Número: 498
- Las reformas electorales han sido un cauce para orientar la transformación pacífica en clave democrática del régimen político: Lorenzo Córdova
- Instala INE la pieza audiovisual y multisensorial en la que hace un repaso por la historia de la pluralidad en México
A 50 años de las movilizaciones del 68, la democracia ha sido resultado de una compleja interacción entre mayorías y minorías, de consensos legislativos alcanzados a lo largo de ocho reformas electorales que, de manera gradual han configurado procedimientos que garantizan la libertad y la autenticidad del sufragio, fortalecido la división de poderes y diseñado una institucionalidad electoral autónoma e independiente, afirmó el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, al participar en la inauguración del M68: Memorial del 68 y Museo de los Movimientos Sociales.
Puntualizó que uno de los grandes aprendizajes de los movimientos sociales que forjaron la democracia mexicana, es asumir que el rumbo de nuestra nación es una construcción colectiva e incluyente, “rendir homenaje a esos movimientos es también una forma de reconocer las contribuciones de todas las generaciones que a lo largo de medio siglo empujaron la construcción del sistema democrático que hoy disfrutamos en nuestro país”, aseguró.
En las instalaciones del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) y en presencia del Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers; de la presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), Alexandra Hass; del representante del Comité del 68, Rolando Cordera Campos; del Director de este Centro, Ricardo Raphael; de Silvia Giorguli, presidenta de El Colegio de México y Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, así como del Secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo, agregó que “las elecciones del 2018 consolidan claramente la transición a la democracia y es la mejor manera en la que se celebra el medio siglo que trascurrió desde 1968”.
Las elecciones, dijo, permiten consolidar el andamiaje institucional que cientos de movimientos sociales han venido impulsando durante medio siglo para que las y los mexicanos podamos vivir en un país plural y crecientemente participativo.
Luego de hacer un recuento de lo que vivieron los movimientos sociales a lo largo de cinco décadas, Lorenzo Córdova enfatizó que las reformas electorales han sido un cauce para poder orientar la transformación pacífica en clave democrática del régimen político.
El Consejero Presidente subrayó que el acervo que se muestra en el M68, constituye un homenaje a todas aquellas personas que se comprometieron íntegramente e, incluso en ocasiones, a costa de su propia vida y la seguridad de sus familias, con una causa: la de la libertad, la inclusión y de la participación plural en las decisiones públicas, en pocas palabras la causa de la democracia.
El Instituto Nacional Electoral participa en el M68: Memorial del 68 y Museo de los Movimientos Sociales con una pieza audiovisual y multisensorial en la que se da cuenta de la historia de la pluralidad en México. “Una pieza audiovisual para rescatar y resaltar aquellos hechos y decisiones que, en nuestra historia, han enriquecido la vida plural y de deliberación democrática”, externó Córdova.
En su intervención, el Coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, Jorge Volpi, afirmó que con el M68 se concluyen más de 300 actividades que incluyen el Coloquio 68 Ciudadanías en Movimiento, exposiciones, películas, música contra el olvido y la recreación coreográfica realizada en la Plaza de las Tres Culturas, entre otros.
El M68: Memorial del 68 y Museo de los Movimientos Sociales, agregó, muestra 50 años de distintas luchas, “de este ensanchamiento de nuestra ciudadanía y de nuestros derechos, que hemos ganado gracias a reconocer en el 68 la chispa que disparó cada uno de ellos; y que esas libertades, derechos y esa representación, se deben en buena medida a imaginar que el 68 lo tuvieron como ejemplo”.
Reflexionó que 50 años después el pliego petitorio del movimiento estudiantil tiene una vigencia cultural y política, cuando los jóvenes “buscaban el establecimiento del Estado de Derecho, de una justicia y democracia efectiva”.