Muy buenos días a todos y a todas.
Me da mucho gusto estar el día de hoy con ustedes, compartir esta mañana, pues estamos frente a una fecha significativa.
Hoy, hace 65 años, se reconoció a nivel federal el derecho de las mujeres a votar y ser votadas, después de 36 años de la promulgación de la Constitución de 1917.
En 17 de octubre de 1953 se materializó un logro importante de la lucha de las mujeres mexicanas, por la obtención de nuestros derechos políticos. Hablamos de esfuerzos incansables de mujeres como Hermila Galindo, que fue la principal impulsora del sufragio femenino en el periodo posrevolucionario.
De Elvia Carrillo Puerto, Beatriz Peniche y Raquel Dzib Cicero, quienes se convirtieron en las primeras diputadas electoras en un Congreso Local, y quizá también, en los primeros registros que tenemos de casos de violencia política contra las mujeres por razón de género, porque ellas fueron electas, pero nunca pudieron ejercer el cargo por el cual fueron electas.
Hablamos de esfuerzos como el de Esther Chapa, quien cada año durante 22 años, al empezar las sesiones del Congreso, enviaba una carta solicitando el derecho al voto para las mujeres, y hablamos de muchas otras mujeres más.
Las mujeres hemos tenido que dar una lucha extraordinaria para ejercer nuestros derechos elementales de ciudadanía; es importante que las jóvenes recuerden esto, porque el ejercicio de los derechos políticos de los que hoy gozamos es también un acto de gratitud para todas estas mujeres, un mensaje contundente de que su lucha no fue en vano.
El fragmento del video, nuestra voz, nuestro voto, que veremos a continuación, da cuenta de fechas relevantes para el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres en México, hay una fecha en particular en la que me quiero detener, que demuestra que los logros pueden ser efímeros si no los cuidamos, nos exponemos a que tengamos indeseables retrocesos.
Estoy hablando de 1924, cuando se reconoce en San Luis Potosí el derecho de las mujeres a votar, el único requisito que se pedía era que supieran leer y escribir. Y Elba Carrillo Puerto como era una mujer bastante insistente, después de que no pudo ejercer el cargo como Diputado Local en Yucatán, se trasladó a San Luis Potosí.
De nueva contendió, de nuestra cuenta ganó y otra vez, no la dejaron ejercer el cargo y lo que le argumentaron es que, ese derecho no estaba reconocido para las mujeres a nivel federal, que no estaba en la Constitución y, de hecho, para que ninguna otra volviera a tener la misma osadía que tuvo ella inmediatamente después de eso, modificaron la legislación electoral local.
Hoy en día son significativos los avances obtenidos en materia de igualdad y representación política, ejemplo de esto son las cifras del Proceso Electoral 2017-2018, en el cual participaron 46 mil 884 mujeres como candidatas a diferentes cargos de elección popular, 43 mil 390 de ellas se postularon en el ámbito local y 3 mil 494 fueron candidatas a cargos federales.
Este aumento en la participación femenina no es casual. Desde luego, tuvimos en contienda muchísimos cargos, fue la elección más grande de nuestra historia, pero también esto fue gracias a la reforma al Artículo 41 Constitucional que estableció el principio de paridad y género en las postulaciones que hacen los partidos políticos.
Desde el reconocimiento al sufragio femenino la paridad representa, en cuanto a participación política de las mujeres, el logro más importante de las mujeres mexicanas.
Así, los resultados arrojados después de los comicios son alentadores.
En las Elecciones del 1º de Julio fueron electas a nivel federal 241 diputadas, las cuales representan el 48.2 por ciento de la Cámara y 63 senadoras conformando el 49.2 por ciento de la Cámara.
A nivel local, 471 diputadas, 2 gobernadores, 431 presidentas municipales, 11 presidentes de juntas municipales, 5 mil 888 regidoras, 1,039 síndicas y 584 concejales. Con estos resultados México ha dado resultados importantes en materia de representación política de las mujeres.
Por ejemplo, en Ciudad de México, Guanajuato, Nuevo León, Oaxaca o Veracruz, se alcanzó la paridad en el congreso local y en otras entidades como Baja California Sur, Chiapas, Colima, Hidalgo, Morelos, Querétaro, Tabasco o Tlaxcala, la presencia femenina ha superado el 50 por ciento.
De esta forma, México se convierte en uno de los países con mayor representación femenina a nivel mundial, siendo el cuarto lugar en presencia mujeres en la Cámara de Diputados y Diputadas y el tercero en la de Senadores y Senadores.
A pesar del optimismo con el que se presentan estas cifras, somos también conscientes de la lamentable situación de violencia que viven las mujeres en el país, hecho que extiende el ámbito también a lo político-electoral.
La violencia política contra las mujeres en razón de género, hoy en día es el problema más grave al que nos enfrentamos. Sin embargo, este problema está arraigado en nuestra sociedad desde hace tiempo, las mujeres que deciden incursionar en la política sufren discriminación y violencia, ya que irrumpen en un espacio históricamente considerado masculino, a la vez que desafían los roles y estereotipos de género.
Ante este panorama, resulta fundamental la acción contundente de las autoridades, debe existir tolerancia cero a la violencia política contra las mujeres por razón de género.
Ya que la violencia política contra las mujeres por razón de género se ha convertido en el mayor obstáculo para que las mujeres puedan ejercer sus derechos políticos en igualdad de condiciones que los hombres. Hemos logrado la igualdad formal, ahora debemos derribar los obstáculos para lograr la igualdad sustantiva.
Sin más preámbulos, voy a dar pie para que presentemos el primer fragmento del documental video “Nuestra voz, nuestro voto”.
Muchas gracias a todos y a todas.
Versión estenográfica de la intervención de la Consejera del INE, Dania Paola Ravel, durante el evento conmemorativo por el 65 Aniversario del VOTO de las Mujeres en México. 2018: Año del logro de la Paridad Legislativa, Celebrada en el Auditorio del INE
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