Número: 532
- La democracia no fue víctima de la pandemia a nivel global: Claudia Zavala
- La democracia enfrenta el debilitamiento del Estado de derecho: Martín Faz
A pesar del contexto sanitario que se vivió durante los últimos años a nivel global, la democracia no fue víctima de la pandemia del COVID-19, aseguró la Consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Claudia Zavala.
Durante su participación en la mesa “Elecciones en Pandemia: los retos para las autoridades electorales”, del Foro Global sobre la Democracia, consideró que ello se logró manteniendo las garantías de los procesos democráticos, pero también del cuidado de la salud.
“La democracia no fue víctima de la pandemia, porque en el momento de cambio las autoridades hicimos un espacio para ver cómo íbamos a dar las garantías no sólo de los procedimientos democráticos, sino también las garantías del cuidado de la salud y la confianza de las y los ciudadanos para recrear la democracia”, sentenció.
En el caso del INE, expuso, se optó por la conformación de un grupo de expertos que guio la toma de decisiones para el cuidado de la salud en cada paso y que se probaron durante dos elecciones locales, lo que contribuyó a preparar a la ciudadanía sobre la forma de ejercer el derecho a la salud y al voto.
Al respecto, consideró que una de las grandes lecciones que dejó la pandemia es la necesidad de modificar los procedimientos que se realizan en torno a los procesos electorales, por lo que planteó la necesidad de discutir y analizar el voto electrónico.
Elecciones en tiempos de pandemia, prueba superada
Francisco Guerrero, Secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la Organización de los Estados Americanos (OEA), estimó que, a pesar de la crisis, los organismos electorales enfrentaron con capacidad y responsabilidad los procesos electorales con nuevos parámetros de bioseguridad y restricciones, migrando a espacios digitales y emitiendo protocolos sanitarios.
“La democracia no es sólo hacer elecciones, pero sin elecciones no hay democracia y en ese sentido creo que la prueba ha sido superada”, expresó.
El ex consejero del entonces IFE afirmó que entre 2020 y 2021, 130 países han celebrado elecciones nacionales o subnacionales, de los cuales 21 están en América Latina, lo que demuestra que el calendario no se ha detenido para garantizar transiciones democráticas para acceder al poder mediante comicios libres, justos, transparentes, competitivos y equitativos.
Zsolt Szolnoki, Secretario General de la Asociación de Autoridades Electorales de Europa, explicó que durante el tiempo que se ha mantenido la pandemia, las recomendaciones para el desarrollo de las elecciones han ido evolucionando con el objetivo de buscar las mejores ideas que garanticen la celebración de las elecciones.
En este sentido, agregó, resulta fundamental el intercambio de experiencias con otros países, aunque se pronunció a favor de que se defina constitucionalmente el proceso que se debería seguir en caso de que fuera necesario posponer las elecciones y que se establezcan mecanismos de innovación que sean probados en procesos intermedios.
La confianza en la autoridad electoral, la mejor herramienta
Chandra Bhushan Kumar, Vicepresidente de la Comisión Electoral de India, compartió la experiencia de su nación al organizar elecciones para 261 millones de personas a través de 380 mil casillas en medio de la pandemia, donde la confianza en las autoridades electorales fue el elemento de mayor importancia y fortaleza para concretar exitosamente los comicios programados.
También presentó las diversas acciones que implementaron a lo largo de las seis regiones que fueron llamadas a las urnas durante la pandemia para mitigar los contagios, las cuales, estimó, servirán de ejemplo para los comicios pendientes en 30 regiones de su país.
Terry Tselane, Presidente Ejecutivo del Instituto de Servicios de Gestión Electoral de África, manifestó que la democracia y las elecciones son demasiado importantes para ser pospuestas o canceladas, por lo que exaltó la relevancia de innovar e implementar nuevas tecnologías, no sólo en tiempos de crisis, sino en la organización de las elecciones en periodos ordinarios.
Ante esta circunstancia destacó la necesidad de que se analicen los avances que se han tenido en esta etapa de crisis para que se transite hacia el voto electrónico considerando que durante la pandemia 48 estados o jurisdicciones sí pospusieron sus procesos electorales por la emergencia sanitaria.
Durante las concusiones finales, los especialistas coincidieron en la importancia de fortalecer a las autoridades electorales que son las que están en la primera línea de fuego para garantizar un proceso democrático eficiente que genere buenas condiciones de gobernabilidad.
La democracia enfrenta el debilitamiento del Estado de derecho: Martín Faz
La democracia contemporánea enfrenta el debilitamiento del Estado de derecho por intereses particulares de grupos poderosos y la incapacidad para construirlo de manera equitativa, pareja y justa, afirmó el Consejero Martín Faz al moderar la mesa “Algunos desafíos para la democracia contemporánea: el debilitamiento del estado de derecho”.
“La democracia requiere, además de los procesos electorales, otros esfuerzos diligentes y resueltos para la efectiva construcción de un Estado de derecho, el debilitamiento y hasta el vaciamiento del Estado de derecho que ha llevado a identificarse con intereses de grupos poderosos y la incapacidad para construirlo de forma equitativa para toda la ciudadanía, es uno de los grandes desafíos y eso no lo resuelve elección alguna por sí sola”, abundó.
No obstante, dijo, los sistemas electorales que se han logrado configurar en América Latina no es en realidad de larga data y su inexistencia constituye uno de los principales problemas políticos percibidos por amplios sectores ciudadanos en la región.
Frente a ello, añadió, el Estado de derecho es la institucionalización jurídica y política de la democracia, por lo que es fundamental e imprescindible que prevalezca el imperio de la ley, la división de poderes y la protección de las libertades y derechos fundamentales de toda la ciudadanía.
Cuando se ataca a la institucionalidad electoral, existe el riesgo de que la democracia desaparezca
Larry Diamond, catedrático de la Universidad de Stanford, alertó del culatazo democrático que surge de algunos golpes de Estado que se han visto o de la llegada de populistas autoritarios que atacan los pilares democráticos hasta llegar a las instituciones de administración electoral minando su autonomía o confianza y, cuando ello sucede, se ataca al último pilar y existe el riesgo de que la democracia desaparezca.
Ello, indicó, es consecuencia de una deficiencia en el Estado de derecho, en las instituciones y en la rendición de cuentas, sumado a la sensación de inseguridad que genera la globalización, acelera esta preferencia por soluciones populistas autoritarias.
Por su parte, Donna Parchment Brown, Ombudsman política de Jamaica, habló sobre la falta de respeto y confianza que ha mostrado la ciudadanía de su país en el sistema político y que se replica a nivel global, por lo que estimó necesario seguir hablando de la gobernanza para que la democracia siga existiendo, impulsando información y educación cívica.
Recordó que una encuesta realizada en Jamaica y en la región de América Latina encontró que la ciudadanía tiene una importante desafección hacia las elecciones, los parlamentos, el partido que está gobernando, la policía y los partidos políticos, mientras que se incrementa la credibilidad en las Fuerzas Armadas, una situación preocupante.
Pobreza y desigualdad, retos de la democracia
Luis Yáñez, Secretario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), señaló que la realidad que hoy prevalece en la región de pobreza y desigualdad, profundizada por la pandemia, sin duda es el principal desafío a enfrentar, así como la falta de liderazgos políticos y ataques a la institucionalidad.
Yáñez aprovechó para referirse al caso específico de Chile, que durante la pandemia ha celebrado seis elecciones con una gran fortaleza institucional, lo que se demuestra cuando no se habla de fraudes o de desconocimiento de resultados, evidenciando la necesidad de contar con nuevos liderazgos y conversaciones.
Fernando Vallespín, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, refirió que la pandemia aceleró la transformación de los países a un autoritarismo light, al ver que cada día aumenta el número de países con democracias populistas en donde la mayoría pretende actuar de manera libre y sin contrapesos; mientras que disminuyen los países con una democracia con contrapesos, respeto a los derechos y evitando que las mayorías hagan lo que les place.
Vallespín también expuso el riesgo que implica el papel que han adoptado las redes sociales, las cuales, consideró, no sólo fomentan la polarización en la sociedad, sino que también incentivan la desinformación activa y sistemática sobre lo que acontece en el espacio político.
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