VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DEL MENSAJE DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN LA CEREMONIA DE HONORES A LA BANDERA CON MOTIVO DEL INICIO DEL PROCESO ELECTORAL FEDERAL 2020-2021
Muy buenos días tengan todas y todos.
Consejeras y consejeros electorales del Instituto Nacional Electoral.
Compañeras y compañeros de nuestras Juntas Locales y Distritales, de las Oficinas Centrales, de los Módulos de Atención Ciudadana, por supuesto.
Señoras y señores representantes de los partidos políticos.
Hoy inicia el proceso electoral que, en muchos sentido será un parteaguas en nuestra vida democrática, se trata de un proceso en el que se nos presenta una disyuntiva: o se refrenda la madurez de una democracia que se ha venido perfeccionando poco a poco durante 30 años y que sin duda adolece de muchos problemas y faltantes, pero que nos ha permitido la convivencia pacífica de nuestro pluralismo, o bien, se acelera la degradación de la vida pública, se exacerba la polarización y la intolerancia y se continua avanzando por el peligroso derrotero de la erosión de nuestro tejido social y democrático.
En 2021 no se pondrá a prueba el modelo electoral ni la capacidad técnica de cada una y cada uno de los profesionales que integran el Instituto Nacional Electoral, y menos aún, su profesionalismo e independencia, ni también, de quienes conforman los Organismos Públicos Locales en las 32 entidades federativas.
El modelo electoral mexicano, y las personas que lo operamos en el territorio nacional, hemos superado un sinnúmero de pruebas para garantizar en lo esencial elecciones libres, limpias y transparentes.
Orgullosamente, podemos afirmar que nuestro modelo se ha convertido, a pesar de sus faltantes, y de que sin duda por mucho es perfectible, en un referente internacional en cómo organizar elecciones ciertas y transparentes.
Dicho de otra manera, la imparcialidad, el compromiso con la legalidad y el talento de todas y cada uno de quienes integran el INE se ha probado y comprobado con creces a lo largo de tres décadas de hacer elecciones.
Es por ello que, de cara a 2021, el mayor desafío que enfrentaremos tiene que ver, me parece, con el contexto. Los problemas estructurales de pobreza y desigualdad, la inseguridad, los feminicidios y las agresiones que sufren las mujeres en todos los ámbitos, la intolerancia la crítica, el descontento de la sociedad con los partidos y con la clase política y, por si lo anterior no fuera poco, el efecto disruptivo en términos sociales y económicos de la pandemia, retratan el medio ambiente en el que organizaremos esta elección que, insisto, volverá a ser la más grande de la historia.
Por eso afirmo que es el contexto el principal desafío del proceso electoral que estamos iniciando y el que pondrá a prueba la consistencia de nuestra democracia.
En 2021, se probará la madurez democrática de actores y partidos para respetar las reglas del juego y reconocer sus triunfos y derrotas en las urnas, la madurez de las mayorías para incluir a las minorías en la toma de las decisiones, la madurez de las y los ciudadanos para informarse, evitar contribuir a la difusión de noticias falsas y votar en liberad.
Y también se pondrá a prueba la madurez de la sociedad para salir responsablemente a los espacios públicos con las medidas de higiene y sanitización que permitan a todas y todos ejercer nuestros derechos políticos sin lesionar, sin lastimar, sin poner en riesgo el derecho a la salud.
La buena noticia es que para enfrentarlo México cuenta con un cuerpo de profesionales con mayor experiencia y calificación técnica para organizar las elecciones en contextos de complejidad.
Son las y los trabajadores del INE quienes de la mano de la ciudadanía representan la mejor garantía para superar cualquier desafío logístico que se presente.
Ante la importancia del proceso electoral que estamos iniciando hago un llamado para que partidos y contendientes respeten las reglas de la competencia; para que las autoridades de los tres niveles de gobierno se abstengan de utilizar los recursos públicos con fines electorales; y para que la sociedad y sus organizaciones se informen y participen, se apropien de la elección de cara al próximo 6 de junio.
Compañeras y compañeros del INE a nombre de las consejeras y consejeros electorales permítanme reiterarles públicamente que su trabajo no sólo es un trabajo burocrático, sino una causa, una contribución para evitar que los discursos de odio y polarización que, en ocasiones buscan imponerse, dañen aún más el tejido social de nuestro país.
Su trabajo, compañeras y compañeros, hace que nuestra nación, vista como la comunidad que día a día construimos y conformamos, siga siendo ese espacio de libertades, pluralidad e inclusión por el que tantas generaciones han venido luchando.
Sigamos trabajando para que las elecciones reivindiquen la importancia de la vida en comunidad; para que cada persona que así lo desee pueda votar libremente; para que las elecciones de 2021 se conviertan en el mayor espacio de tolerancia e inclusión que hayamos construido.
Para que el fortalecimiento de los valores de la democracia impida que las diferencias políticas dividan a las familias; y para que una vez más sean las y los ciudadanos, y solo ellos, los que determinen con su voto el futuro de nuestras comunidades, la integración y persistencia de nuestra sociedad.
Trabajemos en todos los frentes y desde todos los ángulos para que en 2021 la renovación de los poderes públicos transcurra en paz, con libertad y en condiciones de higiene que aseguren el derecho a la salud y el ejercicio libre de los derechos políticos de todas las personas involucradas en la renovación más grande del poder público de toda nuestra historia.
Hagamos que 2021 sea, de este modo, recordado como el año en el que el compromiso con la democracia se impuso al desafío de la emergencia sanitaria, y que las elecciones que hoy iniciamos sean recordadas como el ejemplo de la madurez política de una sociedad que lleva más de 30 años luchando por la libertad y el pluralismo.
Muchas gracias.
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