VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL PUNTO 12 DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA, RELATIVO AL INFORME ANUAL DE RESULTADOS DE GESTIÓN CORRESPONDIENTE AL EJERCICIO 2018, DEL ÓRGANO INTERNO DE CONTROL
Con el informe que está a nuestra consideración, el Órgano Interno de Control del Instituto Nacional Electoral presenta a este Consejo General los resultados de los trabajos de auditoría programados y realizados durante el año 2018 para cumplir con las disposiciones que la ley establece a dicha instancia de fiscalización interna.
Este informe complementa los resultados que, sobre el primer semestre del año pasado, ya fueron presentados a este Consejo en materia de auditorías, evaluación, asuntos jurídicos y supervisión.
Entre los aspectos relevantes del informe permítanme señalar lo siguiente.
Nuestro Órgano Interno de Control llevó a cabo todas las acciones de fiscalización programadas para el 2018, se ejecutaron 55 actos de fiscalización previstos, de los cuales 29 correspondieron a las auditorías, a las operaciones y procesos desarrollados en oficinas centrales y órganos delegacionales, y 26 actividades de seguimiento a la instrumentación de acciones emitidas como resultado de las auditorías ya prácticas.
En segundo lugar, de las auditorías financieras realizadas durante el segundo semestre a órganos centrales se concluyeron cinco auditorías que derivaron en la emisión de 59 acciones, 38 de ellas correctivas y 21 preventivas.
En tercer lugar, respecto a las auditorías de obra pública destacan las que tuvieron como finalidad verificar que los trabajos de reconstrucción de inmuebles que ocupa este Instituto y que fueron afectados por los sismos ocurridos el 7 y 19 de septiembre de 2017, se hayan realizado en estricto apego a lo establecido en las disposiciones legales y normativas en la materia.
Cabe mencionar que se emitieron 17 acciones, ocho de ellas preventivas y nueve correctivas, y se subraya la importancia de agilizar las acciones necesarias para que la aseguradora contratada cubra al INE las indemnizaciones correspondientes por los daños que fueron ocasionados a los inmuebles con dichos sismos.
En cuanto a las auditorías de desempeño que tienen como objetivo evaluar la eficacia, eficiencia y economías en la administración de los recursos asignados para los procesos electorales federales y locales del año pasado, permítanme mencionar el caso de la Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica, la DECEyEC.
De la auditoría realizada a dicha dirección se emitieron 18 acciones preventivas, mismas que fueron atendidas durante el periodo establecido para ello. Y entre las áreas de oportunidad que se mencionan en el informe anual me parece que podrían ser emblemáticas para el resto de las áreas del Instituto las siguientes:
Uno, mejorar la planeación, programación y aplicación de los recursos presupuestales asignados a los procesos electorales.
Dos, mejorar los procesos para la contratación y capacitación de supervisores electorales y capacitadores electorales, entendido esto como personal de honorarios.
Y tres, fortalecer el control interno y la administración de riesgos.
Estas áreas de oportunidad que fueron planteadas por el Órgano Interno de Control, específicamente para la DECEyEC me importa que sean analizadas por el resto de la institución para avanzar en nuestro objetivo de convertir al INE en una institución de excelencia administrativa, insistiría de referencia a nivel nacional en términos de gestión administrativa.
Concretamente es claro que hemos mejorado en la planeación financiera de la institución, como el informe reconoce, pero también estoy convencido que la mejor manera de enfrentar el futuro inmediato implica que cada unidad ejecutora de gasto sea muy cuidadosa en la planeación de sus actividades, en la programación del gasto y en su ejercicio.
En tal sentido quiero instruir de nueva cuenta desde esta sesión a todas las unidades ejecutoras de gasto a que cumplan con sus calendarios de ejecución, a que sean aún más exigentes en la forma en que se dan las contrataciones para cumplir con los principios de transparencia y rendición de cuentas, y para que avancen en los trabajos de control interno y prevención de riesgos.
Estamos en una coyuntura que exige de todas y todos los integrantes del Instituto Nacional Electoral un esfuerzo adicional para ser más eficientes, eficaces y sensibles con la situación que se vive en el país.
Quiero concluir agradeciendo el trabajo que realizó nuestro Órgano Interno de Control durante 2018 bajo la dirección del contralor Gregorio Guerrero y, por supuesto, ahora ya a partir de la separación del cargo del contralor de Guerrero, del licenciado Roberto Ortega, ya que con su acompañamiento y colaboración en el año que organizamos la elección más grande y compleja en nuestra historia, también fue posible que el INE avanzara en sus metas administrativas.
Y sobre este punto sí quiero reconocer algo que ha sido parte de la sensibilidad del Órgano Interno de Control, cada vez que esta institución ha enfrentado procesos electorales; es decir, la planeación, el plan de trabajo que aprobó éste, prácticamente hace un año este Consejo General, y que fue propuesto por nuestro Órgano Interno de Control, respetaba la centralidad que durante la primera mitad del año tenía justamente la organización de la elección más importante de nuestra historia y centró, pues, el trabajo de auditoría y de revisión en la segunda mitad del año, contribuyendo con esto a la lógica, digamos, de acompañamiento que implicaba la razón de ser esencial de esta institución, es decir, la organización de los propios procesos electorales.
Por lo anterior, agradezco a las y los integrantes del Órgano de Control, a su titular, insisto, el licenciado Roberto Ortega, por su sensibilidad y disposición para que con el cumplimiento de su programa de trabajo se haya logrado también mejorar los procedimientos administrativos y se hayan cumplido con el mandato constitucional de organizar elecciones libres, limpias y equitativas en nuestro país en 2018.
Concluyo señalando un punto. El Órgano Interno de Control del Instituto Nacional Electoral, que resulta de la reforma, en primera instancia de la reforma a esta institución, de la reforma electoral de 2007, se ha convertido en el punto de referencia, se convirtió en el punto de referencia sobre el cual se articularon las reglamentaciones, las disposiciones, hoy vigentes, que rigen el Sistema Nacional Anticorrupción.
El Instituto Nacional Electoral, antes Federal Electoral del 2007, estoy convencido, ha sido la institución del Estado mexicano sometida a un control y a un rigor, digámoslo así, en la verificación y auditoría de sus procesos administrativos y manejos financieros, como ninguna otra en nuestro país.
Vuelvo a insistir en el punto, si ello no fuera así, no habría sido el Órgano Interno de Control del Instituto, la otrora Contraloría del Instituto Federal Electoral, luego Instituto Nacional Electoral, el que ha regido y ha sostenido la lógica sobre la que la auditoría a los entes públicos, a partir de la reforma que creó el Sistema Nacional Anticorrupción, hubiera sido tomada en cuenta.
Es decir, es precisamente por ese rigor que el ejemplo que se siguió en el país para combatir la corrupción fue precisamente el que se instauró en este Instituto.
Y desde ese punto de vista, justamente creo que vale la pena señalar y reconocer que más allá del nombramiento del titular de dicho Órgano Interno de Control, que proviene directamente de la Cámara de Diputados, haya habido la sensibilidad y el acompañamiento de quienes integra dicha instancia de auditoría y de control interno, la lógica de asumirse como parte del Instituto Nacional Electoral.
Ello no tiene ninguna merma bajo la perspectiva y el trabajo de rigor en la auditoría y en la revisión de los procesos, pero la comprensión y el acompañamiento que hemos tenido y que este informe, del que este informe da cuenta, me parece que es digno de subrayarse.
Creo que con este informe se constata el hecho de que esta institución no solamente es la más auditada, sino también a partir de atender las observaciones de nuestro Órgano Interno de Control, se encamina una vez más a un órgano prototípico del Estado mexicano en la gestión de sus recursos.
-o0o-