Número: 227
- Participa en el Seminario “Reforma Electoral, de cara al futuro inmediato” en el IIJ de la UNAM
- Una nueva reforma electoral parecería innecesaria y absurda: Ortiz Pinchetti
- La racionalidad en el uso de los recursos no debe restar eficacia y eficiencia a los tribunales electorales: Fuentes Barrera
Una reforma electoral no debe improvisarse y menos imponerse, sostuvo el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, quien subrayó que eventuales cambios en la materia, deben garantizar que las reglas sigan siendo aceptadas por todos los contendientes y mantener vigentes los principios de certeza, equidad, autonomía y transparencia.
Al participar en la ceremonia de inauguración del Seminario “Reforma Electoral, de cara al futuro inmediato”, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas, Lorenzo Córdova expuso que nadie puede estar en contra de preservar el valor de la economía y de destinar recursos a los principales problemas del país, pero el objetivo que debe tener en mente toda reforma electoral es no retroceder.
“Nadie está en contra de la austeridad, pero es imperativo cuidar la certeza, preservar las garantías de equidad, garantizar la autonomía de la autoridad, consolidar los mecanismos de inclusión y representación de la pluralidad y mantener la ruta incremental en el ejercicio de los derechos ciudadanos”, señaló.
Ante el Magistrado Presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Felipe Fuentes Barrera; del titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE), José Agustín Ortiz Pinchetti; del director del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Pedro Salazar Ugarte; así como de los investigadores Hugo Concha Cantú y María Marván Laborde, Córdova Vianello sostuvo que el sistema electoral funciona bien.
Por ello, de cara a una reforma electoral promovida por el partido gobernante, el Presidente del INE dijo que debe cuestionarse cuál es el objetivo y los aspectos a mejorar como parte de una reforma electoral, considerando que después de las elecciones de 2018 y 2019 no hubo quejas relevantes por parte de ninguno de los contendientes.
“Reducir el costo de las elecciones no debe ser sinónimo de refundar el sistema electoral”, añadió, pues se ha demostrado que, aunque es perfectible, funciona y es reconocido ampliamente a nivel internacional.
“Minar las reglas, los procedimientos y las instituciones que construimos para inyectar certeza, romper las condiciones de equidad, distorsionar la representación política, vulnerar la autonomía de los organismos electorales por un tema de costos, es no tener claras las prioridades y, proceder así, podría abrir las puertas a un pasado ya superado”, agregó.
Señaló, además, que la regla de oro de las reformas electorales ha sido el acuerdo de las fuerzas políticas “se requiere de una profunda deliberación, el acuerdo de todas las fuerzas políticas y un amplio consenso con la sociedad”.
Innecesaria reforma electoral
El Consejero Presidente coincidió con el titular de Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, José Agustín Ortiz Pinchetti, quien en su intervención consideró que una reforma electoral es innecesaria.
“Ha habido múltiples reformas hasta exasperar. Hablar de una nueva reforma parecería innecesario y absurdo, después de que hemos visto que en 2018 hubo elecciones no impugnadas, luego que fluyó la competencia electoral y después de que hace unas semanas tuvimos un proceso electoral ligeramente aburrido y limpio. El INE cumplió su tarea, nosotros observamos y no hubo interferencia de los gobiernos”.
Ortiz Pinchetti precisó que, cuando no hay interferencia de los gobiernos, las elecciones tienden a ser tranquilas y aburridas. Sin embargo, marcó como asignatura pendiente la cultura del respeto por las elecciones, el endurecimiento de las penas en materia electoral y el desarrollo del fraude genérico, que es preparado por los gobiernos o los poderes fácticos.
Simplificar el sistema electoral
En su intervención, el Magistrado Presidente del TEPJF, Felipe Fuentes Barrera consideró que una reforma electoral debe tener como base el fortalecimiento de la democracia, por lo que la propuesta debe transitar a la simplificación del sistema electoral.
“La democracia, su ejercicio efectivo y protección, son patrimonio de la sociedad mexicana y lo debemos cuidar y mejorar, pero sí debo reconocer que tenemos un sistema electoral robusto y confiable, pero también sobrerregulado y complejo”.
Fuente Barrera dejó en claro que la racionalidad en el uso de los recursos no debe restar eficacia y eficiencia a los tribunales encargados de la justicia electoral.
“Las reformas deben ser garantes del régimen federal y motor del desarrollo de un sistema electoral que privilegie las propuestas, la deliberación de los problemas, evite la sobrerregulación -lo que generaría un ahorro en el gasto de las instituciones-, maximice la libertad de expresión, fortalezca la fiscalización y reflexione sobre un nuevo modelo de comunicación política que redunde en ciudadanos mejor informados”, puntualizó.
Las conclusiones, desde la academia, se enviarán al Legislativo
La investigadora María Marván Laborde señaló que el objetivo del Seminario -en el que participarán investigadores, autoridades electorales y autoridades administrativas durante dos días- es discutir si se necesita una reforma electoral y las conclusiones se llevarán a los partidos políticos representados en el Congreso.
“Si va a haber reforma, que se analice qué cambio es el necesario, qué se necesita reformar, y lo que no podemos atropellar, para que sirva como insumo para mejorar el sistema electoral mexicano y consoliden la democracia y el pluralismo”, enfatizó.
Enseguida, el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Pedro Salazar enfatizó que las conclusiones del seminario serán orientadas por el quehacer del IIJ, es decir “reflexiones técnicamente sólidas, políticamente imparciales y socialmente útiles, con vocación de contribuir a la democracia mexicana”.
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