La discusión sobre los lineamientos para regular la aparición de dirigentes de partidos políticos en spots transmitidos en tiempos oficiales ha encontrado voces discordantes entre los integrantes del Consejo General del INE. Como señalé en mi colaboración del 17 de mayo, hay que resistir la tentación de sobrerregular. Hacerlo podría contener el debate público sobre actores y asuntos inherentes a la contienda política.
En la construcción de estos lineamientos, se coincidió en mantener el espíritu de lo que ordenó al INE la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF): tomar las medidas necesarias para prevenir, investigar y corregir contenidos en los promocionales que pudieran ser contrarios a los fines para los que se otorgan a los partidos tiempos oficiales en radio y televisión. Sin embargo, hay dudas sobre la decisión y el contexto en que el INE debe actuar.
Ya el Comité de Radio y Televisión aprobó el proyecto de acuerdo por mayoría de dos votos contra uno, durante una sesión caracterizada por la inconformidad de los representantes de PAN, PRD y Morena, particularmente, porque consideran que los lineamientos mandatados por el TEPJF tienen “dedicatoria” contra dos dirigentes partidistas.
Ante esto, el Consejo General entró en un proceso deliberativo que permitirá motivar y ampliar el criterio para —por un lado— cumplir con el fallo del Tribunal surgido en un procedimiento en contra del PAN por uso indebido de los tiempos en radio y TV para promocionar a Ricardo Anaya y —por otro— asumir una posición garantista que genere equidad y piso parejo para todos los aspirantes a ser candidatos presidenciales de sus respectivos partidos.
El mandato del TEPJF —a partir de la impugnación de origen— se centró en el uso indebido de la pauta por parte de dirigentes y voceros de partidos políticos. La emisión de los lineamientos se pensó como un antídoto a la posible inequidad. Pero a partir de la discusión del tema surgieron dos preguntas: ¿qué pasa con los aspirantes que aparecen en los spots no pautados o que incluso contratan propaganda en otros medios de comunicación? ¿Un efecto secundario de la emisión de estos lineamientos podría generar más inequidad entre los aspirantes a una candidatura presidencial en 2018?
Es un hecho que el INE debe acatar cabalmente lo ordenado por la Sala Superior y emitir los lineamientos que regulen la aparición de dirigentes y voceros en la pauta de los partidos políticos; pero eso no le impide cumplir con su obligación constitucional de velar por la equidad de la contienda electoral. Bajo esta lógica, el día de ayer se acordó posponer la discusión y aprobación de los lineamientos a fin de que éstos se acompañen de otras disposiciones que regulen la posible propaganda del resto de los aspirantes a la contienda presidencial.
La sobrerregulación no es nada deseable dentro de un sistema jurídico, menos aún en asuntos directamente relacionados con la libertad de expresión. Sin embargo, el contexto actual exige al INE generar normas claras y precisas que den certeza y equidad en las condiciones de la competencia electoral del próximo año.
El INE tiene un par de semanas para construir una solución integral que garantice que todos los posibles aspirantes entren a la competencia en condiciones de equidad. El reto de las elecciones de 2018 no es menor, y superarlo con calificación aprobatoria es clave para rearmar el papel del Instituto ante los actores políticos y la ciudadanía.
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