“Informe País 2020: el curso de la democracia en México”, es un estudio que el Instituto Nacional Electoral (INE) presenta a las y los mexicanos en el que ofrece, entre otros rubros, un diagnóstico sobre dos aspectos fundamentales: la calidad de la ciudadanía y de la democracia en nuestro país.
Para ello, dicho estudio tiene como referencia la información documental y estadística de la “Encuesta Nacional de Cultura Cívica” (ENCUCI) 2020, que tomó una muestra muy sólida de más 25 mil viviendas encuestadas, lo que permite reflejar con claridad la pluralidad de la ciudadanía sobre diversos aspectos relacionados con nuestro sistema democrático.
Los principales resultados de este análisis se agrupan en cuatro grandes rubros: a) Problemas de un régimen de ciudadanía en formación; b) Representación política y participación electoral: c) Las dimensiones de la participación no electoral, y d) Trastornos de la democracia mexicana: corrupción, clientelismo y discriminación.
Problemas de un régimen de ciudadanía en formación
Dentro del primer apartado “Problemas de un régimen de ciudadanía en formación”, destacan, entre otros, los siguientes aspectos:
– Que la ciudadanía percibe como los problemas más apremiantes la corrupción (55%), seguido de la pobreza (53%), la inseguridad y la delincuencia (50%), el desempleo (50%), entre otros.
– Sobre la confianza de la ciudadanía en sus instituciones destacan como punteros las Universidades públicas (70%), seguido del Ejército y la Marina (64%), la Guardia Nacional (61%) y el Instituto Nacional Electoral (60%). Hasta el final de la tabla encontramos a las y los legisladores federales (23%), las y los legisladores locales (23%) y al final a los partidos políticos (22%).
– Destaca que el 65% de la población prefiere la democracia a cualquier otra forma de gobierno.
Representación política y participación electoral
Representación política y participación electoral
En el rubro “Representación política y participación electoral” resaltan, entre otros, los siguientes indicadores:
– Entre 1994 y 2021, la media respecto de los niveles de participación en las elecciones para la Presidencia de la República, se ubica en alrededor del 65%, destacando la de 1994 que alcanzó un 76%, siendo las más baja la registrada en el año 2006 en la que participó el 59% de la población inscrita en la lista nominal de electoras y electores.
– Sobre la representación política de las mujeres en la Cámara de Diputadas y Diputados de 1988 a 2021 tenemos que, en tanto que para 1991 existía un 93% de hombres, para 2021 mediante la aplicación de una regla de ajuste, se logra la paridad de género con una representación de 50% hombres y 50% mujeres. Para el caso de las entidades federativas los congresos estatales alcanzaron en la elección de 2021 una representatividad de un 54% de mujeres legisladoras por un 46% de legisladores.
– En 2021 las autoridades electorales adoptaron medidas afirmativas con la finalidad de lograr una mayor representación de todos los sectores de la sociedad, por lo que se cuenta en la Cámara de Diputadas y Diputados con personas indígenas, afromexicanas, migrantes, de la diversidad sexogenérica y discapacitadas. Al respecto el 95% de las personas entrevistadas consideró que los integrantes de grupos indígenas deben participar en cargos públicos, en tanto que el 87% opinó lo mismo sobre las personas de diversidad sexogenérica.
Las dimensiones de la participación no electoral
Sobre el apartado “Las dimensiones de la participación no electoral” destaca que sobre las distintas formas de participación ciudadana el 51% de la población conoce las Consultas ciudadanas, aunque solamente el 15% ha participado en alguna de ellas; 26% conoce los ejercicios de Contraloría Social; el 19% los de presupuesto participativo, y un 14% ha escuchado hablar sobre otros procesos de participación ciudadana.
Trastornos de la democracia mexicana: corrupción, clientelismo y discriminación
Sobre el rubro “Trastornos de la democracia mexicana: corrupción, clientelismo y discriminación”, resaltan los siguientes tópicos:
– Respecto a la frecuencia de irregularidades en las elecciones resalta que un 53% de las y los encuestados considera que hay compra de votos; un 46% que el gobierno utiliza recursos públicos para favorecer a sus partidos políticos, entre otros.
– Respecto a la percepción de la corrupción en nuestro país, el 23% de la población considera que ha aumentado, un 38% que se ha mantenido igual de alto, y un 31% que ha disminuido.
– Entre las situaciones presenciadas por la ciudadanía en la elección de 2018 un 42% escuchó o vio pedir la credencial de elector, en un 17% pruebas del sentido del voto, y en un 15% el robo de boletas o urnas.
Estas dimensiones analizadas servirán no solamente a las autoridades electorales para detectar áreas de oportunidad para reforzar diversos procedimientos, sino a los órganos jurisdiccionales en la determinación de sus criterios que como juzgadores y juzgadoras cuidan y velan por la imparcialidad de las elecciones; ambas instancias electorales se fortalecen con este tipo de estudios que buscan dar mayor certeza al proceso electivo para la renovación del poder público en nuestro país y, de paso, fortalecer la transparencia y legitimidad de nuestro sistema democrático.
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