Ante la proximidad de las elecciones, a menos de cinco meses de que se lleven a cabo el próximo 2 de junio, y a sólo mes y medio del arranque de las campañas que comienzan el primero de marzo y culminan el 29 de mayo de este año, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha venido realizando una serie de trabajos importantes en torno a la organización y desarrollo de la elección más grande que tendrá nuestra nación.
Entre las múltiples acciones que se encaminan en el presente proceso electoral y que muchas tendrán su clímax en las campañas electorales, se encuentra la organización de los debates presidenciales, mismos que constituyen un espacio inigualable para que las personas candidatas a la Presidencia de la República presenten ante las y los electores sus propuestas dirigidas a beneficiar a la población y en donde podremos observar el conocimiento, templanza y madurez de quienes quieran lograr la simpatía del electorado que les otorgue su voto. Estos ejercicios han sido referentes importantes de la concientización de la importancia de participar en las elecciones teniendo elementos para un voto informado.
En este sentido, el INE, a través de su Consejo General, su máximo órgano de dirección aprobó el pasado 16 de noviembre del año pasado las Reglas Básicas para los debates, en las que se establecieron las directrices generales que deberán observarse en el diseño de los formatos y la ejecución de los tres debates determinados por la Comisión Temporal de Debates creada exprofeso para la atención de este importante ejercicio democrático.
Del mismo modo, el pasado 7 de diciembre de 2023 el Consejo General del INE aprobó los formatos específicos de los debates presidenciales en los que se destaca el papel de las o los moderadores, así como la participación de la ciudadanía, el formato que tendría cada uno de los debates y las tres temáticas a desarrollar: “La sociedad que queremos” (formato A), de donde sobresalen temas como educación, salud, transparencia y combate a la corrupción, grupos vulnerables y violencia contra las mujeres, entre otros, en los que habrá participación de la ciudadanía mediante las redes sociales; “La ruta hacia el desarrollo de México” (formato B,) en donde serán analizados temas como la economía, el empleo y la inflación, la pobreza y la desigualdad, entre otros, en los que habrá pregunta desde diversas plazas públicas del país; y finalmente la temática “Democracia y gobierno: diálogos constructivos” (formato C), donde se abordará la política social, la inseguridad y el crimen organizado, migración, democracia, división de poderes, entre otros.
Bajo este contexto, la Comisión Temporal de Debates, que tengo el honor de presidir, aprobó someter al Consejo General el formato y las sedes de cada uno de los tres debates presidenciales.
Es así que el primer debate se realizará, por primera vez, en las oficinas centrales del INE el próximo 7 de abril bajo el formato A (preguntas de redes sociales); el segundo debate se llevará a cabo en los Estudios Churubusco, el 28 de abril bajo el formato B (preguntas realizadas directamente por la ciudadanía), y el tercer debate se llevará a cabo el 19 de mayo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco bajo el esquema del formato C (sin participación ciudadana, “cara a cara entre las personas candidatas a la Presidencia de la República).
Esta determinación implicó para la Comisión Temporal de Debates un total de 20 visitas a diversos centros con la finalidad de revisar si las mismas reunían los requerimientos técnicos, materiales y de seguridad para la realización de estos debates.
El Consejo General del INE, en sesión extraordinaria celebrada el pasado 18 de enero, aprobó la propuesta presentada por la Comisión Temporal de Debates relacionada con las sedes y formatos para los tres debates presidenciales, así como que será obligatoria la asistencia de todas las y los candidatos en estos tres debates presidenciales. Con ello, esta Comisión, como órgano auxiliar de dicha instancia ha desarrollado diversos trabajos para llevar a buen puerto este ejercicio con la intención de dotar a la ciudadanía de información suficiente sobre diversas temáticas que son de interés nacional. Con estos ejercicios también, el INE genera transparencia, garantiza el acceso a la información de la ciudadanía y la equidad en la contienda electoral a través de otorgarle a la ciudadanía elementos para un voto informado y razonado.
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