Intervención de Lorenzo Córdova, en la presentación de los resultados de la Consulta Infantil y Juvenil 2021 en el Senado de la República

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente

Muy buenas tardes ya, tengan todas y todos.

Comienzo saludando con mucho asimiento y mucho afecto a la futura y el futuro ciudadano, María Helena Nájera y Mauricio Villalobos, protagonistas, no solamente esta mañana, en la presentación aquí en el Congreso de la Unión, de esta Consulta Infantil y Juvenil, sino también, de la (inaudible), para ustedes hicimos esa consulta, pero esa consulta tiene sentido y hoy podemos hablar de los resultados gracias al compromiso y su participación.

Saludo también con mucho afecto y agradecimiento a la Presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, a la Senadora Presidenta, Olga Sánchez Cordero, a quien desde ahora anticipo mi felicitación por la presentación mañana de su informe de labores.

Saludo también con mucho agradecimiento y mucho afecto y admiración a la Presidente y a las Secretarias de las comisiones respectivas de los Derechos de los Niños, de la Niñez y de la Adolescencia, a la Senadora Josefina Vázquez Mota, muchas gracias por sus palabras y su compromiso en causas que históricamente han sido causas de construcción de la democracia.

Y, por supuesto, a las diputadas Cecilia (inaudible) y Dulce María, es un verdadero privilegio y, un agradecimiento, porque si hoy estamos aquí pues es producto de la sinergia institucional, hay instituciones que tienen una responsabilidad directa en este ejercicio y , en primera instancia, pero esto no habría sido posible sin contar con la colaboración y el compromiso dedicado y permanente de las comisiones respectivas, insisto, de las cámaras del Congreso de la Unión.

Saludo también, por supuesto, con mucho afecto y agradecimiento por su presencia, a las diputadas, a los diputados, a las senadoras y a los senadores que esta mañana están aquí, a los coordinadores que nos acompañan.

A mis colegas, consejeras y consejeros electorales, al señor Secretario Ejecutivo del Instituto, a todo el personal del INE que está aquí presente y, también, de las cámaras del Congreso de la unión.

Sí hay una deuda histórica, sí hay una deuda ominosa que debió dejarse hace más de 100 años en términos de justicia social y que constituye un promesa incumplida de la Revolución Mexicana: que este país lamentablemente, todavía a más de 100 años de la culminación de la Revolución no ha sido capaz de cumplir con lo que se comprometió, con esa promesa histórica de justicia social.

Y, cuando se piensa en las niñas y en los niños, analizando los resultados que hoy esta consulta presenta, mucho (inaudible) más grave, todavía más grande, todavía más ominosa, y sí hay que decirlo como un punto de partida que constituye un efectivo momento de inflexión, más allá de los discursos y más allá de los planteamientos en abstracto.

Sí hemos fallado en construir una nación en el que la justicia social sea una realidad. Todos hemos fallado, y buscar pretextos, creo que hoy no nos ha liberado.

Escuchar a las niñas, niños, a las y los adolescentes es un derecho que ellas tienen conforme a nuestro mandato constitucional y a los tratados internacionales que ha suscrito nuestra nación.

Para las instituciones del Estado mexicano ese derecho se convierte en una obligación.

Especialmente, muy especialmente, lo es para los órganos de garantía de los derechos, como el Instituto Nacional Electoral, y para aquellas instituciones y órganos del Estado que generan las leyes y que están involucradas en el diseño de las políticas públicas, como es el caso de la cámaras del Congreso de la unión y los distintos gobierno, federales y locales.

Es por ello que desde 1997, por cierto, desde que se tiene una autonomía constitucional plena del órgano electoral, en el mismo año en que se realizan los comicios federales, la autoridad electoral de nuestro país organiza y ha organizado, ininterrumpidamente, una consulta para que las infancias y las juventudes opinen sobre temas que les son relevantes y que influyen en su desarrollo como personas titulares de derechos.

Las temáticas sobre las que han opinado en estas consultas han incluido temas como los derechos de la niñez y los valores y prácticas democráticas; de ahí se evoluciona a preguntas más complejas sobre qué opinan sobre el entorno en el que ellas y ellos viven, incluyendo temas de justicia, paz y seguridad.

Las consultas han sido diseñadas como escenarios de convivencia en clave democrática, en donde las personas adultas cumplen una función solamente de acompañamiento, conviven con las niñas, niños y jóvenes para que se informen, pero sin perder de vista que son ellas y ellos, los auténticos protagonistas quienes opinan y votan en el ejercicio de sus derechos y libertad.

Y creo que tiene razón el diputado Álvarez Máynez, esta es la función, por lo menos en el ámbito de la cultura cívica, de la construcción de cultura cívica, sin lugar a dudas este es el ejercicio más importante de los que realiza el Instituto Nacional Electoral y que es la antesala, digámoslo así, del ejercicio de los derechos políticos que ya como ciudadanas y ciudadanos, las niñas y los niños en un futuro ejercerán en los mecanismos de participación democrática.

Dichas consultas han sido concebidas como herramientas de sensibilización para que las chicas y chicos se familiaricen con las prácticas inherentes a la convivencia democrática; como el proceso de identificación y reflexión sobre los temas que les importan y les afectan, y el acto de prepararse para acudir a un espacio controlado y específicamente diseñado para que emitan su opinión con libertad y de manera informada, de manera autónoma, pues.

Debo decir que, a lo largo del tiempo, son múltiples las ventajas de realizar periódicamente estas Consultas para la convivencia en clave democrática de nuestros (inaudible).

Por ejemplo:

Contribuyen al desarrollo de ciudadanía y que las y los futuros votantes se apropien de su derecho a opinar.

Han sido espacios en los que las niñas, niños y adolescentes han dejado constancia de cómo han evolucionado los temas que les importan y de cómo los conflictos de la vida adulta les impactan.

Han favorecido el uso de la tecnología en la recreación democrática para aprovechar el interés y facilidad, que, como aquí se ha comentado y me sumo a la ignorancia digital de muchos de los fenómenos de lo que tenemos que familiarizarnos,  la facilidad que las niñas, los niños y los adolescentes tienen en el uso de aparatos electrónicos.

Y, además, son eventos de cobertura nacional que posibilitan que el Estado mexicano cumpla con las disposiciones establecidas en la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos del niño y en la Ley general de los derechos de niñas, niños y adolescentes que rigen las actividades del estado mexicano en esa materia.

Cuantitativamente, como ya se mencionaba, desde 1997 la autoridad electoral ha organizado nueve consultas infantiles y juveniles, y en ellas se ha logrado una participación acumulada de 34 millones y medio de chicas y chicos. Muchos de los cuales votaron por primera vez en las consultas y hoy ejercen sus derechos político-electorales en las elecciones constitucionales, por cierto.

Respecto de la temática que abordó desde 2018 la consulta, las preguntas han girado en torno a los temas de equidad de género y los derechos humanos.

Y, en 2021 las temáticas sobre las que opinaron, como aquí se ha comentado, las chicas y chicos del país, incluyeron aspectos como el cambio climático, el maltrato a los animales, la contaminación del agua, y los efectos de la pandemia, entre otros. Y debo decir que nosotros mismos como institución aprendemos de estos mismo ejercicios.

Ya lo mencionaba el consejero Faz, esta es la primera vez, de las nueve consultas, en donde las temáticas no fueron definidas por lo adultos, en esta ocasión, por primera vez fueron ustedes quienes decidieron, María Helena y Mauricio, junto con otras chicas y chicos a través de distintos mecanismos de retroalimentación quienes decidieron sobre los temas sobre los que querían opinar.

Respecto de, digamos, de los contenidos, debo decir que el ejercicio de consulta, de esta consulta se hizo, se planteó para garantizar, como ya se ha dicho aquí, un enfoque pertinente, incluyente de respeto en niñas, niños y adolescentes y que para ello se contó con el apoyo, que hay que agradecer, de instituciones, de diversas instituciones y organizaciones de la sociedad, de la academia, que intervinieron en el diseño de la temática, retomando la opinión de las chicas y los chicos y de las preguntas de la consulta a través del comité técnico de acompañamiento.

Por eso hay que agradecer a esas instituciones que participaron en dicho comité por sus contribuciones, por el compromiso, e incluso, por el entusiasmo que mostraron para que esta consulta cumpliera con los retadores objetivos que nos planearon.

Entre los resultados cualitativos de la misma, perdón, cuantitativos de la misma consulta, permítanme solamente señalar algunas:

Instalamos casi 40 mil casillas, 39 mil 288 casillas entre virtuales y físicas.

Convocamos a todas y todos los menores que tenían entre 3 y 17 años, y tuvimos una participación de casi 7 millones de niñas, niños y adolescentes. Es importante mencionar que este nivel de participación es el más alto de las nueve consultas realizadas y representan un incremento del 23 por ciento respecto de los 5.6 millones de participantes en la consulta de 2018.

Vista en perspectiva, si se compara la primera participación infantil y juvenil de 1997 con esta última, la de 2021, estamos en un aumento de participación que ronda el 88 por ciento.

En este punto es donde yo debería comentar muchos de los temas que afortunadamente el consejero Martín Faz ya habló, así que, más allá de la reiteración, hago una invitación para el análisis de lo que esta consulta ejemplifica y (inaudible) a lo que ya Martín ha señalado.

Para el INE la mejor forma de corresponder al interés que mostraron las chicas y los chicos en la consulta es llevando a cabo una intensa tarea de difusión de los resultados y, por eso agradezco el espacio en el Congreso de la Unión, aquí en el Senado de la República, para poder hablar de esta consulta.

De ahí que, a la fecha, el INE ha difundido los resultados de este ejercicio con autoridades de las 32 entidades federativas; a 324 representantes de instituciones del Estado mexicano; y a 25 representantes de los poderes ejecutivos locales y a 53 funcionarios titulares de los congresos estatales, entre otros.

Y debo decir una cosa que es muy importante para nosotros, hasta ahora, con la presentación, con la realización de la consulta, y la presentación de estos documentos, como instituciones del Estado mexicano, hemos cumplido solamente con la mitad de la obligación de las normas en la materia que nos importan, porque la Convención de los Derechos del Niño, de la ONU, establece que las chicas y chicos tienen el derecho a opinar, pero, sobre todo, a que sus opiniones sean tomados en cuenta.

Por eso estamos aquí, haciendo un compromiso frente a las chicas y chicos de que la otra mitad, que todavía no se cumple de su derecho a que las opiniones sean tomados en cuenta y a opinar, ahí están los resultados, efectivamente se concrete.

Celebro muchísimo las palabras de la Presidenta de la Mesa Directiva y de josefina en esta presentación, en el sentido de que, y lo decía ya también Jorge, organizar foros, y en los foros discutir también, del avance de lo que han sido la opinión ya expresada de lo que hoy estamos conociendo de las chicas y chicos en el país.

Sin duda, la novena Consulta Infantil y Juvenil volvió a superar nuestras expectativas y nos dejó lecciones importantes, dramáticas y muy, digamos, impactantes de lo que opinan nuestras chicas, que nos deben servir para el fortalecimiento de la convivencia democrática, entre ellas, la importancia de seguir innovando y de fortalecer el carácter incluyente de nuestra democracia.

Estoy convencido de que los resultados de esta consulta representan insumos valiosos para el diseño de nuevas leyes y de políticas públicas que contribuyan al desarrollo de una democracia sustantiva y sustentable, que incluya soluciones a las principales problemáticas que viven las infancias y las juventudes de nuestra nación y, como decía al principio, que concrete ese afán, esa promesa incumplida todavía, de justicia social.

Por cierto, a propósito de los derechos de las infancias, permítanme terminar reiterando lo que he venido diciendo públicamente y no encuentro (inaudible) que este para poder plantearlo, respecto a uno de los derechos universales de las niñas, niños y adolescentes, el derecho a su identidad.

He sostenido en numerosas ocasiones que el INE está listo para avanzar, si así se decide, en conjunto con otras instituciones del Estado mexicano, concretamente con el Gobierno Federal, para credencializar a las y los niños y niñas, a las y los mexicanos menores de 18 años.

El INE cuenta con la infraestructura y con la experiencia institucional para que todas las niñas y niños mexicanos puedan recibir del Estado mexicano un documento de identidad que se entregue gratuitamente y que sea infalsificable.

No es una responsabilidad constitucional del INE, pero es una responsabilidad de la Secretaría de gobernación, pero la Secretaría de Gobernación no tiene y menos en estos tiempos en los que hay que cuidar el dinero público, la infraestructura, ni la confianza pública, que sí tiene el INE, para poder avanzar en ese sentido.

Y va aquí de la mano tendida de un órgano que defiende su autonomía en cada decisión para que conjuntamente podamos aplicar estos derechos.

Somos autónomos, pero no somos un órgano autárquico y sabemos colaborar con los distintos gobierno. Por cierto, con el gobierno actual es con el gobierno con el que más convenios de colaboración hemos suscritos.

En pocas palabras, los más de 850 módulos de atención ciudadana que esta autoridad electoral tiene distribuidos en todo el territorio nacional, la tecnología y los procedimientos con que contamos, pueden estar, y es nuestra voluntad avanzar en este sentido, al servicio del derecho a la identidad de las y los menores de nuestro país.

Lo único que falta es concretar esa posibilidad es un convenio de colaboración, no hay necesidad de modificar leyes, no hay una reforma que sea necesario para ello, basta un convenio de colaboración y plasmar nuestro compromiso conjunto en este sentido, para que el Estado mexicano, del que todos formamos parte, más allá de nuestras diferencias legítimas en democracia, para subsanar una asignatura pendiente heredada de más de tres décadas de desarrollo democrático.

Con esto no subsanaríamos las demandas que legítimamente las chicas y chicos nos han planteado en estas consultas, pero avanzaríamos en el sentido correcto para dejarles un país más justo y con una mayor garantía de sus derechos, que son en democracia son incuestionables y no pueden sino defenderse, y aquí me sumo, por cierto, con mucho respeto para las instituciones, a la (inaudible) que públicamente varias y varios de ustedes han hecho a propósito de la (inaudible).

Muchísimas gracias

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