Intervención de Lorenzo Córdova sobre la pérdida de Registro de Partidos Políticos, al no haber obtenido al menos el tres por ciento de votación válida emitida en la Elección Federal de 2018

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente


Permítanme intervenir en este punto y al igual que el Secretario, les traigo una reflexión que abarque que tiene que ver éste y con el punto siguiente.

En agosto de 2014 dimos en esta mesa la bienvenida a tres nuevos partidos políticos: el Partido Humanista, el Partido Encuentro Social y el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).

En esa ocasión, celebramos la decisión de miles de ciudadanas y ciudadanos, que libre y voluntariamente ejercieron sus derechos y le apostaron a la organización partidaria para influir en la vida pública a través de los cauces institucionales dispuestos en nuestras leyes.

Los partidos políticos son instituciones que juegan un papel central en los sistemas democráticos. Ya lo decía Hans Kelsen, pensar en las democracia sin partidos políticos es el resultado o de la ilusión, o de la mera hipocresía.

Los partidos son organizaciones articuladoras de concesos, que permiten en las complejas sociedades modernas, que la pluralidad social esté presente en las instancias de decisión política, a partir del respaldo que cada uno de esos partidos haya obtenido en las urnas.

Por eso hemos, aquí en el Consejo General, sostenido reiteradamente que no hay democracia, insisto, sin partidos.

Pero no debe olvidarse que el respaldo social de cada partido político es dinámico, que depende de sus exitosos en las elecciones, de la elección de sus candidatos, de la capacidad de convencimiento que logren desplegar hacia la ciudadanía con sus campañas, y de su capacidad, también, para encausar las demandas de la sociedad, así como eventualmente para la construcción de alianzas políticas.

El dinamismo de ese pluralismo es lo que subyace en la expresión una y otra vez, lo señalo en cada proceso electoral, en el sentido de que el poder político no se gana, la disputa por el poder político democrático, no se gana todo ni se pierde todo, y menos de una vez y para siempre.

De ahí que la fuerza de cada partido también sea cambiante, y que la diversidad del pluralismo político se modifique inevitablemente de una elección a otra.

Esa es una de las virtudes de los sistemas democráticos, que son los ciudadanos, y nadie más que ellos, quienes deciden cuántos partidos quieren en la competencia democrática.

y con qué capacidad de representación política los quiere ver en el Congreso.

En el Sistema Electoral Mexicano, desde la Reforma de 2007-2008, las puertas para el ingreso de nuevas fuerzas políticas se abren, y lo digo como lo he dicho, en esta mesa y antes desde la Academia, lamentablemente ahora cada seis años, esas son las reglas del juego hoy vigentes.

Pero la permanencia se evalúa en cada elección, y conforme a esas reglas del juego democrático que se han pactado, y que hacen de la Constitución un reflejo del acuerdo del consenso político que rija nuestra democracia.

Se quedan quienes logran, al menos, el tres por ciento de la votación en alguna de las elecciones federales, que son objeto de disputa.

Esa evaluación, lo reitero, la hace la ciudadanía y nadie más que ellos, a través del sufragio; son las y los ciudadanos los que deciden qué partidos se quedan y qué partidos salen de nuestro sistema político.

Fueron las y los ciudadanos, y nadie más que ellos, quienes el 1° de julio decidieron qué partidos debían permanecer en la competencia, y cuáles salir de la misma.

Esa determinación ciudadana es la que sustenta los acuerdos que aprobaremos en este punto y en el siguiente del orden del día respecto a la pérdida de registro los Partidos Nueva Alianza y Encuentro Social; fue el voto de los electores el que determinó que uno de los tres partidos que ingresaron apenas el 2014 a la competencia democrática, se haya convertido en la fuerza, en una fuerza mayoritaria en ambas cámaras del Congreso de la Unión y que ocho de diez partidos políticos mantuvieran el registro.

Estoy convencido que una sociedad democrática debe tener múltiples formas de expresarse, canales siempre abiertos para la participación política, así como contar con el andamiaje que garantice en cada elección posibilidades reales para que las minorías se conviertan eventualmente en mayorías si así lo decide el voto ciudadano y que las fuerzas mayoritarias disputen sin dados marcados en condiciones de equidad el respaldo de los electores y con ello los poderes públicos en las urnas.

Confió en que las y los ciudadanos que no lograron conformar una opción política, al menos para el tres por ciento del electorado, sigan involucrándose en la vida pública que pugnen por ejercer sus derechos políticos en organizaciones partidarias existentes o bien, en el proceso de conformación de otras, el derecho de asociación previsto por nuestra constitución en materia política no se restringe a la figura de los propios partidos, sino que es indispensable que se recree a través de los distintos mecanismos de participación legalmente previstos en el reforzamiento de nuestra democracia.

Al respecto debo señalar que en las próximas semanas que este Consejo General dará a conocer los lineamientos que permitirán a la ciudadanía conformar nuevos partidos políticos para competir en los próximos Procesos Electorales Federales, como ustedes saben, la puerta del sistema de partidos es una puerta abierta para la salida del mismo, pero también abierta para la entrada a dicho sistema, el próximo año, quienes consigan el respaldo ciudadano podrán comenzar ese proceso de incorporación al sistema de partidos políticos en México.

Me importa enfatizar que ninguna democracia, por incipiente o consolidada que sea, el tamaño de pluralismo es fijo ni definitivo, siempre es una decisión de la sociedad construir los mejores canales para la participación política y es esa misma sociedad la que define quién gana, quién pierde, pero bajo la premisa de que nadie gana todo y nadie pierde todo, insisto en ello, y mucho menos de una vez y para siempre. Las elecciones no son solamente un mecanismo en México, como ocurre en toda democracia para que poder integrar los órganos de representación política a través del voto, sino que también el mismo voto constituye una manera de premiar o de castigar la acción de gobierno, eso es algo que nadie en democracia debe olvidar.

El voto expresado en las urnas el 1° de julio es un voto de confianza para quienes acceden a los órganos de representación popular, pero ese voto en tres años será de nueva cuenta a evaluación del trabajo realizado y eso es algo que los partidos, que las y los Consejeros Electorales, que quienes integramos las autoridades electorales no debemos perder de vista, quienes gobiernan en democracia están sujetos al escrutinio ciudadano y es ese el que decide la recreación de la vida pública.

Por ello estoy convencido que impulsar el pluralismo es también una forma de fortalecer a nuestra democracia.

Versión estenográfica de la intervención del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, en el punto 11 de la Sesión Extraordinaria, relativo a la pérdida de Registro de Partidos Políticos Nacionales, al no haber obtenido por lo menos el tres por ciento de la votación válida emitida en la Elección Federal Ordinaria Celebrada el primero de julio de 2018

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