Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes, Magistrado Presidente del Tribunal Electoral de la Ciudad de México; Doctor Armando Hernández, viejo amigo, se puede decir ya y además colega en viejas, de muchas batallas estudiantiles, primero y luego democráticas más adelante.
Estimadas magistradas y magistrados del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, estimado Consejero Marco Antonio Baños, señor Secretario Ejecutivo don Edmundo Jacobo; el señor Director de la Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica, Maestro Roberto Heycher Cardiel, distinguidas y distinguidos funcionarios tanto del Tribunal Electoral de la Ciudad de México como del Instituto Nacional Electoral.
El Proceso Electoral más grande que hayamos vivido en la historia democrática de nuestro país avanza y avanza bien. Los plazos de ley y las tareas institucionales que el INE ha programado para darle certeza y legalidad a las contiendas, se están cumpliendo íntegramente.
A 82 días de la Jornada Electoral, la disputa por los poderes públicos está transcurriendo por los canales institucionales y conforme a los mecanismos dispuestos por las reglas del juego democrático que nos hemos dado.
Las coaliciones, los partidos políticos nacionales, los partidos locales, así como las y los candidatos independientes que han sido registrados, han trazado una hoja de ruta para buscar el voto de las y los ciudadanos en las urnas.
Las campañas electorales a poco más de una semana, de hecho, 10 días, 11 si se toma en cuenta el día de hoy, de haber iniciado, están dominando el debate público tanto en los medios tradicionales, como en los medios digitales y las redes sociales.
El tema de los debates que organizará el Instituto Nacional Electoral, de los debates que serán organizados en el ámbito local, unos días antes que el presidencial, por cierto, el de las y los candidatos a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, entre muchos otros, están adquiriendo una relevancia especial en la radio y la televisión, en la prensa escrita, incluso, como decía en las redes sociales.
En pocas palabras, está cumpliéndose con la premisa de que la recreación de la democracia se convierte en un factor ordenador de la vida pública. Las elecciones, desde este punto de vista, no son un problema para la recreación de la democracia, para la convivencia de la democracia, sino por el contrario, tienen una función venturosamente ordenadora.
Más aun, el trabajo incansable que realizan nuestros capacitadores y supervisores electorales desde el 7 de marzo y que los lleva a recorrer cada una de las colonias, ejidos, parajes, caseríos de nuestro país está reivindicando el carácter ciudadano de nuestra democracia.
Dicho trabajo, insisto, que se traduce y que reivindica ese carácter ciudadano, está dando frutos muy positivos. Diariamente se suman más y más personas inscritas en la Lista Nominal a la convocatoria del Instituto Nacional Electoral para asumir un compromiso con la recreación de la democracia, tanto a nivel federal como a nivel local e integrar las mesas directivas de casilla, de esta nueva figura de las casillas únicas.
El reporte más reciente que tenemos es que ya contamos con la aceptación de casi un millón 700 mil ciudadanas y ciudadanos que ya han aceptado el compromiso para recibir y contar los votos en las más de 157 mil casillas que tenemos previsto instalar el próximo 1° de julio,1.7 millones cuando necesitamos a 1.4. Vamos y vamos bien, cuando faltan todavía 20 días para lograr detonar, terminar de detonar esta gran convocatoria, esta apropiación de las y los ciudadanos en las elecciones.
Además, debo reconocer que, por parte de las autoridades, las instituciones y organizaciones de la sociedad, también estamos obteniendo una respuesta vigorosa para participar en el Proceso Electoral más grande de nuestra historia.
Hemos suscrito convenios con gobiernos para que se usen con imparcialidad los recursos a su cargo, con organismos empresariales para que respeten las reglas del juego, con organizaciones de la sociedad civil, instituciones electorales y académicas para que contribuyan a la participación informada de la sociedad y con el sector financiero, para que nos apoyen con la información detectada sobre operaciones que pudieran ser eventualmente irregulares y se vinculen con las actividades de candidatas y candidatos para hacer de éstas también las elecciones más fiscalizadas de nuestra historia.
Estamos, en pocas palabras, en un trabajo conjunto, modelando el ecosistema más favorable posible para que la competencia electoral sea auténtica, transcurra sin intromisiones indebidas y el voto se ejerza de manera libre e informada.
Es en este contexto de construcción del ecosistema más adecuado a la competencia libre e imparcial que hoy suscribimos un convenio de colaboración con el Tribunal Electoral de la Ciudad de México, en un contexto oportuno, porque alguien podría pensar es que durante las elecciones el tema, los temas de la educación cívica, de la cultura cívica son temas que pasan a un segundo plano y esto no es así.
La propia ENCCÍVICA, esta propuesta de política pública de largo aliento a la que hacía referencia el Consejero Baños y el Magistrado Presidente Armando Hernández, en realidad durante el Proceso Electoral se está volcando, precisamente en esta lógica de apropiación de las elecciones de los propios ciudadanos, de las y los ciudadanos de las mismas.
Nos gusta decir en el Instituto Nacional Electoral, pero esto se extiende también a la función de garantía de los propios derechos que cumplen los tribunales electorales, de que los órganos electorales tenemos la misión de organizar las elecciones.
Pero no las hacemos nosotros, las hacen las y los ciudadanos que, insisto, apropiándose de su rol de que ser quienes van a recibir y contar los votos en primera instancia, pero, sobre todo, de ser los principales protagonistas de la democracia, precisamente discerniendo entre las distintas alternativas políticas y definiendo el futuro político de nuestras sociedades a través de la emisión de su sufragio, quienes son los verdaderos protagonistas, los verdaderos hacedores de las elecciones.
Es en este contexto y es relevante subrayarlo, en donde estamos el Tribunal Electoral de la Ciudad de México y el Instituto Nacional Electoral uniendo esfuerzos para definir la ruta conjunta con la que vamos, por un lado, ahora durante las elecciones, a propiciar esta apropiación ciudadana de las mismas. Es decir, la participación volcada en las elecciones para concretar la vieja enseñanza que nos viene desde Tocqueville, de que las elecciones son la mejor escuela de democracia, pero también para mirar lejos.
Este convenio sienta las bases para que después de la Jornada del 1º de julio, para que después de concluidos estos procesos electorales con la calificación que las distintas instancias jurisdiccionales tendrán que hacer de las elecciones que están en juego, de los cargos que están en disputa, los esfuerzos se continúen dando, no en una lógica de restringir a la democracia en el momento electoral.
Sí, probablemente las elecciones son el momento estelar, digámoslo así, de todo sistema democrático y la condición sine qua non de todo régimen que asume esta forma de gobierno.
Sin elecciones no hay democracia, pero las elecciones van mucho más allá, perdón, la democracia va mucho más allá de las elecciones y supone una apropiación de los distintos espacios de participación ciudadana, a la vez que la asunción y la apropiación, no sólo del ejercicio de los derechos políticos, sino también de la apropiación y práctica, día a día, en la convivencia cotidiana de los valores de la misma democracia.
Pocos tribunales, debo decirlo y lo digo, de veras, con mucho reconocimiento, pocos tribunales electorales en el país han emprendido tantas iniciativas en materia de cultura cívica y no es solamente una cuestión de mandato legal, es también una cuestión de compromiso y de estar a la altura, por cierto, de una de las ciudadanías más exigentes, más vibrantes, más participativas del país que es la de la Ciudad de México, pero no es una cuestión nada más, insisto, de compromiso, no es una cuestión nada más de cumplimiento de iniciativas.
Para nosotros desde el Instituto Nacional Electoral, poder coordinar esfuerzos ahora, de aquí en adelante, con una instancia sí jurisdiccional, pero que ha asumido de manera tan preponderante, tan importante sus tareas de promoción de la cultura y los valores democráticos y de participación ciudadana, es un privilegio.
Finalmente, la lógica de la ENCCÍVICA ya la mencionaba el Consejero Marco Antonio Baños, no es otra cosa sino la de ser un buen pretexto, un mecanismo detonador de un conjunto de esfuerzos conjuntos sin los cuales difícilmente vamos a poder revertir los índices de desconfianza y de descontento que hoy permean en nuestra sociedad respecto de los resultados que los gobiernos democráticos han resultado, han dado.
La ENCCÍVICA es un pretexto de largo aliento que parte de una premisa grave, que parte de una premisa de erosión de la convivencia interpersonal de eso que los sociólogos llaman tejido social, que es indispensable para la recreación de la democracia.
Y parte también del reconocimiento de que a pesar de que es una propuesta que el INE hace, no se trata de una política institucional del INE, sino una convocatoria a la creación de una política de Estado en la que todas y todos los órganos electorales, las organizaciones electorales estamos involucradas y tenemos una responsabilidad.
Este convenio no hace otras cosas sino formalizar una aspiración que está detrás de la propia ENCCÍVICA y que hoy sienta bases, ésas sí, legales, para que los esfuerzos que, por un lado, el Tribunal Electoral de la Ciudad de México y, por el otro, el Instituto Nacional Electoral, como parte de un entramado que todavía está por terminar de construirse de instituciones y organizaciones de la sociedad civil tenemos que continuar.
Bienvenido este esfuerzo. La verdad agradezco muchísimo el interés y la insistencia del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, de sus Magistradas y Magistrados para que además de llevar a cabo todas las actividades y diligencias que implica un Proceso Electoral sea en este contexto, en el Proceso Electoral más grande de nuestra historia, cuando estamos reafirmando un compromiso conjunto y seguir impulsando los proyectos que contribuyan al pleno ejercicio de los derechos humanos de las y los habitantes del país y concretamente de las y los ciudadanos de la Ciudad de México. Muchísimas gracias.
Versión estenográfica de la intervención del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, durante la Firma del Convenio de Colaboración entre el INE y el Tribunal Electoral de la Ciudad de México
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