VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN LA FIRMA DE CONVENIOS DE COLABORACIÓN CON EL COLEGIO NACIONAL DEL NOTARIADO MEXICANO Y EL COLEGIO DE NOTARIOS CIUDAD DE MÉXICO
Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.
Estimado licenciado Guillermo Escamilla Narváez, presidente del Consejo Directivo del Colegio Nacional del Notariado Mexicano; Licenciado Ponciano López Juárez, Presidente del Consejo del Colegio de Notarios de la Ciudad de México.
Estimadas y estimados miembros de ambos colegios que nos acompañan aquí presencialmente, compañeros de banca de tiempo atrás algunos de ellos, también de manera virtual.
Estimadas y estimados colegas del Consejo, consejero Ruiz, consejera Humphrey, consejera De la Cruz, que nos acompañan; Señor Secretario Ejecutivo; Colegas del Instituto Nacional Electoral.
A 23 días de la jornada electoral más grande que haya vivido nuestra democracia, creo que es un espacio propicio para señalar que la elección va y va muy bien.
Los plazos y los procedimientos se van cumpliendo uno a uno y las etapas van quedando jurídicamente definitivas, conforme a los tiempos y resoluciones que ha establecido esta autoridad y el Tribunal Electoral.
La ciudadanía se va apropiando de la elección, para defender así su derecho a elegir a sus representantes y gobernantes, en espacios, las casillas que aseguran una doble libertad: la libertad para el ejercicio del sufragio sin condicionamientos, sin constricciones, por la opción política de su preferencia y la libertad para que los derechos políticos se ejerzan sin riesgos de contagio, una libertad frente al COVID-19
Esta apropiación del proceso electoral es un dato muy importante, no sólo porque refleja el carácter ciudadano de la democracia mexicana, sino porque muestra que la elección más grande de nuestra historia está siendo arropada por una movilización ciudadana inédita en 30 años de evolución electoral.
Permítanme poner unos datos para dimensionar las buenas noticias que ya hoy tenemos respecto de esta elección, y que hablan, por cierto, de un trabajo imparcial del Instituto Nacional Electoral y del blindaje que estamos robusteciendo para impedir, una vez más, que se cometan alteraciones a la voluntad ciudadana en la próxima jornada electoral:
Para instalar las 162 mil 938 casillas necesitamos a un millón 464 mil 822 ciudadanos y ciudadanas, y de éstos, al día de hoy ya hemos nombrado prácticamente al 95 por ciento de quienes recibirán y contarán los votos el próximo 6 de junio.
Dicho de otra manera, a 23 días de la jornada, estamos casi listos con la ciudadanía pronta para recibir y contar el voto y por tanto hacer realidad el principio de legalidad en las casillas, durante la elección.
Contamos además con el padrón electoral más grande, más auditado, de mayor alcance, cobertura y mas confiable de nuestra historia que registra a 93.67 millones de electores, casi 4.3 más que hace tres años, y con una Lista Nominal de Electores que asciende a 93.56 millones y que refleja la mayor cobertura respecto del padrón electoral, que hayamos logrado en una elección intermedia.
Para verificar que en los días previos a la jornada y durante ésta, actores políticos, autoridades electorales y contendientes se apeguen al marco legal de nuestra democracia, en esta elección se ha autorizado ya la participación de 5 mil 535 observadores habiendo una solicitud de 20 mil para participar, en estos días están, justamente, previéndose y estableciéndose estas acreditaciones.
Finalmente, los medios de comunicación que, en su inmensa mayoría, están cumpliendo con la pluralidad de medios y en los medios que supone el ejercicio periodístico en una sociedad democrática, están asumiendo y transmitiendo puntualmente la pauta emitida por el Instituto Nacional Electoral y han sido neutrales en el 84 por ciento de las notas registradas durante los primeros 30 días de campañas federales, de acuerdo con un informe que justo ayer conocimos en el Consejo General.
Además de las acciones anteriores, que hablan de la ciudadanización de nuestras elecciones, así como de la legalidad e imparcialidad del proceso electoral más grande y complejo de nuestra historia, hemos tomado otras medidas para blindar esta elección en contra de cualquier posibilidad de un fraude en las urnas.
De dichas medidas quiero destacar tres que conforman la que llamamos cadena de confianza que ha venido edificado la credibilidad de nuestras elecciones y que han contribuido a que México sea considerado una experiencia exitosa de transición democrática:
Primero, se aprobó el mecanismo muestral para verificar la autenticidad y calidad del líquido indeleble el día de la jornada electoral; el cual, como ustedes saben, se utiliza para marcar el dedo de cada votante e impedir que pueda sufragar más de una vez
Segundo. Las boletas electorales y las actas que se utilizarán en las casillas son infalsificables; como en cada elección organizada por el INE, las boletas y las actas que se utilizarán el próximo 6 de junio fueron impresas en papel seguridad y con medidas que imposibilitan cualquier intento de falsificación.
Y, justo ahora, estamos en la etapa de la distribución a lo largo y ancho del país, están siendo ya resguardada, como lo mandata la ley, por nuestras fuerzas armadas.
Y, tercero. La documentación y materiales electorales, que constituyen las herramientas mediante las cuales las y los electores plasman su voto y se asegura que su voluntad cuente y se cuente bien, están siendo trasladadas puntualmente conforme a los planes establecidos, como ya decía, bajo el resguardo de nuestras fuerzas armadas.
Las acciones anteriores permiten que desde el INE digamos, una y otra y otra vez, y lo seguiremos diciendo, que en México no hay posibilidades, gracias a un sistema electoral profundamente sofisticado, de que haya fraude electoral.
El fraude se acotó cuando se eliminaron los factores que posibilitaban la arbitrariedad en la organización de las elecciones y cuando se excluyó de la organización de los gobiernos en turno a las decisiones de la autoridad electoral.
Y sí, siempre estuvieron ahí los notarios, pero el problema nunca fueron los notarios, tan nunca fueron los notarios que sigue siendo una relación, la que mantenemos el notariado y las autoridades electorales, vigorosa, fuerte, y que se proyecta con estos instrumentos que hoy suscribimos hacia el futuro, el problema estuvo en otro lado.
El proceso de construcción de confianza de las elecciones pasó por sacar a los actores políticos, por sacar a los gobiernos del proceso de decisión. Los notarios siempre estuvieron ahí y siguen estando ahí.
Porque la fe pública es un elemento indispensable para que el principio de legalidad y la certeza puedan precisamente regir los procesos electorales.
Esto explica que la autonomía constitucional y la independencia de las autoridades electorales constituya un punto de partida de la credibilidad de los comicios en México.
En ese sentido, uno de los factores que contribuyen a robustecer esa credibilidad es precisamente la colaboración con otras instituciones que comparten nuestra convicción, nuestro compromiso, y nuestra vinculación con la legalidad y con la imparcialidad, como son justamente los colegios de notarios de nuestro país.
Por ello celebro que el INE suscriba hoy estos dos convenios de colaboración, que renuevan, que potencian y que reivindican la participación de entes que hemos formado, como decía el consejero Ruíz Saldaña, sociedades estratégicas, y no solo, indisolublemente vinculadas, uno con el Colegio Nacional del Notariado Mexicano y otro con el Colegio de Notarios de nuestra ciudad.
Ambos convenios, como ya se mencionaba, están encaminados a facilitar la prestación de los servicios notariales de fe pública en actos vinculados con el desarrollo del proceso electoral, antes de la jornada electoral y después de ésta.
Se trata de establecer un marco de colaboración entre el INE y el gremio de las y los notarios que le inyecte una función social adicional a los servicios que tradicionalmente ustedes realizan, con apego a algunos de los principios que rigen también, por cierto, la función electoral, como el de legalidad, objetividad e imparcialidad, y en congruencia con los principios de inmediación, idoneidad, forma, autenticidad y garantía de seguridad jurídica que acompañan los actos de fe pública que ustedes llevan a cabo.
Para el INE, la alianza estratégica con organismos como El Colegio Nacional del Notariado Mexicano y el Colegio de Notarios de la Ciudad de México fortalece las condiciones de certeza y legalidad del proceso electoral que será el más grande y complejo de nuestra historia, en medio de un contexto en el que hay quienes buscan desacreditar al árbitro y el carácter eminentemente ciudadano de nuestra democracia.
Concluyo reiterando que la democracia es una obra colectiva, que se debe a todas y todos, pero que también que nos necesita a todas y todos para recrearse y para preservarse.
Por ello, para llevarla a buen puerto, todas y todos, autoridades electorales, servidores públicos, partidos políticos, candidatas, candidatos, coaliciones, contendientes, así como las organizaciones de la sociedad civil y de la ciudadanía misma, debemos cumplir con el rol que nos toca y respetar, todas y todos, el orden constitucional, las reglas del juego, que no hacen otra cosa sino reflejar el pacto democrático que hemos suscrito.
Una democracia sin respeto a las leyes se traduce en una competencia por el poder en medio de la barbarie; de ahí que nadie debe estar por encima de la Constitución, ni vulnerar la división de poderes, y todas y todos debemos respetar las leyes electorales mientras éstas estén vigentes. A eso se reduce al final del día el pacto civilizatorio que llamamos democracia.
Muchas gracias.
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