VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL PUNTO 6 DE LA SESIÓN ORDINARIA, RELATIVO AL INFORME FINAL SOBRE EL PROCEDIMIENTO DE REVISIÓN, ACTUALIZACIÓN Y SISTEMATIZACIÓN DE LOS PADRONES DE AFILIADAS Y AFILIADOS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS NACIONALES
Permítanme hacer uso de la palabra para intervenir en este punto.
Afiliarse o desafiliarse a un partido político es un derecho fundamental de las y los ciudadanos reconocida en la constitución, pero este derecho se debe ejercer libremente y de manera individual.
Por ello, conforme al mandato constitucional y legal y, a la normatividad vigente, no está permitido que se hagan afiliaciones grupales o gremiales a los partidos y, más recientemente, por cierto, luego de la reforma laboral, este principio se extendió a los sindicatos.
Sin embargo, por décadas los padrones de afiliados de los partidos políticos fueron, en muchos sentidos, un misterio, desde el punto de vista de la propia afiliación y de su conformación.
Cuando se revisaban surgía cualquier número y tipo de irregularidades, producto de una historia, que en muchos casos tiene décadas y que antecedía a estas regulaciones a las que he hecho referencia.
Cuando se revisaban, decía, aparecían registros duplicados, militantes que no reconocían haber solicitado su inscripción al partido político en cuestión, o militantes que aparecían en varios partidos políticos distintos, entre otros.
Estas irregularidades se agravaron con motivo de las reformas constitucionales para la protección de los datos personales que se aprobaron en febrero de 2014. Es decir, teníamos una realidad que se venía gestando, que se vino gestando a lo largo de décadas que, encontró, con la nueva normatividad, que se encontró con la nueva normatividad en una situación de colisión.
El mandato para la protección de los datos personales surgidos de esa reforma motivó a que este Consejo General aprobara en 2016, los lineamientos para verificar los padrones de afiliados de los partidos políticos.
Estos lineamientos incluían mecanismos para consultar los padrones de afiliadas y afiliados, para acceder a los datos personales, ya sea rectificarlos o incluso cancelarlos, y favorecía a los partidos políticos para que contaran con una base de datos actualizada de su militancia y pudiera acreditar que contaban con el número de afiliados mínimo que marca la ley.
Pero al acceder a esos padrones, se multiplicaron las quejas de ciudadanos que sostenían nunca haber solicitado su afiliación a uno o a otro partido político y, en menor medida, de quienes sostenían no aparecer, es decir, haber sido excluidos de los padrones luego de un proceso de afiliación que sostenían haber realizado.
Y, en congruencia con lo dispuesto en los lineamientos en las disposiciones para la protección de los datos personales, los partidos fueron reiteradamente, como ya se señalaba, sancionados por este tipo de casos.
La cantidad de denuncias por afiliaciones indebidas demostró que se trataba de un problema generalizado que se manifestaba en mayor o menos medida, sin duda, pero en todos los partidos políticos sin excepción.
Para dar una idea de este fenómeno basta mencionar que de 2012 a enero de 2019 se presentaron más de 19 mil quejas por afiliación indebida.
Para contribuir a resolver esta problemática, como es bien sabido, luego de un proceso de construcción de consensos, el Consejo General del Instituto aprobó el 23 de enero de 2019 un acuerdo para otorgar un plazo a los partidos políticos, con la finalidad de que revisaran y depuraran meticulosamente sus padrones de afiliados y afiliadas, y se acordó que las quejas que se presentaran en este periodo, por la razón aludida, no implicarían sanciones monetarias.
El informe que tenemos frente a nosotros es el resultado de este proceso de actualización y depuración de afiliados.
Para dar una idea de la depuración que se logró, y permítanme ser reiterativo con las cifras ya planteadas por la Consejera Favela, en el lapso que otorgado en el acuerdo 33 de 2019 de este Consejo, basta mencionar que al 23 de enero de 2019 la suma del total de afiliaciones de todos los partidos ascendía a poco más de 13 millones 549 mil.
Ahora, el dato actualizado al 23 de enero de este año, es de 4 millones 280 mil 470 afiliadas y afiliados.
Estamos hablando de que se logró un ajuste, una depuración de alrededor de 9.2 millones de afiliaciones.
Así, con base en el informe que está a nuestra consideración, podemos afirmar que nunca en la historia de nuestra democracia habíamos contado con una relación tan precisa de los afiliados que están adscritos a cada partido político y es, por cierto, una cifra que finalmente empalma, digamos, la realidad del ejercicio del derecho a afiliación política con las normas que nos hemos dado como sociedad para la protección y manejo de los datos personales.
Es decir, se logró que la realidad concreta, que el país real, en esta materia, se ajustara con el país legal.
De la misma manera debemos reconocer que el acuerdo 33, fue una medida que ha contribuido de manera determinante a evitar el mal uso de los datos personales de las y los ciudadanos, por parte de los propios partidos políticos, y que, en muchas ocasiones, implicaba una serie de restricciones para el ejercicio de derechos, como, por ejemplo, el poder ser, de acuerdo con las normas, capacitadores o asistentes electorales durante los procesos electivos.
En tal sentido, es necesario subrayar que, a partir de mañana, todas las quejas que se reciban y sean procedentes, de ciudadanas o ciudadanos que estén afiliados indebidamente por un partido político, volverán a representar sanciones económicas.
Confío en que, a partir de hoy, los partidos políticos, por su propio beneficio, sólo afiliarán a ciudadanas y ciudadanos que en lo individual lo soliciten y que cumplen con los, presenten los documentos probatorios correspondientes. Para ello, como ya se decía, y en virtud también de este proceso, hoy este mecanismo cuenta con una aplicación que ha tenido un desarrollo y una evolución que hoy permite, no solamente un altísimo grado de efectividad, sino también, un gran nivel de protección y seguridad de los datos de quienes la utilicen.
Permítanme concluir destacando que, en lo personal, como he dicho en otras ocasiones, resulta impensable una democracia sin partidos políticos, y la salud de la democracia está directamente correlacionada con la salud del propio sistema de partidos.
Este acuerdo, me parece, es un paso adelante en generar o propiciar un vínculo mucho más estrecho, mucho más cercano, mucho más diáfano y, por ende, robusto, entre estos cuerpos intermedios indispensables para la democracia, que son los partidos políticos, y los protagonistas de dicho sistema, es decir, las y los ciudadanos; es decir, estamos en un momento en el que estamos dando un paso adelante hacia un sistema de partidos más fuerte, más robusto, y por ende, en una democracia que también lo es.
Y en nuestro país, los partidos representan el mecanismo privilegiado que, conforme al mandato constitucional nos hemos dado, para que las y los ciudadanos participen en la vida política y accedan a los poderes públicos.
Los partidos en democracia fungen como organizaciones articuladoras de consensos y demandas, que son indispensable en países tan grandes, diversos y plurales como México.
Por ello, si queremos consolidar a nuestro sistema democrático, estoy convencido que debemos consolidar a los propios partidos políticos y este es un momento que avanza en ese sentido.
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