Organizar una elección es siempre un acto de responsabilidad institucional. Pero organizar una elección sin precedentes es, además, un acto de innovación, compromiso y convicción democrática. Eso es exactamente lo que hemos asumido desde el Instituto Nacional Electoral (INE), frente al desafío que representa el proceso electoral extraordinario para elegir a 881 cargos judiciales federales este 1º de junio.
Desde el primer momento entendimos que este proceso requería soluciones nuevas. No podíamos depender de modelos anteriores. Esta elección necesitaba ser diseñada desde cero: desde la forma en que se capturan y computan los votos, hasta cómo se garantiza la transparencia, la seguridad informática y la participación ciudadana. Y eso hicimos.
Nuestros equipos técnicos desarrollaron en apenas tres meses, un sistema informático robusto, resiliente y auditable, creado específicamente para responder al reto. No es una “App”, como erróneamente se ha señalado en algunos medios. Es una plataforma con arquitectura en la nube, capaz de adaptarse a la carga de trabajo de más de 15 mil capturistas operando simultáneamente en nuestras 300 juntas distritales. El sistema registra cada voto sólo si una doble captura confirma su certeza; detecta inconsistencias automáticamente; y permite a cualquier ciudadano consultar los avances del conteo en tiempo real, a través de un tablero público.
Cada elemento fue pensado con una premisa: dar certeza. Por eso el sistema fue sometido a pruebas de volumen, simulaciones de ataques cibernéticos, análisis de vulnerabilidades, y cuenta con planes de contingencia para casos extremos. Todo ha sido verificado por instancias académicas como la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y supervisado por nuestro Órgano Interno de Control (OIC).
Y lo más importante: lo hemos puesto a prueba. Realizamos ya tres simulacros nacionales, y tendremos dos más antes del 1º de junio. Cada uno de estos ejercicios ha servido para afinar detalles, capacitar al personal y corregir posibles fallas. Del primer simulacro al tercero, nuestras mejoras han sido enormes, con una notable reducción de incidentes técnicos. Estamos listos.
Pero la innovación tecnológica no es nuestro único frente sólido. También hemos incorporado plataformas digitales para que la ciudadanía pueda conocer a las candidaturas -como el sistema “Conóceles, Practica y Ubica”-, practicar su voto antes de llegar a las urnas y ubicar con facilidad su casilla. Además, firmamos un convenio con el Colegio Nacional del Notariado Mexicano para contar con servicios notariales gratuitos, que darán respaldo y certeza jurídica en todo el país, a cada paso de este proceso electoral extraordinario.
Y una vez que cierren las casillas el domingo 1º de junio, comenzará otro capítulo crucial: la ruta de los votos. Con énfasis y especial cuidado en proteger la cadena de custodia, los paquetes electorales se trasladarán a nuestras juntas distritales, donde personal capacitado iniciará el conteo. Todo será transmitido en vivo por la Internet y supervisado por miles de personas observadoras electorales. Y todo quedará registrado con precisión. Durante los 10 días siguientes, capturaremos y validaremos cada boleta, con la certeza de que los resultados reflejarán fielmente la voluntad ciudadana.
Lo que estamos haciendo no solo responde al presente. Sienta las bases de un modelo con futuro. Estamos probando herramientas y procedimientos que podrían transformar, para bien, las elecciones ordinarias en nuestro país. Porque sí: la tecnología no es una amenaza para la democracia. Es su mejor aliada cuando se usa con responsabilidad, transparencia y profesionalismo.
Quiero aprovechar para agradecer a los miles de personas del Servicio Profesional Electoral Nacional y a todos los equipos del INE por su compromiso ejemplar. Esta elección es posible gracias al talento, la experiencia y entrega de cada una de ellas.
Este 1º de junio estamos llamados a hacer historia. Les invito a participar con confianza. Detrás de cada boleta habrá un esfuerzo técnico, humano y ético sin precedente. Nuestra democracia merece que lo valoremos con el voto.
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