Versión Estenográfica de la firma de Convenio de Colaboración entre el INE y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA FIRMA DE CONVENIO DE COLABORACIÓN ENTRE EL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE) Y LA FISCALÍA ESPECIALIZADA EN DELITOS ELECTORALES, PARA FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y PREVENIR LOS DELITOS ELECTORALES, REALIZADA EN EL LOBBY DEL AUDITORIO DE LA INSTITUCIÓN

 

Moderadora: Bienvenidas y bienvenidos a la Firma de Convenio de Colaboración entre el Instituto Nacional Electoral y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales para fomentar la participación ciudadana y prevenir los delitos electorales.

 

Firma de Convenio de Colaboración entre el INE y la FEPADE para fomentar la participación ciudadana y prevenir los delitos electorales.

Presiden este acto, el doctor Lorenzo Córdova Vianello, Consejero Presidente del Consejo General del Instituto Nacional Electoral, y el maestro José Agustín Ortiz Pinchetti, titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.

 

Agradecemos la presencia en este evento, del licenciado Edmundo Jacobo Molina, Secretario Ejecutivo del INE; de integrantes de la Junta General Ejecutiva del INE; de funcionarias y funcionarios de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales y del Instituto Nacional Electoral; así como representantes de partidos políticos y medios de comunicación que nos acompañan.

 

Para dar inicio, damos la palabra al maestro José Agustín Ortiz Pinchetti.

 

Titular de la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos Electorales, José Agustín Ortiz Pinchetti: Saludos con gran afecto al Presidente Consejero y, también, a todos los compañeros y compañeras, tanto de los partidos como del propio Instituto.

 

Siento una gran nostalgia, tengo muchos recuerdos de verme aquí en estos ambientes donde, que fueron escenario del dramático proceso de 1994, e hizo su transición en 18 meses. Y nosotros, pues si tomamos en cuenta la primera gran acontecimiento en 1988, pues ya llevamos treinta y tantos, 30 años redondos, 31 año.

 

Pero ahora sí, yo sí, en mi inagotable optimismo, veo signos de que las cosas han cambiado para bien y que estamos enfrentando, estamos disfrutando una conciencia política nueva, no sólo un cambio de régimen, sino una voluntad colectiva de cumplir el largo proceso, largo y accidentado proceso de nuestra transición a la democracia.

 

Como todas las cosas tienen cosas buenas y malas, es la lentitud del proceso y lo accidentado han permitido que haya madurado.

 

Yo me siento muy contento de estar aquí, además, porque estamos asociando a dos instituciones enteramente claves para el proceso democrático.

 

Nosotros vamos a seguir la huella del Instituto Nacional Electoral que decidió, no sin valentía, el asumir el proceso de Puebla, y lo ha hecho muy oportunamente, porque el proceso anterior, el de 2018, dejó a muchos insatisfechos. Esperamos que este proceso sea enteramente limpio e inobjetable, como se solía decir antiguamente.

 

Yo creo que, la tarea del Instituto, que se va a cumplir en el propio territorio poblano, como si fuera, realmente una sustitución de esas instituciones y, también, nosotros que seguimos al Instituto, nos vamos a convertir o somos, pues nada menos que fiscales electorales de Puebla.

 

Y yo creo que esto es algo inédito, no creo que haya muchos casos, hubo lo de Colima, pero fue una decisión judicial, aquí es el propio Instituto quien ha asumido la tarea de sustituir a las personas, a los que integran a las instituciones electorales de Puebla.

 

Es un momento muy importante porque está apenas amaneciendo el nuevo régimen, cuya una de sus banderas principales ha sido completar, consumar enteramente la transición a la democracia, y arrancar de raíz y para siempre los fraudes electorales. Y yo en ese espíritu me siento pues comprometido con ustedes, con el Instituto y con su Presidente y con los consejeros para hacer todo lo que podamos para garantizar la limpieza de los comicios.

 

Vamos a intentar disuadir, más que perseguir, y para eso hay mecanismos que echaremos manos de esos mecanismos, de modo tal, de que si existiera alguna tentación de irregularidades, las gentes que pudieran hacer, tener estos planes pues dijeran “mejor me repliego y me voy a la lucha política convencional, limpia, normal y no me la juego”, porque sí vamos a ser muy estrictos en perseguir las irregularidades, siguiendo mucho lo que pueda ir percibiendo el Instituto y otros aliados que tenemos, entre esos, el gobierno de Puebla, el gobernador de Puebla, que ha firmado conmigo un convenio semejante al que estamos haciendo con el Instituto , pero este que tendrá como objetivo fundamental, la incorporación de las autoridades poblanas, tanto en el aspecto negativo, en la omisión de no hacer cosas que no deben hacer, como en los aspectos positivos de ayudarnos a vigilar las elecciones.

 

En fin, me siento muy feliz esta mañana de estar aquí, de recordar a don Benito Juárez, que dijo que “la democracia era el destino futuro de la humanidad”. Yo le decía a Arturo Núñez, que era entonces director, le decía, “bueno, ¿por qué el futuro de la humanidad?, debe ser el presente de la humanidad”. Bueno.

 

En fin, me siento muy contento con mi amigo Lorenzo Córdova y con todos ustedes, y espero que salgamos bien de éste trance todos nosotros.

 

Moderadora: Muchas gracias. Muchas gracias al maestro Ortiz Pinchetti. Agradecemos la presencia en este evento de la consejera electoral, maestra Claudia Zavala Pérez.

 

A continuación, procederemos a la firma del convenio.

 

(Firma de convenio)

 

Moderadora: Ahora escucharemos el mensaje del doctor Lorenzo Córdova Vianello.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias. Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

 

Bienvenido maestro José Agustín Ortiz Pinchetti a ésta que es su casa, desde esta nueva investidura, la de Fiscal Especializado para la Atención de Delitos Electorales, de la que no puedo dejar de mencionarlo, usted como miembro de aquel renovado Consejo General del Instituto Federal Electoral en 1994, presidido por el entonces Secretario de Gobernación, Jorge Carpizo, fue artífice.

 

La FEPADE nace originalmente ante de las modificaciones, vale la pena recordarlo, ante de las modificaciones a la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República y a otras disposiciones diversas, el reglamento de la propia FEPADE; mediante un acuerdo de aquel renovado Consejo General.

 

Un Consejo al que usted junto con otros destacados y viejos conocidos del Instituto Nacional Electoral y del IFE, como José Woldenberg, como Miguel Ángel Granados Chapa, Ricardo Pozas, don Fernando Zertuche, que luego fue Secretario Ejecutivo de la institución, Santiago Creel; fueron, digamos decisores, o digámoslo así, fueron el resultado de un consenso que permitió enfrentar esa turbulencia, ese trágico en muchos sentidos, año de 1994, y evitar con su participación, entre otros, con la iniciativa de darle origen a la FEPADE, ese choque de trenes a la que hacía referencia.

 

Así que, José Agustín, además del afecto y del reconocimiento de muchos que en distintos roles desde 1994, y en el camino nos hemos venido sumando a las funciones electorales, pues darte la bienvenida a ésta que es, literalmente, tu casa.

 

Respetar las reglas del juego democrático es la mejor forma de contribuir a que las elecciones cumplan con su función civilizatoria en las sociedades modernas. Las elecciones no agotan la democracia, pero constituyen ese pequeño expediente técnico, como decía Ortega y Gasset, del que depende la existencia de la democracia, sin elecciones no hay democracia.

 

Partidos políticos, candidatas, candidatos, organizaciones de la sociedad, medios de comunicación y autoridades de los tres niveles de gobierno, cada uno de ellos tiene diferentes roles que cumplir en un sistema democrático, y en la medida en la que esos roles no se cumplan la democracia siempre se pone en una situación de vulnerabilidad.

 

En nuestro sistema electoral la distribución de roles es particularmente importante, no solamente porque implica la vigencia y permanente reforzamiento y blindaje de la democracia constitucional, sino porque es una respuesta del andamiaje institucional que a lo largo de 30 años, en efecto, desde 1988, casi 31 años, hemos paulatinamente venido confeccionando para ir, también de manera gradual, eliminando las prácticas que en la era del partido hegemónico, que por décadas organizó las elecciones, implicaban esa falta de condiciones democráticas.

 

Es decir, de condiciones de equidad y de respeto de las reglas del juego democrático mismo. La autonomía constitucional y la definición detallada de atribuciones de las autoridades electorales para ir acotando los espacios de arbitrariedad explican en buena medida la lógica y la ruta por la cual se fue blindando la organización de elecciones frente a presiones e injerencias indebidas de poderes públicos, de poderes fácticos, e incluso de poderes sociales, fuera de las reglas del juego pactadas.

 

Esos factores sustentan un esquema que en muchas ocasiones hemos insistido, a veces se nos olvida la organización, digamos, triple de instituciones que tenemos que garantizar las condiciones democráticas en los comicios.

 

Ese trípode, como lo decíamos, como lo hemos venido señalando en distintos tiempos, que se articula a través de tres responsabilidades, con tres dimensiones distintas, que son indispensables para garantizar la integridad electoral.

 

Por un lado, los aspectos administrativos que, ojalá y fueran sólo administrativos, eh, perdón, me salgo del guion, originalmente eran administrativos, por hoy el INE hace mucho más que meramente administrar las elecciones, pero decía, los aspectos administrativos que garantizan la equidad en las contiendas, y el respeto y garantía al sufragio universal.

 

Los aspectos jurisdiccionales que garantizan el ejercicio de los derechos de actores políticos y de electorales a cargo de las instancias de la jurisdicción electoral.

 

Y el ámbito de la procuración de justicia, de la justicia penal electoral que se confirió como ente perseguidor de los delitos electorales desde 1994, como señalaba, a la FEPADE.

 

Ciertamente, aunque en 30 años nuestro sistema democrático ha sido considerado en el ámbito internacional como uno de los sistemas electorales más robustos, por lo menos del continente, el tema de los delitos electorales tardó en evolucionar con el tiempo.

 

De hecho, la reforma de 1996, perdón de 2007, apenas marginalmente tocaron, en el mejor de los casos, la dimensión de los delitos electorales. Fue la de 2014 la que creó incluso una ley específica, ya no un título, el célebre título XXIV del Código Penal, sino una ley específica, la Ley General de Delitos Electorales que da sustancia a la actuación y robustece la presencia y funcionamiento de la propia FEPADE.

 

En ese contexto, me parece que es pertinente señalar, a propósito del evento que hoy nos tiene aquí, pues que el perfeccionamiento de las propias normas electorales y de las condiciones inhibitorias que las mismas persiguen, ayer mismo fue objeto de una discusión en el Congreso de la Unión con la reforma, la modificación, por cierto aprobada por unanimidad, lo que y perdón la nota a pie de página, lo que refrenda y esto es un dato que vale la pena subrayar, aquélla idea de Norberto Bobbio, el gran teórico de la democracia contemporánea, en el sentido de que si hay reglas que en democracia requieren idealmente un consenso unánime, son precisamente las reglas del juego.

 

Es cierto que en democracia las mayorías deciden con los límites que impone la Constitución y el respeto a los hechos de las minorías, con el respeto al pluralismo político, pero si hay reglas que requieren de ese consenso unánime, son precisamente las reglas del juego. Porque ese consenso es el que impide que cuando el juego se lleve a cabo, alguien puede eventualmente argumentar: “es que yo no estuve de acuerdo en el origen con las reglas que rigen el juego que estoy jugando”.

 

Bueno, ayer con una unanimidad que vale la pena subrayar se modificaron dos artículos de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, el 456 y el 457, que establecen, por cierto, un salto adelante, si bien no en el ámbito necesariamente de la Fiscalía porque la eventual implicación penal de eventuales ilícitos electorales depende justamente de la determinación por parte del Instituto Nacional Electoral, permite por primera vez que los delitos cometidos, que los ilícitos en materia administrativa cometidos por servidores públicos federales, locales o municipales puedan ser directamente sancionados por esta autoridad y no como ocurría con las normas, si bien todavía vigentes, en breve no lo serán más con la publicación de esta modificación, implicaba que una vez que el Instituto Nacional Electoral determinaba la comisión de un ilícito administrativo, cometido por parte de algún servidor público, tuviera que darse vista al superior jerárquico, lo que en muchas ocasiones, hay que decirlo, se tradujo en impunidad.

 

No obvio en decir que el Consejo General del INE, en dos ocasiones, determinó la violación de la Constitución, incluso por el mismo Presidente de la República y no hubo ningún tipo de consecuencia. Y creo que el fortalecimiento democrático requiere que quien vulnera las normas, tenga algún tipo de consecuencia; no porque queramos sancionar a ningún funcionario público en el Consejo General, yo deseo que el Consejo General no sancione a ningún funcionario público (inaudible) Presidente de la República, a cualquier funcionario municipal.

 

Y si eso ocurre así, si este deseo se cumple, es que todos han cumplido con las normas electorales, justamente la dimensión inhibitoria a la comisión de ilícitos a la que el señor Fiscal hacía referencia. Esta es una de las razones por las que me parece que hay que celebrar el convenio que suscribimos la FEPADE y el Instituto Nacional Electoral; porque no solamente establece las bases, reitera las bases de colaboración entre dos instituciones indispensables para la recreación del sistema electoral y, por ende, de la democracia en nuestro país, sino además porque establece de manera muy puntual y concreta, la lógica sobre la cual, de cara a los procesos electorales en curso, estaremos trabajando en conjunto.

 

Lo decía ya el señor Fiscal, el maestro Ortiz Pinchetti, la Fiscalía Especializada trabajará de la mano, siguiendo los pasos de la organización electoral que hace el Instituto Nacional Electoral para que de manera conjunta podamos inhibir las conductas eventualmente ilícitas que se presenten por parte de cualquier tipo de actor: funcionarios públicos federales, funcionarios públicos locales, funcionarios públicos municipales, actores políticos, actores privados que intentan indebidamente incidir en la política.

 

Se trata, pues, de una alianza que busca generar este efecto inhibitorio y, en caso de no lograrlo, sí desplegar todo el músculo del Estado, de manera coordinada, el músculo administrativo y el músculo penal para sancionar a quien no juega con las reglas del juego democrático.

 

Este convenio además establece las bases legales para intercambiar información que permita prevenir la comisión de delitos electorales, las alertas recíprocas que tanto la FEPADE pueda, digamos, poner sobre la mesa al Instituto Nacional Electoral y viceversa, es fundamental para cumplir esta función.

 

Dar seguimiento a las denuncias de delitos electorales, en muchas ocasiones el propio Instituto Nacional Electoral y a eso es justo a lo que se ha referido el señor Fiscal, cuando dice que seguirá los pasos del propio Instituto, cuando el Instituto determina la comisión de algún ilícito se convierte en denunciante ante la propia Fiscalía.

 

El ser, en este sentido, el INE un auxiliar en la integración en las carpetas de investigación, estimular la cultura de denuncia e intercambiar experiencias en beneficio de nuestra democracia.

 

En muchas ocasiones he sostenido que las contiendas electorales, no sólo constituyen el proceso que más voluntades mueve en nuestro país, no solamente las elecciones implican una enorme movilización ciudadana que hoy venturosamente estamos viendo, está atendiendo y refrendando su compromiso democrático, las cifras de participación son inéditas en los seis estados que van a las urnas el próximo 2 de junio, y eso hay que celebrarlo. Porque además de apropiarse de la elección, los ciudadanos nos están poniendo a todas, a autoridades electorales y actores políticos, la vara muy alta y, hay que estar a la altura de esa sociedad comprometida con la democracia.

 

Sino que además la competencia electoral contribuye a ordenar la vida pública, por su carácter colectivo, incluyente y por la definición clara de roles que nuestra arquitectura democrática ha venido estableciendo, es por eso que agradezco mucho la disposición del Maestro José Agustín Ortiz Pinchetti, además el entusiasmo con el que ha promovido la firma del convenio que hace apenas unos minutos suscribimos.

 

Permítanme concluir, si me permiten, con una reflexión sobre los avances democráticos a los que ya también el Maestro Ortiz Pinchetti se ha referido con mucha puntualidad y precisión.

 

La evolución del andamiaje institucional en nuestra democracia, ha garantizado tres alternancias en el Poder Ejecutivo, ha provocado que la alternancia, la posibilidad real de la alternancia, sea una opción real en manos de quienes son los decisores en la democracia, las y los ciudadanos; generando condiciones de garantía para que, en libertad, sin presiones, sin condicionamientos indebidos ejerzan su voto autónomamente, es decir, de manera libre.

 

Esa es la razón por la cual de 2015 a 2018 vivimos, por cierto, el periodo más intenso de alternancias de nuestra historia democrática, tanto en elecciones estatales, como municipales, como federales, eso es lo que ha provocado que el Sistema de Fiscalización en México, que implica también un vínculo muy estrecho entre lo que el Instituto Nacional hace y la Fiscalía Especializada persigue, hay ilícitos en materia de fiscalización que le tocan al INE, pero que también constituyen delitos electorales e implique la construcción de esa base de paridad en la competencia que ha permitido logros como los que hemos visto, por cierto, en las urnas, que no son otra cosa sino el respeto reiterado, una vez y otra, de la voluntad de las y los ciudadanos.

 

Esos logros, en clave democrática, permiten afirman que el México de libertades y derechos que hoy tenemos, si bien es perfectible y es deseable seguir robusteciendo, seguir fortaleciendo y que ha resultado de varias reformas electorales y de varias generaciones de políticos, de legisladores, de académicos, de especialistas, de los cuales quiero decirlo José Agustín, tú eres uno de ellos, uno de los hacedores de la democracia que hoy tenemos.

 

Ha sido una construcción gradual, paulatina y progresiva, en ese sentido; parafraseo lo que el señor Fiscal acaba de decir, la democracia en México, es tal vez el producto más acabado de las luchas políticas que ha dado la sociedad mexicana y los actores sociales, políticos en los últimos 30 años.

 

Hoy creo que tenemos las condiciones para que los esfuerzos de la sociedad, de los gobiernos, se enfoquen en resolver los grandes problemas nacionales y hoy después de 30 años creo que es una satisfacción, si bien nunca hay que bajar la guardia, si bien hay que seguir trabajando para fortalecer y perfeccionar el sistema electoral, las elecciones ya no están dentro de los grandes problemas nacionales, hay que trabajar incasablemente para que no vuelvan a estarlo, como ocurrió hace 30 años.

 

Pero hoy son otros desafíos que enfrenta la sociedad: la pobreza, la desigualdad, la corrupción, la impunidad, la inseguridad, los que requieren la atención y, a donde las sinergias políticas deben tender. En ese mismo sentido, me parece que sería injusto para todos aquellos, para todas aquellas que, a lo largo de 30 años, como José Agustín, han venido contribuyendo a construir esta arquitectura institucional de nuestro Sistema Democrático, decir que la democracia llegó a México el pasado primero de julio.

 

Lo que ocurrió el pasado primero de julio, es el resultado de 30 años de trabajos, en donde pudimos construir las bases, para que la ciudadanía se expresará en libertad y optara, como puede, como es su prerrogativa, como es su derecho en una democracia, optar, si así lo decide, mayoritariamente, por un cambio.

 

De hecho, los grandes cambios políticos que como país experimentamos en las elecciones de 2018, fueron posibles porque existían condiciones democráticas siempre mejorarles y hay que trabajar para ello, para que las disputa por el poder político, en las urnas, se diera en condiciones de equidad, de transparencia, de respeto de las reglas del juego.

 

Es en ese contexto que, desde mi perspectiva, con este convenio, ambas autoridades, la FEPADE y el Instituto Nacional Electoral, nos comprometemos a generar sinergias que sigan empujando esos avances democráticos que generaciones y generaciones de legisladores, políticos, especialistas e instituciones han venido construyendo a lo largo de estos 30 años.

 

Muchísimas gracias.

 

Moderadora: Gracias, sí, puede tomar la palabra el maestro Ortiz Pinchetti.

 

Titular de la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos Electorales, José Agustín Ortiz Pinchetti: Gracias por su atención, algo que había olvidado quizás, el Fiscal General, el Licenciado Alejandro Hertz Manero, desde su magnífica salud que goza este día y desde hace mucho tiempo, les manda un saludo a todos ustedes, en particular al Consejero Presidente.

 

Gracias.

 

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias.

 

Moderadora: Muchas gracias. Gracias Maestro Ortiz Pinchetti, gracias Doctor Córdova. Es así como concluye este acto, muchas gracias a todas y todos por su asistencia que tengan muy buena tarde.

 

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