VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DEL MENSAJE DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL PUNTO 1, RELATIVO A LAS INTERVENCIONES DE LOS INTEGRANTES DEL CONSEJO GENERAL CON MOTIVO DE LA JORNADA ELECTORAL EN AGUASCALIENTES, DURANGO, HIDALGO, OAXACA, QUINTANA ROO Y TAMAULIPAS
Este domingo, más de 11.7 millones de mexicanas y mexicanos de los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas están convocados a las urnas y, a estas horas, han comenzado a votar en alrededor de 21 mil casillas que tenemos programado y que estamos, que hemos instalado el día de hoy.
Este día, habrán de elegirse las seis gubernaturas de las entidades mencionadas; además de las 25 diputaciones del Congreso local en Quintana Roo y de los 39 ayuntamientos en Durango.
Nuevamente, la democracia será recreada mediante el buen funcionamiento del sistema electoral que durante décadas hemos construido y perfeccionado paulatinamente en México, y gracias al compromiso cívico de la ciudadanía que, hoy, sigue confiando en sus autoridades electorales.
Prueba de ello es que la inmensa mayoría de las ciudadanas y ciudadanos que recibieron la invitación del INE para fungir como funcionarios de casilla aceptaron y, hoy, cerca de 147 mil personas debidamente capacitadas estarán en los centros de votación recibiendo los sufragios de sus vecinas y vecinos, y esta misma noche ellos, nadie más que ellos, procederán a contar los sufragios, llenar las actas y a integrar los paquetes electorales para que, a partir del miércoles, se lleven a cabo los cómputos distritales. Esa es la principal fortaleza del sistema electoral mexicano, ciudadanas y ciudadanos contando los votos de sus vecinas y vecinos.
La información de la que disponemos, gracias a la comunicación permanente con los Organismos Públicos Locales Electorales de los seis estados con elecciones y de las Juntas Locales y Distritales del INE en ellos, indican que los materiales electorales han sido distribuidos y entregados a las presidentas y presidentes de las Mesas Directivas de Casilla, para que en el transcurso de esta mañana, como ha venido ocurriendo, se instalen y operen los centros de votación programados.
Es decir, todo está dispuesto para que las electoras y electores puedan ejercer su derecho al voto en plenas condiciones de legalidad, certeza y libertad.
Además, están registrados cuatro mil 618 observadores electorales, y los partidos políticos han acreditado a sus representantes en la mayor parte de las casillas.
Los sistemas de información están listos, y han sido probados, para que alimenten, entre otros, el programa, los distintos Programas, los seis Programas de Resultados Electorales Preliminares que funcionarán esta noche al cierre de la votación.
Igualmente, el Comité Técnico del Conteo Rápido del INE se encuentra preparado para recibir y procesar las muestras de votación de las seis elecciones de gubernatura, para que esta misma noche cada uno de los institutos electorales de los estados con elecciones pueda dar a conocer las tendencias de la participación ciudadana y los rangos de votación, con el límite inferior y el límite superior obtenidos por cada una de las candidaturas en contienda.
Ambos ejercicios, los PREP y los Conteos Rápidos, nos permitirán conocer tendencias, pero de ninguna manera, vale la pena reiterarlo, suplen los resultados definitivos.
En todo caso, cabe hacer un nuevo llamado a partidos políticos y candidaturas a que esperen con convicción y responsabilidad democrática la información de las autoridades electorales antes de proclamar victorias anticipadas.
Las candidaturas están pretendiendo gobernar a las y los ciudadanos que hoy van a votar, ojalá y estén a la altura desde ahora mismo, desde hoy en la noche, de ese compromiso por el que han contendido.
Con las ocho elecciones de este domingo, las seis de gubernatura, la de ayuntamientos y la de Congreso local llegamos, llegaremos a 330 procesos organizados por el Instituto Nacional Electoral en coordinación con los OPLES en el nuevo modelo derivado de la reforma política de 2014.
Esto incluye las elecciones presidenciales y las de Senado de la República en 2018, tres elecciones federales de la Cámara de Diputados, 57 elecciones de gubernaturas (incluidas las seis de hoy); las elecciones locales y municipales que han permitido renovar en más de una ocasión todos y cada uno de los más de, de los cerca de dos mil ayuntamientos en donde se eligen a las autoridades en el país, los 32 Congresos locales; la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México; los dos procesos de elección de dirigencias partidistas en los que el INE ha participado; la Consulta Popular de 2021, la Revocación de Mandato del pasado mes de abril, y decenas de elecciones extraordinarias, como la de una senaduría en Nayarit el año pasado o las de gubernaturas en Colima en 2016 y en Puebla en 2019.
Todos estos procesos electorales y de participación ciudadana, todos sin excepción, y quien diga lo contrario miente flagrantemente, han transcurrido en plenas condiciones de legalidad, equidad, transparencia, objetividad y certeza, y dan fe de que la instrumentación de la reforma de 2014, a través del modelo INE-OPLES, ha permitido la renovación pacífica y ordenada de los poderes públicos y ha dotado a México del periodo de mayor estabilidad político-electoral desde que hay democracia.
El buen funcionamiento de nuestro sistema electoral ha permitido la alternancia de fuerzas políticas a nivel municipal, estatal y federal, y ha dado a pie a que la competencia transcurra sin sobresaltos y con mínimos conflictos postelectorales. Y no ha sido una sola fuerza política la beneficiaria de dichas alternancias, todos los partidos políticos se han beneficiado de este fenómeno, todos sin excepción, unos más, unos menos, pero eso ha sido porque así lo han decidido las y los ciudadanos.
Todos, ganadores y perdedores, han tenido garantía absoluta de que la voluntad ciudadana se cumple y han encontrado en los Tribunales Electorales la instancia legal para impugnar, ya sea las decisiones de esta autoridad administrativa, no hay una sola decisión de esta autoridad que no pueda impugnarse o los resultados de una elección, y resolver en definitiva las controversias, naturales en el juego político, aunque haya algunos jugadores desleales con la democracia que han pretendido usar y activar el brazo penal del Estado rompiendo, rompiendo el eje articulador, el corazón del arreglo político que permitió a México transitar hacia una democracia, allá ellos.
Hoy en México no hay cabida para el fraude, gracias a un complejo proceso evolutivo de nuestras normas e instituciones y a la confianza de la ciudadanía en sus autoridades electorales. Los sufragios que hoy se van a depositar en las urnas, se contarán bajo el principio democrático de una persona-un voto y, como ha venido ocurriendo desde hace varios años, será exclusivamente la voluntad ciudadana quien decida quién gobierna en cada una de las entidades en donde se celebran los comicios.
Nuestro sistema electoral goza de cabal salud, y es producto de un proceso evolutivo iniciado desde hace décadas, la democracia no se construyó en un día y ello a través de un conjunto de reformas que se han ido perfeccionando.
Desde luego, como toda obra humana, es perfectible, y de las elecciones de hoy -como ocurre siempre- derivarán aprendizajes para detectar áreas de mejora.
Sin duda, la democracia mexicana tiene muchos pendientes, empezando porque la democracia, nuestra democracia, aún no ha resuelto nuestros añejos problemas estructurales. Pero no va a ser debilitando el sistema electoral vigente, asfixiándolo presupuestalmente; ni muchos menos suprimiendo instituciones electorales, vulnerando su autonomía o atentando contra el Servicio Profesional Electoral, como México podrá alcanzar una democracia plena.
Todo lo contrario, volver a un pasado de reglas inciertas e instituciones electorales cooptadas por el poder, el que sea, sólo agravaría las cosas.
Los problemas de la democracia sólo se van a resolver con más democracia y hoy justamente es lo que estamos recreando en seis entidades federativas.
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