Presentador: Bienvenidos a este Foro informativo para visitantes extranjeros que, en el marco del Proceso Electoral Federal y los procesos electorales locales concurrentes 2020 y 2021, hemos preparado conjuntamente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y el Instituto Nacional Electora.
Debido a la pandemia ha tenido que organizarse de manera hibrida, estamos transmitiendo esta sesión de manera virtual a los casi 559 visitantes extranjeros que se acreditaron para observar el proceso, procedentes de 45 países de cuatro continentes.
Es muy importante guardar todas las medidas y protocolos sanitarios, todo esto se les ha dado con anticipación a todos ustedes.
En estos dos días tendremos ocho paneles que abarcarán distintos aspectos del proceso electoral, en esta sesión de apertura tendremos la participación del Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral, doctor Lorenzo Córdova Vianello y del Magistrado Presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación José Luis Vargas Valdez.
Para incidir daría la palabra al doctor Lorenzo Córdova, por favor.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias.
Muy buenos días tengan todas y todos ustedes, es un verdadero privilegio poder saludarlas, amigas y amigos, ahora ya no como miembro de misiones de observación internacional, sino como huésped junto con el Tribunal Electoral, en esta que es la elección más grande de la historia.
Es un placer, un gusto poder participar con mi querido amigo el magistrado José Luis Vargas, Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en este Foro Informativo.
Les doy la más cordial bienvenida a todas y todos.
También quiero iniciar dándoles mi más amplio agradecimiento por su trabajo y compromiso como integrantes de una comunidad internacional dedicada a expandir los alcances y beneficios de la democracia y de las elecciones en el mundo, doy fe de su compromiso y dedicación, no sólo porque conocemos recíprocamente nuestro trabajo, el de ustedes, sino también porque éste es una comunidad a la que orgullosamente el INE, y si me permite José Luis, el Tribunal Electoral formamos parte y de la que compartimos el mismo compromiso y la entrega.
El profesionalismo de su trabajo alimenta las posibilidades de mejorar y fortalecer la integridad electoral en el mundo y contribuye a revitalizar la democracia ahí donde su participación activa se hace sentir, por todo ello y desde ahora nuestro más amplio agradecimiento.
Desde su creación en 1990 y especialmente desde 1996, cuando adquirió plena autonomía constitucional, el entonces Instituto Federal Electoral, ahora Instituto Nacional Electoral ha tenido siempre la certeza y convicción de que la apertura, a la observación nacional e internacional es una clave de la fortaleza del Sistema Electoral Mexicano y de nuestra democracia en su dimensión electoral.
Esta apertura a la observación, al ojo crítico propositivo y riguroso de actores externos a los organismos electorales, es particularmente importante en esta ocasión que esté en curso el proceso electoral más grande de la historia de México.
En efecto, ustedes están siendo en muchos sentidos parte de la historia electoral de nuestra génesis democrática.
Dentro de escasos tres días, este domingo 6 de junio, 93.5 millones de personas que integran la lista de electores podrán acudir a ejercer su derecho político al voto a alguna de las 162 mil 792 casillas, mesas de votación, como las llamamos las casillas, como las llamamos en México, que instalaremos en todo el país.
Esta cifra de electores potenciales es 4.4 millones superior a la que tuvimos en las elecciones federales de hace tres años.
Nunca antes en la historia del país la ciudadanía había tenido la oportunidad de renovar tantos cargos públicos en una misma elección como lo podrá hacer ahora.
Se trata de un total de 20 mil 417 cargos de representación, incluyendo 15 de las 32 gubernaturas; 30 de los 32 congresos estatales; y mil 925 ayuntamientos de los que se eligen, hay casi 500 ayuntamientos que se designan mediante el sistema de usos y costumbres, pero, prácticamente, la totalidad de los ayuntamientos los que integran 30 de los 32 estados, así como la Cámara de Diputados en su integralidad, la Cámara de Diputados Federal.
Es una movilización ciudadana que, independientemente del resultado, será clave para la vida pública del país en los próximos años y la recreación de nuestra democracia.
Por si estas dimensiones no fueran suficientes para evidenciar su alcance e importancia, el de estas elecciones, me complace compartirles que éstas serán también las elecciones federales intermedias más vigiladas de la historia del país por parte de visitantes extranjeros.
De nuevo, ustedes son parte ya de la historia de nuestras elecciones.
La observación internacional está conformada por 559 personas, ustedes, que han sido acreditados como visitantes extranjeros, provenientes de 45 naciones y de, prácticamente, todos los continentes.
En esta ocasión, a los países de donde comúnmente nos acompañan grupos nutridos de visitantes extranjeros con función de observación electoral, como Estados Unidos, República Dominicana, Argentina, Colombia y Ecuador, se suman también visitantes de Ghana y Catar, quienes por primera vez participan en labores de observación internacional en México.
A este nutrido grupo de visitantes hay que agregar también las misiones internacionales que como nunca antes han venido desplegando sus labores de observación en nuestro país.
Desde hace algunas semanas, contamos con la presencia de misiones de expertos latinoamericanos, de observadores de la región de Norte América agrupados en el Delian Project, así como de la OEA, UNIORE y COPPAL.
En el INE, nos honra y anima su entusiasmo, y su interés por observar nuestros procesos electorales, y nos interesa, especialmente, conocer las conclusiones a las que habrán de llegar, así como los informes que, eventualmente, presentarán productos de sus actividades de observación.
El trabajo que ustedes llevan a cabo y que se desplegará en los próximos días les permitirá conocer los diferentes aspectos de nuestras elecciones y de la institucionalidad democrática de nuestro país.
Por ello, quiero hacer mención de dos rasgos de esta institucionalidad electoral, que me parecen cruciales:
El primero es que el sistema electoral mexicano no se construyó en un día, y el arribo a la democracia tampoco se consumó en una única Jornada Electoral. Esto parece una obviedad, pero conviene tenerlo presente, porque puede ayudar a comprender las razones históricas de procesos, reglas, decisiones e instituciones, que vistos de manera aislada pueden parecer incluso absurdos o incomprensibles.
En efecto, el conjunto de reglas y procedimientos que forman parte de nuestro modelo y sistemas electorales han sido el producto del trabajo dedicado y gradual de muchas generaciones de mexicanas y mexicanos, de líderes sociales, actores políticos, organizaciones ciudadanas, defensores de derechos humanos y, por supuesto, de partidos políticos y representantes populares que, ante la exigencia del cambio político de la ciudadanía han sabido llegar a acuerdos, a consensos, grandes consensos, para ajustar de manera paulatina, gradual y consensuada nuestro sistema electoral.
En la complejidad de nuestro sistema electoral, que en algunas ocasiones hasta hemos llegado a considerar barroco en su rebuscamiento, no solo afloran en ocasiones las tensiones, producto de acuerdos y negociaciones cifrados, eso sí, todos en la desconfianza.
El punto de partida para entender el Sistema Electoral Mexicano es, precisamente, la desconfianza endémica de dónde venimos y por hacer más incluyente el ejercicio de los derechos políticos, garantizar las condiciones de equidad en la contienda, evitar la entrada de recursos ilícitos en la actividad político electoral, así como para mejorar y homogenizar la calidad de los mecanismos de organización electoral en el país.
En suma, la forma de hacer y organizar elecciones en México es producto de nuestra propia historia política y social, y es en ese contexto en el que me parece debe valorarse y evaluarse para tener una comprensión más precisa.
El segundo rasgo característico de nuestra institucionalidad electoral y democrática tiene que ver con lo que el INE ha denominada “la cadena de confianza”. Esta cadena de confianza está compuesta por un conjunto de actividades, etapas y decisiones que las autoridades electorales vamos tomando desde el arranque del proceso electoral, un proceso que comenzó en septiembre pasado, hasta la Jornada Electoral y los días posteriores a la misma cuando se realizan las etapas de cómputo, de fiscalización de los recursos, entre otras.
Este conjunto de fases y decisiones engarzadas, encadenadas unas con otras, han sido diseñadas con el objetivo esencial de dar certeza e integridad a las elecciones y garantizar el ejercicio libre informado del voto de toda la ciudadanía. Y esto es producto, también, de nuestra historia.
La figura de los visitantes extranjeros, es decir, la observación internacional, forma parte también de esta cadena de confianza; en efecto, la vigilancia de las elecciones que llevan a cabo actores externos al proceso electoral, a la organización de las elecciones, sean representantes de los partidos políticos, la sociedad civil mexicana, la academia, es decir, la observación nacional, pero también, la observación internacional a través de los visitantes extranjeros, es un eslabón fundamental de la cadena de confianza en las elecciones en México.
Desde ese punto de vista, su trabajo en estas elecciones es también el de construir, a partir de una estricta vigilancia y un contexto de exigencia hacia nosotros, confianza en nuestros procesos electorales.
Permítanme agregar un tema estrechamente vinculado con esta cadena de confianza.
Todas las acciones y decisiones que forman parte de este encadenamiento procedimental y que hemos desplegado desde el INE, todas han podido ser impugnadas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, es decir, no hay una sola acción discrecional que no pueda ser revisada en su legalidad y constitucionalidad, y los partidos políticos, las candidatas, los candidatos han tenido la oportunidad, a lo largo de estos meses, de controvertir todas las decisiones que consideran no se ajustan a la ley.
Por ello, y lo digo con claridad, en México hemos conjurado, gracias a este esfuerzo acumulado a lo largo del tiempo y de reformas electorales, las posibilidades de fraude.
En México el fraude electoral se acotó desde el momento en que como país logramos eliminar los factores que hacían posible la arbitrariedad en la organización de las elecciones y desde que conseguimos dotar de autonomía plena a las autoridades electorales, frente a la intromisión de los actores políticos.
Estoy seguro de que podemos seguir mejorando procedimientos y mecanismos particulares de nuestro sistema electoral, pero el fraude y sus prácticas son cosas del pasado, son piezas del museo de la deshonra política a donde la ciudadanía las ha enviado gracias a las reglas e instituciones que hemos diseñado, mantenido y fortalecido a lo largo de décadas.
El INE comparte con todas ustedes y con todos ustedes, el compromiso a favor de la democracia, la integridad electoral y las instituciones que una y otra requieren para su pleno desarrollo y arraigo.
Es un compromiso basado en la convicción de que el fortalecimiento de las elecciones y de la democracia, en cualquier país, se beneficia del reconocimiento de los logros, de la comprensión de los desafíos que enfrentan las instituciones democráticas, pero también de someterlas permanentemente a un proceso de exigencia.
Cuando las elecciones se llevan a cabo con integridad, se honra el principio democrático de la igualdad política y se somete a la rendición de cuentas a través del mecanismo de las urnas a los gobernantes.
Éste ha sido el principio democrático que ha guiado las decisiones y las actuaciones de las autoridades electorales desde nuestra fundación en 1990, y especialmente desde que adquirimos plena autonomía constitucional.
Como todas y todos saben, desde algunos años la democracia ha estado bajo serios procesos de tensión y amenaza, algunos de los cuales parecen haberse agudizado en los tiempos de pandemia.
La expansión de las elecciones como ejercicio ciudadano y democrático no es un proceso lineal, inevitable y seguro, como hace algunas décadas podríamos haber supuesto.
La democracia supone un arduo trabajo para ser cultivada, promovida y protegida.
Pocas cosas afectan tanto a la democracia y la integridad de las elecciones como dar por hecho los logros conseguidos, asumir que estos se mantendrán en el tiempo por los beneficios colectivos que han generado. Es preciso seguir promoviendo la democracia y las elecciones como la única vía civilizada para la renovación de los poderes públicos, para el cambio político, para la convivencia pacífica de la pluralidad y para el mejoramiento de nuestras sociedades.
Para poder disfrutar de los beneficios de la democracia es necesario el trabajo responsable y dedicado de todas y todos.
La democracia es, termino, una construcción colectiva, la defensa de la democracia es también una responsabilidad que nos involucra a todas y todos, y en esa defensa no hay trincheras pequeñas.
En México el guardián de la elección en materia administrativa es el Instituto Nacional Electoral, el guardián de la legalidad y de la constitucional es el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Por lo que respecta al trabajo, y estoy seguro también del Tribunal, pero eso le corresponde decirlo a José Luis, que lleva a cabo el Instituto desde ahora les digo que serán no solamente bienvenidas todas sus observaciones y visiones críticas sobre las oportunidades de mejora y adecuación de nuestros procesos electorales para futuros comicios.
Termino agradeciendo de nueva cuenta su labor como visitantes extranjeros en estas históricas elecciones para México, reciban nuestro reconocimiento por la importancia crucial que tiene su labor para la integridad electoral de México y más allá de nuestras fronteras.
Muchísimas gracias por estar con nosotros y bienvenidas a este foro.
Presentador: Muchas gracias a la intervención del doctor Lorenzo Córdova.
Ahora tiene el uso de la palabra el Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Por favor, José Luis.
Magistrado Presidente del TEPJF, José Luis Vargas Valdez: Muy buenos día a todos y a todas, señoras y señores, es un gusto participar en esta sesión de apertura del Foro Informativo para visitantes extranjeros.
Y, saludo de manera muy especial al Consejero Presidente del INE, don Lorenzo Córdova Vianello, a quien le reconozco la importante labor que hoy al frente del Instituto Nacional Electoral está realizando y por supuesto a fin de que la Jornada Electoral del próximo domingo se desarrolle exitosamente que estoy seguro así será.
También agradezco y le doy la bienvenida de manera muy especial a las expertas y expertos electorales que forman parte de este grupo, la labor de acompañamiento que ustedes realizan en estos días es fundamental para el fortalecimiento de los procesos electorales e instituciones democráticas en México, de verdad muchas gracias.
Quisiera yo empezar hablando un poco del Tribunal Electoral toda vez que creo que esa es la parte informativa que hoy les puede ser de utilidad y básicamente señalarles que, de manera muy orgullosa, estamos a un mes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación cumpla sus primeros 25 años de vida.
Las mexicanas y los mexicanos nos sentimos muy orgullosos de este aniversario ya que demuestra el gran avance de nuestro país en materia de justicia electoral.
Desde 1996 el Tribunal se creó en México como un órgano especializado jurisdiccional que se responsabilizara de resolver las controversias en materia electoral con absoluta independencia, responsabilidad e imparcialidad, para ello el Tribunal Electoral fue, digamos, establecido en la Constitución como parte del Poder Judicial de la Federación, aunque, gozando de independencia y autonomía técnica en el ejercicio de su función.
De tal suerte que el constituyente mexicano creó un tribunal constitucional exclusivamente para la materia político electoral.
Y eso, evidentemente, es un modelo poco repetido en el mundo, pero creo que en México, dada el nivel de litigiosidad, la desconfianza que existía en torno a los procesos electorales fue algo que permitió que, junto con la labor que lleva haciendo el Instituto Nacional Electoral, antes Instituto Federal Electoral, ha sido dos pilares fundamentales para poder garantizar estabilidad democrática en México.
Asimismo, yo quisiera señalar y ponerlos un poco en contexto, que para cumplir este objetivo, el órgano jurisdiccional que tengo el honor de presidir cuenta con una Sala Superior integrada por siete magistradas y magistrados, y asimismo, cuenta con cinco salas regionales, divididas por las circunscripciones que integran el país; y una Sala Especializada, todas ellas con tres magistrados, esta Sala Especializada, responsable de los temas de propaganda política, particularmente radio y televisión, y otras atribuciones que en recientes fechas se han ido incorporando a sus funciones.
Además, el Tribunal Electoral está conformado por un total de aproximadamente mil 800 trabajadores que son técnicos en la materia electoral, y que debo decir orgullosamente, son de los funcionarios del Poder Judicial de más alta calidad y especialidad en la materia.
Como ustedes saben, nuestros plazos de resolución son plazos muy breves, con lo cual tenemos que contar con una infraestructura grande para en pocos días, a veces horas, poder garantizar sentencias con la calidad que ameritan los justiciables con exhaustividad y, por supuesto, con la certeza jurídica.
Las trabajadoras y trabajadores del Tribunal cuentan desde la creación del Tribunal con una escuela judicial electoral que ha desempeñado un papel fundamental, precisamente, para poder ofrecer una calidad jurídica de excelencia a nivel internacional.
Este órgano jurisdiccional se dedica, entre otras cuestiones, a los actos y resoluciones, a revisar los actos y resoluciones, ya lo decía el Presidente del INE, de las autoridades electorales, tanto federales como en ocasiones las locales.
Los actos y resoluciones de los institutos, tribunales locales, las posibles violaciones a los derechos político electorales del ciudadano, incluidos el votar, ser votado y la afiliación a los partidos políticos.
En este caso, uno de los medios de impugnación que tiene el Tribunal se ha considerado una especie de derecho de amparo en materia electoral para que cualquier tipo de acto que implique el menoscabo de derechos político-electorales puedan ser revisados de inmediato, y tomar las medidas jurídicas adecuadas para hacer valer estos derechos.
Y, asimismo, por supuesto, todo lo que tiene que ver con la afiliación de los ciudadanos, los derechos político-electorales, a formar parte de asociaciones políticas y, por supuesto, eso bajo un principio de autodeterminación de los partidos políticos.
Finalmente, también nos corresponde analizar las sanciones que imponen las autoridades electorales, tanto a los partidos como a los candidatos.
En estos 25 años de vida, el Tribunal Electoral ha contado con tres integraciones de magistradas y magistrados electorales, desde el 4 de noviembre de 2016, hemos integrado esta tercera integración de magistradas y magistrados y ésta es la tercera Presidencia ahora a mi cargo.
Asimismo, ha resuelto en los 25 años de vida, del orden de 230 mil asuntos del ámbito de nuestra competencia.
Como parte de esta labor se han establecido jurisprudencias fundamentales que protegen de manera progresistas los derechos de la ciudadanía.
Y aquí hay que decirlo, muchos de los cambios legislativos en materias fundamentales para expandir los derechos político-electorales, se han dado a partir de sentencias de este Tribunal, es lo que coloquialmente hemos denominado a golpe de sentencias se ha logrado ir ampliando la esfera de derechos políticos de la ciudadanía.
Además, durante estos 25 años de trabajo, el Tribunal ha calificado y declarado la validez de cuatro elecciones presidenciales, de las cuales en dos de ellas ha existido un tránsito de partidos políticos y eso creo que habla, esa alternancia habla en favor de que tanto el Instituto Nacional Electoral como el Tribunal, son garantes de respetar gane quien gane.
Asimismo, el Tribunal se ha consolidado como un pilar del estado de derecho en México, y por supuesto, no podemos aquí perder de vista que la ingeniería constitucional que México se ha trazado logra hacer esto igualmente a partir de otros dos pilares fundamentales que es, como ya decía, el Instituto Nacional Electoral, y por otro lado, también, la Fiscalía Especializada, bueno, antes Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, hoy Fiscalía de Delitos Electorales.
Dicha Fiscalía tiene una función fundamental de investigar y perseguir las conductas tipificadas en materia electoral y básicamente aquí también ha habido una ampliación de conductas del cual el legislador, a través de recientemente creada la ley de delitos electorales, ha ampliado este catálogo para que en México se persigan y se sancionen cualquier práctica que tiene que ver con la compra, coacción del voto y cualquier, insisto, práctica que acabe afectando la libertad del sufragio.
La división de atribuciones de estas tres entidades distintas fortalece la legitimidad y permite garantizar que los procesos electorales transcurran dentro de un marco de legalidad.
Sin duda, este andamiaje institucional es indispensable para brindar certeza a la ciudadanía sobre la renovación de poderes públicos del país.
En ese sentido, como se ha mencionado, estas elecciones representan un gran reto para las autoridades electorales, y no solo por el número de votantes que, y la numeralia que ya ha dado el Consejero Presidente del INE, como por que se presentan en un momento en el cual el país vive un contexto realmente delicado tanto de seguridad pública, como de carga política que lleva a los ciudadanos a, aun en condiciones complejas como es la pandemia, a decidir salir a ejercer su voto.
Creemos que, precisamente el amplio mapa que se va a vivir de cara al próximo domingo en materia electoral, será sin duda una fiesta cívica y será, nuevamente, una muestra en el cual México confía en su democracia, sale a las urnas y se manifiesta para que los representantes populares tengan el mandato legal y constitucional correspondiente.
Por otro lado, quisiera darles algún contexto de este proceso electoral para el Tribunal Electoral, al día de hoy el Tribunal lleva atendidas del orden de siete mil impugnaciones en las distintas salas regionales y en la Sala Superior. Se espera que de cara a las próximas semanas se sumen a estas siete mil un total de 25 mil impugnaciones que tendrán su mayor efervescencia cuando se declaren los resultados y, por supuesto, siempre en la lógica de que mientras resultados más cerrados habrá, seguramente, más impugnaciones.
Hasta el momento, la mayor parte de esas impugnaciones que el Tribunal ha venido desahogando tienen que ver, en un 40 por ciento, con la vida interna de los partidos políticos, es decir, todo lo que tiene que ver con las reglas que tienen y que establecen para poder generar las condiciones de candidaturas y de otras decisiones de cara al proceso electoral, actos de preparación para la elección en un 14 por ciento, así como, actualmente lo que nos está tomando más dedicación son todos los temas vinculados con registros, coaliciones y, por supuesto, candidaturas comunes en los estados que lo permiten.
A fin de brindar certeza a la ciudadanía, el Tribunal debe resolver todas las impugnaciones antes de la fecha establecida para que los candidatos ganadores tomen posesión al cargo.
De acuerdo con las legislaciones locales, así como la propia Constitución, la mayor parte de estos actos se deben realizar entre septiembre y octubre de este mismo año. ¿Qué sucede? Que, a partir de una homologación en los calendarios electorales, también establecida por el constituyente, los plazos electorales para resolución se han acortado, y eso, por supuesto nos exige, con la misma calidad jurídica, con la misma prontitud en tiempo, sacar y resolver todos los asuntos, insisto, en tiempo y forma.
Además, a este plazo habrá que restar el tiempo que tomen las instancias locales para atender las impugnaciones en la elección de su competencia, como ustedes saben en un sistema federal primero desahogan los resultados o las impugnaciones, los ámbitos de jurisdicción local y posteriormente a través de recursos de revisión podrán ser valorados por nuestras salas regionales y posiblemente, incluso, por la Sala Superior del Tribunal.
En ese sentido, tengan la certeza que el Tribunal Electoral cuenta con las herramientas y con la determinación para emitir resoluciones oportunas y plenamente apegadas a derecho.
Y, hay que decir que en todo este proceso desafortunadamente ha vivido la humanidad y que México no se escapa, como la pandemia, hemos tomado medidas al igual que el Instituto Nacional Electoral que abonan en seguir ejerciendo la misma función frente a la ciudadanía sin detener nuestro trabajo y, por supuesto, al mismo tiempo protegiendo a todas y a todos los trabajadores que forman parte de la institución.
En esa medida, inclusive ayer lo comentaba con algunos de ustedes observadores y visitantes, hemos recurrido de manera más acelerada a un procedimiento de juicio en línea para que los ciudadanos en estas condiciones quienes así lo deseen y tengan plenamente acreditada su identidad, puedan de principio a fin emitir o recurrir algún acto, algún derecho, hacer valer algún derecho a través de los medios electrónicos sin tener que hacer presencia física en el Tribunal, incluyendo la etapa de audiencias judiciales.
Estos mecanismos a mi juicio son de gran importancia para que la ciudadanía exprese sus inconformidades y se construya una sociedad más justa y equitativa, por lo que, de ninguna manera es deseable la desaparición de estos órganos.
En el Tribunal Electoral identificamos de inmediato estas amenazas a los sistemas democráticos y actuamos con prontitud para que la justicia electoral no se viera restringida en México, y creo que ese dato histórico de tres décadas, prácticamente, donde INE y Tribunal han venido trabajando a favor de los derechos de la ciudadanía, es su mejor carta de presentación frente a cualquier embate político para su disolución.
A lo largo de estos meses hemos impulsado medidas, inclusive para velar y potenciar los derechos político-electorales de la ciudadanía y que van en la mano, quiero decir con mucha de las acciones y de los acuerdos que han tomado el Instituto Nacional Electoral.
En ese sentido, quisiera poner o centrar algunos temas que me parece que pueden ser ejemplificativos para ustedes, casos por ejemplo en los que resultan necesario hacer ejercicios de ponderación entre la paridad de género que, como ya también les han hablado y hoy les van a hablar, es un tema fundamental para la labor jurisdiccional del Tribunal y la reelección.
Casos relativos a la sobrerrepresentación en órganos legislativos, casos en donde el principal elemento y factor a analizar es el uso de redes sociales en un contexto de proceso electoral, mismos que prácticamente no están regulados en nuestro marco legal, casos sobre la suspensión de derechos político electorales de personas sujetas a proceso penal o privadas de la libertad que se le ha mandatado al Instituto Nacional Electoral inicien con un proceso experimental para lograr que eso se pueda traducir en una obligación general de que aquellos que no han sido sentenciados puedan, en posterioridad, puedan tener el derecho a votar.
Casos, precisamente, que tienen que ver con acciones afirmativas para personas mexicanas residentes en el extranjero, así como minorías étnicas en los cuales se han ampliado recientemente de 13 distritos a 21 distritos para que se les considere en la lista de los partidos políticos.
En síntesis, creo que son todos casos que, insisto, son ejemplificativos de la labor que ejercen las autoridades electorales en compromiso con los derechos político-electorales de los ciudadanos como un bagaje fundamental de los derechos fundamentales a nivel internacional.
Y creo que ese aspecto, y hoy es un tema fundamental, se materializa, y creo que México puede ser un enorme ejemplo a nivel mundial, lo que hemos podido hacer en tan pocos años en materia de paridad de género.
Hoy, a partir de reformas constitucionales previstas y aprobadas en 2019, México tiene una obligación paritaria absoluta, es decir, 50 hombres y 50 mujeres en cargos de elección popular y, sobre todo, en aquellos cargos que son colegiados.
Ese trabajo, inclusive, se ha llevado a la integración de órganos electorales a nivel local y a nivel federal, es decir, que por cada postulación de un hombre tenga que venir la obligación también de postular y de nombrar a una mujer.
Sabemos que las acciones afirmativas muchas veces se ven como una camisa de fuerza, pero también sabemos que, si no se hace a través de esa vía, los rezagos históricos nunca dejarían de existir para generar igualdad.
Y creo que, precisamente, ahí, insisto, son los puntos de acuerdo donde Tribunal, Instituto Nacional Electoral y en su ámbito de competencia, fiscalía electoral, hemos trabajado de la mano.
Destaco también, por supuesto, el trabajo que ejercen en México los partidos políticos también para generar esos espacios para reformar esas legislaciones y para, también, acatar las decisiones como la que ya mencionaba de paridad de género en sus listas para conformar las candidaturas de representación.
Asimismo, y ya para concluir, el Tribunal Electoral ha impulsado medidas que impiden a las mujeres ser víctimas de discriminación.
La discriminación, desde nuestra óptica, está vinculada con la violencia de género, y la violencia de género no puede quedar aislada de la discriminación.
En tal sentido, recientemente también, el Tribunal instruyó al Instituto Nacional Electoral la creación de una lista nacional que contenga los nombres de quienes en sentencias firmes hayan sido o hayan incurrido en violencia política en razón de género.
Consideramos que es la única forma de frenar estas acciones, es decir, que ante hechos acreditados por la vía judicial de que hay violencia política de género, son personas que de cierta manera no pueden participar activamente en política, pues porque es tanto como ir repitiendo esos patrones.
Estos grupos en desventaja lo que se han permitido a través de nuestras sentencias es, y a través de estas acciones afirmativas es garantizar que estas personas si desean participar en la vida pública de México, lo hagan en condiciones de libertad y, por supuesto, garantizando su integridad.
Asimismo, hemos creado una serie de, o tomado una serie de medidas cautelares para que aquellas mujeres que han sido atacadas por ejercer un cargo público, por aspirar a una candidatura, tengan la protección necesaria para que lo puedan hacer y, obviamente, eso ha implicado mandatar a las autoridades locales y de seguridad para que protejan a estas personas.
Ejemplo de todo esto, insisto, es que hemos también ampliado la presencia de la población indígena para que participen en los primeros espacios de las candidaturas y también en el Congreso de la Unión, para que puedan representar a sus poblaciones en México.
Cierro esta presentación señalándoles que México ha perfeccionado a lo largo de estas tres décadas su sistema electoral en un marco de paz social y estabilidad institucional.
Como resultado del incesante desarrollo democrático de las últimas décadas en nuestro país, se ha trabajado y hemos actuado a partir del Estado de Derecho en materia electoral.
Hoy México cuenta con un Tribunal Electoral que actúa de forma absolutamente independiente para resolver controversias electorales y garantizar la voluntad de la ciudadanía, que sea la única que defina el cambio en el poder político.
Esta independencia no es negociable, ninguna fuerza política o interés particular puede perjudicarla.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación asume con orgullo y responsabilidad, la irrenunciable encomienda que le han conferido las mexicanas y los mexicanos, de salvaguardar el régimen democrático, contribuyendo decisivamente a preservar el Estado de Derecho.
En esta tarea reconocemos el valor del acompañamiento internacional para seguir mejorando los procesos e instituciones democráticas mexicanas. Por ello, el Tribunal Electoral continua y continuará actuando con transparencia y manteniendo una total apertura al escrutinio internacional.
Nuevamente, les agradezco por la tarea que hoy y en estos días realizarán para México.
Estoy seguro de que este foro informativo contribuirá a fortalecer sus actividades de acompañamiento, cuenten con la disposición del Tribunal Electoral para seguir colaborando con ustedes en esta importante tarea.
Muchísimas gracias y que tengan una muy buena jornada.
Presentador: Gracias.
Con esta intervención del Magistrado Vargas terminamos este primer panel, tendremos 30 min de receso para regresar al panel que se refiere a las y a los informes de emisiones internacionales.
Muchas gracias.
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