Intervención de Lorenzo Córdova, en la Inauguración del Primer Congreso Internacional de Organismos Certificados en Normas de Calidad

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN LA INAUGURACIÓN DEL PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DE ORGANISMOS CERTIFICADOS EN NORMAS DE CALIDAD, QUE SE LLEVÓ A CABO EN EL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA

 

Muchas gracias, muy buenos días tengas todas y todos. Es un placer poder participar en la inauguración de este Congreso Internacional que sin lugar a duda nos dejará reflexiones de relevancia para todas y todos los interesados no solamente en las cuestiones electorales, sino también en el fortalecimiento de la democracia.

Saludo y agradezco la presencia en México del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, nuestro estimado y admirado amigo el doctor Luis Almagro.

Saludo también con afecto a la doctora María del Carmen Alanis, integrante de la iniciativa de Integridad Electoral de la Fundación Kofi Annan.

Saludo también a mis colegas presidentes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al magistrado Felipe Fuentes, buen amigo y compañero de avatares y de construcción de fortalecimiento de la democracia; del Instituto Electoral de la Ciudad de México, Mario Velázquez y del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, Gustavo Anzaldo.

Saludo también con afecto a Francisco Guerrero, excolega en el Instituto Nacional Electoral y hoy secretario para el Fortalecimiento Democrático de la OEA; al señor embajador de la OEA en nuestro país; al senador Gustavo Madero, a los colegas de los organismos electorales, tanto internacionales como del país.

A todas y todos, muy buenos días. Todas las iniciativas que tiendan al fortalecimiento de los sistemas democráticos merecen ser reconocidas y respaldadas.

La cooperación técnica internacional, el enfoque de integridad en las elecciones, la socialización de los diferentes mecanismos de votación electrónica y de los sistemas que contribuyan a fiscalizar prácticamente en tiempo real, el dinero invertido en las contiendas, son sólo un par de ejemplos de cómo con una visión global, se pueden enriquecer las fórmulas generadas a nivel nacional o subnacional para la recreación de la democracia, bajo una premisa, después de tantas luchas, tantos años en la construcción democrática, sabemos muy bien que podemos sintetizar bajo la premisa de que el contexto hace la diferencia.

No hay fórmulas ni recetas globales únicas para resolver problemas que en muchas ocasiones son similares pero que tienen enorme complejidad, sobre todo en su enraizamiento, en su presentación a nivel nacional o subnacional como son los desafíos que tiene la democracia.

Y, sin embargo, la reflexión colectiva en torno a las distintas soluciones. La cooperación horizontal bajo una lógica de aprendizaje y retroalimentación son indispensables.

Otro ejemplo relevante que se inscribe en esta lógica de fortalecer los sistemas democráticos justamente que hoy nos convoca.

La iniciativa que de 2014 ha impulsado la Organización de Estados Americanos con la colaboración como ya mencionaba Mari Carmen, de especialistas de Idea Internacional y de la Convención de Venecia, entre otros, para conformar una norma de calidad que contribuya a la estandarización y a la visión de calidad en los procesos electorales, ha sido una herramienta de gran utilidad para mejorar la organización de las elecciones en nuestro Continente.

En cada país, en donde se ha llevado a cabo la certificación de normas de calidad en materia electoral, las experiencias y desafíos son diferentes e interesantes todos ellos, en clave democrática.

En México, permítanme comentarles que la ruta de la estandarización de nuestros procedimientos en cada una de las etapas de los procesos electorales tuvo su origen en la última reforma electoral.

La reforma 2014 se propuso elevar la calidad de la democracia mexicana mediante un nuevo modelo democrático de carácter nacional.

La intención de los legisladores con esta reforma -la del 2014-, fue estandarizar las condiciones de las contiendas electorales locales, con los procedimientos que se habían venido empleando en la organización de las elecciones federales, mismas que hay que reconocerlo, su reorientaron a su vez, en gran medida, desde lo local.

Para ello, se llevaron a cabo importantes actuaciones que impactaron y que buscaron adecuar las constituciones y las leyes con el objetivo de que el sistema nacional de elecciones contara con un andamiaje robusto que atendiera todos los ángulos de la competencia electoral

Así, el nuevo modelo de la democracia mexicana replanteó los mecanismos y alcances de colaboración entre autoridades electorales e instituciones del Estado mexicano y agregó el principio de máxima publicidad para que, de manera transversal, impactara todas las funciones de organización comicial, se elevara la calidad y la eficiencia de nuestra democracia.

 Los resultados de la instrumentación del sistema nacional de elecciones son múltiples: se ha elevado la equidad, transparencia y competitividad en todos los ámbitos geo electorales.

Hemos tenido el mayor índice de alternancias en el país, hoy la posibilidad a nivel municipal de diputaciones locales, de gubernaturas, de diputaciones federales, de senadurías, de que un partido que ganó una elección reitere su triunfo en la misma demarcación es de apenas el 40 por ciento.

A veces se olvida esto cuando se busca, sin mirar hacia atrás, cosa que creo que es un gravísimo error, la modificación de las normas y de las instituciones electorales, los sistemas electorales siempre son perfectibles, pero cuando no se mira atrás, cuando no se evalúa objetivamente de dónde venimos, los esfuerzos que se han hecho, pero sobre todo, los logros que se han alcanzado en la lógica de mejorar los sistemas electorales, podemos, como se suele decir coloquialmente, acabar tirando el vino con el agua sucia, y creo que el índice de alternancia en nuestro país es un índice inédito en el último lustro, si se le compara con la historia de nuestra democratización, habla de cómo justamente en México hemos logrado construir las condiciones para que exista el voto libre, no habría posibilidad de la alternancia si el voto no fuera efectivamente libre.

Por ello, sostengo que todas las iniciativas que contribuyen al fortalecimiento de los sistemas democráticos deben ser analizadas y reconocida en sus propios méritos, sin olvidar que el perfeccionamiento de los procedimientos es sólo un componente de la regresión de la democracia.

Y si esa intensión no se circunscribe en el contexto, no reconoce, insisto, los avances y los esfuerzos que en el caso mexicano nos han llevado literalmente décadas en conseguir, pueden acabar, sin siquiera percibirlo, sin tener conciencia en muchas ocasiones, encontrando derroteros, que lejos de fortalecer el sistema democrático, terminan erosionándolo.

Existen otros factores, sin duda, del fortalecimiento democrático, como la autonomía y la independencia de las autoridades electorales que trascienden el ámbito de los procedimientos, pero que impactan la competencia por los poderes públicos e incluso la forma en que se percibe la calidad de la democracia.

Hay otros elementos, como las normas que garantizan la equidad en las condiciones de la competencia, o bien, aquellas reglas, aquellos criterios que se han venido construyendo en aras de construir certeza.

Y creo que los momentos en los que nos encontramos, en términos del estado de salud  de la democracia en el mundo, en el continente y en nuestro país, hay que tener en cuenta que todas aquellas iniciativas que mermen la autonomía de las autoridades electorales, certeza en las condiciones de la competencia electoral, y consecuentemente, en sus resultados, las reglas de la equidad en la competencia electoral, y la representación de la pluralidad de nuestras sociedades, pluralidad que vale una y otra vez, la pena subrayar y enfatizar.

Son tiempos de visiones monolíticas de la sociedad, de visiones unidimensionales de la misma en todo el mundo, pero como nunca las sociedades de hoy son, las sociedades democráticas son hoy plurales y diversas.

Y, toda iniciativa que busque mermar la representación de esa pluralidad es, para decirlo sin medias tintas, una iniciativa que atenta en contra de la democracia y de su calidad.

Por ello, creo que encuentros como este Congreso Internacional son muy útiles para no perder de vista la perspectiva y los desafíos que enfrentan nuestras democracias.

Son tiempos complejos los que corren en el mundo para las autoridades electorales. Éstas, están sujetas como pocas otras veces a presiones y exigencias, lo que no es malo en sí, siempre y cuando esas presiones y esos contextos de exigencia provengan de la sociedad y busquen el fortalecimiento de la vida democrática y la reivindicación de los principios y los valores que la distinguen.

Pero esas presiones y exigencias resultan inadmisibles cuando provienen del poder, de los poderes sería más correcto decir y tienen el propósito de adueñar a los órganos electorales o doblegarlos a intereses de parte de partido.

Y estos riesgos están presentes en todo el mundo. Como pocas veces antes, son riesgos que se presentan desde fuera del ámbito de las autoridades electorales, insisto, desde los ámbitos del poder y que se traducen en la captura, en los intentos de captura de estos órganos, en los intentos de control de los mismos, o bien, en los intentos de subordinación a intereses que no son los intereses democráticos, sino intereses sólo de parte.

O bien, proviene desde dentro y sólo hay riesgo que enfrentamos las autoridades electorales permanentemente, de intentar ser complacientes con el poder o con los intereses del mismo. A lo largo del globo, en nuestro continente hay muchos ejemplos ominosos.

Estos son tiempos de seguir empujando el fortalecimiento de los órganos electorales.

Eso fue indispensable en el pasado, sin duda, cuando emprendimos las luchas por democratizar nuestros sistemas políticos, pero hoy son indispensables precisamente para preservarlos.

A veces, el fortalecimiento de la democracia se da a través del perfeccionamiento de los procedimientos, a veces mediante la incorporación de innovaciones tecnológicas, y en otras la mejor forma de fortalecer la democracia es mediante la defensa de los principios de autonomía, independencia, y profesionalismos de las autoridades electorales.

La certificación electoral apunta en ese sentido y celebro mucho la organización de un congreso como éste, que en buena medida es obra y consecuencia de los esfuerzos que, desde lo local, que desde el Instituto Electoral de la Ciudad de México apuntaron en ese sentido, y que hoy constituyen un punto de referencia a nivel nacional.

Creo que es importante, pues, en congresos como éste, no solamente analizar estas certificaciones electorales como meros mecanismos de blindaje, de reconocimiento, profesionalismo y, por ende, fr integridad de los sistemas electorales, sino, además, como una manera de fortalecer las democracias en los tiempos de crisis que  (inaudible) esta conquista civilizatoria de la humanidad que es la única, por cierto, forma de gobierno que permite la recreación pacífica de la diversidad, en paz, decía, y con tolerancia.

La democracia y sus principios y valores, así como sus instituciones hay que cuidarlas, particularmente en los tiempos que corren, si no lo hacemos tal vez de manera imperceptible bajo la imagen o la percepción de que seguimos en democracia, tarde o temprano podemos darnos cuenta de que la misma se nos ha escapado en las manos y que lo que vivimos son, como decía Michelangelo Bovero, o bien democracias de la apariencia, o bien, peor aún, oligarquías electivas.

Bienvenido este esfuerzo que, invito a considerar como una manera más de fortalecer, de defender lo que hemos tenido frente a los vientos que asuelan a las democracias, como decía, en el mundo.

Muchísimas gracias.

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