VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL PUNTO 20 DE LA SESIÓN ORDINARIA, RELATIVO A LAS SOLICITUDES DE REGISTRO DE LAS PLATAFORMAS ELECTORALES PRESENTADAS POR LOS PARTIDOS POLÍTICOS NACIONALES PARA CONTENDER EN LAS ELECCIONES DE DIPUTACIONES FEDERALES, SIN MEDIAR COALICIÓN, DURANTE EL PROCESO ELECTORAL FEDERAL 2020-2021
En este punto del orden del día se pone a consideración de este Consejo General del INE, las solicitudes de registro de las plataformas electorales que han presentado los 10 partidos políticos con registro nacional para las elecciones de diputadas y diputados federales en el actual proceso electoral 2020-2021.
Recordemos que el pasado 15 de enero, este Consejo General aprobó dos coaliciones parciales que agrupan cada una a tres partidos políticos, junto con sus convenios y sus plataformas comunes, por lo que, en esta ocasión estaremos conociendo y aprobando, en su caso, las plataformas de los partidos políticos en los distritos electorales en donde no media coalición, en el caso de quienes van en esta figura reconocida por la legislación electoral y de aquellas fuerzas políticas que no irán coaligadas a los comicios, entre las que se encuentran los tres partidos del nuevo registro que por ley deben competir solos en los comicios federales de este año.
Lo que hoy estamos conociendo y aprobado, es la plataforma con la que las fuerzas políticas irán a las campañas en busca del voto ciudadano, es decir, el ideario, las propuestas y la visión de país que pondrán a consideración de las mexicanas y mexicanos en busca de su respaldo en las urnas.
En momentos en los que el debate político a veces parece reducirse a un diálogo de sordos o a un triste intercambio de agresiones en 280 caracteres, resulta, sin embargo, primordial que quienes buscan el respaldo popular expliquen con claridad amplitud, sustancia, puntualidad, su proyecto, su diagnóstico y su proyecto del país.
Y es que no hay democracia posible sin un sistema de partidos sólido, en el que el contraste de ideales y proyectos es lo que permite la recreación de la democracia misma, el sistema electoral, el régimen parlamentario, los gobiernos emanados de la decisión de la mayoría, pero legitimados en la inclusión de las minorías, pues.
Bien lo decía Hans Kelsen en su obra clásica, “Esencia y valor de la democracia”, hace exactamente 100 años:
“…la democracia, decía el célebre populista austriaco, otorga a cada convicción política la misma posibilidad de expresarse y de buscar conquistar las mentes de los hombres y las mujeres, mediante la competencia liberal…”.
Fin de la cita.
Las plataformas que estamos por aprobar son en ese sentido, el punto de arranque de la contienda electoral en curso, que tendrá su momento de mayor efervescencia y visibilidad durante las campañas para, de diputadas y diputados federales que inician como saben el próximo 4 de abril.
No solo en las plataformas electorales son el fundamento programático que tendrá que proponer y sostener las candidatas y candidatos de los partidos políticos y las coaliciones electorales, sino también la esencia misma de la diversidad, diría de la rica diversidad política, ideológica que cruzan nuestro país.
Es cierto, los tiempos en la democracia que hoy corren en México y en el mundo son tiempos de un vaciamiento ideológico en donde las claras posturas políticas tradicionalmente conforman el espectro ideológico de una sociedad compleja, rica, diversa como son las sociedades modernas, tienden a diluirse.
Pero sería un error ver a los documentos que hoy estamos conociendo y que aprobaremos como un mero requisito, sin el cual, por cierto, de acuerdo con la legislación electoral los partidos políticos no podrían postular candidaturas.
Creo que, justamente, la relevancia de estos documentos reside, precisamente, en esa determinación de la ley, de que los partidos políticos no puedan presentar candidatas, registrar candidatas y candidatos sin haber registrado previamente sus plataformas electorales hacen un énfasis en la importancia ideológica, programática, pues en la riqueza política que conforma a nuestra sociedad y que es reconocida, en consecuencia, por la legislación electoral.
Estas plataformas me parece que son la mejor expresión mandata, sin duda, por la ley, pero que constituye la esencia y la razón de ser de los diversos partidos políticos son la base del pluralismo y de la diversidad política que enriquece, que constituye el principal valor, diría yo, de nuestra democracia y que desmiente los intentos reduccionistas de ver en posturas maniqueas la realidad política, compleja, diversa, plural que constituye y que integra la sociedad mexicana, que constituye al pueblo mexicano.
El contenido de estas campañas, de las campañas por venir, ateniendo los máximos ideales de la democracia y también de las reglas electorales que nos hemos dado y que están explicitadas en primera instancia en el artículo 41 de la Constitución, deberá emanar de estas plataformas y quedar libre en consecuencia de agresiones y expresiones que calumnian a las personas.
De eso le dará el Instituto Nacional Electoral en atención a su mandato constitucional.
Las campañas de propuestas a las que siempre se apela en tiempos electorales no deben estar exentas del contraste de ideas, la polémica, el debate público, la confrontación de proyectos tan intensa como sea necesaria para expresar ante la sociedad esa diversidad y esa riqueza política ideológica que impregnan nuestro país.
Para eso, justamente, es la competencia política, pero para que ésta transcurra en clave democrática, es deseable que la discusión se base en ideas, argumentos, información verificada en la medida de lo posible, y no en la calumnia, la descalificación del contendiente, la estigmatización y las mentiras propagadas deliberadamente.
En tiempos en los que las noticias falsas y la desinformación se erigen en México y en el mundo como amenazas reales en contra de los sistemas democráticos, que evidencian la fragilidad que los sistemas, que estas formas de gobierno tienen.
Tendremos la responsabilidad colectiva en este 2021 la oportunidad también de desarrollar campañas electorales a la altura de las expectativas de la ciudadanía que aborden los grandes problemas nacionales, lamentablemente y dolorosamente aún irresueltos: la pobreza, la ominosa desigualdad, la corrupción, la impunidad, la inseguridad, entre muchos otros.
Estamos ya en medio de in inédito proceso electoral, el más grande de nuestra historia por el número de cargos a elegir, por el tamaño del padrón electoral, por el número de casillas que habrán de instalarse el 6 de junio próximo, y también el más complejo por el contexto político mundial y nacional, así como por las condiciones sociales, económicas y sanitarias, generadas por la pandemia, que aún sigue causando estragos en México y en todo el mundo.
En este contexto transcurrirán las campañas electorales y corresponderá a las fuerzas políticas, cumplir con el compromiso democrático de competir, en buena lid, con vocación precisamente, con las reglas del juego que nos hemos dado, por el voto ciudadano.
Y a las autoridades electorales, asegurar que esta contienda se dé en condiciones de legalidad, equidad y certeza.
Esperemos que así sea por el bien de nuestra democracia y por el bien de nuestro país.
Quisiera terminar, aunque sé que esto será objeto probablemente, de una discusión en asuntos generales, diciendo que nuestro compromiso es la difusión y el debate en torno a estas plataformas como autoridad electoral.
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