Intervención de Lorenzo Córdova, en el panel Democracia Digital: Inclusión y participación política, del evento virtual 5G

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LAS INTERVENCIONES DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL PANEL 8. DEMOCRACIA DIGITAL: INCLUSIÓN Y PARTICIPACIÓN POLÍTICA, EN EL MARCO DE LA SEGUNDA EDICIÓN DEL EVENTO VIRTUAL MÉXICO 5G

Muchísimas gracias, Marina.

Un verdadero placer estar en este espacio, solamente diría una cosa, también los que somos abogados y no somos comunicólogos, somos alumnos de nuestro querido Raúl Trejo, que es una autoridad en esta materia.

Así que, mil gracias a los organizadores por la invitación y, en segundo lugar, por permitirme compartir con Elaine, con mi querido Leonardo y, por supuesto con mi admirado Raúl, este espacio.

El tiempo es breve, así que trato de ser telegráfico, sobre todo en esta primera intervención.

La pregunta, ahora la reformulaste Marina, pero tal como nos lo habían planteado era, “las (inaudible) pueden ser habilitadoras de derechos fundamentales, en particular los de participación política”.

La respuesta yo la había preparado a esa pregunta (inaudible) no pueden, ya lo están siendo, las tecnologías y las elecciones han caminado de la mano desde hace décadas y en los últimos cinco lustros, al menos, este fenómeno se ha incrementado en una manera exponencial.

Tiempos más adelante para abundar en algunos puntos.

Quiero hacer ahora hacer una primera intervención más de contexto en ese sentido.

Ejemplos de esta, de cómo esta tecnología y elecciones han ido de la mano y la organización de las elecciones en México, en particular, ha echado mano permanentemente de los avances tecnológicos para poder mejorar, no solamente la calidad de los servicios que las autoridades electorales brindamos, sino para potenciar las posibilidades de participación política de las y los ciudadanos son muchísimos.

El IFE y el INE han sido una institución, digamos, en sus distintas etapas, que en este sentido ha sido comprometida con el uso de tecnologías e innovadora en la aplicación de las mismas.

Menciono solamente telegráficamente algunos de estos ejemplos: En primer lugar, tal vez el más importante, y el que ha implicado una enorme inversión, no solamente en términos de construir, digámoslo así, sistemas tecnológicos, mecanismos de utilización y de explotación, de dichos sistemas, sino también , ya se mencionaba, lo mencionabas Marina, el tema de la ciberseguridad, porque se trata de la protección de datos personales; es decir, la construcción de un registro que es el registro, la base de datos personales más grande que existe en el país, completamente digitalizada y que, además, hoy incluye los biométricos de las personas.

Este hecho y, que constituye la base la base del Padrón Electoral.

Esta base de datos ha permitido explotar mecanismos de autenticación de la identidad que han sido utilizados, porque son utilizados hoy por la banca, por notarios, por registros públicos de la propiedad, por los servicios de pasaporte, entre muchos otros beneficiados.

Se trata de un mecanismo que permite dotar de identidad y explotando la base de datos personales, repito, más grande del país, sin entregar los mismos, porque no son del INE, sino de las y los ciudadanos, ha potenciado la posibilidad, insisto, de ejercer y de utilizar, de explotar nuestro propio derecho a la identidad.

Y, por cierto, aquí solamente nota al pie, estamos a nada de lanzar ya, será cosa de los próximos meses, la Credencial Para Votar con Fotografía en formato digital, ya con una dimensión oficial.

Segundo gran punto. A partir de ello se ha permitido explotar múltiples servicios a partir del uso de tecnologías para potenciar el ejercicio de derechos; por ejemplo, la aplicación para recabar respaldos ciudadanos para las candidaturas independientes que ya mencionabas, con mecanismos de seguridad, rapidez, control y, por supuesto, protección, digamos, de los datos, que son entregados en esta recabación de firmas. 

Segundo. La aplicación para registrar militantes de los partidos políticos. 

Tercero. La aplicación para respaldos para eventualmente, para solicitar eventuales consultas ciudadanas o populares y revocación de mandato, y elenco solamente. 

El voto por internet para los mexicanos en el extranjero, que ya estamos, que ya instrumentamos exitosamente en las elecciones de este año. Voto en urnas digitales, que ya se ha instrumentado de manera vinculante, es decir, ya hay ciudadanos que votan solo en urnas digitales, de manera paulatina y gradual hablaré de por qué de ello más adelante. 

Tenemos mecanismos de información sobre las elecciones y combate a la desinformación a través de un uso intensivo y proactivo de redes sociales, que el INE despliega permanentemente y particularmente durante los procesos electorales para combatir la desinformación y las fake news. 

Tenemos un mecanismo de fiscalización en línea, fiscalización a las cuentas de los partidos políticos en línea que hace un uso intensivo de las tecnologías. 

El monitoreo automatizado a la radio y la televisión que nos permite identificar que las prohibiciones y restricciones en el modelo de comunicación política se cumplan. 

Mecanismos para la construcción ciudadana a través de redes, hablo de los mecanismos de cultura cívica, por ejemplo, y de manera muy particular, y con esto termino, la Consulta Infantil y Juvenil, que se realizará una vez más en el año de las elecciones federales, como ha venido ocurriendo cada tres años desde 1997, en el próximo mes de noviembre, y que en esta ocasión durará todo el mes y de manera primordial recibirá la opinión de las y los niños, niñas, y jóvenes; adolescentes, pues, de manera digital. 

Así que el uso de la tecnología así quería arrancar, ya hoy está sirviendo para potenciar los derechos políticos, o los derechos de participación ciudadana de las y los mexicanos.

(Segunda intervención)

Muchas gracias.

Bueno, yo quisiera aprovechar este espacio, esta segunda intervención para hacer una reflexión más de carácter conceptual y tal vez es provocadora, en fin, Elaine ya tendrá posibilidad eventualmente de replicarme.

Pero, a ver, quiero partir de una premisa que justamente se engancha de donde terminó Raúl su primera intervención.

Las tecnologías de la información son herramientas, no son buenas ni son malas per se, pueden ser utilizadas en este sentido para fortalecer a la democracia o para erosionarla, pero, su presencia, su irrupción entre nosotros y su profusión en los últimos 15 años o 20, pues no es ni bueno ni malo para la democracia, depende de cómo sean utilizadas.

Y me gusta siempre poner un ejemplo, veamos lo que pasó con la Primavera Árabe. Todos los regímenes autocráticos del Norte de África, de Oriente Medio, entraron en crisis la década pasada gracias a la irrupción de las redes sociales que permitieron una comunicación muy ágil, grandes concentraciones y sortear los mecanismos de represión de esos regímenes autoritarios. Y cayeron esas autocracias.

Hoy, salvo Túnez que tímidamente está construyendo un régimen democrático, a pesar de las redes sociales, a pesar de sus mecanismos de comunicación, no son democracias.

Entonces, las redes sociales no generan democracias per sé.

Y con esto quiero refutar esa falsa ilusión de muchos autores que hace unos 15 años, decían que con la irrupción del internet, con la profusión del internet y la irrupción de las redes sociales, era inevitable que nuestras democracias se transformaran en E-democracy. 

Falso, nada más falso, las redes sociales en automático no generan eso, la ilusión de que cada quien, desde su smartphone va a estar votando en las grandes decisiones nacionales es una ilusión falsa.

Las democracias modernas, es decir, en las sociedades de masas son representativas aunque pueden ser complementadas si esa democracia representativa puede ser fortalecida con mecanismos de información, con mecanismos tecnológicos. Pero no va a haber una sustitución de uno o del otro, esa es una falsa ilusión. Primer punto.

Segundo, es que no todas las, por qué, porque no todas las decisiones se pueden reducir a un sí o un no, los plebiscitarismo no son democráticos necesariamente, al contrario acaban de generando en democracias, las democracias plebiscitarias no son tales, no son democráticas como nos lo ha mostrado la historia del siglo XX de manera repetida.

Además, creo que es importante esto, sí, las redes sociales aumentan la comunicación, permiten una difusión más amplia y más incluyente, pero no nos olvidemos que una discusión democrática requiere de tres componentes al menos.

El primero es la inclusión y demos por bueno que las redes son muy incluyentes. En realidad, hay quien sostiene que las redes lo único que generan son bolsones de comunicación, tú mandas un twitt y crees que te está escuchando el mundo, no, están escuchando tus seguidores y solamente algunos son capaces de salir de esos bolsones , no, los influencers, los que tienen mecanismos tecnológicos, los que le meten dinero ¿no?, que les permite eso sí tener una influencia mucho mayor. Entonces, cuidado, es incluyente, son incluyentes las redes sociales, peor pueden generar amplias franjas de exclusión.

Segundo, una discusión democrática requiere un mismo plano. Requiere un mismo plano de información, y si estamos discutiendo en dos tonalidades, lo único que vamos a escuchar es estridencia y cacofonía, no vamos a escuchar un debate.

Si yo estoy diciendo “oigan, es importante la participación en las próximas elecciones” y alguien me contesta “púdrete porque eres un corrupto”, cuál discusión, no hay planos encontrados.

Y, tercero, la discusión democrática requiere siempre responsabilidad. Mencionaba Elaine, mencionaba la antigua Grecia, sí claro, nada más que en al ágora todas las personas que se pronunciaban tenían que dar la cara y todo mundo se hacía responsable de lo que decía. 

Hoy el anonimato que priva en las redes sociales muchas veces lo que hace es degradar y permitir mecanismos de degradación a partir del anonimato; es decir, falta de responsabilidad de la discusión pública.

Dicho eso, dicho eso, las tecnologías, sí claro que pueden servir para fortalecer a las democracias, pero no lo van a hacer en automático.

Es decir, las tecnologías llegaron para quedarse y más le vale a los sistemas democráticos y, digámoslo así, repensándose en este nuevo ecosistema digamos comunicacional, porque ese llegó para quedarse y lo único que se puede hacer, si no nos gusta, es bajar el switch, pero eso es propio de las autocracias, no de los sistemas democráticos.

Dicho eso, los pros y los contras. Creo que los pros están muy claros, el uso de tecnología puede propiciar una mayor participación; el uso de tecnología puede permitir mucho mayor rapidez, por ejemplo, mencionaba Leonardo en el flujo de la información de los resultados electorales, etcétera, etcétera.

Más bien pienso en los riesgos y qué hacer frente a ellos. Los enumero por una cuestión de tiempo. Cuáles son, no son los únicos, de nueva cuenta, no es una lista exhaustiva, pero sí es una lista que desde mi punto de vista señala los fundamentales.

Primero, ya los mencionabas tú Marina, el riesgo de vulnerar datos personales. Bueno, es un riesgo que está latente, es un riesgo que hay que enfrentar y es un riesgo frente al que hay que blindarse.

Segundo, ya se mencionaba, Fernando lo mencionaba desde la propia presentación, en una nueva desigualdad. Es cierto, dice Raúl, tenemos una nueva generación de derechos. Cierto, pero la irrupción de la tecnología también provoca eventualmente nuevos tipos de desigualdad y el fundamental es el que tiene que ver con el acceso a la conectividad.

Podemos al final del día crear ciudadanos o personas que tienen más derechos que otros, dependiendo de si están conectados o no, digo, no es casual que los finlandeses, claro hay que ser Finlandia, la democracia más sólida, la del país democrático que más impuestos cobra, pero que más servicios y derechos garantiza, en donde el acceso al internet de alta velocidad es un derecho fundamental.

Tercero, construcción de confianza. Cuidado, hablando del voto, el gran problema del uso de tecnologías es la resistencia (inaudible) voto por internet no hay certeza respecto de si la emisión del voto realmente se respeta.

Lo que quiero decir es que la construcción de confianza requiere de una apuesta y una lógica de progresividad gradual, paulatina.

Introducir el voto electrónico que sería una gran cosa, más en tiempos de pandemia de la noche a la mañana, puede generarnos más problemas de los que puede solucionar. Por qué, por la pérdida de confianza.

¿Dudas?, vean lo que está pasando en Brasil después de 20 años de uso exitoso. Un jugador desleal con la democracia como Bolsonaro está dinamitando la credibilidad del sistema electoral, porque dice que pues no se puede tener garantías del uso de voto electrónico.

Otro ejemplo muy mexicano, la actual senadora por Chihuahua, cuando el INE iba a usar cien urnas electrónicas en la última elección, cien de 162 mil, salió con una gran estridencia a decir el INE prepara el mayor fraude electoral de la historia.

Por favor, por cien urnas electrónicas que además no ponían en riesgo ninguna elección. Voy rápido porque estoy sobre el tiempo

Cuatro, el dinero. El dinero fue un problema, miren lo digo así: en el siglo XX se identificó claramente que había un triángulo pernicioso cuyos dilemas teníamos que resolver, el dilema elecciones, medios y dinero.

Hoy el mismo problema que el dinero representaba como acceso a los medios, lo puede representar para acceso a las tecnologías con un problema adicional, no es tan asible como lo eran lo radio y la televisión.

No es tan fácil identificar cuando hay dinero detrás de una mera expresión o demás y el dinero es clave para mantener la equidad en las condiciones de la competencia.

Nos ha costado muchísimo construir equidad y hoy ese es el nuevo desafío para digámoslo así, la nueva subsistencia de la democracia.

Quinto, la degradación del debate público. Las redes y la tecnología están incrementando una lamentable degradación del debate público.

La polarización y la intolerancia siempre han estado ahí, siempre han acompañado a la democracia, la mentira también, ¿no?  

Digamos, no sé si la intolerancia, pero la polarización y la mentira siempre han estado ahí, lo que pasa es que hoy se ven potencializadas en sus efectos disruptivos para la democracia, precisamente por el entorno digital y por, digamos, este fenómeno, este antivalor democrático que el propio (inaudible), que ya citaba Raúl, ha mencionado, que es la intolerancia. 

Hoy la polarización no nada más es de quienes piensan distinto y se contrapone en una contienda electoral, hoy hay intolerancia que lleva a ver a quien está en frente no como un contendiente, no como un adversario legitimado para contender, sino como un enemigo al que hay que combatir y, eventualmente, eliminar. 

Y eso sustenta, ha sustentado los peores experimentos autoritarios. Todo eso se puede resolver sin duda, pero hay que hacerlo porque si no vamos a dar un paso al vacío. 

Son los grandes riesgos que las tecnologías traen, digámoslo así, en este nuevo ecosistema en el que la democracia tiene que coexistir. 

Me pasé del tiempo, así que cerraré en las conclusiones sobre para dónde creo que hay que ir.

(Conclusión)

Muchas gracias.

Bueno, yo diría en este minuto, lo siguiente:

Todos los dilemas que aquí se han planteado, son dilemas no sencillos de resolver, pero todos son resolubles, y creo que hay múltiples maneras en donde hay una dimensión estatal que no puede ser excesiva para no rayar en la censura; una dimensión de reglas que tienen que construirse para regular este nuevo ecosistema digital y hacerlo compatible con la democracia, y que implica reconocer que los servicios que brindan, aunque sean empresas privadas, son servicios públicos y, por lo tanto, requieren una cierta regulación.

Yo diría que la gran ruta, es reinventar la ciudadanía en una clave digital; es decir, este tema de la alfabetización digital, ciudadanos que logren desarrollar nuevas habilidades que les permitan discernir y jerarquizar la información a la que se tiene acceso. Pero, sobre todo, la mejor manera de combatir la desinformación es un ciudadano que se informa a través de múltiples medios, pero eso requiere ciertas habilidades, para poder saber qué replica o qué le da uno like.

Terminaría diciendo esto:

También hay una función de las autoridades electorales. Entendiendo que no todo es regulable, que pretender construir un ecosistema de prohibiciones y de regulaciones puede resultar inmanejable, además de peligroso. Y simple y sencillamente decir que las autoridades electorales hoy, no solamente tenemos que ser técnicamente solventes y muy profesionales, que es parte fundamental de nuestra razón de ser, sino también tenemos que convertirnos en poderosos mecanismos de generación de información.

El INE ha seguido una ruta de combatir la desinformación y las noticias falsas, no a partir de regulaciones y prohibiciones -hay algunas que son inevitables y que se desprenden de la ley- sino más bien, tratar de combatir la desinformación con información.

Creo que finalmente el gran dilema es la gran cantidad de información a la que hoy tenemos acceso. Pues tratar de construir mecanismos para poder privilegiar qué información, es más, digamos, tiene que ser, digámoslo así, la base de la construcción de una nueva civilización digital en clave democrática, y no una nueva Babilonia, en donde, una Torre de Babel, en donde cada quién siga jalando para su lado.

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