Conferencia magistral de Lorenzo Córdova en el seminario, Los Estados en 2022, la nueva distribución partidista

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA CONFERENCIA MAGISTRAL QUE IMPARTIÓ EL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL SEMINARIO “LOS ESTADOS EN 2022, LA NUEVA DISTRIBUCIÓN PARTIDISTA”, EN EL MARCO DE LA CÁTEDRA FRANCISCO I. MADERO

Presentadora: Hola qué tal, muy buenos días a todos y todas quienes nos acompañan el día de hoy en una nueva transmisión y también un nuevo año para la Cátedra de ENCCÍVICA Francisco y Madero.

Y bueno qué les podemos decir, tenemos el honor y el gusto de inaugurar este año con un gran seminario, que es el Seminario de Los Estados en 2022: La nueva distribución partidista, con una serie de mesas que estarán analizando lo que sucedió en 2022, estaremos hablando de cinco mesas y la conferencia magistral, con la que abrimos este evento y bueno esta conferencia magistral en la que nos estarán acompañando el doctor Lorenzo Córdova Vianello y el doctor Fernando Castañeda Sabido, que es el comentarista de esta conferencia.

Y bueno, honor a quien honor merece, a la doctora Rosa María Mirón Lince que es la coordinadora de esta seminario de las publicaciones que se hace de los estados, desde hace ya 14 años, se dice fácil, pero es una larga, larga trayectoria, y bueno que ha permitido que, no solamente los encargados de las ciencias sociales, sino que cualquier persona puede entender a través de estos textos, qué está pasando en la realidad en nuestro país y cómo se van reconfigurando los mapas electorales y políticos y bueno pues hacía donde iremos más adelante en estas circunstancias pues políticas en nuestro país.

Ya sin más, pues de mi parte le voy a ceder a la doctora Rosa María Mirón Lince la palabra para que nos regale un mensaje de bienvenida y de inauguración.

Adelante, doctora, por favor.

Rosa María Mirón Lince: Muchas gracias, Fabiola.

Muy buenos días a todos. Buenos días, Lorenzo; buenos días, Fernando.

Qué gusto estar con ustedes aquí.

Y bueno, muy brevemente quiero comentar solamente, como decía Fabiola, para mí es un gusto enorme dar inicio a esta nueva edición, una nueva edición del seminario sobre las elecciones en los estados.

Éste es un proyecto que nació en 2009, en donde lo hemos seguido, afortunadamente, con el apoyo de la UNAM y de otras universidades, instituciones, el Instituto Nacional Electoral nos ha apoyado con esto, ahora la Cátedra Madero han sido muy generosos en su apoyo.

También hemos contado con el apoyo de otras instancias, dependencias académicas de educación superior, en fin, ha sido una larga historia, como bien decía Fabiola, que en donde empezamos con el interés de analizar qué es lo que sucedió en los comicios de las entidades federativas desde aquellas elecciones intermedias en 2009.

Justamente porque eran las intermedias federales dijimos “bueno, además de ver lo que pasa a nivel federal, ¿qué pasa en los estados?”.

Nos ha llevado analizar los estados cuando no hay, exclusivamente cuando no hay elecciones federales, pero cuando elecciones federales también le echamos una miradita a esos procesos.

Esto hemos tenido la misma dinámica siempre, un seminario que abarca dependiendo del número de elecciones, el número de mesas que tengamos. Y después se ha hecho una publicación cada año.

En algunos momentos por razones obvias han sido dos volúmenes la publicación, son muchos los procesos electorales que hemos abordado, pero creo que ha sido un esfuerzo conjunto, simplemente he tenido la oportunidad y el gusto de coordinarlo, pero ha sido un esfuerzo enorme, de muchísimos colegas de distintas universidades de todo el país, no solamente en la Ciudad de México lo hacemos, sino tratamos también de dar la visión desde lo local, o sea, de quienes viven ahí en los procesos locales, en fin.

Ha sido una aventura muy, muy emocionante y, bueno, estoy encantada de estar aquí, el modelo que hemos seguido tradicionalmente y agradezco enormemente la oportunidad de hacerlo ahora también con una conferencia magistral, siempre con un ponente de gran estatura, como lo es, en este caso, Lorenzo Córdova.

Lorenzo, de verdad, te agradezco muchísimo que te hayas dado el tiempo de hacerlo igual que el año pasado, debo de presumirlo también.

Y desde luego, bueno, contar con la participación de Fernando Castañeda como comentarista es un verdadero lujo para nosotros, alguien que está tan metido en el tema también nos alimenta y nos enriquece muchísimo el proceso.

Creo que, bueno, yo no les quito más tiempo, simplemente agradezco muchísimo a nuestra audiencia que estén al pendiente, les decimos ya nos han hecho favor Fabiola y Sofía de difundir los carteles.

Entonces, tendremos mesas hoy, el viernes y el próximo miércoles, ahí en las redes de la Cátedra podrán ver toda la información que, además, se quedan documentos virtuales que se quedan grabados, entonces, pueden ser consultados.

Muchísimas gracias y de verdad, mil gracias, todo mi reconocimiento a ustedes dos.

Presentadora: Muchísimas gracias, doctora Rosa María Mirón.

Agradecemos estas palabras y así es.

Les invitamos, aprovechando que después de esta Conferencia Magistral, tendremos la mesa uno a las 11:00 de la mañana.

Pero bien, para darle continuidad al programa del día de hoy, me permito leer una muy breve semblanza, tanto el doctor Lorenzo Córdova como el doctor Fernando Castañeda, que bueno, no hacen justicia estas breves semblanzas a su larga y amplia trayectoria. Pero pues cuestiones de tiempo, habremos de hacerlo así.

Y bueno, el doctor Lorenzo Córdova es licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, y también es doctor de Investigación en Teoría Política por la Universidad de Turín, Italia;  investigador Titular “B» de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en donde fue coordinador del área de Derecho Electoral del Sistema Nacional de Investigadores, lo reconoce como Investigador Nacional nivel 3.

Es profesor de Derecho Constitucional en la UNAM; y de igual manera imparte cátedra de la «Teoría de la Constitución» y «Derecho Electoral» en la Facultad de Derecho de nuestra máxima casa de estudios.

Tiene múltiples publicaciones, intervenciones en medios, radio, prensa, televisión; se ha desempeñado en diferentes cargos administrativos, uno de ellos, y basta decirlo, que desde el 2011 fue nombrado Consejero Electoral del Instituto Federal Electoral, y que derivado de la reforma del 2014 que se transforma en el INE, desde el 4 de abril del 2014 forma parte, es el Consejero Presidente actualmente del INE; pero también,  nos honra en la Cátedra “Francisco I. Madero” por ser miembro del Consejo Directivo de esta cátedra.

Y bueno, le agradecemos muchísimo al doctor Lorenzo Córdova que nos acompaña el día de hoy.

Y rápidamente presento al doctor Fernando Castañeda Sabido, doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Sociología por el Colegio de México, y cuenta con estudios de doctorado en Pensamiento Político y Social en la Universidad de Sussex, en Inglaterra.

Actualmente es profesor en el programa de posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; ha sido Director, también, de esta Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; Coordinador del Consejo del Área de Ciencias Sociales. Y bueno, también es, actualmente, el Director General de Asuntos del Personal Académico de la misma universidad, la DGAPA.

Y bueno, qué decir, nos honra muchísimo al ser el Coordinador General Operativo y Presidente del Comité Académico de esta Cátedra ENCCÍVICA Francisco I. Madero.

Doctor Castañeda, muchísimas gracias por acompañarnos en los comentarios de la Conferencia Magistral del doctor Lorenzo Córdova.

Y adelante, por favor, doctor Lorenzo, con su participación.

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias, Fabiola.

Es un verdadero privilegio estar de nueva cuenta en este, pues ya largo, fructífero, pero más bien arraigado seminario en los estados ahora en 2022, que es este espacio, como ya se decía, para poder ir analizando, digamos, las dinámicas políticas a partir de las elecciones, los cambios que se van generando en el plano local.

Rosa María, mil gracias por doble vía, una por haber permitido que el INE se convierta en un, así lo vemos, aliado estratégico de este seminario; y en segundo lugar, pues muchísimas gracias por permitirme, una vez más, poder arrancar los trabajos con una charla que de magistral tiene solamente, estoy seguro, el título, pero que es un buen, espero, espacio para detonar las discusiones, ¿no?

En esta ocasión, y por supuesto mil gracias además por permitirme compartir este espacio con Fernando, no es la primera vez que hacemos este ejercicio a cuatro manos, en ocasiones me toca comentarlo a él y ahora le toca comentarme a mí, en realidad son dos charlas que estoy seguro que van a generar insumos, al menos espero la mía, para que este seminario tenga eso, los elementos para detonar discusiones que, sin lugar a dudas, van a enriquecer en un momento muy convulso de la vida nacional  y de cara a la que será en 2024 la elección más grande de la historia, con un antesala que está ya en curso en los estados de México y en Coahuila, la renovación de las gubernaturas, y en este último caso también del congreso, pues digamos una efervescencia que se ve todos los días y que nos acompañará todavía durante al menos casi un par de años, hasta que se renueven los poderes de la unión, y habíamos concluido una que va a hacer para todo efecto práctico como decía, la elección más grande de nuestra historia, la del 2024.

En esa ocasión, yo he querido de toda una licencia, de centrarme no, como en otras ocasiones en el análisis estrictamente local, pero me ha parecido que la coyuntura en la que estamos viviendo justamente, una coyuntura marcada con una discusión, ya desde hace algunos meses y que está en curso justamente apropósito del cambio radical en las reglas del juego, me parece que es inevitable centrar las reflexiones en esta ocasión, en lo que se conoce en la reforma electoral que está en curso y que está en vías de actuación a través de lo que se conoce coloquialmente como el Plan B.

Como ustedes saben ha habido un intento de reforma constitucional, el año pasado fue un gran peso de discusiones, incluso un ejercicio de parlamento abierto, que resultó infructífero al no conseguirse los votos en la cámara de diputados en diciembre pasado, para procesar esos cambios constitucionales, lo que detonó un proceso digamos que cuestionado, ese llamado Plan B, que es una reforma a seis leyes electorales, a seis ordenamientos legales: la Ley General de Sistemas de Partidos Políticos, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la LGIPE, la Ley General de Partidos Políticos, la Ley Orgánica del Poder Judicial, la Ley General de Sistemas de Impugnación, la Ley de Comunicación Social, y la Ley de Responsabilidades Públicos.

Estas seis ordenamientos han sido, están en un proceso de cambio, las dos últimas que mencioné ya fueron publicadas que son normas vigentes, que tienden a trastocar radicalmente el modo en que organizamos las elecciones, las reglas de juego para decirlo de alguna manera.

Y no necesariamente estos cambios están siendo o han sido instrumentados con una lógica de mejorar, más allá del discurso que ha acompañado la reforma, el sistema electoral; sino que indican por primera vez en 30 años una refutación, un cambio radical y drástico del modo en el que hacemos elecciones entre las reglas con la operación en las elecciones, en un escenario que es directo, porque todas las reformas electorales por lo menos las que han acompañado el proceso de transición desde 1990 en adelante, han sido el producto de amplios consensos políticos y han surgido como producto de esos pactos, de esos arreglos entre los contendientes, para ir paulatinamente mejorando las condiciones de organización electoral, las condiciones de la competencia, y las condiciones, y esto es algo que hemos discutido en este seminario, estaría muy intensa en los últimos nueve años, las condiciones con las cuales se organizan los procesos electorales, no solo los federales sino también los procesos locales.

Es decir, hemos vivido como diría, más el alto proceso de homogeneización, estandarización de los procesos electorales en el país, para que los criterios, las reglas y la propia institucionalidad que organiza las elecciones sea muy similar entre los estados entre sí, pero también entre las elecciones locales y las elecciones federales.

Esta reforma, sin embargo, es la primera reforma que no nace producto de un consenso, indudablemente contó con el apoyo mayoritario, pero no se procuró un consenso generalizado, sino que fue el resultado de un mayoriteo, lo cual, por primera vez en los últimos 30 años está planteando, esto es algo que está anunciado, que sea la primera reforma que nace en el contexto de una enorme impugnación.

Con el paso de la reforma de la maduración de nuestro sistema electoral, fuimos dejando atrás los conflictos post electorales, como también diré en unos momentos más subrayándolo, en estos últimos nueve años, desde que el IFE se transformó en INE, no ha habido un solo conflicto post electoral, litigiosidad electoral ha habido pero esa se ha encauzado a través de las rutas institucionales diseñadas para ello.

Toda elección competida termina para decirlo en pocas palabras, en la mesa de los tribunales, los Tribunales Locales y luego el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pero esto no significa que se, digamos, rompa el orden jurídico, que se transgredan o se trastoquen las reglas del juego, sino todo lo contrario, las reglas del juego están funcionando incluso para procesar esa litigiosidad y no ha habido una sola sentencia emitida por los tribunales que no haya sido acatada y cumplida con puntualidad, es decir, no hay conflictividad post electoral, hay litigiosidad, pero esa es otra historia.

Ahora, estas reglas van a nacer en medio de una litigiosidad o de una conflictividad, para decirlo de alguna manera, pre electoral y esa es la primera vez que ha ocurrido en los últimos 30 años, es decir, quién va a definir cuáles son las reglas del juego con las que vamos a ir a los Procesos Electorales locales y federales en el futuro, no serán las fuerzas políticas a partir de grandes consenso, de grandes acuerdos, de grandes pactos, sino serán los tribunales como producto de una anunciada inédita impugnación de estas reglas, una impugnación que también es inédito, que por primera vez en la historia, va también involucrada a los órganos electorales, es decir, esto ya se ha hecho público y no digo nada que no se haya, no estoy dando ningún scoop noticioso.

El Instituto Nacional Electoral va a presentar controversias constitucionales, tanto por las dos leyes, la de comunicación social y responsabilidades que ya están vigentes, porque ya fueron publicadas, como del otro paquete de cuatro leyes que seguramente serán publicadas el próximo mes de febrero.

Y también los Organismos Públicos Locales Electorales de los estados, es decir, los árbitros de las elecciones a nivel local, han anunciado que van a presentar controversias constitucionales, porque el Poder Legislativo de la Unión, ha con estas nuevas normas, vulnerado principios básicos de la organización electoral, incluida la autonomía y la independencia de los órganos electorales.

Y claramente, estas normas se han presentado como una especie, lo diré un poco más adelante, constelación de inconstitucionalidades.

Y esto no es bueno porque por primera vez las reglas, no van a ser reglas pactadas, aceptadas por todos los contendientes, sino por primera vez van a ser reglas que van a surgir o que van a ser el origen, la fuente de diferencias y esto no augura nada bueno para la estabilidad política y la gobernabilidad democrática a través de las elecciones en nuestro país en el Instituto.

Por esas razones es que esencialmente, es que quiero centrar la discusión o abrir la discusión en este seminario, con una reflexión a propósito de las reformas electorales y haciendo énfasis particular en la que está en curso, cómo el eje articulador del proceso de transición política.

Así es que con esta larga justificación de por qué en este caso, a diferencia de otras ocasiones, Rosa María, no me voy a referir de los procesos electorales que se han llevado exitosamente a cabo a lo largo de los últimos meses, las seis elecciones para decirlo en pocas palabras que se realizaron el año pasado y las dos que están en curso en Coahuila y en el Estado de México, sino creo que es indispensable, no podríamos cerrar los ojos frente al elefante que está en el centro de la sala, que es una reforma que trastoca radicalmente, que transforma radicalmente el modo en el que hemos organizado elecciones federales y locales en nuestro país.

Para esto he preparado una presentación, como siempre Fabiola, Rosa María, la hago llegar a ustedes como organizadores para que se ponga a disposición por las plataformas digitales de la propia Cátedra para quien quiera consultarla, y eso me permitirá también, si ustedes me permiten, ir, digamos, en algunos casos, con una cierta velocidad, sin detenerme mayormente en las láminas para poder ajustarme a los tiempos que me han concedido.

Me confirma Fabiola nada más si se ve bien.

Presentadora: La estamos visualizando.

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Perfecto. Muchísimas gracias.

Bueno, arranco.

Creo que para poder hablar de una reforma electoral y esto insisto mucho y me gusta citar, bueno, alguien que fue incluso mi profesor, ya que muy cercano a mí, Arnaldo Córdova, que decía que la historia es maestra de la política. Y, consecuentemente, analizar de dónde venimos, es decir, de los procesos históricos que nos permiten estar hoy en donde estamos, es indispensable para poder entender el presente, pero, sobre todo, para poder orientarnos en nuestro camino, en nuestro devenir hacia el futuro.

Y desde ese punto de vista, quisiera dedicar brevemente algunas reflexiones a la transición política, a la transición a la democracia que nos ha traído a donde hoy estamos.

Primer gran punto que quiero dejar sobre la mesa.

La transición mexicana ha sido una transición muy particular. Es muy distinta a los otros modelos de transición, señaladamente la transición española que pues es reconocida a nivel internacional como el prototipo de transición.

Los españoles, luego de la muerte del dictador en 1975, lograron un gran consenso político. Un par de años después que se articuló en los así llamados “consenso político y económico” que se articularon en los llamados “Pactos de la Moncloa”, en 1978 hicieron una nueva Constitución en clave democrática. Empezó a haber elecciones y al cabo de 5 años, todas las fuerzas del espectro político habían llegado al poder por la vía democrática, se acabó la transición.

La nuestra es un poco más compleja. Tampoco se asemeja a la transición chilena que tiene el plebiscito del “no” en 1988 un parteaguas, que incluso no llevó en ese caso a un cambio constitucional. Recuerden que justamente ahora en Chile hay una enorme discusión, porque la primera Constitución post-Pinochet, fracasó en su intento de establecerse.

O sea, Chile sigue viviendo, aunque es una democracia consolidada desde hace más de 30 años, sigue viviendo con las reglas constitucionales de la época de Pinochet, de la dictadura.

Bueno, la transición mexicana es una transición completamente atípica, si se le compara con estas y con cualquier otra, incluso.

La nuestra es una transición gradual, paulatina, que se ha articulado a lo largo de 45 años ya. Y que ha pasado, si bien, sobre todo, por la ruta electoral, por una serie de reformas que no es que hayan trastocado ni transformado de la noche a la mañana el sistema político, sino que paulatinamente fueron creando condiciones democráticas que nos permitieron ir eso, gradualmente, dejando atrás las condiciones autoritarias del régimen político que se acentuó a lo largo del siglo XX.

Desde ese punto de vista, nuestra transición es una especie o puede equipararse a una especie de capas, como las capas geológicas, estas de sedimentos que poco a poco se van acumulando y que, evidentemente, al cabo del tiempo, genera un régimen radicalmente distinto del que existía antes de que la transición arrancara.

Pero es importante tomar en cuenta, porque nuestro proceso de cambio en las reglas del juego para transformarnos en una democracia, como decía, se ha articulado a lo largo de ocho grandes reformas electorales, que fueron atendiendo en su momento las grandes necesidades que debían resolverse para poder transitar hacia un horizonte democrático.

Si atendemos a esta sugerencia, podríamos sintetizar el proceso de transformación democrática en el plano electoral en cuatro grandes etapas, a partir de las necesidades de las problemáticas presentes a lo largo de estos distintos, de estas décadas, que tuvieron que irse resolviendo en esta lógica de incrementar el construyendo democracia.

Si desde este punto de vista, podríamos distinguir cuatro grande etapas:

En la primera, viniendo de un régimen vertical, autoritario, excluyente, como el que caracterizó a ese régimen que Vargas Llosa calificó como La dictadura perfecta, pues la primera gran necesidad era abrir el sistema de partidos y abrir el sistema representativo a la pluralidad, si bien todavía germinal, estaba ya asentándose en nuestro país, sobre todo después de los movimientos sociales de los años sesenta y de los años setenta.

Así que la primera gran etapa está caracterizada por abrir el sistema político, perdón, por incluir, abrir el propio sistema de partidos, e incluir en la representación política la diversidad del país.

Para 1990, ya teníamos una nueva necesidad diferente.

Ya el sistema era un sistema abierto y que, digamos, todavía de manera tímida, pero ya empezaba a ser competitivo, así lo demuestra las controvertidas elecciones del 88.

Pero para 1990, teníamos otra problemática que resolver, gravísima, definitoria para poder avanzar en clave democrática, que las elecciones fueran creíbles y que el voto se respetara.

Por eso, en una segunda generación de reformas electorales, estuvieron centradas en construir un sistema electoral, y cuando hablo de sistema electoral, estoy hablando del conjunto de reglas, de instituciones y de procedimientos que permitieran darle credibilidad y confiabilidad a las elecciones.

Más adelante, ya en entrados en los noventa, la Elección Presidencial de 1994 puso sobre la mesa una nueva problemática, que era la profunda inequidad con la que se llevaban a cabo los procesos electorales.

En la Elección Presidencial de 1994, la primera que ha sido fiscalizada por el entonces Instituto Federal Electoral en nuestra historia, con una fiscalización todavía muy embrionaria, muy tímida si se quiere, pero la primera oficial que se ha realizado se evidenció que el partido en el gobierno, el PRI entonces, había erogado más del 80 por ciento de los gastos de campaña, con lo cual estábamos, y la posición en su conjunto, menos el 20, con lo cual estábamos ante un profundo desequilibrio en las condiciones de la competencia.

La nueva problemática a resolver, la nueva necesidad que tenía que satisfacerse era, precisamente, cumplir condiciones de equidad, y para ello se avocaron la siguiente generación de reformas electorales que centraron en dos grandes ejes: el financiamiento público generoso, sin duda, a veces se nos ha pasado hasta la mano podríamos decir, pero un financiamiento público prevalente, predominante, por un lado; y el acceso a la radio y la televisión, como principales mecanismos de comunicación política de manera equitativa entre las distintas fuerzas.

Esto generó un piso de equidad que por cierto, es la razón que explica que a partir del año 2000, de finales de los noventa, concretamente al año 2000, haya comenzado en México a darse con cada vez más frecuencia, un fenómeno típicamente democrático que hasta entonces era prácticamente desconocido entre nosotros, me refiero a la alternancia.

Y para terminar esta breve síntesis de nuestra transición, una última etapa está caracterizada por la última reforma electoral, la de 2014, que ha sido muy analizada y estudiada, justamente, en este seminario, porque es una reforma que a diferencia de las anteriores, busca homogeneizar y estandarizar todas las elecciones en el país, las federales y las locales, de modo tal que se lleven a cabo con los mismos criterios, con las mismas reglas, con la misma institucionalidad y con los mismos procedimientos, cosa que en el pasado no necesariamente era así.

Aquí se analizó, por ejemplo, recuerdo en las primeras ediciones, Rosa María, la profunda disparidad institucional, había estados en los que los órganos electorales eran muy robustos, ¿no?, bueno, qué te voy a decir a ti Rosa María, participantes de uno de ellos, emblemático probablemente como uno de los más atinados en el plano local, el Instituto Electoral, entonces, del Distrito Federal y otros estados en la que la institucionalidad era precaria, incluso era una institucionalidad de temporal, se constituían los órganos electorales cuando había elecciones y después desaparecían, rompiendo la lógica de profesionalización que alimenta, por cierto, el proceso de cambio político en nuestro México, en nuestro país.

Así que, bueno, así, en síntesis, ha sido la evolución de nuestro sistema electoral.

Ahora, permítanme, siguiendo esta lógica de saber de dónde venimos para poder hacer un balance a dónde estamos y, en consecuencia juzgar a partir de ello la pertinencia o no de una reforma electoral, hacer un brevísimo recuento, así, brevísimo, con datos duros, de qué es lo que ha pasado en nuestro país a partir de que se ha concretado estas cuatro etapas evolutivas de nuestra transición a la democracia.

Es decir, qué ha pasado de 2014 a la fecha, cómo nos ha ido desde que las elecciones en México se realizan bajo la lógica de un sistema nacional de elecciones, en el cual el INE es un órgano rector que coordina, supervisa y articula, digámoslo así, esos procesos de homogeneidad y estandarización a los que hacía referencia.

Bueno, el primer gran dato que comparto con ustedes es el que ya anticipaba en la premisa de mi charla, de en este periodo se han organizado muchísimas elecciones y ninguna de ellas ha sido problemática.

Un dato comparativo que me gusta poner sobre la mesa para entender la profundidad de la transformación institucional que ocurrió en 2014, es decir, el cambio, la creación de este sistema nacional de elecciones.

El IFE durante sus 23 años de existencia, hablo del Instituto Federal Electoral, por supuesto, durante sus 23 años de existencia, organizó 18 elecciones federales. El INE junto con los OPLES, con los organismos públicos locales electorales, en estos ocho años y medio, casi nueve años que se completarán en… se cumplirán digamos, en abril, ha organizado 331 procesos electorales federales, locales, ordinarios, extraordinarios, de participación ciudadana, etcétera.

Es decir, y aquí estoy tomando en cuenta, nada más para aclarar la cifra, a la elección extraordinaria para la Senaduría de Tamaulipas que está en curso y que va a culminar con la elección el 19 de abril próximo.

Recuerden que luego de la elección del gobernador Américo Villareal en las elecciones del año pasado como gobernador de Tamaulipas, este político dejó la senaduría que ocupaba desde 2018, entró al cargo su suplente, pero lamentablemente falleció en un accidente automovilístico y con lo cual tenemos una vacancia.

Por eso, estamos ahora en un proceso extraordinario en Tamaulipas.

Bueno, incluyo en esta numeralia ese proceso electoral, pero estamos de 371 elecciones.

Bueno, el dato que quiero subrayar y que ya anticipaba al arranque de la charla, es que, en ninguna de estas elecciones, en ninguna hay un conflicto poselectoral. Con lo cual estamos hablando de casi nueve años de estabilidad política y de gobernabilidad democrática por la vía electoral que constituye el periodo más largo en nuestra historia, sin tener conflictos poselectorales.

Y esto ha traído, además, como consecuencia, como podemos ver en esta lámina, el índice de alternancia más grande también para un periodo similar de nuestra historia.

Estamos hablando de que el índice de alternancia es de casi del 63 por ciento, un poco más, 62.27 por ciento que, en el ámbito, si tomamos en cuenta las elecciones de gobernador, este índice se dispara casi al 70 por ciento, con lo cual estamos hablando de una realidad en la cual el partido que gana una elección solamente tiene una de cada tres probabilidades de ganar la elección siguiente.

Y todos los partidos, unos más y unos menos, pero todos, sin excepción, se han visto beneficiados por este inédito índice de alternancia.

¿Esto qué quiere decir?

Que en este periodo el voto ciudadano cuenta para definir no solamente quién lo va a gobernar, sino también como para premiar o castigar las buenas o las malas acciones de gobierno de quien ha sido elegido.

Es decir, hablamos de un sistema democrático que desde el punto de vista de su finalidad, recordemos que un sistema electoral, un sistema democrático tiene el propósito esencial de que la disputa por el poder se realiza a través de mecanismos pacíficos, sin derramamiento de sangre, como habría dicho Karl Popper. Y desde ese punto de vista el sistema electoral está sirviendo para eso.

Son las y los ciudadanos con su voto quienes deciden quiénes los gobiernan y quiénes los representan y esto ocurre, transita de manera pacífica.

Bueno, todo esto ha traído como consecuencia y no me pongo aquí, Rosa María, Fernando a hablar de muchos otros tantos que podrían ilustrar cómo el sistema electoral funciona.

Como, por ejemplo, el hecho de que en estos nueve años hayamos expedido ya prácticamente 120 millones de credenciales que es el principal mecanismo de entidad en el país o cómo el padrón electoral está siendo utilizado también para garantizar el derecho a la identidad y a la autenticidad de la misma.

O cómo este padrón está siendo utilizado también, por ejemplo, para combatir este flagelo que estamos padeciendo, el problema de los cadáveres desconocidos sobre personas desaparecidas con una función social importante.

Ni tampoco voy a detenerme en mencionar demasiado o más allá de la mera mención que el sistema de monitoreo, el sistema de comunicación política es sumamente eficaz. El monitoreo que realiza el INE, nos arroja cómo en los últimos procesos electorales en los últimos años, el índice de cumplimiento de los concesionarios en la transmisión de la pauta es del 99.96 por ciento.

Es decir, el sistema funciona, hay datos duros, hay muchísimos para señalarlos. Que puede mejorarse, sin lugar a dudas, pero esto funciona.

Y esto hay de ahí como consecuencia algo como en la Cátedra Madero, hemos analizado en distintas ocasiones.

Hoy el INE y ejercicios de opinión pública desde los últimos dos años dan cuenta de ello, es la Institución cívica en el mayor índice de confianza ciudadana, alcanzando en algunos estudios, por cierto, uno de los más recientes, es el realizado por MORENA, precisamente a propósito de la reforma electoral.

Y el estudio que realizó MORENA de opinión pública hace unos meses, reveló que el INE tenía un inédito índice de confianza pública del 76 por ciento. El índice más alto de confianza pública que ha alcanzado la autoridad electoral en los últimos 30 años y por mucho el más alto índice de confianza para una institución civil del estado mexicano, insisto aquí están estos datos no me detengo mucho.

Y esto ha tenido como consecuencia una amplia confianza ciudadana que se traduce en la aceptación a participar con el INE, sean funcionarios de casilla, piensen ustedes que en las elecciones locales del año pasado, Rosa María, en las seis comisiones locales, el índice de ciudadanos, el porcentaje de ciudadanos que aceptaron trabajar con el INE para administrar las mesas de casilla, es decir, los ciudadanos que fueron sorteados, capacitados y que resultaron aptos, al final resultó el 230 por ciento de los ciudadanos que se requerían, es decir, hay un ejército de reserva, un ejército cívico de reserva de ciudadanos que están dispuestos a atender la función electoral el día de las elecciones, recibir y contar el voto de sus vecinos; y esto se reproduce prácticamente en todos los procesos electorales como la Revocación de Mandato, o antes incluso la Elección Federal de 2021.

En este contexto, digamos, una buena pregunta que queda es: ¿para qué una reforma electoral si el sistema electoral funciona bien? Bueno, evidentemente todo sistema electoral es mejorable y hablar de una reforma electoral puede resultar pertinente si se cumplen ciertas condiciones, veamos esto.

Si el sistema, decía, funciona bien, caben me parece dos preguntas fundamentales: si una reforma electoral es necesaria, si es indispensable; o bien, y por otro lado, si una reforma electoral es pertinente.

Y permítame decirlo, responder a la primera de las preguntas de manera tajante, de manera clara y contundente: no, no es necesaria una reforma electoral en estos momentos, el sistema funciona bien, si no hay cambios en las reglas del juego, podemos ir a los comicios, de hecho ya estamos con ellos en curso, a los comicios del Estado de México y Coahuila, de este año, y podremos ir a las elecciones federales del 2024 que van a ser las más grandes de la historia, tanto por el número de potenciales votantes, estamos estimando con una proyección que el padrón electoral va alcanzar los 97 millones de posibles electores en el 24.

Y además vamos a estar frente a la disputa, al número de cargos públicos en disputa, en las urnas más grande de nuestra historia, más de 22 mil cargos públicos.

Bueno, con las reglas actuales podemos ir sin ningún problema a organizar esas elecciones; con las condiciones de certeza, legalidad, equidad, que hoy tenemos y que arrojan los números que mencionaba hace un momento.

Y además un dato adicional, tiene sentido, es decir, para contestar la pregunta de que no es descuidar, afirmar que no es necesaria la reforma, miren dos cosas adicionales en este sentido; primero, todas las reformas electorales del último cuarto de siglo se han hecho antes de una elección interna, es decir, se ha puesto aprueba en una elección intermedia, no en una elección presidencial: la reforma electoral de 1996 se puso a prueba en la elección intermedia de 1997, la reforma electoral de 2007 se puso a prueba en la elección intermedia de 2009 y la última reforma de 2014, se puso aprueba en la elección intermedia de 2015.

De veras vamos a cambiar sobre todo como se está pretendiendo radicalmente al sistema electoral y someterla a la prueba de las y de una elección como la del 24.

Segundo argumento para sostener el punto.

A ver, aunque sea de manera ilegal, para todos los efectos prácticos la contienda electoral de 2024 ya arrancó, se haba de corcholatas por un lado, que hacen actos de proselitismo, violando la ley, por cierto, se habla de pasarelas por el otro lado, de quienes están ya aspirando a la candidatura presidencial, es decir, en todos los partidos la efervescencia en la elección presidencial, ya llegó e incluso los actos de proselitismo, vuelvo a decir, ilegal, ya están en curso.

De veras vamos a cambiar las reglas del juego, cuando aunque sea ilegalmente pero fácticamente ya arrancó el mismo, sí, la prudencia nos llevaría a decir que no.

Bueno, paso a la segunda pregunta, ¿y es pertinente una Reforma Electoral en estos momentos?

Bueno, yo diría que una Reforma Electoral siempre va a ser pertinente si se cumplen tres condiciones fundamentales y no se trata de condiciones excluyentes, sino de condiciones complementarias, para decirlo de alguna manera, una reforma será pertinente, solo siempre y cuando se cumplan estas tres condiciones.

La primera de ellas, es que una reforma se procese con el más amplia consenso posible de los actores políticos, es decir que el mayor número posible y si se puede la unanimidad, la totalidad de quienes se van a someter a las reglas, estén de acuerdo a jugar conforme a las reglas que se han acordado, que le rige, y luego esto que puede parecer obvio es algo elemental para evitar que las reglas con las que se va a hacer un juego sean a priori, la fuente de disputa y la fuente de problemática hacia el arranque del juego.

Y aquí retomo lo que mencionaba hace un rato, por eso es muy preocupante que la actual Reforma Electoral, sea como ya está anunciado, una reforma electoral que por primera vez en nuestra historia, van a ser impugnada, es decir, no existe un consenso en las reglas de juego.

Pero esto, las buenas prácticas políticas, pues desde hace tiempo nos lo han venido evidenciando, cuál fue el principal problema de las elecciones en 2006, sin entrar en la discusión de que, por cierto, ya zanjada jurídicamente, en fin, de qué es lo que ocurrió en 2006.

El principal problema de las elecciones de 2006 es que el árbitro que organizaba las elecciones resultó un acuerdo político del que fue excluido una de las principales fuerzas políticas, por cierto, la que perdió la elección por poquísimos votos.

Es decir, cuando el conceso no está detrás del acuerdo en las reglas y del acuerdo en quiénes van a arbitrar esas reglas y quién va a aplicar las reglas y arbitrar el juego electoral, estamos frente a un problema en potencia.

Segunda condición para que una reforma sea pertinente, pues que sea, voy a decir una obviedad pero a veces las obviedades se olvidan, que sea para mejorar lo que se tiene, creo que hacer una reforma para dinamitar lo que se ha construido y no para mejorarla, pues es una reforma impertinente desde donde se le quiera ver, y déjenme plantearlo así, está es una reforma que dinamita como veremos en un minuto más, los que han sido los ejes fundamentales de la construcción democrática en los últimos 30 años, ejes que nos han permitido tener elecciones como he mencionado, sin conflictividad postelectoral, sin disputas post electorales, las elecciones están sirviendo para en pausar de manera pacífica, de manera legal, de manera civilizada, la disputa por el poder político, y también el índice de alternancia que hemos alcanzado producto de elecciones competitivas y en condiciones equitativas.

Tercera condición. Pues que sea el producto de diagnósticos adecuados, es decir, si una reforma se hace a ciegas, si una reforma se hace sin atender a datos ciertos, si una reforma no se hace a partir de, digamos, diagnósticos objetivos, sino a partir de subjetividades, existen altísimas probabilidades de que esa reforma no mejore sino empeore, hecha a perder un sistema electoral.

Para decirlo en otras palabras, las reformas electorales tienen que hacerse a partir de datos objetivos y no de caprichos, rencores, filias o fobias.

Y aquí, o como me gusta decir, que se haga con la cabeza, no con el estómago, no con el hígado.

Y aquí lo que estamos viendo es que no ha habido un solo dato que sustente esta reforma, es más, se dice que la reforma tiene un propósito fundamental, abaratar el costo de las elecciones, que puede ser un propósito compartido sin lugar a dudas, todo lo que se pueda hacer para abarcar elecciones debe ser bienvenido, siempre y cuando no ponga en riesgo las elecciones.

Y tan ni siquiera hay un diagnóstico cierto en éste que es el punto central, se dice, de estos cambios que están operándose, que el Secretario de Gobernación y el Presidente de la República, sus principales operadores, sus principales impulsores, ni siquiera coinciden en la meta de ahorro que pretenden con los cambios.

El Secretario de Gobernación ha hablado de que se tendrían 5 mil millones de pesos de ahorro con esta reforma, y el Presidente de la República ha hablado de una cifra de 3 mil 500 millones. Ni en eso hay claridad, bueno, y si uno observa la reforma, no hay ningún ejercicio objetivo que pueda llevar a una meta de ahorro por lo menos sustentada, siendo que ese es el principal objetivo de la reforma, dicho por sus promotores.

Otro dato.

Desde los foros de Parlamento Abierto que se realizaron en agosto pasado, por cierto, Parlamento Abierto para la reforma constitucional que no prosperó, no hubo ningún foro de Parlamento Abierto, ni siquiera hubo discusión en la reforma legal que se aprobó, vaya, en la Cámara de Diputados la reforma se aprobó menos de tres horas después de haberse presentado, y bajo la aceptación expresa de muchos legisladores de que nunca tuvieron tiempo de leer lo que habían votado.

Pero bueno, más allá de eso, en los foros a los que hago referencia en agosto, como Presidente del INE les ofrecí a los legisladores, a todas las fuerzas políticas, contribuir entregando toda la información y los diagnósticos, realizar los diagnósticos que fueran necesarios para que pudieran tomar las mejores decisiones.

Hoy lo digo sin medias tintas, al INE, en los últimos seis meses, ningún legislador, ningún partido político, le pidió ninguna información, ningún dato de cara al procesamiento de la reforma que tenemos; es decir, es una reforma, perdón que se los diga así, hecha a ciegas y con un profundo desconocimiento del funcionamiento del sistema electoral.

Por eso es una reforma que, como hemos dicho en varias ocasiones, es de concretarse y de validarse por los tribunales, empezando por la Suprema Corte de Justicia, va a provocar que por primera vez, en los últimos 30 años, esté en riesgo lo que ya no era un problema en nuestro país, es decir, que se instalen casillas en donde deben estar, integradas por los funcionarios, los ciudadanos que han sido seleccionados y capacitados para tal efecto, y que nos permitan cómputo preciso de los votos emitidos. Eso está en riesgo con la reforma.

Esto es así, porque es una reforma que contraría, que dinamita, que erosiona a los cinco grandes pilares que se han asentado a lo largo de este proceso de transición al que hacía referencia, a lo largo de las distintas reformas electorales.

¿Cuáles son estos pilares?

Bueno, primero, la autonomía y la independencia de los órganos electorales.

Segundo, la existencia de un Servicio Profesional Electoral, es decir, de un cuerpo de profesionales que ingresan a este servicio por concurso público, que son evaluados permanentemente, que son capacitados permanentemente y que constituyen la garantía fundamental de que, en las elecciones, las casillas se van a instalar donde deben instalarse y se van a integrar por quienes deben integrarse. Y que los procedimientos establecidos en las leyes y pactados por todas las fuerzas políticas, se van a cumplir con precisión.

La profesionalización ha acompañado el surgimiento del IFE desde 1990 y hoy es uno de los activos principales de nuestro sistema electoral.

Tercer gran eje, la presencia permanente del INE en todo el territorio a través de oficinas que no son temporales, oficinas desconcentradas que son justamente permanentes y que nos permiten: Uno, que servicios también permanentes como la expedición de la credencial para votar con fotografía y la actualización del padrón electoral ocurra puntualmente.

Y que nos permite también, por otro lado, tener un contacto con la ciudadanía no solo cuando hay elecciones, sino también fuera de procesos electorales que es la base para construir esa credibilidad que nos permite que cuando hay elecciones la ciudadanía acuda con confianza al llamado que les hace el INE para que los comicios se lleven a cabo.

El cuarto eje, es la existencia de un padrón electoral manejado con criterios técnicos bajo la supervisión de los partidos políticos, pero no construido bajo criterios políticos que, como ustedes recordarán, hace 35 años era nuestro principal problema.

Los rasurados del padrón por motivos políticos, a los expositores se les excluía del padrón; o bien, se les cambiaba de ser para votar, para complicarles el ejercicio del voto; o los muertos que estaban presentes en el padrón y que además votaban.

Todos esos eran problemas que dejamos atrás, cuando el padrón electoral dejó de ser administrado con criterios políticos y pasa a ser administrado de manera autónoma e independiente por la autoridad electoral, frente a los intereses políticos de los partidos y del gobierno.

Y el quinto eje, es al que ya he hecho referencia en esta charla, y esto en las condiciones de la equidad de la competencia.

Con esas son conquistas democráticas que ninguna reforma electoral que se considere progresiva puede afectar, y una reforma que afecta alguno de estos pilares es una reforma a todas luces regresiva.

¿Qué es lo que pasa con la reforma que está en curso?

Bueno, este llamado Plan B que implica estos cambios a las 6 leyes que mencionaba, constituyen una constelación de inconstitucionalidades, porque a pesar de que esos 5 pilares a los que he hecho referencia están salvaguardados en la Constitución, es decir, esas 5 grandes conquistas democráticas están en la Constitución, pues todas se ven erosionadas por una reforma a las leyes.

Si la Constitución salvaguarda esos pilares y las leyes minan las mismo, pues es obvio que esas leyes están contraviniendo en lo que la Constitución establece.

Eso, abre por primera vez, como mencionaba, la puerta a que las elecciones, y no me refiero a los resultados de las elecciones, me refiero a la organización de las elecciones adolezca de una falta de confianza y certeza que ha caracterizado los procesos electorales, que es la gran conquista de nuestra transición.

Esto, como consecuencia, entre muchas otras cosas, pero de manera principal, al desmantelamiento de la estructura del INE y, en consecuencia, sus capacidades operativas.

Permítame, Rosa María, Fernando, compartir con ustedes algunas cifras todavía preliminares, pero que se van a hacer públicas una vez que se consoliden, es decir, se van a difundir públicamente una vez que se consoliden, y por supuesto, formará parte de las impugnaciones que el INE presentará ante la Suprema Corte de Justicia en contra de esta reforma.

Se estima, hoy el INE tiene 17 mil 600 trabajadores, algunos de ellos, dos mil 600, forman parte del Servicio Profesional Electoral, y el resto forman parte de la así llamada rama administrativa, que no cumplen solo fuente funciones de administración. Dentro de la rama administrativa están, por ejemplo, seis mil compañeras y compañeros que operan los más de 900 módulos cotidianamente a lo largo y ancho del país.

Bueno, en un ejercicio preliminar, que todavía no ha acabado, podemos adelantar que la reforma desaparece un número de cargos y, en consecuencia, echa del Instituto Nacional Electoral alrededor de siete mil funcionarios, es decir, prácticamente la mitad del personal que hoy labora en el INE.

Y en el caso del Servicio Profesional Electoral, la gravedad es todavía mayor, porque en la reforma desaparece el 85 por ciento de las plazas del Servicio Profesional Electoral.

Es decir, estamos hablando de que el Servicio Profesional Electoral se reduciría apenas 350 alrededor de las dos mil 600 plazas que hoy existen.

Un par de ejemplos que ilustran la gravedad, cómo esta reforma, como lo han dicho algunos periodistas, siguió instrucciones, por cierto, atribuidas al Secretario de Gobernación en el cabildeo con los legisladores que integran la mayoría oficialista en el Senado, siguió la premisa de “destazar”, eso es lo que se dice, dijo el Secretario de Gobernación.

Dos ejemplos relativos al Servicio Profesional Electoral:

Hoy de los dos mil 600 integrantes del Servicio Profesional Electoral, 792 forman parte del Registro Federal de Electores, es decir, son los responsables de verificar la funcionalidad de los módulos, la integridad de padrón electoral, la protección de los datos personales de la que es la base de datos personales, incluido los biométricos más grandes que existen el país, y la confección de los listados nominales que son fundamentales para que las elecciones sean elecciones ciertas y confiables.

Es decir, las listas de electores que se distribuyen en cada una de las más de cientos también casillas durante los procesos electorales federales.

Bueno, de 792, la reforma solamente deja vivas 32 plazas del Servicio Profesional Electoral dedicado a las funciones registradas.

Otro ejemplo, la capacidad de operación del INE, es decir, los brazos operativos del INE cuando hay una elección son las juntas distritales ejecutivas del Instituto.

Por ley, hay una junta, hasta ahora, hay una junta distrital en cada uno de los 300 distritos electorales federales en los que se distribuye el país, y ésas son, hablando de elecciones locales, por cierto, Rosa María, ésas son las células, los órganos del INE que trabajan en campo junto con los órganos desconcentrados de los OPLES, para que pueda haber casillas, para que los materiales electorales, empezando por las boletas, lleguen oportunamente a las casillas y para que las propias casillas se integren por quienes tienen que estar integradas, y al cabo de la jornada electoral son esos órganos los que administran los programas de resultados electorales preliminares, entre otros mecanismos de difusión, de información, el día de los comicios.

Hoy esas juntas distritales se integran por cinco integrantes del Servicio Profesional Electoral, el Vocal Ejecutivo que es el que coordina los trabajos y preside los consejos distritales; el Vocal Secretario, que es el que verifica que los acuerdos tomados por los consejos distritales se cumplan, es el que da seguimiento a los mismos, que es el responsable administrativo del Consejo Distrital y de la Junta Distrital, que es el fedatario público que durante las elecciones da cuenta de lo que está ocurriendo y los partidos le piden atestiguar, que es además, el que instruye todos los procedimientos de quejas, incluido los de violencia política contra las mujeres.

En tercer lugar está el Vocal de Organización, que es el responsable de toda la logística, que estén los materiales, incluidas las boletas, que éstas se distribuyan, que lleguen donde tienen que estar, que en la noche de la elección se recojan, es el que opera, el que vigila el funcionamiento del PREP y el que realiza y conduce los cómputos distritales de las elecciones que son los cómputos legales.

Luego está el Vocal de Capacitación en cuarto lugar, que es el responsable de vigilar que se insaculen, que se sorteen a los ciudadanos que van a ser funcionarios de casilla, el responsable de organizar el trabajo de campo que implica la visita de esos ciudadanos que en elecciones federales llegan a ser más de 12 millones de ciudadanos visitados en sus domicilios, que es el responsable de capacitarlos, que es el responsable, digámoslo así, de irles a tocar la puerta el día de la elección, “oye, no llegaste, por favor, ve a ocupar tu responsabilidad”, y el de asistir a los funcionarios durante la elección.

Y finalmente, el Vocal del Registro Federal de Electores, que como les decía, es el responsable de que la credencial opere, de que los módulos funcionen bien, de que los listados nominales se impriman como deben ser, etcétera.

Bueno, la reforma dice que en el plano distrital ya no va a haber cinco miembros del servicio, va a haber uno solo, un vocal operativo, que solamente puede tener un asistente y es el que va a realizar todas estas funciones que se realizan de manera simultánea, no es solo una estafeta, se hace primero una cosa y luego la otra; todas estas actividades se realizan de manera simultánea.

Es decir, parecería que la propuesta, lo que quiere es cortarle la capacidad operativa al INE y por eso decimos desde el INE, que de prosperar, las elecciones en el futuro están en riesgo, pero cuando digo que están en riesgo, está en riesgo que haya casillas, está en riesgo que se instalen en donde deben estar, está en riesgo que se integren porque les decía, tienen que ser integradas y está en riesgo que se cuenten los votos bien como ha ocurrido hasta ahora.

En síntesis, todos esos pilares tienen vulneración a los que hacía referencia, tienen vulneraciones.

Pongo solamente telegráficamente algunos ejemplos, adicionales a los que he hecho.

Uno, la autonomía e independencia del INE se transgrede, entre otras muchas razones, porque desde la Cámara de Diputados y Senado, a través de una ley, destituyen al Secretario Ejecutivo del Instituto, cuando ésa es una función que la Constitución le reserva al Consejo General del INE, al Secretario lo nombra y eventualmente lo destituye el Consejo General con una mayoría de votos calificada de ocho de 11, a propuesta del Presidente y si el Congreso quiere destituir al Secretario Ejecutivo, la única ruta a su alcance es el juicio político, pero una ley no puede destituir un funcionario que no es nombrado por los autores de la ley.

Además el Órgano Interno de Control al Contralor del Instituto, en la Constitución dice que tiene funciones solo fiscalizadoras, se le confieren funciones sustantiva, se le hace parte de la estructura de decisión del INE, cuando él pueda revisar las cuentas y la gestión, que la gestión del INE se apegue a la normatividad, pero no puede tomar decisiones, la Constitución no se lo atribuye y probablemente por habilidades políticas del actual titular, hoy desde la ley se le dan facultades que la constitución no le confiere.

Decía ya la desaparición del 85 por ciento de plazas del Servicio Profesional Electoral y no hablo aquí de las violaciones laborales, porque por cierto a todo el personal de la rama administrativa, la ley lo saca del régimen laboral del artículo 41 y lo coloca en el apartado B del artículo 123, con lo que se viola lo que dice la Constitución, porque los trabajadores del INE no pueden estar sometidos las directrices burocráticas de los órganos como la Secretaría del Trabajo, que forma parte de un gobierno, esa es una garantía de autonomía.

Y la temporalidad de los órganos desconcentrados que ahora la ley dice que los órganos distritales más allá de restricción de esa constricción draconiana de reducir cinco cargos a uno que ya mencionaba, los órganos temporales ahora muchos de ellos, perdón, los órganos desconcentrados, los órganos distritales, ahora muchos de ellos van a ser temporales.

En fin, se trata de una reforma que supone, como decía una constelación de violaciones constitucionales que vuelve a meter al gobierno en la organización de las elecciones, poco se ha hablado de esto, pero vale la pena empezar a levantar la voz.

Saben ustedes que ahora la lista de votantes de mexicanos en el extranjero, la lista de electores, tiene que pasar por el visto bueno de la Secretaría de Relaciones Exteriores que es una institución del gobierno federal.

La ley dice que la Secretaría de Relaciones Exteriores, va a validar el listado de los que pueden votar en las elecciones federales y locales desde el extranjero y además permite que esos votantes lo hagan aun sin tener credencial para votar con fotografía, es decir, sin estar en el padrón electoral, porque ahora bastará que enseñen el pasaporte y la matrícula consular, que son documentos que expide la Secretaría de Relaciones Exteriores y que están bajo el control de la autoridad electoral.

O bien permite o establece la ley que los Módulos de Atención Ciudadana, los llamados MAC, donde vamos a tramitar nuestras credenciales, hoy van a tener que estar ubicadas en escuelas y en oficinas gubernamentales y qué va a pasar, por ejemplo, las escuelas normalmente cierran el fin de semana y hay muchos módulos que operan los fines de semana, y qué va a pasar cuando las oficinas gubernamentales decidan que tienen horarios distintos a los de los módulos.

Es decir, nos vamos a someter nosotros en la operación delos Módulos de Atención a las directrices de los gobiernos federales y locales porque ahí están nuestras oficinas, es decir, las violaciones como mencionaba son infinitas, por no hablar de una norma que ya es válida, que redefine a través de la ley General de Comunicación Social y de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, el concepto de propaganda gubernamental, estableciendo ahora, que lo que está prohibido por la Constitución se vale.

Ustedes saben que hay una polémica porque muchos funcionarios públicos están violando la Constitución, opinando, entrometiéndose en los procesos electorales, pues de acuerdo con la ley, eso ya se va a valer, así que en los procesos electorales del futuro cualquier funcionario público podrá legítimamente, desde su ejercicio como servidor público, interferir en los procesos electorales, criticar a los candidatos, a los partidos, apoyar a candidatos o a partidos, con lo que se distorsiona radicalmente las reglas de la equidad, de la competencia que hemos alcanzado.

En suma, y termino y perdónenme si me he tal vez extendido en el tiempo, con estos cambios legales se nulifican las garantías constitucionales que hasta hoy han permitido elecciones libres y auténticas, y desde ese punto de vista esta reforma, es una reforma que por primera vez en 30 años pone en riesgo el voto ciudadano se ejerza en libertar, porque el voto de los ciudadanos, lo dice la Constitución, tiene que expresarse y manifestarse en elecciones libres, periódicas, pero sobre todo auténticas, es decir, elecciones regidas por los principios rectores de la función electoral de independencia, autonomía, certeza, legalidad, máxima publicidad y objetividad que hoy rigen a los comicios; y todos esos principios hoy están en riesgo, con lo que también está en riesgo la realización en el futuro de elecciones auténticas.

Muchísimas gracias, y un verdadero privilegio de nueva cuenta estar en este espacio académico.

Presentadora: Muchísimas gracias, doctor Lorenzo Córdova.

Que gran exposición meticulosa para poder entender la complejidad de sacar cosas al exprés y lo que implica perjudicialmente para la democracia de nuestro país.

De esto, pues entonces el doctor Fernando Castañeda tiene la responsabilidad de hacer estos comentarios a esta gran conferencia magistral.

Adelante doctor Castañeda.

Fernando Castañeda Sabido: Muchísimas gracias, Fabiola.

Pues primero que nada muchas gracias, Rosita por la invitación a comentar al Doctor Lorenzo Córdova, un buen amigo, querido amigo.

En realidad, y bueno Lorenzo, me parece que lo que has dicho es muy importante, como siempre; yo creo que, la exposición que hace Lorenzo sobre las consecuencias de la reforma, que creo que es muy importante discutirla, son muy claras y que lo hace una persona que conoce perfectamente el INE y que está analizando y quiero resaltar eso, de manera puntual y fundada las consecuencias que puede tener una reforma y ahorita voy a explicar porque me parece muy importante que lo haga de manera clara y fundada.

Porque estamos viendo una época no solo en México sino en el mundo, donde todo parece ser reducido a las intenciones ¿no? si es el padrino que me bautizó es panista, yo soy panista, y todo lo demás es panista, lo que digo de aquí hasta que me muera es panista, y por lo tanto nada de lo que yo diga vale para alguien que no es panista, pero por cierto ni mi padrino era panista ni nadie era panista, quiero aclararlo para que no se generen malas interpretaciones.

Pero digamos, estamos viviendo una época en donde hay una reducción a un simplismo maniqueo sobre los procesos de argumentación y, por supuesto, de construcción de la vida pública y de la política, y del ejercicio de la política, y del desarrollo y transformación de la democracia.

Lorenzo hoy no va a comentar esa parte porque el que sabe de eso es, ha explicado con mucha claridad el funcionamiento del INE, cómo esto puede ser afectado por la reforma.

Yo quisiera comentar algunas cosas que presenta al principio como fundamentos de lo que ha sido la evolución, digamos, de México hacia la democracia.

Lorenzo dice una cosa que a mí me parece fundamental, sin duda, como él lo dice, la democracia mexicana ha sido muy particular, la transición a la democracia, el cambio de la democracia mexicana ha sido particular, como particular, y mucha gente no lo ha sabido entender; a nivel mundial, y nosotros tampoco hemos sabido presentarlo, como singular ha sido toda la historia política de México de posrevolucionario.

Hace ya como unos cuatro o cinco años, si mal no recuerdo por ahí del 2017 o 18, Soledad Loaeza publicó un artículo en el que hablaba de cómo México es uno, ella no decía cuántos países pero yo creo que no ha de haber más de dos países, Estados Unidos e Inglaterra y México, que han hecho elecciones de acuerdo a sus leyes electorales y a su Constitución desde 2019, desde 1919, perdón, o sea, más de 100 años hemos hecho elecciones de manera regular, siempre tal como se ha hecho, no se ha suspendido ninguna elección a nivel federal desde 1919, tal como las disposiciones, en su momento legales, lo planteaban.

Fuera de Inglaterra y Estados Unidos no sé si haya otro país que haya cumplido con eso.

Pero nosotros sabemos muy bien que hasta 2000 realmente el Presidente que llegaba al poder había sido previamente designado por el Presidente anterior. Y realmente la votación era un proceso de, en todo caso, de legitimación de la decisión que ya se había tomado.

En otras palabras, quizá mucho del problema de la transición democrática y del problema de las reglas y de la discusión, y ésta que describe muy bien Lorenzo, muy bien documentado, estas etapas de la inclusión, etcétera, después de mejorar los órganos, de darle certidumbre, de dar equidad, etcétera, pues tuvo mucho que ver precisamente con un punto que me parece clave en toda esta discusión, y es precisamente la de ir rompiendo con el arbitrio de una autoridad y una estructura de poder vertical.

Lo cierto es que esto, cuando estaba yo leyendo la presentación de Lorenzo me acordé de un texto que se publicó hace muchos años, no sé cuándo lo publicó, yo lo leí después, pero es a propósito de las dictaduras, Fernando Savater me refiero, es a propósito de la dictadura argentina, en la época en que empezaron a aparecer pedazos de cuerpos mutilados en espacios públicos, que es una cosa terrorífica.

Y, entonces, Savater decía: La figura que, digamos, mejor ilustra esto, es Job. Porque Job es ese personaje que no sabe cómo actuar frente a Dios, se porta bien y le va mal, se porta mal y le va mal, haga lo que haga le va mal.

Y lo que le pide el Job a Dios es que le diga: Dime qué onda, dime por dónde me muevo.

Yo creo que esa es una de las mejores ilustraciones del problema del poder y de la concentración del poder. El problema del autoritarismo y del problema de la discrecionalidad en el uso del poder.

Y nosotros somos bastante expertos en eso, lo vivimos prácticamente todo el siglo XX.

Y esto me parece muy importante por muchas de las cosas que estuvo diciendo Lorenzo.

Por ejemplo, un punto que él está diciendo. La importancia que las reformas democráticas en una sociedad democrática, sean consensadas.

Decía a propósito de un momento en que Chomsky habló con un anti-semitista, en cierta medida lo acusan de proteger un anti-semitista. Chomsky escribe un artículo en el que dice: La democracia y la libertad de expresión, se refiere a la libertad de expresión, es para todos aquellos que dicen incluso lo que a mí, lo que más odio o no me gusta.

Si en realidad la libertad de expresión fuera solo para los que a mí me gustan, pues entonces está Hitler, creía en la libertad de expresión. Hitler creía en la libertad de expresión, pero para los que decían lo que él quería que dijeran.

En realidad, el problema de un consenso democrático, evidentemente es sentarse con sus opositores.

El problema de un consenso democrático que de alguna manera genere certidumbre en un proceso democrático, es cuando hay un consenso entre fuerzas que evidentemente son fuerzas que discrepan, ¿no?

No se trata de que hay un consenso entre los cuates, porque eso no es, no es un consenso.

Y eso es fundamental en un proceso democrático.

Entonces, cuando Lorenzo menciona eso como una cuestión clave de las reformas anteriores, los errores que se cometieron antes de 2006 al no haber incluido a todas las fuerzas políticas, el problema de hacerlo ahora peor, porque no solo se excluye a una, sino se excluyen a muchas, pues me parece un tema clave.

En el mismo sentido de lo que estoy diciendo del problema del árbitro, del problema del uso discrecional de la ley, del problema del uso discrecional del poder, en el sentido de Job.

La democracia moderna es un fenómeno muy complejo que es muy difícil, hay muchas explicaciones históricas y más teóricas.

Pero hay varios elementos que me parecen clave de la democracia moral.

Una muy importante es el desarrollo del estado moderno con su división de poderes, eso es muy importante, su organización territorial, la distinción entre, primero el rey, el monarca y los demás que rompe con la vieja sociedad testamental, etcétera.

¿Por qué eso era muy importante?

Porque fue generando formas de reducción de la discrecionalidad.

O sea, estableció y racionalizó los usos del poder y los cargos.

Bien lo decía el sociólogo alemán Max Weber, cuando hablaba de la burocracia como la forma moderna de la (inaudible).

¿Qué es lo que él veía como un dato característico? Por cierto, usaba Marx, él cita a Marx, no es que lo use y yo lo estoy interpretando, él cita a Marx y su análisis de la ilusión capitalista del trabajo.

Él dice cómo el cargo se autonomiza en la persona, tal como Marx describió a los procesos de trabajo y los cargos en los procesos de trabajo industriales.

De la misma manera, en la burocracia moderna se autonomiza el cargo, y eso obliga a la racionalización del cargo, o sea, y obliga que yo pueda discutir yo como un ciudadano común, como una persona que camina por la calle que me informe de que un Secretario de Gobernación es alguien que cumple ciertas funciones, no todas; que una Secretaria de la Función Pública cumple ciertas cosas, no tiene por qué ir a comprar camiones para PEMEX.

O sea, que los funcionarios tienen ciertas responsabilidades y cumplen ciertos cargos, que los que los jefes de estado tienen periodos definidos y tienen funciones, y su poder no es el poder del pueblo, su poder es el poder que le otorga, sí, el pueblo y la ciudadanía para que ejerza ciertas responsabilidades.

A mí, yo cuando fui a votar, nadie me dijo “por el que estás votando va a decidir todo sobre tu vida, y te va a interpretar”, mejor que tú te interpretes.

No, pues eso no me dijeron, me dijeron es una persona que va hacerse cargo del Presidente, va a estar seis años y tiene estas responsabilidades, y está obligado a respetar el Poder Judicial y está obligado a respetar el Poder Legislativo.

Bueno, esto es muy importante, porque regresando, esto es lo que permite a la ciudadanía esta larga discusión de cómo la democracia es un proceso y es una evolución no solo porque está en las reglas, sino porque se generan las condiciones para que un ciudadano pueda de manera más competente decidir y actuar en esa vida pública.

Se genera un espacio de racionalidad.

Y regreso a la presentación de Lorenzo. Todo lo que hizo Lorenzo es explicar con mucha claridad cómo nosotros, precisamente, concentramos este problema, precisamente, contra la concentración y verticalidad del poder un proceso de construcción de las elecciones, en donde el problema de la elección estaba centrado, sobre todo, en los procesos electorales.

La generación de un órgano autónomo, garantizar los recursos para que se haga, garantizar la competencia profesional, una cosa que también aquí se desprecia, es increíble, es increíble.

O sea, yo no sé si quienes dicen esto estén dispuestos a ponerse en manos de una persona para que les haga una cirugía aunque no sea cirujano, pero es un buen amigo de toda mi confianza, lo conozco desde que era yo un niño.

Así es que, bueno, si alguien me va a abrir aquí la panza, pues que me la abra mi amigo, y no un médico que no conozca aunque haya estudiado Harvard, peor si es un “fifi” de Harvard.

No, bueno, pues eso no puede ser, o sea, se necesita competencia profesional, se necesita toda una serie de cosas, la profesionalización de la que habla Lorenzo.

Es muy importante porque, además, en el mismo sentido lo que he venido diciendo, cuando se va profesionalizando, cuando se garantiza el trabajo de esa persona y dice “tú ya ganaste, tú concursaste, hiciste esto si te quieres promover, tienes que cumplir estos requisitos, y entonces concursas y se te hace una evaluación, y te postulas”.

Entonces, cuando hay eso, pues yo ya no tengo que estar diciendo “bueno, lo que usted diga, señor”, “¿qué día es hoy?, pues el día que usted diga, señor”, sino que en realidad pues yo actúo profesionalmente y le digo a mi jefe “sí, señor, usted dice, pero estoy hay que hacerlo así y así”.

La profesionalización genera autonomía y responsabilidad del cargo, o sea, estas cosas son centrales en la evolución de la democracia, la certidumbre jurídica que se produce después de todo esto.

Todo esto que Lorenzo habla de la autonomía de los órganos electorales, es una cuestión clave en el proceso de construcción de una democracia, precisamente, a propósito del “directismo” del que hablan tanto ahora, ¿no?

¿Cuál, ha sido un tema de discusión sobre el tema de la democracia? Schumpeter cuestionó la idea de que los ciudadanos fuéramos capaces de gobernar, en todo caso, éramos de alguna manera, sancionados las decisiones que había tomado una autoridad.

Bueno, al final de cuentas quizá hay mucho en las democracias modernas en las que, efectivamente, son tan complejas sus responsabilidades técnicas, etcétera, que no se hace posible que un ciudadano pueda manejar todo eso, entenderlo y de alguna manera participar en eso, de toma de decisiones.

Pero lo cierto es que, en la medida que eso se va racionalizando, en la medida en que se va haciendo más complejo, en la medida en que se generan procesos como la creación del INE, su evolución y su desarrollo, hay una serie de expertos profesionales, a partir de los cuales yo puedo saber algo de lo que se está haciendo, puedo yo participar y tengo más capacidad de poder entender lo que está ocurriendo en el proceso de gobierno.

Creer que yo por quien sabe qué facultades puedo entender más que el pueblo mismo, lo que el pueblo quiere y necesita, es parte de una mitología del Siglo XIX y anterior del Siglo XVII y XVIII cuando se construye el absolutismo, donde el rey después de encarnar en el proceso de guerra de religiones, en lugar de encarnar la palabra de dios, se autonomiza, pero entonces encarnaba la voluntad de la nación y, por lo tanto, su legitimidad era esa voluntad de la nación.

¿Quién sabía quién era voluntad?

Yo recuerdo una vez que de la Madrid dijo: “mi compromiso es con el pueblo, pero primero con la nación”, ah, bueno, si la mayoría del pueblo no es la nación, entonces, ¿quién es la nación?

Él hablaba como si hubiera un destino histórico, al viejo estilo priista, ¿no?

Bueno, pues no, o sea, haz caso de las cosas, de las decisiones, contemplemos cómo se toman las decisiones.

Un proceso electoral en donde todos los ciudadanos decidimos, tiene que ser claro, tiene que haber certidumbre y tiene que haber certidumbre tanto de los que votaron a favor como de los que votaron en contra, y tiene que haber consenso de que los que votaron en contra fueron derrotados legítimamente bajo procedimientos legales, eso es lo que le da certidumbre a todo el proceso, es lo que le da legitimidad al proceso electoral.

Como dice bien Lorenzo, si en el 2024 no va a haber certidumbre, lo que nos espera es un horror porque realmente una parte de la población no va a creer en esa elección y no va a legitimar esa elección.

Y si alguien cree que en el Siglo XXI se puede legitimarse por el destino histórico de quién sabe qué subjetividad, pues entonces no entiende nada de lo que está pasando en el Siglo XXI.

Se necesita legitimar ese gobierno y se necesita que se legitime como se sabe desde hace muchos años, la teoría política lo ha dicho mucho, la legitimidad fundamental de los estados modernos es procedimental, y no se dice nada más por la ocurrencia, porque definitivamente es la única forma en que nosotros podemos llegar a consensos.

Todo esto, muchos hablan del contrato del pacto social y hablan como en una vaguedad y confusión enorme.

Cuando verdaderamente se hacen contratos es cuando voy y voto y cuando voy y decido y cuando voy y acepto esas reglas y cuando voy y participo. Y si pierdo, tengo que reconocer que pues no ganó quien yo voté por él, pero que todo se hizo bien y que, por lo tanto, el contrato sigue vigente.

De lo contrario, no va a haber contrario y de lo contrario lo que estamos es no solamente vulnerando al INE y a la democracia, estamos violentando al país.

Yo sí creo que estamos en un momento clave y creo que es muy importante que todo mundo se dé cuenta de que es fundamental para el 2024, dar garantías y certidumbre.

Y si alguien cree que puede dar garantías y certidumbre porque yo lo digo en mi magnificencia, pues entonces no entiende nada.

La certidumbre solamente puede ser procedimental y tiene que ser con el apoyo de todas las fuerzas políticas que vayan en ese año a las elecciones.

Felicidades, Lorenzo.

Presentadora: Muchísimas gracias por esta intervención, doctor Fernando Castañeda.

Y, bueno, para acercarnos al cierre de este evento, de esta conferencia magistral, si bien la oportunidad de hacerlo bien nos permite tener un par de preguntas y respuestas para nutrir un poco más esta discusión, les compartimos la primera y, si gustan, ambos opinar al respecto, porque es muy general.

Nos pregunta Juan Manuel Calderón: ¿Hay salida para el Plan B de la reforma político-electoral o y a todo está perdido al tener a un partido mayoritario en la Cámara y una oposición diluida y sin autoridad moral para obtener el apoyo de la gente?

Hacemos mucho que tiene que ver con lo que nos presentaba el doctor Lorenzo de estas situaciones de cómo la reducción estaría golpeando fuertemente a la operatividad del propio INE; y, por lo tanto, tanto su debilitamiento como pues estas situaciones de no solamente de inconstitucionalidad, sino hasta de violación de derechos laborales de los trabajadores del Instituto.

Adelante, por favor, doctor.

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias.

Y gracias a Juan Manuel por la pregunta, porque además creo que es absolutamente pertinente en un contexto, digámoslo así, complejo, pero hasta catastrofista que podría un escenario catastrofista que se podría derivar de la intervención de Fernando, que celebro muchísimo y agradezco, que aplaudo, como de la mía.

No, no todo está perdido.

En una democracia constitucional, sin lugar a dudas, el Congreso que es el responsable de la toma de decisiones, pero mientras sigamos siendo una democracia constitucional y no hayamos caído en lo que Toqueville, definía como el principal riesgo que tienen las democracias que es de generar en la tiranía de las mayorías. Y decía, es lo que vi que la tiranía de las mayorías es tan despótica como la tiranía de un solo hombre, al final del día defectos para las libertades, para la nulificación de las libertades es exactamente el mismo.

Decía, en una democracia constitucional que no deriva en eso, que Toqueville nos advertía, pues la última palabra la tienen los garantes de la Constitución y, por ende, los garantes de la democracia y de la democracia constitucional pues en su conjunto, que son los guardianes de la Constitución son ni más ni menos que los jueces constitucionales.

Y yo creo que lamentablemente, digo, lamentablemente esta reforma lo que quede de ella, o sea, lo que vaya a pasar, pues, de cara al 24, sea que se convalide la reforma en sus términos, sea que se anulen partes de la misma por inconstitucionales, sea que se eche abajo toda la reforma y tengamos que irnos con las reglas actuales, ya tenemos un problema producto de la irresponsabilidad de esa autoridad que actúa con la magnificencia a la que hacía referencia Fernando.

Ya se rompió algo que había sido, digámoslo así, la clave del proceso de transición democrática y su característica fundamental, que fue una democracia, una transición pactada, no fue una transición impuesta.

Pactada luego de muchas conquistas ciudadanas y a eso me refiero, yo creo que no, Juan Manuel, no todo está perdido, hay que esperar, bueno, de entrada ya se publicaron como mencionaba, dos de las seis leyes que forman el paquete de esta reforma y están corriendo los plazos, ya está vigente, y están corriendo los plazos para que quien quiere impugnar lo pueda hacer.

Y creo, sin hacer futurismo, simple y sencillamente atendiendo lo que ha sido ya anunciado públicamente por los distintos actores que pueden impugnar este tipo de normas, pues que ya es inminente que se presentes tanto acciones de inconstitucionalidad por parte de las minorías parlamentarias o de los partidos políticos que puede presentarla, no creo que la Comisión de Derechos Humanos vaya a presentar una acción de inconstitucionalidad.

Entre otras cosas,  porque no puede meterse en termas electorales, a veces de le ha olvidado a la titular y se ha metido consistentemente en cuestiones electorales violando la constitución, por eso el INE presentó una controversia contra la Comisión Nacional de Derechos Humanos que está en curso, pero bueno.

Pero podrían, insisto estos actores y seguramente van a presentar acciones de inconstitucionalidad y el INE va a presentar también en controversia institucional y también los Órganos Públicos Locales Electorales, estos son los actores que públicamente han planteado el punto, pero dado que esta ley, estas dos leyes publicadas vulneran conceptos clave que ya han sido impugnados por otros actores sociales, como artículo 19 que presentó en su momento un amparo que detonó cumplir con la obligación de expedir la Ley de Comunicación Pública, la Ley de Comunicación Gubernamental, seguramente va a haber amparos que se van a presentar.

Ahora bien, ahora las otras cuatro leyes que forman parte de este paquete, que forman parte del núcleo duro, no se terminó el proceso legislativo en el periodo ordinario anterior, así que está anunciado que al arranque del próximo periodo, los primeros  días de febrero, el primero de febrero, se va a procesar la aprobación que ya está en su tramo final.

Hoy la única disputa, lo único sobre lo que tiene que pronunciarse el Senado, es sobre sí se valida lo que la Cámara de Diputados primero introdujo, luego el Senado validó, luego se enojó el Presidente de la República y dieron marcha atrás en diputados que se conoce como la cláusula de “vida eterna”, es decir, un regalo que el partido mayoritario le hizo a sus dos aliados para permitir algo que ya habíamos superado, que ocurría en el pasado pero que afortunadamente el marco legal actual prohibía, era que se transfirieran votos entre partidos cualidades.

Déjame explicarlo, van dos partidos o tres partidos cualidades y se pacta o la ley permite, que es lo que se quería, que la ley permite que el partido mayoritario le transfiera votos a sus aliados en caso de que no hubieran alcanzado la votación mínima requerida para mantener el registro que es el tres por ciento, si un partido aliado obtuvo el 2.5, pues el partido mayoritario le transfiere el 0.5 de sus votos para que el otro subsista y mantenga su registro, eso, digamos que los partidos que fue parte de estos procesos, que como decía Fabiola, se procesó de manera oscura en la madrugada de noche, en menos de tres horas, pues esto enojó al Presidente de la República quien en alguna de las mañaneras ordenó a su mayoría en el Congreso que lo quitaran; y eso es lo que está por validarse en la Cámara de Senadores, es lo único que falta, y después de pronunciarse sobre si se quita o no, se pueden ya publicar estas leyes y entrar en vigor.

¿Eso qué quiere decir? Que va a abrir el periodo en febrero para que se impugne, y no solamente es posible que se impugne, como Presidente al INE lo digo,  algún consenso y lo hemos dicho ya públicamente, de los 11 consejeros del INE para que se impugne en una controversia constitucional, esa reforma que pone en riesgo a nuestras elecciones en el futuro y consecuentemente con el riesgo a la democracia.

Entonces bueno, no, no todo está perdido, afortunadamente en la Suprema Corte de Justicia, tendrá que pronunciarse sobre la validez o no de estas reformas, pero además, también creo, que como se afectan derechos laborales del personal del INE, que como se afecta el derecho de todas las ciudadanas y ciudadanos de poder votar en elecciones auténticas, es muy probable que se presenten, no digo cientos, no digo miles, decenas de miles de amparos, de juicios laborales, de amparos laborales e incluso de recursos ante el Tribunal Electoral, porque esta reforma lo que pone en riesgo en este ejercicio pleno de los derechos políticos de las y los mexicanos; entonces seguramente cualquier ciudadano que considere que esta reforma pone en riesgo su derecho de votar o incluso de ser votado en elecciones auténticas, podrá y seguramente impugnará por las vías legales a su alcance, amparos, juicios ante el Tribunal Electoral, entre muchos otros.

Así que, no, no todo está perdido, le toca a la ciudadanía y le toca a las instituciones, al INE como garante del sistema democrático, llevar ante la arena de los tribunales, de la Suprema Corte, del Tribunal Electoral, pero también eventualmente de jueces de amparo, la impugnación de normas, que por el hecho de no haber sido procesadas con ese consenso que lo osaba y digámoslo así, reforzaba de manera magistral Fernando en sus comentarios, es el que debería estar lógicamente, en la base digámoslo así, de la construcción de las reglas de fuego, aquí hubo quien quiso imponer sus juegos, sus reglas, incluso fueron abundantes las expresiones, increíbles en este contexto, de que aquí solo nuestros chicharrones truenan, bueno eso va a provoca que haya una gran cantidad de impugnaciones y eso no es bueno en principio pero es indispensable para que no podamos decir el día de mañana, ahí sí que todo está perdido, porque no hicimos lo que teníamos que hacer aquí.

Entonces yo creo y confío mucho en la independencia de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal Electoral, de los jueces de distrito que a pesar del acoso, de que son objetos de la descalificación inaceptable en una democracia constitucional de que son objetos del poder, ellos ahora van a ser los garantes de que la democracia siga subsistiendo en nuestro país.

Y ya después, ojalá y esto prospere, y que en el 24 los ciudadanos mexicanos podamos votar con absoluta libertad por quien queramos, como ha venido ocurriendo, y si se reitera que la actual mayoría sigue en el gobierno, será por las vías democráticas no por haber dinamitado la posibilidad de que los ciudadanos decidan quién es el que nos gobierne.

Presentadora: Muchas gracias, doctor Lorenzo.

Doctoro Fernando, adelante, por favor.

Fernando Castañeda  Sabido: No, yo creo Lorenzo ya lo dejó muy claro, ¿no?, yo también espero que efectivamente la Suprema Corte actúe con sensibilidad, se dé cuenta, porque yo creo que ahí están las cosas de que esto verdaderamente puede poner en crisis las elecciones de 2024.

Esto de no llegar a consenso con las contrapartes, en muchas partes del mundo está pasando y ha pasado, lo que pasó en Estados Unidos que de repente se violenta la ley.

En Colombia en donde la mitad de la población no está a favor de los gobiernos que son electos democráticamente, o sea, en verdad es un error político y con todo lo demás que ya mencioné.

Yo sí espero, también creo y espero, pongo mi fe en que la Suprema Corte se coloque a la altura, definitivamente.

Presentadora: Bueno, y precisamente esta situación de, también que nos comentaba el doctor Lorenzo Córdova en su exposición, de cómo ahora el tema del voto en el extranjero tendría que pasar por la Secretaría de Relaciones, o sea, es un disfraz de cómo el ejecutivo se va a hacer cargo de parte de las elecciones, aunque no se vaya a la SEGOB y sea como en los noventas o en los ochentas, esta situación, vaya, están ahí maquillando las situaciones, y ahí está en la ley, en los documentos, en los dictámenes.

Y bueno, conforme a eso nos pregunta Elena Arellano: ¿El INE sobrevivirá al 2024 o nos encontraremos ante un INEC, que éste responda a SEGOB o al Gobierno Federal?, ¿Qué podemos hacer como ciudadanos para que esto no pase?

Creo que desde la ciudadanía…

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova VIanello: Lo primero que le diría a Elena, Fabiola, es que ya lo del INEC no pasó por lo pronto, así que en el 2024 quien va a organizar las elecciones federales y coorganizar con los OPLE las elecciones en las 32 entidades federativas para renovar nueve gubernaturas, 30 congresos locales, municipios en 30 estados, etcétera, etcétera, va a ser el INE.

El dilema hoy que tenemos es, qué INE, y no estoy refiriéndome a quiénes van a integrar el Consejo General, pues es claro y venturoso que haya esas renovaciones periódicas como la que va a ocurrir en abril, cuando cuatro de los integrantes del Consejo, incluyéndome como Presidente del mismo, terminamos nuestro mandato, no me refiero a quién va a presidir el INE, no me refiero a quiénes van a ser estos otros tres consejeros, nuevos consejeros, ni al hecho de que se quedan siete colegas para garantizar la continuidad, digamos, de las políticas, de los criterios, en fin, de los trabajos institucionales.

No. Me refiero a que el INE, a cómo el INE, cómo será el INE que organizará las elecciones del 24, un INE incapacitado porque la reforma lo deja trunco para poder organizar elecciones, o un INE fuerte y autónomo como el que ha permitido estas 331 elecciones en estos nueve años, ese índice de alternancia y que la entidad sea la regla con la que se compite por el poder.

Así que INE habrá, ya no va a haber el INE porque eso era o implica una reforma constitucional que ya no fue, no sé si en el futuro lo habrá.

Pero yo creo que el gran dilema y la gran fortaleza del INE, es y seguirá siendo que la ciudadanía confíe en él.

Si hoy tenemos una institución que goza del 75 por ciento de la confianza de las y los ciudadanos en un periodo de esto que Fernando aquí atisbó, pero que ha venido trabajando muchísimo y lo he escuchado de manera reiterada como uno de los grandes problemas que están enfrentando los sistemas democráticos, las democracias constitucionales actuales que es la pérdida de confianza de las instituciones, o sea, ese vacío de confianza el que depende del funcionamiento de toda la Institución, la mención Weber y a la burocracia que también aquí ha hecho Fernando, pues habla de un personaje especializado para cumplir funciones, pero también que genere la confianza de los ciudadanos de que el estado funciona.

Las reflexiones a la burocracia que hace Weber no son para criticar a la burocracia, sino para justificar ese cuerpo profesional.

Aunque luego hablar de burocracia ha llegado a ser una palabra que no goza, digámoslo así, de gran aprecio ciudadano, pero la burocracia es fundamental. Una burocracia técnica, profesional que genere confianza en el estado y en las funciones de éste.

Bueno, del mismo modo viene y depende de la confianza ciudadana.

Yo creo que lo que viene el INE en los próximos años, es un INE que si goza de la confianza ciudadana va a poder ser el garante, como lo manda la Constitución, de que en el 24 sigamos teniendo elecciones libres y auténticas.

Presentadora: Doctor Castañeda, ¿alguna reflexión respecto a esto?

Fernando Castañeda Sabido: No, yo estoy de acuerdo también con esto. Creo que ya lo ha dicho muy bien Lorenzo, sí.

Presentadora: Perfecto.

Y sí, bueno, hablando de la confianza, si hacemos porcentajes y nos vamos a números, el INE tiene mucha más confianza que cualquier actor político. Y ahí que cada quien lo interprete si nos vamos a eso.

Y la gente que dice, bueno…

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Lo cual, Fabiola, no debería de darnos satisfacción.

Qué bueno por el INE, pero qué malo porque los actores políticos pues tienen que tener confianza en una democracia.

Fernando Castañeda Sabido: Quiero decir una cosa para complementar ahorita de lo que dice Lorenzo.

En los últimos quizá 30 o 40 años hay dos cosas que han cambiado en los estados democráticos modernos.

Uno es el tema de las minorías que, sobre todo, a partir de los ochentas creció mucho y que también esta reforma ignoró, la importancia de las minorías que es fundamental en la democracia moderna, es clave por el tema de derechos humanos, por muchas razones.

Y otra, los órganos autónomos.

Aquí detrás se encierra un mito.

Una cosa que es cierta, pero al mismo tiempo que se caricaturiza hasta perder su sentido.

Una persona es completamente neutra en su vida y en su visión del mundo, no. Todos tenemos una visión del mundo.

Por eso es muy importante que se definan los cargos y las responsabilidades y que sobre lo que se hace en esos cargos, de acuerdo a los atributos que se le da, etcétera, sea evaluado y pueda yo estimar lo que hacen.

Si yo me tengo que hacer sicoanálisis de cada persona para creer que la decisión que está tomando es buena o mala, pues ya me perdí.

En cambio, nuevamente, por eso la figura de Job me parece muy buena, lo de Savater, o sea, aquí lo que ha cambiado en el juego del poder es que hay órganos autónomos que toman decisiones, órganos autónomos que podrán tener diferencias entre ellos, los que forman parte de este órgano autónomo, pero el que tengan diferencias solo se puede resolver por la materia que están trabajando.

Yo puedo decir, bueno, pues yo soy protestante, yo soy ateo, y para mí yo no creo en estas cosas, bueno, está bien, tienes todo el derecho, pero sabes qué, tu problema aquí es que tienes que organizar de esta manera las elecciones, tienes que cumplir con eso y ésa es tu responsabilidad.

Entonces, la idea de los órganos autónomos que también es un ataque radical de los gobiernos populistas en el mundo, es también una falacia y precisamente porque obliga a racionalizar lo que ellos no quieren racionalizar.

Lo cierto es que es muy importante eso, y por lo tanto, quien decide, no puede, por qué se le ha quitado al Ejecutivo ciertas funciones, se generan órganos autónomos, etcétera, porque todo este argumento que lo organice relaciones exteriores, todos estos argumentos es un poco para decir, bueno, “la verdad sí eran una bola de corruptos, por eso no los dejaban y ahora, pero en el fondo es un modelo neoliberal”; no, no es cierto, es parte de una evolución hoy de los estados modernos y es una forma de resolver el hecho de que somos irreductiblemente cada quien personas con creencias, sí es cierto, por eso no nos vamos a sentar a discutir nuestras creencias, nos vamos a sentar a discutir lo que nos pusimos a acuerdo hacer.

Y yo acepté que me nombraran en tal lugar o que hiciera yo tal cosa, está en mi contrato, pues dedícate a hacer eso. Todas tus creencias políticas, religiosas, lo que quieras, tu creencia en el vudú, todo eso está bien, pero eso no es parte del proceso y esto es algo que es increíble cómo, yo no sé si por ignorancia, por mala leche o por lo que sea, se ignora cuando estamos hablando de estas responsabilidades y de cómo se deben de resolver.

Y esto como complemento al tema.

Presentadora: Muchísimas gracias, doctor.

Y bueno, pues justo pasando ya a la última pregunta que tenemos aquí del público, pues también valdría mucho la pena hasta la cosa más “sencilla” podríamos decir, que de pronto es el día a día de los ciudadanos y ciudadanas que es la credencialización, ¿no, y esta gravedad en donde… recortes, quitar estructura, oficinas.

Si ya de por sí los ciudadanos de pronto nos quejamos de “no puedo tener una cita de un día para otro y demás”, bueno, pues con esto, inclusive es un tema de crisis, ¿no?, administrativa de la credencialización con este tipo de situaciones en done al ciudadano de a pie nos va a afectar, ¿no?, ya dejemos todo ese tema democrático y demás, que de pronto las gente dice “sí, sí, yo sí quiero una dictadura”, porque hay gente que lo opina, ¿no?, sí quieren autoritarismo o lo que sea.

Pero tenemos este tema que ya lo hemos expuesto en la cátedra en varias ocasiones, esta situación de que para bien o para mal, nuestra INE es el documento oficial de validación para hacer cualquier trámite, ¿no?, cualquier trámite. Y si no entendemos que hasta en eso nos va a perjudicar este tipo de situaciones de recortes sin ton ni son, basados en una falsa austeridad, porque hay que decirlo, pues sí tenemos un problema.

Y bueno, nos comentan también en esta situación, bueno, que precisamente en el curso de la cátedra que vimos sobre funcionarios públicos, aquí no importa si tú perteneces a un partido u otro, cuando entras como funcionario, como servidor público, ofreces eso, un servicio a toda la sociedad.

Si el ciudadano o ciudadana votó por el PRI, por MORENA, es algo que a ti no te debe de importar, debes ofrecer un servicio de calidad dentro de la imparcialidad y esto se está perdiendo, es algo que nos comentan en varias partes de las fanpage en donde salimos y, bueno, la última pregunta no la hace Rodolfo Sánchez.

Debido a las corcholatas ya hay un destape a destiempo de muchos actores políticos como Alejandra del Moral en el Estado de México o Martha Ávila en Iztapalapa, ¿qué puede hacer el INE al respecto o eso le toca a los OPLES?

¿Consideran que ya hay un descontrol a este nivel con las acciones anticipadas de campaña y esto cómo golpea a otras contiendas electorales?

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: A ver, un comentario rapidísimo sobre el tema de la credencial.

Yo te agradezco que lo pongas, Fabiola, en la mesa porque creo que una de las cosas que luego a veces no se comprende y que no hemos sido capaces desde la autoridad de explicar de manera clara y puntual, es que el servicio de la credencial, que no nada más es el plástica que se entrega y que nos sirve para identificarnos y para votar, sino todo lo que está detrás, es decir, una infraestructura de más de 900 módulos con personal que está todo el tiempo en todos los lados del país atendiendo a la ciudadanía, el sistema de seguridad informática.

Miren, al INE no le ha pasado cosas como las de Guacamayaleaks o de lo Pemex, o qué se yo, porque le invertimos cantidades importantes de recursos en seguridad informática para resguardar los datos que no son del INE, son de cada uno de los 95 millones de ciudadanos que hoy están registrados ante nosotros.

Bueno, todo eso tiene un costo del orden de, que es que representa la tercera parte de lo que el INE gasta, de lo que el INE recibe, o sea, 1 de cada 3 pesos va a ese servicio que nos permite cada año entregar alrededor de 16 millones de credenciales y tener cerca de 70 mil trámites diarios en nuestros módulos y es importante decirlo, porque dicen el INE cuesta mucho, pues sí, pero hagámonos cargo de 95 millones de personas tenemos una credencial gratuita, segura y con mecanismos de autenticación que nos permiten combatir el robo de nuestra identidad gracias al Instituto Nacional Electoral, es decir, a una inversión que día a día se hace porque así la vemos desde acá, y eso por lo que hace a la credencial.

Por lo otro. Mira, sí creo que Rodolfo está diciendo un punto que no es menor, parecería que hoy todos los actores políticos, no unos, no otros, unos más unos menos si quieres, pero todos, pues están incomodos con las reglas del juego que ellos mismos pactaron, es decir, si se estableció un periodo de precampaña para evitar el proselitismo anticipado, pues, es, precisamente, para garantizar esas condiciones de equidad en la competencia electoral y hoy hay muchos a los que les molesta.

Bueno, si se prohibió que los funcionarios públicos intervinieran en las elecciones no fue para censurarle su libertad de expresión, por cierto, la libertad de expresión es un derecho de los gobernados frente a los gobierno, no de los gobierno como equivocadamente se dice y eso no lo digo yo, ya lo dijo la Suprema Corte de Justicia.

Así que no puedes colocar en términos de libertad de expresión a quienes somos funcionarios públicos en el mismo plano que los ciudadanos, por cierto.

Por eso un ciudadano sí puede estar haciendo bajo las reglas que se establecen proselitismo o a opinar sobre las elecciones, los funcionarios públicos no podemos, cosa que hoy se quiere cambiar porque parece que la equidad en la contienda que ayer era una demanda para poder llegar al poder, hoy desde el poder pues ya molesta; pues claro, cuando estas en el poder no quieres límites y cuando estás en la oposición, pues quieres que el poder esté limitado.

Pero bueno, más allá de esto que es una obviedad, lo que sí digo es que pues estamos frente a violaciones que el Tribunal Electoral ha venido una y otra y otra vez señalando, el INE ha emitido medidas cautelares, no porque esté en contra de cuál o tal corcholatas que se diga y también ha habido pronunciamientos del INE respecto de publicidad en medios de comunicación, de militantes y de funcionarios que pertenecer a la oposición, digo, luego una cuenta la historia que quiere contar para tratar de vender la idea de que la autoridad electoral está sesgada y que está en contra de alguien o a favor de no sé quién, hay ejemplos de que la misma vara ha aplicado a todos.

Se critica mucho que el INE bajó a dos candidatos que violaron las reglas de fiscalización y que se les aplicó la sanción, es decir, la cancelación de registro que estaba prevista en la ley, pero se olvida que seis meses antes el INE le negó el registro a un partido político, a una agrupación que también había violado reglas de fiscalización, es la misma vara.

Pero bueno, lo que sí quiero decir es que estamos frente a omisiones, que las autoridades electorales tenemos que seguir sancionando, una y otra y otra vez y demostrando que lo que se establece en la ley se le aplica a tirios y troyanos, precisamente para no alimentar esa narrativa que se quiere construir de una autoridad sesgada, parcial e incompetente.

Pero sí tenemos un problema en ese punto y con eso termino, si hubiéramos hecho una reforma electoral que realmente quisiera mejorar lo que hoy tenemos, habríamos más bien atendido a la ley de responsabilidades de los servidores públicos, pero no para quitarles prohibiciones, sino para incrementar las sanciones, porque, qué pasa cuando el INE determina que un servidor público violó la constitución y el Tribunal lo valida, pues el INE le da vista al superior jerárquico, ni el INE, ni el Tribunal podemos sancionar directamente y hay muchos funcionarios públicos a los que les viene importando un bledo que los haya sacado el INE porque no pasa nada, porque el superior jerárquico lo avala, porque el Congreso que corresponde no aplica las sanciones, ¿me explico?

Si hubiéramos querido fortalecer el sistema electoral por qué no se hizo una reforma en la que se estableciera que el Tribunal Electoral, por ejemplo, como la Suprema Corte en casos extremos, puede destituir del cargo público a aquel funcionario que violó la Constitución o que no acata las sentencias.

Es decir, es el mundo al revés, es decir, los jugadores violan las normas y luego acusan a los árbitros electorales de ser ineficaces por un lado o de ser sensores por el otro.

Así que, esto sirve para decir, que aunque los problemas fundamentales del país están en el otro lado, va a ser siempre muy pertinente revisar cómo mejoramos las reglas electorales, cosa que en este reforma me parece que no es el caso, porque aquí no se está buscando cómo se mejora sino cómo se desmantela una de las pocas cosas que han sido producto de conquistas de la sociedad y que sí funcionan en el país y que nos merece por cierto un reconocimiento internacional que aunque se quiera negar está ahí.

Presentadora: Muchísimas gracias, doctor Lorenzo Córdova.

Y bueno donde sí se ponen siempre de acuerdo los partidos todos es en las prerrogativas, y que ahí el INE ya no los pueda multar tanto, y eso se aprobó de volada y nadie hizo aspa vientos ¿no? entonces ahí también, en fin la hipotenusa diría la chaviza.

Doctor Fernando Castañeda, adelante, por favor.

Fernando Castañeda Sabido: No, ya eso me parece que el que sabe y conoce eso es Lorenzo y muy bien.

Presentadora: Perfecto.

Bueno, pues nos ha llegado la hora, son las 11:00 de la mañana, y a nombre del Comité Académico, de esta Cátedra “Francisco I. Madero”, del Consejo Directivo, de nuestros ponentes y nuestra Coordinadora del Seminario de los estados, les agradecemos mucho que nos hayan seguido.

No sé si alguno quisiera hacer alguna reflexión final, algún mensaje.

Perfecto, excelente, porque ya nos están esperando los ponentes de la mesa 1 en donde estarán hablando sobre los nuevos escenarios tras las elecciones del 2022, contaremos con la doctora Marcela Bravo Ahuja, la doctora, perdón; el doctor Pablo Javier Becerra Chávez; el doctor Héctor Zamitiz y el doctor Lisandro Devoto.

Les agradecemos muchísimo su tiempo, su paciencia, sus comentarios, más de 90 personas conectadas en dos horas de verdad gracias por seguirnos, por difundir esta información.

Y bueno, les esperamos en la siguiente mesa y en todas las actividades que vienen para este semestre de la Cátedra Madero.

MI nombre es Fabiola Franco, y que tengan un excelente día.

Hasta luego.

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