Una nueva distritación permitirá que la representación política fortalezca nuestro sistema democrático. | Carla Humphrey
La geografía electoral analiza el comportamiento y los diversos resultados electorales en determinados espacios geográficos en los que la población electoral se ubica, y que las autoridades electorales conocen en razón a sus registros en el padrón y listados nominales de electores y electoras.
La geografía electoral también permite identificar las zonas en las que las y los electores se desenvuelven, es decir, si son zonas habitacionales, rurales, zonas marginadas, etcétera, con lo que la autoridad electoral establece diversas estrategias para su quehacer institucional como lo son la instrumentación del programa de entrega de credenciales para votar con fotografía; la ubicación de casillas electorales a lo largo y ancho del país; la capacitación de personas funcionarias de casilla, entre tantas otras.
Así, la geografía electoral toma como referencia la información que recaba y procesa el INEGI a través del Censo de Población y Vivienda que, para el caso de la elección en curso y que tendrá verificativo el próximo 6 de junio, los datos de la delimitación geográfica electoral utilizó el Censo de 2010.
Por ello, resultó de suma importancia que, a finales del mes de enero, el INEGI diera a conocer que contamos con un nuevo Censo de Población y Vivienda con datos actualizados a 2020.
Entre los datos más representativos de este Censo para el quehacer electoral, son los siguientes:
· Somos 126 millones 014 mil 24 habitantes, es decir, más de 13 millones de personas de los que había en 2010 (poco más de 112 millones de personas).
· De los más de 126 millones de mexicanas y mexicanos, el 51.2% son mujeres (más de 64 millones) y el 48.8% son hombres (más de 61 millones).
· Respecto a la estructura poblacional tenemos que la media poblacional es de 29 años, lo que representa un envejecimiento poblacional toda vez que en 2010 era de 26 años y en el año 2000 era de 22 años.
· El Estado de México resulta la entidad federativa más poblada con 16 millones 992 mil 418 habitantes, en tanto que Colima es el estado menos poblado con 731 mil habitantes.
· La población de tres años y más hablante de alguna lengua indígena es de 7.3 millones de personas que representa el 6.1% de la población total. Asimismo, el 2% de la población total (poco más de 2.5 millones de personas) se autoadscriben como personas afromexicanas.
· El 16.5% de la población total tiene alguna limitación en la actividad cotidiana, discapacidad o algún problema o condición mental.
Estos datos, entre otros, resultarán fundamentales para que el Instituto Nacional Electoral (INE) actualice y conforme una nueva geografía electoral tanto a nivel federal como local que permita un mayor equilibrio poblacional y de representación política.
De manera específica, señalo sólo algunos aspectos que el Censo 2020 significará para el INE:
· Permitirá integrar una geografía electoral más uniforme a la densidad poblacional, fundamentalmente en lo que corresponde a distritos electorales federales y locales;
· La prevalencia de los 28 distritos electorales federales con población indígena o, inclusive si se incrementan.
· El establecimiento de directrices actualizadas para cumplir con la paridad de género en candidaturas, así como para determinar nuevos esquemas mejor equilibrados para que los partidos políticos postulen en su oportunidad, a personas de la diversidad sexual, con discapacidad, afromexicanas y personas trans.
No obstante, el aspecto más importante del resultado del Censo 2020 para el INE y en particular, para la geografía electoral de nuestro país, es que una nueva distritación permitirá que la representación política fortalezca nuestro sistema democrático con aspectos más equitativos para todas y todos.
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