VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN LA FIRMA DE CONVENIO DE COLABORACIÓN ENTRE EL INE Y EL GOBIERNO DEL ESTADO DE OAXACA, REALIZADA EN EL LOBBY DEL AUDITORIO DE LA INSTITUCIÓN
Muchísimas gracias.
Muy buenos días a todas y a todos.
Saludo con muchísimo afecto y agradecimiento al señor Gobernador del estado constitucional del estado de Oaxaca, a nuestro buen amigo, el maestro Alejandro Murat.
Saludo, por supuesto, a Eufrosina, perdóname la descortesía, te voy a mencionar al final porque no quiero, pero te voy a mencionar, así que no me estoy, no estoy cometiendo aquí una imprudencia ni una falta de cortesía.
Saludo, por supuesto, a nuestro buen amigo, bienvenido a casa de vuelta, José Antonio Hernández Fraguas, el señor representante del estado.
A todos los funcionarios del estado, del gobierno del estado de Oaxaca aquí presentes.
Por supuesto, a los funcionarios del Instituto que nos acompañan, señor Contralor, un gusto tenerlo esta mañana.
Edgar, muchas gracias por estar aquí.
Y finalmente, ¿no?, a Eufrosina, amiga, como decía ella, desde hace “un chingo de años”, pero amiga, no solamente, digamos por convergencia, digamos de casualidades en la vida, sino amiga de batallas y maestra de muchos en el ejemplo de respetar, de defender, de hacer valer, no sólo la dignidad de las mujeres, sino, en particular, de las mujeres indígenas.
Creo que Eufrosina, por su trayectoria, es un punto de referencia ineludible cuando se habla en los tiempos recientes de la construcción de la democracia, no solamente como un expediente técnico electoral, sino como la lógica de una inclusión al respeto y tolerancia de la diversidad de una sociedad compleja como la mexicana.
Así que bienvenida, de nueva cuenta, Eufrosina a esta que es tu casa, de la que además tú eres, lo digo con mucha franqueza, una de las constructoras. Gracias de veras.
Construir ciudadanía, se ha halado aquí mucho de construir ciudadanía, retomo lo que Eufrosina, Alejandro, el señor Gobernador planteaban. Construir ciudadanía, hemos insistido mucho, significa empoderar a las y los ciudadanos. Y es que, de nuevo el ejemplo de Eufrosina, entre muchos otros, nos enseña que los derechos en democracia no caen de lo alto, los derechos no son concesiones graciosas de quien detente el poder, el poder político, el poder económico, el poder social. Sino que, por el contrario, son el resultado de luchas porque, como ocurre en las democracias, los derechos se conquistan, se exigen, se defienden y se ejercen.
Eufrosina, como muchos otros, pero Eufrosina de manera particular eres un ejemplo de cómo todos estos pasos de la conquista y empoderamiento ciudadano, de ejercicio, conquista, ejercicio, defensa y exigencia de los derechos ocurre.
Pero para poder conquistar, exigir, defender y ejercer los derechos, se tiene que cobrar conciencia de ello, para poder ser un titular pleno de derechos, para ser un ciudadano, pues, empoderado se tiene que conocer los derechos. Y esa es parte de la lógica de la cultura cívica como punto medular, como estructura vertebral de un sistema democrático.
Decía Edgar en su intervención que lamentablemente hay muchos que menosprecian la importancia que tiene la cultura cívica como eje, no sólo transversal, sino columna vertebral del funcionamiento de una democracia.
Más todavía en una sociedad como la mexicana, en donde todavía hay ominosos pendientes, donde todavía la democracia tiene un sinnúmero de promesas incumplidas.
En México existe una ciudadanía aquejada por una serie de problemas de pobreza, de desigualdad, de corrupción, de impunidad, de inseguridad que hacen que se aleje de lo público. Ahí están los datos del Informe País, ahí están los datos de las encuestas de cultura política.
De cómo esa desafección con los resultados precarios que ha dado la democracia lejos de involucrarla a la ciudadanía en los procesos democráticos tiende a alejarla. Y eso es justamente en donde la cultura cívica encuentra un rol fundamental.
Y hago énfasis en la expresión cultura cívica y no educación cívica, como se decía en el pasado, porque vuelvo a insistir en un punto, los derechos no caen desde lo alto, los derechos no se enseñan. Los derechos se comprenden y se ejercen, y creo que esta actitud paternalista, digámoslo así, que retoma visiones clásicas y tradicionales en la que el Estado generosamente se comporta con la ciudadanía y le confiere, le enseña sus derechos, implica la necesidad de romper un paradigma.
Porque, efectivamente, los derechos tienen que partir, en la concepción, en la apropiación de los derechos, tiene que partir desde abajo. Es un fenómeno cultural, no es algo que se enseñe. Es algo de la que la propia ciudadanía tiene que apropiarse y practicar cotidianamente. Es, pues, una dimensión cultural.
Y si asumimos que los derechos en democracia parten de esta dimensión cultural, no podemos como han dicho el señor Gobernador y la Secretaria, no podemos plantear que esto no ocurra, sino en un contexto cultural determinado; que paradójicamente no debe ser visto como un impedimento para el ejercicio de los derechos, sino que tiene que ser la cazuela en la que esos derechos se insertan y germinan.
No podemos asumir que el patrimonio cultural de nuestras comunidades indígenas sea un impedimento para el ejercicio de los derechos, sino tiene que ser el espacio en el que esos derechos se construyen colectivamente y se ejercen individual y colectivamente.
Y creo que el estado de Oaxaca es un estado paradigmático, por su tradición, por su historia, por su diversidad cultural, por su riqueza ancestral en este sentido para poder avanzar de manera emblemática en este tema.
Este convenio, para nosotros, Alejandro, señor Gobernador, es paradigmático no solamente porque refrenda una alianza estratégica del Instituto Nacional Electoral con quien tiene la responsabilidad del ejercicio del gobierno, sino además, constituye, insisto, un punto de referencia porque se trata de Oaxaca, porque se trata de un estado con una sociedad rica, compleja, pero también porque se trata de un estado en donde muchas de esas carencias que, en ocasiones alimentan esa desafección democrática, están presentes.
Oaxaca es un espacio de oportunidad invaluable para el desarrollo de la cultura cívica, para el desarrollo y apropiación de los derechos democráticos, pero también es un desafío.
Y creo, lo digo con mucha franqueza, que nos habíamos tardado, porque aquí debo hacer una confesión, desde hacía mucho tiempo con el señor Gobernador habíamos planteado el avanzar en este sentido, pero tuvo que ser esa y esto implica un agradecimiento, esa siempre provocadora, siempre desafiante, pero siempre estimulante presencia de Eufrosina, ahora como Secretaria de los Pueblos Indígenas y Afroamericanos en el estado de Oaxaca, la que vino a detonar este punto.
Y el hecho de que estés allí, Eufrosina, señor Gobernador, no solamente es un estímulo, sino además es el mejor pretexto y la mejor alianza posible para avanzar decididamente en que este convenio no sea sólo la firma de un acto protocolario, sino, sea simplemente la formalización de un trabajo que ya tenemos que empezar a echar a andar, y más todavía en un contexto en el que además nuestro país está en falta a nivel internacional.
Tenemos una serie de observaciones que se han hecho en temas de empoderamiento ciudadano, de ejercicio de los derechos, pero, sobre todo, de justica e inclusión, no solamente de las comunidades indígenas, de los pueblos indígenas, sino también, de la defensa de los derechos de las mujeres.
Creo que este convenio además lo que nos sienta son las bases de refrendar el compromiso de esa lucha democrática que ha llevado a tener, entre muchas otras cosas, a instituciones, como el Instituto Nacional Electoral, que es patrimonio de todas y todos los mexicanos, sino, además, a hacer de este trabajo un punto que nos lleve también a decir en México “sí cumplimos” porque reconocemos nuestros problemas, porque reconocemos nuestras áreas de oportunidad y las enfrentamos con decisión y con convicción.
De nueva cuenta, señor Gobernador, señora Secretaria, es para nosotros este convenio no solamente motivo de satisfacción, sino también, digámoslo así, una piedrita en el zapato que nos va a hacer trabajar con mayor esfuerzo, un estímulo para trabajar con mayor esfuerzo en hacer del estado de Oaxaca un estado en donde la democracia se recree, florezca, a partir de la riqueza, pero también de las complejidades del propio estado y se convierta en un ejemplo para que en el futuro convenios como éste puedan refrendarse en muchas otras entidades.
De nueva cuenta Gobernador mil gracias, ya nos veremos la próxima vez en Oaxaca trabajando e instrumentado este convenio, y Eufrosina, de nuevo, ésta es tu casa y mil, mil gracias por constituir un ejemplo para muchos de los que cotidianamente luchamos por una sociedad más justa, más incluyente y, por ende, más democrática.
…Bueno, pues ya está.
Las gracias al Gobernador. Muchos te agradecemos Gobernador por esta decisión, que es una decisión, sin duda, afortunada.
De nueva cuenta mil gracias, y gracias a todas y todos ustedes.
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