VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), CIRO MURAYAMA RENDÓN, EN EL PUNTO 24 DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA, POR EL QUE SE APRUEBA EL PROYECTO DE LA DEMARCACIÓN TERRITORIAL DE LOS TRESCIENTOS DISTRITOS ELECTORALES FEDERALES UNINOMINALES EN QUE SE DIVIDE EL PAÍS Y SUS RESPECTIVAS CABECERAS DISTRITALES, A PROPUESTA DE LA JUNTA GENERAL EJECUTIVA
No hay plazo que no se cumpla, y como se previó en febrero de 2021 hoy este Consejo conoce el proyecto de distritación electoral con el que quedará redefinida la geografía política a nivel federal para los próximos 10 años.
Antes de pasar a los números, permítanme exponer la razón, los alcances y el propósito de la distritación electoral federal, un trabajo eminentemente técnico y neutral, pero con un enorme significado político del que depende que se ejerza bien el derecho a la representación popular de las y los mexicanos.
La Constitución General de la República en su artículo 53 a la letra indica, cito: “La demarcación territorial de los 300 distritos electorales uninominales será la que resulte de dividir la población total del país entre los distritos señalados, la distribución de los distritos electorales uninominales entre las entidades federativas se hará teniendo en cuenta el último censo general de población sin que en ningún caso la representación de una entidad federativa pueda hacer menor de dos diputados de mayoría”. Fin de la cita.
El hecho de que se mandate a seguir el censo y no el Padrón Electoral tiene sentido, si bien la elección recae en ciudadanos mayores de edad, los que forman parte del Padrón y del Listado Nominal, la representación del Poder Legislativo es de toda la población, de los habitantes, el Censo 2020 es así el insumo clave para la distritación tanto en el plano federal, como al interior de cada entidad federativa.
Con los resultados publicados por el INEGI sabemos que en 2020 en México vivíamos 126 millones 14 mil 024 personas, así que de acuerdo con la Constitución ésta es la cifra que debe dividirse entre los 300 distritos uninominales federales para ver cuántos distritos corresponderán a cada entidad sin que en ningún caso algún estado tenga menos de dos diputados de mayoría.
Así el promedio de habitantes por distrito electoral es la división de los poco más de 126 millones entre los 300 distritos, lo que da una cifra de 420 mil 047 personas.
El paso que sigue para calcular el número de distritos por entidad federativa es dividir la población de cada estado por esos 420 mil 047.
Así, insisto, en que es el número de habitantes lo que arroja el número de distritos, no las adiciones políticas, adiciones políticas, así se hizo y así lo pueden corroborar ustedes mismos en cada caso.
El resultado de esta operación es que 20 entidades del país conservan el número de distritos del escenario previo y, por tanto, el mismo número de diputados de mayoría relativa.
Por otro lado, tenemos 6 entidades que ven crecer el número de distritos y otras 6 que lo disminuyen.
Aumentan en distritos con 1, Baja California, Coahuila, Puebla, Querétaro y Yucatán y con 2 Nuevo León.,
Disminuye 1 en Guerrero, Estado de México, Michoacán, Tamaulipas y Veracruz, y 2 en la Ciudad de México.
Como se ha demostrado, es la demografía lo que determina esta asignación.
Así que el INE sólo traduce los datos de la población del Censo del INEGI en distritos federales cuyo crecimiento, disminución, se explica exactamente por la misma razón: por el peso que cada entidad tiene en la población nacional de México.
Al INE no le interesa cómo vota la gente, si por la opción A, B, C o D, hemos visto pasar delante de nuestros ojos una y otra alternancia y siempre organizamos elecciones para que la ciudadanía vote en secreto y en libertad.
Así que no tenemos compromiso compartido político alguno o con el gobierno en turno, lo que nos interesa sí es que la gente tenga garantizado el derecho al voto y a la representación, y el derecho a una representación igualitaria pasa por tener distritos equivalentes en población.
Cuando los distritos no están bien distribuidos y no tienen un número de habitantes equilibrado, se pueden dar fenómenos de sobre y subrepresentación y ello es grave, pues como señala el diccionario electoral del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, cito, la sobre y sub representación no sólo afecta el derecho al voto igual de cada elector o el derecho a una representación igual de cada habitante sino que también tiene consecuencias en la gobernanza generando ventajas a favor de algunos partidos o corrientes ideológicas en detrimento de otras, cierto la cita.
Se trata, como dice este diccionario, es un daño al principio básico de la democracia representativa, del voto igual una persona un voto.
Para que se no se den estas distorsiones, es que la Constitución ordena que los distritos se actualicen cada 10 años.
En el escenario que traemos a esta herradura se corrige la situación de 38 distritos que por el movimiento de la población se encontraban fuera del rango de desviación, los casos más extremos estaban en Nuevo León con 1 distrito, el 7 por encima de un 74 por ciento encima del promedio y el distrito 5 con una población de 34 por ciento por debajo.
Ahora, todos los 300 distritos están dentro del margen de más menos 15 por ciento.
Como ocurrió a nivel local, también en la distritación federal se da un aumento en los distritos denominados “indígenas” al pasar de 28 a 44 con el mapa que hoy traemos a consideración de este Consejo: 1 en Campeche, 6 en Chiapas, 3 en Guerrero, 2 en Hidalgo, por primera vez 3 en el Estado de México, 1 en Michoacán, 10 en Oaxaca, 4 en Puebla, 1 en Quintana Roo, 1 en San Luis Potosí, 1 en Sonora, 1 más en Tabasco, 4 en Veracruz y 6 en Yucatán.
A diferencia de lo que pasó en la distritación local, ninguna entidad pierde distritos indígenas que tuvieran antes.
En la consulta previa se atendieron 5 mil 640 observaciones que surgieron de 99 reuniones consultivas a las que acudieron 3 mil 424 autoridades indígenas.
Quiero señalar, que el escenario federal cumple con los 8 criterios que hemos seguido rigurosamente y que fueron definidos por este Consejo.
Quiero decir, además, que de los 32 escenarios de cada entidad, 21 cuentan con el respaldo absoluto de todas las fuerzas políticas y 11 de mejoras técnicas.
Aprovecho en esta ocasión ahora que terminamos estos intensos trabajos de distritación para agradecer a quienes integraron el comité técnico asesor, a Leticia Jerónimo, Marcela Cheng, Celia Palacios, Miguel Ángel Gutiérrez, Rodrigo Morales y Juan Manuel Herrero, por su compromiso, dedicación, por poner al servicio del INE y de la democracia su experiencia profesional, su conocimiento técnico y por haber enriquecido nuestro trabajo.
También agradezco a la Universidad Nacional, al Instituto de Geografía por haber sido el órgano garante de la consulta indígena y por supuesto, a los partidos políticos que integran las comisiones locales y nacional de vigilancia, así como nuestra estructura del Registro Federal de Electores por el trabajo que concluye con la propuesta a su consideración.
Muchas gracias.
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