Palabras de Lorenzo Córdova en la Clausura del evento Conmemorativo por el 65 Aniversario del VOTO de las Mujeres en México

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente


Muchísimas gracias de nueva cuenta a todas y todos, aunque asumo que hablar después de Porfirio tiene sus riesgos, aunque los tomo, así como a los toros por los cuernos.

Quiero comenzar para terminar haciendo un agradecimiento a todas y a todos, a todas y a todos los que estamos aquí y a todas y a todos quienes han abrazado esta causa, porque si 2018 ha sido un gran año para la igualdad política y la inclusión en la historia de la democracia de nuestro país, es por el trabajo conjunto que todas y todos quienes estamos aquí hemos desarrollado, y muchos, insisto, y muchas de quienes aquí no están.

A 65 años de que se reconociera el estatus de ciudadanía en el artículo 34, como aquí ha sido reiteradamente señalado a las mujeres, las decisiones legislativas, administrativas y jurisdiccionales que se han tomado desde entonces, desde 1953, han aunado al trabajo de las organizaciones y redes de mujeres y al acompañamiento de la academia, han permitido que hoy podamos celebrar la paridad en la representación política en el ámbito legislativo a nivel federal y subnacional, las cifras que ya hemos visto revelan cómo la magnitud de ese avance.

Es por ello que el día de hoy creo que debemos celebrar los resultados que en términos de paridad, como decía, hemos logrado, esa ha sido la razón de este encuentro, el reconocer a cada una de las personas que están aquí y, repito, a muchas que hoy no nos acompañan, las contribuciones que han realizado desde diferentes ámbitos y desde diferentes momentos para que la competencia paritaria por los cargos de elección popular sea una realidad en el México del nuevo siglo.

Pero para llegar aquí ha sido necesario mantener la lucha por la igualdad en el ejercicio de los derechos políticos en múltiples frentes, como también ha sido recordado; la perseverancia que han tenido en las últimas décadas las mujeres políticas de todos los partidos, de las organizaciones de la sociedad civil, así como integrantes de la academia comprometidas con la paridad y la inclusión es lo que ha permitido que pese a las inercias culturas que están ahí, que siguen ahí y que tenemos que seguir combatiendo, a la creciente violencia política que ofende y que ensombrece los logros alcanzados y a la persistencia de estereotipos de género la paridad legislativa sea uno de los rasgos más distintivos de la elección más grande de nuestra historia.

75 años de paulatinos progresos se dice rápido, pero se trata al final de seis décadas de reformas electorales, de avances graduales en términos de acciones afirmativas, de acuerdos innovadores de las autoridades electorales tanto jurisdiccionales, como administrativas y de progresistas resoluciones que en el plano del Tribunal, de los tribunales, pero del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en primer instancia abre una brecha que poco a poco fue reconocida y retomada por el legislativo en las normas, que se han complementado todas ellas para que poco a poco en México contenemos con un cuerpo normativo que respalde y apuntale la inclusión y el ejercicio igualitario de los derechos políticos de la ciudadanía.

La vigencia y garantía de dichas normas no se explica sin el ojo vigilante, litigante, el contexto de exigencia que desde las organizaciones de la sociedad civil permanentemente se ha puesto, así como de las redes feministas. Y lo mismo vale para quienes en el ámbito interno dificilísimo de los partidos políticos las mujeres hayan poco a poco logrado pasos importantísimos.

Hay que recordar que la historia, a pesar de los 65 años que hoy celebramos es relativamente reciente, en 1993, ya lo recordaba ahora Porfirio, se estableció en la ley la primera sugerencia, sugerencia no vinculante para los partidos políticos para que incorporaran a las mujeres en candidaturas a cargos de elección popular, las reformas subsecuentes, la reforma de 1996 que retomó, por cierto, lo que se hizo al interior de algunos partidos, el 70-30 como una distribución que no tenía ninguna sanción aparejada, la discusión pocos años después en la sede del Consejo General, ya que perdí a Jackie Peschard, pero que encabezó Jaqueline como única entonces integrante del Consejo General para establecer desde el ámbito administrativo la lógica de la cremallera, que después sería validada por el Tribunal Electoral y finalmente incorporada en la legislación por lo que hace a las listas de representación proporcional.

Ejemplos, casos ominosos que han sido mencionados aquí y que requirieron acciones, decisiones comprometidas, firmes, importantes del Tribunal Electoral, a quien sin duda hay que darle su lugar en esta historia, pienso en el ominoso caso de “Las Juanitas”, pienso en 2012 cuando tuvo que por la vía jurisdiccional, digamos, sobrepasarse aquella que para muchos era un pretexto para incumplir con las cuotas que eran los procesos de democracia interno en los partidos políticos asumidos como paradójicamente, no como algo complementario, sino como un impedimento para la causa de la paridad, como si paridad y democracia interna estuvieran en una tensión irresoluble.

Pienso, con más adelante, en decisiones que nos permitieron por la vía administrativa y luego su validación en el Tribunal Electoral, que en este año tuviéramos una serie, además de la paridad establecida a nivel constitucional, una serie de decisiones que nos permitieron maximizar la posibilidad de que mujeres ocuparan cargos públicos a través de la vía electoral.

Pienso, por ejemplo, en criterios fundamentales que hoy son ya una realidad a lo largo y ancho del país como, por ejemplo, la paridad horizontal y también vertical por la vía jurisdiccional establecida.

Y, finalmente, el ciclo que concluyó y con un empuje ineludible a partir de la inclusión del principio de paridad en la propia Constitución, en la reforma de 2014.

Los altos que hemos logrado gracias a toda esta serie de cambios paulatinos son, sin lugar a dudas, cualitativos y ahí están las cifras que veíamos para respaldarlos.

Es por estas razones que la de 2018, la elección más grande de nuestra historia, organizada, por cierto, con criterios estandarizados en esta materia a nivel nacional y local, representó la posibilidad para transitar de la paridad en la competencia, hacia una cuasi total paridad en la representación política.

En síntesis, en México en poco más de dos décadas el proceso de transición a la democracia generó las condiciones para facilitar la igualdad en el ejercicio de los derechos políticos, la paridad en la competencia y, en términos generales, una mayor participación de las mujeres en política.

Y, sin embargo, como ya se ha dicho aquí, una y otra vez, ésta es una historia que está lejos de verse concluida, hay mucho por hacer todavía, hay muchos temas en el tintero, hay muchos pendientes que tenemos que enfrentar.

Permítanme en este sentido, concluir estas palabras con una lógica de aliento hacia el futuro.

Celebro, creo que hay que celebrarlo todos, la paridad que hemos logrado en la representación política, pero es necesario ir más allá, necesitamos vivir en un país libre de cualquier tipo de violencia, sin discriminación e incluyente, y el nuestro, hay que decirlo sin medias tintas, sin tapujos, sigue siendo uno de los países en donde los índices de discriminación, por razones de género, por razones de raza, por razones de religión, siguen siendo inaceptables y siguen siendo los más altos en el mundo.

Necesitamos que la democracia se recree en condiciones de igualdad para todas las personas, que mujeres y hombres se postulen y voten sin obstáculos generados por estereotipos e inercias culturales.

Necesitamos un país libre de feminicidios y de violencia por razones políticas, pero no solo violencia, violencia también en general por razones de género.

Necesitamos, en pocas palabras, pues que la convivencia democrática se siga fortaleciendo con la participación política de mayorías y minorías, que se enriquezca con los disensos y acuerdos en la conversación pública, y que se enriquezca de la pluralidad que en muchos temas, en los temas que realmente ocupan a la democracia, y la prueba de este auditorio es la mejor prueba de ese hecho, la prueba de que la lucha por la paridad no ha sido una lucha de un partido, no ha sido una lucha de parte, y no ha sido tampoco una lucha de un género, ésa es la mejor prueba de que la pluralidad, en la pluralidad podemos enriquecernos en los temas que son fundamentales para la democracia.

Necesitamos un futuro paritario, no solo ya en los órganos de representación política, con inclusión y libertades, porque necesitamos y queremos una nación más democrática que día con día respete el pluralismo y los derechos fundamentales de las y todos.

Entender que este es un tema de leyes, de acciones afirmativas y de iniciativas, pero no solo, no es suficiente, hay una dimensión cultural, una dimensión que agravia, una dimensión que ahí está y que tenemos paulatinamente que ir erradicando y de la que tenemos que hacernos cargos.

Ésta es una celebración, como hemos insistido, una celebración por lo logrado. Debemos estar orgullosos, sin lugar a dudas, de lo que hemos alcanzado como sociedad, pero también es una convocatoria colectiva como aquí se ha planteado, de manera muy elocuente, para seguir adelante y recordar que la historia de los derechos, por cierto, ninguno ha sido el resultado de un regalo o de una concesión.

Cada derecho a lo largo de los últimos 300 años, cada uno de esos derechos que ha hecho de la democracia la conquista civilizatoria más importante de la humanidad supone, ha supuesto, supone hacía adelante una lucha, una lucha que hoy todavía tiene múltiples fronteras para lograr una democracia paritaria, incluyente y sin violencia.

Es una lucha que sigue, es una lucha que implica reconocer lo hecho, pero precisamente por eso como hoy lo estamos haciendo, implica apuntar hacia el futuro.

Muchísimas gracias y muchas felicidades a todas y todos.

Versión estenográfica de la intervención del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, durante la Clausura del evento Conmemorativo por el 65 Aniversario del VOTO de las Mujeres en México. 2018: Año del Logro de la Paridad Legislativa, celebrado en el auditorio del INE

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