VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DE LA CONSEJERA DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, DANIA PAOLA RAVEL CUEVAS, DURANTE EL CONVERSATORIO “BUENAS PRÁCTICAS PARA GARANTIZAR EL DERECHO A LA NO DISCRIMINACIÓN DE LAS PERSONAS LGBTI EN LOS CENTROS LABORALES”, REALIZADO EN EL LOBBY DEL AUDITORIO DEL INE
Muchas gracias.
Muy buenos días a todos ya todas, sean bienvenidos y bienvenidas al Instituto Nacional Electoral.
A nombre de mis compañeros y compañeras consejeros electorales, sobre todo del Consejero Presidente del INE, el doctor Lorenzo Córdova Vianello, pues nos sentimos muy gustosos de llevar a cabo esta reunión, que la comisionada y relatora de los derechos de la comunidad LGBTTIQ haya aceptado estar aquí en las instalaciones del INE.
El Consejero Córdova no pudo estar con nosotros el día de hoy, la verdad es que se le complicó mucho la agenda, lo tenía planeado, de hecho, me cedió su participación e esta bienvenida para que, pues yo pudiera estar con ustedes porque él no podía estarlo, pero desde luego, les manda u saludo y además, pues hay que reconocer que ha sido una persona aliada y, sobre todo, receptiva con el tema de inclusión y con la promoción de los derechos humanos de todas las personas, porque creo que es lo que tenemos que hacer para garantizar que efectivamente vivamos en una democracia, que todavía no lo estamos haciendo.
Considero importante comenzar mi participación a partir del reconocimiento de que en la construcción de nuestras identidades confluyen diferentes características, de modo tal, que el origen étnico o nacional, las discapacidades, la edad, la condición social o económica, el género, la orientación sexual y la identidad o expresión de género, entre otras, juegan un papel importante en la experiencia de vida de cada uno y una de nosotras, y son precisamente estas diferencias las que enriquecen y democratizan nuestras sociedades.
No obstante, los mandatos de género, tan profundamente arraigados en nuestra cultura han provocado que históricamente sean considerados como motivos para anular o restringir el ejercicio de los derechos humanos de las personas, particularmente de las mujeres y de aquellas pertenecientes a la comunidad LGBTI.
La visión estereotipada de las personas de la comunidad es la que genera las peores consecuencias en el sistema político, porque es el único caso en el cual la legislación se utiliza para conculcar sus derechos.
Además, continuando con las dañinas particularidades, es el único caso en el que las y los actores políticos manifiestan su negación a garantizar sus derechos, así lo reveló el “Estudio de interseccionalidad, perspectiva de género en la cobertura de los medios, en el marco del proceso electoral federal 2017-2018” que hicimos aquí en el Instituto Nacional Electoral y en donde nos enfocamos a seis poblaciones: las personas con discapacidad, jóvenes, personas mayores, personas de la comunidad LGBTTIQ, personas afromexicanas y personas indígenas.
Lo que resultó en ese estudio fue verdaderamente alarmante, porque nos dimos cuenta que en las campañas electorales los partidos políticos, las y los candidatos sí se refieren a la mayor parte de las poblaciones en situación de vulnerabilidad para hablar sobre sus derechos y que, en caso de resultar electos, pues bueno, pues van a hacer programas sociales a favor de los jóvenes como darles becas, o le van a dar pensiones a las personas mayores, o por ejemplo, van a dar apoyos para las personas con discapacidad.
Pero en el caso de la comunidad LGBTTIQ lo que dicen de manera reiterada es que si son electos van a llegar a no reconocer sus derechos, lo que dicen es que, bueno, pues ellos no aprobarían el matrimonio igualitario o que no garantizarían el derecho a la adopción, que no reconocerían la maternidad de las familias lesbomaternales o la paternidad en las familias homoparentales. Entonces, es verdaderamente muy grave la situación a la cual nos enfrentamos y que nos dejó ver éste estudio.
A partir de eso, yo creo que es importantísimo que a las personas de la comunidad LGBTTIQ realmente se involucren en las cuestiones políticas.
Lo que estaba viendo y que, ayer decía la doctora Flávia, algo que me hizo recordar, una cosa que le leía a Ángeles Mastreta. Ella hablaba de una anécdota en donde estaba hablando con el poeta Jaime Sabines y le contó una historia que le gustó mucho, entonces le dijo él, “es tuya, úsala, te la regalo”. Yo quisiera que una frase que le escuché ayer a la doctora Flávia, me dijera exactamente lo mismo, “es tuya, te la regalo”.
Ella decía: “los derechos políticos son derechos humanos, pero son derechos humanos que además sirven para potencializar, son de empoderamiento y son indispensables para poder garantizar el ejercicio de otros derechos”, por eso, es tan importante que las personas de la comunidad LGBTI se involucren en las cuestiones políticas, porque a partir de eso se van a poder realmente potenciar los derechos a favor de todas las personas, no solamente de quienes estén involucradas en la política.
Específicamente, respecto de las circunstancias que viven las personas trans en nuestro país, de acuerdo con los resultados de la ENDOSIG 2018, seis de cada 10 personas que respondieron la encuesta se sintieron discriminadas al menos una vez en el último año, siendo las personas trans quienes recibieron mayor discriminación; mujeres trans 74.4 por ciento; hombres trans, 74.8 por ciento; personas con otras identidades de género, no normativas, 80.2 por ciento, esto debido a su aspecto físico, su forma de vestir o su manera de hablar.
Ante contextos tan adversos, las autoridades electorales hemos impulsado, desde nuestras atribuciones, la creación de medidas y materiales que favorezcan el ejercicio de los derechos políticos-electorales de las personas trans y coadyuven en la eliminación de los rastros de la discriminación en su contra.
Así, para asegurar que el día de la Jornada Electoral, las y los miembros de la comunidad trans puedan ejercer plenamente sus derechos políticos, aprobamos el Protocolo para adoptar las medidas tendientes a garantizar a las personas trans, el ejercicio del voto en igualdad de condiciones y sin discriminación en todos los tipos de elección y mecanismos de participación ciudadana.
Realmente este Protocolo, la medida que toma que, me parece que es la que marca un parteaguas, es permitir que las personas trans, el día de la Jornada Electoral puedan votar aun y cuando su expresión de género no coincida con los datos plasmados en la credencial para votar. Eso es realmente la gran medida de este Protocolo que nos costó muchísimo trabajo poder concretar.
En realidad, de nueva cuenta, retomando algo de lo que decía ayer la doctora Flávia, lo único que hicimos es permitir que las personas fueran quienes son; darles su derecho a ser. Ella decía: “si me preguntan cuál es el derecho humano más relevante, yo diría que es el derecho a ser de las personas”. Y lo único que permitimos es que las personas trans, el día de la Jornada Electoral se pudieran ver como se ven en su vida cotidiana y que esto no fuera un impedimento para que pudieran ejercer un derecho fundamental, el derecho a votar.
Ahora, ayer cuando estábamos también con Alexandra Haas, la titular de CONAPRED, y hablábamos de este Protocolo, la verdad es que me entró como cierto resentimiento en el sentido de que, dije, quizá no sea justo cuando presentan el Protocolo y hablan del Protocolo del INE, porque fue un esfuerzo colectivo.
Honestamente, este Protocolo jamás lo hubiéramos podido realizar sin la presión de las organizaciones de la sociedad civil y sin el involucramiento de diversas instituciones, particularmente CONAPRED que inició un procedimiento de oficio en contra del INE y dictó medidas cautelares para evitar que se fueran a vulnerar los derechos de las personas trans con un protocolo que, primero se quería decir que no tenía nada que ver con éste.
Entonces, creo que lo justo es decir que este Protocolo, a pesar de que se aprobó en el Consejo General de este Instituto, pues es un Protocolo de todos y de todas. Realmente, sin ese trabajo conjunto, no lo hubiéramos podido lograr.
La implementación del Protocolo Trans en 2018, fue un gran paso en favor de los derechos políticos de las personas trans, ya que también trajo consigo una campaña de difusión para la actualización de la fotografía de la credencial para votar.
Yo creo que uno de los mayores logros también de este Protocolo, es darnos la oportunidad de sensibilizar a muchas personas, de acercarnos con este tema a mucha parte de la ciudadanía que, a lo mejor en su vida habían escuchado del mismo y no tenían ninguna concientización respecto a esta problemática.
A ver, nosotros en la Jornada Electoral, o para la Jornada Electoral de 2018, tuvimos que acercarnos para capacitar casi un millón y medio de ciudadanos y de ciudadanas y dentro del material que teníamos para la capacitación electoral, para que fueran funcionarios y funcionarias de mesa directiva de casilla, venía este Protocolo.
Les hablamos de este Protocolo y a mí me da mucha ilusión pensar que lo que aprendieron no va a ser algo que nada más aplicaron el día de la Jornada Electoral, sino es algo que se llevan con ellos y con ellas y, que van a poder replicar en su entorno y vamos a lograr con eso tener una sociedad mucho más incluyente e igualitaria.
En sintonía con ello, en 2018 el Consejo General del INE aprobó la actualización del modelo de la credencial para votar, en el cual la ciudadanía puede decidir si el dato del sexo es visible o no.
La verdad es que la aprobación de esta medida fue difícil, pero no tuvo absolutamente nada que ver con todo el camino tan escabroso que tuvimos que pasar para poder concretar la aprobación del Protocolo Trans; sin embargo, sí tuvo resistencias, a pesar de que era una medida sencilla, no fue exenta de resistencias.
Me acuerdo que me decían, tanto en la Comisión cuando aprobamos esta medida, como en el Consejo General, varias representaciones de partidos políticos, que yo con esta medida estaba vulnerando los derechos de las mujeres, porque muchas mujeres podían acceder a programas sociales con su credencial para votar y requerían acreditar que eran mujeres y, entonces, que viniera ahí el dato del sexo.
Hay que decir que es opcional, como ocurre con el caso del domicilio, que las personas puedan decir si quieren que aparezca visible o no el dato del sexo, entonces yo no veía ninguna vulneración de derechos, quien necesite que el dato del sexo venga visible en la credencial para votar, así lo va a pedir.
Quien esté sufriendo discriminación, porque ese dato puede verlo todo mundo, pues también va a pedir que no aparezca en la credencial para votar, y que esté encriptado en el Código QR, entonces, creo que son nada más pretextos, esas resistencias constantes que vemos ante cualquier medida que tomamos a favor de la inclusión.
Todas estas medidas son parte del compromiso del Instituto Nacional Electoral con la optimización de la participación política de la comunidad trans, así como sus derechos político electorales, sin embrago, dicen por ahí que el buen juez por su casa empieza, entonces aprovechando también la conferencia que nos va a dar ahora la Doctora Flávia, de buenas prácticas para garantizar el derecho a la no discriminación de las personas LGBTI en los centros laborales, pues hay que decir que el INE ha tomado como una prioridad, también, al interior del Instituto, garantizar la inclusión y los derechos de todas las personas.
Así es que recientemente, emitimos el Protocolo para garantizar el derecho a la no discriminación por identidad y expresión de género de las personas que laboral en el Instituto Nacional Electoral.
Este documento responde a los esfuerzos por crear espacios libres de violencia y discriminación, donde la diversidad sea reconocida y respetada, en donde todas las personas puedan crecer profesionalmente sin que el género, la orientación sexual, la identidad o expresión de género, sean un impedimento.
Confío en que a través de las acciones que se establecen en él, como la capacitación en materia de igualdad y no discriminación, así como las medidas y procedimientos basados en el pleno reconocimiento de la identidad de género, logremos contribuir para erradicar y combatir la discriminación que enfrentan las personas trans dentro del entorno laboral.
Ayer Alexandra Hass hablaba de la importancia de los datos, que no vivamos en el mundo de las percepciones porque eso, sobre todo cuando hablamos de los Derechos de las personas de la comunidad LGBTI pues sabemos que existen muchos prejuicios, entonces, puede actuar en nuestra contra, nada más quedándonos con percepciones, tenemos que presentar datos duros.
Entonces, a partir de eso, quiero retomar la información que recopilan las diferentes instituciones y organización de la Sociedad Civil, respecto a las experiencias de las y los miembros de la comunidad LGBTI en los diferentes espacios de la sociedad, y en este caso, en el ámbito laboral.
Recordemos que el derecho a la no discriminación en los espacios de trabajo, comienza desde el momento de la entrevista o comunicación con los reclutadores, sin embrago, los y las encuestadas en el Diagnóstico Nacional sobre la Discriminación hacia Personas LGBTI en México, dijeron que cuando buscaron acceder a un empleo fueron cuestionadas sobre su estado civil, su identidad de género o su orientación sexual, también les fueron requeridas pruebas psicológicas, en 8 por ciento de los casos, de VIH o de embarazo.
La Comunidad Trans, en particular, al no encajar en los roles y estereotipos de género, es uno de los grupos que enfrenta mayor discriminación y vulneración de sus derechos.
En el ámbito laboral, la encuesta “Diversidad y Talento LGBT en México” elaborada y publicada en agosto de 2018 por la Federación Mexicana de Empresarios LGBT, señala que a pesar de que en el 41 por ciento de las personas trans encuestadas, tienen estudios superiores son quienes menos oportunidad tiene de encontrar empleo, de igual forma es considerable el dato de que 2 de cada tres personas trans no tienen experiencia laboral.
El “Diagnóstico Nacional sobre la Discriminación hacia las Personas LGBTI en México, Derecho al Trabajo de 2018”, también señaló que la mayoría de las personas intersexuales y trans se dedicaba al empleo privado, profesionista independiente o autoempleo. Aunque hace énfasis en que casi a la totalidad de las personas entrevistadas que se dedicaban al trabajo sexual eran trans, esto debido a que son identidades que sufren mayor discriminación por lo que no tienen más opción que trabajar por su cuenta.
Y aunque el documento que presentamos aquí en el INE, atiende específicamente a la población trans, no podemos dejar de lado que el 56 por ciento de las personas que respondieron la encuesta de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT, declararon que no expresan o manifiestan su orientación sexual o identidad de género en su espacio de trabajo, siendo los servidores públicos quienes tienen más probabilidades de ocultar su identidad de género y preferencia sexual, que quienes trabajan en el sector privado.
Ayer nos decía Juan Carlos Cuervo, que ahora también nos acompaña que, porque no cuando hacemos el registro de las candidaturas les preguntamos, para que, de manera voluntaria, puedan decir, pues si tienen una orientación sexual distinta a las personas, si son trans. Es decir, si pertenecen a la comunidad LGBTTTIQ como para poder visibilizar también estas situaciones.
La verdad es que es algo que hicimos nosotros en el proceso electoral 2018, en el marco de una plataforma que pusimos para que se conocieran a los candidatos y a las candidatas para cumplir obligaciones de transparencia también pusimos un apartado que era opcional en donde las personas podían decir si se identificaban con el género que se les asignó al nacer, si tenían una orientación distinta a ser heterosexuales.
Y lo que resultó fue que todas las personas que respondieron dijeron que eran heterosexuales. Hubo tres casos en donde no se respondió, pero podemos decir también que, lo cierto es que, con estos datos que vemos aquí y la discriminación que impera contra este sector en la sociedad mexicana, pues lo evidente y lo más normal es que no quieran decirlo, sobre todo, cuando estamos hablando de las campañas que suelen tener un lenguaje bastante caustico, bastante beligerante, en donde cualquier cosa de la vida privada de las personas se quiere utilizar para que la gente no vote por ellos.
Entonces, tenemos que cambiar también la manera como se hace campaña, como se hace política, pero también tenemos que empezar a erradicar esta discriminación.
Y yo sé que es pedir mucho después de todo lo que viven las personas de la comunidad LGBT que quieran, o que les pidamos que se visibilicen, pero es también necesario para que las otras personas que están a la mejor todavía con miedo a salir y reconocerse, pues vean que sí se puede y que hay personas también exitosas y que están luchando por sus derechos en los distintos cargos públicos.
Y, aunque el documento que presentamos aquí en el INE atiende específicamente, perdónenme, ya me desvié por otro lado. También resulta significativa la respuesta de la comunidad LGBTI respecto al trato y actos de discriminación que enfrentan en sus centros de trabajo, pues el 43 por ciento de las personas encuestadas declaró haber sufrido hostigamiento, acoso, o discriminación.
En este aspecto la comunidad trans nuevamente es quien se ve más afectada por actos de discriminación en comparación con las demás identidades. Frente a esto es alarmante saber que únicamente el 11 por ciento de las personas encuestadas reportaron ante su superior o jefe la situación, o ante alguna instancia defensora de los derechos LGBTI.
Con estos datos no podemos sino reconocer la urgencia de contar con protocolos que permitan que las personas pertenecientes a la comunidad LGBTI accedan a espacios laborales libres de discriminación y violencia, y atender los casos de discriminación en su contra.
Antes de concluir mi intervención me gustaría traer a la mesa las palabras del Manifiesto para la Insurrección Transfeminista. “Si no aprendemos que la diferencia hombre-mujer es una producción cultural, al igual que lo es la estructura jerárquica que nos suprime, reforzaremos la estructura que nos tiraniza, las fronteras hombre-mujer, todas las personas producimos género, produzcamos libertad”.
Así, ésta es una invitación para que desde aquí reconozcamos la responsabilidad de todos y todas en la generación de un ambiente de respeto en donde nuestras diferencias sean valoradas. Construir, empezando en el INE, un espacio en donde se reconozca el derecho y la libertad de todos y todas a ser como dice la relatora.
Recordemos también que las desigualdades no derivan únicamente de la distribución dispar de los bienes económicos, son resultado también de las políticas de discriminación o de las actitudes discriminatorias.
Entonces, creo que es difícil muchas veces que desde la ciudadanía podamos nosotros a lo mejor cambiar la manera como se distribuyen los recursos económicos, pero lo que podemos hacer con más facilidad es cambiar nuestra propia actitud.
Debemos de dejar de discriminar, debemos de ser mucho más incluyentes para así tener una sociedad más igualitaria para poder ir cerrando estas brechas de desigualdad.
Muchas gracias.
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