VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, DURANTE EL “INICIO DE LA PRODUCCIÓN DEL NUEVO MODELO DE LA CREDENCIAL PARA VOTAR”
Muchas gracias, muy buenos días tengan todas y todos.
Es un gusto y agradezco mucho la gentileza de la recepción en esta nueva fábrica para producir la mica fundamental para la identidad de las y los mexicanos mayores de edad.
Al consorcio integrado, a los directivos del consorcio integrado por Veridos, Giesecke e Informática El Corte Inglés y Seguridata. Rolando, Eduardo, muchas gracias por la anfitrionía esta mañana.
Saludo al Consejero Marco Antonio Baños, presidente de la Comisión del Registro Federal de Electores.
Al Secretario Ejecutivo.
A mis colegas, las consejeras Claudia Zavala y Pamela San Martín.
A los integrantes de la Junta General Ejecutiva.
A los colegas representantes de partidos políticos.
En fin, a todas y todos ustedes muy buenos días.
De cara a la que será la elección más grande de nuestra historia, la cual arrancará formalmente en apenas ocho meses y medio, a principios de septiembre del próximo año, el Instituto Nacional Electoral se prepara iniciando la producción de la Credencial para Votar con Fotografía más segura y confiable de nuestra historia.
Nunca esta autoridad electoral había emitido una credencial para votar con tantas medidas de seguridad como la que se producirá en estas instalaciones. La INE que se producirá aquí, tiene como se ha mencionado, un nuevo diseño, mayores elementos de seguridad visibles y no visibles, tiene la misma durabilidad que los modelos anteriores y, además, incorpora, como se ha dicho, dos códigos QR de alta densidad concebidos para facilitar la verificación de su autenticidad, tanto por parte de las instituciones públicas y privadas, como por parte de la misma ciudadanía.
Eso implica que la credencial seguirá teniendo elementos de información, seguridad y control de tipo táctil impresos en tinta tipo arcoíris, en tintas Obi que cambian de color dependiendo del ángulo de luz con el que se observe, micro textos en diferentes elementos de la credencial, una zona de lectura mecánica y, ahora, como se mencionaba, dos códigos QR.
Debo subrayar que la incorporación de un nuevo código QR bidimensional tiene la finalidad de ampliar las formas de verificar la autenticidad de la credencial sin vulnerar la rigurosa protección de los datos personales que hemos venido incrementando en más de dos décadas.
Para leer este nuevo código QR sólo se requiere de una aplicación móvil disponible para prácticamente cualquier teléfono celular inteligente y que los mismos particulares podrían utilizar sin necesidad de estar conectados a internet, para verificar si una credencial es producida por el INE.
Adicionalmente, es necesario señalar que, para las instituciones públicas o privadas, el INE generará una aplicación móvil especial con la cual se podrá verificar no sólo que la credencial sea auténtica, sino que los datos contenidos en ella correspondan a la persona que la porte.
Con estas innovaciones, el INE pretende ampliar las posibilidades de verificación de la autenticidad de la credencial para robustecer la protección de la identidad de sus titulares y evitar el mal uso de dicha credencial.
Indudablemente, la tecnología y las medidas de seguridad empleadas en la producción de la nueva Credencial para Votar con Fotografía y la calidad de la base de datos del Padrón Electoral que, como sabemos, es la base multi biométrica más grande, confiable y la más segura de México y, por cierto, una de las más seguras del mundo, contribuirán a que la INE se siga consolidando como el medio de identificación más confiable de las y los ciudadanos mexicanos.
Contar con una credencial tan segura como ésta, representa dar un paso importante hacia la certeza con la que el INE organizará el proceso electoral 2020-2021 que, como decía, será tanto por el número de potenciales electores, como por el número de cargos a elegir, el más grande de nuestra vida democrática.
Para dar una idea precisa de lo que significará la organización del proceso electoral que iniciará en septiembre próximo, basta mencionar que se disputarán 3 mil 495 cargos de elección popular, 260 más que en 2018; que instalaremos más de 165 mil casillas en la que podrán votar alrededor de 96 millones de electores, 6 millones más que en las elecciones federales de 2018; y que, por primera vez en nuestra historia, concurrirán 32 lecciones locales con la renovación total de la Cámara de Diputados Federal, estamos hablando de 15 gubernaturas en disputa, de la renovación de 30 congresos locales y de alrededor de mil 900 municipios en 30 estados.
Es por ello, que para el INE los preparativos del proceso electoral 2020-2021 inician ya desde hoy con la producción de este nuevo modelo de credencial.
No hay que olvidar que la credencial para votar y el padrón que sustenta a las mismas, constituyen el primer eslabón de la cadena de confianza, como la hemos denominado, que implica el conjunto de pasos eslabonados que, como decía el Consejero Baños, desde hace 30 años, poco a poco se han venido construyendo, consolidando, perfeccionando y que son la base de la legalidad y la certeza de toda elección.
Y es que la credencial para votar, más allá de su utilidad como mecanismos de identidad, es la base fundamental para garantizar que el principio democrático de una cabeza un voto efectivamente se concrete.
Con la expedición de esta credencial estamos, aunque no formalmente, pero ya de hecho, empezando la construcción, en términos de confianza, del que será el proceso electoral más grande y probablemente el más importante en los tiempos recientes de nuestro país.
Estoy convencido que los 80 millones de este tipo de credenciales que se estima estaremos produciendo en los próximos cinco años, contribuirán a que la INE, nuestra INE, se consolide como una herramienta para que las ciudadanas y ciudadanos ejerzan sus derechos políticos fundamentales, participen en los asuntos públicos, para que ejerzan con libertad su derecho a elegir a nuestros gobernantes y también, para que tengan salvaguardado y garantizado el derecho a la identidad.
En tal sentido, permítanme insistir en una decisión que hemos asumido y reiteramos las y los consejeros electorales retomando esta tradición que arrancó hace 30 años con la confección del primer Padrón Electoral en clave moderna de nuestra historia, y con la expedición de las distintas credenciales para votar.
La Credencial para Votar con Fotografía es y seguirá siendo gratuita para las y los ciudadanos. Porque de ello depende el ejercicio de los derechos, y el ejercicio de los derechos no puede en una democracia constitucional estar sujetos a costos para sus titulares.
El costo de la credencial, que lo tiene indudablemente, lo absorbe la sociedad a través del INE y el Estado mexicano. Es un costo que, como se ha mencionado, con esta nueva producción, con la licitación que sustentó el proceso de fabricación de la credencial en los próximos cinco años, reduce su costo por mica a 60 centavos de dólar.
Sin embargo, ese es el costo de solo el plástico. Detrás de cada plástico existe un gran y extenuante proceso de recopilación de los datos de las y los ciudadanos a lo largo y ancho del país, a través de más de 900 módulos que operan todos los días.
Existe un proceso informático muy sofisticado de resguardo de esos datos. Existe un proceso de autentificación y de verificación en campo, sofisticado, auditado y vigilado por los partidos políticos a través de las comisiones de vigilancia.
Y existe, además, una inversión muy importante en seguridad informática. Nosotros somos los responsables de resguardar la base de datos más grande, de datos personales más grande y más segura del Estado mexicano.
La base de datos que constituye el principal atractivo para quienes, a través de vulneración informática pretenden hacerse de ella. Y la base de datos más segura que existe en el país.
Todo ello tiene un costo. El costo por credencial de todo el proceso que está detrás asciende a cerca de 280 pesos por cada mica. Pero es un costo que, como hemos dicho, no vamos, ni hemos trasladado a las y los ciudadanos, sino que se absorbe como un órgano del Estado mexicano que somos.
Cada ciudadana y cada ciudadano que acuda a los más de 900 módulos de atención que tiene el INE en todo el país para registrarse en el Padrón Electoral, puede tener la certeza de que la recibirá, a su INE, oportunamente, y ésta no le costará un solo centavo.
El INE con la nueva credencial sienta de manera renovada la base de elecciones ciertas, libres, y confiables; pero, además, garantiza, como hemos venido insistiendo, el derecho a la identidad de las y los mexicanos mayores de 18 años en México y en el extranjero, mediante la expedición de la Credencial para Votar con Fotografía.
El mecanismo, insisto en ello, de identificación oficial más seguro, confiable, difundido y conocido del país, nuestra INE.
La Credencial para Votar con Fotografía, el Padrón Electoral que la sustenta, son base, además, del mecanismo de autenticación más importante y eficaz del Estado mexicano, existente hoy en día, que permite combatir el robo de identidad, fraudes bancarios y fiscales.
Además, operando con bancos, con notarios, con tribunales superiores de justicia, con fiscalías, y con el mismo el Servicio de Administración Tributaria, que, a través de la consulta, que no entrega, de la autenticación, que no entrega de los datos de las y los mexicanos, pueden hacerse de elementos para combatir este flagelo, estos delitos que aquejan a la sociedad mexicana.
Gracias a ello, además, gracias a esta base de datos colaboramos con la identificación de cadáveres y contribuimos con la búsqueda de personas desaparecidas.
Somos celosos guardianes de la confianza ciudadana que nos otorga el resguardo de sus datos personales. La Constitución, insisto, la Constitución prohíbe la entrega de esos datos, a menos que exista en un mandamiento judicial, pero sabemos también la gran utilidad pública que supone la posibilidad de utilizar esta base de datos para permitir la autenticación y, vuelvo a insistir, que no entrega, porque la entrega está prohibida por la Constitución, de los datos que resguardamos.
En ese sentido reitero, como lo ha hecho el Consejero Baños hace un momento, y lo ha planteado el INE en tiempos recientes, la disposición de toda esta infraestructura, que tiene un costo para la sociedad mexicana, que constituye una inversión de la sociedad mexicana, para poder dar pie a un pendiente ominoso del Estado mexicano, el de constituir el Registro Nacional de Menores, y poder emitir una cédula de identidad para los menores de edad.
Nosotros en esta fábrica, como lo ha dicho el ingeniero Miranda, estimamos producir alrededor de 15 millones de credenciales al año, pero la capacidad instalada que aquí opera es del doble de esa cantidad.
Es decir, nosotros podemos llegar a imprimir, a producir, 30 millones de credenciales en estas instalaciones. Es decir, tenemos la infraestructura en términos, digamos, de módulos que operan a lo largo y ancho del país, gozamos de la confianza ciudadana que acude en el orden de 60 mil ciudadanos diarios, a realizar trámites en esos módulos, y le confían al INE sus datos personales.
Tenemos la infraestructura informática más robusta del Estado mexicano para proteger esos datos. Tenemos una auditoría social y política de esa base de datos.
Es decir, podemos, como parte del Estado mexicano porque, aunque somos un órgano autónomo y celosos de su autonomía, somos parte del Estado mexicano, podemos prestar el servicio para que el propio Estado cumpla con ese ominoso faltante, que es darle identidad, mecanismos de identidad oficial, a nuestros menores de edad. Y estamos, como nos gusta decir, a un convenio de que ello ocurra. Lo demás es mera voluntad política.
El INE seguirá cumpliendo con la ciudadanía, porque a ella nos debemos y de ella es el INE, la INE y el INE; y con sus responsabilidades, y seguiremos cumpliendo con nuestras responsabilidades como institución de garantía y como un organismo autónomo e independiente del Estado mexicano.
Muchas gracias.
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