Intervención de Lorenzo Córdova, en el foro Forbes Economía y negocios 2021

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL FORO FORBES ECONOMÍA Y NEGOCIOS 2021, “EL NUEVO ESCENARIO ECONÓMICO” 

Lorenzo Córdova Vianello, Consejero Presidente del INE en el Foro Forbes Economía y Negocios “El nuevo escenario económico”/ Módulo Economía: EL Reto de la Democracia Electoral.

Muy buenos días. 

Es un verdadero placer estar en este octavo foro de Forbes. Quiero agradecer mucho a Marco Landucci la invitación, a Roberto también, Mariana, Mario muchas gracias también por la conducción de este evento. 

Tengo 25 minutos y el cubrebocas estaba interfiriendo, así que sin cubrebocas con sana distancia, si ustedes me permiten. He preparado una presentación que he comentado ya con Marco, con Roberto, que les dejaré para que la puedan subir a las plataformas de Forbes y demás y poder ir lo más rápido posible para abonar en el tiempo en una jornada que pinta intensa y, además, cargada de eventos y de notas de personalidades que van a estar aquí. 

Yo quisiera comentar que (…). En 2021 enfrentamos la elección más grande de nuestra historia, por dos grandes razones. En primer lugar, por el número de potenciales votantes, casi 93 millones y medio de electores estuvieron convocados a las urnas el pasado 6 de junio, con lo cual se detonó pues, digamos, en todos los números hacia arriba la organización de la elección, el mayor número de casillas, el mayor número de ciudadanas y ciudadanos que tuvieron que ser insaculados, visitados en sus domicilios. 

Trece millones y medio de personas fueron visitadas en sus domicilios en lo que después del censo, supone el ejercicio, el despliegue de campo más grande que realiza el Estado mexicano. Pero también fue la elección más grande por el número de cargos en disputa, casi 20 mil 500 cargos, más de 2 mil cargos adicionales a los que en 2018 fueron electos, se resolvieron en las urnas. 

Como ustedes saben, además de la Cámara de Diputados federal, se eligieron a 15 gubernaturas, a congresos locales en 30 estados y se renovaron los municipios de 30 entidades. Nunca antes en la historia del país, en una sola Jornada Electoral, se habían disputado tantos cargos públicos. La apuesta, por un lado, política, pero también la apuesta en términos de organización, de capacidad técnica, estuvo a prueba en el 2021, en las elecciones del 6 de junio de 2021. 

En eso no me detengo mucho. Fue también la elección más vigilada de la historia, pero a donde me importa llegar es a que, además de ser las elecciones más grandes, fueron las elecciones más complejas que hubiéramos organizado. 

Hay tres razones fundamentales para ello. La primera es, digámoslo así, el tener que organizar un evento que moviliza a millones de personas, que las concentra en 162 mil puntos, las casillas, justamente en medio de la pandemia. El primer gran desafío fue lograr sacar las elecciones sin que el derecho o los derechos de participación política pusieran en riesgo el derecho fundamental a la salud. 

Para poder enfrentar la pandemia, el INE desplegó una estrategia centrada en tres grades puntos. Primero, el aprendizaje internacional, creo que nunca como en el último año, desde que se declaró la emergencia sanitaria a nivel global, los órganos electorales habíamos estado tanto en contacto, tratando de identificar buenas prácticas, los ejemplos, digámoslo así, en las elecciones que se iban llevando a cabo para tratar de evitar, insisto, que las elecciones fueran un punto de detonación de los contagios. 

Ha habido elecciones a lo largo de este año que han provocado un incremento en los contagios, otras no. En suma, lo primero fue tejer, reforzar esta red de relaciones para poder aprender de lo que estaba ocurriendo en otros lados. 

En segundo lugar, como ustedes recordarán, el año pasado tuvimos, en octubre, dos elecciones locales que se pospusieron, las de Coahuila y las de Hidalgo, que nos sirvieron como banco de prueba para poder instrumentar y calibrar los distintos protocolos sanitarios, y, finalmente, el INE estableció más de 20 protocolos sanitarios con la ayuda de un grupo de expertos médicos. 

Llama mucho la atención que ésta no haya sido una práctica recurrente, sobre todo en los órganos públicos, pero bueno, hasta donde yo tengo entendido prácticamente ningún otro órgano público se asesoró de los mejores expertos en materia de salud pública y de epidemiología como lo hizo el INE y que fueron quienes nos dijeron lo que había que hacer. 

En realidad, la buena noticia es que las elecciones no fueron un espacio que detonara los propios contagios. Si ustedes ven esta gráfica que es muy interesante, pueden verse claramente las tres oleadas de pandemia, de la propia pandemia y la línea intermedia, la que está por aquí, es la línea que coincide con la Jornada Electoral. Si ustedes observan, unas tres semanas antes de la elección del 6 de junio, se invirtió lamentablemente la curva de contagios y éstos comenzaron a crecer. 

El 16 de mayo fue la fecha en la que comienza formalmente, digámoslo así, la tercera oleada de contagios. Tres semanas después se realizan las elecciones, pero lo que quiero hacerles notar es cómo la tendencia en las tres semanas posteriores, se mantiene. Venía hacia arriba, inevitablemente, pero el hecho de que la Jornada Electoral no haya detonado los contagios es que no hay un incremento radical en las tres semanas posteriores que, como ustedes saben, es el tiempo que tarda este bicho en incubar. 

Es decir, gracias a los protocolos sanitarios, gracias a las medidas que se tomaron, la elección pudo llevarse a cabo sin que hoy haya datos objetivos que puedan decir que esto provocó un incremento en los contagios, sino todo lo contrario. 

Un segundo elemento de complejidad de esta elección fue la violencia. Lamentablemente nuestro país desde hace 15 años está inmerso en una oleada de violencia que crece, crece y aunque se ha estabilizado, sigue teniendo los índices más altos de los últimos tres lustros. 

¿Qué quiero decir con esto? Que el INE ha tenido que aprender a hacer elecciones en contextos de violencia y creo que no hay ningún dato que pueda sostener que la violencia que padece la sociedad sea producto o causa de las elecciones. Aquí he querido, digámoslo así, comparar las cifras que en el 2018 hubo en términos de homicidios dolosos que es la tasa de referencia para calibrar la violencia con las de los primeros meses de este año. 

Son datos oficiales, son datos públicos y como pueden ver prácticamente la tendencia de los homicidios es una tendencia muy similar a la de hace tres años, cuando por cierto Kofi Annan, el Premio Nobel de la paz, que vino a observar las elecciones de 2018, señaló ya entonces que su principal preocupación era, justamente, el entorno de violencia en el que los comicios estaban llevándose a cabo. Ese mismo entorno que hoy tuvimos y, lamentablemente, seguimos padeciendo.  

De acuerdo con las cifras oficiales, la cifra del Instituto Nacional Electoral, entre precandidatos, precandidatas, candidatos, candidatas, en fin, aspirantes a una candidatura o a un cargo público, en el proceso electoral pasado hubo 30 aspirantes asesinados, cinco mujeres, 25 hombres. 

Tres más que en 2018 y como pueden ver en las barras de la derecha, no hubo un solo partido, una fuerza política que fuera destinataria de esa violencia y, si vemos el mapa de la violencia, no es un mapa en donde pueda identificarse estos homicidios en un solo estado. Es decir, la violencia está y es el marco en que hemos tenido que organizar elecciones. 

El tercer contexto adverso, el tercer espacio o la tercera dimensión de complejidad tiene que ver con el discurso y la animadversión que se interesó en contra del Instituto Nacional Electoral. Si bien, es natural que en un país como el nuestro las críticas a la actuación de la autoridad electoral estén presentes, nunca antes habían ido tan estridentes, por un lado, ni tampoco habían venido de los circuitos cercanos al poder. 

Lo cual, realmente, colocó a la actuación del Instituto Nacional Electoral en una lógica muy complicada porque nosotros no podíamos dejar que se construyera una narrativa como la que se quiso construir en el sentido de que se estaba preparando un fraude, por ejemplo, o que el INE estaba haciendo su trabajo de manera sesgada, por ejemplo. 

Sin, con ello, respondiendo, pero sin con ello, colocarnos como algunos probablemente pretendieron, como si fuéramos la némesis del gobierno o la némesis de algún partido, porque entonces habríamos perdido nuestra capacidad de arbitraje y de organización electoral. 

Aquí quiero simple y sencillamente ilustrar, no es una sensación personal, ahí están las declaraciones que se hicieron durante el proceso electoral, el presidente del partido en el poder diciendo que había que exterminar al INE, o bien un empresario cercano, por sus intereses, en fin, por sus negocios, a los circuitos gubernamentales, diciendo que el INE debe morir. 

O bien, un candidato, que violando la Ley electoral y al que se le aplicó la ley electoral diciendo que iban a visitar a los funcionarios electorales a sus casas. O bien, en pleno proceso electoral hablando de que si algún partido perdía se tiene que rehacer una reforma electoral. O bien, el señor Presidente, diciendo que quienes organizamos las elecciones no somos demócratas y conspiramos contra la democracia. 

O bien, que es necesario dar paso a un INE verdaderamente autónomo porque éste no lo es y, en pleno proceso electoral, cuando estábamos organizando las elecciones, descalificando el trabajo y planteando que había que cambiar el sistema electoral. O bien, el hoy presidente de la Cámara de Diputados diciendo que como habían cambiado las cosas ya era tiempo de que las elecciones volvieran a la égida de la Secretaría de Gobernación, como si en estos 30 años no hubiera cambiado o pasado nada en el país. 

Este discurso que es el que sistemáticamente se planteó y que es el tercer elemento de complejidad contrastaba, sin embargo, con las cifras de aceptación ciudadana, aquí están las cifras de la Encuesta de Cultura Cívica que a finales del año pasado realizó el INEGI, que coloca al INE, colocaba al INE con 59 por ciento de confianza ciudadana, es decir, el órgano civil del Estado mexicano más confiable sólo después del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional. 

O, una encuesta que se realizó justo unos días antes de la Jornada Electoral realizada por dos medios de comunicación que reiteraron que el INE es la institución civil con mayor confianza ciudadana incluso por encima de los poderes del Estado mexicano. 

La Jornada Electoral del 6 de junio fue a todas luces exitosa, a pesar de estos contextos adversos, la participación ciudadana se incrementó, logrando el índice de participación más alto de las elecciones intermedias que se realizaron, que se han realizado en este siglo, un 52.7 por ciento de participación en un contexto de pandemia que coloca, por cierto, a estas elecciones intermedias como las elecciones en las que más votos se han emitido en, insisto, en la historia del país, 47, casi 48 millones de votos. 

Los sistemas funcionaron a la perfección, los conteos rápidos del Instituto Nacional Electoral fueron absolutamente precisos y coincidieron con los PREPS y con los cómputos distritales. 

Hay un dato que llama la atención, acaba de integrarse la nueva Cámara de Diputados y los conteos rápidos que realizó el INE para la Cámara de Diputados en la noche del 6 de junio, revelaron con absoluta precisión, es más todos los rangos de votación que tuvieron todos los partidos políticos coinciden exactamente, que son los de la tercera columna o los de la tercera barra en cada caso, coinciden, en el centro, con los rangos de votación que propuso o que planteó el conteo rápido. 

La Cámara se reconfiguró, aquí lo que pueden ver es cómo estaba integrada la Cámara, primera de las barras por cada partido político, en 2018 así arrancó la Cámara. La segunda barra es cómo estaba la Cámara antes de estas elecciones, después del “chapulineo” y de diputados que pasan de un partido a otro y la tercera barra es cómo quedó finalmente integrada la Cámara y como pueden ver, bueno, hubo una reconfiguración, como ya Mario señalaba en la presentación de este evento, del órgano de representación política en el país. 

La Cámara de Diputados que hoy se integra, también que está comenzando sus trabajos, también has sido la más paritaria e incluyente de la historia gracias a una serie de medidas afirmativas que tomó el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral. 

No solamente tenemos una integración absolutamente paritaria, 50-50 entre hombres y mujeres, hubo 152 de las 500 diputaciones que se reeligieron teniendo la oportunidad de hacerlo por primera vez en esta elección y, finalmente, hay 65 diputaciones que representan a las comunidades indígenas, a la comunidad migrante, personas con discapacidad, personas afromexicanas o personas que pertenecen a alguno de los colectivos de la diversidad sexual. 

Es decir, es la Cámara más incluyente de nuestra historia. ¿Cómo nos fue en esa elección? A juicio no de nosotros, sino a juicio de lo que las distintas misiones de observación a nivel internacional reflejaron. Aquí hay varias citas, no me voy a detener, éstas fueron las elecciones que más visitantes, intermedias, que más visitantes extranjeros tuvieron y todos los informes que se han venido presentando reflejan tres cosas: primero, celebran la participación ciudadana en un contexto de pandemia, con absoluta responsabilidad respecto de los protocolos sanitarios. 

Segundo, celebran la capacidad organizativa del Instituto Nacional Electoral y, tercero, celebran las medidas sanitarias que se tomaron, con lo cual nuestra elección que, por cierto, es la elección más grande que se va a realizar en América Latina este año, es ya un punto de referencia respecto de cómo deben organizarse elecciones en los contextos de pandemia. 

Me quedo con una, solamente cito textualmente una de las afirmaciones de las misiones europeas de observación electoral. “El INE continúa a darle a la ciudadanía mexicana elecciones independientes y transparentes”. 

No es casual que, de acuerdo con consulta Mitofsky en una encuesta de salida realizada el mismo día de la Jornada Electoral, el INE tuvo, de acuerdo con los electores, un índice del 80 por ciento de confianza respecto de que las elecciones estaban siendo bien realizadas. 

Y unos días después, El Financiero en una encuesta muy amplia, en donde señalaba que prácticamente el 80 por ciento de la gente, con lo que coincide con lo que decía Roy Campos, Mitofsky, confiaba en que las elecciones habían sido confiables o muy confiables, disparó la credibilidad del Instituto y la confianza del Instituto Nacional Electoral en prácticamente 10 puntos con lo que  hoy el INE, después de las elecciones, alcanzó los índices de confianza ciudadanas más altos en la historia mexicana, para la autoridad electoral. 

En ese contexto, no habíamos ni terminado la elección cuando tuvimos que organizar la Consulta Popular el 1° de agosto. Una Consulta, como ustedes saben, con una pregunta sumamente compleja de entender en términos de sus consecuencias que fue muy distinta de la que originalmente pidió el Presidente de la República y muy distinta de la que muchos actores políticos hicieron promoción de la misma Consulta, con lo cual se generó una confusión no menor. 

Sin embargo, la Consulta tampoco significó, a pesar de haber sacado bien las elecciones, significó que la tensión respecto y la animadversión respecto del INE, disminuyera. 

La señora Beatriz Gutiérrez Müller señalando o criticando que el INE no estaba haciendo lo necesario para promover la Consulta, trucando las cartas, porque finalmente, el periodo de promoción de la Consulta que el INE tuvo, 15 días, fue fijado por las mayorías en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores el año pasado. 

O bien, el presidente de la bancada mayoritaria en la Cámara de Diputados diciendo que el INE quería boicotear la Consulta o el hoy presidente de la Cámara de Diputados diciendo prácticamente lo mismo, que nosotros estábamos confundiendo a la gente porque no decíamos que era una Consulta para enjuiciar a los expresidentes y, por cierto, no lo era, eso lo definió la Suprema Corte de Justicia al redactar la pregunta. El propio Presidente, en plena Consulta, señalando que la autoridad electoral no es confiable, que cuesta mucho y que hay que cambiarla. 

Dos días después de la Consulta, una Consulta que en términos de su organización nuevamente fue exitosa y conste que estamos hablando de otro ejercicio de participación ciudadana, que involucró a más de 93 millones de personas, potenciales electores, en donde si bien es cierto que participaron sólo 6.8 millones, desde el punto de vista de la organización, es decir, de lo que le corresponde al Instituto Nacional Electoral, una vez más fue un ejercicio muy bien llevado a cabo. 

Dos días después, ésta es la cabeza de El Universal. Además de la Consulta y las elecciones parece que están muy cercanas, el Instituto Nacional Electoral, y lo menciono en este foro, participó en un inédito ejercicio a nivel mundial que significó la primera vez que una autoridad electoral es llamada a observar un proceso de democracia sindical en la planta de General Motors en Silao, Guanajuato. 

Se trató de un ejercicio, en donde en el marco de la reforma laboral, los trabajadores del sindicato de esa planta tenían que validar o no, el contrato colectivo de trabajo que había firmado su sindicato. 

En un primer ejercicio, esto fue objeto de una cancelación por parte de la Secretaría del Trabajo, porque se cometieron distintas irregularidades. Los sindicatos Norteamericanos presionaron a su gobierno para que interpusiera, en el marco del T-MEC, una queja en contra de México que podría habernos llevado a sanciones comerciales y en el ámbito de los mecanismos laborales de respuesta rápida, es decir, esta posibilidad que el T-MEC establece para generar una amigable composición antes de llegar a sanciones, el gobierno de Estados Unidos y de México pactaron que se rehiciera este ejercicio de legitimación del contrato colectivo, pero con la observación de la OIT y del INE. 

Esto no había ocurrido, no ha ocurrido nunca en la historia del mundo laboral en cualquier país. El INE demostró una vez más, a solicitud de la Secretaría del Trabajo, que cuando participa hace su trabajo con profesionalismo y, si bien somos celosos de la autonomía, de nuestra autonomía, la ejercemos todos los días, sabemos colaborar con las distintas instancias del Estado mexicano. 

Vendrá en un rato más Claudia Sheinbaum, bueno nosotros le ayudamos, no me dejará mentir Claudia, durante el periodo de proceso de vacunación en la Ciudad de México, para poder identificar, digamos, a partir de grupos etarios y que tenemos registrados en el Registro Federal de Electores, cuáles eran las grandes cifras para que ellos pudieran desplegar una estrategia, por cierto, muy exitosa, de vacunación en la ciudad. 

O en este caso, el INE sabe colaborar, si no hubiéramos colaborado probablemente en México habría sido objeto de una sanción comercial en el ámbito del T- MEC. Una cosa es la autonomía, otra cosa es que seamos un órgano autárquico, somos un órgano del Estado mexicano. 

¿Qué sigue? Tuvimos la Consulta Popular, en marzo podríamos estar organizando una revocación de mandato, el próximo año tenemos seis elecciones locales en donde se renovarán seis gubernaturas. 

En abril de 2023, el Instituto Nacional Electoral sufrirá un proceso de renovación. Terminamos nuestro periodo de encargo, el Presidente del Consejo y tres consejeros adicionales y, finalmente, esa nueva integración es la que tendrá que organizar las elecciones del Estado de México y de Coahuila en el 23 y las complejísimas elecciones de 2024, en donde también se renovará la Presidencia de la República. 

¿Qué viene para la revocación de mandato? Digo, esto es lo de hoy y se ha discutido, así que con esto quiero terminar. Bueno, primero, no hay ley todavía, lamentablemente. 

La reforma constitucional de diciembre de 2019 le dio al Congreso, es más el propio Congreso se dio 180 días para sacar la ley, que vencieron el 17 de junio de 2020. Hoy llevamos ya, al día de hoy, 446 días de retraso y si bien es cierto que ya se aprobó, afortunadamente en la Cámara de Senadores la ley de revocación de mandato, todavía no ha sido aprobada por la Cámara de Diputados y falta su publicación. 

Sin embargo, el INE estableció unos lineamientos que le sirvieron para poder tener, por un lado, una base para presupuestar, el INE tuvo que aprobar su Presupuesto de Egresos para el próximo año el 28 de agosto a más tardar y tuvimos que entregarlo a la Cámara de Diputados. 

Esto significó que necesitamos una base legal para poder solicitar ese monto porque la Corte ya nos dijo que, aun con independencia de que la revocación de mandato hoy todavía no es cierta, porque eso pasa porque haya un tres por ciento de los ciudadanos que lo pidan entre noviembre y diciembre próximo, el INE tiene que presupuestar cuánto costaría, para que la Cámara de Diputados pueda tomar las previsiones necesarias. 

El costo de un ejercicio de revocación de mandato será de 3 mil 800 millones de pesos, porque prácticamente significa instalar todas las casillas que instalamos en una elección como la del 6 de junio pasado. 

Ha habido una polémica que afortunadamente parece haberse resuelto entre la oposición y el partido gobernante –y la coalición gobernante-, a propósito de cómo se realiza la pregunta. La polémica era sobre si esto era pregunta de revocación, es decir, ¿quieres que el presidente se vaya?, o más bien una ratificación, ¿quieres que el presidente se quede?  

El asunto no es menor, afortunadamente parece que se generaron consensos en la Cámara de Diputados y estamos a la espera de que finalmente se expida una ley que ha llegado muy tarde. ¡Ah!, pero la expedición de la ley, la no expedición de la ley y que el INE emitiera sus lineamientos significó que de nueva cuenta hubo quien dijera que el INE quería suplantar a la Cámara de Diputados. Eso no es cierto. Lo único que queremos es tener bases legales poder operar y hacer nuestro trabajo como sabemos hacerlo. 

Insisto. No sabemos si habrá revocación de mandato porque esto va a depender de los que las y los ciudadanos decidan compilando alrededor de 2 millones 800 mil firmas entre el primero de noviembre y el 15 de diciembre. Y, eventualmente, el próximo año, además de las seis elecciones podríamos tener Consulta Popular, pero eso no lo sabe nadie porque hasta dentro de siete días más, alguien, el Presidente o el Congreso, las minorías en el Congreso podrían solicitar que se realizará una Consulta Popular. 

En este contexto y estoy terminando, se ha venido detonando el tema de la reforma electoral. Lamentablemente como lo hemos visto el tema de la reforma electoral fue incluso un amago que durante la elección se estuvo planteando y sobre todo orientado a la lógica de hacer, como decían, una tabula rasa, que se vayan todos se decía, en el INE y en el Tribunal Electoral.  

Nosotros estamos atentos a una reforma electoral y a ver qué ocurre. Bueno, ahí están las intenciones de reforma, ¿no? El presidente del partido mayoritario de nueva cuenta señala que es pertinente hacer una reforma, pero cuidado el tono cómo se plantea porque quiero terminar diciendo que una reforma siempre será pertinente siempre y cuando se haga bien. 

La reforma, dice Mario Delgado, hay que hacerla para que tener una autoridad electoral que esté a la altura, como si hoy no la tuviéramos, o bien el Presidente señalando que se requiere una reforma para que quienes integramos los órganos electorales sean verdaderos ciudadanos honestos y demócratas que no estén controlados por el Ejecutivo, por el Presidente, pero tampoco por grupos de interés creado. Y, por supuesto, para que se abaraten las elecciones cosa con la que nadie está en desacuerdo. 

En este contexto, eso es cómo está el INE y creo que creo que esto vale la pena recordarlo de cara a una reforma electoral. Hace apenas unos días, el 1° de septiembre el diario Reforma, nuevamente hizo una encuesta de credibilidad y al INE lo coloca con el 65 por ciento después de esos ataques, después de la elección, parece que, de acuerdo con Reforma, hubo una disminución en la en la confianza ciudadana del 68 por ciento, pero estamos mejor de cuando arrancamos, si ustedes hacen memoria, las elecciones. 

Termino. ¿Es pertinente una reforma electoral? Siempre va a ser pertinente afinar las reglas de juego. Nuestra reforma, la de 2014, es una reforma que ha demostrado que sirve para organizar elecciones. Con ella organizamos las mejores elecciones de la historia el 6 de junio pasado y podríamos ir a 2024 sin necesidad de cambios. 

En eso quiero ser claro. En ese sentido, ¿es necesaria? No, no es necesaria. ¿Es pertinente? Siempre va a ser pertinente, siempre y cuando una reforma cumpla con tres requisitos fundamentales. Primero, que sea para mejorar, porque puede haber reformas que nos hagan dar marcha atrás. 

Segundo, que sea una reforma aprobada con amplísimo consenso, porque si no en el futuro alguien quien va a decir que, por culpa de las reglas del juego, perdió. Y, tercero, que sea una reforma que parta de datos objetivos y que sirva, en consecuencia, diagnósticos claros, ciertos y que sirva en consecuencia para mejorar el sistema que tenemos, sino no vale la pena emprender una reforma.  

Termino. Sin embargo, el contexto no sé si sea el mejor para hacer una reforma. Por eso he dicho que hoy, hacer una reforma es, probablemente, inconveniente. Porque pocas veces había habido un ambiente tan polarizado y una reforma electoral requiere, como decía, de amplios consensos. 

Cuando la polarización prevalece, cuando una reforma electoral se hace más con el estómago que con la cabeza, más vale no meterle las manos a las reglas del juego electoral, sobre todo cuando han servido. 

Si los actores políticos están a la altura, si logran cumplir con esas tres condiciones, bienvenida una reforma electoral que sirva para dar un escalón más en la mejora de nuestro sistema electoral. Si no, con las reglas que tenemos podríamos ir sin ningún problema a 2024.  

Por lo pronto, valga la pena, cuidar lo que hemos construido porque la construcción de nuestro sistema electoral ha sido no obra de una sola persona, de una fuerza política, de una ideología, sino una construcción colectiva que ha costado mucho tiempo construir y que ha sido el resultado de la suma de generaciones de mexicanas y mexicanos que más allá de sus diferencias, se comprometieron por tener reglas y condiciones democráticas de acceso al poder. 

Y desde ese punto, así como la construcción de la democracia ha sido una obra colectiva, vale la pena también recordar que la defensa de la misma, es también una obra colectiva. Porque si no defendemos lo que tenemos después podemos lamentarnos de no haberlo hecho cuando se nos haya escapado o diluido entre manos. 

Muchísimas gracias, de veras un placer estar esta mañana con ustedes. 

Presentador: Tenemos tiempo para dos preguntas, así que quien quiera hacer una pregunta al Consejero Presidente del INE, levante la mano y le pasamos el micrófono.  

Los reporteros o periodistas. Ya tenemos allá dos manos alzadas. 

Pregunta: Hola, muchísimas gracias.  

Yo quería felicitar al INE por el trabajo que hicieron con el manual de inclusión transgénero que es algo completamente revolucionario, quería saber qué aprendizajes han tenido ya que tengo entendido también que algunos candidatos utilizaron las leyes para figurar como mujeres para poder acceder a esa cuota y qué posibilidades de mejora hay sobre esto que es tan revolucionario en temas de inclusión y diversidad en el mundo. Gracias. 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Gracias, muy rápido. 

Tomamos una enorme cantidad de medidas afirmativas, entre otras también, desde 2018, para propiciar la mayor participación y respeto de las personas de las distintas comunidades de la diversidad sexual, pero no sólo, también personas pertenecientes a comunidades indígenas, etcétera, en los procesos electorales. 

Nunca antes había habido tantas medidas afirmativas como las tomaos ahora y creo que es importante, allá va un primer dato, por primera vez tenemos claramente algunas, digámoslo así, miembros de las distintas comunidades tradicionalmente discriminadas en la Cámara de Diputados, pero creo que éste es un momento de hacer un balance porque como bien mencionas, en efecto, hemos visto, incluso, ahí tenemos una discusión abierta. 

Ahora vamos a tener, el Tribunal Electoral nos mandató hacer lineamientos, por ejemplo, para la autoadscripción calificada, lo cual puede parecer también un oxímoron en contrasentido, en términos, si es autoadscripción es autoadscripción, pero tiene que ser calificada para quienes pertenezcan a comunidades indígenas y eso muy probablemente tendremos que extenderlo a otros grupos de la diversidad en nuestro país para evitar que pues haya quien, digamos, aprovechando esas acciones afirmativas, haga trampa para decirlo en pocas palabras. 

Todavía estamos en una etapa de diagnóstico. Ése es un enorme tema para la reforma electoral, porque evidentemente, pues hasta ahora han sido acciones afirmativas de parte de las autoridades. Decía, en año y medio habrá una renovación en el INE y quizá cambie la integración y la correlación de fuerzas internas y esto podría provocar que, pues las acciones afirmativas que hoy tomamos no tengan la mayoría de votos para los siguientes procesos electorales. 

Entonces yo creo que es una discusión muy amplia. El tema de la discriminación sigue siendo uno de los grandes pendientes en nuestro país y, por lo tanto, creo que es pertinente que, si hay una reforma, una discusión sobre la reforma electoral, esto se discuta y que se discuta en distintos foros, porque déjenme decirlo así, lo digo sin temor, éste es una especie de juego de ensayo, error. 

Damos un paso, las elecciones nos sirven para poner a prueba esas medidas que hemos tomado. Hay que diagnosticar, ver si han funcionado, ver cómo hay que corregirlas, qué hay que enmendar o qué hay que reforzar. En fin, justamente ése es uno de los grandes temas en los que ahora, recién concluido el proceso electoral, tenemos que entrar en una gran discusión para ver hacia dónde caminamos hacia el futuro, pero es una discusión pública. 

No puede ser algo, o sea, las medidas de inclusión no pueden ser algo que caen desde lo alto por una decisión arbitraria o unilateral de la autoridad electoral, por eso espacios de interacción con la sociedad son fundamentales en ese sentido. 

Presentador: Había por ahí otra pregunta. 

Pregunta: ¿Qué tal? 

Muy buenos días, Arturo Ávila, mucho gusto. Soy presidente de IBN, una empresa hidrocálida importante y nacional, pero también me tocó ser candidato a una alcaldía, entonces pues viví muy de cerca el proceso de las instituciones electorales y hoy, justamente, en mi columna de todos los lunes en El Heraldo de México, retomo la calificación que tienen las instituciones electorales en nuestro país y viene de una encuesta de la consultora TResearch en donde básicamente, viéndolas completas, viendo el Tribunal, viendo al INE y viendo a los organismos electorales estatales, pues están reprobadas. 

Y me experiencia es que aún hay muchas áreas de oportunidad, es decir, lo que yo vi en mi elección, por ejemplo, es que, si bien es cierto la organización tiene elementos para poder salvaguardar, desde el punto de vista logístico adentro de las casillas, la elección, afuera de las casillas se vendían o se compraban los votos. 

Es decir, sucedía y no había ni había ni un observador, ni había representantes de casilla y entonces cuando tú eso lo relacionas también con el desastre que vimos la semana pasada de un nuevo presidente otra vez en el Tribunal Electoral Federal que lleva desde 2016 seis presidentes y empiezas a ver también el descrédito que tienen los órganos electorales estatales, me da la impresión de que sí hay una oportunidad muy importante para voltear a ver, quizás, una reforma ¿no? a estas cuestiones que aún siguen siendo cuestiones en detrimento de la democracia en nuestro de país. 

Te lo digo como empresario, curiosamente como un candidato que participó en las pasadas elecciones y que me tocó vivir de cerca un proceso y ver todavía que en nuestro país el factor dinero, el factor compra de votos, sigue siendo determinante para ganar una elección en México. 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Gracias, comentario rapidísimo, digo y estos diálogos son importantísimos porque así se construye la democracia, a partir de posturas distintas que interactúan respetuosamente entre sí. 

Coincido en parte y en parte no. Coincido en parte porque inevitablemente el sistema electoral sigue teniendo ámbitos de mejora, pero en parte no porque lo que tú estás señalando no es algo que se vaya a resolver desde lo electoral y ese es parte del problema que hemos estado viviendo desde hace 30 años.  

Quieren resolver el problema, yo no estoy diciendo que no haya fenómeno de compra y coacción del voto ¿eh? Lo que sí no hay ningún elemento cierto y objetivo en ningún estudio para decir que eso es lo que determinó el triunfo en una elección, porque podemos hacer un larguísimo elenco de casos de elecciones en las que, gastando menos dinero se ganan las elecciones. 

Aprendamos a tenerle más respeto a las y los ciudadanos, porque pensar que los electores es como una máquina que, si le ofrecen 500 pesos, mil pesos o lo que sea, en automático va a votar así, me parece que es también una falta de afecto y de aprecio hacia lo que cada elector puede hacer y decidir en la soledad de la mampara.  

Yo te diría, ¿hay problema de compra y coacción de voto? Lo va a seguir habiendo mientras haya 54 millones de pobres, perdón que cite, me voy a poner academicista, a Rousseau, el padre de la democracia moderna decía que para que la democracia funcionará no debía haber nadie tan rico como para poder comprar la voluntad de los otros y nadie tan pobre que por necesidad vender su propia voluntad. 

Pero ése no es un problema que se pueda resolver desde lo electoral. ¿Quieren que les diga dónde, desde mi punto de vista, están los grandes problemas del país que afectan a todos los ámbitos de la convivencia social, incluidas las elecciones?  

En la pobreza. Y sigue aumentando. Datos de CONEVAL. En la desigualdad, de acuerdo con Oxfam, por ejemplo, México es el país más desigual de la región más desigual del mundo qué es América Latina en la corrupción, en la impunidad que alimenta esa corrupción y en la violencia e inseguridad, pero eso no lo vamos a resolver con una reforma electoral. Por eso bienvenida toda reforma que mejore lo que tenemos y hay mucho que mejorar.  

Ojo, pero no estamos tan mal. No sé qué encuesta leíste, pero las encuestas de valoración de la autoridad electoral siguen colocando a las autoridades electorales, lo digo sin medias tintas, como las instituciones civiles que más confianza tienen en el Estado mexicano, las que más.  

Llama mucho la atención que ahora nos quieran evaluar desde la Cámara de Diputados, bienvenidas todas las evaluaciones. Parte de la democracia es el contexto de exigencia y la rendición de cuentas.  

Nada más que llama la atención que un órgano que tiene muy poco aprecio público, ahora quiera convertirse en el que va a evaluar lo que hace un órgano que sigue teniendo un aprecio público, pero no es un asunto de si están bien o si están mal. Siempre será poco una tasa del 70 por ciento para la confianza que necesita un órgano como el INE para organizar elecciones en contextos de tanta complejidad como los de este país. 

Pero atendamos los contextos de complejidad, Y esos no se van a resolver, son los que mencioné, esos no se van a resolver con una reforma electoral. Qué bueno que haya una reforma electoral, pero si nos vamos a gastar todos los esfuerzos, los cartuchos políticos para poder hacer la enésima reforma electoral, que siempre, vuelvo a insistir, será pertinente, pero que hoy no es ni necesaria, ni eventualmente oportuna por los tiempos que estamos viviendo, pero eso lo decidirán los legisladores, mejor enfoquemos las baterías y los esfuerzos para resolver esos problemas que son estructurales y que siguen siendo ominosos y que afectan todos los ámbitos de la vida social, también las elecciones. 

¡Hombre! Hacer elecciones en un contexto de violencia, hacer elecciones con la desigualdad que tenemos, hacer elecciones con un contexto de, digámoslo así, falta de precariedad, en muchos de los servicios básicos como el acceso a la salud que incrementó. 

Hoy uno de cada cuatro mexicanos, de acuerdo con el CONEVAL, no tiene acceso a servicios de salud, pues evidentemente habrá quien estará preocupado más por resolver sus necesidades básicas de subsistencia que por cambiar el sistema electoral o que haya más o menos plurinominales. ¿Eso qué? Eso es un asunto de los políticos. 

A lo mejor va siendo hora de que la clase política empiece a ver verdaderamente y a ocuparse de resolver los grandes problemas estructurales de nuestro tiempo, que son donde están, creo yo, la verdadera agenda del futuro que nos permita después de 100 años, cumplir con esa promesa hoy incumplida, que fue la gran promesa de la Revolución Mexicana. La promesa de justicia social que todavía no ha alcanzado a todos quienes habitamos este país. 

Muchas gracias. 

Presentador: Gracias al Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, por esta plática. 

-o0o-