Número: 180
- Es viable la democracia en América Latina, con el compromiso firme de las élites con el régimen político: catedrático Aníbal Pérez-Liñán
- La ciudadanía debe ser freno y contrapeso hacia la concentración del poder en las democracias latinoamericanas: Consejero Benito Nacif
Actualmente hay condiciones para garantizar la supervivencia de la democracia en América Latina, pero es en parte nuestra responsabilidad asegurar que las élites políticas mantengan su compromiso firme con el régimen político, aseveró el catedrático Aníbal Pérez-Liñán, durante la Conferencia Magistral Estacional Primavera 2018 “¿Puede sobrevivir nuestra democracia? Liderazgo y agencia política en América Latina”, organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE).
En presencia del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello y el Consejero Benito Nacif Hernández –quien fungió como moderador-, el Profesor de Ciencia Política en la Universidad de Pittsburgh estableció que a partir de estudios estadísticos se puede determinar que “un mayor compromiso con la democracia reduce el riesgo de salida” de una o de un gobernante, ya sea por un juicio político o por un golpe militar.
Ante la pregunta central de su exposición ¿Puede sobrevivir nuestra democracia?, Pérez-Liñán dijo que la respuesta es positiva, pero condicional, porque cuando una población de actores políticos es ambigua frente a la democracia y no se compromete con el régimen, el riesgo de quiebre democrático se aproxima al 5%, lo que significa que la esperanza de vida de una democracia latinoamericana promedio sería aproximadamente de unos 20 años.
Asimismo, en presencia de la Consejera Claudia Zavala y del Consejero José Roberto Ruiz, el también doctor en Ciencia Política por la Universidad de Notre Dame afirmó que a medida que crece el radicalismo de los actores políticos, el riesgo de quiebre de la democracia se incrementa; pero cuando el gobierno es moderado, la posibilidad de ruptura para la democracia se reduce de manera sustantiva.
Pérez-Liñán indicó que la radicalización de la oposición no tiene un efecto estadístico significativo sobre el quiebre de la democracia, pero sí tiende a generar un efecto indirecto sobre la inestabilidad democrática a partir de un proceso de erosión gradual y de inestabilidad del régimen.
Al término de la conferencia de Pérez-Liñán y a modo de conclusión, el Consejero Nacif Hernández afirmó que la probabilidad de supervivencia de las democracias es positiva, porque estamos en el periodo de estabilidad más largo en la historia de las democracias presidencialistas en América Latina, que arrancó en la década de los años 80 y que continua hoy en día.
Agregó que México se sumó en su momento a la ola de transiciones a la democracia, de los países de América Latina que lo lograron en la segunda parte de la década de los años 90. Pero —continuó—, lo que caracteriza el quiebre de las democracias durante el siglo XXI ha sido precisamente la erosión o supresión de los mecanismos de rendición de cuentas, el llamado a nuevas constituciones y la reconcentración del poder en la figura del mismo titular del Ejecutivo.
En opinión del Consejero Nacif Hernández, éstos son aspectos en los que la ciudadanía debe estar pendiente, a fin de que funcionen como frenos y contrapesos hacia la concentración del poder en las democracias latinoamericanas.
Cabe destacar que Pérez-Liñán se ha especializado en política comparada, principalmente aplicada a América Latina en las áreas de instituciones políticas y gobernabilidad, democratización y procesos electorales. Además, ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas y ensayos en volúmenes colectivos.