Intervención de Lorenzo Córdova, en la inauguración del Foro: Encuestas y Elecciones 2021. Balance postelectoral

Escrito por: INE
Tema: Discursos

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN LA INAUGURACIÓN DEL FORO ENCUESTAS Y ELECCIONES 2021. BALANCE POSTELECTORAL

Muchas gracias, Rubén.

Es para mí un verdadero honor y un placer poder participar junto con mis queridos amigos y admirados profesionistas, Andrés y Gregorio, titulares respectivamente de estas dos asociaciones que se han convertido en aliados estratégicos del Instituto Nacional Electoral en la construcción y la explicación de uno de los fenómenos que han cobrado carta de naturalización en las democracias modernas, y que son indispensables comprender, entender, analizar en la lógica de sus desafíos como son las encuestas electorales.

Gracias, Andrés, gracias, Gregorio. Porque con la AMAI y con CEDE, desde hace ya varios años hemos venido recurrentemente realizando estos seminarios de análisis y de balance al cabo de las elecciones, particularmente las elecciones federales.

Es pues muy grato para mí, a nombre de las consejeras y consejeros electorales del Instituto Nacional Electoral participar en esta presentación, en esta inauguración del Foro Encuestas y Elecciones 2021: Un Balance Postelectoral, que es, insisto, el fruto del trabajo conjunto organizado por la AMAI, por CEDE y por el INE.

Desde octubre de 2014, a penas a unos meses de habernos constituido como Instituto Nacional Electoral, el Consejo General del INE aprobó el acuerdo por el que se emitieron los lineamientos y criterios generales de carácter científico para quienes pretendan ordenar, realizar y/o publicar encuestas por muestreo, encuestas de salida y/o conteos rápidos que tengan como fin dar a conocer preferencias electorales. Esto es un mandato de la propia legislación.

Sin embargo, es también el producto de una historia de trabajo conjunto desde que el INE era IFE. 

El trabajo formó parte de un intenso esfuerzo institucional por regular de manera clara y ordenada la actuación de la autoridad electoral en su función de ente rector del sistema nacional de elecciones; es decir, tuvimos que enfrentar el reto de actualizar y ajustar la normatividad que hasta entonces había sido aplicable exclusivamente en el ámbito federal para cumplir con las nuevas responsabilidades derivadas de la reforma de 2014, siempre, por supuesto, con el respeto irrestricto a las atribuciones de este órgano constitucional autónomo.

Debo decir que el trabajo antes había sido un trabajo complejo cuando el IFE estableció relación, en su momento con la AMAI, existía una miríada de regulaciones en el ámbito local, algunas franca y abiertamente excesivas, otras prácticamente nulas en términos de su regulación; así que la reforma de 2014 sirvió no solamente para homogeneizar y estandarizar la organización de los procesos electorales, tanto en el plano federal, como en el plano local, sino también, todo lo que tiene que ver con la regulación y los criterios científicos y metodológicos para la realización de las encuestas durante los procesos electorales federales, pero también, para los procesos locales. 

La construcción de esos criterios fue distinta de otros acuerdos y lineamientos emitidos por el Instituto, antes Federal Electoral, luego Nacional Electoral, y me parece un buen momento para compartir públicamente el proceso en el que varios de quienes nos acompañarán en este foro para participar activamente.

Por supuesto que la importancia de las encuestas sobre preferencias electorales es reconocida desde hace muchos años, por lo menos desde 1994 se tiene registro de los primeros criterios emitidos por la autoridad electoral, el IFE, entonces.

Desde aquel momento y cada proceso electoral federal, sin excepción, se ha venido aprobando un acuerdo que busca emitir criterios generales en esta materia.

Sin embargo, a partir de las elecciones presidenciales de 2012, el papel de las encuestas sobre preferencias electorales cobró una enorme relevancia, no sólo como herramienta informativa, como un ejercicio predictivo, aunque sabemos que no lo son o no deberían serlo, pero así muchos lo asumen, o como un elemento adicional para la discusión pública.

Se convirtieron, desde entonces, por primera vez en la historia del país, en uno de los argumentos presentados ante las autoridades jurisdiccionales para promover un juicio de impugnación y solicitar la nulidad de una elección presidencial.

Independientemente del resultado de ese procedimiento, se hizo evidente la necesidad de revaluar la importancia y los alcances de los ejercicios demoscópicos de esta naturaleza en México.

El trabajo que, al que mencionaba tuvo como puntos de referencia el libre ejercicio de la profesión de los expertos de la demoscopia, al tiempo que debíamos garantizar también que su ejecución, la ejecución de estos ejercicios se alineara con los principios rectores de la función electoral y no afectara de ninguna manera la equidad de los comicios.

Así, el INE se dio a la tarea de redactar la primera versión de esos lineamientos y criterios de la mano de las agencias especializadas en demoscopia, de manera que se garantizara la posibilidad de conocer algunos datos fundamentales sobre las encuestas que, en última instancia, consumían algunas y algunos electores como fuente adicional de información.

Esos Lineamientos y Criterios fueron sometidos a una consulta formal a las dos organizaciones que hoy nos acompañan, insisto, nuestros socios estratégicos, la CEDE y la AMAI, y a otros profesionales del ramo, además de retomar las mejores prácticas internacionales en esta materia, fundamentalmente los conocidos, ampliamente conocidos Lineamientos del Esomar y (inaudible) y su retroalimentación fue invaluable y retomada, por supuesto, en la redacción final de ese documento normativo.

Como resultado, quiero destacar que se determinó con mayor claridad el formato de entrega de las bases de datos que sustentaban a cada una de las encuestas publicadas, se definió como sujetos obligados a quienes publicaran, solicitaran, ordenaran la publicación de cualquier encuesta de esta naturaleza y se transparentó el origen de los recursos utilizados en su levantamiento.

Básicamente logramos, ustedes y nosotros, poner a disposición de toda persona interesada, la posibilidad de evaluar la seriedad y solidez detrás de los resultados reportados.

Y hay que decirlo también, con ello evidenciar a quienes hacían un mal trabajo, trabajo no científicamente sustentado; encuestas patito, pues, para decirlo en palabras coloquiales que, lamentablemente suelen acompañar la realización de los procesos electorales, con trabajo útil, pues, para la construcción de la equidad, de la seriedad, de la certeza en los procesos electorales, pero también útil para el gremio, para poder evidenciar quiénes hacían su trabajo con seriedad y quienes no lo hacían.

Quise hacer hincapié en este proceso, porque la colaboración entre instituciones y organismos que representamos, quienes estamos en esta mesa, atendió una serie de preocupaciones que manifestaron ustedes, como profesionales del ramo, y que percibimos quienes trabajamos del lado de la autoridad electoral; el gremio demoscópico se enfrenta desde entonces y hasta ahora a una enorme demanda de información que debe coexistir con calidad, rigor metodológico y profesionalismo.

De los trabajos iniciados en octubre de 2014, surgió otro compromiso institucional: el INE como autoridad electoral nacional y rectoras del Sistema Nacional de Elecciones, debe propiciar espacios de discusión donde se analice de manera interdisciplinaria el ejercicio de la actividad demoscópica en materia electoral.

De esta forma, el INE ha participado en la organización de tres foros sobre encuestas electorales, junto con la AMAI y CEDE, en los que hemos contado con la participación de personas expertas en el ámbito nacional e internacional.

En ellos siempre buscamos centrar la discusión en temas que no sólo son retos de larga data en la materia, sino también en aquellos que emergen como nuevos desafíos en la regulación en el ámbito local, la complejidad en los modelos estadísticos, las encuestas masivas o automatizadas, o los retos derivados de las nuevas tecnologías y redes sociales, sólo por mencionar algunos de estos.

En el INE podemos sentiros orgullosos del cúmulo de herramientas e información que con su colaboración hemos podido poner al alcance de la mano de la ciudadanía. Es también una herramienta para combatir con información cierta, precisa y objetiva, la desinformación que desde hace algunos años amenaza y erosiona la recreación de las democracias.

Desde 2014 y hasta ahora, hemos logrado contar con un micrositio dentro del portal del instituto en el que se encuentra disponible la normatividad, los informes presentados mensualmente por la Secretaría Ejecutiva durante cada proceso electoral, los informes de los Organismos Públicos Locales y, sobre todo, una memoria histórica donde se pueden consultar, tanto los resultados oficiales, como los resultados de las encuestas publicadas de 2006 a la fecha.

Además, también se ha trabajado en perfeccionar la normatividad en la materia y contar con información en un formato homologado de manera periódica y con gran calidad de las encuestas sobre preferencias electorales en el ámbito local.

En estos años, por supuesto, hemos buscado acercar estas herramientas a cada vez más personas, por ello el INE ha llevado a cabo cursos de capacitación, no sólo para las y los funcionarios electorales, sino también, para quienes y trabajan en los medios de comunicación y tienen la labor y la responsabilidad de difundir la información que se genera a través de encuestas y que ustedes nos comparten durante cada proceso electoral.

Permítanme detenerme un momento en este punto, en mi opinión, una de las responsabilidades que compartimos quienes organizamos y participamos en este foro, incluyendo a quienes nos acompañan desde medios de comunicación, es la de promover los espacios de discusión para constituir una resignificación de las, redignificación de las encuestas.

Necesitamos tener claridad sobre qué sí son y para qué sí sirven, debemos ser capaces de delimitar sus alcances y, con ello, manejar las expectativas reales que se generan en torno a las mismas.

En democracia, el proceso deliberativo y reflexivo propio de la construcción de una opinión pública y una preferencia política debería estar alimentado por información confiable, clara e imparcial.

La evolución de las preferencias electorales cuya fotografía muestran los resultados de las encuestas que levantan y publican ustedes y otros profesionales del ramo, no es en este sentido la excepción, los retos en este caso son múltiples. 

Por un lado, el trabajo de quienes hacen encuestas con seriedad y responsabilidad es por su propia naturaleza de una gran complejidad técnica y requiere de la comprensión de conceptos que no necesariamente se encuentran al alcance de la ciudadanía en general.

La labor que tenemos entonces es una que permea en todos los ámbitos de responsabilidad de esta autoridad electoral. Hacer pedagogía pública, explicar con claridad a la ciudadanía los distintos acentos, algunos complejos, que envuelven el próximo proceso electoral.

Esto significa que debemos ser capaces de tomar las piezas de información fundamentales y explicarlas con sencillez y claridad para que, quienes ven la publicación de los resultados de la encuesta extraigan de ella las conclusiones que válidamente pueden desprenderse de este estudio y no más.

Para el INE y estoy seguro que, para las y los profesionales del gremio de la demoscopia, es muy importante que las encuestas no sean, no se conviertan en una herramienta de manipulación de la opinión pública.

Una encuesta no es como nos han enseñado ustedes reiteradamente, una predicción, una encuesta no anticipa un resultado electoral, una encuesta tiene márgenes de error y las preferencias de las y los encuestados son susceptibles de cambiar en cualquier momento.

Por otro lado, en años recientes nos enfrentamos a la necesidad, además de distinguir a quienes hacen un ejercicio profesional y confiable de esta actividad de quienes no lo hacen, las encuestas también pueden ser fake news. Por ello la entrega de bases de datos y la vitrina metodológica que INE pone a disposición de la ciudadanía es importante, especialmente para los medios de comunicación y para el gremio.

Son ustedes quienes tienen las mejores herramientas para señalar a quienes sistemáticamente se benefician de metodologías cuestionables o deficientes para construir una narrativa con fines políticos o económicos y que, en el proceso electoral, desacreditan y manchar la reputación de todas y todos quienes desarrollan esta actividad con ética y profesionalismo.

El INE no puede, ni debe evaluar o calificar la calidad de los estudios y resultados de cada uno de los sujetos responsables que entregan a esta autoridad, en el INE hay una gran cantidad de profesionales de expertos en estadística y opinión, pero nuestras atribuciones legales no nos erigen, digo yo venturosamente, en una autoridad censora de la demoscopia.

Nuestra responsabilidad es poner al alcance de ustedes, investigadores investigadoras, de organizaciones sociales de estudiantes y de toda persona interesada las herramientas necesarias para hacerlo.

Finalmente, y como ya he mencionado antes los tiempos que corren impone la necesidad de discutir nuevas perspectivas sobre cómo trabajar en contextos como la crisis de seguridad, la necesidad de imprimir perspectiva de género y diversidad en todos los ámbitos de la vida pública, el uso de nuevas herramientas tecnológicas, el impacto de las redes en la opinión pública y hasta los retos que trajo consigo la pandemia que hemos atravesado desde hace casi dos años.

En ese sentido, celebro que hoy y mañana tengamos la oportunidad de llevar a cabo este Foro sobre Encuestas y Elecciones 2021, Balance Postelectoral.

Agradezco a todas las y los ponentes, moderadoras y moderadores que han accedido a dedicar su valioso tiempo esta actividad que, como ya expuse, estoy convencido tiene un impacto importantísimo en la vida democrática de México.

En esta ocasión el programa aborda algunos temas sobre elecciones federales y locales como modelos predictivos para estimar la integración del Congreso, resultados de encuesta de salida, abstencionismo o voto dividido, impacto en políticas de género, de las políticas de género en las elecciones locales entre muchos otros.

Estoy seguro pues que serán dos días interesantes y productivos que nos ayudarán a tener un mejor entendimiento de problemas tan complejos.

Gracias también nuevamente al Colegio de Especialistas en Demoscopía y Encuestas (CEDE) y a la Asociación Mexicana de Investigación de Mercados de Opinión (AMAI), cuyos presidentes, Andrés y Gregorio, me acompañan en esta inauguración y, sin cuyo acompañamiento e iniciativa, este evento no habría sido posible. 

Permítame reiterarles la mejor disposición para que desde el INE sigamos construyendo, como lo hemos venido haciendo de manera conjunta, espacios de discusión información en materia de encuestas electorales.

Mantenernos a la vanguardia es un enorme reto que será necesario para enfrentar y abordar adecuadamente, para seguir cumpliendo con el objetivo fundamental que compartimos, proporcionar información veraz a la ciudadanía que será siempre la que con su voto decida quiénes habrán de representarla.

Muchísimas gracias.

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