Intervención de Lorenzo Córdova, en la videoconferencia, Repensar: la calidad de la democracia y la reconcentración del poder. Cátedra Francisco I Madero

Escrito por: INE
Tema: Coberturas especiales


VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN LA VIDEOCONFERENCIA: “REPENSAR: LA CALIDAD DE LA DEMOCRACIA Y LA RECONCENTRACIÓN DEL PODER”, EN EL MARCO DE LA CÁTEDRA FRANCISCO I. MADERO

 

Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.

Saludo con muchísimo gusto a mis colegas y a mis admiradas colegas, las doctoras, Irma Méndez y Marcela Bravo. La verdad, en buena medida, coautoras de este proyecto que va caminando y caminando muy bien a pesar de los tiempos complejos, no solamente para la democracia, sino también, para la ciencia, y por supuesto, para la convivencia social que nos ha impuesto la pandemia.

La verdad es un gusto que ustedes que han sido acompañantes cercanísimas de cómo avanza la Cátedra, hoy nos intervengan como ponentes en una de las conferencias magistrales que componen la misma.

Y, por supuesto, qué decir de estar una vez más en estas citas ya venturosamente recurrentes a la responsable de la Cátedra Francisco I. Madero, el doctor, nuestro buen y querido y admirado amigo, el doctor Fernando Castañeda.

La verdad es un placer estar con ustedes esta tarde.

Hablar de la calidad de la democracia y de la centralización del poder es hablar de dos temas fundamentales en los tiempos que corren.

Es cierto que la pandemia del COVID-19 nos ha impuesto una serie de desafíos y de temas adicionales de los que tenemos que hacernos cargo, pero la calidad de la democracia de la cual Marcela e Irma son estudiosas desde hace tiempo acabó por convertirse en la nueva etapa de discusión sobre la democracia.

En algún momento el estudio sobre la democracia se centró fundamentalmente en las transiciones, desde gobiernos autoritarios a estas, en algún otro momento respecto del alcance de la misma democracia; es decir, esta discusión sobre si la democracia era sólo formal, sólo electoral, o bien, tenía otras dimensiones. Y en tiempos recientes, me corregirán nuestras dos expertas, probablemente uno de los primeros textos fue sobre “calidad de la democracia” se lo debemos a Leonardo Morlino.

Pero en tiempos recientes es el tema de la calidad de la democracia el que nos ocupa fundamentalmente en esto que, algunos autores han venido a definir como integridad democrática; es decir, ese contexto que resulta indispensable de condiciones para que la democracia efectivamente funcione. Incluso, en su dimensión primordial, que no única, pero sí la primera de las dimensiones que es la dimensión electoral.

Y justo uno de los elementos que afectan la integridad democrática tiene que ver justo con este fenómeno que es viejo, me atrevería a decir, como el poder mismo, que es el tema de centralización de poder.

Me gusta comenzar mis clases, y perdón que lo reduzca a este nivel anecdótico, de Teoría de la Constitución y de Derecho Constitucional, citando a un profesor de la Facultad de Arquitectura, el arquitecto Héctor García Olvera, que me contaba en alguna ocasión que él iniciaba sus clases de hidráulica, todo lo que tiene que ver con el control y el manejo del agua en el ámbito de la arquitectura, con esta frase lapidaria: “el agua es canija”, decía el arquitecto García Olvera.

Bueno, a mí me gusta decir cuando comienzo mis clases de Derecho Constitucional, parafraseando al arquitecto García Olvera, que “el poder es canijo, y que el poder naturalmente tiende hacia su centralización”.

Me parece que ese es un punto de partida fundamental para poder razonar sobre el fenómeno del poder en democracia, por un lado, que implica la lógica de descentralización del poder en varias manos, las luchas por la democracia contemporánea, moderna, nacieron justamente en contra de la monarquía absoluta, es decir, en contra de la centralización del poder, pero también forma parte de la lógica misma de los estados constitucionales en síntesis de lo que llamamos democracia constitucional.

El poder centralizado, el poder concentrado es un poder que inevitablemente pone en tensión la calidad democrática de los regímenes políticos.

Así que, en estos contextos, en donde la calidad de la democracia había sido ya un objeto de estudio de la teoría política, de la Ciencia Política desde hace algunos años, que poniendo énfasis como en este espacio lo hemos recordado, en varios de los dilemas, por decirlo suavemente, de los desafíos, para decirlo con mayor puntualidad, que en los tiempos que hoy corren, afectan la viabilidad de las democracias y merman su calidad.

Pienso, por ejemplo, en la desafección con las instituciones democráticas. Pienso, por ejemplo, en el desencanto con los resultados que nos han dejado los gobiernos democráticamente electos y que no han sido capaces de enfrentar los grandes y resolver los grandes problemas estructurales de nuestro tiempo: la desigualdad, la pobreza, la inseguridad, la corrupción, la impunidad.

Hoy se suman justamente los desafíos que trae la pandemia, pero estos desafíos también, como lo hemos visto peligrosamente en algunos regímenes, cuya calidad democrática hoy está en entredicho, se han, o han provocado fenómenos de centralización del poder.

Es normal que en un estado de excepción como el que la pandemia ha colocado a prácticamente todas las sociedades democráticas y no, en el mundo, estos estados de emergencia sanitaria tiendan naturalmente a ser enfrentados con ejercicios extraordinarios también del poder, del poder político, de la toma de las decisiones, es natural, diría yo, que los regímenes republicanos prevean (inaudible) de esa centralización del poder.

Pero también es cierto que esa centralización del poder, o va acompañada de los debidos controles, o la calidad de la democracia, en su conjunto, tiende a reducirse y, eventualmente a comprometerse.

Así que, me parece un acierto de la Cátedra, una vez más, en términos de los temas que están siendo objeto de reflexiones de este ciclo de conferencias, me atrevo a apostillar, magistrales, que hoy, justamente con dos expertas en estos temas: calidad de las democracias y el análisis del propio fenómeno del poder, como son las doctoras Marcela Bravo e Irma Méndez, aborde esta otra dimensión de este problema multidimensional y que ha sido objeto de distintas aproximaciones en el contexto de la pandemia, me atrevería a decir, reflexionando, pero sobre todo, para rescatar y defender a la democracia que ha hecho la Cátedra Francisco I. Madero.

Muchísimas gracias, Irma, muchísimas gracias, Marcela y, por supuesto, Fernando, por la extraordinaria conducción de la Cátedra, gracias a ti, de nueva cuenta.

 

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