Versión estenográfica de la mesa 2: la influencia de los contenidos mediáticos sobre las actitudes y comportamientos de la ciudadanía, y el desarrollo de compromiso democrático, en el marco del Foro de Debate, Contribuciones del monitoreo noticioso del proceso electoral 2023-2024 y retos a futuro

Escrito por: INE
Tema: Discursos

Presentadora: Les damos la bienvenida de nuevo al Foro: “Contribuciones del monitoreo noticioso del Proceso Electoral 2023-2024 y retos a futuro.”

Para dar comienzo a la segunda mesa, titulada: “La influencia de los contenidos mediáticos sobre las actitudes y comportamientos de la ciudadanía, y el desarrollo de compromiso democrático”, me permito ceder la palabra a la Consejera Electoral Norma Irene De la Cruz Magaña, quien realizará la moderación de la mesa.

Adelante.

Consejera del INE, Norma Irene De la Cruz Magaña: Muchas gracias.

Muy buenos días a todas las personas que se encuentran aquí presentes en el auditorio y también a todas las personas que nos están siguiendo por las diferentes plataformas digitales.

Primero, agradecer enormemente la invitación, no solo a la universidad, sino también al programa que nos invita a estos foros y a estas mesas de reflexión.

Hoy estamos, ya nos dijeron, en esta mesa titulada: “La influencia de los contenidos mediáticos sobre las actitudes y comportamientos de la ciudadanía, y el desarrollo de compromiso democrático.” Suena largo, ¿verdad? Porque no solo es un tema muy relevante, sino también esperamos tener aquí varias reflexiones que nos van a compartir, porque algo que nos queda claro cada vez más es la necesidad no solo de la información, sino de qué calidad es la información, cómo le está llegando a la ciudadanía, qué hace la ciudadanía con esa información y cómo, a partir de ella, va tomando decisiones.

Bueno, como ustedes saben, en el Instituto Nacional Electoral en este proceso electoral se llevó a cabo el monitoreo noticioso de radio y televisión, que realizó la Universidad Autónoma de Nuevo León, que fue una herramienta y es una herramienta que nos ha permitido identificar no solo el tratamiento de cada programa, también cómo se va orientando la opinión pública y este monitoreo no se limitó solo a contar el tiempo de exposición de cada candidatura o partido político, sino también analizó la presencia y aquí va a estar bien interesante, estereotipos, el enfoque de la cobertura, incluso los actos de violencia política contra las mujeres en razón de género, que estaban participando en este proceso electoral, entre otros aspectos.

Y aquí algo que nos ayudó también a notar y a identificar cómo es que llega la información a la ciudadanía, y el papel que tienen los medios de comunicación, cómo hemos visto que también van evolucionando, el papel que tienen las plataformas digitales y el efecto que están teniendo, no solo a la hora de acercarte información o acercarte desinformación. Y aquí se viene todo este debate de nosotros, también como consumidores de noticias, cómo nos vamos vacunando contra estos nuevos fenómenos.

Y yo antes de darles las palabra, me voy a permitir hacer una muy breve, ésa sí súper concentrada semblanza de nuestros panelistas que los cuatros súper especializados.

Y contamos con la presencia de Victoria Isabela Corduneanu, que es Doctora en Historia por el Instituto Universitario Europeo. Actualmente es profesora investigadora del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

Es miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores del CONAHCYT en el nivel 1 y cuenta con más de 18 años de experiencia en investigación aplicada y de consultoría en el ámbito de la opinión pública y comunicación política.

Bienvenida, Victoria. Muchas gracias.

También contamos con la presencia del Doctor Martín Echeverría Victoria, que es Coordinador del Centro de Estudios de Comunicación Política de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. También es miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores del CONAHCYT en el nivel 2 y “cosher” de la sección de comunicación política de la International Association for Media and Communications Research, y también es miembro de la Junta Directiva del Comité de Investigación en Comunicación Política de la Universidad Política Science Association. Y ha sido autor y editor de varios libros y de alrededor de 50 artículos académicos en diferentes revistas científicas.

También contamos con la presencia de la Maestra Alejandra Rodríguez Estrada, que tiene una Maestría en Ciencias con Especialidad en Comunicación Internacional y también es Doctora en Ciencias Sociales por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Monterrey, donde también perteneció al Centro de Investigación de Comunicación y actualmente es Investigadora del Centro de Estudios de Opinión y Análisis de la Universidad Veracruzana.

Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras del CONAHCYT en el nivel 1 y ha publicado también varios capítulos de libros y artículos en diferentes revistas.

También contamos con la presencia del Doctor Oniel Francisco Díaz Jiménez, también Doctor en ciencia política y estudios internacionales por la Universidad de Birmingham en el Reino Unido y actualmente es profesor titular de la Universidad de Guanajuato.

Se ha especializado en elecciones, partidos políticos, sistemas de partido, comunicación política, participación ciudadana y comportamiento electoral. También es miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras del CONAHCYT en el nivel 2 y es miembro, entre otras, de la Asociación Internacional de Ciencia Política, la Asociación Mundial para la Investigación de Opinión Pública y la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales.

Como ustedes pueden ver, tenemos un panel de súper lujo para el tema que vamos a reflexionar.

También les queremos recordar a todo el auditorio, se están circulando tarjetas para que nos hagan llegar sus preguntas.

La dinámica va a ser la siguiente: Cada uno de nuestros ponentes tendrá hasta 15 minutos para hacer una exposición inicial; y después tendremos un intercambio de preguntas y respuestas y para ello, su participación es necesario.

Vamos a empezar. Le vamos a dar la palabra a la Doctora Victoria Isabela Corduneanu.

Gracias. Adelante, por favor.

Catedrática de la Universidad Autónoma de Ciudad de México, Victoria Isabela Corduneanu: Muchas gracias.

Buenos días a todos. Gracias por asistir a este Foro.

En mi presentación utilicé sólo una parte de los textos del monitoreo; los que estuvieron en las mesas anteriores, escucharon que fueron más de 260 mil piezas de información.

Entonces, debido al tiempo y para empezar con un análisis de estos textos, desde el punto de vista, digamos, más académico, me enfoqué sólo a cuatro de las variables que se mencionaban en la primera Mesa.

En concreto, me enfoqué en la variable de valoraciones, en la variable de lenguaje no incluyente y sexista, en la variable de estereotipos de roles de género y estereotipos de discriminación fue la cuarta. Eso es sólo un principio porque sí, hay un montón de textos.

Y el objetivo de la investigación es detectar justo patrones de discriminación, estereotipos y prejuicios en la cobertura mediática, pero desde un punto de vista cualitativo.

Lo que he utilizado aquí son tres tipos de análisis, un análisis de sentimientos, un análisis crítico de discurso, utilizando el modelo de Teun Van Dijk, y un análisis crítico de discurso del mismo autor, pero inspirado en sus trabajos sobre el racismo. Entonces he adoptado estas categorías a detectar estereotipos y prejuicios sobre las personas candidatas en específico.

En primer lugar se detecta, bueno, va a ir con la parte de los análisis de sentimientos. En el primer documento de valoraciones, la polaridad del texto se distribuye de la siguiente manera: Positivo, 33.3 por ciento; negativo, 41.7 por ciento; y neutro, 25 por ciento.

Los resultados de la variable de lenguaje sexista negativa en 38.5 por ciento, positiva 23 y neutras 38.5 por ciento.

En cuanto a estereotipos sobre roles de género, la polaridad se distribuye negativa a 68.2 por ciento, positivas muy bajo 13.6 por ciento y neutras 18.2 por ciento.

En cuanto a, de estereotipos de discriminación, ninguna sorpresa, negativo 76.5 por ciento, muy pocas positivas 8.8 y neutras en 14.7 por ciento.

En cuanto lo que hemos visto en la parte de prejuicios y estereotipos tenemos prejuicios contra Claudia Sheinbaum, en específico la dependencia de Andrés Manuel López Obrador, se le ve como no una mujer independiente sino como la heredera de López Obrador y, por lo tanto, implica que las mujeres no pueden ser independientes en política. Eso va ligado con la parte de la falta de autonomía y se cuestiona su capacidad de tomar decisiones de manera autónoma y se refuerza así los estereotipos de género sobre que las mujeres necesitan apoyo masculino.

En cuanto a Xóchitl Gálvez, se le crítica mucho el estilo de campaña, se crítica su enfoque, estrategias de campaña, pero lo que importa aquí es el lenguaje condescendiente que se está utilizando. El análisis crítico de discurso nos permite también ver el tono del lenguaje.

También se le está señalando como indígena y esto abona mucho a la parte de discriminación contra la población indígena.

En cuanto a las decisiones estratégicas, se detecta que las elecciones o selecciones políticas son muchas veces cuestionadas y ridiculizadas. Nuevamente el análisis crítico de discurso nos permite ver también el tono del lenguaje y se usa mucho lenguaje despectivo, se usan términos coloquiales y despectivos como comadre, por ejemplo, para describirla.

En cuanto a Jorge Álvarez Máynez también descubrimos que la discriminación se refiere a su edad, en principio, se le ve como un joven inmaduro, que va de fiesta, que no es responsable y así se refuerzan, digamos, los estereotipos sobre los jóvenes en la política, pero también se le crítica por propuestas absurdas y de la mano con el estereotipo del joven, sus propuestas se ven como poco serias o ridículas.

¿Qué hemos visto en cuanto al lenguaje? Como decía, un lenguaje despectivo y sarcástico, se utilizan términos coloquiales, sarcasmo, diminutivos y a veces comparaciones ofensivas.

Los estereotipos de género en política, lo que vemos es nuevamente dependencia masculina, una falta de autenticidad, una competencia cuestionada. Esto es, se duda de la capacidad de las mujeres de ser realmente competitiva y por ende se duda de la capacidad de ser líderes.

También tenemos discriminación por la edad y, por ejemplo, los jóvenes están discriminados en un 24 por ciento, si vamos a la ENADIS y esto se refleja en la cobertura, bueno, por lo menos en los resultados de esas cuatro variables. Y también vemos la discriminación por origen étnico, por ejemplo, en México es de 40 por ciento y esos estereotipos negativos persisten y son reforzados con la cobertura que se le da a las personas candidatas.

Me voy a remitir ahora a algunas conclusiones. Un análisis, digamos, comparativo entre las cuatro variables, repito, son solo estas cuatro variables.

En la parte de valoraciones hay prejuicios y estereotipos contra los tres candidatos, Claudia Sheinbaum, la heredera de AMLO; Xóchitl Gálvez, un estilo de campaña y se le trata de manera condescendiente y Jorge Álvarez ridiculizado nuevamente, se utiliza mucho el sarcasmo, ridiculizado como irrelevante y con propuestas absurdas.

En la parte del lenguaje sexista tenemos también prejuicios y estereotipos de género en cuanto a la autonomía de las candidatas, se les presenta como subordinadas a las figuras masculinas. En cuanto al lenguaje despectivo y sarcástico, por ejemplo, se les llama “damitas”, que es despectivo y es un diminutivo, y esto está minimizando la seriedad de las candidatas. En cuanto a estereotipos de género nuevamente se enfatiza la dependencia y la falta de autenticidad de las candidatas. Eso se repite una y otra vez.

En cuanto a los resultados de la variable de estereotipos de discriminación, nuevamente se repiten los prejuicios y estereotipos contra Jorge Álvarez Máynez, que es presentado como inmaduro e irrelevante, se usan términos despectivos como “chavorruco, criaturita, caguamas”, o sea, totalmente los estereotipos sobre los jóvenes irresponsables. Se minimiza así la seriedad y la competencia de él como candidato.

En el cuarto documento, los resultados de la variable de estereotipos de roles de género, se descalifica a las dos candidatas con base en la relación con figuras masculinas y se utiliza nuevamente lenguaje despectivo para minimizar sus capacidades, como que se les llama “calca, comadres, damitas” y esto obviamente, nuevamente, las ridiculiza y las minimiza.

Y nuevamente se refuerza la percepción de que las mujeres en roles de liderazgo son dependientes y menos competentes.

Ahora bien, ¿por qué creo, argumento, que es importante ver esta parte de discriminación y de prejuicios? Si bien, el porcentaje no es alto, la cobertura ha sido relativamente baja como decía aquí nuestro colega, sin embargo, tenemos que tomar en cuenta el contexto.

En México persiste la discriminación y en específico, 40 por ciento de la población indígena declara que se siente discriminada, 26 por ciento de las mujeres, 24 por ciento de los jóvenes, y son exactamente esos tres grupos que han sido, digamos, no me la muevan por favor, déjenlo ahí. Es exactamente, son esos tres grupos que han sido discriminados, aunque es bajo porcentaje en este monitoreo.

En monitoreo no, en los resultados, en los medios.

¿Cuál es la importancia? Son medios de cobertura nacional, la mayoría de ellos, ¿no?, entonces, si recordamos que un solo comentario de Donald Trump provocó todo un movimiento feminista, imagínense lo que podría ser un comentario al aire de un programa matutino o vespertino que tiene miles y miles, millones de personas de audiencia.

Por lo tanto, realmente hay una necesidad de cambios culturales, una necesidad de ir hacia una política inclusiva. Tenemos que reconocer el problema, aunque sí hay mejoras, hay problemas que sí persisten y es muy importante promover un discurso inclusivo, un discurso respetuoso que reconozca la capacidad y contribuciones de todos los individuos, de todas las personas, sin importar el género, sin importar la edad, sin importar el origen étnico.

En otras palabras, una transformación cultural y fomentar una cultura del respeto.

Muchas gracias.

Consejera del INE, Norma Irene De la Cruz Magaña: Muchísimas gracias, Doctora Victoria Isabela.

No, pues ya nos fue dando ahí tres puntos para estar pensando, ¿verdad?, porque esta idea de… es muy curioso como hacía tiempo estaban preguntando si México estaba listo para tener una mujer en posiciones de liderazgo.

Y ésta ha sido una lucha, cuando estamos hablando de la paridad y cómo vamos a alcanzar lugares, y éste es el espacio donde todavía todos estos modelos de comunicación, y estos eran los que estaban buscando una acción de la audiencia, estaban buscando y querían votos, querían que participaran, y vieron en qué contexto nos están comunicando.

Yo creo que esta es parte de la reflexión que nos llevamos.

Y le vamos a dar la voz al doctor Martín Echeverría, para que nos siga compartiendo reflexiones desde otro ángulo.

Adelante, por favor.

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Martín Echeverría Victoria: Buenos días a todos.

Muchas gracias por la invitación, al Instituto, a la facultad. Mi colega y amigo Carlos Muñiz, a quien admiro mucho, y a toda la comunidad por estar aquí para escucharnos lo que tenemos que decir respecto a estos elementos derivados del monitoreo.

Mi ponencia tiene que ver un poco con lo que se discutió en la anterior mesa, pero desde el punto de vista de los efectos y del ecosistema, y respecto al problema central de la inequidad, es decir, el mandato principal del INE es vigilar la inequidad, en varias de sus manifestaciones, en tanto que no pueda haber alternancia si alguien tiene demasiado poder como para impedir que el otro llegue al poder.

Y el Instituto vigila inequidad en términos de financiamiento y también desde el punto de vista simbólico desde de los medios de comunicación.

Aquí el tema es que el ecosistema actual introduce nuevas formas de inequidad, que escapan al control, a la vigilancia y a la prevención de parte del Instituto y de gran parte de nuestro sistema político.

Y lo quiero poner sobre la mesa es cuáles son esas nuevas fuentes de inequidad, tienen que ver un poco con el ecosistema digital, pero tienen que ver un poco con otras cosas; y de dónde venimos respecto a qué atiende este monitoreo, por lo tanto, a qué es lo que no atiende.

Voy a empezar con un caso anecdótico que es de todos conocido. El caso anecdótico tiene que ver con una era de efectos fuertes de los medios informativos en la ciudadanía, tiene que ver con el paradigma de la mediatización. Ahora voy a decir qué es mediatización, para luego explicar qué es desmediatización. Este es el momento cumbre, el momento de efectos fuertes.

Si recuerdan, este es una candidatura construida casi por Televisa, digamos, por la televisión, es un hombre muy mediático, apuesto, atractivo, esto es un cuento de hadas. Por cierto, Enrique Peña Nieto tuvo una enorme inequidad en los medios de comunicación antes de la campaña, es decir, los medios se portaban muy mal en favor de Peña Nieto antes de que fueran vigilados por el monitoreo. Sospecho que algo así pasó con Claudia Sheinbaum y sospecho que algo así pasa sistemáticamente, es decir, la inequidad viene de atrás de la campaña cuando no están vigilados los medios de comunicación por este tipo de mecanismos. Para eso estaba la Ley de Comunicación Social que ha sido sostenidamente boicoteada en el Congreso, etcétera.

Y un poco la reacción colectiva de “Yo soy 132” era en función de esto, es decir, los medios tienen tanto poder que hasta ponen presidentes, por lo tanto, tenemos que salir a expresar nuestra inconformidad con todo el poder que tiene Televisa y su capacidad para maniobrar a tan altos niveles de poder.

Este problema está bien explicado en este libro de 2004 del profesor Raúl Trejo Delarbre, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, “Poderes salvajes. Mediocracias sin contrapesos”. Toda una literatura que describe cómo los medios masivos de comunicación, los medios corporativos habían llegado a concentrar tanto poder que podían poner, quitar, poder maniobrar respecto al poder como querían.

Estaba el ejemplo de Silvio Berlusconi en los años 90, tenía una cadena de televisión y en función de eso se hace presidente, etcétera, pero también había recientemente, en 2004 otros ejemplos de videoescándalos, de escándalos, etcétera, digamos, la reflexión de Raúl Trejo Delarbre, la descripción del poder enorme que tenía Televisa en su momento, sobre todo, pero también otras cadenas y que parecía que los medios de comunicación, los políticos estaban subordinados y no podían ponerles un alto por temor a que eso desbarrancara sus candidaturas y que moviera cosas.

Después de este libro, vino lo que conocemos de la Ley Televisa y vino el tema también de Peña Nieto, en fin, este libro de alguna manera fue premonitorio de la explicación de esta situación.

La explicación de esto es el de la teoría de la mediatización, esto es una teoría de Europa del Norte que explica cómo los medios de comunicación fueron adquiriendo cada vez más poder hasta de alguna manera estructurar las reacciones de los políticos, los políticos se adaptan a los medios de comunicación, obvio, ojo, medios informativos, medios corporativos y se amoldan a sus tiempos, se amoldan a sus lenguajes, se comportan, Peña Nieto es un ejemplo muy claro de un candidato de perfil mediático, pero la primera cuestión que valora esta teoría es lo que dice, la dependencia de los públicos a los medios informativos.

Es decir, cuando la comunicación política era un asunto de individuos, como lo describía el Doctor Rubén, pues no había control de los medios sobre las opiniones públicas; cuando la mayoría de las personas dependen de los medios para obtener información sobre lo que pasa en lo público, entonces es que los medios adquieren poder y esa es la premisa detrás de la cual, a la cual subyace este esfuerzo de monitoreo de medios, me parece.

Viene de épocas en donde, en efecto, las cadenas televisivas, las radiodifusoras, etcétera, eran muy poderosos y, por lo tanto, podían maniobrar para desequilibrar e incluso amenazar la viabilidad de una candidatura.

Bien, esta fue una época de mediatización fuerte.

¿Por qué creo que el sistema político, el sistema mediático, se está desmediatizando?

En dos sentidos: menor dependencia de las audiencias a las noticias de medios corporativos, por un lado; menor poder de los medios corporativos sobre el campo político, por varias situaciones.

Voy a mostrar una gráfica, esta es una información que a mí me dieron sobre un candidato a gobernador que finalmente ganó. La medición indica, esto es publicidad política, que la mayoría de las personas se expone a la publicidad política en internet y luego en la calle.

En esa gráfica ni siquiera se ve la televisión ni la radio, es de un estado de la República y ni siquiera se ve la televisión ni la radio. ¿Esto qué quiere decir? Que tiene menos del cinco por ciento y que muy pocas personas se exponen a publicidad, esto lo aclaro muy fuerte, voy a pasar otras gráficas en donde hay otro tipo de contenidos, pero se exponen a publicidad muy poco a través de la radio y la televisión, y mucho más a través de las redes sociodigitales.

Luego, los resultados de Reuters.

Si pueden observar, la mayoría de las personas consumen noticias a través de internet, Online; después redes sociales, después televisión y después medios impresos.

Esto, evidentemente, no quiere decir un declive irremediable de la televisión, todo el ecosistema suma; es decir, nunca van a desaparecer los medios impresos, por ejemplo, pero lo que se está posiblemente convirtiendo a esto son medios como más de grupos muy particulares, que consumen radio y televisión, y ya no son los otrora medios masivos, en el sentido de grandes, grandes públicos, masas, 50 millones de personas atentas a un final de telenovela o a un final del mundial.

Éste es otro dispositivo para acceder a las noticias, Smartphone, después computadoras y después tabletas, lo cual implica una exposición continua, es decir, no es nada más un tema de llegar a la emisión del fulanito de tal, principal noticiero, sino estar consumiendo noticias todo el tiempo a través de las redes sociales, ésa es la parte cuantitativa del ecosistema.

Ésta es la parte cualitativa respecto a la credibilidad de los medios.

Como observan, cada vez van perdiendo credibilidad, éste es un fenómeno mundial, hay muchos elementos ahí políticos, no nada más mediáticos, pero cuando se combinan las señales entre menos gente viendo televisión y menos gente creyendo en lo que ve en televisión, realmente me parece que la televisión y la radio están, no extinguiéndose, pero pasando a un segundo término respecto a su poder político o el poder político que tenían a tal grado de que incluso les pueden quitar el financiamiento sin temor a represalias.

Esto es cómo se enteran: Facebook, YouTube; tercero, WhatsApp, esto es poco preocupante para mí porque en WhatsApp no tenemos ni idea de qué está pasando ahí y me parece que ahí está pasando también mucha información.

¿Por qué efectos mínimos? Hay factores comunicacionales implicados. Primero, selección activa de información por parte del usuario, es decir, la gente ve lo que quiere ver y no del todo lo que les presenta los medios de comunicación, ha habido un fenómeno fuerte de evasión de noticias, la gente evita activamente las noticias porque muchas son malas, porque no coinciden con sus ideologías, pero este fenómeno está creciendo, incluso en la última encuesta de Reuters.

El problema del filtro burbuja en las redes sociodigitales, el problema de la fragmentación mediática, hay muchos medios, incluso en radio y televisión hay muchos más medios que hace 10, 15 o 20 años, de tal suerte que el efecto no es global.

Hay sobreabundancia informativa, punto cuatro, demasiada información de manera que los impactos de las tematizaciones particulares de noticias son menores. Piensen en un escándalo, en comparación entre los escándalos que tuvimos este sexenio versus el sexenio anterior, dejo de lado la variable política. Me parece que el gobierno de la 4T tiene mucha más legitimidad que los anteriores, pero es que también el ecosistema de comunicación está tan fragmentado que es muy difícil que un escándalo realmente penetre en la opinión pública.

Y finalmente, la desinformación.

Luego entonces, este paradigma desde el punto de vista comunicacional, me parece que nos lleva a efectos particularizados, no a efectos masivos donde ponías un spot y dañabas una candidatura. Esto quedó, me parece, como muy atrás.

Y hay otros efectos políticos contemporáneos también, que implican efectos mínimos de los medios masivos, televisión y radio, reideologización y política de la posverdad, es decir, guiarse por sentimientos, opiniones y prejuicios antes de qué razón.

La reideologización después de que en el periodo neoliberal un poco se asentaba, se puso detrás de las ideologías.

El tema de polarización que hace que la gente se atrinchere en sus posiciones afectivas e ideológicas, sea muy difícil convencerles de otra cosa.

El tema del populismo que está todo el mundo, que implica la desacreditación de autoridades epistémicas alternas, es decir, le figura populista desacredita al político, desacredita al científico, desacredita a otras fuentes de verdad, digamos, es la primera operación que hace y en función de eso, evidentemente, los periodistas tienen menos credibilidad.

Y en las Antípodas número 4, desafección política, el alejamiento por hartazgo de la gente, la falta de involucramiento en la política por razones, porque en nuestro país en buena medida son históricas, pero también son contemporáneas. Es decir, lo pongo en negrita, hay una resiliencia política a los efectos de los medios, te pueden llegar mensajes de la televisión, de la radio, incluso de las redes, pero tu creencia previa a la exposición se repara digamos, frente al mensaje, frente al estímulo de los medios reparas tu posición inicial y es casi impermeable a los mensajes de los medios.

Esta es la otra parte por la que sostengo que pudiéramos estar en un escenario de efectos mínimos, entendido como ya no estos grandes efectos masivos que veíamos en el pasado.

Término con esta última sección.

Nuevas fuentes de inequidad en escenarios de desmediatización. Una vez observando que los medios de comunicación ya no tienen tanto poder sobre la ciudadanía, sobre las audiencias grandes efectos masivos, sólo menciono dos nuevas fuentes de inequidad:

Primero. Fuentes de inequidad vinculadas con las plataformas, porque el acceso que tenemos nosotros a internet, no es un acceso libre, sino está mediado por plataformas que son grandes corporaciones, que tienen grandes intereses y que se gobiernan y que, por cierto, se protegen bastante bien en contra de la legislación.

La plataforma, la forma en que funcionan las plataformas, implican la atomización de los algoritmos bajo imperativos comerciales. Hay una influencia de actor dominante.

Esta es la Red de Brolan, esta es la red que articuló, bueno es la investigación de Animal Político, la red que artículo el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador de youtubers para distribuir toda la información y el artículo de Animal Político dice: “Desinformación” una gran red de desinformación constituida por youtubers, tuiteros, bilovers, etcétera. Esto dice ese reportaje, se hace con financiamiento público y surge como una especie de cámara de resonancia amplia de lo que sucede en Las Mañaneras, terminando Las Mañaneras como una suerte de epicentro.

Esto lo que revela es que el actor dominante que es Presidencia de la República por la forma en que funcionan los algoritmos de las plataformas tiene una enorme ventaja respecto a otro tipo de actores. Esta es una primera fuente de inequidad. El propio Presidente, ayer fue multado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación porque en 32 de sus Mañaneras se había pronunciado a favor de la candidata o en contra de la oposición, le salió muy barato, solo 30 mil pesos pagaron de multa, pero este tipo de redes implica que hay mucha resonancia más allá.

Y lo otro es la desinformación, desinformación como contrapeso de la información periodística, pongo algunos ejemplos muy, muy rápidos. “AMLO muy grave, tiene embolia cerebral” esto es obviamente una noticia falsa que salió durante el COVID-19, evidentemente estuvo enfermo de COVID-19, pero nunca tuvo una embolia cerebral, pero hubo una campaña masiva por la cual mucha gente y tenemos nosotros encuestas, tan solo el 15 por ciento de la población se creyó esta patraña.

Segundo, esto el INE lo ha padecido una y otra vez, mecanismos para sesgar, para intentar influir y campañas de respuesta de parte del Instituto diciendo “esto es información, puedes confiar absolutamente en el procedimiento” y esta es una desinformación que ya afecta a la propia Presidencia, con la gran campaña narco Presidente. El gobierno dice que vino de afuera, que no fue una cuestión orgánica, que fueron redes pagadas, incluso en Asia, en medio oriente, para manchar la reputación, por un lado, del Presidente, de la Presidencia y, por otro lado, de la candidata en ese entonces.

Es una enorme fuente de inequidad que esta vez funcionó en contra de la Presidencia, a veces yo creo que funciona a favor de la Presidencia.

Entonces, ¿cuál es el escenario? Primero, desmediatización. El escenario frente a observar inequidad, contemplar nuevas fuentes de inequidad, vigilarlas no solo a través del monitoreo, sino otro tipo de acciones, me parece muy importante.

Primero, desmediatización de efectos fuertes, ejemplo, Peña Nieto, casi colocar a un Presidente, etcétera; efectos débiles de los medios informativos, no quiero decir que estén extintos, lo que quiero decir es que cada vez más están atendiendo a un grupo particular de la población, no es el gran medio masivo, es un medio post masivo.

Dos, menor poder de los medios corporativos, mayor poder de las plataformas. Las plataformas no son inocentes, repito, las plataformas tienen intereses geopolíticos, económicos, corporativos, etcétera y, por lo tanto, están teniendo demasiado poder, tal vez tres efectos particularizados de los medios en ciertos grupos, en ciertos momentos, ciertas actitudes.

Y finalmente, nuevas fuentes de inequidad en la contienda, efectos inducidos. Si el INE está observando los medios y tiene que hacerlo, creo que lo tiene que hacer toda la vida, porque ese ecosistema jamás se va a retirar, me parece que hay una parte, un punto ciego enorme en el nuevo sistema de medios, que implica efectos inducidos, que no se está viendo y que me parece bien importante.

Muchas gracias.

Consejera del INE, Norma Irene De la Cruz: Muchísimas gracias, doctor Martín Echeverría.

Bueno, obviamente nos deja muchas cosas que reflexionar y nos va cuestionando qué otro monitoreo también tenemos que hacer. Obviamente, efectivamente, el ecosistema mediático es completamente distinto a cuando se pensó este modelo de comunicación para monitorearlo, con lo que nos estamos enfrentando ya en el 2024.

Le vamos a dar la voz a la doctora Alejandra Rodríguez, para que también nos comparta sus reflexiones.

Gracias.

Catedrática de la Universidad Veracruzana, Alejandra Rodríguez Estrada: Gracias.

Bueno, agradecer nuevamente la invitación y este espacio, y la posibilidad que cada vez miradas y voces de mujeres estén más presentes en estos espacios. Creo que también es importante.

A mí me interesa mucho presentar desde esta óptica obviamente, académica, pero también basada en evidencia empírica, qué está pasando con la cultura mexicana ante estos nuevos liderazgos políticos que tenemos y que además están abriendo brecha a nivel nacional, pero también a nivel global.

Entonces, centrarme en estas predisposiciones hacia las mujeres en puestos de poder, considerando los límites y estereotipos que tenemos en la cultura mexicana en específico.

En el panorama teórico que nosotros podríamos consultar, vamos a encontrar que hay mucho interés por ver qué pasa, sobre todo en Europa, con ciertos populismos de derecha que muchas veces utilizan las representaciones de liderazgo femenino para atraer el voto femenino, eso lo han estudiado autoras como “Cherry” y creo que dan lugar a también a observar y a hacernos las mismas preguntas en otras latitudes y con también contextos muy distintos.

Y observar que hemos pasado por muchas brechas en términos de género en estos liderazgos políticos y que hay un avance, pero que también es muy importante observar los matices, observar esos matices de si estos avances podríamos decir que son de forma o de fondo, y con qué categorías podríamos mirarlo, ¿no?

En términos de las percepciones, nosotros con la cultura mexicana, vamos demostrando ciertos estereotipos y límites para estos liderazgos femeninos, pero también hay distintas representaciones, estas representaciones se pueden dar en las campañas, estas representaciones se pueden dar en los encuadres de los mismos programas televisivos, radiofónicos, de los nuevos medios, etcétera.

Y las representaciones de estos liderazgos femeninos pueden ser descriptivas, que lo veríamos más como un medio o muchas veces desde lo que se estudiaba en esto que estudiaba Cherry, en términos también instrumentales.

Y ahí es donde tenemos que observar estos matices y ponerle atención.

O tenemos representaciones sustantivas que creo que eso es mucho más esperanzador, pensando en las agendas pro-mujeres, ¿no?

Y esta representación descriptiva, pues iría más asociada a medios y estas representaciones sustantivas irían más asociadas a fines.

Entonces, creo que esto nos empieza… empezamos a problematizar estos liderazgos femeninos, estamos ahí y creo que nos da muchos elementos para contemplarlo.

El panorama electoral en México, pues ya lo conocemos, tuvimos la postulación de dos mujeres y eso hace que también se abran oportunidades o posibiliten las oportunidades para muchas otras ciudadanas en términos de posiciones de poder; además, se establece una cuota de género que también ya lo conocemos. Y en este sentido, se dan extensiones, ¿no?

Ya lo mencionaba la Doctora Corduneanu, hay una resistencia también a la presencia femenina y los mismos medios están encuadrando y están presentando estas resistencias.

Pero estamos en este dilema entre el cambio y la resistencia, y los hombres y las mujeres estamos presentando estos cambios o estas resistencias y va a ser bien interesante ver cómo se han dado, ¿no?  Lo interesante será disminuir esta brecha de género, conceptualizándolo hacia el cambio.

Y por lo tanto, estas percepciones son relevantes para contemplar la contienda, considerando que las mujeres, además, estamos representando el 52 por ciento de la Lista Nominal y seguimos representando una mayor participación electoral. Esto ya lo conocemos. En términos de las representaciones y percepciones de las mujeres.

En términos de las percepciones e ideología, cómo se está percibiendo esta liderazgo político femenino; las divisiones sociales, como la clase o la división entre el campo y la ciudad, siguen siendo más importantes o más explicativas para explicar que el género. Eso lo podemos encontrar en la literatura.

Sigue importando más la educación que el género en términos de percepción; e importa más la ideología política que el género. Pero no perdamos de vista esto con los datos que vamos a presentar a continuación.

En términos de estereotipos y las percepciones, se percibe a las mujeres como más moderadas y menos corruptas, esto en diferentes autores y estudios.

Las mujeres en puestos políticos de poder son percibidas como más de izquierda que los hombres en posiciones similares. Ahora, esto en términos de percepciones.

En términos de representaciones, si una mujer se suele vincular más a la izquierda puede tener representaciones sustantivas, si se fijan en cuestiones como su vestimenta, sus relaciones familiares o las relaciones que pueda tener con algunos otros colegas.

Y en términos, eso sería en términos descriptivos. Y en términos sustantivos tiene que ver más con la agenda y si esta agenda, como les decía, estaría vinculada a la agenda pro-mujeres.

La representación de las mujeres de alto nivel, entonces, reduce los estereotipos de género de toda una base de mujeres.

Por lo tanto, se van a examinar o vamos a hacer este breve recorrido de entre las actitudes y juicios de la sociedad mexicana hacia la aptitud de las mujeres en puestos de poder y su ejercicio, tomando en cuenta los datos, los últimos datos que fueron de 2023 de la encuesta LAPOP para el caso mexicano sobre las percepciones del liderazgo femenino y sus roles de género considerando el aspecto de lo público, mujeres y hombres frente a la corrupción, mujeres y hombres frente a la economía y mujeres y hombres frente a su propio liderazgo, en términos perceptivos.

Entonces, será importante analizar los límites culturales que se establecen a las mujeres en roles de liderazgo tomando en cuenta esta última encuesta.

Se propone también, la siguiente hipótesis, la orientación ideológica de izquierda suele favorecer la percepción de las mujeres en puestos de poder, de acuerdo a la literatura consultada, los hombres de zonas rurales parecen tener percepciones menos favorables hacia las mujeres que frente a los hombres de zonas urbanas.

Pues la metodología, no me voy a detener, pero bueno, ustedes pueden consultarla también en la encuesta de LAPOP.

Estas son las medidas que se consultaron. En cuanto al liderazgo femenino político sí consideraban que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres y si ustedes están de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo.

Me voy a los generales en cuanto a política. De acuerdo a los datos de LAPOP 2023 las mujeres reportaban estar menos interesadas en la política en un 37 por ciento mientras que los hombres reportaban en su mayoría estar un poco interesados en un 35 por ciento.

Las mujeres tienen una orientación o reportaban una orientación ideológica más de izquierda frente a los hombres que era más de centro derecha.

Las mujeres reportaban una simpatía partidista mayoritaria por Morena en un 80 por ciento, pero no mayor a la de los hombres en un 86 por ciento.

Ellas votaron, en 2018, mayormente por Morena, en un 76 por ciento; pero no más que los hombres, en un 82 por ciento.

Ellas reportaron ir a votar más, en un 72 por ciento; frente a los hombres, en un 68. Ellas señalan que la siguiente elección votarían por el partido del Presidente, en un 50 por ciento; mientras que los hombres señalaban que lo harían, en un 56 por ciento.

En cuanto a la percepción de los roles políticos, podemos observar que en la región urbana los hombres consideraban que los hombres eran más corruptos que las mujeres y las mujeres consideraban que las mujeres eran mejores en gestión de la economía.

En la región rural, los hombres consideraban, en un porcentaje más alto, que los hombres solían ser más corruptos y tanto hombres como mujeres consideraban en un 50 por ciento que las mujeres eran mejores en la gestión de la economía. Los hombres son mejores líderes políticos y los hombres estaban de acuerdo con eso, mientras que las mujeres estaban en desacuerdo con tal afirmación.

Por lo tanto, podemos observar algunas correlaciones, en donde podemos ver que en esta escala, de izquierda a derecha, los hombres son mejores líderes políticos y, por lo tanto, los y las ciudadanas que reportan ser de derecha se relacionan con estar más de acuerdo con que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres.

En cuanto al nivel de educación, las y los ciudadanos que reportan mayores niveles educativos se relacionan con estar en desacuerdo con que los hombres son mejores líderes políticos.

En conclusión, se considera que hay que retomar o que tenemos que estar en consciencia de estas categorías de la literatura, que nos van a permitir identificar la preocupación por la agenda de mujeres y de hombres, más allá de las percepciones de género, vinculadas a la representación sustantiva y descriptiva. Y ampliar esta discusión sobre el uso instrumental que se puede o no tener de las candidatas o líderes en puestos de poder.

Aunque los hombres están más interesados a partir de lo que revisamos en los resultados, en la política tienen una orientación ideológica menos de izquierda que las mujeres. Las mujeres no tienen tanta simpatía por el partido en el poder como los hombres, seis puntos menos y las mujeres tienen más ejercicio electoral, y reportaron ir a votar en un mayor porcentaje, así como mencionaron que la siguiente elección también votarían.

La ciudadanía con orientación ideológica más de izquierda tiene preferencia por los liderazgos femeninos, los hombres de zonas rurales tienen mejor percepción de las mujeres en el ejercicio que implican los liderazgos.

Es por todo esto que resulta pertinente observar en hombres y mujeres, las percepciones de forma, lo que aparenta, y lo de fondo, lo que se propone; y observar qué tanto se puede o no vincular a las representaciones sustantivas que serían de fines, o descriptivas que serían de medios.

Gracias.

Consejera del INE, Norma Irene De la Cruz Magaña: Muchísimas gracias, Doctora Alejandra Rodríguez.

Pues varios temas aquí para reflexionar, porque no solo tiene que ver con la percepción, hace rato ya nos mostraban los diferentes estereotipos que las mismas piezas informativas te están proporcionando y este otro elemento para ir… hay varias preguntas bien interesantes que ya tendrán tiempo, pero vamos primero a escuchar al Doctor Oniel Francisco Díaz, que es su turno y nos estará compartiendo también su nueva publicación.

Universidad de Guanajuato, Oniel Francisco Díaz Jiménez: ¿Sí se escucha, verdad?

Bien, hace un momento en la mesa anterior, coincidía con los colegas en el sentido de que tenemos un ecosistema mediático cada vez más complejo, es decir, por un lado como bien creo que de manera muy comprensiva, el Doctor Martín nos ha señalado cómo el sistema de medios es distinto del que teníamos hace 12 o incluso de una década muy probablemente, es significativamente distinto, y estos cambios pues obviamente nos invitan a reflexionar cuál es el papel de otros, digamos, canales de comunicación y de información política al cual acceden los ciudadanos y qué efectos pueden tener estos canales.

Ahora, yo diría que no solamente ha cambiado el sistema de medios, de hecho, lo que ha cambiado es el sistema político y el sistema de partidos también, es un sistema de partidos significativamente distinto el que tenemos al que teníamos hace una década, con nuevos actores, digamos, incluso podemos decir que es un sistema de partidos pues nuevo o de alguna forma o de alguna forma significativamente distinto al sistema de partidos que teníamos con el PRI, el PAN, el PRD, hace una década como los partidos fuertes.

Y hoy tenemos un sistema en donde pues tenemos un nuevo partido, un partido que tiene un predominio, con un líder político, digamos, con un carisma muy particular y que parece ser, pues, de alguna manera, pues un actor que tendrá consecuencias, digamos, para la política mexicana en las décadas por venir incluso.

Entonces, en ese sentido, coincido en que se tiene que averiguar cuál es el impacto precisamente de los mensajes que tienen estos actores políticos, son nuevos actores políticos en las actitudes y en el compromiso democrático de los ciudadanos, no solamente a través de los canales tradicionales, sino también a través de los canales que ya no son nuevos.

Este trabajo está centrado en el tema de cuáles son los efectos de las conferencias matutinas comúnmente llamadas las mañaneras del Presidente, no en este proceso electoral porque los datos son del proceso electoral anterior, hubiera sido deseable tener este estudio, replicarlo en 2024, pero de alguna forma sí nos arroja resultados interesantes que invitan a que sigan haciendo estos proyectos con estas encuestas también para poder ver cuál es el impacto que tienen diversos canales de comunicación sobre aspectos importantes de la cultura y la participación cívica de los ciudadanos en México.

la pregunta de investigación se centra en lo que sería el principal canal de comunicación gubernamental, de comunicación política gubernamental durante la Administración del Presidente López Obrador, que es esencialmente las conferencias matutinas, las famosas mañaneras que, incluso, ya decía Martín, han sido objeto también de estudios para ver cuál es, incluso, la relación que tienen conferencias y cómo esta información es replicada por youtubers y por un montón de actores dentro del nuevo ecosistema mediático y, obviamente, qué impacto pueden tener estas conferencias matutinas y los mensajes del Presidente López Obrador en el electorado y en la ciudadanía básicamente, ¿no?

La pregunta es muy simple, ¿cuál es el impacto que ha tenido, digamos, la exposición a las conferencias matutinas del Presidente en un aspecto central de la cultura cívica y de la participación ciudadana de los mexicanos? Que es la confianza en las instituciones políticas y también en la información que reciben de los medios de comunicación, esencialmente.

Y brevemente, no ahondaré mucho en las cuestiones teóricas, pero hay diversas explicaciones de por qué la gente confía o desconfía en las instituciones políticas tradicionales y también en la información que recibe de los medios de comunicación, que son instituciones centrales de un Sistema político democrático.

Hay explicaciones que dicen: “bueno, la gente confía en las instituciones políticas cuando estas instituciones tienen un buen desempeño”; es decir, si el INE organiza bien una elección entonces tendrá, se verá un incremento en la confianza en la institución por parte de los ciudadanos, por el contrario, entre aquellos que consideren que tuvo un desempeño negativo o no satisfactorio, pues tenderán a desconfiar y esa se reproduciría para todas las instituciones, ¿quién confía en el Presidente? Pues aquellos que consideran que ha hecho un buen trabajo. ¿Quiénes desconfían de la Presidencia de la República? Pues aquellos que consideran que han hecho un mal trabajo.

Y esta, digamos, es una explicación simple, pero es una de las teorías importantes para explicar por qué la gente confía o no en las instituciones políticas, ¿quién confía en los medios y en la información de los medios? Bueno, pues quienes creen que esa información es verídica, quizás sea un buen trabajo periodístico, ¿quiénes desconfían? Los que piensan lo contrario.

No obstante, hay otras explicaciones, por ejemplo, en las teorías de la comunicación que mencionaba hace un momento el Doctor Martín Echeverría, pues también hay quien dice: “Hay tanta negatividad en el ecosistema mediático, tanta negatividad en el sistema de medios que los ciudadanos empiezan a ser desafectos y desconfiados”. Las teorías famosas del videomalestar que también tanto ha investigado el Doctor Carlos Muñiz, que dicen: “bueno, la gente empieza a hacerse sínica, desconfiada, la gente empieza ya de entrada a creer que todos los políticos son iguales y que todas las instituciones políticas lo hacen mal y que hay que desconfiar de ellas y de los políticos en general”.

Entonces, esta también es otra teoría explicativa, los medios a veces pueden favorecer la confianza en las instituciones o también en algún momento dado pueden favorecer la desconfianza en ellas.

Otra teoría se centra más bien en las expectativas de los ciudadanos, no es que las instituciones políticas lo hagan peor de lo que lo habían antes, lo hacen igual de bien o igual de mal, regular, lo que pasa es que diría Pippa Norris “los ciudadanos hoy en día, las nuevas generaciones son mucho más exigentes y demandantes respecto a lo que esperaban de las instituciones políticas”, nuestros padres o nuestros abuelos que realmente decían: “bueno, con que lo hagan regular, estoy satisfecho o satisfecha”. Los nuevos ciudadanos, las nuevas generaciones dicen: “no, queremos, tenemos altas expectativas de las instituciones democráticas”, es decir, y si no son satisfechas estas expectativas, entonces, pues viene una creciente desconfianza.

Es decir, las instituciones son iguales o muy similares a como eran en el pasado, lo que ha cambiado es que ahora queremos más de ellas y esperamos más de ellas y si no lo obtenemos pues nos volvemos más desconfiados y más críticos de sus actuaciones.

Pero otra más, una línea de investigación más reciente, que es la que estaríamos ahorita abordando, es la que dice, quizá también tiene que ver con que hay actores políticos muy poderosos, bien posicionados, que tienen, digamos, una prominencia importante, tanto en el sistema político como en el sistema de medios, si pensamos prácticamente en ejecutivos, presidentes, primeros ministros y se nos viene a la mente López Obrador, Donald Trump, Nayib Bukele, Bolsonaro, es decir, estos líderes políticos que tienen o tuvieron mucha fuerza, mucha influencia y cuyos ataques verbales, sostenidos, a las instituciones políticas, porque son ataques que vienen desde dentro, o sea, vienen desde dentro de las instituciones políticas y esos señalamientos contra otras instituciones políticas, van generando también una cierta desconfianza.

Pensemos en este momento en la elección de 2021, en esta menos, pero en la del 2021 me parece que fue más evidente, que el Presidente López Obrador, incluso hasta el INE alguna vez sacó un estudio y decía, bueno, en tantas Mañaneras del Presidente se ha mencionado a la autoridad electoral y siempre se le menciona de manera sistemáticamente negativa, señalando lo que ha dejado de hacer, lo que hace mal, que está sesgada, etcétera, por el mismo Presidente de la República.

Aquí la pregunta sería ¿qué efecto tienen estos ataques constantes o podrían tener en la confianza en las instituciones de nuestro sistema democrático?

¿Qué es lo que hicimos?

Bueno, recurrimos a una encuesta representativa de un proyecto CONACYT, al cual nos invitaron amablemente tanto Carlos como Martín, a participar; una encuesta que se hizo de elección, de 2021 y lo que hicimos fue, primero, un análisis para ver las dimensiones de la confianza entre los ciudadanos, básicamente e identificamos dos dimensiones: que la confianza no es así como tan homogénea como se esperaría, más bien, podemos encontrar, creo que aquí queda mucho más claro, este es un análisis factorial por componentes principales, que distingue e identifica que los ciudadanos tienen como que dos grupos de instituciones en términos de confianza.

Por un lado, estarían agrupadas el gobierno federal, la Presidencia, el Congreso, el Ejército y la Marina, los políticos en general y los partidos. Y por el otro, curiosamente los ciudadanos identifican más bien al Instituto Nacional Electoral, jueces, magistrados y fiscales, y las organizaciones de la sociedad civil. Lo cual es interesante.

Quiere decir que los ciudadanos, al momento de confiar o no confiar en las instituciones, identifican que unas están como que de un lado y otras están como que del otro lado, es decir, esto es muy interesante y curiosamente, de un lado están instituciones que podríamos decir que están bajo el control o tienen mayor capacidad de control del Ejecutivo Federal, que serían como que más pro 4T, vamos a decirlo de esta manera, más afines al proyecto, al plan de gobierno del Presidente.

Y por el otro, estarían instituciones que, más bien aparecen como contrapesos, como instituciones más adversariales, es decir, que establecen límites, ¿no?, el Poder Judicial, el propio Instituto Nacional Electoral, las organizaciones de la sociedad civil que también tanto ha atacado el Presidente en muchas de sus mañaneras, ¿no?

Y lo interesante es: ¿Qué pasa con los mensajes de Las Mañaneras, con los ataques del Presidente? Quien se expone a Las Mañaneras tiende a confiar o a desconfiar en estas instituciones y los resultados son, pues de alguna forma, interesantes, al menos para mí lo son.

Las hipótesis son muy simples:

Como primera hipótesis, aquellos ciudadanos que se expongan más a Las Mañaneras del Presidente como fuente de información política, tenderán a confiar más en las instituciones que consideran que son afines al Presidente, pero por otro lado, tenderán a desconfiar de las instituciones que consideran que son contrarias o adversarias al Presidente y a su proyecto, y también en la información que reciben de los medios de comunicación, pues tradicionales, ¿no?

Y los resultados del estudio los realizamos con una encuesta tipo panel, que tiene dos olas, una ola digamos intermedia en el proceso electoral de 2021 y una ola pues electoral un poco después de que termina, no los voy a aburrir un poco con los pormenores de esta encuesta, es una encuesta representativa, un estudio tipo panel.

Y los resultados, aunque aquí no se van a ver, no le presten mucha atención a las tablas porque ni van a ver desde allá, yo les digo más o menos lo que dice.

Lo que dicen es que se confirman las hipótesis, es decir, aquellos ciudadanos que se exponen más a Las Mañaneras, tienden por un lado, a confiar más en las instituciones que consideran cercanas al Presidente, es decir, El Ejército, La Marina, El Congreso, el mismo Gobierno Federal y la propia Presidencia; pero tienden a desconfiar más de aquellas instituciones que consideran que son una especie de freno, una especie de contrapeso, una especie de límite al proyecto del Presidente, es decir, el INE, los jueces magistrados, digamos, lo que sería básicamente el Poder Judicial, las organizaciones de la sociedad civil y no solo eso, también tienden a ser más desconfiados de las, digamos, informaciones que reciben de los medios de comunicación.

Entonces, pues el trabajo lo que trata de capturar es cuáles son las consecuencias de este enfrentamiento que ha habido a lo largo de todo el sexenio, en algunos momentos con mayor intensidad en uno, en otros momentos con menos intensidad, entre el Presidente y las instituciones, primero, las que le son afines, digamos, pero también con aquellas que no le son afines o los propios medios de comunicación.

Creo que todos los que hemos visto una mañanera sabemos que es muy común que él en su mañanera ataque a las instituciones que siente que no le son afines, que no están a favor de su proyecto, y también a los medios de comunicación. De hecho casi casi todas las mañaneras siempre es un episodio de confrontación con algún medio de comunicación, articulista, comunicador, periodista, etcétera.

Me parece que esto es interesante porque de alguna forma nos dice, y esto es con las dos olas, es decir, tanto con la primera ola, como con la segunda ola se dan resultados muy similares, a la mitad del proceso electoral, pero también al final del proceso electoral.

Esto nos invita a reflexionar, porque en muchas ocasiones escuchamos a los medios y dicen: “No, es que el Presidente con sus ataques vulnera a las instituciones”. Bueno, yo diría que no a todas, es decir, en principio tiene un efecto favorable al incrementar la confianza en las instituciones más tradicionales de un sistema político, el mismo Presidente, el Ejecutivo, el Congreso, los partidos, los políticos en general.

Pero tiene un efecto negativo en instituciones que para el caso mexicano son muy importantes, ¿no? El Poder Judicial, la autoridad electoral, las organizaciones de la sociedad civil, es decir, de alguna manera nos dice que tiene un efecto diferenciado, no todo en política es bueno ni todo en política es malo, eh, cosas buenas, cosas malas.

Y me parece que con las mañaneras sucede algo similar, es decir, pueden incrementar la confianza, en todo el mundo la preocupación es que la confianza en el gobierno y las instituciones políticas representativas tradicionales, el Congreso, el mismo Presidencia, las mismas presidencias, los ejecutivos vienen a la baja.

Bueno, en el caso mexicano, quizá el discurso del Presidente ha contribuido a incrementar la confianza en esas instituciones que son centrales en todo el sistema político.

Pero por otra lado, quizá ha contribuido a erosionar la confianza ciudadana en las instituciones que también son importantes para el caso mexicano, como el INE o las organizaciones de la sociedad civil, o el Poder Judicial o también la información que los ciudadanos reciben de los medios de comunicación que son contrarios, quizá, ideológicamente al Presidente.

La otra cuestión es que tampoco nada más es un efecto de las mañaneras, es decir, en general los ciudadanos que no están satisfechos con la democracia en México, que no están satisfechos con el desempeño de las propias instituciones, digamos, que son apáticos, que son poco interesados en política, pues también en buena medida tienden a desconfiar de las instituciones, ya sea de las del primer grupo afines al Presidente o de las que son más adversariales al Presidente, y esto es porque es entendible, es decir, al final de cuentas no están satisfechos con el desempeño del Sistema político democrático que tenemos.

Entonces, no solamente es un efecto de las mañaneras, sino que hay otras variables, incluso con un efecto más fuerte que la propia exposición a las conferencias del Presidente, las que determina la confianza o la desconfianza en estas instituciones políticas.

Y bueno, el texto ya está publicado, se publicó en la Revista Mexicana de Opinión Pública de la UNAM en su número 35 y les agradezco mucho.

Muchas gracias.

Consejera del INE, Norma De la Cruz Magaña: Muchísimas gracias, Doctor Oniel. Bien interesante.

Tenemos aquí unas preguntas, la dinámica, si les parece, les leo las cuatro preguntas y ya cada uno toma una y tenemos hasta dos minutos por pregunta, las que tenemos hasta el momento.

Nos preguntan, ¿qué papel juegan las redes sociales y plataformas digitales en la formación de opiniones públicas y cómo se diferencian de aquellas generadas por medios tradicionales, televisión y radio?

La primera pregunta, no sé quién, ahorita las organizamos.

La siguiente es, ¿cuál es el mayor reto o desafío que enfrenta la democracia en esta era digital y con la saturación mediática de información?

¿Cuál es la mejor manera de discernir entre información veraz y desinformación?, ¿qué puede hacer la ciudadanía para luchar contra las noticias falsas?

Tenemos esta otra, ¿cómo podría la cobertura mediática apoyar o incentivar la participación informada y responsable de la ciudadanía y así mejorar el proceso democrático?

¿Empezamos contigo? Sí, dale, sí, sí, tú dale, por favor.

Catedrática de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Martín Echeverría Victoria: La pregunta dice ¿cuál es la mejor manera de discernir entre información veraz y desinformación? y ¿qué puede hacer la ciudadanía para luchar contra los fake news? Aquí me gustaría entrar a un debate, una primera respuesta de algunos estados es: educa a la gente a reconocer fake news, es un proceso de largo aliento que se llama alfabetización, en un primer momento alfabetización mediática, alfabetización digital, alfabetización informativa, pero es dotar a las personas con los criterios para reconocer cuándo están frente a información falsa y cuándo están ante información verdadera, periodísticamente, profesionalmente producida.

Esta respuesta que los ciudadanos sean educados, a mí me parece insatisfactoria porque me parece que hay una enorme responsabilidad del Estado para poner en cintura a las plataformas. Las plataformas generalmente tienen una naturaleza de autocorrección, cuando las van a legislar hacen esfuerzos de cabildeo, se acercan a los legisladores, más o menos dan respuestas satisfactorias que tranquilizan a la gente y salen incólumes, es decir, no son legislados, no son supervisados, no los llaman a rendir cuentas, etcétera.

A mí me parece que hay una enorme responsabilidad de parte de las plataformas, por la forma en que están gobernadas, por la enorme codicia que tienen para generar, para monetizar los contenidos, por la forma en que no están ejerciendo los controles necesarios, muchos de calidad, etcétera. A mí me parece que están dejando pasar mucha desinformación y creo que el Estado mexicano, por supuesto, debería entrarle a cuestionar, a pedir cuentas y en una de esas a regular.

Han sido muy hábiles las plataformas, son enormes corporaciones, para intentar hacer equivaler lo que pasa por sus plataformas con la libertad de expresión, de tal suerte que si tú normas las plataformas entonces estás censurando a los ciudadanos.

Yo estoy en desacuerdo con esa posición, los algoritmos funcionan de tal suerte que reflejan intereses, contribuyen al funcionamiento corporativo. Entonces, me parece que es de dos, por un lado, sí, los ciudadanos más conscientes, etcétera, pero también el Estado y la regulación de estas plataformas.

Consejera del INE, Norma Irene De la Cruz Magaña: Muchas gracias.

¿No sé, doctora, si quieres tomar algunas?

Catedrática de la Universidad Veracruzana, Alejandra Rodríguez Estrada: Sí.

A ver, ¿qué papel juegan las redes sociales y plataformas digitales en la formación de opiniones políticas y cómo se diferencian de aquellas generadas por medios tradicionales?

Bueno, el hecho que haya una posibilidad de interacción en las plataformas digitales podría posibilitar o nos daría la idea de que habría un espacio para deliberar y discutir, sin embargo, hay muchos estudios que han demostrado lo contrario, que se prestan para la descalificación y para las provocaciones entre los usuarios.

Entonces, tampoco podríamos ser tan optimistas con estos nuevos medios, frente a los medios tradicionales, pero el hecho que tengamos más plataformas para informarnos, aunque también para desinformarnos, pudiera presentar un panorama, hasta cierto punto optimista, porque hay acceso a la información.

Entonces, habría que hacer un amplio análisis de todos los estudios que hablan de este papel que juegan los nuevos medios frente a los medios tradicionales. Lo que sí, hay estudios que dicen que en ciertos contextos podrían propiciar participación política en contextos online y offline, algunos positivos y otros negativos.

Pero me parece que habría que irse a las particularidades de cada uno de los estudios, para observar cómo son estos efectos como tales.

Consejera del INE, Norma De la Cruz Magaña: Muchísimas gracias.

Adelante, Doctora, por favor.

Universidad Autónoma de Ciudad de México, Victoria Isabela Corduneanu: Bueno.

¿Cómo podría la cobertura mediática, apoyar o incentivar la participación informada y responsable de la ciudadanía y así mejorar el proceso democrático?

Bueno, en primer lugar, yo no le dejaría este papel solo a la cobertura mediática, o sea, no podemos dejarle la responsabilidad a los medios, ¿no?, ni inferir una relación directa causal entre mejor cobertura, quién sabe qué es mejor cobertura, yo no lo sé, y participación informada y responsable que tampoco sé exactamente qué quiere decir eso.

Entonces, la democracia es un cúmulo de instituciones, de interacciones entre los ciudadanos y varias formas de participación.

Lo que puedo yo mencionar son dos teorías clásicas, la del círculo virtuoso de Pippa Norris que dice: “a mayor información, mayor participación”. O sea, y al revés, o sea, es un círculo vicioso, más se informan más participan, más participan más se informan.

Y la teoría opuesta de James Capella que es la del cinismo, que sostiene que la cobertura mediática, por su naturaleza negativa, sensacionalista, hoy en día también las Fake news, están desestibando la participación ciudadana.

Y todavía se están proporcionando evidencias de un bando y del otro, pero en mi opinión, yo creo que tenemos que tomar en cuenta más variables que la cobertura mediática, no lo podemos dejar solo la responsabilidad de los medios.

No sé si mis colegas quieren decir algo, Oniel.

Catedrático de la Universidad de Guanajuato, Oniel Francisco Díaz Jiménez: Yo coincido con Isabela, yo creo que es una cuestión mucho más compleja, más allá de meras políticas de comunicación, ya que busquen regular mejor a los nuevos actores.

Pero sí, coincido totalmente con lo que dicen mis colegas.

Voy a tratar de abordar un poco ésta.

¿Cuál es el mayor reto o desafío que enfrenta la democracia en esta era digital y con la saturación mediática e información de la que ya nos habló el Doctor Martín Echeverría?

Yo creo que tal vez a veces hay una especie como de pesimismo, ¿no? Yo creo que este ecosistema mediático o este Sistema de medios es mucho más plural, más diverso al que teníamos hace 30 años.

En ese ecosistema mediático, una empresa como Televisa, precisamente lo que decías, tenía esa capacidad, Azteca y Televisa, de establecer agenda, ¿no? Y los efectos mediáticos eran muy poderosos. De hecho los estudios sobre eventos de campañas en ese tiempo, mostraban efectos devastadores, ¿no?

Y yo creo que quizá estamos mejor en este ecosistema. No sé tú qué pensarías. Pero yo creo que el hecho de que no tengas desde una visión más pluralista, tipo a la Robert Dahl, ¿no? Pues el hecho de que el poder mediático también esté más disperso, no esté tan concentrado, pues es favorable porque quizá, los mensajes de unos se anulan con los mensajes de otros; entonces creo que hay mucho pesimismo, es decir, pensamos en los efectos negativos de esta saturación mediática en los medios sociodigitales, y esto lo vemos, a veces, como algo muy catastrófico.

Algo que no decía yo o  que no dije hace un momento, en el caso de los efectos de las mañaneras, pues sí, reaccionar en la confianza en los medios y en ciertas instituciones.

Pero aquellos que se informan, por ejemplo, en los medios tradicionales, televisión, radio, confían más, de acuerdo con la Teoría del círculo virtuoso, pues en estas instituciones como el INE o el Poder Judicial. O sea, me parece que es un ecosistema que permite que actores con diversos intereses y objetivos políticos compitan para tratar de convencer a las audiencias, a la opinión pública, y es un ecosistema que permite precisamente que esta competencia sea más plural, que no esté tan sesgada o tan, digamos, dominada por actores como la televisión tradicional hace 20 o 30 años.

Entonces sí creo que a veces también habría que pensar en que los desafíos no tiene que ser entendidos como algo negativo del nuevo ecosistema mediático, sino quizá como algo que es, que así va a ser, que se puede regular, pero que nunca va a llegar a ser perfecto ni va a llegar a ser como el óptimo, por decirlo de alguna manera, y que quizá estamos mejor de lo que estábamos, digo, ahí está el caso de Brexit y otros más, que también llama la atención de los peligros, los riesgos del nuevo ecosistema mediático, pero que de alguna forma creo que estamos mejor de lo que estábamos, quizá. Al menos que Televisa ya no pueda construir una candidatura como la de Peña, perdón, pero eso es muy positivo, la verdad, ¿no?

Consejera del INE Norma Irene De la Cruz Magaña: Hemos llegado al final de las preguntas y bueno, obviamente, en esta Mesa ha sido bien interesante escuchar estas diferentes perspectiva.

Estamos hablando sobre la influencia de los contenidos mediáticos sobre las actitudes y comportamientos de la ciudadanía, y el desarrollo del compromiso democrático, para empezar las especialistas y los especialistas nos deja en claro que no depende solo de los medios.

Uno, que estamos en un contexto diferente a nuestro sistema político electoral y el sistema de comunicación política de nuestro país que se fue reformando. La última que tuvimos fue en el 2006 que respondía a esta realidad. Pero ahorita estamos en el 2024 y tenemos otra vez estos nuevos, la relevancia que tenían aquellos medios y los que tienen ahora las plataformas digitales.

Aquí nos ponía Martín y lo comentamos, una gráfica bien interesante, ahora la población se informa por las plataformas digitales. Y en esa gráfica había algo que a mí me llamaba la atención, nos puso seis, de esas seis, tres son de una misma empresa, o sea, Facebook, WhatsApp, Instagram. Entonces, aquí volvemos a la misma discusión que teníamos hace 30 años, o sea, los medios de comunicación son empresas, son empresas, sí, tienen una función social pero lo que los mueve es las ganancias.

Y algo que nos queda claro es que estas plataformas digitales funcionan en ese mismo modelo de negocio y donde aquí el negocio lo que les da ganancia no es la información es los datos que nosotros les damos. Entonces, aquí ya se vuelve otra complejidad.

Cómo vamos, es también curioso cuando nos hablan de todas estas actitudes, estereotipos y toda esta carga todavía que está presente en cada uno de los mensajes que estamos lanzando, es otro tema que tenemos que considerar desde las instituciones, ¿cómo estamos comunicando?, ¿cómo le estamos llegando a la ciudadanía?, ¿estamos teniendo ese efecto?, ¿de verdad creemos que si hacemos spots con eso vamos a cambiar actitudes y comportamientos? Yo creo que no, pero hay que discutirlo.

También cuando hablamos de la cobertura, ¿para qué hacemos el monitoreo? Es suficiente nada más contar cuánto dijeron, qué se dijeron y aquí viene lo importante, el cómo, qué más nos están reafirmando y qué temas nos tenemos que llevar cada uno de los diferentes actores, porque ya vimos que no lo van a solucionar los medios, no se va a solucionar solo con regulación, con nuevas reglas porque también nos han enseñado que cuando hacemos reglas se encuentran maneras para darles la vuelta.

Obviamente, nos habla de un problema bien completo y obviamente estos espacios nos ayudan para ir marcando líneas y poder ir construyendo respuestas porque no hay una respuesta, pero respuestas que nos ayuden a tener una mejor comprensión de este fenómeno.

Y con esto terminamos esta Mesa.

Agradecemos muchísimo su atención, su participación. Y a todas las personas que nos siguen en las plataformas digitales, también.

Por favor, no se vayan, hay una tercera mesa y también va a estar bien interesante.

Por favor, un aplauso para nuestros y nuestras panelistas.

Presentadora: Agradecemos a las personas ponentes de esta segunda mesa, así como a la moderadora de la misma, por sus intervenciones.

En breves instantes continuaremos con la tercera mesa del foro, titulada: “La experiencia de los partidos políticos en el monitoreo noticioso del Proceso Electoral 2023-2024”.

Continuamos en unos momentos.

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