VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, CIRO MURAYAMA RENDÓN, EN EL PUNTO 16 DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA, POR EL QUE SE APRUEBA EL ANTEPROYECTO DE PRESUPUESTO PARA EL EJERCICIO FISCAL DEL AÑO 2021
En 2021 México vivirá el mayor ejercicio democrático de su historia, en esos comicios construirán, por primera vez, la votación federal y 32 votaciones locales concurrentes, para esa amplia jornada electoral de la que depende la renovación pacifica institucional y democrática del poder en todo el territorio, el INE debe aprobar en su anteproyecto de prepuesto para hacer turnado al ejecutivo federal, quien, en pleno respeto nuestra autonomía constitucional, deberá enviarlo sin modificaciones a la Cámara de Diputados.
La elección de 2021 se caracteriza por tres elementos de la mayor relevancia, uno la expansión acelerada del padrón de electores, dos, la concurrencia electoral que ordena la celebración de los comicios en una misma fecha, y en tercer lugar, la situación de pandemia que afecta a todas las sociedades del orbe.
Permítanme explicar cómo estas tres dimensiones gravitan sobre la organización electoral y por supuesto sobre el presupuesto operativo del INE.
La situación demográfica del país es una de las variables relevantes, ineludibles para la toma de decisiones del Estado mexicano, ¿cuántos mexicanos hay?, ¿en dónde?, ¿de qué edad?, determinan las prioridades en materia de educación, de salud de vivienda, de transporte y movilidad, de abasto, de seguridad, etcétera.
En nuestro caso la población a atender es aquella en edad de ciudadanía que se va empadronando, las cifras son contundentes, México se encuentra aún en fase de expansión poblacional y por la transición demográfica crece de manera más acelerada el grupo de jóvenes que cumple 18 años que el grueso de los habitantes. De ahí que en 2021 vamos a tener un listado nominal de 94.98 millones de ciudadanos, una cantidad de 5.8 millones más que la elección federal previa, este crecimiento es del 6.5 por ciento.
Lo anterior, nos lleva a instalar necesariamente más casillas y se prevé llegar a 164 mil 550 en 2021, para que en cualquier rincón del país cada ciudadano tenga un lugar cercano donde votar en secreto y libertad.
Por supuesto, ello requiere mayor esfuerzo de capacitación electoral, la ley nos mandata sortear y visitar al 13 por ciento del Padrón, esto es, a 12.3 millones de personas el año entrante.
Más no solo es la demografía, también las elecciones concurrentes, como se sabe, la dispersión de procesos electorales se ha ido reduciendo y ahora llegamos a 33 elecciones simultáneas, la federal y 32 locales.
Pero eso tiene sus exigencias, ahora el INE tiene que instalar 100 por ciento de casillas únicas, cada una de ellas con nueve ciudadanos sorteados y capacitados. En total requerimos un ejército cívico, democrático de casi 1 millón y medio de ciudadanos que instalen casillas, reciban el voto y cuenten los sufragios.
Frente a la elección de 2015, habrá 80 mil casillas únicas más, y respecto a 2018 serán 14 mil adicionales.
Así que hay que contratar a más capacitadores asistentes y supervisores electorales, hay, no obstante, una muy buena noticia económica de las elecciones concurrentes, si no coincidieran con la elección federal y tuviéramos que instalar esas 164 mil 500 casillas solo locales en otra fecha, fuera en 2021, 22 o 23, como cada casilla local cuesta 30 mil 282 pesos en promedio, el monto adicional sería de 4 mil 982 millones.
Esos casi 5 mil millones de pesos se están subsumiendo en el presupuesto que el INE solicita para el 2021, es un ahorro neto para las finanzas públicas, gracias a la casilla única y la concurrencia electoral.
El tercer elemento es la pandemia COVID-19, en los proyectos más importantes del INE, para hacer las elecciones de 2021, hay previsión de recursos para proteger la salud de trabajadores, capacitadores electorales, funcionarios de casilla y electores.
Quienes instalen las casillas tendrán acceso a espacios sanitizados, a caretas, cubrebocas, gel, toallas desinfectantes, atomizadores para limpiar superficies, a sana distancia con medidas de señalamiento y mesas adicionales, en total, solo en materiales para proteger a la población, el INE invertirá 378 millones de pesos.
En suma, el INE está listo para, una vez más, garantizar el derecho al sufragio en el proceso electoral que está por iniciar.
El anteproyecto de presupuesto incluye una solicitud total de 20 mil 464 millones, se trata, en términos reales, de un presupuesto 5.5 por ciento adicional al de 2018.
Así que, si consideramos el crecimiento del listado de electores, es evidente que el INE está disminuyendo el costo por elector gracias a un desempeño institucional más eficiente.
En lo que hace al presupuesto base, el ordinario del INE año con año, este significa un aumento de solo 1.26 por ciento, respecto a 2018, esto indica una operación institucional estable sin altibajos, certera, consistente y así lo es su ejercicio y solicitud presupuestal.
Quiero señalar que en capítulo 1000, de sueldos, se ha decidido no hacer contrataciones adicionales, salvo unas cuantas personas que trabajarán como producto de la reforma importante en materia de violencia político, por razones de género contra las mujeres para combatir esas prácticas con personal especializado.
También para atender casos de hostigamiento y acoso sexual y laboral tal como se desprende de la reforma al estatuto del Servicio Profesional y de la rama administrativa; y cuatro plazas para médicos, para que atiendan la salud del personal del INE.
Además de congelar el número de plazas, vamos a congelar también las remuneraciones reales, salvo para los seis mil compañeros que trabajan en los módulos de atención ciudadana, y que menos remuneraciones reciben, con un aumento de 1.5 por ciento sobre la inflación.
La cartera institucional de proyectos abarca 9 mil 470 millones de pesos, y de ellos 8 mil 200 están vinculados, directamente, con los procesos electorales.
Las direcciones de Capacitación, Organización Electoral, de Prerrogativas, la de Registro Federal y de la Unidad Técnica de Fiscalización abarcan el 80 por ciento de esos recursos.
Quiero mencionar que, con estos proyectos, por definición temporal y estrechamente vinculados al año electoral, el INE va a generar 66 mil 445 empleos temporales, formales, para ciudadanos que con entrega decidan laborar el próximo año en la tarea de organización electoral.
El presupuesto se ha elaborado con base a tres criterios: responsabilidad, racionalidad y respeto.
Responsable porque se hace cargo del obligado cumplimiento de las atribuciones constitucionales de INE. No se pondrá en riesgo el derecho al voto libre y secreto; y responsable también con la salud de funcionarios y electores.
Racional porque disminuye el costo unitario por elector y contribuye así a un uso razonable de los recursos públicos.
Respetuoso con la estabilidad de las finanzas públicas y los contribuyentes, pues el peso del presupuesto operativo del INE dentro del presupuesto de egresos de la federación pasará de 33 centavos en 2018 por cada 100 pesos a 32 centavos por cada 100 pesos en 2021.
México vive una coyuntura delicada, precisamente en ella es indispensable salvaguardar los derechos políticos de la ciudadanía, asegurar el voto libre y secreto, la renovación pacífica del poder. Es una inversión en estabilidad democrática y económica que conviene a partidos, gobierno y ciudadanos.
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