VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL PUNTO 11 DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA, POR EL QUE SE APRUEBAN LOS INSTRUMENTOS JURÍDICOS Y TÉCNICOS NECESARIOS PARA INSTRUMENTAR EL VOTO ELECTRÓNICO EN UNA PARTE DE LAS CASILLAS ÚNICAS EN LOS PROCESOS ELECTORALES FEDERAL Y LOCALES 2020-2021 DE COAHUILA Y JALISCO
Me gustaría intervenir de manera muy breve en ella.
Digo, estoy a favor del proyecto, el proyecto me convence, lo votaré en sus términos, razón por la cual pues el sustento de mi voto pues son los argumentos plasmados en el proyecto; sin embargo, quisiera hacer una breve intervención, no tanto para alimentar una polémica, aquí ha sido una discusión, se había producido una discusión rica e interesante, con argumentos que no necesariamente son nuevos, son argumentos que se han venido poniendo sobre la mesa desde hace tiempo, tanto los argumentos a favor, como los argumentos en contra e incluso los argumentos relacionados a por qué no avanzaron más en el ejercicio de instrumentación de la urna electrónica que está planteando.
Y me queda claro que éste es un tema que tendrá que seguirse discutiendo, creo que tiene razón el diputado Viedma cuando señala que esto tiene que ser una discusión del Legislativo, y creo que sería lo pertinente, lo que sí es cierto es que esta discusión no se ha dado o se marginado, o en todo caso no se ha suscitado, ahí mismo decía pues nos tocará a nosotros hacerlo, ahí es donde está la representación popular y sin duda así es.
Lo que también es cierto es que la discusión democrática muchas veces se empieza y se da en otros lados, e incluso supone decisiones que anticipan la decisión el legislativo, me gustaría poner un ejemplo que es un ejemplo de éxito y en el que no he escuchado a ninguna fuerza política oponerse, ojo, en el discurso, en los hechos sí.
Es el tema de la construcción de mecanismos de acciones afirmativas que han empujado y que han provocado una venturosa realidad hoy existente en el país, que es una democracia paritaria, que es la presencia de mujeres, prácticamente, en la misma proporción y en algunas ocasiones, incluso, hasta mayor en algunos espacios de representación política como lo es este Congreso, el Congreso del que ustedes forman parte, el de la paridad de género.
Bueno, esa paridad si uno revisa la historia en los últimos 24 años comenzó, precisamente, con decisiones administrativas, acciones administrativas, acciones afirmativas en el ámbito administrativo o, incluso, jurisdiccional que, en su momento, fueron tachadas de ir en contra de la ley, o de ir más allá de la ley o de no corresponderle a este órgano.
Recuerdo, en 2002 cuando se estableció el primer segmento en las listas de representación proporcional en donde se decía que, en cada segmento de tres diputadas, tres candidaturas de las listas de los partidos políticos tenían que haber una candidatura de un género distinto.
Cuando el Instituto Nacional Electoral viendo que, prácticamente, todos los partidos colocaban a mujeres en el último lugar de ese segmento estableció que, no podía haber en cada segmento dos candidaturas de un mismo género hiladas.
En aquel momento recuerdo una discusión que se dio en este Consejo General: es que eso no es lo que dice la ley, ustedes están yendo más allá de la ley.
Afortunadamente se tomó esa decisión como muchas otras acciones afirmativas de paridad, que más adelante fueron recogidas, discutidas y recogidas por el legislador.
Yo creo que de eso trata el diálogo democrático sin caer en la irresponsabilidad, que me parece, y sería tal de parte de la autoridad electoral, de provocar una crisis de confianza o de credibilidad en una elección sobre todo de una complejidad como la que estamos enfrentando.
Y creo que esa es otra, recoge otra, y el proyecto recoge otra de las características que ha tenido, que ha caracterizado nuestra transición a la democracia.
Digo, voy a decir una obviedad, la democracia no nació de un día para otro, hay quienes lo sostienen, pero, bueno, pues son, digamos, no son analistas serios desde mi punto de vista, quien planté que la democracia en México surgió en un momento determinado de la noche a la mañana.
Todo mundo sabe, es más este órgano y quienes lo integramos, todos, todos los que lo integramos en la calidad que tengamos, somos el resultado de, y testigos de ese gradualismo que caracterizó el tránsito a la democracia y de cómo muchas de las acciones que han ido consolidándose, decantándose y traduciéndose en conquistas democráticas son resultados de ese gradualismo.
Yo creo que, digámoslo así, aquí se ha planteado, al menos esa es la postura que yo sostengo.
Creo, entiendo y sin menos preciar el tema de la confianza, que no es un tema, es un tema muy mexicano o al revés, la desconfianza, pero no es exclusivo de los mexicanos sin lugar a dudas, y esto ha llevado que el voto electrónico o que la instrumentación de mecanismos de votación electrónica haya sido discutida en muchos países con avances que luego implican regresiones.
Por eso yo creo mucho que todo lo que se haga en este tipo de materias, tiene que ser eso, paulatino, gradual, a veces irritantemente gradual y comprendo lo que aquí se ha planteado.
Entiendo la postura de la Consejera Humphrey, por ejemplo, que se particularicen: oigan, es que podemos ir más rápido. Lo entiendo, no la descalifico, incluso, la compartiría en principio, en abstracto, pero sí creo que hay un tema en el que tenemos que irnos con un cierto cuidado, sin que eso nos lleve, desde mi punto de vista, a un inmovilismo. Y tiene que ver justamente con el no equivocarnos y no tropezarnos en este tema.
Porque el día en que se abran dudas fundadas, no estoy hablando del algoritmo porque eso sabe todo mundo la discusión que se dio aquí ha sido ampliamente documentada cómo fue falsa y es una construcción más bien sí desde la academia, pero la academia y de todo también.
Pero cómo justamente en estos temas hay que ir con paso firme, déjenme decirlo así, aunque pueda llegar a ser como decía, irritantemente lento, irritantemente tardado.
Una de las razones que está detrás de que no vayamos a un número mucho mayor de urnas, está en el hecho de que por primera vez al menos de manera vinculante y al menos a cargo de esta autoridad electoral, como lo han mencionado algunos colegas, estaremos frente a urnas en las que ya no se va a recibir solamente una votación como ocurrió en Coahuila y en Hidalgo, sino una pluralidad de votaciones.
Y, desde este punto de vista, creo que es pertinente:
1.- Que el ejercicio se mantenga, como ya lo hicimos.
2.- Que se dé este paso adicional, en el sentido de pues vamos viendo cómo al tener pluralidad de votaciones la urna electrónica es funcional y su pertinencia e idoneidad franca.
3.- No poner en riesgo ninguna elección.
Porque el hecho de que avancemos de una manera tan gradual, tiene que ver también y tome en cuenta también, lo dice el proyecto, que por su distribución o su ubicación las urnas electrónicas no se conviertan o no abran la puerta a algún factor de nulidad de ningún tipo de elección, en ninguna de las elecciones en las cuales la votación será recibida, de las diputaciones federales, o bien, de las diputaciones locales, o bien, de los municipios, como en el caso de Coahuila.
Creo que eso es importante tomarlo en cuenta bajo esta lógica de ir dando pasos consistentes hacia adelante. Y creo que la mejor prueba o elemento para una discusión que tendrá que darse sin lugar a dudas y ojalá y se dé, es con datos ciertos.
Y creo que esta autoridad con lo que estará avanzando, espero, en esta elección, pues lo que dará datos ciertos para que esa discusión se pueda dar no sobre la base de especulaciones, sino sobre los insumos conocidos y probados.
Entonces, esas son las razones de mi voto.
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