos, hay muchísimos centros de investigación que dependen de lo que en ciencias se llama el soft money, dependen de donativos privados, los directores, directoras de estos centros que pasan muchísimo tiempo haciendo relaciones públicas, como ocurre con universidades privadas, como la de Harvard o la de Stanford, o la de Rider, y consiguiendo donativos que son deducibles de impuestos, y qué sé yo.

 

Y ahí la gente entra a trabajar y a menudo el sueldo del investigador depende de los donativos que él consigue, que ella consigue, para sus proyectos, y es algo que se da en muchos sitios, eh.

 

Por ejemplo, en Estados Unidos, eso muchos no lo saben, las universidades públicas y privadas pagan el salario del investigador durante nueve meses, y el investigador de los proyectos de investigación tiene que conseguir el dinero para sus estudiantes, para sus técnicos, y para completar su salario de verano.

 

Entonces, ahí, cuando hablamos de la universidad estadounidense estamos hablando de una mezcla muy confusa de negocios y de interés social.

 

En México mantenemos la idea de la universidad francesa, venturosamente, como una institución de importancia, de interés social.

 

Yo creo que la situación actual va a provocar cambios; una, en las señales más alentadoras que yo he visto en la última semana vino de la lectura de los diarios canadienses, cuando me enteré que el señor Trudeau había decidido hacer una inversión, voy a decir el número correcto, mil millones de dólares, mil millones de dólares canadienses, para crear puestos definitivos, ampliar institutos, reforzar universidades, generar institutos de capital mixto, evitar que los estudiantes, los posdocs estén transitando de institución en institución, en busca de salario o puestos que tengan puestos permanentes, porque, como él dijo, ésta es la única manera de lograr generar la infraestructura y el personal necesario para contender con la pandemia y las que van a venir.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Gracias, doctor.

 

Estaba hablado justo ahora de dinero, inversión en ciencia.

 

Hay una pregunta de Giovanni Acosta: ¿están peleados austeridad y fortalecimiento de la investigación científica en México?

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: En modo alguno, eso sería una lectura parcial. Yo creo que el señor Acosta tiene una versión completamente, cuando lo plantea, lo que tiene en el fondo es una inquietud muy legítima.

 

Por supuesto que nadie quiere dispendios, pero a ver, déjenme aquí personalizar mi experiencia.

 

La enorme cantidad de colegas que yo conozco, hemos pagado o pagamos de nuestro dinero, sin decir nada, salarios o becas a estudiantes para que puedan terminar las tesis. Todos hemos sido testigos de la manera en que los estudiantes venden galletas o hacen rifas de una camiseta de futbol firmada, para conseguir el dinero para ir a un congreso.

 

Voy a hacer, la confesión va a ser todavía más intensa. Todos sabemos que cuando llevamos a estudiantes a un congreso, se meten tres estudiantes a una habitación que era en un hotel que solo para dos.

 

Si de algo no se puede acusar a la ciencia mexicana, a la cultura mexicana, es de vivir en una situación de dispendio.

 

(Falla de transmisión)

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Ya estamos, tuvimos, parece, una pequeña interrupción.

 

Sí, ahí estamos doctor.

 

Gracias, doctor.

 

Algunas preguntas adicionales, hay una específica vinculada con el tema de la pandemia.

 

Rigo Bengochea le pregunta: las representaciones matemáticas utilizadas por el gobierno de México para entender la pandemia y tomar decisiones de Estado, ¿han sido sometidas (Falla de transmisión) de la comunidad científica?

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: No y es un asunto que yo creo que es importante recalcar.

 

A ver, cuando habla uno de la evaluación por pares como un componente esencial de la evaluación del trabajo, de las hipótesis, de las metodologías de la comunidad científica, se está viendo algo que es absolutamente esencial.

 

Nosotros no conocemos cuáles son las premisas, las metodologías, las suposiciones en detalle con las que el gobierno actual, la Secretaría de Salud, el del doctor López Gatell, ha estado desarrollando y presentando las curvas de crecimiento.

 

Cuando uno ve las críticas que matemáticos muy sólidos, con reputación internacional hacen, lo que uno esperaría es que hubiera una confrontación entre los distintos de modelos, no para pretender sustituir al doctor Gatell o a su grupo, sino simplemente para que las cosas se manejen de manera más abierta.

 

Estamos repitiendo el error que cometió Inglaterra, al principio, cuando se fue por la idea de inmunidad en grupo, inmunidad de rebaño, sin dar a conocer los detalles de los modelos, hasta que algunos científicos dijeron: “o seguimos por ese camino y enfrentamos una catástrofe”, la catástrofe ya está ahí en el número enorme de personas que han fallecido.

 

Y en el caso mexicano hubo un acto que yo encuentro absolutamente insoportable. El médico, aludí a médico porque no es doctor, no tiene doctorado, es el Director General de Epidemiología, y en una entrevista que le hizo El País, le preguntaron cuáles eran los detalles, la parametrización de su modelo, y la respuesta de él fue: “no lo puedo decir porque es propiedad intelectual del CONACYT”.

 

Todos nos quedamos atónitos con su respuesta, pero también nos quedamos atónitos con el silencio del CONACYT, porque estamos viviendo una de las peores emergencias que el país ha enfrentado probablemente en siglos, porque estamos aislados en el sentido de que no va a venir nadie a socorrernos como ocurre cuando hay desastres como los temblores, no va a venir quien nos ayude, porque todo el mundo está sumergido en una crisis brutal.

 

Y en esas condiciones se atreven a pretender que los parámetros de un modelo son propiedad privada de una instancia gubernamental que debería estar al servicio de la nación, es completamente grotesco, y siguen sin resolver.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Gracias doctor.

 

Permítame juntar dos preguntas que nos hace la misma persona, Iván Volovsek.

 

Pregunta si es posible separar, supongo que a propósito de la referencia que hacía de la Insulina bovina del caso que presentó al final de los chinos, ¿es posible separar la militancia o posiciones políticas e ideológicas de la producción del conocimiento científico?, y agregaría, ¿cómo puede, en todo caso, hacerse para que las ciencias sean una base para el mejoramiento de las condiciones materiales de las personas?

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Bueno, para sorpresa de responder ambas preguntas, lo primero que diría es que sería ingenuo pensar que las ciencias se mueven en un ámbito donde no existan las ideologías.

 

Y la ciencia no es, me viene a la mente el poema famoso de la Ifigenia Cruel de Don Alfonso Reyes; “alta señora cruel y pura, acaríciate sola”.

 

La ciencia no es eso, no es una “señora alta, cruel y pura”, la ciencia está constituida por las mujeres, los hombres que hacemos la ciencia; y tenemos nuestras preferencias ideológicas, políticas, tal vez partidistas; pero lo que yo sí creo es que aunque uno pueda sentirse atraído por un campo, por el significado laico, por la vocación social, por el interés intelectual, eso tarde o temprano queda atrás cuando los resultados, las hipótesis son sometidas a la crítica de la comunidad.

 

La ciencia es realmente uno de los métodos de conocimiento más extraordinarios que tenemos, que hemos desarrollado en términos de un intento de alcanzar una objetividad, a diferencia del arte, porque, por ejemplo, cuando uno ve los murales de Diego Rivera o de Orozco, por supuesto que había una militancia de izquierda que se tradujo en unas obras de arte absolutamente extraordinarias, pero lo mismo puede decir uno de otras áreas.

 

Los poemas de Neruda son espléndidos a pesar de que tenía unos aires estalinistas que eran un poco irritantes, todo mundo ha oído Carmina Burana de Carl Orff, y Carl Orff tenía sus simpatías pronazis, ciertamente hay que decirlo.

 

Watson, James Watson de La Doble Hélice, tiene unas actitudes racistas y misóginas que dejan a todo mundo sorprendente, pero aquí ni remedio, en la obra tienen un significado mayor que la personalidad.

 

Y yo sí creo que hay que decir que, aunque no conozco ninguna investigadora, ningún investigador que tenga como el principal ímpetu, el principal ímpetu a su trabajo de investigación, el alivio de la pobreza, o la salud de los niños, ciertamente ese componente individual existe de una forma u otra.

 

Cuando está uno pipeteando en el laboratorio o cuando está uno aislando una molécula las cosas no se piensan así, pero yo creo que el compromiso social de los científicos se está dejando ver ahora precisamente.

 

De veras que, ya sé que suena como anuncio de sombreros Tardan, pero desde Baja California hasta Yucatán, todos los científicos que yo conozco están comprometidísimos en la lucha contra la pandemia.

 

Y ese es un reflejo de un compromiso que unos llamarán políticos, yo lo llamaría social, y es la transformación de las inquietudes intelectuales en una preocupación por el mundo en el que estamos.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Gracias, doctor Lazcano.

 

Han llegado de verdad muchísimas preguntas, pero déjeme tratar de orientarlas, escogiendo algunas de ellas hacia, de manera temática.

 

Hacia las elecciones y hacia la democracia. Hay un par de preguntas.

 

Si me permite compilaría tres de ellas, cuatro de ellas para permitirle una respuesta conjunta.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Por supuesto.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Nos pregunta, le pregunta a usted, doctor, si cuando hay elecciones no debería haber reuniones donde los científicos se encontraran con los futuros gobernantes y les entregaran las necesidades de la ciencia.

 

Permítanme conjuntar cuatro preguntas.

 

Segunda, hay quien, en este mismo sentido, Gladys González dice de manera muy similar: ¿sería posible que se estableciera como requisito para los candidatos a Presidente, una solución en lo que respecta la ciencia en cualquier campo?

 

Permítame un tercer punto, César Garza, haciendo referencia a la Ley de Ciencia y Tecnología en su artículo 20, señala que se establece la creación de un programa especial de largo plazo y con proyección a 25 años con actualización en cada legislatura, pregunta si se hizo este programa cumpliendo este artículo de la ley con la actual legislatura.

 

Y finalmente, doctor, perdón, pero creo que son todas.

 

Hay una que es muy sencilla, pero creo que al final del día, si pudiéramos cerrar con este cuestionamiento, pregunta Alejandro Castillo: ¿la ciencia es y debe ser un apoyo a la democracia, doctor Lazcano?

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: A ver, voy a comenzar con la última pregunta que me parece absolutamente esplendida, yo creo que no puede haber democracia sin ciencia, en el sentido de que los productos de la ciencia deben estar al servicio de un mejoramiento de las condiciones intelectuales, sociales, médicas en que la gente viva.

 

Cuando, y déjenme poner un ejemplo muy concreto: Isaac Asimov que era un escritor de ciencia ficción y un buen divulgador de la ciencia, cuando falleció muchos sentimos que había un vacío de un buen divulgador, yo no soy muy de ciencia ficción, porque ya con mi trabajo tengo suficiente, pero me acuerdo muy bien que Carl Sagan escribió el obituario de Isaac Asimov para la revista Nature, y dijo que los empeños de Isaac Asimov, independientemente de sus defectos y virtudes como persona, que el empeño en hacer divulgación de la ciencia era la de democratizar el conocimiento.

 

Yo creo que una sociedad contemporánea no puede prescindir del conocimiento científico si queremos dejar atrás el dominio de grupos religiosos, de intereses ideológicos, etcétera.

 

¿Eso qué exige? Que una comunidad que es cada vez mayor, en unas, como la mexicana, una comunidad científica cada vez mayor.

 

Que en una sociedad donde tenemos una enorme cantidad de jóvenes, que es lo más importante con lo que puede contar un aparato científico, yo creo que debe ser tomada en cuenta en cualquier proyección de hacia dónde queremos que vaya el país, y eso exige que la clase política le preste atención a la comunidad científica, que le preste atención, no solo en términos de promesas electorales, sino en la implementación de medidas muy concretas, eso nos lo está demostrando ahora de manera muy, muy clara la pandemia.

 

El problema de la pandemia toca distintas áreas de la sociedad, distintas áreas de nuestra vida cotidiana, pero ciertamente hay un consenso que la investigación científica va a jugar un papel esencial.

 

Bueno, ¿eso qué significa? Que debemos tener muchas jóvenes y muchos jóvenes dedicados a una carrera científica y eso significa que todo aspirante, toda persona que aspire a un puesto político tiene que atender esas peticiones que van a ser razonables, nadie está pidiendo otra cosa que no sea más que condiciones de trabajo digno, cuando alguien dice: “esa científica lleva una vida de privilegios”, quisiera yo que revisaran la biografía personal para que vieran la cantidad de tiempo, esfuerzo que se ha dedicado para llegar a tener un sueldo decoroso, por una parte.

 

Y, por otra parte, también, hay que darse cuenta que la sociedad está obligada, la sociedad y sus representantes políticos están obligados a dar los apoyos económicos, sociales, médicos para que la gente pueda, en un momento dado, desarrollar carreras científicas que son de largo alcance.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Doctor Lazcano, muchísimas gracias.

 

Ha llegado una cantidad verdaderamente importante de preguntas, muchas de ellas han llegado por Facebook, de modo tal que no podríamos comprometer una respuesta a los correos electrónicos de quienes las han formulado, pero quiero proponerle una cosa para no abusar tampoco del tiempo, y es la siguiente:

 

Permítanos hacerle llegar todas estas preguntas, está teniendo, además de ser un científico de primer orden el doctor Lazcano, es un divulgador de la ciencia también de primer nivel y su actividad como divulgador de la ciencia en estos tiempos no se ha interrumpido, al contrario, se ha intensificado.

 

Permítanos hacerle llegar estas preguntas como una manera también, digamos, de los cuestionamientos que el público que lo ha escuchado en esta ocasión tiene, de modo tal que puede, eventualmente, ser retomada en futuras participaciones que está teniendo.

 

De cualquier manera, nosotros en nuestras páginas, en nuestras redes, trataríamos también con su retroalimentación, de tener respuestas a éstas, de verdad, muy importante cantidad de preguntas que nos han llegado.

 

Yo quisiera, si está de acuerdo además, doctor Lazcano, promocionar también su presencia dentro de un par de semanas si no me equivoco, son tres semanas, ya lo haremos público más adelante, en la Cátedra Francisco I. Madero, que el INE está también teniendo y llevando a cabo junto con la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde creemos que es un espacio adicional para seguir retroalimentando y alimentándonos de sus experiencias, sus conocimientos, y de esta lógica de ir construyendo conjuntamente, lo decía usted, en el ámbito científico, la participación de los científicos es fundamental en el ámbito democrático, la democracia se nutre, exactamente, de eso.

 

Doctor Lazcano, quiero agradecerle de nueva cuenta, a nombre del Instituto Nacional Electoral, del mío propio, su participación en este Ciclo de Conferencias Estacionales, y agradecerle también, lo digo como mexicano y como universitario, el que usted sea uno de los enaltecedores del conocimiento científico en México y en el mundo, y de nuestra máxima casa de estudios.

 

Muchísimas gracias, doctor Lazcano.

 

Muchas gracias a todas y todos quienes nos han acompañado en esta conferencia magistral.

 

Doctor Antonio Lazcano Araujo: Muchísimas gracias, doctor Córdova.

 

Muchas gracias, buena suerte, y cuídense, por favor.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Gracias, doctor.

 

Lo mismo.

 

Saludos a todas y todos.

 

Gracias.

 

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